En el imperio de Cristal, un lugar tan brillante como ese, solo podía ser obra de un gobernante con un sinónimo parecido. Shining Armor. Hacia honor a su primer hombre sobre brillante, pues mantenía la ciudad (en actual crecimiento) brillando como un diamante recién pulido, y no solo por eso, la seguridad en el lugar. Si bien podía parecer excesiva, para ojos de Celestia e incluso para Luna. Cierto era que permitía que los ciudadanos pudieran caminar con toda tranquilidad por las calles. Esto permitía que el índice de mortalidad así como de seguridad se mantuviera altos y bajos, Independientemente de cada uno.
Si, Armor había hecho un gran trabajo en mantener la ciudad bajo control. Quien diría que cambiar algunas políticas de seguridad harían cambios tan buenos para la ciudad.
Mientras caminaba por las grandes calles de la hermosa ciudad, el semental blanco observo el lugar como si buscara un establecimiento en particular. No para más. Tendría que cancelar la cena que tanto había planeado para su esposa en su aniversario. Un mes… Tuvo que hacer reservación desde hace tres meses, dos semanas y doce días para poder tener un espacio disponible. Especialmente la hora deseada. 10:30 de la noche.
Shining Armor simplemente maldecía para si mismo mientras caminaba por la calle de cristal pulido mientras recibía uno que otro saludo ocasional. Él no tenía problemas con regresar el saludo. Simplemente que este dia había estado de mal humor desde anoche…
Refunfuñando para si mismo dijo en su mente y ocasionalmente soltando alguna palabra pensada en voz alta. "Dos putos meses y medio de reservación anticipada para que no pueda venir a la maldita cena…." Poco después él se imaginó a si mismo tratando de imaginar la voz de su propia esposa. "Shiny! Hace mucho que no vamos a comer a un restaurante como antes! Porque no vamos al Cristal Abundance! Una cita como en los viejos tiempos!" Suspirando pesadamente ante la idea de tener que cancelar esa reservación, pensó momentáneamente en la última vez que realmente habían salido, ya sea para caminar, comer o simplemente pasar el tiempo juntos… Algo… Siempre había algo que impedía que ambos pudieran pasar un poco de tiempo junto.
Claro lejos de la habitación y esas ultimas horas antes de dar por terminado el dia y dormir… Pero realmente no era nada. El se encargaba mayormente de todos los asuntos militares, el entrenamiento, la seguridad en la ciudad y las zonas que limitan el territorio del imperio de cristal, además de mantener constante vigilancia en las montañas para evitar cualquier incidente con los Yetis, y poder ayudar a los viajeros a cruzar hasta Yackyakistan o viceversa.
Sin mencionar que después de terminado el entrenamiento con los instructores, tenía que estar revisando los reportes de vigilancia, verificar la entrada y salida de armas en el depósito, reacomodar horarios, estar al pendiente del cambio de guardia, y si todo salía bien, no tendría que hacer nada más… De lo contrario, de haber un incidente de violencia en la ciudad o en las montañas de cristal con Yetis, el tenía que estar presente y salir a revisar el problema en cuestión.
"¿Pensaste alguna vez en conseguirte un segundo al mando? ¿O un tercero para que te ayude con todo eso?"
Un relincho de felicidad salió del hocico de Shining Armor al comprobar las palabras de un viejo amigo suyo… Clear Mind si su mente no le fallaba. Actualmente uno de los muy pocos Generales de toda Equestria. Quien diría que ese unicornio escalaria tan alto para estar incluso en el círculo íntimo de la realeza. Si bien Shining Armor llego a un punto estancado como Capitán. Fue por el hecho de no querer comprometer más tiempo a su carrera, para así pasar más tiempo con Cadence. Clear Mind por otro lado era la definición de opresión por su carrera. Donde Shining Armor había llegado como Teniente, Clear Mind ya era Mayor. Cuando Armor alcanzo el rango de Capitán, se enteró que Clear Mind era Teniente Coronel….
"Realiza una cadena de mando, así es cómo funcionan las cosas Armor, debes confiar en los ponis que dejas a cargo, ellos deben saber exactamente lo que hacen. Especifica bien tus ordenes o de lo contrario las tropas no obedecerán…"
-No es mala idea…- Expreso el unicornio blanco antes de parar frente al restaurante "Cristal Abundance" un restaurante que tenía 5 estrellas de plata en la parte baja de su nombre. Era normal que solamente clientela de la más alta elite entraran ahí. No para más. Tenían excelentes cocineros y un dueño que sabía preparar cosas que parecían de otro mundo.
Mirando su reflejo en una de las ventanas… Alto, superando los dos metros de altura, su crin alargada colgando libremente sobre sus hombros, ojos azules, un cuerno bastante más grande que el promedio. Su ropa realmente no podía si quiera disimular ni siquiera un poco la cantidad de musculo que el semental tenía "oculto" bajo la ropa, Bastaba con ver lo abultado que estaba su traje de los brazos y pecho para darse una idea de los músculos que este semental tenia. No para más, años de entrenamiento ciertamente habían rendido sus frutos. Sin mencionar el atractivo mayor que ocultaban sus pantalones. Un bulto significativamente grande en su entrepierna que ya había captado la atención de diversas yeguas que le habían puesto el ojo encima. Él no era fanático de llevar trajes elegantes, pero en teoría la "ocasión lo ameritaba" claro… Si la ocasión realmente fuera factible y su esposa viniera a la cita…
-Y aquí vendría a mi cita… Si tuviera una…-
Entrando al restaurante, se topó con una yegua que servía como recepcionista, en un pequeño pedestal en el cual tenía una libreta. Un uniforme "sencillo" de colores negros y blancos, una yegua bastante modesta en apariencia como en cuerpo. Realmente no había mucho que resaltar de ella.
-¡Buenos días señor Armor!- Expreso con una sonrisa la yegua viendo al semental acercarse.
"Señor…" los años no pasaban en vano, aun así, el no aparentaba los años que el tenia, cuarenta años exactos y seguía pareciendo un semental bastante joven para su edad. Podrían confundirlo por alguien de 27-30 años fácilmente y ni se darían cuenta de su verdadera edad.
-Es un poco temprano para su reservación señor Armor, ¿o es que quiere comer algo antes de su gran cita de esta noche y comprobar el menú? Tengo unas mesas libres si gusta pasar a…-
-No, no es eso… De hecho, quería…- Se sentía un poco mal… Casi no quería el cancelar esa reservación, meses de anticipación y meses de espera para tener esta ocasión especial con su esposa, y solo para que un llamado de su "suegra"(Celestia) por decir un eufemismo, fuera a Canterlot, y Cadence terminara cancelando la cena que tanto ansiaban ambos.-
-¿Si? ¿Desea algo? ¿Quizás algunos músicos en particular? Tenemos actualmente a dos ponis que abrirán esta noche para usted por cortesía de la casa. La señorita Octavia y la Madame Coloratura…-
-No, vera, nos surgió algo a mí y a mi esposa, y no podremos venir a la reservación de esta noche así que quería cancelarla.-
-Oh…- Ella no quería aparentarlo pero asi era, parecía decepcionada por lo dicho por el príncipe. No para más, todos en el restaurante esperaban servirle esta noche a la familia real, eso significaría más prestigio para el restaurante.- S-Si gusta, bien puedo modificar su hora, cerramos hasta las 2 A.M., podríamos hacer una excepción para usted si eso significa que usted y la princesa Cadence podrían disfrutar de una cena.-
-Se lo agradezco, pero me temo que no será posible que mi esposa venga.- Rascándose la parte trasera de su cabeza, Armor miro el lugar y luego dijo.- Nos surgieron contratiempos y no poder venir, por favor déjeme cancelar la cena, les pagare la reservación aun así, por las molestias. Sé que debe cancelarse desde dos días antes pero…-
-¡NO!, No, no, para nada. Al contrario, le agradecemos que prefiera este restaurante, me permite únicamente un momento por favor? Necesito solamente sacar la otra libreta donde tengo las reservaciones de la noche.-
-Claro, espero.-
Dicho esto la yegua camino tranquilamente hasta una puerta detrás de ella. Mirando el lugar, Armor decidió simplemente observar el lugar, hasta que sus ojos se posaron en las ventanas del restaurante, donde una yegua. Alta de pelaje rosa pálido, casi blanco, crines y cola de colores azul y purpura. Ojos de colores azules y con cuernos y alas camino por el lugar. Su hija, Flurry Heart. Él podría simplemente dejar que su hija hiciera de las suyas… Si no fuera por el traje extremadamente revelador que llevaba puesto. Los ojos de Shining Armor casi se le salen cuando miro la "escasa" ropa que su hija llevaba. Llevando consigo unos shorts negros ajustados, que ni siquiera llegaban más allá de [u1] la mitad de sus muslos. Un sostén negro de cuero de contenía lo que serían unos senos descomunalmente grandes para alguien de su edad. Incluso podría apostar en si ella respirara más, era posible que su brasear terminara rompiéndose. Unos guantes negros de cuero largos de placas de metal en sus manos que llegaban casi hasta el hombro de la misma manera había medias de cuero, que cubrían sus pesuñas hasta llegar por encima de su rodilla.
Shining Armor tenía que admitir que su hija realmente se desarrolló mucho mejor que muchas yeguas de su edad… Ser Alicornio realmente le dio esa "ventaja" no era novedad que las Alicornios tenían un cuerpo excepcionalmente bien dotado y voluptuoso, pero para Flurry era algo que llamaba la atención especialmente cuando entro en su esta de rebeldía e incluso Gótica.
-Listo señor Amor, podría firmarme aquí y…-La recepcionista había traído consigo una libreta nueva en la cual parecía tener ya la página donde Shining Armor había hecho la reservación, Sin embargo el semental al mirar hacia la ventana y captar que su hija pasaba y caminaba proactivamente "sin ropa" dijo.
-Sabes que… Cancela la cancelación. Vendré a la cena.-
-¿Enserio? ¡Genial!- Grito aliviada la recepcionista, pero antes de que pudiera agradecérselo, Shining Armor había salido del restaurante con un paso firme, golpeando sus cascos contra el cristal del piso.- Solo necesito que… Okey… Lo veré esta noche…-
Justo en el momento que Flurry Heart paso por el restaurante, una mano salió por la puerta y casi de una forma muy caricaturesca, la mano tomo a la joven princesa Alicornio, y la metió al restaurante después de que ella gritara por la repentina acción de su padre.
-¡HEY! ¿¡Se puede saber que putas te pasa!?- Exclamo molesta la Alicornio gótica mirando a su padre con molestia por su acción.-
-¡Ten mucho cuidado con tu lenguaje jovencita sigo siendo tu padre aunque eso no te guste!- Si bien el tono de voz era ligeramente alto, trato de no sonar lo suficientemente fuerte para no llamar la atención de los comensales quienes al parecer no se habían percatado de lo sucedido.- Ahora.- Shining Armor miro casi con disgusto la forma en que su hija venia vestida, si su propia madre la viera asi, era posiblemente que le diera un sermón largo de mil y un razones para que una Princesa y su propia Hija no fuera vestida así, de forma tan reveladora.- Me puedes explicar porque vas vestida de esa ¿forma? ¡Ya hemos hablado de esto!-
Flurry Heart dejando salir un suspiro de fastidio y llevando una mano a su cadera e inclinándose ligeramente hacia la derecha dijo.- No, tú y mamá dijeron que debía llevar más ropa… y lo hice.- Dijo Flurry señalando los grandes guantes de cuero negro que llevaba en sus brazos y las grandes medias de cuero.-
-Pero… Eso no es lo que…-Llevándose una mano a su cara y respirando hondo para tranquilizarse lo mejor que podía dijo.- Tu sabes que eso no es exactamente lo que tu madre y yo teníamos en mente.-
-¿Tu punto?-
-¿Mi punto? ¡Que no debes llevar ropa reveladora!-
-Ósea estas out con esto ¿verdad?-
-Lo suficiente.- Al decir esto, Shining Armor se quitó su smoking y se lo coloco a su hija.- Nos vamos al castillo inmediatamente, si tu madre se entera de esto…-
-¿Qué? ¿Se te olvida que fue ella la que me permitió perforarme los pezones?- Rodando los ojos de forma frustrada mientras comenzaba a ser empujada ligeramente por su padre para salir del restaurante.-
-Que ella te de la libertad necesaria no quiere decir que vallas disfrazada de una…-
-¿Prostituta? ¿Neta padre? No voy disfrazado de eso, y ya he hablado contigo y mamá sobre el estilo de vida que tengo… Además mamá me dio permiso para salir esta noche así. El concierto de "Death Metal" solo viene una vez al imperio de cristal.-
-Ya hablare con ella. Además no… No iras a ningún lado esta noche.- Hablo en tono firme el semental.-
-¡¿Qué?! ¡¿Porque no!?- Exclamo molesta mirando a su padre.-
- Uno, no me gusta cómo vas vestida. Dos, no tienes 20 años para ir a ese concierto, tienes 18, y tres y no menos importante… Tengo una reservación en el Cristal Abundance, y no pienso perderla.-
-Que mamá no venga a darte una follada al final del día de su aniversario no es problema mío. Además ¡los boletos no me los reembolsaran!-
-Muy bien… Si la niña de papi no quiere hacerlo por las buenas lo hará por las malas.- Cuando entraron al palacio de cristal y las puertas se cerraron de tras de ellos y los guardias de cristal optaron por darle espacio al "problema familiar" Shining Armor hablo nuevamente. – O vienes conmigo al restaurante esta noche, con ropa adecuada para la ocasión, a pasar un tiempo de calidad con tu padre o…-
-¿O qué? ¿En serio me vas amenazar?- hablo en un tono retador la princesa Gótica mirando a su padre.- ¿Con que? Sorpréndeme.-
-Le diré a tu madre que quemaste su peluche de la princesa Zafire por tus tonterías de intento de invocación "satánica" en tu cuarto.-
-¡Eso es chantaje y está penado por la ley!- Grito molesta frunciendo el ceño mirando a su padre al tiempo que daba un fuerte pisotón.- ¿¡Además quien te dijo eso!? ¡¿y cómo lo sabes?!-
-Se todo lo que pasa en esta ciudad. Especialmente también se lo que hiciste esa noche cuando llegaste borracha… Y únicamente te lo deje pasar porque sé que la resaca que tendrías al día siguiente sería suficiente para hacerte cambiar de opinión con llegar borracha al castillo.- Flurry simplemente gruño en silencio mirando con el ceño fruncido a su padre.- A las diez de la noche, no me hagas ir a buscarte por favor.-
Sin decir nada más, Shining Armor simplemente se fue de ahí con una sonrisa tranquila, mientras que Flurry simplemente se quedó refunfuñando y sacando humo de sus fosas nasales.
-¡CARAJO!-
Fin del cap
