Hola, mis amigos. Una vez más les escribe Yuzu Araki
Esta vez les traigo luego de mucho tiempo un one shot de Nozoeli, sé que es corto pero todo lo que se me ocurrió para retomar esa singular pareja
Yume no meiro, yume no meiro
Yuzu y Fuera
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-Parece bastante muerto ahora, ¿No?- Reflexionó Nozomi, inclinándose parcialmente por la ventana. Los terrenos de abajo, que habían sido bañados en color y festividades antes, ahora estaban bastante vacíos.
-No digas eso
Se volvió y le ofreció a su compañera una sonrisa de disculpa
-Sabes que eso no es lo que quise decir.
Eli levantó la vista del formulario en el que había estado trabajando y frunció el ceño.
-Aún así, no lo digas. Aún no lo hemos logrado por completo
La pelimorada se rió entre dientes.
-Oh, pero de verte lo llamaría un progreso maravilloso
La rubia suspiró.
-Esto no se trata de mí
-A veces deberías dejarlo así- La adivina se volvió hacia la ventana- Hay un futuro mucho mejor en eso
La rusa esbozó una sonrisa.
-¿Es eso lo que te dicen tus amadas cartas?
-No las necesito para creer eso
-¿Entonces tus cartas tampoco te informaron de tu nuevo… hábito?
Nozomi se giró y miró a la rubia enarcando una ceja.
-¿Qué quieres decir?
Eli frunció el ceño, dejó el lápiz, luego levantó ambas manos e hizo un movimiento de agarre.
La maestra del washi washi se echó a reír.
-Oh, no... aunque no quiero decir nada con eso. Además, las motiva, así que, ¿Cuál es el daño?
-Me sorprende que no me hayas probado eso al menos una vez- respondió la rubia, volviendo a su trabajo.
-Tú serías la única entre ellas que me hablaría de eso
-Porque eso te detuvo antes, ¿No?
-Está bien, entonces, ¿Cómo es esto...?- Cruzó la habitación y rodeó a la chica con sus brazos- Es porque no quiero que Elicchi piense que yo también estoy jugando con ella
La aludida la miró lascivamente con un ligero rubor.
-Es asombroso lo que puedes decir con una cara seria
La pelimorada sonrió.
-No lo hace menos veraz
La rubia volvió a mirar hacia abajo.
-Nozomi…
-¿Hm?
-Yo... Probablemente no digo esto lo suficiente, pero... gracias por cuidarme todo este tiempo
La aludida la abrazó un poco más fuerte.
-Alguien tiene que hacerlo. A menos que tú realmente no quieras que lo haga
-Ah, no, yo…- Hizo una pausa por falta de una oración completa.
-Está bien- respondió Nozomi, inclinándose sobre su hombro- ¿Qué quiere Elicchi, ahora mismo?
La rusa miró el formulario frente a ella, golpeando el lápiz dos veces antes de darle la vuelta a favor de girar y presionar sus labios suavemente contra los de la adivina. Por hoy, el trabajo podría esperar un poco más.
