James y Sirius estaban increíblemente preocupados. Harry parecía distraído últimamente en sus llamadas por flu, además de que las cartas que recibían habían reducido últimamente y ya casí no recibían cartas de McGonagall quejándose de las bromas de Harry. ¡Es más! ¡Dejó de hacerle bromas a Quejicus! Algo malo debe estarle pasado a su hijo/ahijado.
Pero, al parecer Lily no piensa igual que ellos.
- James, ya te dije que no podemos ir así como así a Hogwarts solo porque Harry se ha estado portando correctamente.
-Pero Lily, ¿No notas raro a nuestro hijo? ¡Algo le ha pasado! ¡Ya va casí un mes desde que nos han mandado cartas!- exclamó con ligera preocupación James.
- ¡Exacto Prongs! Además ¡Dejó de hacerle bromas a Queji..!- empezó a gritar Sirius, pero vió la mirada de Lily- a Snape, ¡dejo de hacerle bromas a Snape! Y los gemelos ya me han contado que ya casí no hace bromas con ellos y...-
James y Sirius empezaron a alternarse en comentar las razones por las cuales estaban muy preocupados por Harry mientras Lily los escuchaba ligeramente irritada.
Ella también lo había notado, por Dios, tuvo a ese niño en su vientre por nueve meses. Lo conoce perfectamente.
Y es por eso que rápidamente descifró lo que le pasaba a su hijo.
Harry estaba enamorado. Aún no sabían de quién, pero lo estaba. Y ella va a averiguar de quién. Pero para eso necesita ayuda.
Así que después de que su esposo y el novio no confirmando de este se calmaron, les contó lo que sabía.
Obviamente los dos par de idiotas merodeadores estaban muy felices y estaban de acuerdo en averiguar quién era la afortunada que flechó al niño que vivió. Así que Lily, James y Sirius empezaron a trazar un plan para ir a Hogwarts y descubrir quién era la chica misteriosa.
Pero como si el destino estuviera deacuerdo con ellos, Harry fue seleccionado para participar en el torneo de los tres magos. Lily había puesto el gritó al cielo, pero después de una charla con Dumbledore y descubrir que era la excusa perfecta. Ella, James y Sirius se ofrecieron como los aurores vigilantes.
A Harry no debería de sorprenderle, pero se ve demasiado sorprendido de ver a sus padres y padrino... E incluso se ve un poco aterrado. Al principio creen que es porque cree que le dirán algo sobre estar en el torneo, pero lo que pasa después de ese encuentro deja claro que no es así.
James y Sirius como dignos merodeadores no pudieron resistirse a jugarle una broma a Snape, alías Quejicus. Y a pesar que Lily los amenazó y Remus les rogó porque dejarán al pobre profesor en paz, no fueron tan fuertes contra la tentación.
Así que en el mapa del merodeador que tomaron de Harry encontraron a Snape en el aula de pociones junto con un estudiante. Así que se encaminaron con un caldero lleno de una sustancia increíblemente apestosa y viscosa.
Estaban colocando la trampa cuando se toparon con Harry, el cual al ver lo que querían hacer su cara se llenó de terror y enojo.
-¡¿Qué creen que hacen?!- medio susurró Harry
-Es solo una pequeña broma para recordar los viejos tiempos- rieron los dos adultos.
-¡No! Dejen eso y váyanse ahora-
-Es solo una broma hijo- dijo James pero Harry empezó con magia a forcejear el caldero llevándolo hacia él.
Y así padre, hijo y padrino empezaron a forcejear hasta que la puerta del aula se abrió y el líquido calló sobre alguien.
Lamentablemente no fue Quejicus quien la recibió, si no el estudiante.
-¡Draco!- gritó preocupado el profesor Snape
El mencionado Draco levantó la vista.
Sirius y James lo reconocieron como el hijo de Narcissa y Malfoy. Era un chico rubio, delgado con un uniforme que reconocieron como el de Beauxbatons. Sus ojos eran increíblemente grises y tenía largas pestañas rubias. Era hermoso y muy parecido a sus progenitores, tenía la característica nariz puntiaguda de su padre y los labios carnosos y rosas de su madre. Era un chico muy hermoso, pero la mirada tan furiosa que les dirigió los dejó helados.
-¡POTTER!- gritó furioso el jovencito rubio
-¡D-Draco! ¡¿Estas bien?!- hablo entre preocupado y asustado el niño que vivió. Esa actitud dejo sorprendidos a su padre y padrino, ya que el niño siempre ha sido muy valiente y extrovertido y ahora parecía tímido y asustado. ¿Quién era este sujeto?
-D-déjame ayudarte..-
-¡No! ¡No me toques!- habló el rubio alejándose del pelinegro- ¡Eres un maldito psicópata bullie! ¡¿Qué rayos te pasa?! ¡Sabía que no habías cambiado!
-N-no fue mi intención yo..- empezó Harry cuando Sirius interrumpió
-¡Hey! Cálmate, solo fue una broma-
-Si, no fue intención de mi hijo que tú salieras primero que Quejicus- intentó razonar James, pero por la cara que le dio el rubio, su hijo y Snape supo que no fue buena idea.
-¡¿Enserio Potter?! ¡¿Crees que eso lo arregla todo?! ¡No quiero nada que ver con alguien que molesta a mi familia o a mi! Y créeme que manchandome de está cosa asquerosa no ayuda en nada-
James y Sirius hicieron corto circuito, ¿Qué? ¿Aquel hermoso chico era familiar de Snape?
Cuando estaban a punto de hablar, McGonagall junto con la directora de Beauxbatons aparecieron y no se vieron muy contentas con lo que pasó.
Un rato después el joven rubio estaba en la enfermería con Snape mientras los dos adultos más Harry estaban en la oficina con McGonagall, Lily, Remus mirándolos enojados, Dumbledore algo incómodo y la directora de Beauxbatons (Jeannette) gritándoles furiosa sobre el altercado al único chico de su escuela, sobre la poca moral de Hogwarts y un montón de cosas en francés que a duras penas entendió Dumbledore.
-¡Si esto cree usted que es amabilidad déjeme decirle que no espere que mi escuela acepte quedarse aquí para participar en este tonto torneo!- gritó y Harry levanto la cabeza rápidamente.
-Y-Yo- intento Harry de disculparse pero la mirada furiosa de la francesa lo dejo en su lugar.
- Jeannette, querida. Estoy segura que esto no fue intencional..- intentó razonar Albus
-¡Claro que lo fue Albus! ¡Ya van varias veces que Draco me dice que este chico se la pasa siguiéndole y acosandole! ¡¿Y que clase de adultos son estos que ven una broma y no hacen nada al respecto?! ¡Alguien pudo salir herido, Albus! ¡Draco salió herido!- gritó otra vez Jeannette
"Esperen, ¿acosar?" pensaron James y Sirius al mismo tiempo
-Si querida, entiendo eso pero..-
-¡Pero nada Albus o tomas cartas en el asunto o créeme que Beauxbatons no participará nunca más en estás actividades suicidas y espera una queja sobre tu actitud como director no castigando a bullies al consejo mágico estudiantil!- y sin más, la directora Jeannette se marchó de la dirección.
Dumbledore suspiró y miró a sus ex estudiantes revoltosos y a Harry.
-Harry, yo sé que está broma no tiene tu nombre en ella- hablo fijando su vista en los adultos, que se encongieron un poco sobre si mismos- Pero aún así, me temo que tendrás que mantener tu distancia con el joven Draco hasta que terminen los juegos. Y ustedes..- señaló el Profesor- ¿No creen que ya están lo suficientemente mayores para jugarle bromas al señor Snape?
Y James y Sirius como resultado fueron castigados con un hechizo que los obligaba a estar al menos 7 metros de Snape, un sermón increíblemente largo de Remus y Lily, más dormir en el sillón por tres meses. Pero lo que más les dolió fue ver cómo Harry prácticamente los vió con la mirada más furiosa y decepcionada de todas, y no les ha hablado desde hace tres días. Obviamente tenía que ver con el chico rubio, así que decidieron preguntarle al merodeador más tranquilo y que casualmente es profesor para contarles exactamente porque el enojo de Harry. Y lo que escucharon les sorprendió.
Resulta que cuando llegaron las otras escuelas para el torneo, Harry se quedó perdidamente enamorado del joven Draco y de hecho se llevaban bien, pero un día Draco vio como Harry junto con otros gryffindor le hacían bromas al profesor Snape y a algunos Slytherin que decidió terminar su amistad diciéndole que no estaba interesado en un bullie que molestaba a otra casa solo por creencias tontas y más que molestara a su padrino. Y después de eso Harry ha tratado de comportarse frente a Draco sin hacer bromas o ser castigado hasta el día de hoy.
James y Sirius sabían que la habían cagado pero ahora tenían un plan
1-Convencer al rubio de que Harry era buena persona
2- Tratar de no hacer bromas a Quejicus
Y lamentablemente para cumplir la primera, necesitaban la ayuda del mencionado de la segunda.
Para poder llegar a Draco, debían llegar a Quejicus.
Arg, ¿por qué Harry se tenía que enamorar de alguien cercano a aquel terrorífico hombre?
