Kohaku estaba con la mirada fija en el plato frente a ella, por alguna razón no tenía apetito ese día en especial.

—Kohaku .-la voz de su esposo la sacó de sus pensamientos-. Llegué.

Se giró para encontrarse a Senku observándola con algunas ojeras en su rostro y ella sonrió mientras se levantaba para recibirlo.

—Bienvenido, Senku .-se acercó a darle un pequeño beso en la mejilla, todo bajo la atenta mirada de él-. La cena está servida.

—Gracias.

Con esa corta respuesta él se sentó a la mesa para poder cenar, junto a la compañía de Kohaku, aunque ella no ingería ningún bocado.

—Come .-gruñó un poco sin levantar la vista de su plato.

—En seguida.

Ella jamás fue así.

Senku estaba trabajando en el laboratorio de su hogar, mientras ella planchaba una de las camisas del científico, todo mientras sonreía.

Pensaba en que quizás podría comentarle a su esposo su reciente deseo de ver a sus hijos, Kenji debía de estar algo atareado con las cosas del laboratorio en donde trabajaba junto a su padre y su hermosa princesa Naoko debía de salir pronto de vacaciones de la universidad.

Quizás también podrían ver a Ruri, Chrome y su sobrina Hoshi, quizás hasta podrían organizar un día de campo familiar como no lo hacían desde que los niños eran eso, niños.

—Kohaku .-pensando justo en él, este apareció a sus espaldas mientras le extendía la mano-. A la cama.

—Claro .-sonriente tomó su mano mientras era guiada por él-. Estaba pensando en que podríamos ver a los niños y llamar a mi hermana para un día de campo. Incluso, Lillian-san se puede unir si es que se siente capaz.

Senku se tensó un poco en su lugar, y desvío la dirección para ir al laboratorio.

—Mañana llamaré a los mocosos. Lillian no pondrá excusa si es que con eso puede ver a sus nietos .-sonrío algo forzado mientras entraba al laboratorio, sin soltar la mano de Kohaku.

—No les digas así a nuestros hijos .-frunció el ceño para sentarse sobre la mesa de aquel laboratorio.

Senku le sonrío mientras susurraba un duérmete, y eso es lo último que vio.


Kohaku estaba con la mirada fija en el plato frente a ella, por alguna razón no tenía apetito ese día en especial.

—Kohaku, llegué .-la voz de Senku la sacó de su pensamiento y ella rápidamente se acercó a recibirlo.

Notó que por el estado en que venía, él estaba ebrio.

—¿Por qué bebiste? .-frunció el ceño mucho más al notar la botella de whiskey que él traía en la mano.

Senku pasó de ella y se sentó en la mesa mientras le sonreía, la sonrisa no llegaba del todo a los ojos del científico.

—Come.

—En seguida.

Senku la observó comer en silencio, todo mientras él seguía bebiendo de aquella botella.

El timbre de la casa sonó y ella se iba a dirigir a abrir la puerta hasta que Senku llegó corriendo a ella con otra botella de alcohol en la mano, estaba agitado ya que nunca fue bueno para el ejercicio.

—Duerme.

—En seguida.

Se giró y caminó en dirección a su cuarto, mientras ella se recostaba y antes de dormir plácidamente escucho la voz de su hijo mayor.

¡DAME ESA BOTELLA AHORA, VIEJO!

Y lo último que ella vio fue un techo blanco.


Senku gruño mientras caminaba nuevamente a su hogar, suspiró antes de meter la llave en la cerradura y observó como todas las luces de este se prendían justo en el momento en que él abría aquella puerta.

Camino sin mucho ánimo a la cocina y allí estaba, como siempre con la mirada perdida en el plato sin llegar a comer hasta que él se lo dijera. Si su mocoso la hubiera visto ayer, seguramente se ganaba un buen golpe de parte del chico que había heredado la fuerza de su madre, aunque también pensó en que si su hija menor también lo golpearía con la misma fuerza.

Ambos habían heredado tanto de ella, sobre todo Kenji con sus ojos aguamarina.

—Kohaku .-un nudo se formó en su garganta cuando ella se giró sonriendo y se acercó a él.

No, hoy iba a terminar con eso, ya no podía seguir así.

—Bienvenido .-ella le beso la mejilla, un beso frío y todo para volver a su asiento, esperando que él se sentará junto a ella.

—Kohaku... .-sonrío triste cuando las lágrimas se empezaron a acumular en sus ojos-. Duerme.

—En seguida.

Y ella desapareció de allí para caminar en dirección al laboratorio.

Ya al fin solo decidió que lo último que haría sería ver sus videos, eso junto a una nueva botella y cuando estuvo frente al televisor reprodujo uno de sus recuerdos más preciado.


Kohaku sonreía a la cámara mientras sus jugaba junto a sus hijos y sobrina, Ruri a su lado aplaudía divertida por la interacción de los pequeños.

¡Papá! .-su hijo, Kenji se acercó a él corriendo y lo jalo para caminar junto a donde estaba sentada su esposa-. ¡Papá! ¡Mamá se olvidó de traer la carne!

¡Mami se olvidó! ¡Mami despistada! .-su hija, Naoko sonreía mientras estaba sentada en el regazo de Kohaku, la rubia viéndolo con una cara apenada.

Lo siento... .-río nerviosa y acarició los cabellos de su hijita-. Pero traje pastel, así que no reclamen.

¡Pero queríamos carne! .-el niño hizo un puchero adorable y él que hasta en ese momento se mantenía en silencio viendo todo, se rio.

Tienen el mismo apetito que tú, Leona .-sonrío para tomar en brazos a su hija y recostarse junto a ella sobre el mantel, inmediatamente su hijo corrió a unírseles.

¡No soy una Leona!

Mami es una Leona .-su hija reía mientras señalaba a su madre.

Mamá es una Leona, pero de las que asustan .-su hijo que estaba afirmado sobre él también señalaba a su madre riendo.

¡Son de lo peor!

Los tres rieron a costas de la rubia y él por fin se dio cuenta de que Chrome estuvo grabando todo el tiempo, Kohaku quiso quitarle la cámara, pero gracias a que este se la pasó a Ruri ya no pudo hacer nada, resignada a que la burla de su familia había quedado grabada.


Ya estaba ebrio, totalmente ebrio cuando esa grabación terminó con él y Kohaku tomados de las manos despidiéndose de su cuñada y familia.

Dolía tanto ver esas cosas y él quería terminar con ese sufrimiento ahora ya.

Tambaleándose por el alcohol en su sistema, caminó buscar su bolso del trabajo, de dónde extrajo una jeringa con un líquido blanquecino. Dio un último trago a su botella y volvió al sofá para colocar otros de los vídeos que tenía grabado, si se iba a ir, se iría con ella.

El vídeo comenzó y él hizo una amarga sonrisa mientras recogía la manga de su camisa.

Mostraba un salón decorado, podía ver a todos sus amigos y familiares sentados en una amplia mesa, entre ellos su padre en sus mejores momentos junto a Lillian, ambos con lágrimas en los ojos cuando la cámara hizo un enfoque a ellos como los padres del novio. En un giro, la cámara ahora apuntaba a Ruri junto a Kokuyo, su cuñada estaba tratando de consolar al hombre quien soltaba algunas lágrimas, todos en ese vídeo eran sus amigos más preciados, los de él y la Leona.

Bueno .-la cámara enfocó a Ryusui, quien se levantó de su asiento y con la copa en mano la golpeó para llamar la atención de todos-. ¡Es hora del vals de los novios! Y no lo supieron de mí, pero junto al Doctor Xeno tuvimos un gran trabajo tratando de enseñarle al novio como dominar sus dos pies izquierdos .-la mayoría río ante esas palabras y la cámara enfoco por un momento a Xeno quien levantaba su copa con una sonrisa en el rostro-. ¡Así que Senku, trae tu trasero a la pista! ¡Junto a tu bella esposa!

La cámara se enfocó en él y gracias al zoom se pudo notar como rodó los ojos antes de tomar a Kohaku de la mano y así guiarla hasta la pista de baile.

Senku recordaba perfectamente lo que pasó en ese vals.


Tomó a Kohaku de la cintura y la atrajo hacía él con una sonrisa en el rostro mientras la música comenzaba a sonar, una melodía lenta que ambos habían elegido para ese día, para uno de sus días más especiales.

¿En serio estuviste tomando clases con Xeno y Ryusui? .-ella sonreía mientras se dejaba guiar por él, al son de la música. Se veía hermosa en ese vestido blanco.

Xeno, Ryusui, Stanley, Gen, mi viejo y Lillian me obligaron a tomar esas clases .-bufó girando de manera lenta y agraciada junto a ella, todo mientras ella reía.

¡Já! Quién diría que el Doctor Senku Ishigami sería malo en algo que no sea deporte .-río mientras abrazaba a su ahora esposo por los hombros, disfrutando de todo ese vals.

Es una actividad física y ninguna actividad física se me da bien... Aunque si soy bueno en una .-sonrío ladino mientras apretaba su agarre en la cintura de su mujer.

Idiota .-dio un pequeño golpe en la espalda de él sonrojada ante sus palabras con doble sentido.

¿No es por eso por lo que te acabas de casar conmigo, Leona? .-mantenía la sonrisa egocéntrica mientras acariciaba su cintura, todo sin dejar de bailar y agradeciendo que nada de lo que hablaban se escuchará.

No .-Kohaku lo vio a los ojos mientras volvía a sonreír aún con las mejillas algo rojas-. Es porque te amo.

Senku sonrío ampliamente y pegó sus frentes sin dejar de danzar, aquello estaba haciendo que su corazón latiera estúpidamente rápido junto a la cantidad idiota de hormonas que liberaba su cerebro, esa Leona lo tenía en la palma de su mano.

También te amo, Kohaku .-y aunque no fuera de demostraciones amorosas en público y que ya bastante tenían con el espectáculo que estaban dando, se permitió acercarse a besarla suavemente.

Ella era su mundo, lo era todo para él.


La puerta de la residencia Ishigami estaba siendo golpeada con fuerzas, nadie respondía y eso solo desesperaba a las personas afuera.

—Ese viejo idiota... .-un joven de cabellos rubios casi blanco junto a las puntas ligeramente verde seguía golpeando la puerta de que era casa de su padre-. ¡Oí viejo! ¡Abre que Naoko acaba de llegar a japón!

—Hermano .-la joven de ojos carmín y cabellos lisos de un color rubio a su lado jalaba el brazo de aquel junto a ella-. Quizás está durmiendo.

—O puede estar borracho a más no poder, sin sentir su trasero .-gruñó sin dejar de tocar la puerta con fuerza-. ¡Viejo!

—¡Kenji! .-regañó la menor con el ceño fruncido.

—Sabes que puede ser verdad .-bufó y se hizo hacía atrás un poco alejando a su hermana.

—¿No hay nadie que tenga una copia de la llave de la casa? .-seguía con el ceño fruncido-. Sabes que el viejo era un sobreprotector... No dudo que su sistema de seguridad haya mejorado.

Su hermano no la escucho y simplemente pateó la puerta para poder abrirla con el golpe, ya estaba bastante harto de esperar tanto porque su padre le abriera.

—¡¿POR QUÉ CARAJOS NO ABRÍAS LA PUERTA VIEJO?! .-camino gruñón por el pasillo mientras era seguido por su hermana, yendo directamente a la cocina.

Su hermana detrás estaba algo sorprendida que ningún robot de seguridad los hubiera interceptado, su padre siempre fue un paranoico en el pasado cuando ellos eran niños.

—¡El viejo estuvo bebiendo! ¡Te lo dije! .-su hermano se asomó al pasillo y volvió con unas botellas de whiskey.

Antes de que pudiera hablar, escucharon unas risas provenientes de la sala, así que juntos caminaron hacía ese lugar solo para encontrarse a su padre con una jeringa clavada en el brazo, sentado en el sofá con una expresión triste en el rostro.

—¿Pa-papá? .-las lágrimas de Naoko se acumularon en sus ojos mientras se acercaba a su padre, para moverlo un poco-. Pa-papá...

—Pa-papá esto no es gracioso .-Kenji se acercó a su hermana para mover desde el otro extremo a su padre-. Oí viejo, despierta.

Ambos hermanos seguían moviendo a su padre un lado a otro, ambos llorando y llamando para que despertara, pero no había caso. Senku ya se había ido.

El primero en reaccionar fue el mayor, Kenji no estaba con ningún ánimo, pero después de consolar a su hermana y abrazarla con fuerzas, decidió llamar a sus tíos por parte materna.

Al llegar Chrome, Ruri y su prima Hoshi rápidamente abrazaron a los hermanos quienes nuevamente volvieron a soltar algunas lágrimas, ellos habían quedado solos en ese mundo de no ser por ellos y su abuela Lillian, quién hasta ese momento no se había enterado de nada.

—Llamé a Stanley, él y Xeno irán con Lillian y bueno... La traerán aquí una vez sientan que ella se sienta lista... .-Chrome informó mientras todos estaban reunidos en la sala de aquella casa que alguna vez les dio tantos momentos felices, sobre todo para los menores allí.

El cuerpo de Senku yacía en su cuarto sobre la cama matrimonial que alguna vez compartió junto a su esposa.

En la sala, los videos seguían corriendo y ahora mostraban aquellos días de campo que las familias compartían, junto a Kokuyo, Byakuya y Lillian, con los menores corriendo por todo el lugar, Senku hablando junto a Chrome sobre qué clases de inventos en esos años, todos recuerdos felices, y sobre todo lo que más dolía era ver la sonrisa de Kohaku en esos vídeos.

—Gracias... .-Kenji suspiró y se levantó del sillón-. Yo... Rompí la puerta al entrar, así que creo que debería arreglarla antes que llegue la abuela Lillian.

—Papá tenía atornilladores en su laboratorio .-Naoko se levantó y caminó por delante de su hermano-. Espera iré a buscarlos.

Y ella sola se encaminó al lugar, pasando por el pasillo lleno de fotos de la familia Ishigami en tiempos mejores, y solo tenía una pregunta en su mente... ¿Por qué su padre, el hombre más brillante del mundo había cometido suicidio?

Entro al laboratorio y cómo estaba en oscuras, encendió las luces solo para encontrarse con algo que la dejó horrorizada, era algo que temer aquella cosa, tanto fue su susto que soltó un grito haciendo que todos sus familiares correr hacía ella.

Ninguno podía creer lo que veían. Eso...Esa... Era...

—¿Ma-Mamá? .-Naoko por fin habló, otra vez con todas las lágrimas en sus ojos carmín, acercándose al androide sobre la mesa.

—¿Tía Kohaku? .-Hoshi, habló mientras abrazaba a su madre quien comenzó a llorar desconsoladamente.

Y cómo si eso fuera una palabra de encendido, el androide despertó sentándose en el lugar mientras veía a todos con una sonrisa en el rostro.

—¡Niños! .-extendió los brazos y al notar la presencia de Ruri ladeo la cabeza-. ¿Todo bien Ruri-nee? .-deslizó la mirada hacía Chrome quién respiraba agitado-. ¡Chrome! ¿Dónde está Senku? ¿Ya comieron?

—¡APAGATE! .-Kenji no lo soportaba, no podía ver esa copia.

—¡Kenji! ¡No me grites que soy tu madre! .-el androide Kohaku frunció el ceño y se levantó para acercarse a los recién llegados.

—¡APAGATE! ¡VETE! ¡DUÉRMETE! .-jalo a su hermana del brazo y la abrazó tratando de alejarla de aquel androide.

—Enseguida.

Y nuevamente se recostó en la mesa para apagarse.

Ninguno podía hablar, los hermanos no podían creer que su padre fue capaz de aquello, tratando de reemplazar a su madre con un androide, con una copia barata. Su padre jamás superó la muerte de su madre, su padre había construido una copia barata, un reemplazo, algo para llenar el vacío que le dejó la muerte de Kohaku.

Todos sabían, incluidos sus hijos, que Kohaku era el mundo de Senku, pero nunca imaginaron que su muerte le afectará tanto como para llegar a eso.


Esta extraño.
Gracias por leer y perdón lo extraño, pero es un desahogo emocional.
Perdón las faltas de ortografía y la redacción floja.
¡XOXO!