Bleach y sus personajes pertenecen a Tite Kube
Semana Ichiruki
Comandante Kuchiki
Me encontraba hablando con mi prometida Orihime a quien podía escuchar a través de la bocina llorando porque ya había sobrepasado el tiempo en el que debería haber regresado a casa.
"Cálmate Orihime por favor – le digo con toda la paciencia y delicadeza del mundo - sabes que no tengo control sobre lo que sucede en las misiones mientras que no acabemos con el cabecilla de esta célula no podre volver a casa.
Escucho como empieza nuevamente a llorar mientras me dice una y otra vez que me extraña y que me necesita cuando de repente entra uno de mis subordinados y me interrumpe
"Teniente Coronel, señor..." se detiene el cabo mientras recobra el aliento.
"Espera un momento Orihime – tapo la bocina del teléfono - tranquilícese cabo y dígame que esta sucediendo" le ordeno.
"Lo siento señor, Teniente Coronel señor se trata del escuadrón del Comandante Kuchiki".
"Un momento cabo – lo siento Orihime pero tengo que colgar y me despido sin darle tiempo a que ella lo haga – ahora dígame que pasa con el escuadrón del Comandante Kuchiki".
"Teniente Coronel señor perdimos contacto con el escuadrón de Comandante " me informa.
"Que perdimos contacto, cuando demonios perdimos el contacto" le pregunto como si él supiera la respuesta, el cabo solo me contesta "No lo sé señor".
Y con eso salgo a buscar al jefe de comunicaciones quien me informa que el último contacto con el Comandante Kuchiki fue a las 0700 horas del día de hoy y que en el transcurso de la mañana se ha intentado establecer contacto con el escuadrón sin obtener ninguna respuesta, maldigo "cabo – le grito – vaya y busque al Sargento Ishida y dígale que reúna un equipo de búsqueda vamos a recuperar a los nuestros, en 10 los quiero aquí" le ordeno mientras me dirijo a mi carpa – Maldita enana más vale que tu y todo mi maldito escuadrón se encuentren bien pienso para mi.
Me encuentro con el Sargento en las afueras de la carpa de comunicaciones, quien ha traído consigo a un grupo de 5 de sus mejores hombres "Sargento Ishida lo dejo a cargo mientras voy a recuperar al Comandante Kuchiki y al resto de nuestros hombres" lo veo asentir y así partimos al punto donde se les ubico por última vez.
Montamos el blindado y nos dirigimos al punto indicado y al llegar allí veo el despliegue de fuerza que se uso en el lugar, junto a una serie de cuerpos pertenecientes a la célula terrorista que estamos cazando, no identifico entre ellos ningún cuerpo perteneciente a los nuestros lo que no garantiza que hayan salidos ilesos de tal situación.
Doy indicaciones para verificar bien el terreno y buscar alguna pista que nos lleve hacia los nuestros cuando uno de los soldados nos avisa sobre una serie de huellas de vehículos y de pisadas que se despliegan en diversas direcciones, maldigo para mis adentros.
Me comunico con Ishida y le doy las posibles coordenadas donde se dirigió el vehículo y le ordeno que busque con ayuda de nuestros satélites posibles movimientos vehiculares sobre las coordenadas que le indique, luego me dirijo a los mios y les ordeno desplegarnos en grupos de dos para cubrir el terreno donde las huellas se dirigen aún a riesgo de caer en una trampa.
Alrededor de una hora después recibo información de Ishida indicándome las coordenadas de un vehículo que salio del punto donde se ubico por última vez al Comandante Kuchiki, le agradezco y continuamos con nuestra búsqueda cuando somos emboscados el cabo mayor y yo.
"Alto ahí no se muevan o se mueren aquí mismo – nos ordena – no traten de hacer nada estúpido pues están rodeados un paso en falso y una bala acabara con sus vidas, estamos claros – el cabo mayor y yo asentimos – bien, suelten sus armas y dense la vuelta muy despacio".
Con la mirada le ordeno al cabo mayor que haga lo que dicen y cuando volteamos me encuentro con nada más y nada menos con uno de mis hombres "Sargento segundo Abarai es usted" le pregunto
"Teniente Coronel Kurosaki gracias a Dios es usted" me dice evidentemente aliviado.
Luego salen 4 más de mis hombre de sus puntos estratégicos y me informan de la situación, fue una emboscada comandada por nuestro contacto quien resulto ser uno de los integrantes del grupo terrorista.
"¿Donde esta el resto de los hombres?" le pregunto.
"Nos separamos señor, la Comandante Kuchiki nos ordeno desplegarnos una vez que empezaron con el ataque, ella se quedo al frente cubriéndonos las espaldas mientras nos posicionábamos para replegar las fuerzas terroristas señor" me explica el Sargento Abarai.
Cuando estoy a punto de preguntarle que paso con Kuchiki se acercan a nosotros los hombres que me acompañaron junto con el resto de los hombres que venimos a buscar pero entre ellos no se encuentra la Comandante "Maldita enana sera mejor que no hayas hecho ninguna tontería" pienso para mi.
Me comunico de inmediato con Ishida para que envié otro vehículo para que se lleven a los hombres del Comandante mientras yo y los otros nos dirigimos a las coordenadas donde posiblemente retienen a Kuchiki.
Una vez que el vehículo llega le ordeno a los que me acompañaron en la búsqueda que continuemos pero soy detenido por Abarai y algunos de los otros hombre que no resultaron heridos en la emboscada pidiendo permiso para acompañarnos a rescatar a su Comandante, no tengo tiempo para discutir con ellos además la determinación que veo en ellos para rescatar a Kuchiki es suficiente para aceptar que nos acompañen.
Al irnos aproximando a nuestro objetivo el vehículo es atacado por lo que me vi en la necesidad de usar la misma táctica usada por Kuchiki, desplegar a los mios mientras yo le cubría las espaldas, fue una batalla dura pero pudimos resistir y acabar con ellos con pocos heridos en el proceso, ordene a los mios tomar la ropa de los rebeldes y el vehículo y retomamos nuestro camino.
Pasamos varios puntos de control sin ningún problema y cuando nos adentramos en su territorio les ordene a los mios como debían desplegarse y que acciones tomar mientras yo trataba de localizar a Kuchuki, les indique que si en una hora ni kuchiki ni yo hemos aparecido dieran inicio al ataque y volvieran a la base.
Mientras ellos iban a tomar sus posiciones, yo me dirigí a indagar en todos los sitios visibles posible pero no había señal alguna de Kuchiki hasta que oí a uno de los rebeldes hablar sobre la mujer que tenían en su poder, hablaban que era una perra dura que le había dado unos buenos golpes a los suyos pero que su suerte se había acabado que con lo que le estaban haciendo de seguro hablaría.
Una ira como nunca antes había sentido se adueño de mi, así que seguí al hombre que de seguro sabia donde estaba Rukia y en cuanto tuve la oportunidad lo lleve conmigo, el tipo hablo rápido y en cuanto tuve la información que necesitaba me deshice de él
La tenían en una especie de bunker así que me dirigí allí y cuando vi que los que custodiaban la entrada no me la iban a poner fácil los mate allí mismo sin titubeo alguno, entre y baje hasta donde la tenían al llegar hubo más hombres que obstaculizaban mi camino pero me deshice de todos ellos hasta llegar a mi objetivo Rukia.
La tenían maniatada y estaba golpeada y desangrándose debido a las heridas que le estaba causando su torturador quien para mi mayor satisfacción era el hombre al que estábamos buscando. La ira me nublo la mente y sin contemplación alguna tome los mismos cuchillos que estaba usando para torturar a Rukia y ahí mismo lo degollé.
Cuando termine con él me acerque a ella, quien increíblemente estaba todavía consciente "Maldita enana que hace falta para sacarte del juego" le digo mientras la desataba y la tomaba entre mis brazos.
"Idiota porque demonios tardaste tanto, creí que iba a morir sin patear tu trasero una vez más" me dice con una media sonrisa, entonces como si hubiera esperado a que yo llegara cae inconsciente.
Me desespero porque se que ha perdido mucha sangre por lo menos en el exterior no se que tan graves serán sus heridas internas además de que quedan menos de diez minutos para que mis hombres lancen el ataque, como puedo salgo del bunker y me dirijo al primer vehículo que pueda tomar pero en el camino soy interceptado por un par de rebeldes y cuando pensaba que no había nada que hacer ambos caen al suelo con sendos disparos en sus cabezas.
Acelero mis pasos y monto a Kuchiki en un camión y arranco justo en el momento que mis hombres lanzan el ataque, como puedo maniobro entre tantas balas y escombros cayendo por todos lados y me alejo del campamento enemigo recogiendo en el camino a mis hombres sin embargo a pesar de que acabamos por fin con el terrorista que teníamos tiempo siguiendo, Abarai me informa que el pulso de Kuchiki casi no se siente.
Acelero todo lo que puedo "maldita sea Rukia no me hagas eso, tu no, de todas las personas tu no me puedes dejar" y con esos pensamientos llegamos a la base, bajo del camión y tomo rápidamente a Rukia en mis brazos y la llevo hasta la enfermería donde una vez que la han logrado estabilizar me informan que debe ser trasladada de inmediato a un hospital.
Le ordeno a Ishida que solicite un helicóptero con carácter de urgencia mientras yo me quedo con ella, mientras estoy allí la observo sigue tan hermosa como siempre a pesar de los golpes que tiene, de hecho esos golpes a mis ojos la hacen aún más hermosa porque sé que pateo todos y cada uno de los traseros que osaron ponerle las manos encima.
No sé que paso solo sé que un momento la estaba mirando y al otro besaba sus labios, se que eso esta mal pues tengo un persona en casa esperando mi regreso pero no pude evitarlo Rukia se ha vuelto una persona muy importante para mi y no lo digo militarmente hablando, al verla allí postrada me doy cuenta que lo único que quiero es protegerla y estar con ella por el resto de mi vida.
Ishida me saca de mis pensamientos y me informa que ya ha sido desplegada una unidad aérea para trasladar a Kuchiki al hospital más cercano, asiento y le solicito que la acompañe y me mantenga informado de su estado.
Me alejo de Rukia con mi cabeza y mi corazón lleno de dudas y me dirijo a ver a los hombres que fueron heridos durante la emboscada y a solicitarle al resto un informe detallado de lo sucedido. Mientras me alejo de la unidad de enfermería aterriza el helicóptero que trasladara a Rukia a un hospital.
No quiero mirar porque si lo hago estoy seguro que bajaría a Ishida del helicóptero y me iría yo con ella, así que continuo mi camino tratándola como un soldado más y convenciéndome que eso es lo correcto y que no puedo dejar a mi unidad solo por ir tras Rukia, además debo informar a nuestros superiores de la muerte del hombre que perseguíamos.
Una vez informada la situación se nos ordeno que destruyéramos los campamentos que hubieran quedado en el aérea, así que empecé a desplegar a mis hombres para terminar con todo esto de una maldita vez y poder ir a ver a Rukia al hospital. La operación fue exitosa y a las 0800 del día siguiente ya tenía a mis hombres embarcados para su traslado a casa, yo por mi parte tome rumbo al hospital donde se encontraba Rukia por lo que poco que me informo Ishida su estado era delicado.
Cuando llegue al hospital releve a Ishida y le informe que ya la operación había finalizado y que podría regresar a casa, como ambos vivíamos en la misma ciudad él me dijo que me esperaría así que alquilo un par de habitaciones hasta tener seguridad que podríamos trasladar a Rukia con nosotros sin ningún problema.
Mientras estuve allí hable con el doctor de Rukia quien me informo que tuvo que realizarle una operación de emergencia debido a un sagrado interno el cual fue detectado a tiempo y si todo iba bien no dejaría ningún secuela. Me dijo que Rukia era una mujer muy fuerte que las heridas que recibió era para que ya no estuviera en este mundo y por como progresaba en su recuperación lo mas probable es que podríamos trasladarla muy pronto. Le agradezco y le pregunto si puedo pasar a verla, él asiente pero me dice que solo podría estar con ella veinte minutos pues necesitaba descansar.
Al entrar a la habitación pude notar la cantidad de cables que la rodeaban lo que la hacían ver aún más vulnerable, nada que ver con la enana violenta que me hizo la vida imposible durante toda la operación, al lado de su cama hay una silla me siento y tomo una de sus manos "Enana más te vale salir de esta y mejorar pronto, ya quiero irme de este lugar de mierda".
"Que pasa fresa un terreno demasiado rudo para tu gusto" la oigo susurrar por lo que volteo a verla y allí están ese par de ojos violetas que me hipnotizaron desde el primer momento en que los vi.
"Cállate enana no necesito de tu sarcasmo en estos momentos" le digo.
"¿Ah no? entonces Kurosaki kun que es lo que necesitas" me pregunta con esa vocesita que tanto odio.
Continuo mirando sus ojos cuando me hace esa pregunta "Esto" le digo y entonces tomo su rostro entre mis manos y me acerco lentamente a sus labios dándole tiempo para que voltee su cara pero no lo hace en cambio sus ojos siguen fijos en los mios desafiandome mientras yo me convenzo que solo quiero probar sus labios una vez más, solo una vez más y estando ella consciente, que el anterior no cuenta así que cuando mis labios rozan los suyos todo desaparece a mi alrededor, poco a poco voy profundizando el beso y cuando mi lengua lame sus labios pidiéndole acceso a su boca y ella me lo otorga, ya no hay duda dentro de mi, tengo que parar no puedo volverla a besar, me prometo que esta es la última vez y con ese pensamiento me dispongo a disfrutar la calidez de sus labios, de su boca, de su lengua, de lo que ella me hace sentir, me doy permiso de perderme en sus labios, de tragarme su pequeño gemido antes de volver a la realidad, de volver a casa, de volver con Inoue.
Me separo de ella y al ver su rostro sus ojos siguen cerrados como disfrutando los últimos vestigios de un beso que no volverá a repetirse, cuando abre los ojos ella me mira fijamente "Es hora de que vuelva a casa Teniente Coronel Kurosaki su familia lo esta esperando – y cuando la iba a interrumpir ella simplemente niega con la cabeza y continua – no los haga esperar más y menos por mi, le aseguro que le haré saber cuando haya salido de aquí, ahora vaya y regrese con los suyos y despídame del Sargento Ishida, hasta luego Teniente Coronel cuídese".
Y como si lo hubiera planeado en el momento en que iba a replicarle entra una enfermera para informarme que debía salir que la paciente necesitaba descansar, asiento y me despido de ella sabiendo que cuando saliera de esa habitación no volvería a verla más hasta que una operación nos volviera a unir.
Llego al hotel donde esta Ishida y le informo que esa misma noche partiriamos, no comenta nada al respecto solo asiente y a eso de las 20:00 horas ya nos encontrábamos montando en el avión.
A las 0700 horas del día siguiente aterrizamos en el aeropuerto de Tokio pero al llegar allí siento que todo cambio, mi cuerpo esta allí pero mi mente y mi corazón se encuentran con ella.
Seis meses después...
Ha pasado el tiempo desde que la vi por última vez y cada maldito día la he extrañado hasta que, oigo esa voz que tanto odio.
"Ohhh Kurosaki kun no sabía que me habías extrañado hasta el punto de venir a este lugar olvidado de Dios a hacerme compañía".
"Cállate enana y deja esa maldita voz quieres – la oigo resoplar y voltear los ojos – y para tu información no vengo aquí a hacerte compañía por lo que he visto hasta ahora lo que vengo es hacer de niñera".
"¡QUEEEEEEE! - le oigo gritarme y al mismo tiempo siento un fuerte dolor en mi espinilla – que te has creído fresa no me hagas usarte de señuelo para atraer al enemigo así que retráctate ahora mismo de esas palabras".
"Maldita enana por que me pegas – le grito mientras me froto mi espinilla – y no me retracto de nada, como es posible que te hayas metido es este lío que tuve que venir a sacarte de este hueco – le digo mientras desato sus manos – ahora muévete antes de que se den cuenta de lo que esta sucediendo".
Le paso un brazo por la cintura mientras salimos del hueco donde la tenían retenida, al llegar afuera mis hombres nos esperaban, abordamos el blindado y nos pusimos en marcha hacia la base. En el trayecto la reviso para ver si tiene alguna herida grave.
"Hasta cuando vas hacer que me preocupe por ti enana" le susurro solo para que ella oiga mientras la estoy revisando.
"Ese siempre va hacer mi trabajo fresa, ya deberías estar acostumbrado" me responde la muy descarada.
Llegamos a la base y la envío hasta el puesto de enfermería para que la atiendan pero antes le ordeno que se presente ante mi una vez que la hayan atendido, ella asiente y me dirijo a mi carpa.
Mientras la espero le informo a los superiores sobre la misión del Comandante y el rescate de la misma y cuando estoy dando los últimos detalles ella aparece ante mi.
"Y bien me puedes decir porque diablos estabas en ese hueco enana" le grito.
"Haciendo mi trabajo fresa, habían demasiados civiles en riesgo por lo que tuve que desplegar a mi gente para que los protegieran y yo solo cuide sus espaldas eso es todo, además deberías felicitarme y no gritarme abatimos al sujeto y terminamos la misión, ¿no?".
"Y te agarraron en el proceso – suspiro – mira Rukia se que te apasiona lo que haces y proteges a tus subordinados a costa hasta de tu propia vida pero eso donde me deja a mi".
"Que quieres decir Kurosaki" me pregunta seria y con una mira de no jodas conmigo
Me acerco a ella y tomo su rostro entre mis manos tal como lo hice la ultima vez que la vi "Esto" le digo y entonces la beso, Dios extrañaba esos labios y aunque me prometí no volver a besarla es imposible, la deseo.
Cuando terminamos el beso ella se separa de mi y me mira fijamente "Esta es la última vez que sucede esto Teniente Coronel Kurosaki" se da media vuelta y cuando casi la veo salir de la tienda "Rompí mi compromiso".
Ella voltea a verme "¿Qué?" me pregunta.
"Rompí mi compromiso con Inoue, no podía estar con ella cuando ni mi mente ni mi corazón lo estaban" le explico.
"Dios Ichigo dime que no fue mi culpa, por favor dime que ese beso en el hospital no provoco eso".
"No enana no fue tu culpa pero no puedo negar que ese beso fue el detonante de todo lo que paso después, mira Rukia desde hace tiempo mis sentimientos para con Inoue habían cambiado pero no había tenido el valor de hablar con ella al respecto, luego te conocí me sentí tan bien a tu lado, para mi era tan fácil ser yo mismo estando contigo y cuando te vi tan mal herida supe definitivamente que ella no era a quien quería en mi vida".
El silencio se instalo en la tienda hasta que ella lo rompió "Ichigo no sé que decir – la oigo suspirar – mira obviamente me gustas..."
La interrumpo "Lo sé enana sino no hubieras dejado que me hubiera acercado a ti ni mucho menos besarte como lo hice" le digo con una sonrisa burlona en mi rostro.
"Idiota no seas creído – me dice antes de golpearme en el brazo – y no me vuelvas a interrumpir, escucha lo que quiero decir es que no quiero que haya malentendido entre nosotros porque no creerás que cada vez que te de la gana vas a estar besándome" me dice con un rostro serio y una ceja levantada.
"Como que no enana que yo sepa puedo besar a mi novia cada vez que me de la gana".
"Así que Kurosaki kun quiere que yo sea su novia" me dice con esa voz que tanto odio.
"Ya basta enana con esa estúpida voz – le digo mientras me acerco a ella y la tomo por la cintura – y si quiero que seas mi novia hay algún problema con ello".
"Bueno Teniente Coronel señor – me dice mientras rodea mi cuello con sus brazos y me excita solo con llamarme señor – hay un pequeño inconveniente con su plan en este escuadrón están prohibidas las relaciones entre compañeros así que..."
"Así que – la vuelvo a interrumpir rozando mis labios con los suyos – tendremos que tener mucho cuidado para que nadie se entere" y la beso.
Ya han pasado 5 años desde aquello y hoy aunque estamos ante una nueva misión yo sigo en mi misma misión de siempre salvarle el trasero, maldita sea Rukia pienso para mi mientras manejo mi moto hasta donde ella se encuentra.
Diviso el vehículo y llego hasta el y abro la puerta "Enana ni siquiera en este día me das un respiro".
"No es mi culpa idiota como se supone que iba a saber que precisamente hoy iban a realizar trabajos en la autopista".
"Sal de ahí y móntate de una vez que todo el mundo nos esta esperando" le digo, entonces sale del auto y como puede acomoda su vestido blanco para poder montarse en la moto y por fin arrancamos hacia nuestro objetivo.
Al llegar allí mi padre y su hermano nos están esperando y nos apuran, la dejo con su hermano y yo me voy con mi padre a esperarla al final del pasillo, la música empieza y la veo entrar en ese hermoso vestido con su bella sonrisa, cuando llega a mi lado y su hermano me la entrega "Teniente hasta cuando me va a tener salvándole el trasero"
"Coronel señor, toda la vida señor ¿algún problema?" me dice guiñándome un ojo.
"Ningún problema Teniente, ningún problema" le digo con una enorme sonrisa en mi rostro.
