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Welcome to your life
There's no turning back
Even while we sleep
We will find you
Acting on your best behavior
Turn your back on mother nature
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Miedo.
Tenía mucho miedo.
Las manos le temblaban, el corazón parecía que se le iba a salir del pecho y cualquier palabra que se le podría haber ocurrido decir se había vuelto un nudo en su garganta. Las puntadas de dolor en su cabeza y las ganas de vomitar se volvían cada vez más constantes. Suspiró y se concentró en su respiración, tratando de encontrar su calma.
Rió tras ver su reflejo en el espejo.
Brick Him con miedo, ¿quién lo diría?
Salió de aquella pequeña habitación que contaba solamente con una cama y un baño y, tras la puerta, se encontró aquél cuartel subterráneo que había habitado por demasiado tiempo. No había nadie en los pasillos, supuso que se encontraban en la sala principal preparando su despedida.
Hoy era el gran día, tenían que lucirse.
Caminó hacia las grandes puertas de esa sala, donde se encontró a sus hermanos. A pesar de no demostrarlo con tanta claridad, estaban igual o incluso peor que él.
Sería estúpido no reconocer que tienes miedo cuando estás a un paso de tu posible muerte.
Jamás en su vida se le hubiera planteado la idea de que en algún momento la vida de cientos de personas dependerían de sus almas pecadoras. Y, menos, que el mal al que se enfrentarían serían ellas. Brick no sabía decir en qué momento preciso Townsville se había convertido en aquél infierno. Fue un proceso silencioso que nunca salió a la luz en su totalidad, porque si lo hubiera hecho aquél territorio ya estaría hundido en el oceano y desaparecido del mapa.
Reconocidos villanos, entre ellos su creador, habían comenzado a caer uno por uno. Muertos, asesinados a sangre fría en medio de "batallas" que podrían haberse considerado inexistentes. Luego, criminales de menor extravagancia. Pero, de repente, era cualquier civil digno de una mínima sospecha.
La clase baja, y la media, habían sido las principales víctima de la matanza bajo la acusación de crímenes que no tenían evidencia, mientras que a muchos ricos con peores condenas todavía le funcionaban los pulmones. Incluso, opositores pacíficos a este régimen despiadado habían sido silenciados con el beso de la muerte. Y nadie, arriba, parecía sospechar. Todo seguía bien, Townsville era la única ciudad del mundo con una tasa de criminalidad practicamente inexistente, era el orgullo del mundo.
El búnker se encontraba debajo del laboratorio de Mojo Jojo, oculto en el volcán cuya lava había sido enfriada por la líder de las Powerpunk. Estaba lleno de refugiados. Ladrones, prostitutas, gente pobre y niños inocentes, entre otros. Cuando llegó, junto a sus hermanos y la familia que le había acogido cuando era niño, se encontró a Ace de la banda gangrena; había sido el único sobreviviente de aquél exterminio además de ellos, las Powerpunk Girls y el Profesor Plutonium.
Ni siquiera Princesa, con el poder económico que poseía, había sobrevivido.
Ace lideraba un ejército que estaba destinado a la futura rebelión, mientras que el Profesor Plutonium se había encargado de mejorar la infraestructura, las armas y formular todos los planes que efectuarían para acabar con los demonios.
Ellos eran el Plan A, las Powerpunk Girls el Plan B.
La razón por la que ellos habían sido la segunda opción no había sido el afecto paternal de Plutonium hacia sus creaciones, no, en lo absoluto. Lo que sucedía era que ellos, irónicamente, poseían una humanidad que ellas claramente no. Mientras que en el Plan A se trataba de mantener el número de víctimas lo más bajo posible, en el B se daba todo o nada, todos saldrían a luchar sin temer que les llegue la muerte.
Aún así, todos tenían fé en ellos. Lo había notado a lo largo de ésta semana. Había recibido regalos simples, comidas realizadas con afecto, abrazos y buenos deseos en los que él destacaba el de la Señorita Keane: "Tienes que vivir para ver la libertad, Brick, por favor".
Libertad, qué palabra tan débil y a la vez tan deseada.
Brick miró a sus hermanos y entre los tres se sonrieron, buscando la tranquilidad antes de la catástrofe. Entraron a la sala y el sonido de los aplausos y los silbidos inundó el lugar.
Los chicos abrazaron a unos pares, estrecharon las manos de otros. Recibieron besos, alientos, palmadas en la espalda y muchas lágrimas. Si ésta semana fuera el último recuerdo feliz que tendrían, estaban satisfechos.
Se posicionaron los tres frente al Profesor.
— ¿Están conscientes de que hoy podrían morir, verdad? – los tres tragaron en seco, pero el líder respondió:
— Sí, señor, pero moriremos luchando. Y eso, para nosotros, ya es una victoria.
Los aplausos volvieron a sonar. Estrecharon sus manos tanto con él como con las tres jóvenes, que además les abrazaron. Sobrevivan, les pidieron.
Se retiraron del lugar y, antes de subir en el ascensor que les llevaría a la superficie, se abrazaron. Llorando, clavando sus uñas en el hombro del otro, rogando al cielo que este no sea su último día.
Siempre seremos los Rowdys. Siempre. Fue lo último que se dijeron.
Subieron y las puertas se abrieron. Era un día soleado, la luz de aquella inmensa estrella les cegó por un momento, hace mucho que no veían el azul del cielo, diez años para ser exactos. La ciudad estaba tranquila, los pajaros cantaban. Era un día como cualquier otro en Townsville.
Se miraron por última vez antes de que cada uno tome su camino. Irían a puntos separados de la ciudad y ahí llamarían la atención de sus enemigas.
Brick voló por el cielo tratando de grabarse a fuego en la mente como se sentía el calor del Sol sobre su piel, aquella sensación que en su juventud le había fascinado tanto.
Hizo una mueca al recordar un hecho.
En realidad, si hubo un momento preciso, una causa detonante que desató el terror.
Aunque hubo muchos sucesos desencadentantes anteriores a ese: señales que los ciudadanos no habían sido capaces de reconocer, actitudes totalmente cuestionables y poco humanas
Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Recordaba haber visto el funeral en televisión. Un científico loco y alcohólico cuyas creaciones mutantes le velaban, serias, sin un rastro de lágrimas o luz en sus ojos.
El suicidio de Utonium.
Desde ese día, todo se volvió negro, y el diablo se manifestó en tres figuras.
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It's my own design
It's my own remorse
Help me to decide
Help me make the most
Of freedom and of pleasure
Nothing ever lasts forever
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1/2
Bueno, este capítulo es como una introducción y, a la vez, un capítulo de prueba. Para ver más o menos si la propuesta la planteé bien y para ver qué opinan ustedes al respecto. Al principio pensé en publicar todo de una pero sería más divertido generar suspenso jajajajajajaja. El siguiente capítulo lo subiré pronto.
Cheers.
