Hace tiempo que no escribo nada de nada. Me divertí, espero que les guste.

SNK no me pertenece.

A veces era más fácil ver cuánto había cambiado, cuánto había crecido, si categorizaba el efecto que el paso del tiempo había tenido en su cuerpo.

No era cierto que el tiempo sana todas las heridas, pero vivir y tratar de hacer las cosas diferente ayudó. Dejar ir a los muertos ayudó. Tomó un tiempo, pero una vez que se dio cuenta por sí misma, su respiración se hizo más fácil, su corazón no se sentía tan pesado. A pesar de su escepticismo (su resistencia inicial), los buenos días se volvieron más comunes. Todavía tenía días difíciles, a pesar de que había pasado casi una década desde el final de la guerra (desde que murió). Hoy fue un día difícil, pero los aniversarios siempre lo serán.

Necesitaba plantarse, recordarse a sí misma que, aunque era la misma de antes, había envejecido y había crecido.

Podía ver el cambio en el rostro reflejado en el espejo. Empezó por la cicatriz que había conseguido de joven, un recordatorio del muchacho que una vez había amado. Que todavía amaba. Pero también había otras marcas, prueba de los años que habían pasado desde entonces. Se dio cuenta de las líneas finas en la esquina de sus ojos y boca, que se volvieron más pronunciadas cuando sonreía o se reía.

Líneas de expresión las llamaban. Le gustaban. Contaban una historia de los buenos momentos que pasa con sus hijos, con su marido.

Dejó caer su toalla para ver el resto de su cuerpo. En su juventud había sido todo ángulos afilados y músculo, un arma letal perfeccionada para matar y destruir. El tiempo y la edad habían suavizado esos ángulos, dando paso a sus curvas de mujer madura. Sus pechos eran generosos, sus caderas más anchas y su abdomen habían perdido parte de la definición que tenía antes de parir a sus hijos. Ella pasó sus dedos sobre su barriga y las marcas pálidas que quedaron después de sus embarazos. No le importaban. Son una prueba de que ella está hecha para algo más que la violencia, de que su cuerpo es capaz de nutrir y traer vida al mundo.

Pero a pesar de que el tiempo había pasado y ella se había vuelto mucho más que pensó que podría, sabe que una cierta parte de ella siempre será la niña soldada tratando desesperadamente de proteger a Eren.

Y eso está bien. Ella todavía está aprendiendo a aceptar todas las cosas que la hacen quien es, incluso aquellas que no pueden ser observadas en su cuerpo.

Ella termina de prepararse para la cama y cuando sale del baño su marido ya está en la cama, sentado en su lado de la cama y fingiendo leer su libro. Dejó el libro a un lado mientras ella se acomodaba en sus brazos en espera.

Ella deslizo la punta de su nariz contra el cuello de su marido para respirar su aroma familiar y calmante - Te amo, - ella dijo contra la piel de este y colocó un dulce beso debajo de su oreja. El se alejó de ella hasta que pudo mirarla a los ojos y le tomó la cara entre ambas manos.

-Yo también te amo, - le respondió el, su pulgar cepillado contra la cicatriz en el pómulo de ella. -Siempre. -

Sus labios se encontraron en un beso suave y sin prisas que pronto condujo a uno más profundo que llevaba la promesa de más. Se tomaron su tiempo desnudándose, besando, tocando y degustando uno del otro. Ella corrió las puntas de sus dedos sobre las cicatrices en el cuerpo de él, sobre la cicatriz en su rostro, su mano. El cuerpo de su marido también contaba una historia. Ella sabe de la vida que el llevaba antes de que él se comprometiera a luchar por la gente dentro de las paredes, sabe de las pérdidas que llevaba consigo.

El corazón de ella se aceleró cuando sintió el recorrido que los labios de su esposo daban por su cuerpo, el coloco un beso de boca abierta debajo de su ombligo y luego más bajo. Ella enredó sus dedos en el cabello de él, y se concentró en la sensación de boca de su marido en su sexo. No pasó mucho tiempo antes de que los dedos de los pies de ella se rizaran contra el colchón y ahogaba sus gemidos contra la palma de su mano cuando alcanzó su orgasmo.

Ella después lo beso y envolvió sus brazos alrededor de él y levanto sus caderas para tratar de frotarse contra su erección. Él la sostuvo de las caderas y entró en ella lentamente hasta que fue completamente recibido dentro de ella. Ella soltó un largo gemido de placer al sentir como la llenaba. Incluso después de todos estos años, tenerlo así envió una cálida emoción por todo su cuerpo.

Él estableció un ritmo lento y sin prisas, tomándose su tiempo en incrementar el placer de ella de nuevo. Levi deja salir un gemido al oído de ella, y le dice cuánto la ama, lo bien que lo hace sentir. Los ojos de esta se cerraron cuando el rozo ese punto dulce en lo profundo de ella, y ella cavó sus uñas en su espalda y se arqueó contra él.

- ¡Oh! - Sintió como sus músculos se tensaron, como su cuerpo se acercaba cada vez más a ese precipicio. El agarró una de las piernas de su mujer y la dobló más cerca de su pecho.

-Quiero verte venir, - le dijo el y eso fue suficiente para que ella llegara al orgasmo de nuevo. El ahogó los gemidos de placer de ella con un beso mientras continuaba montándola. Con un empuje final de sus caderas, el también termino, dejando su semilla en lo profundo de ella.

Ella sintió como la tensión dejaba el cuerpo de su marido y apoyaba su peso sobre ella y colocó un dulce beso en la parte superior de la cabeza de su amado. Él intento quitarle su cuerpo de encima de ella, pero Mikasa lo detuvo, -No. Dame un minuto. -

Se quedaron así hasta que su respiración se ralentizo, y cuando él retiro su cuerpo del ella soltó otro gemido suave tras la sensación. El la recibió de nuevo en sus brazos con un suspiro contento.

-He estado pensando en lo afortunada que soy- comenzó, con los ojos ardiendo con la sensación familiar de lágrimas.

-Por estar aquí, contigo. No creo que te agradezca lo suficiente por mis hijos, por construir una vida conmigo. -Sintió como los brazos de Levi la abrazaron un poco más fuerte.

-En todo caso, el más favorecido soy yo. Tú eres la que lidia con un viejo gruñón que cojea al caminar. -

Ella encogió los hombros, -Nunca serás capaz de huir de mí. -

El soltó una risa suave al oír eso.

Todavía no se reía a menudo, así que cuando lo hacía su corazón de Mikasa saltaba un latido. -Realmente me has dado más de lo que esperé o me permití desear- le confeso él. -Si eso significara terminar aquí, lo haría todo de nuevo desde el principio. -

Las lágrimas finalmente escaparon de sus ojos al escuchar sus palabras porque ella sentía lo mismo. A pesar de todo el dolor y los pesares que llevaba, no se arrepintió de esto.

Ella también lo haría todo de nuevo si eso significara terminar aquí.

En mi headcannon tienen como tres hijos. Gracia por leer.