Hace mucho tiempo atrás lo único que existía era la nada, solo existía la oscuridad, un ente poderoso que gobernaba aquel lugar. En un momento el ser estaba harto de estar solo, así que tomo unas rocas que flotaban por la zona y les aplico polvo de estrellas con una gran concentración y recito en una lengua muerta:
—No quiero estar solo, quiero una compañera
Luego de unos minutos, ante él estaba una mujer de piel pálida y ojos grises, su hermoso cabello era de color blanco con matices morados y azules. Ella le miraba con curiosidad. El ser solo le coloco una corona en la cabeza y le dijo:
—Bienvenida mi reina
—¿Quién eres? ¿Quién soy?—primero lo miro a él y luego se miró sus manos antes de regresar su vista a él. El ser solo le sonrió y le contesto:
—Yo soy el universo y tú eres la vida. Al inicio fue extraño para el universo saber que ya no estaba solo, pero se acostumbró, le construyo un palacio a su esposa y le daba regalos de manera ocasional, gestos que ella le agradecía.
Un dia la vio creando una flor de color extraño, el tallo era verde, eso no lo extraño, pero la rosa tenía varios colores: morado, azul y blanco. Mirándola detenidamente noto que lo blanco eran mini estrellas, decidió dejarla en lo suyo; luego de un rato ella vino a él y le pidió un familiar, el universo asintió y en menos de dos segundos, nacido de la niebla, apareció un lobo albino de ojos azules. La vida emocionada le dio un beso a su esposo, tomo a su nuevo amigo y ambos fueron al jardín del palacio.Dos días después se produjo la misma situación, pero la rosa era más morada con toques azules, también tenía polvo de estrellas encima. En esta ocasión su esposa le pidió que fueran a crear cosas juntos, accedió. Mientras el creaba planetas ella decoraba el espacio con manchas azules, moradas, rosas, rojizas y blancas.Luego de un rato, ambos regresaron al palacio, donde les esperaba el lobo albino, el cual ahora tenía 3 rayas negras en su cuello, ella lo tomo en brazos y se fueron al jardín mientras él ordenaba los planetas creando vía lácteas y sistemas solares. Cuando su esposa regreso se veía mas pálida, le pregunto si se sentía enferma o algo, pero ella negó. Aun con la preocupación, uno de sus súbditos le informaba de un problema que tenía que resolver en uno de los sistemas solares. La miro y ella le sonrió:
—Ve, estaré bien—Asintió y se fue.
La sonrisa de Vida desapareció, tenía que crear su quinta rosa, ella sentía que su cuerpo se estaba muriendo lentamente, no quería dejar solo a su esposo, por lo que había decidido crear 7 rosas que se transformarían en sus hijos, cada uno obtendría un rol, las estrellas lo habían escrito. Esta siguiente rosa era algo diferente a las demás, el color predominante era el azul cielo, también tenía un poco de morado y Azul Oscuro, además de que aparecieron mariposas alrededor de esta al momento de dejarla en su columna junto a las otras cuatro. Miro el reloj que tenía, sabía que aún no llegaría su esposo por lo que se arriesgó a crear la sexta rosa, antes de hacerlo miro a su fiel familiar, le habían salido cinco rayas negras en su cuello y sus ojos se habían teñido de un color ámbar, sus ojos le decían: Hazlo.
Arriesgándose, creo una rosa con los colores amarillo, rojo y naranja y les esparció polvo de un sol.
—Parece una llama de fuego—sonrió, de alguna manera, sabía que esta hija y su descendencia sería importante para el futuro. Luego de terminar y dejar la sexta rosa, se fue a la biblioteca junto a su lobo y ambos leyeron hasta quedarse dormidos. Y así fue como los encontró el Universo, quien sonrió de ternura, oh, como amaba a su esposa. Al dia siguiente decidieron ir a observar los planetas y crear algunas estrellas. Universo estaba gestionando los planetas mientras que Vida creaba algunas estrellas, todo iba normal hasta que... Vida tosió en su mano y vio que era sangre casi negra, entonces supo que tenía que crear a su séptimo hijo y aprovechar sus últimos momentos con su amado.
Limpiando su mano con un pañuelo que siempre carga, se acercó a su esposo y le pregunto si se podía ir a casa porque se sentía cansada, como siempre, este asintió y beso su frente mientras le decía: Te amo.
Para no cansarse más, se teletransporto al palacio, más específicamente a su jardín.
—Hora de crear a mi séptimo hijo mi fiel amigo—el lobo se colocó en el suelo y asintió.—De mis últimos alientos, nacen las pesadillas, nace el rey de las pesadillas, quien ayuda a mantener el equilibrio—y de las manos de vida salía un humo negro que se transformó en una rosa negra, y floto hasta la última columna.
Vida cayó al piso junto a su amigo, un súbdito de Universo la vio caer y llamo a su señor quien acudió de inmediato al llamado. Por primera vez entro al jardín de su esposa y se sorprendió al ver 7 columnas con las flores que le había visto hacer, pero centro su atención a ella y a su familiar, se agacho y coloco su cabeza en su regazo, el lobo solo veía fijamente a su ama.—Amor... Esas rosas—tose sangre negra, asustando un poco a Universo—son nuestros hijos...—vuelve a toser—En las columnas... están sus nombres, cuídalos—intento agarrar aire en vano, sabiendo que ya había llego su hora.
—Te amare por siempre—juro Universo, con lágrimas en sus ojos.—Yo también te amare por la eternidad—junto su frente con la de él, sintiendo las lágrimas de el en su cara, se separó un poco y miro la cara de su amada por última vez, ella... ella le estaba mirando con una sonrisa, dejo de latir. A pesar del deseo de unirse a ella, cumpliría su voluntad, cuidar de sus hijos; se levantó del piso y miro las columnas a tiempo. Cada una de las rosas brillo y del brillo emergieron 7 jóvenes. Miro donde estaba el cuerpo de ella, pero ya no había nada, solo polvo estelar que probablemente se unió al espacio.
Los siete se acercaron a él, sin perder la formación de las columnas. El que, si no se equivocaba, era el mayor se acercó a él y le pregunto:—¿Quién eres? ¿Y quiénes somos? —a pesar de sentir un deja vu, les dijo que miraran en las columnas en las que estaban, obedeciendo, se acercaron y leyeron los nombres en orden:
—Destino—Destino se parecía un poco a él.
—Tiempo—alguien serio.
—Amor—algo le decía que ella sería algo traviesa.
—Realidad—era un calco de ella, pero con sus ojos.
—Sueños—le recordaba al lobo.
—Hogar—era una pelirroja de ojos ámbar, tenía un aura similar al de ella.
—Pesadilla—tenía el cabello negro, ojos de color Ónix y su ropa era totalmente negra.
—Pero eso no contesta la pregunta de quién eres—dijo Realidad, el solo la miro y les sonrió:—Soy vida, y soy su padre.
Muy lejos de ahí, en las profundidades de la tierra estaba la ahora muerte y su ahora perro de tres cabezas, ambos cultivan las almas, trayendo orden en todos los mundos. Estas almas están destinadas a encontrarse nuevamente, pero no estos cuerpos.
Unos siglos después, de la unión de Gea y Urano nacen Hestia, Deméter, Hera, Hades, Poseidón y Zeus. Hestia era la diosa del Hogar. Por otro lado, de la unión de Deméter y Zeus nace Perséfone, la diosa de la primavera. Después de que Hades secuestrara a Perséfone, se miraron a los ojos y sintieron que ya se conocían de antes.
