Hola amigos, soy Araki Yuzuchi
Nuevamente traigo más contenido a Love Live pero esta vez traigo a una pareja que aunque es de las más cute es la que menos se le da de cuenta. Las dos son tan tiernas que hacen morir a cualquiera de diabetes hasta en sus r-18 (Siempre y cuando no metan los japos sus famosos fetiches)
Muy bien que comience la ternura
PD: Es extraño pero desde que ví un documental sobre Hugh Hegner y las conejitas Playboy no podía evitar a las musas estando en ropa interior al lado del magnate.
Yuzu y fuera
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u's había alcanzado el estrellato, y en la hermosa mansión que llamaban su hogar, dos de sus miembros más jóvenes yacían en la gigantesca cama del grupo que servía como nido de amor para las Musas, disfrutando de un rato de ocio juntas.
Vestida con un sujetador de satén amarillo y bragas con volantes con una diadema de orejas de neko naranja y una cola unida a la parte posterior de las bragas, Rin se estaba quedando dormida con la cabeza apoyada en el regazo de su amada mientras su cabello era acariciado por las delicadas manos de Hanayo ronroneando felizmente mientras los dedos de su amada Kayochin acariciaban sus mechones anaranjados.
La joven morena clara estaba vestida con un negligé verde de seda completamente transparente, sin sostén, bragas y medias verdes, también de seda.
-Rin-chan ~- Entonó su voz suave como una pluma.
-¿Nya ~?- La aludida preguntó perezosamente, acurrucada en su amiga de la infancia y ahora en el regazo de su amante como un gatito contento.
Rin podía escuchar a la mujer de voz suave a la que llamó su compañera de vida por una eternidad y más. Su afecto por su dulce Kayochin realmente no tenía límites.
La pelinaanja se volvió para descansar la parte de atrás de su cabeza en el regazo de la castaña verdosa, abriendo sus ojos brillantes hasta la mitad, mirando con adoración a los ojos de su amada Kayochin. Su mirada fue correspondida con la misma intensidad.
La sonrisa felina de Rin se ensanchó, levantando una mano para acariciar suavemente la mejilla de Hanayo, acariciando suavemente su suave mejilla con el pulgar y luego, moviéndola para acariciar con amor los mechones morenos de la chica.
Dándole a la pelinaranja con forma de gato una amplia y dulce sonrisa, la chica de suaves mejillas se inclinó para poner sus suaves labios rosados sobre los de Rin, dándole a su amiga y amante de la infancia un dulce y gentil beso.
La chica gato ronroneó suavemente mientras su lengua se enroscaba alrededor de la de la chica arroz, sus labios se movían juntos en perfecta y feliz sincronización.
Las otras siete Musas se deslizaron silenciosamente sobre la gigantesca cama que todas compartían, sorprendiendo a la pareja, mientras eran abrazadas, besadas y generalmente acurrucadas en sumisión voluntaria.
Esa noche tendrían un dulce sueño para todas y cada una de ellas, mientras todas se acurrucaban juntas en la cama en un amor de felicidad envuelto en una variedad de sedas de colores.
