"Oye, trata a las muletas con más cariño por favor, fueron ellas las que te llevaron hasta aquí a pesar de tu condición" la mire con fastidio mientras hacía los preparativos en la parte de arriba, sólo para que en su estado paupérrimo me mostrara el dedo medio "te mandaría a infierno, pero de cierta forma, estas a minutos de ir para allá."

Vi cómo se mantenía sentada al borde del frío borde de metal de aquella máquina, con todo orificio existente en su cuerpo con sangre debido a la desgracia que nos afectó a todos, y que un por uno nos estaba dando caza. A simple vista, podías decir que ella tenía unos ojos vacíos esperando por la muerte, se había rendido tras probar hasta el hartazgo aquel sabor metálico de su propia sangre, pero no, yo la conozco bien, sé que este es su último intento por salvar a todos.

Muy por lo bajo, me pudo decir algunas palabras, a las que yo pudo contestar "si, los demás ya están a salvo en la zona asignada, por favor, enfócate en lo tuyo" asintiendo, por fin se colocó en posición inicial, mirando a mi último regalo.

"Se que te gusta el espacio, quería que vieras algo que amarás antes de que te fueras, incluso coloque tu estrella favorita, la VY Canis Majoris, para—" me detuve al ver su mano apenas levantada en señal de alto, ni me dirigia la mirada, lo hacía al firmamento, a la nada, a la muerte, con una convicción tan fuerte que sólo es igualable a la de su madre.

Las lágrimas se empezaron a escapar en contra de mi voluntad a pesar de prometerle de no hacerlo, poco puedes esperar de un mentiroso y cobarde niña, ni siquiera pude ser tan hombre para ver como la máquina hacia su trabajo, acabando con su dolor físico.

Esta es la única forma en que todos podrán descansar en paz. Te estaremos esperando con la nueva humanidad, héroe.

.

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¿Crees en el karma?

Es un topico curioso, todo el tema del espiritismo que nos trajo la religión budista es fascinante, del como el ser humano deberá hacer las cosas con cuidado toda su vida. El hecho de cualquier acción será pagada por una energía dinámica en reacción a la misma, aunque esta actúa de manera extraña ¿No lo cree? Al carecer de un sentido lógico, alguien como yo tiene prohibido aceptar este tipo de teorías paranormales, cada uno es libre de creer en lo que quiera, aun así...

¿Por qué nadie entiende que el karma jamás es justo? Si, creo que es una forma decente de empezar.

Prólogo: Nido feliz.


"Disculpa...¿Me oyes? ¿Estás bien?"

Una voz me llamaba, obligándome a despertar de mi descanso para mi molestia, aquello paso a segundo plano cuando me incorpore y mi sentidos estuvieron alerta, notando al instante algo alarmante, este no era mi cuarto. Me encontraba en una habitación pequeña con paredes metálicas y una puerta que por la tecnología que se notaba a simple vista, sería imposible derribar de una patada, claro, si tuviera la condición para ello. Sin rutas de escape a la vista, sólo la cama y esta persona. Un adulto joven de cabello albino, cruzado de brazos al lado de la puerta, cadenas en cuello, brazos, y tobillos por alguna razón, usando harapos que uno podría encontrar en el vertedero de la ciudad. Su expresión tranquila ante esta situación le hacían arrojar dos hipótesis sobre él, era una persona relacionada con su posible secuestro, o es otra víctima que tiene un modo muy relajado de ver la vida.

"Normal que luzcas sorprendida, pareces lista para hacerme un interrogatorio" comento el albino como si nada, dando a entender que ya me conocía de algun lugar.

"¿Quién eres?" pregunte, tratando de aparentar calma.

"¿Yo? Mi nombre no importa en este momento, después de todo soy un simple mensajero" por primera vez lo vio a los ojos, aquellas pupilas muertas le dieron escalofríos. Este hombre le daba muy mala espina

"Comprendo tu confusión joven talento, pero te suplico que no gaste tus energías en una porquería como yo, sólo soy alguien común en este lugar donde ellos me usan como les da la gana" continuo hablando, antes de sonreírme "por favor, hablemos de ti, estarás en este momento deduciendo por qué estás aquí atrapada."

"Para ser alguien quien vista de esa manera, me da a pensar que esto no es un secuestro para pedir dinero solamente" me atreví a decirle, este sujeto en verdad trasmitía una vibra muy rara.

"Me parece gracioso dar una respuesta tan audaz cuando demuestras temblor en tu brazo derecho, de seguro es algo que gustará, si por mi fuera estarías dentro sin tener que hacer esto" suspiro, acercándose a mi para extenderme la mano "te deseo la mejor de las suertes."

Claro que no quería darle la mano a este extraño, capaz quería tomar la oportunidad de tener un contacto físico para iniciar un ataque sexual contra mí, sin embargo, tengo que ganarme un poco la confianza de estos sujetos para ampliar mis posibilidades, y si hubiera querido violarme, ya estuviera sin ropa desde que desperté. Un saludo común no haría daño. De repente, antes de siquiera hacer contacto con la mano del tipo, un dolor al que no puedo describir en palabras recorrió mi cuerpo en un shock eléctrico, haciéndome caerme de la cama y retorcerme del dolor. Sentía que todos mis órganos eran quemados desde adentro, me iban a explotar, el mero hecho de respirar es equivalente a inhalar fuego directo a tus pulmones. Fueron cincos segundos donde mi cerebro y mi conciencia desearon la muerte.

"Upps, mis disculpas joven Liby, olvide que el contacto con miembros del staff está penado con una dosis no letal de veneno del brazalete que ahora tiene" apenas tuve la fuerza para ver como tenía ese brazalete gris y grueso en la muñeca, de donde mis venas se hinchaban de manera ridícula "entendera, esto es un incentivo, apriete el botón y vera una acción que tendrá prohibido realizar o que suceda, de ser ese caso, se le inyectará una dosis letal de ese veneno, y créame por todo lo que ama que lo que sintió sera como piquete de mosquito en comparacion."

El mensajero camino hasta la puerta, deslizo una tarjeta blanca con rayas azules sobre un escáner que paso de un color rojo a verde, pero antes de irse, dejo esa misma tarjeta, un cuaderno con un bolígrafo, y una navaja en el suelo, dándome unas últimas palabras mientras seguía en el suelo.

"Apostare por usted hasta el final, no activé su acción prohibida por favor ni se lo trate de quitar si no quiere morir de manera espantosa, por favor diviértase en esta historia, sus compañeros esperan al final del pasillo para la ceremonia."

En todo ese mensaje final no me dirigió la mirada, simplemente la puerta se abrió y salió, sellándose por dentro una vez más, dejándome como un trapo sucio en el suelo semi consciente por sabrá cuanto tiempo. Si esta era una prueba de un loco, sería un suicidio salir de esta forma tan precaria, tendría que recuperarme físicamente del shock del veneno y ver si el cuaderno que me dejo el mensajero tiene algo de valor. Apenas si tengo la fuerza para mover mi abdomen para quedar viendo hacia arriba, todo se volvía una visión cada vez más clara de un techo grisáceo carente de toda gracia o empeño artístico, desearía volver a ver el sol y sentir su calor sobre mi piel. Es extraño, mi conciencia me gritaba que tenía años de no sentir esa sensación del exterior, lo cual es inusual ya que lo último que recuerdo es...

Calle...escuela...auto...secuestro.

"¡Ah!" me tuve presionar el área de mi ojo derecho con fuerza ante la repentina jaqueca que me dio al tratar de recordar cosas de mi pasado, hechos tan simples como quienes eran mis padres, mi cumpleaños, incluso mi apellido me eran imposible de recordar. ¿Un trauma por algún golpe? No sentía ninguna secuela de una agresión física en el cráneo, el shock por el momento del secuestro seguia como una opción, pero que sólo recordara cosas muy específicas de mi misma me ponía más tensa. Al recuperar la vista completa por tapar su ojo, centro su atención en el brazalete que tenía, algo muy simple que fue capaz de ponerla al vilo de la muerte por un veneno del que no tenía información, descartado esta la posibilidad de intentar quitárselo para recibir una dosis fatal, aun así, el mensajero dijo algo de un botón...¿Este?

Al presionar una sesión del brazalete que claramente estaba modificada, se encendió un mensaje en letras rojas que dio vueltas varias veces por el dispositivo.

Llegar a una deducción incorrecta en juicio escolar.

¿Qué? ¿Juicio escolar? Dar una deducción incorrecta es complicado por mi talento, pero al final sigo siendo una joven humana con todos sus factores en contra. Estas personas definitivamente no son de una organización corriente que sólo llaman a casa a pedir dinero por mi regreso, esto va más allá, y sospecho muy fuerte por mi talento dado por el gobierno, por eso siempre odie el sistema. Arrastrándome un poco en el suelo hasta llegar a la puerta y usarla como apoyo para levantarme poco a poco, recuperando casi por completo los sentidos, salvo el arma blanca que me fue dada por el mensajero, nada me era de mucha utilidad salvo el poder escribir algún mensaje de ayuda de antemano en una de las tantas hojas en ese cuaderno. La opción de quedarme a esperar cada vez se esfumaba más de mi miente, si estos locos me darían una oportunidad de escapar por de un juego, lo tomaría, ya las autoridades se harían cargo de ellos cuando escape.

Para bien o mal de mi, Liby, mi talento es muy útil en estos casos.

"Yo no soy el monstruo aquí..." me susurró a si misma a la vez que pasaba la tarjeta por el sensor de la puerta una vez estuviera lista, esta no fue bloqueada desde fuera y me dio la salida de ese cuarto tan vacío a un pasillo largo, del cual no se veía un final. Instintivamente me aferró la navaja entre ambas manos, mi única defensa física, es inútil decir que el miedo no me carcomía de seguir adelante desde dentro, sin embargo, nada puede con unos mayores miedo del ser humano, morir.

Avance lentamente mirando a todos los ángulos posibles ante una posible trampa oculta que pudiera ser visible, nada, sólo parecía ser un pasillo tétrico de estas que se ven en películas de terror, la experiencia me decía que algo podía venir y la guardia debía estar siempre arriba. Al llegar a un cruce hacia la derecha, me agachó en la esquina para revisar, ahí fue donde vi la primera amenaza ante un posible miembro de la banda, sólo que había algo muy mal en este sujeto. Lo más importante y destacando desde un inicio, es ese gran casco de oso bicolor con aspecto tétrico que cubría toda la cabeza y cuello, para nada se veía cómodo de usar. Lo segundo es la forma precisa en la que camina, se asemejan aquellos enemigos en los videojuegos que caminan recto por unos metros, se detiene, y regresan por sus pasos, repitiendo este proceso en bucle para que el jugador descubriera el patrón para avanzar sin alertarlo, algo que esperarías de una máquina, no de un ser humano ¿Será un robot humanoide?

"Este lugar se pone cada vez más raro" pense para mis adentros, avanzando lentamente a la vez que este hombre de casco le daba la espalda al caminar. Por más tentador que pudiera ser atacarlo por detrás e incapacitarlo, sabía que era una estúpida idea tentar mi suerte, por lo que una vez llegue al siguiente pasillo cuando la amenaza pasara de largo, me alejó.

"Si planearas un asesinato por la espalda, tu serías quien morirá" la sangre se me heló de golpe, agradezco hasta hoy que mis sentidos no, volteo rápidamente y observo como el hombre de casco se acercaba detrás de ella para atacarla con un bate de metal. Todo sucedió muy rápido, por la forma en que sostenía el bate y su mano dominante, mi cerebro hizo el trabajo en predecir como atacaría, aunque inundada por el miedo y desafiando toda la lógica de correr, algo hizo que tras esquivar el ataque, le clavara la navaja en la pierna del sujeto.

"¿Eh..?" apenas podía procesar que estaba sucediendo a la vez daba pasos hacia atrás, la sangre salía a chorros de entre los espacios que dejaba la navaja. El ver este líquido hizo sentir que mi estómago se me subiera a la garganta y casi vomitara de no ser por la adrenalina.

Por otro lado, el sujeto no grito de dolor ante tal herida, sólo se puso de rodillas a la vez que observaba la navaja clavada en su carne. Y en voz tenue, dejo escapar una carcajada "parece que no eres un caso perdido después de todo...¿Ahora serias tan amable de quitarme esta cosa de mi pierna?"

Recuerdo ladear la cabeza y finalmente correr lejos, olvidándome del arma ante el peligro que es acercarse a ese loco, también debía admitir que si hacia tal barbaridad, el sujeto podría desangrarse y morir. Jamás quería mancharme las manos de sangre, por más que fuese un loco, tal vez aquella boba bondad le resultaría perjudicial, el no poner sus emociones a raya la dejo vulnerable. No vio el ataque a traición que recibió de otro sujeto de casco, había llegado a otro pasillo sin darse cuenta y fui vista. El dolor combinado con la calidez que empezaba a recorrer su cabeza hasta que la zona del mentón hicieron que mi mundo diera vueltas hasta caer de culo, estaba pagando las consecuencias de soltar mis emociones en el momento equivocado, todo el cráneo me punzaba ante el minimo intento de moverme o pensar en cualquier cosa. El sentir como el mentón me era levantado por el trozo de metal para observar ese casco bizarro de oso bicolor loco, perdiendose en esa ranura en el cristal rojo del ojo derecho, donde veía aquella iris de un ser humano...sin nada que luchar.

De repente y antes de un segundo golpe con el tubo, el sonido de agua cayendo se hizo presente, mojando desde arriba la espalda del hombre, aunque eso olor desagradable del líquido combinado con el tenue color amarillo...orina.

"Venga, cualquier amante de los furros que golpe a una chica merece un poco de agua de riñón" comento alguien desde arriba con voz severa y ligeramente burlona.

Al enfocar la vista, vi la figura de un chico colgado de uno de los tubos de drenaje que estaban conectados en el suelo, aunque eso poco le importaba. Podía jurar que por algunos segundos vio el rostro del chico cubierto de oscuridad, una sonrisa demoniaca mostrando los dientes y unos ojos con destellos rosados, sin embargo, estos rasgos desaparecieron cuando se dejó caer al suelo, sólo mostrando una sonrisa confiada y atrevida. Debi tomar esa expresion en cuenta tiempo despues.

Al estar tan cerca, el sujeto del casco número dos trato de atacar a este chico con el tubo en la cabeza, sin embargo este logro esquivarlo moviéndose a su lado izquierdo y aprovechando la inercia para tomar la muñeca del atacante y rompérsela sin soltarle el agarre, colocando la otra mano detrás del hombro a la vez que ponía una de sus piernas enfrente para hacer un derribo limpio en cuestión de un parpadeo. Una vez con rodilla en la espalda superior para inmovilizarlo, tomo el tubo para rematarlo, si bien el metal del casco lo protegió de la muerte, este definitivamente quedo inconsciente.

Miraba con sorpresa a su salvador, a quien parecía importarle poco que tenga la cabeza herida de gravedad, y por lo cálido que sentía gran parte de su rostro, el sangrado debía continuar, ni loca caería en el típico cliché de sonrojarse por tal acción. Bueno, el mundo es extraño como porque gente que lo habita, por algo este chico se orino encima de su atacante antes de noquearlo, ahora lo tiene de enfrente señalándole con el dedo en forma de pistola.

Le dedique a mi salvador una ligera sonrisa, a la vez que le preguntaba algo que en ese momento, simplemente salio de mis labios "¿Crees en el karma?"

El chico no respondió verbalmente, pero compartió la expresión, antes de ofrecerle la mano para ayudarla a levantarse.

"Bienvenido al manicomio…eh…"

"Liby, solo Liby. Se que es extraño, pero solo recuerdo mi nombre de pila" aclaro al presentarme, dejando que apoyara su peso en el hombro del chico.

"¿Con que tú eres la famosa Liby?" el chico levantó una ceja "ya entiendo, así que a ti debo proteger el culo para que no muera por esta cosa…lo que sea, el nombre es Lemy, y parece que estamos en las mismas, sera un placer escapar de aquí contigo."

¿Protegerla? Por esa sonrisa de bobo se notaba que no tenía muchas luces, aunque eso importaba en lo más mínimo, lo que en verdad le carcomía fue ver ese brazalete metálico debajo de la muñeca izquierda de Lemy, donde recitaba secamente su condicionante.

El fallecimiento de Liby durante la excursión.

"Tu tambien…" rapidamente mostre mi brazalete a Lemy, quien tambien se sorprendió por esto, pero su expresión rápidamente cambio a seriedad.

Una mueca de enfado se notó en Lemy "¿Estamos de acuerdo que esto es muy extraño? Puedo asumir que ya te demostraron lo terroríficas que pueden ser estas cosas. Demonios."

"Bueno…" levanto ambas manos, tratando de calmarlo "poco ganaremos en quedarnos aquí en resolver algo que apenas tenemos información, por ahora terminemos con esto ¿Vale?"

Lemy se tomó sus segundos para calmar su mente, antes de mirarla con calma "Venga, aunque esta cosa de cierta forma me obliga a ser tu guardaespaldas para seguir vivito y coleando, igual te iba a cuidar la espalda al considerarte una aliada en este problema. Uniremos fuerzas para escapar de aquí, tienes mi palabra, y un Marine siempre es fiel a su palabra."

Estaba tentada a preguntarle más por este tema de los marines, porque le daba una explicación lógica a tal desenvolvimiento en combate físico, sin embargo la prioridad es seguir moviéndose para no ser un blanco. Ver esta expresión de confianza boba en sí mismo en él y tener a otra personas hacía que el miedo disminuyera un poco, todo hubiera sido una pose perfecta de no ser por el detalle en la zona del pantalón.

"Lemy, cremallera abajo" señalo el pantalón del chico sin expresión, que efectivamente no se había cerrado el cierre tras ir al baño sobre el enemigo.

"¡Mierda! ¡Cuando por fin hacia una entrada genial se me olvida esto!" Lemy la miro "¿Podemos repetirlo?

"Vete al carajo" digo con todo el cariño del mundo.

Lemy señalo de donde provino, por lo que siguieron de frente en la ruta que unía las habitaciones en las cuales despertaron para buscar una salida, el hecho que desde el incidente ya no salieran más sujetos de casco de oso bicolor en lugar de ponerlos más tranquilos, resulto todo lo contrario en el hecho de que los esperaban al final juntos, como una especie de jefe final. Con tal de tratar de calmar los pensamientos, le pregunte a Lemy si recordaba algo de como llego aquí y como fue todo al despertar, las condiciones eran casi similares entre ambos: Un pasado borroso donde no podían recordar el nombre de familiares cercanos o datos personales importantes, el mensajero albino con las mismas características que ella conocio, la única diferencia es que Lemy había logrado someterlo en un descuido, fue ahí donde el veneno del brazalete le dio su demostración y le dio sus armas, aquí yacía la diferencia, siendo que Lemy solo recibió una placa de reconocimiento militar con solo su nombre, y la tarjeta de salida. Ningún arma para defenderse en esta prueba.

"Creo que llegamos" susurro Lemy enfrente mio, lo que hizo que levantara la mirada, una gran puerta roja con una gran L pintada en azul en medio, por el hecho de ver luz solar nos ilusiono por momentos, pero por supuesto esto no podía ser tan fácil, tenía que haber una trampa. Ante ello, Lemy dio la indicación con su mano a que me colocara en una esquina por si algo sucedía al abrir la puerta, lo confrontara a él. Por más que la moral infantil le decía que debían hacerlo juntos y no dejarlo solo ante la amenaza, accedi a solo observar cómo Lemy recargaba su cuerpo en la puerta de lado, a la vez que tomaba el pomo de la puerta, poco a poco, y al ver afuera por el pequeño espacio, inexplicablemente, empujo la puerta de golpe para adentrarse en la luz.

"¿¡Lemy?! ¡¿Estás loco?!" esperaba escuchar gritos o disparos de arma de fuego desde afuera, pero solo silencio. Tragandome mi miedo, sali afuera solo para ver a Lemy parado enfrente suyo a unos metros delante, parado sobre un verde césped que decoraba la cima de una pequeña colina, una luz del sol que la volvía a sentir cálida, la brisa es agradable ¿Habían escapado?

"Oye, por más que lográramos escapar, ese fue movimiento estúpido, aunque esperaba algo más complicado…Lemy ¿Sucede algo?" el joven militar miraba en shock puro hacia lo que estaba más adelante. Al dejar de ver a Lemy y seguir sus ojos, compartió su desconcierto y sorpresa mayúscula.

Habían terminado en un gran espacio verde que se asemejaba a un parque europeo, con fuente de agua, bancas, un espacio de deportes, un pequeño edificio de dos plantas que podía servir de cualquier cosa, pero quedaba muy pequeña ante el edificio de cinco plantas que les daba la bienvenida, parecía un mini castillo en medio de un parque. Este factor seguía siendo menor al mirar más allá, incluso al mirar al cielo, podían ver barras divididas que se juntaban en el centro, haciendo aparentar que ellos estaban atrapados en una jaula de pájaro de un tamaño ridículo, poco a poco esto se hacía cada vez más surrealista.

"¿Dónde demonios estamos?" pregunto para mi misma en voz alta, esperando que algo me respondiera, cada vez tenia más dudas que respuestas.

"No entiendo nada, esto debe ser de estos sueños donde uno debe ser consciente por alguna razón. Vamos cerebro, crea una salida de esto y regrésame a mi cuarto, no importa que sea con el sargento gritándome en la cara" Lemy sabía perfectamente que esto no es un sueño, pero tampoco había razones lógicas para lo que estabamos viviendo, comprensible que viviera un estado de negación, por ahora debiamos mantener la calma y explorar este lugar para la búsqueda de una explicación.

"Oigan" alguien desde debajo de la colina les hablo, una figura femenina de largos cabellos rojizos que le llegaban hasta detrás de las rodillas, usando una camiseta de cuadros rojo con toques negros, unos jeans que parecían bastante viejos por agujeros en varias partes, por lo menos sus botas cafés de campo parecían limpias, aunque lo que más destacaba en ella, es la banda azul que tiene en su brazo derecho, con las letras blancas ´ONU´ "¿Están bien?"

"Deberíamos bajar, aunque esto está ligeramente empinado para ti" opino Lemy, mirando hacia abajo con duda.

"No lo sé, estas segu-¡¿Oye?! ¡Bajame!" sin mi autorización, Lemy me cargo en brazos como una princesa para empezar a bajar a colina usando una técnica bastante perfecta para alguien común, a pesar de ello, no evito que gritara por el miedo a caer y rodar de forma violenta. Con una herida tenía más que suficiente.

"Venga, eso fue divertido" sonrió Lemy, llevando sus brazos detrás de su cabeza una vez me dejo en tierra firme.

"Vuelve a hacerlo y te juro que sera lo ultimo que hagas" amenace con rabia. Sin notar que la pelirroja solo trabada de aguantarse unas risitas por la escena.

"Maricos, ustedes definitivamente son de las personas mas interesantes que conozco en esta bizarra situación" comento con una sonrisa. No supe que decir ante una completa extraña, podriamos tener alrededor la misma edad, pero tampoco que me encante iniciar una conversación.

"Cabo Lemy a sus órdenes, puedes contar conmigo en lo que sea" para mi sorpresa, Lemy saludo al estilo militar, antes de ofrecerle la mano a la chica "me sorprende encontrar a un casco azul en esta situación, espero no haya tenido ningún infortunio."

"Para nada, comprenderás que los secuestros para mi no son nada fuera de lo común, y no soy casco azul, simplemente soy una negociadora que esta con ellos" respondio la chica con una sonrisa incomoda, tratando de quitarle merito "igual, por saber reconocer el patrón de mi banda azul y ese saludo, debes pertenecer al ejercito ¿A qué rama eres si se puede saber? ¿Seal? ¿Fuerza Aerea?"

"Orgullosamente soy Marine de los Estados Unidos, y aunque me encanta romper las marcas dentro de mi escuadrón, creo que exageraron al darme el título del Marine definitivo."

Esta revelacion no paso desapercibida ante mi, esto no podia ser una coicidencia "¡¿Disculpa?! ¿Eres un talentoso?"

Lemy alzo una ceja "si, ¿Algo malo con ello?"

"Para nada, es solo que se me hace una gran coincidencia por el hecho de que yo tambien entro en esa categoría especial" aguantando la pena, me presento ante ambos de forma apropiada "Mi nombre es Liby, soy la analista definitiva, pero por favor, trátenme como a una persona normal."

"Yo no lo considerara tan raro, el resto con los que me topado tambien son talentosos…¡Ah, coño de la madre! No me presente con ustedes, lo siento" la pelirroja hizo el símbolo de amor y paz "Me llamo Wane, y soy la Peace Maker definitiva, espero crear una conexión amistosa con ambos en esta situación atípica. Un placer."

"Claro, ahora me suena tu nombre, eres la chica que logro un histórico tratado de paz en el conflicto de Israel y Palestina, muchas personas te agradecen ponerle fin a tal conflicto y dejar que las personas por fin descansen en paz" Lemy levanto su pulgar en señal de aprobación ante tal logro, aunque Wane solo se rasco la mejilla avergonzada, argumentando que hubo todo un equipo de trabajo para lograr la paz.

Wane decidió llevarlos a una zona donde podrían trata mi herida al tener un poco de experiencia en ello, dejaba que Lemy hiciera la parte social con Wane al técnicamente ser colegas de organismos de intervención y protección, yo tenia su mente trabajando mas en que es un hecho de que esto es un secuestro masivo, de que al parecer todos eran jóvenes talentosos que fueron traídos aquí a la fuerza con un propósito, con este brazalete como una garantía de algo. Por supuesto que el rescate de talentosos le costaría al gobierno billones de dólares a los secuestradores, sin embargo, por ese mismo motivo, de sus habilidades extraordinarias, ningún sentido era dejarlos sueltos por mas que tuvieran estos brazaletes, mas accesible era el dejarlos en esos cuartos simples con seguridad a todo momento, además la estructura de este lugar lucia muy irreal…algo estaba mal.

Wane nos llevo al pequeño edificio que al parecer era un complejo de habitaciones de dos pisos con escaleras metálicas, ocho habitaciones arriba y ocho abajo, siendo decorado por personajes en la parte superior de cada puerta que representaba a cada persona aquí, deduciendo por los dibujos pixelados el lado izquierdo es de las chicas y el derecho de los chicos, quedaba por sentado quien fuera les tenia preparado una larga estancia.

"Dios santo ¿Se encuentra bien?" al fondo del complejo deslumbraron dos figuras femeninas que son ligeramente mayores a mi y Wane. Una chica de pelo castaño largo con una evidente fe cristiana por la cruz dorada en su suerte morado con blando, mismo color que su falda y botas de tacón negro, siendo esta quien salió a su auxilio para revisar su herida, invadiendo su espacio personal.

Unos momentos después y a petición de la chica cristiana, llego la otra chica con vendas y otros objetos de curación que trajo de la enfermería del complejo, es rubia con algo de relleno pero nada que le dijera que tuviera algún síntoma de sobrepeso, usa un overol verde sobre una camisa blanca de cuello largo y sandalias de un verde claro.

"Gracias al cielo no es nada grave, al parecer esos psicópatas si lograron alcanzarte en esa loca prueba, pero no te preocupes, rezare por ti esta noche para que todo salga bien."

"Muy amable de tu parte, y gracias por la oración" sonrió medianamente, aun incomoda por el dolor del golpe, al menos la sangre ya se había limpiado de su rostro.

"Entonces podemos confirmar que a todos nos hicieron pasar por esa prueba y nos pusieron estas porquerías de brazalete, que puto fastidio" hablo Lemy con fastidio, esperando una respuesta de la chica rubia para sacar una conversación, pero ella se limitó a sonreírle.

"Oye, para ser un hombre deberías tener un mejor vocabulario" regaño la castaña a Lemy, por fin alejándose de mi y mi amado espacio personal "¿Qué clase de talento tendra un boca sucia como tú?"

"Relájate monja, no necesitamos ser tan hostiles en esta situación. Soy Lemy, el Marine definitivo."

"¿Has asesinado a alguien?" de repente el ambiente se tensó, al parecer a la chica religiosa no le causo ninguna gracia que Lemy fuera militar, y podía tener algunas teorías del porqué.

"B-basta" hablo tímidamente la rubia, aunque su voz sonaba ridículamente gruesa y por alguna razón se apretaba la camisa "no queremos otra situación…como la del otro chico, Lyra…mejor presentemos y déjemelos ir."

Acto seguido, prosiguió a presentarse "fui llamada como Liena…nombrada la botánica definitiva…cualquier duda de plantas que tengan, háganmelo saber…aunque dudo que les interese algo tan aburrido. Un honor conocerlos."

"Mucho gusto Liena, soy Liby, la analista definitiva. Llevémonos bien."

"Ustedes ya me conocen de antes" comento Wane con tranquilidad "vamos Lyra, sé que tienes tus ideales, pero sabes perfectamente que no es momento para pelear, además no has escuchado su historia."

La ahora conocida como Lyra miro a Wane con el ceño fruncido, antes de suspirar y dejar salir todo "Recibí el nombre de Lyra ante el nombre de Dios, sirviéndole como la compositora católica definitiva, espero oren para que el señor los reciba en el paraíso. Que la luz los acompañe hermano y hermanas."

"Con que una compositora y una botánica, vaya que empezamos a tener variedad, me alegra" comento Lemy, aunque Lyra le seguía mirando con mala cara. Yo simplemente me quede al margen mientras Wane preguntaba por los demás y si habían abierto el edificio principal, a lo que fue respondido de forma positiva, teniendo la impresión de que algunos ya estaban investigando para encontrar una salida.

El siguiente punto de visita fue la bodega que se encontraba detrás del edificio principal y al cual Wane quería revisar para ver si podían encontrar algo de utilidad, un gran almacén de color verdoso y puerta metálica de un tamaño considerable que podrías meter y par de camiones de carga adentro. Adentro estaba muy oscuro que apenas se podían observar forzando la vista las cientos de cajas de cartón ordenadas en diferentes estantes, tomaría mucho tiempo hacer un inventario de cada objeto aunque trabajáramos en equipo.

"¿Alguien entro? ¿Me pueden ayudar?" se escucho una voz masculina venir de un poco mas adentro. Lemy palpo las paredes hasta encontrar un apagador para prender las luces, solo para ver a un chico de pelo negro y chamara roja con capucha atrapado entre muchos objetos que debieron haberse caído sobre él, los tres no dudamos en ayudarlo a salir de su apuro, quien sabe cuánto tiempo estuvo allí atrapado.

El joven de corta estatura, miro al suelo "Gracias, ustedes fueron buenas personas…"

"Tranquilo hermano, siempre estoy para ayudar, y no mentir que me alegra ver a otro hombre, aunque no me molestaría ser el único aquí para tener mi harem" tal comentario de Lemy, le propino un fuerte golpe en la cabeza de cortesia mia y de Wane.

"Cada vez mi imagen de ti cae mas al abismo" dije con lastima, después para ver el estante donde cayeron las cajas "por los soportes que tienen, luce improbable que se logren caer aun con fuerza, debiste tener un ataque de mala suerte o algo así."

"Eh, es curioso considerando mi talento que no es talento" agrego el chico con pena "ustedes parecen de confianza y lo menos que puedo hacer es presentarme, Mi nombre es Roberto Junior, pero por favor, llámenme, Bobby Junior, o BJ, como gusten, ah…y al parecer soy el suertudo definitivo ¿Ridículo, verdad?"

"Suerte…" susurro extrañada "no me lo tomes a mal por favor, solo que dudo mucho que la suerte se considere un talento real. Por cierto, soy Liby, analista definitiva, un placer."

"Comparto el pensamiento, solo gane un estúpido sorteo contra otros millones de estudiantes, me siento fuera de lugar con tanta persona especial" admitió BJ caído, aunque literal termino en el suelo cuando Wane le dio una ´suave' palmada en la espalda para animarlo.

"Uh…lo siento, pero ningún chico puedo ser tan débil, te aseguro que podremos trabajar con tu talento de alguna manera BJ."

"Cierto, es nuestro deber ayudar a las chicas si algo sale mal, así que ten un poco mas de confianza en ti mismo hermano. Soy Lemy por cierto, el Marine definitivo."

BJ sonrió apenado, aceptando las manos de Wane y Lemy para levantarse "Gracias…"

"Yo no perdería mi tiempo con un pedazo de basura como el, poco lograra en este lugar" una voz se hizo presente en el lugar, proviniendo de un rincón oscuro donde la luz no llegaba a iluminar en lo absoluto, aunque por el cabello albino la hacia resaltar, por un segundo pense que era el sujeto de antes, sin embargo rápidamente descarto esto al ser una figura femenina y mucho mas pequeña que el otro sujeto, esta chica llevaba un suéter negro con un símbolo similar a un cuadrado amarillo en el centro, una falda con de rayas amarillas y blancas, botas con un patrón similar manteniendo el amarillo pero regresando al negro, aunque lo que mas destacaba son el uso de esos guantes negros con puntas amarillas en el dudo pulgar, la cual sostenía…¿De donde rayos consiguio eso?

"Oye, eso no fue muy lindo ¿Por qué no vienes a decirlo a nuestras caras, vampira?" desafío Lemy, pero la albina no se movió de su rincón.

"Eso es muy enriquecedor de alguien de que hace el macho pero parece su abuela que le escoge la ropa, lárgate y déjame sola."

Wane tuvo que detener a Lemy de ir a confrontarla "vamos Lupa, se que odias a socializar, sin embargo no es razón para insultar a personas que recién conoces, o dejar a BJ atrapado sin ayudarlo."

"Cada uno cubre su espalda aquí, y yo no confió en sus estúpidas mascaras sonrientes, solo quieren mi maldito nombre y talento para ubicarme. Mi nombre es Lupa, maestra de Voodo definitiva, ahora pueden largarse" se presento Lupa con voz amenazante, mientras los señalaba con aquel objeto que tenia en la mano, la cual solo yo pude identificar por la forma y el talento mencionado.

"Deberíamos seguir investigando, es claro que ella no quiere compañía, y dudo que use esa mano de mono para intenciones buenas" comento de manera seca mientras me daba la media vuelta para irme.

"¿¡Mano de mono?!" grito Lemy impresionado, para luego ver hacia aquellos ojos amarillos apagados, carentes de emociones. La sorpresa poco a poco dejo su rostro y tras un momento donde simplemente quedaron los dos, se fueron para dejar a Lupa sola.

Ya alejados de la bodega, BJ declino ir con ellos a investigar porque quería revisar su habitación y descansar un poco, Wane se ofreció acompañarlo para que no estuviera solo en el viaje y evitar que fuera atacado, dejandome a mi y a Lemy la investigación del edificio principal que por alguna razón solo se podría entrar desde la puerta principal y no las otras dos alternas. Al entrar, vieron un lugar hermoso decorado al detalle y pulido hasta en los detalles más finos, parecía pertenecer a uno de esos institutos más finos del país por lo menos, aunque los accesos a la segunda planta se encontraban bloqueados por murallas de metal.

"¡Whoa! ¡Eso fue increíble!"

"Y eso que no has visto nada, tabla"

Rumbo al pasillo derecho, se encontraban otras dos figuras femeninas, una mas alta y mas dotada en todos los aspectos físicos que la otra, siendo la primera la que más me llamo la atención, compartiamos una estructura frontal dental similar, sin contar de la heterocromía siendo lo más peculiar hasta ahora. Aquella chica tan similar era una castaña que ataba su cabello en cola de caballo, la ropa consistía en una blusa blanca sin mangas que apenas podía sostener la presión de aquellos pechos con un botón frontal en forma de flor, una blusa morada oscura con medias largas negras y botas de tacón gris, al parecer estaba haciendo el truco de la moneda tras la oreja, un truco barato que dejaba a la otra chica en sorpresa total. Mencionando de la otra chica, al igual que Liena usaba un overol sobre una camisa solo que el overol es de color rojo y la camisa naranja, pelo castaño mucho mas claro amarrado en forma de tomate, usaba lentes que destacaban ligeramente sus pecas en las mejillas, usaba una bufanda naranja para tapar su cuello, calcetas largas de rayas horizontales rojas y blancas con crocs cafés oscuros.

"Genial, tenemos a una maga con nosotros, nos puede ser útil" comento Lemy con intriga, mientras miraba el acto al acercase.

"Espero que estés informado que la magia y el ilusionismo solo son un par de habilidades visuales con habilidad que no son reales, todo tiene su explicación—" me detuve de golpe a casi tener un carta de cuatro de corazones en el rostro, además de la mirada intrigada de chica alta.

"Vaya, jamás pensé conocer a otra persona que compartiera los mismos dientes que yo, una lastima para ti en verdad, otras partes tuyas en verdad necesitan un crecimiento urgente" al notar su mirada en mi pecho, me cubri a la vez que me enrojecí por como odiaba lo chistes de tablas, causando la risa de esta chica "tranquila, por lo que escuché lo que falta ahí lo tienes en el cerebro, aunque no me importa hacer esa lógica tuya caerse en pedazos ante el poder de la gran Lois, la ilusionista definitiva."

La mejor forma de describir mi expresion es de una expresión de poker ante tal afirmación tan…¿Ridícula? ¿Qué clase de gente habían secuestrado?

Por el contrario, Lemy pareció tomarlo con relativa normalidad "cool, escuche que los talentosos con ese tipo de habilidades tiene shows en las partes más importantes del entrenamiento, advino ¿Paris? ¿Tokio? ¿Nueva York?"

"Las Vegas, aun no tengo los horarios estelares pero trabajo en ello, Mhh…" Lois analizo a Lemy de arriba abajo "no eres como el papucho directo a la yugular de pelo largo, pero definitivamente eres más atractivo que el suertudo y el mecánico juntos, te dejare en segunda opción."

"¡No es justo, Lois!" interrumpió la chica de lentes con un puchero "se supone que yo sería la segunda opción para obtener el asiento a primera fila en tu show."

"¿Dije eso? Puede que haya mentido" al ver las lagrimas casi salir, Lois sonrió burlonamente "tranquila Lynn, esa opción es para otro apartado, ese sitio no te lo quita nadie."

La extraña dinámica me dejo a mi y a Lemy con un gigante signo imaginario de interrogación sobre sus cabezas.

"Ahora yo quiero hacer mi presentación…" la chica de lentes dejo de lado a Lois, poniéndose al frente del dúo, inclinándose ligeramente hacia adelante a la vez que hacia un amague de tener un arma guardada en su costado, muy al estilo de los samurái "la guerrera que es capaz de cortar el pétalo de sakura con una hoja del aire de mi alma, protectora de los inocentes en este plano terrenal, ¡No teman más están en presencia de Lynn Victory III, la espadachín definitiva!"

La presentación sorprendió, lo hizo en el aspecto de la falta de sentido del ridículo que tenía Lynn III para realizar estas presentaciones tan melodramáticas dignas de una competencias de cosplayer, empeorando la situación de ella, por la expresión de Lois de resignación, no es la primera vez que se presenta de esta manera.

"Liby, analista definitiva."

"Lemy, Marine definitivo."

"Asombroso, escuchen par de vírgenes, estoy seguro de que Lynn estaría encantada de contarles la gran razón de porque no tiene una espada con ella en este momento, lamentablemente, estoy seguro de que ella quiere que continúe con mi show de magia y ustedes con su cita" la provocación de Lois solo funciono para volver a activar el modo fan de Lynn III por ver mas magia, por nuestra parte, Lemy y yo no ocuparan otro incentivo para largarse de ahí antes de que la situación se tornara más incómoda.

Continuaron por el pasillo buscando algo mas que investigar, lo cual los llevo a un cuarto que asemejaba a un salón de clases dejado a la suerte en la naturaleza con muchas vegetación, asientos de escuela comunes y corrientes ordenados de cara a un pizarrón electrónico que solo mostraba señal estática, lo que atrajo mi interes fue la cantidad de cámaras que había en una habitación que no tenia nada de especial, imposible encontrar un punto ciego, es muy probable que los estén vigilando en vivo. Otro detalle fue que al mover uno de los asientos, Lemy encontró un par de monedas de oro falso con una imagen peculiar, una especie de pájaro bicolor señalando hacia adelante con una de sus alas, y en la parte trasera solo venia un numero uno escrito romano dentro de un ojo, podría ser una pista importante, o simplemente una broma sin gracia, igual se quedaría con las monedas. Al terminar de investigar, recuerdo salir primero por la puerta del salón para seguir con la exploración, aunque de la nada algo me tiro al suelo con violencia, sintiendo como si me hubieran tacleado un jugador de futbol amaericano.

"¡¿Liby?! Expresa sonidos de dolor para confirmar que estas viva" exclamo Lemy al arrodillarse y tratar de levantarme, definitivamente no estaba teniendo un buen día, aunque deseria regresar con para tener ese tipo de dias.

"Ah, ah, ah" se quejo una figura a un par de metros detrás suyo, la bala humana resulto ser otra chica, de un pelo castaño solo que con tono grisáceo atado en una cola de caballo, usando una camisa deportiva de blanca con las mangas rojas además del relleno de ese número dos que cubría el centro de la camisa, shorts de un rojo mas claro, calcetas blancas con rayas horizontales naranjas en parte alta, usando unos tenis Nike de color negro. Ella rodo en el piso para verlos.

"Deberías trabajar en tu reacción de atrapada, aunque por lo que veo no eres alguien que entrene mucho, igual, gracias por amortiguar mi caída numero ocho" sonrió de manera dulce, para levantarse de golpe del suelo sin ningún tipo de apoyo.

"Lo tendré en cuenta para no morir pronto, agradezco el consejo" susurro algo molesta, apoyándome en Lemy para volver a estar de pie.

"¿Qué logro lanzarte de esa manera tan brusca? Parecía que fueras expulsada de un cañón, por cierto, buen movimiento de levantamiento. Me llamo Lemy, el Marine definitivo a tus servicios, y la chica colchón es Liby, analista definitiva" el chico ofreció su puño, aunque la chica de manera peculiar choco la mano con su puño de forma amistosa, para luego hacer lo mismo conmigo.

"Un placer conocerlos, aunque hubiera sido mejor en otras circunstancias. Mi nombre es Lacy, soy la luchadora definitiva, ojalá podamos ser amigos tras escapar de aquí para vivir aventuras juntos" se presentó Lacy con alegría, como si no estuviera consiente que estuviera secuestra o que tenga un brazalete que la puede matar en cualquier segundo "y lo que me lanzo de esa forma, fue ella"

Lacy señalo hacia el final del pasillo, donde estaba otro pasillo al segundo piso bloqueado por la pared metal, recargada sobre ella se encontraba una figura intimidante que su pura aura te decía que te alejaras, apenas podía ver su cabello naranja sobre ese gorro de invierno con un oso sonriente, tenia sus manos en los bolsillos de su suéter marrón abierto, debajo de una camisa tinta, pantalones verdes claros, y por alguna razón, estaba descalza. Lo sorprende de esto, es que ella fuera capaz de lanzar un cuerpo humano con tal fuerza desde tal distancia, al menos unos treinta metros.

"Recomendación de una amiga, ni intenten hablar con ella, apenas si le pude sacar su nombre y talento cuando me reconoció al tocarle su gorro. Demonios, tan sobrada que esta que ni siquiera saca sus manos de sus bolsillos para enfrentarme, no tenia un reto tan grande desde que me enfrente a mi maestro para entrar a WWE, estoy encendida."

"Espera, espera" la detuve con mi mano en su hombre "antes que vayas por otro intento de suicidio, puedes decirnos el nombre y el talento de ella, por favor."

"¿Y como te lanzo sin usar las manos con tal fuerza?" agrego a la duda Lemy.

Lacy asintió con una sonrisa "su nombre es Laika, y su talento es la sobreviviente definitiva, lo que deja entrever lo que tuvo que vivir para tener tal talento, y sobre el lanzamiento, me colgué en uno de sus brazos solo para que ella empezara a girar con fuerza, la gravedad hizo el resto" por su felicidad ante esto último, estaba claro que seguiría intentando su propio desafío hasta las últimas consecuencias, por lo que no quedo mas que desearle suerte y seguir con su camino a donde Lacy nos indico que estaba la cafetería.

Tras dejar atrás a la luchadora con la sobreviviente, llegamos en breve a la entrada de la cafetería, una gran puerta en forma circular de color blanco oscuro los recibió, donde solo hacia falta empujar para entrar sin necesidad de perrilla, al entrar notaron lo grande del cuarto, un amarillo patito que decoraba las paredes con unas largas mesas que eran suficiente para sentar a unas veinte personas sin ningún problema, y por lo que alcanzaban al ver al fondo, la cocina lucia en perfecta condiciones. Dejando de lado los detalles materiales, notaron que otras tres personas estaban sentadas en la mesa, una chica de tez morena y cabello negro, que por su complexión luce ser alguien alta, con solo una visible blusa verde con el dibujo de un gato robot. Escuchando lo que esta chica estaba hablando, esta un chico de piel mas oscura y de rastas, solo vistiendo una camisa interior de color gris con jeans negros y por alguna razón usaba sandalias, este sujeto podría vestir raro, aunque se veía que hacia el esfuerzo de seguirle la corriente a la chica alta, cuando evidentemente el tema no era de sus favoritos, no como la tercera chica. Alguien mas bajita de cabello castaño corto y con perforaciones en su oreja derecha, vistiendo lo que parecía un uniforme de escuela privada, destacando esos guantes rojos de matona, ella simplemente tenía la cabeza acostada sombre sus brazos, como si tratara de dormir y pasar de lo que esta sucediendo al lado suyo.

"Hola chicos, esperamos no interrumpirlos en su plática, solo queríamos presentarnos y saber si de casualidad han encontrado algo importante que nos indique en donde estamos" me acerque, llevando mi mano al pecho para presentarse con la mejor sonrisa que pudiera mostrar tras conocer a tanta gente peculiar "mi nombre es Liby, la analista definitiva, y el chico a mi lado es Lemy, el Marine definitivo, es un placer conocerlos."

"Oye, Libs, yo me puedo presentar solo" comento Lemy con gracia, solo para que lo jalara de la playera.

"Nada. De. Apodos" susurro amenazante, aunque a la mayoría le hubiera intimidado tal mirada de asesina serial, Lemy se mantuvo como si nada, solo sacandome lengua.

"¡Asombroso! ¡De casualidad alguno de ustedes a jugado monstruos y cohetes X?! ¡¿Si o no?! ¿¡Quieren jugarlo?! ¡Ustedes digan y les presto mi copia ahora mismo?!" la chica larga se inclino lo mas que pudo hacia el otro lado la mesa para gritar un montón de cosas que ninguno comprendió, fue hasta que se le acabo el aliento para tener un momento de respiro, menos para ella, quien sabrá los dioses como le hizo para terminar de caerse de cara tras perder fuerza en sus brazos.

"Bendito sea el infierno…" susurro la chica de uniforme, levantando ligeramente la cabeza y entreabriendo los ojos con fastidio.

"Sepan disculparla, notaran que ella es muy energética al punto de terminar lastimándose sola, aunque agradezco el gesto de venir a presentarse como gente normal, este lugar esta repleto de raros" agrego el chico de rastas de mientras se rascaba la nuca, a la vez que daba la vuelta la mesa y ofrecer la mano "soy Gordon, solo Gordon, el mecánico definitivo, tal vez ahora no, pero cuando tenga alguna maquina con necesidad de un cuidado, vengan a mi taller del mejor, les prometo darle un descuento."

"Y yo soy Stellar974, aunque mi nombre en este mundo plano es de Darna, los videojuegos son el máximo logro en la historia de la humanidad y merecen tener el máximo respeto cueste lo que cueste, por algo el jefe me dio el titulo de la gamer definitiva, ¿Oigan, podemos jugar un Smash después?"

"Eh…primero quiero ver como podemos escapar de aquí, aunque considerare tu oferta para después" respondo con un poco de sudor pasando por mi nuca, sin saber que agregar sin considerarlo insultante.

Por otro lado, Lemy se tomo la libertad para acercarse por la espalda a la chica castaña "¿Y quien eres tú, bella durmiente?"

En una fracción de segundo al tratar de sacudirla por su hombro, sintió un instinto de ataque fuerte, la muñeca de Lemy fue tomada por la chica con la intención de derribarlo contra la mesa, reacciono plantándose fuerte sobre el suelo con sus pies, para luego romper el agarre con un golpe con su otro brazo en la zona de la axila de la chica, terminando con un intercambio de golpe entre ellos, con una mano atrapando el puño del otro, dejándolos frente a frente.

"Oh, nada mal ¿Qué clase de arte marcial practicas?" pregunto la chica de manera socarrona, manteniendo la aplicación de fuerza en sus brazos.

Lemy respondio con la misma expresión "un arte especial para militares, no por nada mi general me pidió pelear con una costilla en pleno campo de entrenamiento."

"Oigan, oigan, guarden esas energías para romper cuellos contra quienes nos secuestraron, no entre nosotros" Gordon los separo a la vez que les increpaba ambos, aunque su regaño paso por odios sordos.

"Poco importa, ya eres uno de los pocos que tengo en la mira para el futuro Lemy, trabaja duro y tal vez te lance una oferta."

"¿Por qué aceptaría trabajar contigo? Quitando el hecho de que puedo practicar pelea contra una chica linda" ante la pregunta, la chica llevo su pulgar abajo del pecho, orgullosa.

"Dudo que quieras declinar una oferta para trabajar conmigo, soy la jefa de cierta sociedad importante en el mundo, por el momento puedes llamarme Gwen, la gánster definitiva. Espero hagan un buen esfuerzo para no morir en este hoyo."

"El sentimiento es mutuo, Gwen, solo recuerdo claramente quienes dicen tales provocaciones sobre la muerte, son los primeros en morir" aclaro de forma seca, expresando de manera clara que la primera impresión de Gwen en ella fue pobre, sin embargo, había algo mas que la molestaba desde las entrañas sobre su talento.

Atención por favor, a todos los estudiantes, favor de reunirse en la cancha de deportes en el ala este del primer edificio, se le hará un anuncio de suma importancia sobre la situación actual, esperando resolver sus preguntas. Espero su colaboración o de lo contrario podrían sufrir dolorosas consecuencias…buena tarde.

Por algún alto parlante, la voz de alguien extremadamente educado quería reunirlos a todos a la brevedad posible, muchos escenarios podían pasar ahora en adelante siendo la única aliviada de este llamado la gamer, pues quedaba totalmente fuera de lugar en una situación hostil, por lo que fue comprensible su prisa por irse sin antes invitarlos a seguirla. Gwen se encogió de hombros con una expresión de fastidio, a la vez que Gordon se fue en silencio con su dosis de distancia, Lemy lo seguía por detrás aunque se detuvo al notar que me mantenía en ahi parada.

"¿Vienes?"

"En un segundo, quiero revisar algo rápidamente, los alcanzo en un momento" aclaro con calma para mirar al fondo de la cocina, a lo cual Lemy simplemente mantuvo la mirada, antes de aceptar y dejarla sola en la cocina, o eso creía.

"Ya estamos solas, si intentas hacer una aparición de villana de Disney, tu estatura no ayuda en lo absoluto" ante mi amenaza, una pequeña sombra salió de la cocina, una rubia enana con un peinado ridículo en su punto de vista, tambien vestida de uniforme al igual que la Gwen, solo que el de la enana tenia una estampilla dorada en forma de escudo en el lado izquierdo del pecho, además de ese collar con el signo de libra esterlina que te gritaba en la cara ´hola, soy soberbia por tener plata´ falda rosa oscuro con unos zapatos formales de tacón bajo de rosa claro.

"Eres muy cruel chica, yo solo quería presentarme con la única persona que se nota que tiene cerebro entre quienes estaban aquí, aunque confirmo que el rumor de que los analíticos son tan fríos como el corazón de político. Solo vengo a dejar algo en claro, analista" al estar frente a frente, o mejor dicho, muslo a frente, la enana se presento "si tienes alguna de esas monedas raras con la cara de cuervo, no dudes en intercambiarlas conmigo, te aseguro que con Leia, la negociadora definitiva, tendrás un trato excelente."

"Gracias por la oferta" sonrió de manera forzada "pero lamentablemente no tengo conmigo alguna de esa monedas que tanto te interesas, igual, ¿Para que te importan tal cantidad basura?"

Leia paso de ella, caminando hacia la puerta "ninguna moneda esta hecha en vano, y te puedo asegurar que en cierto punto, tu y yo nos sentaremos en la mesa de negocios. Espero ese momento a donde toques a mi puerta."

Simplemente me mantuvo en silencio en su lugar, viendo como Leia empujo la puerta para ver a Lemy recargado al costado de brazos cruzados, atento a lo que pudiera pasa, ambos se miraron por unos segundos hasta que Leia le guiño un ojo para retirarse. Al llegar a su lado, ruedo los ojos en señal de fastidio sin más, para invitarlo a seguirla al lugar de llamado, en donde de seguro obtendrían repuestas. El lugar de reunión parecía mucho al salón de clases post apocalíptico, con la única diferencia que es una cancha de basquetbol de piso con maleza saliendo con de las grietas, las canasta se encontraban en buen estado por el contrario, podio enfrente de todos con un logo muy extraño que jamás había visto, algo tambien a destacar es como las ventanas aquí tambien están bloqueadas a cualquier luz exterior. Todos a quienes habían conocido ya estaban reunidos aquí, murmurando entre si las posibilidades, desde las lógicas hasta las más bizarras.

"Con Liby y Lemy ya somos todos, así que pueden guardar silencio para que lo que nos haya secuestrado nos pueda hablar de una vez" hablo con autoridad una chica de pelo rubio largo con expresión neutra, usando una camisa azul oscura de mangas y unos pants grises. Peculiar que supiera sus nombres si jamás se habían visto.

"¿Chica, quien te nombro jefe para dar órdenes?" pregunto Lemy con duda falsa, tratando de ´recordar´ ese momento.

"En primer lugar, soy chico imbécil" entenderán que muchos presentes no esperaban esta respuesta "y solo aplico el sentido común…ah, claro, necesito presentarme por tonterías de ubicación y moral, Lyle, sin idea de cual es mi talento, ¿Podemos enfocarnos en lo principal ahora?"

"Espera, como—"

Bienvenidos, estudiantes que pronto se transformaran en la esperanza del mundo.

Algo me interrumpió antes de preguntar de la supuesta falta de talento de Lyle, ahora todas las miradas están en el podio, donde de la nada salió volando un cuervo que dio varias vueltas sobre nuestras cabezas, antes de aterrizar de manera agraciada enfrente de todos, algo que traía memorias de todos es el diseño bicolor del cuervo, blanco y negro con un ojo rasgado rojo, como aquellos hombres de casco de oso. Solo que esta entidad, como decirlo, había algo fuera de lo común, el aura que emitía es muy densa.

Les doy la bienvenida su excursión de la muerte, donde sus talentos se podrán al limite por el bien de la humanidad ¿No es emocionante?

Aquel anuncio, fue el inicio de una pesadilla…creo que me tomare un descanso de escribir estas memorias, aún tengo escalofríos. Escribire después querido diario.