Hola a todos. Les traigo una pequeña historia de mi pareja favorita, Break x Sharon que quería escribir hace unos meses pero apenas pude escribirla, espero sea de su agrado.
Los personajes y la historia pertenecen a la maravillosa Jun Mochizuki. La historia es de mi autoría.
One Shot.
Había sido un día realmente agotador, el tan solo haber visto el despreciable rostro de la rata de alcantarilla de Vincent Nightray había sido motivo suficiente para empeorar su día. Tener que asistir a las reuniones de Pandora junto a los demás duques y sentir de cierta forma las miradas acusadoras e instigadoras era algo de lo que no disfrutaba realmente, además de que el contratista que había perseguido por semanas del cual creyó podría obtener algún tipo de información relacionado con la tragedia de Sabrie no había sido más que una falsa alarma. Sin duda alguna un desperdicio de tiempo, por lo menos la montaña de sus reportes había disminuido gracias a Reim ya que a pesar de haber echado una rabieta por su irresponsabilidad y vagancia había terminado por hacer el trabajo de su mejor amigo aunque tenía la ligera sospecha de que su Ojou-sama también había tenido algo que ver con esto.
Una vez que el carruaje llegó a las puertas de la mansión Break no esperó más tiempo y se adentró en ella, lo que más quería era descansar, olvidarse de los problemas y recostarse en su cama, tal vez con suerte podría conseguir dormir al menos unas horas, esperando poder conciliar un descanso tanto para su cuerpo como para su mente. Algo que no conseguía muy a menudo ya que los recuerdos de su pasado se hacían presentes continuamente a través de pesadillas que lograban quitarle todo rastro de sueño o las ganas de volver a este. Estando en su habitación comenzó a quitarse su uniforme de pandora, las botas quedaron abandonadas en algún lugar y su chaqueta pronto siguió el mismo destino, una vez quedando solo con la camisa y los pantalones puestos se tiró sobre su cama suspirando y esperando poder conciliar pronto el sueño, estos últimos días lo habían dejado agotado y con apenas tiempo de hacer algo más a parte del trabajo en pandora, sin embargo a pesar de estar realmente cansado sus ojos se negaban en cerrarse, esperaba que una vez que tocara su cama cayera rendido a los brazos de Morfeo pero pareciera que el cansancio se hubiera esfumado como por arte de magia. Rendido y algo molesto se sentó, al parecer no dormiría en los próximos minutos.
—Qué situación tan molesta, ¿no lo crees Emily? – le dijo a su muñeca que solo lo miraba con esa sonrisa dibujada en su redondo rostro. –bien creo que iré a ver a la señorita Sharon, apenas si la he visto, además quiero deshacerme del recuerdo del rostro de esa estúpida rata de alcantarilla. –dejó a la muñeca sobre su mesita de noche, después de todo volvería en un momento a sus aposentos. –ver el lindo rostro de la señorita sin duda hará que este dia mejore. –sin molestarse en ponerse las botas de nuevo salió de su habitación y se dirigió a la habitación de la susodicha, al llegar a su habitación toco a su puerta y llamó su nombre. –señorita Sharon, ¿se encuentra disponible? –preguntó pero no recibió respuesta alguna, asomó la cabeza a la habitación esperándola encontrar acostada pero el cuarto estaba completamente vacío. – ¿Sabes dónde se encuentra la señorita Sharon?-preguntó a una mucama que pasaba cerca de él.
—La señora Sharon está con la duquesa en su despacho, al parecer tenían asuntos que discutir. –le respondió al hombre de cabellos blancos y levantó un poco la ceja al ver la vestimenta del sirviente, todos en la mansión sabían lo excéntrico que era el hombre pero rara veces presentaba un atuendo descuidado sin embargo no le dio demasiada importancia a esto. –si gusta puedo informarle más tarde que la buscaba.
—No es necesario. Puedes retirarte. –la mucama hizo una pequeña reverencia y siguió con su camino. –bueno, creo que tendré que esperar por su regreso. –encendió las luces una vez que entró a la habitación, todo tan ordenado y limpio como siempre, sonriendo se acercó a su escritorio y tomó un dulce del frasco que se encontraba ahí para llevárselo a la boca – se preocupa mucho por mí Ojou-sama, es un error que debemos corregir. –dijo con una sonrisa al ver los reportes que no había realizado ser empezados por ella. –me pregunto que tanto se enojará Reim-san conmigo cuando se entere. –comenzó a caminar hacia la cama y se tiró sobre esta aún con la hoja en mano admirando la caligrafía tan pulcra y elegante. –aun no entiendo como es capaz de mantener una letra tan bonita y entendible después de escribir hoja tras hoja de esos aburridos reportes. Supongo que es algo propio de las mujeres Rainsworth el mantener la perfección en cada aspecto de su vida. –tiró la hoja al suelo y se quedó observando el techo, tenía los brazos extendidos abarcando casi toda la cama, sintiéndose relajado. Esperaba que su señorita no tardara tanto en llegar, tal vez ya no tomarían el té a esta hora de la noche pero al menos podrían tener una charla agradable, eso o podría molestarla un poco para ver las reacciones que esta ponía. Lo que sea que fuera solo quería pasar un rato con ella, le gustaba estar cerca de ella, sentir su presencia calmaba todos esos recuerdos tormentosos que lo agobiaban dia y noche, solo Sharon era capaz de darle tranquilidad, su sonrisa era lo suficientemente radiante como para poder alejar esos momentos oscuros y su compañía era tan reconfortante que le hacía olvidar todos esos malos y terribles momentos por los que había pasado, le hacía olvidar los pecados que había cometido y que tenía derecho de poder redimirse. Solo Sharon era capaz de alejar el dolor y el miedo y hacerlo sentir una persona normal, una persona que no estuviera manchada de sangre de víctimas inocentes consecuencia de una absurda y falsa esperanza por reparar lo que una vez había perdido.
Sus ojos comenzaron a cerrarse poco a poco, la cama se sentía demasiado cómoda que hacía que su cuerpo se sintiera realmente relajado y el agradable aroma que desprendía lo arrullaba como una suave caricia, esto se sentía realmente bien, es como si estuviera acostado en una cama echa de suaves nubes, si es que algo como eso existiera. Sería bueno cerrar un par de segundos los ojos, solo sería un momento mientras esperaba la llegada de su ama, así que poco a poco se permitió cerrar sus parpados y sucumbir a la inconciencia. —Solo cinco minutos. – se dijo así mismo, después de todo solo serían unos minutos a lo mucho, unos minutos que su cuerpo y mente se permitirían descansar, con esto en mente pronto se sumergió en un oscuro y relajante sueño.
No tenía noción del tiempo ni de donde se encontraba, lo único que sabía es que en mucho tiempo no había podido dormir como ahora. No recordaba cuando fue la última vez que pudo descansar placenteramente, donde no hubiera nada más que tranquilidad. En esta ocasión no hubieron pesadillas, ni remordimientos, no hubo recuerdos de pequeñas niñas llorando y llamando su nombre, ni gritos de personas desesperadas pidiendo clemencia y derramamiento de sangre. No hubo fiestas de té sumidas en la locura ni gatos despreciables y tampoco hubo el recuerdo de una chica de blanca pureza que le arrancaba un ojo sin consideración alguna y pidiendo un deseo que debía cumplir. En esta ocasión hubo paz y una tranquilidad inmutable que le permitió descansar de todo lo que lo atormentaba liberándolo por un tiempo de una pesada carga y le permitió el poder soñar con aquello que más anhelaba. Sí, estar en este lugar era realmente encantador, un lugar tan agradable que pronto tendría que abandonar para iniciar con la jornada de ese día. Sin embargo se permitiría el disfrutar de este lecho por unos minutos más. Inconscientemente se acurrucó aún más al cuerpo a su lado que le brindaba calor buscando conseguir más de este. ese calor tan placentero abrazó su cuerpo y un agradable aroma, que conocía muy bien inundó sus fosas nasales, sí ese aroma a flores mezcladas con un poco de menta era un suave arrullo para él. ¿Flores? ¿Menta? ¿Una cómoda cama y una afable calidez que rodeaba su cuerpo? Poco a poco la conciencia regresó a él abriendo los ojos rápidamente para poder observar el lugar donde reposaba, lo primero que su ojo rojo vio fueron las cortinas y paredes color pastel que pertenecían a una habitación en específico. Incorporándose abruptamente se dio cuenta con estupefacción de que no solo se encontraba en la recamara de su ama, si no que ya era de mañana, eso significaba que había pasado aquí toda la noche justo al lado de su señorita, en la misma cama que ella. Giró el rostro lentamente solo para comprobar sus sospechas. Ahí justo al lado suyo se encontraba el delicado cuerpo de Sharon dormido profundamente, con estupor se alejó un poco de ella, aún si creer lo que había sucedido. Qué demonios pasaba con él, si alguien llegara a entrar y descubrirlos ahí a los dos acostados no solo se crearía un enorme mal entendido poniendo en riesgo la reputación de su señora, si no poniendo en riesgo su propia vida, una vez que Sharon despertara estaba seguro que iba a matarlo con uno de sus temibles abanicos, o en el peor de los casos si Sheryl entrara por esa puerta en ese instante estaba seguro que su cabeza saldría volando de su cuerpo antes de que pudiera siquiera pronunciar el nombre de la duquesa. Debía salir de ahí lo más pronto posible si es que quería seguir disfrutando un día más de sus amados dulces.
Estaba por salir de la cama cuando Sharon se removió un poco llamando la atención del albino. Break observó el tranquilo rostro de la chica que aún se encontraba en el mundo de los sueños, pudo admirar sus bellas facciones y su delgado cuerpo asomarse un poco fuera de las cobijas, sin poder evitarlo su mirada se quedó fija en ella y por un momento se le olvidaron todas sus preocupaciones volviéndose a acostar cerca de ella para seguir admirándola un poco más sin impórtale ya las consecuencias de esto. Sabía que esto no era correcto pero quería tener egoístamente un poco más de este momento y de esta imagen de Sharon solo para sí mismo aunque solo durar un segundo más. No pudo luchar contra el deseo de quedarse a su lado admirando su belleza, se veía tan pacífica y tranquila ahí acostada y siguiendo sus impulsivos deseos llevó una mano a su rostro sintiendo la suavidad de este, acarició su mejilla sonrosada y sus parpados, sus dedos bajaron por su rostro adorando con estos las delicadas facciones que tenía hasta llegar a sus labios que sintió la necesidad de acariciar y se preguntó cómo sería la suavidad y el sabor de estos. Sin embargo no llegó a hacer algún movimiento, controlando sus impulsos alejó su mano de ella, debía detenerse ahora o sería imposible para él seguir reteniendo sus incorrectos deseos. Él la amaba, lo supo desde hace mucho, pero sabía que ese amor no podía ni debería ser correspondido, porque un pecador como él no era digno de recibir nada de parte de una persona tan preciosa e inocente como Sharon, ella no debería ser nunca corrompida por los pecados y culpa que el cargaba, ella nunca debería conocer un pasado tan sucio y oscuro como el suyo que seguramente terminaría por llevarse esa sonrisa tan maravillosa que él amaba tanto. Ella debía permanecer siempre alegre y pura como hasta ahora.
Sus dedos tomaron un mechón de su largo cabello apartándolo para poder observar mejor su rostro, había terminado de acomodar su pelo detrás de su oreja cuando Sharon abrió los ojos y pudo observar esa destellante y rosa mirada suya.
— ¿Break? –dijo soñolienta mirando al chico sonriente a su lado. —… ¿qué estas...? –finalmente la realidad la golpeó y sin pensarlo ni quererlo aventó al chico al suelo mientras ella se incorporaba soltando un grito de sorpresa. –lo siento mucho Break, ¿estás bien? –preguntó apenada mientras se acercaba un poco a la orilla de la cama para observar al chico que aún se encontraba en el suelo.
—Buenos días a ti también Ojou-sama. –respondió adolorido. Se levantó y volvió a sentarse al lado de la chica que ya se le había quitado todo vestigio de sueño, pudiendo admirar sus ojos rosas.
— ¿No te hice daño verdad? –preguntó avergonzada y mirando al hombre frente suyo quien se sobaba un poco la parte afectada pero sonrió al verla y responderle.
— Habría preferido despertarme de una forma más amigable, pero supongo que está bien Oju-sama. –la mencionada soltó un suspiro de alivio mientras seguía disculpándose por su falta de tacto. Break solo se quedó observándola sin prestarle real atención a sus disculpas, no es como si importara demasiado, solo quería conservar esa imagen de su señorita tan despreocupada que tenía en ese momento que a su parecer era bastante linda, escuchó su nombre salir de los labios de su ama y finalmente decidió prestarle la atención que demandaba. – por cierto Ojou-sama, ¿me podría explicar por qué amanecí aquí a su lado? –preguntó curioso mientras se acercaba un poco más a ella borrando ese espacio que los separaba notando como las mejillas de ella se tornaban de un color rosa pálido debido a la vergüenza y cercanía de él, algo que lo hizo sonreír en su interior.
—Anoche cuando regresé a mi habitación te encontré profundamente dormido y no quise molestarte así que decidí dejarte como estabas. –Respondió con la voz un poco nerviosa –intenté dormir en el sofá pero no era tan cómodo así que me regresé a la cama. –apresuró a decir en cuanto vio que el chico estaba poniendo una expresión burlesca.
— ¿Entonces, se le hizo fácil dormir al lado de su sirviente así como así? –vio asentir a la muchacha. – ¿no habría sido mejor despertarme con uno de esos temibles abanicos suyos y mandarme a mi habitación en lugar de pasar la noche junto a un hombre? –su voz cantarina expresaba lo mucho que comenzaba a divertirle la situación.
— ¿Qué cosas dices Break? Estas mal interpretando las cosas, parecías bastante cansado y dormías profundamente así que no quise molestarte. ¿Sabes? No soy tan desconsiderada como crees. –dijo con un puchero de molestia mientras cruzaba sus brazos fingiendo indignación, hacia algo bueno por su sirviente y este solo pensaba en burlarse de ella. Break no pudo evitar enternecerse por la acción de su ama. Su querida Ojou-sama como siempre preocupándose de más por él y velando por su bienestar, aunque se sentía realmente bien el recibir estos cuidados y atención, y de que Sharon se preocupara especialmente por él, ese comportamiento debería corregirse, después de todo no era normal ni bien visto que un sirviente recibiera tantas atenciones de su amo. Quería agradecerle, pero una idea cruzó por su mente, sabía que lo lamentaría pero no podía dejar pasar esta oportunidad.
— ¿Me pregunto? –una sonrisa maliciosa apareció en su rostro mientras acortaba aún más la distancia entre ellos quedando a unos cuantos centímetros de distancia del rostro de la muchacha y tomaba un mechón de su pelo entre sus dedos. –si esa fue realmente su intención Ojou-sama. ¿No será acaso que la señorita quiso aprovechar la situación y me retuvo aquí para poder cumplir alguna de sus fantasías de media noche? Me siento honrado que me hayas elegido a mí para poder cumplirlas Sharon. –aún mantenía esa sonrisa y vio al rostro de Sharon pasar de ese delicado tono rosa a un rojo profundo provocado por la vergüenza antes de sentir un fuerte golpe en su mejilla.
Break no estaba seguro, pero podría jurar que había sido lanzado desde la cama hasta el otro extremo de la habitación dejándolo fuera de esta. Aun no lograba comprender como alguien tan pequeña y delicada tuviera semejante fuerza, su rostro impactó de nueva cuenta contra el suelo y cuando levantó la vista vio a su señorita furiosa y con la cara roja sin saber si era por la vergüenza o por la ira.
— ¡Eres un completo idiota Xerxes Break! –gritó furiosa antes de cerrar la puerta con fuerza en su cara. Break solo sonrió ante el actuar de su ama, levantándose con una sonrisa a pesar del dolor se dirigió a su habitación para cambiarse, pronto empezaría otro día más y a pesar de haber hecho enojar a su ama sabía que ella lo estaría esperando para almorzar y debía estar presentable. Antes de continuar observó por última vez la puerta cerrada y puso una sonrisa más amable y gentil.
—Gracias, Ojousama. –dijo y emprendió el camino de nueva cuenta a su habitación, la pobre Emily esperaba paciente y sola en su cama y seguro querría escuchar esta historia.
Si llegaste hasta aquí espero la historia haya sido de tu agrado y la hayas disfrutado así como yo lo hice escribiéndola.
Nos vemos. Lucy te quiere. ;)
