¡Hola! Como les había comentado en Saturno, tenia ganas de hacer one-shot sobre esta pareja tan hermosa y divertida y aquí esta el primero !
Algunos tendran relacion con Saturno o con otros one-shot de esta misma historia pero la mayoria sera totalmente independiente.
En verdad espero los disfruten !
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko-sensei.
Advertencias: Lima
Bralette
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Hace unos días atrás Nabiki le había pedido posar para unas fotos y él se negó, ella le había dicho que se vengaría por su negativa, le juro que lo haría sufrir y presentía que hoy seria ese día. La vio llegar con una bolsa llena de ropa y una mirada malvada pero fue aun peor cuando arrastro a su prometida a su habitación y se encerró junto a ella. Ahora él estaba sobre el techo de la habitación de Akane, escuchando como ella se negaba a usar algo que Nabiki le había comprado de regalo ya Nabiki victimizarse por tener una hermana tan desconsiderada.
- Lo compre tan ilusionada. - La escucho ´´sollozar´´ - Hoy acompañaremos a papá al centro y pensé que te verías hermosa, pero ahora puedo ver la clase de hermana desconsiderada que puedes ser. - Se quejo con voz lastimera. - Yo solo… solo quería ser linda contigo ! - Dijo para luego llorar.
- Esa chica sí que tiene problemas. - Pensó Ranma sorprendido mientras las espiaba. - Aunque no creo que Akane caiga en algo tan falso.
- Nabiki… - Susurró sorprendió a Akane y Ranma temió que en verdad le creyera. - Lo siento tanto, si en verdad piensas que me veré bien lo usare… pero ya no llores más, hermana. - Le pidió tratando de consolarla.
- Boba Akane… ¡sin caigas ! –Quiso gritarle. Su prometida podía ser muy inocente en algunas ocasiones.
Se bajo del techo de un salto y entro a la casa con el ceño fruncido, quizás solo estaba being exagerado y Nabiki solo estaba being una buena hermana, al fin y al cabo no era la primera vez que llegaba con regalos para sus hermanas. Se sentó en el comedor y espero a que bajara su madre, hoy tenían que ir a comprar unas cosas para la casa y aprovecharían para tomar un helado y pasear en familia, lo bueno es que el viejo y Haposai no estaban así que no sería un día tan complicado pero aun así se estaba poniendo de mal humor, tenía ese presentimiento de que ese día seria un jodido dolor de cabeza. Escucho a alguien bajar la escalera y por la forma de pisar supuso que era Nabiki, su altanería se distinguía hasta en su forma de caminar. Entro con una enorme sonrisa al comedor y se sentó frente a él.
- Hoy tengo un regalo especial para ti, cuñadito. - Le dijo mientras sonreía con crueldad. - Y me encargare de que lo disfrutes completamente.
- Ni creas que caeré en tu juego. No soy tan bobo como Akane, quizás a ella podrás engeñarla pero no a mí. - Le respondió de forma seria, cada vez le cansaban mas los jueguitos de Nabiki, en especial porque utilizaba a su prometida.
- Ya lo veremos, cuñadito. - Le dijo levantándose y yendo a la cocina. Ranma suspiro y trato de calmarse, quería pasar buen día junto a su madre y no caer en las provocaciones de Nabiki, pero como siempre; lo tendremos muy difícil. Además, últimamente sintió que su relación con Akane estaba muy tensa, hablaban poco y ella evitaba estar a solas con él, todo por aquella vez que fue a despertarlo y lo encontró con una erección matutina. Fue un momento vergonzoso y por más que explicarle que era algo normal a su edad ella simplemente evito el tema. No lo había llamado pervertido, no lo había golpeado, solo había ignorado el hecho como si nunca hubiera pasado, y él tampoco se animo a insistir, en parte porque temía que se le escapase que aquello era producto del sueño húmedo que había tenido con ella . Por eso,
- Ranma, Cariño. ¿Estás listo? - Le preguntó su madre mientras entraba al comedor y se terminaba de arreglar el cabello. - ¿Dónde están las chicas?
- Kazumi y Nabiki están en la cocina, Akane aun no baja. - Le contesto sonriendo, le encantaba ver a su madre así de emocionada por una simple salida.
- Iré a ver si ya están listas. ¿Puedes ir a ver a Akane? - Le pidió yendo a la cocina, sin darle tiempo de respondedor. Completamente obediente se levanto y subió las escaleras hacia la habitación de su prometida.
- Akane ¿Estas lista? - Preguntó tocando la puerta.
- Sssii. - Respondió su prometida de forma tímida, sorprendiéndolo. Unos segundos después ella abrió la puerta y salió, dejándolo completamente mudo. Llevaba puesto un short de tiro alto que le llegaba a la cintura pero que no cubría mas allá de sus muslos, muy al estilo de Nabiki, unas converse negras de caña alta color negro, pero lo que le sorprendió mas fue aquello de encaje negro ¿ ¿No era eso ropa interior? Era un tipo de brasier de encaje que le cubría un centímetro más arriba que el short, mostrando solo un poco de su vientre, sus pechos estaban cubiertos por 2 triángulos de tela que la cubrían muy bien, sin dejar ver mucha piel de su pecho, desde el centro del brasier salía una cinta negra que llegaba al nacimiento de sus pechos dividiendo ambas carnes y desde ahí se separaba en dos para juntarse con el tirante que sostenía la sensual prenda sobre sus hombros, desde ahí bajaban 2 cintas más que se unían con el triangulo opuesto dando un toque erótico y sensual, como si sus pechos estuvieran rodeados de cuerdas, resaltando su piel blanca y sedosa. Su cabello estaba diferente, una trenza recorría su cabeza como si fuera un cintillo y dejaba un suave flequillo sobre su frente. Su cuello estaba adornado por una cinta negra pegada a la piel y sus labios resaltaban por el labial rojo suave. Sin duda aquel día sufriría. resaltando su piel blanca y sedosa. Su cabello estaba diferente, una trenza recorría su cabeza como si fuera un cintillo y dejaba un suave flequillo sobre su frente. Su cuello estaba adornado por una cinta negra pegada a la piel y sus labios resaltaban por el labial rojo suave. Sin duda aquel día sufriría. resaltando su piel blanca y sedosa. Su cabello estaba diferente, una trenza recorría su cabeza como si fuera un cintillo y dejaba un suave flequillo sobre su frente. Su cuello estaba adornado por una cinta negra pegada a la piel y sus labios resaltaban por el labial rojo suave. Sin duda aquel día sufriría.
- ¿No te pondrás una polera? - Preguntó mientras la miraba con el ceño fruncido.
- Ya tengo una puesta. - Le respondió ella rápidamente.
- Eso es ropa interior, no es una polera. - Le replico molesto, siguiéndola cuando ella comenzó a bajar las escaleras.
- Funciona de las dos maneras. - Le respondió un poco cansada por la insistencia.
- ¿En serio piensas salir así a la calle? - Le preguntó mientras se adelantaba y le tapaba el paso.
- No molestes a Ranma, yo decido como vestirme. - Respondió Akane molesta, cruzándose de brazos y haciendo que sus pechos se abultaran más.
- ¿Qué está pasando? - Preguntó su madre saliendo al pasillo. - ¡Oh por Dios! ¡Akane ! Hija ! - Exclamo sorprendida al verla. Genial, ella le encontraría razón y la mandaría a cubrirse. -¡Te ves hermosa! - Bien, traicionado por su propia madre. - He visto a muchas chicas usar esto tan hermoso ¿Cómo es que se llama?
- Se llaman bralette, tía. - Respondió Nabiki saliendo junto a Kazumi. - Están a la moda y se ven muy lindos. ¿No lo crees, Ranma? - Preguntó con malicia.
- Se ve ridícula, hasta yo como mujer me vería mejor que ella. - Respondió molesto mientras salía de la casa. Estaba furioso, esa Nabiki era una tramposa, sabía que utilizando a Akane en su contra él solo cavaba su propia tumba con sus palabras. Por supuesto que no se veía ridícula, estaba hermosa. En cualquier otro momento y en cualquier otro lugar hubiera estado feliz de verla así, de solo poder verla él, pero no. Tendría que soportar que otros la vieran. No se consideraba machista, pensaba que la mujer era libre de vestirse como quisiera y sabía que Akane era libre de hacerlo, no estaba molesto por eso, estaba molesto por su cobardía, porque debería que ver como otros la deseaban desde lejos, porque no tenía el valor de tomar su mano y reclamarla como su prometida.
- Ranma, deberías disculparte con Akane. - Le susurró su madre cuando salió de la casa y paso al lado de él. - Ella en verdad se entristeció por lo que dijiste. - Le recriminó negando con la cabeza, él volteo a mirar a su prometida, se veía decaída y sus ojos tenían un brillo de tristeza. Se sintió la peor escoria del mundo.
- Lo hare… - Susurró cabizbajo. Todo esto era por culpa de Nabiki, quien con tal de vengarse de él no le importaba lastimar a Akane en el proceso.
Habían decidido ir a comprar al centro de Tokyo, el tío Soun quería remodelar unas cosas que ya estaban fallando en la casa y había sido convencido por sus tres hijas de ir a Tokyo a ver lo que necesitaban, alegando de que nunca salían como familia, por supuesto cuando hablaban de familia los Saotome estaban incluidos. Así que ahora estaban en la estación de trenes esperando que llegara el que debían tomar. Ranma estaba alerta, mirando a cualquier lado para evitar a tiempo que alguien se le acercara a su prometida que ya estaba being observada por muchos babosos que eran incapaces de apartar la mirada.
- Papá y tía Nodoka irán en el vagón con asientos, como no podemos gastar mucho dinero Kazumi, Akane, Ranma y yo nos iremos en los vagones de pie. - Explico Nabiki mientras le entregaba cada uno un boleto. - Papá y tía Nodoka deben tomar el vagón 1, 2 o 3, debemos subir a cualquiera de los otros, luego nos encontramos en la boletería si es que nos perdemos. - Todos asintieron a las instrucciones de Nabiki y caminaron para poder subir a los vagones que a esta hora iban completamente llenos. Otra cosa más que ponía de mal humor a Ranma, el saber que Akane se podría perder en este mar de gente, o que se encontrara con algunos de esos acosadores de trenes, así que se encargaría de estar pegado a ella todo el rato. Si solo tuviera la valentía de tomar su mano.
La campana que avisaba la llegada del tren sonó y la gente comenzó a amontonarse para subir a los vagones económicos, aplastándose unos contra otros. Vio como Akane intentaba llegar a sus hermanas pero la gente y sus empujones apenas la dejaban moverse, intento llegar a ella apartando a las personas con codazos pero el vagón se detuvo y abrió sus puertas para que las personas entraran toda de golpe y apretujándose unos contra otro dentro del vagón. Tomo aire cuando las puertas sonaron para cerrarse y busco con la mirada a su prometida que estaba unos metros más allá, pegada a la puerta contraria del vagón siendo aplastada contra la ventana de vidrio, en el otro extremo vio a Kazumi y Nabiki afirmándose de un pasamanos, al menos no estaban siendo aplastadas.
- ¿Estás bien? - Le preguntó mientras intentaba frenar al mar de gente con su cuerpo para no aplastarla. Ella se volteo y lo miro sorprendida.
- Pensé que moriría aplastada. - Se rio mientras le agradecía con la mirada.
- Supongo que elegir un fin de semana para viajar a Tokyo no fue buena idea. - Se quejó Ranma forcejeando con las personas a su espalda, su mirada estaba fija en la ventana, si miraba a su prometida se perdería en la sedosa imagen de sus pechos rodeados de esas cintas negras y encaje.
- Fue mala idea que Nabiki administrara el dinero, era obvio que iba a preferir los vagones económicos. - Respondió Le Akane sonriendo. El tren hiso una parada y volvió a subir más gente, obligando a Ranma a apegarse más a su prometida, teniéndola totalmente pegada a su pecho y por más que intento volver a darle espacio no pudo. - Estoy bien, no te preocupes. - Le susurró Akane, levantando la cabeza para mirarlo. Él le devolvió la mirada y quedo hipnotizado, podía sentir sus firmes pechos pegados en su torso y como ella lo estaba mirando le daba espacio para ver aquellas cintas negras resaltando la piel blanca y desde ahí podía sentir el suave olor de su cabello. Intento apartar la mirada, de verdad que lo intento pero aquella era la imagen más sensual que a sus cortos 17 años había visto.
- Avísame si estas incomoda. - Le susurró bajando un poco la cabeza para hablarle en el oído y poder aspirar más de su aroma. La vio asentir lentamente con la cabeza completamente sonrojada. ¡Oh por Dios! Aquella tela de encaje le permitía poder sentir absolutamente todo. ¿Ella se había erizado cuando él le hablo en el oído? Se meneo un poco y volvió a sentir las durezas en los pechos de su prometida, soltó un suspiro y se volvió a menear con ayuda del movimiento del tren, sintiendo los pezones de su prometida cada vez más duros sobre su torso. Sintió ganas de tomarlos entre sus dedos y apretarlos.
- Ranma… -Suspiro Akane sorprendida y solo ahí se dio cuenta de lo duro que estaba él, y al estar refregándose contra ella la podía hacer sentir su propia dureza contra su bajo vientre. Pensó que ella se apartaría, que lo regañaría y lo llamaría pervertido, pero se aferro a su camisa roja y apoyo su mejilla en su pecho, dejando que el movimiento del tren los meciera lentamente, rozándose con suavidad. Ranma levanto un poco su cadera rozándose con mayor insistencia contra ella y ella se aferro a él, soltando un suave gemido que se amortiguo en su camisa. Se aventuro un poco más y flexiono un poco sus rodillas para que en el siguiente movimiento del tren su cadera se juntara con la de Akane en una suave embestida. - Mmmm… - La sintió temblar y casi se volvió loco, bajo una de sus manos a la cadera de su prometida y la acaricio lentamente hasta llegar al final del short, rozando la suave piel de sus muslos y subió nuevamente, rozando con cuidado cada parte de su cuerpo, su cadera, la curva de su cintura , sus costillas cubiertas de encaje, hasta detenerse sobre su pecho y apretó dulcemente, moviendo su pulgar sobre el endurecido pezón. Ella despego su rostro de su camisa y estiro su cuello buscando aire en un suave gemido.
- Aquella vez… -Susurró en su oído, moviéndose contra ella nuevamente. - Fue por ti, siempre es por ti. - Sintió como ella movió sus piernas, levantando una levemente para darle un poco mas de acceso.
- Ranma… -Gimió bajito al sentir como él ahora amasada ambos pechos, rozando sus duros pezones y embistiéndola suavemente.
- Me encanta como te vez, eres tan hermosa.- La embistió cada vez mas brusco, levantándola unos centímetros del suelo. Bajo su cabeza a la curva del cuello y dio una lamida desde su hombro hasta su oreja.
- Ranma… - Susurró Akane cerrando los ojos y tratando de separar un poco más las piernas. El sonido que avisaba la apertura de puertas y la grabadora avisando que ya estaban en Tokio los hiso saltar a ambos, quienes de forma apresurada bajaron a duras penas del vagón. Se miraron completamente sonrojados, sin saber bien que decir luego de lo que acababa de pasar. Akane dirigió su mirada a la gran erección de su prometido y sonrió con timidez. - Creo que es mejor que vayas al baño, te estaremos esperando en la boletería. Le soltó la mano y se alejo para reunirse con los demás, viendo como Ranma le hacía caso y buscaba el baño. Llego a boletería y ya estaban su padre y tía Nodoka esperando mientras conversaban alegremente.
- ¡Akane, querida! ¿Y los demás? - Preguntó Nodoka mientras buscaba entre la gente. - ¡Ahí están Nabiki y Kazumi ! Por acá ! - Exclamo moviendo la mano en el aire. - ¿Dónde está mi hijo?
- Ranma está en el baño tenia, tenía una urgencia. - Contestó Akane de forma nerviosa, temiendo que su tina hiciera más preguntas.
- ¿En el baño? - Repitió Nabiki que se había juntado al grupo. - Hará que nos atrasemos y que no podamos entrar a las tiendas. - Se quejó haciendo un mohín. - Se una buena prometida y ve a buscarlo, dile que estaremos en la tienda de muebles.
- ¿Yo? ¿Por qué yo? - Se quejó nerviosa.
- Eres su prometida, ve por favor hija. - Insistió su padre poniendo ojos de cachorro. Akane suspiro y caminó a buscar el baño. Le daba vergüenza ver a Ranma justo ahora, lo que paso en el tren la tenía asustada y emocionada en partes iguales. Él había confesado que la deseaba o al menos eso entendió ella, y por supuesto que ella también lo deseaba y la humedad entre sus piernas lo confirmaba completamente.
- ¿Dónde está el baño? - Se preguntó alejándose cada vez más de la boletería. - Si sigo alejándome me terminare perdiendo y perdiendo a Ranma, debí haberme quedado en la boletería. - Caminó unos metros más y vio el cartel que indicaba el baño para personas con acceso reducido, quizás ahí estaba Ranma. - ¿Ranma? - Llamó tocando suavemente la puerta
- ¿Akane? - Hablaron desde dentro.
- Sí, soy yo. - Le aliviada de haberlo encontrado y no tener que perderse sola. - Te esperare afuera, los demás se adelantaron. Intenta apurarte.
- I can't. - Se quejó Ranma desde dentro.
- ¿No puedes? - Pregunto confundida, apoyándose en la puerta.
- No baja… - Respondió Ranma con voz casi estrangulada.
- ¿No baja? - Repitió Akane aun confundida.
- Sigo duro Akane, no baja. - Respondió Ranma molesto, alzando un poco la voz.
- Oh… - Respondió Akane completamente sonrojada.
- Todo esto es tu culpa ! Tuya y de esa cosa ! - La acusó desde dentro del baño. - Deberías entrar y solucionarlo ! - Dijo mientras abría la puerta y jalaba hacia dentro a su prometida, encerrándolo a ambos en el espacioso baño.
- ¡Ranma ! ¿Qué haces? - Exclamo sorprendida al verse jalada y ahora sentada en la tasa del baño. Miro a su prometido que tenía el ceño fruncido, sus pantalones estaban en sus rodillas junto con su ropa interior, dejando su pene alzándose libremente en el aire, completamente duro. - ¡Ranma ! Cúbrete ! - Le grito tratando de cubrir sus ojos.
- ¡Oh no! No te harás la desentendida ahora, esto es tu culpa. - Le dijo Ranma tomando sus manos y quitándola de sus ojos, obligándola a mirarlo.
- Mi culpa !? - Exclamó Akane. - Tú fuiste quien se refregó en mí y me manoseo!
- ¡Pero fue tu culpa ! - Le acusó nuevamente. - Te ves muy sexy y no pude evitarlo !
- Dijiste que me veía ridícula… - Le acusó dejando de forcejear. - No pensé que te afectaría tanto.
- Pues ya ves que si… - Respondió Ranma en un suspiro. - Lo lamento, no debí obligarte a entrar… -Susurró soltando sus manos y alejándose un paso para subirse los pantalones.
- No, no debiste. - Respondió Le Akane. - Pero me alegra que me lo pidas… .- Tomó las manos de Ranma y lo detuvo antes de que terminara de acomodar su ropa, lo miro tímidamente a los ojos. - Solo debes pedírmelo a mí… ¿Lo entiendes? - Preguntó tomando suavemente su erección en sus manos y acariciándolo en un suave vaivén, lo vio asentir con la cabeza mientras le daba más acceso a él y se acerba unos pasos.
- Solo te deseo a ti… - Susurró mientras se inclinaba y la besaba lentamente, tomándola de las mejillas.
ooo
Ranma y Akane salían completamente sonrojados del baño. Ranma tenía una sonrisa resplandeciente y Akane estaba con su trenza deshecha y using la polera china roja de su prometido, dejándolo a él con la musculosa blanca que siempre llevaba debajo.
- Nabiki me matara… -Se quejó Akane mientras le daba un codazo a Ranma en las costillas. - Lo ensuciaste a propósito !
- Estaba entre tus pechos ¿Dónde mas querías que acabara? - preguntó Ranma ganándose otro codazo.
- ¡Shhhhh ! No lo digas tan alto ! - Se volvió a quejar mientras lo hacía callar pero él solo soltaba una risita.
- Ok, ok… - Trato de tranquilizarla mientras la abrazaba y escondía su rostro en el suave cuello de su prometida. - Lamento haber ensuciado tu bralette, la próxima vez que acabe en tus pechos me asegurare de que estés completamente desnuda… -Se burló mientras apretada entre sus brazos a su enojada prometida que forcejeaba por liberarse y poder golpearlo.
- Ni creas que dejare que me vuelvas a tocar Ranma Saotome ! - Le gritó aun entre sus brazos.
- Tú acabaste en mi mano y yo no me quejo. - Se defendió inclinándose para besarla.
- No es lo mismo… lo mío se lava y se sale, lo tuyo no… -Dijo Akane entre besos.
- Prometo comprarte otro, todos los que tú quieras… -Se disculpó Ranma acariciando las sonrojadas mejillas de su prometida. - Pero solo los debes usar para mí, para nadie más… - Se iba a acercar nuevamente para besarla pero un carraspeo los saco de su burbuja pequeña; alrededor de ellos toda la gente los estaba mirando de forma sospechosa y murmurando cosas. - ¡Vamos! - Gritó Ranma comenzando a correr con ella de la mano, ambos completamente sonrojados. - Creo que lo mejor será buscar a los demás y ver que…
- Vamos a casa. - Lo interrumpió Akane mientras se mordía suavemente el labio. - Nabiki me compro 2 bralette mas y si nos vamos ahora tendremos toda la tarde la casa… .para… nosotros solos… - A cada palabras su voz iba perdiendo fuerza, sintiéndose completamente avergonzada de lo que estaba proponiendo pero la gran sonrisa de Ranma se le contagio cuando fue nuevamente jalada de la mano directo a boletería para comprar los pasajes a casa.
- Vamos a casa, Akane. - Respondió Ranma besándola nuevamente en la fila de boletería. De seguro Nabiki se enfadaría si se entera que el supuesto mal día de Ranma en realidad se convirtió en el mejor de su vida y en el primer día de muchos en donde decidió escaparse con su prometida para tener sus encuentros amorosos.
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Puede que este tenga 2da parte mas adelante !
Espero les gustara y no se olviden de comentar y agregar a favoritos !
También estoy abierta a aceptar sugerencias, ustedes me dicen una situación o una palabra y un one-shot respecto a esos era creado !
Nos leemos pronto !
Kiara Fuera !
