Bienvenidos todos una vez a un one-shot de mi autoría!

Están a gusto con el hecho de que esté publicando un poco más seguido? (incluso si se trata de historias sencillas?)

Como algunos se habrán dado cuenta por la portada o el resumen, este fic será un spin-off de Spider-Verse Gala, donde veremos lo que ocurrió a futuro entre Franklin Richards y Mayday Parker.

Solo espero que les guste los guiños que haré.

Sin más que decir, no soy dueño de ningún personaje. Todo corresponde a su respectivo dueño.


THEIR OPPORTUNITY

Una sonrisa tonta era lo que Franklin Richards llevaba en el rostro luego de una larga noche en lo que definitivamente se catalogaría como la mayor fiesta que New York había atestiguado desde su fundación. Ni siquiera el festejo de Times Square luego de que la Segunda Guerra Mundial se compararía a la cantidad de gente reunida en un mismo punto geográfico por la gala que Spiderman y su contraparte femenina habían organizado.

El joven adolescente, de negro cabello corto tintado, ignoraba las personas que trataban de retomar su rutina diaria mientras se dirigía al lugar donde vivía actualmente. Tanto él como los transeúntes no podían dejar de fascinarse ante la falta de basura en las calles, pues los arácnidos reamente eran como el tótem que representaba el centro de todo, habiendo encargado de recolectar todo desecho y colocarlos en los sectores correspondientes para no crear problemas con la alcaldía.

Sin embargo, la motivo real del por qué ese muchacho tenía una mueca de satisfacción era por la experiencia que vivía horas atrás junto a la compañía de alguien que nunca creyó conocer y congeniar al instante, inclusive si él era menor que ella.

Nunca creyó divertirse tanto luego de lo sucedido en Krakoa, situación que solo empeoró su relación en el ámbito familiar luego de que los Fantastic Four originales aceptaran la invitación para una gala hace varios meses. Los ojos azules que parecían brillar en la noche en simultáneo que reflejaban el brillo parpadeando de las luces era una imagen que no olvidaría en largo tiempo el ex rubio.

Tan abstraído en sus pensamientos estaba el joven, además de rozar a cada minuto la mejilla donde recibió aquel casto beso posterior a expresar vocalmente los pensamientos hacia la belleza de la arácnida, que se percató de su llegada a destino una vez que vio el logotipo del equipo heroico colgando en la parte superior del edificio que se localizaba en Mannhattan.

Estaba a punto de tocar el timbre para que le abrieran la puerta, mas un vago recuerdo de lo que había hecho antes de irse al a fiesta la hizo buscar en el bolsillo derecho de su pantalón, extrayendo de mismo varios objetos distintos tales como goma de mascar, un juego de llaves pertenecientes al hogar que tenía delante, y un papel con el número telefónico de cierta chica en caso de que volviesen a tener un encuentro.

La misma fémina que le mantenía feliz hasta ahora mismo.

Dejando por un segundo aquellos pensamientos de lado, Franklin guardó nuevamente los objetos que no requería en el momento, teniendo que batallar con la decena de llaves que todas se parecían entre sí, como si el lector de retinas, voz y ADN no fuese suficiente ya.

-Vamos…vamos, cuál de todas es!? – entre dientes el muchacho refunfuñó.

Tal situación le hizo rememorar las incontables veces en que toda la familia fantástica halló a Johnny Storm en la misma posición, excepto que padeciendo resaca y la mitad de su ropa extraviada.

-Juro que le pondré grabaré nombres a la llaves para reconocerlas mejor. Es imposible que cada vez que salga sea lo mism…AQUÍ ESTÁ! – continuó monologando con antipatía el hijo de Mr. Fantastic, exclamando al final de la sentencia tras conseguir que una las confecciones de bronce diese una vuelta en el cerrojo.

Satisfecho con su logro, abrió la puerta el pelinegro teñido, para inmediatamente enfrentarse al sistema de corroboración personal que su padre implementó por pedido de su madre específicamente, perdiendo casi un minuto sin hacer nada. Mirando durante sesenta segundos al techos mientras aguardaba, el primogénito del matrimonio Richards tuvo que abstenerse de divagar en memorias atesoradas, pues poca sapiencia requería para predecir lo que ocurriría una vez que los análisis finalizaran.

Plasmándose frente al pelinegro en forma de varias personas que le esperaban de brazos cruzados, aunque algunos más enfadados que otros si sus gestos faciales indicaban algo.

-Franklin Benjamin Richards! Dónde estuviste toda la noche!? – exigió información la matriarca de la familia fantástica, luciendo el entrecejo fruncido y pisando repetidas veces el suelo con el pie derecho.

Instintivamente el adolescente hizo hacia atrás la cabeza, tanto por el grito como por la invasión de espacio personal que su padre ejerció al estirar el cuello y rodearlo numerosas veces en búsqueda de algo peculiar en su fisionomía, enarcando una ceja al detenerse en el costado izquierdo del rostro de su hijo.

-En la fiesta que hubo en todo New York- sin molestarse en inventar alguna excusa, pues estaba fatigado principalmente, el ex rubio alegó.

-Y nunca se te ocurrió avisarnos que saldrías!? Acaso te mandas solo en esta casa ahora!? – continuó recriminando la sobreprotectora madre.

Ante tal reclamo, y luego de mirar mal a su padre para que le dejara en paz, Powerhouse alzó la mano siniestra y apuntó a cierta mole rocosa.

-Dejé una nota en la espalda de tío Ben- espetó apático el muchacho.

Como si descreyeran de él, tanto Valeria como Johnny rápidamente obligaron a Ben Grimm que volteara, revelando que era cierto lo dicho por el recién llegado. Una pequeña nota amarilla estaba pegada en medio de la espalda del Fantastic Four, donde detallaba que saldría y regresaría al día siguiente, así como también que se llevaba una copia de las llaves.

-Admito que tiene una buena excusa- sosteniendo entre sus dedos el papel de color, Human Torch pronunció antes de que se la arrebataran.

-Aunque no avalo el que use mi espalda de la misma forma que usamos las puertas del refrigerador- levemente disgustado, dialogó The Thing.

Sin embargo, tal advertencia no apaciguó la furia de Susan, quien parecía importarle muy poco si su hijo tenía una coartada para la salida nocturna. Ergo, en ningún momento le quitó la vista de encima al adolescente que por algún motivo había comenzado a actuar de manera rebelde para con ellos.

Primero fue la decisión de teñirse el cabello. Luego prosiguió con empezar a responder de manera menos cordial a pedidos que su padre o ella misma le hacían. Y ahora sencillamente decidía cuando salir del recinto que poseían sin avisar, ignorando si con ello les preocupaba de sobremanera.

-Tienes idea de lo preocupada que estaba por ti!? De que te hubiese pasado algo!? – retomando su postura de preocupación, la blonda adulta volvió a clamar.

-..Mamá- dedicándole una mirada sin emociones, Franklin pronunció aquella única palabra para silenciarla de momento.

-Qué? – percibiendo el cambio de actitud, replicó la hija del difunto Dr. Storm.

-La fiesta era organizada por tío Peter. Una fiesta donde solo fueron invitados los Spiderman de cada universo existente. Spiderman que se rigen, un noventa y nueve por ciento, en el lema de "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". En serio crees que no había mejor lugar para estar a salvo que allí? – tomándose su tiempo para expresar minuciosamente cada detalle de gran relevancia, Powerhouse finalizó su parla con una interrogante.

-Y cómo explicas entonces que tú hayas ido? Ni siquiera nosotros, que estuvimos en el momento que dio una tarjeta, fuimos invitados- el hermano menor de Invisible Woman inquirió.

-Porque a diferencia de todos ustedes, yo no fui tan hipócrita como para ir a un lugar donde me echaron sin pensárselo dos veces! – hastiándose, y con ganas de dormir únicamente, el pelinegro terminó por gritar lo que tanto tiempo llevó reprimido.

-Franklin! – exclamó al instante Mr. Fantastic, quien en los últimos meses estaba esforzándose para no perder los inestables lazos que tenía con sus hijos.

-Discúlpate con tu tío ahora mismo! – en un volumen similar al del científico, Sue amonestó.

-No lo haré! Con ninguno de ustedes lo haré! Acaso lo hicieron conmigo luego de celebrar la dichosa gala que los X-men llevaron a cabo!? -cada vez más irritado y con una migraña que atentaba a ser fatal si no tomaba un analgésico pronto, el debilitado mutante omega mantuvo la postura desafiante.

Solo una persona de las presentes optó por callar y ver, siendo esta la niña genio que comprendía muy bien lo que pasaba emocionalmente su único hermano. Atestiguó con sus propios ojos el cómo había regresado un día como cualquier otro a casa, excepto que cabizbajo y musitando que no podía volver a visitar sus nuevos amigos mutantes, decidiendo convertirse en alguien más reservado e inclusive incisivo cuando se le exigía para tareas banales.

Valeria apoyaba el que su hermano saliera a divertirse, pues la verdad ya no era un niño como para que su madre lo cuidara y tratara como tal. Ella misma sabía que la noche anterior él tomó la decisión de ir a la gala de los arácnidos, pero como tal, decidió fingir total ignorancia para no empeorar la situación.

-Hijo, entiendo que estés molesto…- dio inicio a su parla el patriarca Richards.

-Oh, en serio? – repleta de sorna salieron las palabras por boca del ex rubio.

-…Pero entiende que tanto tu madre como yo estábamos preocupados. Usualmente tú no actúas de esta manera- ignorando el atrevido tono de su primogénito, Reed continuó.

-Y tú tampoco actúas como si fueses el padre promedio- intentando dar un paso para ir a su recámara, aunque siendo detenido por su madre, el adolescente espetó venenosamente.

-Suficiente! He dejado pasar por alto tu falta de respeto demasiado tiempo últimamente! Pídele disculpas a tu padre ahora mismo, Franklin! – creando una translúcida cúpula alrededor del cansado varón, Invisible Woman alzó la voz de nuevo.

-No lo haré! No con alguien que debería de ayudarme con mis problemas y en su lugar se dedica a encerrarse en el laboratorio! No con alguien que sabe la pérdida de poderes que tengo con cada día que pasa y aun así insiste en que los use para recolectar tierra! – indicando acusadoramente al Illuminati, el púbero recalcó sucesos de un pasado no tan lejano.

-Era para unos estudios importantes…- musitó avergonzado por lo que pasó ese "día de campo", el líder de los Fantastic Four.

Todo rastro de calma que Powerhouse poseía se esfumó en ese preciso instante. Algo que fue notado de inmediato por Ben y Johnny, los cuales tomaron recaudo al dar un par de pasos hacia atrás, justo donde Valeria estaba todo este tiempo.

-Lo oíste? Escuchaste su excusa? Soy solo una maldita herramienta para sus experimentos! Tenía una jodida pala en la cajuela ese día y me pidió usar mis poderes! – perdiendo absolutamente las cabales, el homónimo del difunto Dr. Storm expresó a todo volumen, sin importarle que los gritos se oyeran en la calle.

-Franklin Richards! Cuida ese lenguaje en mi presencia! – furiosa por lo irrespetuoso que estaba siendo su preciado hijo, reclamó Susan.

-Y ahora tú vienes a gritarme? Ahora recuerdas comportarte como una madre? Como la mujer que respetaba por ser la más poderosa de todas? …Creí que perder el Edificio Baxter nos haría mejores, pero veo que me equivoqué- perdiendo su fugaz enojo, el pelinegro teñido fue incapaz de contener la entonación de decepción.

Hecho que conmocionó a la mujer adulta, deshaciendo su constructo invisible y permitiéndole así que el muchacho marchara directo a la habitación que le fue designada.

Negándose a pedir disculpas por algo que creía tener razón, Franklin tan solo cruzó el umbral de la recámara y saltó hasta la cama, cayendo boca abajo en el colchón y dando un pequeño rebote por los resortes que este tenía en su interior, gimiendo por el cansancio mientras hundía la cara en su mullida almohada. Totalmente ignorante del hecho que había dejado la puerta abierta, no notó hasta que fue demasiado tarde el que su hermana menor estaba junto a él en una silla aledaña.

Observándole con una sonrisa ladina.

-Qué? – sin quitar la cara de la almohada, el ex blondo intentó indagar.

-Cómo era ella? – respondió con otra interrogante la joven Brainstorm.

Apenas él consiguió registrar mentalmente la pregunta, los ojos se abrieron abruptamente y enfocó la mirada azul en la rubia a su lado. Totalmente desconcertado ante cómo sabían de ese pequeño detalle.

-Papá vio una marca en tu mejilla. Digamos que mamá quiere matar a tío Peter ahora…luego de que lo haga con tío Johnny por celebrar en su cara- apuntando con el dedo índice diestro a su propia mejilla, Valeria notificó lo que actualmente estaba sucediendo en la sala.

-Oh genial…- farfulló el varón, girando la cabeza hasta tapar por completo el rostro.

Y así poder gritar.

-Venga, no es para tanto. Además, todavía no me dices cómo era ella- pateándole la cama para que no se durmiese, la integrante más lozano de la familia dijo.

A sabiendas que luchar contra la testarudez de la rubia era una tarea prácticamente imposible, Franklin a regañadientes usó los brazos para empujarse hacia atrás y sentarse sobre el colchón con la espalda apoyada en la pared.

-Cómo era ella? …Era asombrosa, espectacular, impresionante- esbozando de forma involuntaria una sonrisa boba, el adolescente respondió.

-Wow…ni siquiera con Rachel sonreías así- sorprendida con la reacción que vio, la niña genio vocalizó sus pensamientos.

Un asentimiento confirmó tales palabras de la rubia.

-Y? Acaso no tiene nombre? Cuándo la conoceré? Es de nuestra edad? – avasalló al pobre pelinegro con varias preguntas la muchacha.

-Ehm..Bueno…Se llama May, pero en confianza puedes llamarla Mayday. Tiene unos años más que yo. Y en cuanto a conocerla, pues es un poco difícil…- rascándose la parte posterior de la cabeza por incomodidad, Franklin complació la curiosidad de su hermana con las mejores respuestas que podía dar.

Inconsciente para el dúo de hermanos Richards, un persona estaba oyéndolo todo fuera de la habitación, reposando la espalda en el muro contiguo a la puerta mientras tapaba su boca con ambas manos para evitar que un grito escapase. Susan planeaba platicar a solas con su hijo, no obstante al escuchar voces decidió esperar y tratar de averiguar, en pleno conocimiento que si alguien tenía mejor relación con Franklin entonces definitivamente era Valeria.

-Por qué dices eso? – curiosa, la joven rubia de gran inteligencia interpeló.

-Es de otro universo- bajando los hombros, casi derrotado, el único hombre en esa habitación comunicó.

-…Y? – tras un breve silencio, la niña retomó la palabra.

-Tú me escuchaste, no? Dije que es de otro universo- mirándola raro, Franklin se aseguró de haberse expresado bien anteriormente.

-Sí, te escuché tonto. Y qué importa si es de otro universo, Rachel también lo es y nadie está haciendo un escándalo por ello. Qué te detiene de intentar algo con esa tal Mayday? – brindando su punto de vista más analítico, la genio replicó con interrogantes que ponían en duda al fatigado joven.

Poco a poco, Invisible Woman se acercó más a la recámara de su hijo, haciendo gala de sus poderes para evitar ser atrapada en el acto. Un súbito presentimiento le invadió al escuchar el nombre de la muchacha que parecía haber flechado el corazón del ex rubio, casi como si lo hubiese oído antes.

-Primero que nada? Ir a otro universo- estableció su inconveniente inicial el primogénito del matrimonio Richards.

-Eso es fácil. Puedo ayudarte, o le pides ayuda a tío Peter. Él la trajo después de todo, no? – desestimó al instante Brainstorm.

-Ese es el segundo problema- hallando más interesante el bordado que la funda de su almohada tenía, el pelinegro murmuró audible.

-Eh? – fallando en entender el dilema, la geniecillo murmuró aquel monosílabo.

Inclusive Susan estuvo a punto de perder el control de sus poderes.

-El nombre de la chica que conocí es Mayday Parker, hija de tío Peter- soltó la bomba un avergonzado Powerhouse.

Esta vez, ante el rostro de estupefacción que Valeria adquirió, cierta mujer adulta dejó de usar su poder para volverse invisible, asustando con su repentina aparición a Franklin.

-QUÉ!? – alcanzó a gritar Susan únicamente.


El repetitivo sonar del timbre terminó por despabilar a cierto castaño, quien por fin había conseguido cerrar los ojos luego de una ajetreada noche. Apenas sintió una fuente de calor adherido a su pecho, este esbozó una radiante sonrisa a pesar de la fatiga, demostrando cuánto valoraba a la figura que, a diferencia de él, ya estaba durmiendo plácidamente.

Estridente era el sonido de la campanilla eléctrica, advirtiéndole que gente esperaba a que abriera la puerta del apartamento. Soltando un cansino suspiro, el hombre con ojos color chocolate vigiló que la mujer a su lado permaneciera dormida aún, no deseando perturbarle el sueño. Cuidadoso, consiguió liberarse del férreo agarre que ella mantenía sobre su persona, oyéndola quejarse entre dientes previo a girar sobre su abdomen e intentar absorber toda la calidez que contenía el lado que anteriormente ocupó.

-Descansa, Jess…- cobijándola y depositándole un beso en la mejilla, el hombre musitó, para luego buscar una muda de ropa con la cual lucir más recatado.

Por infinitésima vez, el timbre resonó en la vivienda, comenzando a irritar al castaño que se tardaba por tener que ver si el pequeño niño que dormía en una habitación aledaña necesitaba algo, sintiéndose obligado a sonreír una vez más al notar cómo parecía morder entre sueños el brazo de su peluche. Repitiendo el mismo accionar que tomó con la madre del infante, el adulto despierto cobijó y besó en la cabeza al bebé, retirándose luego en silencio hasta la puerta de entrada.

-Ya voy. Dejen de tocar el timbre por un segundo, hay gente durmi…- masajeándose el puente de la nariz ante la insistencia de quien estuviese al otro lado, el castaño dijo en voz baja mientras giraba el picaporte y creaba una brecha.

Solo para que sus palabras se detengan al notar dos mujeres rubias y un varón de cabello azabache.

-…endo. Qué hacen aquí? – consiguió recuperar la dicción el hombre, observando extrañado al trío que tenía delante.

-Podemos pasar Peter? Necesito hablar contigo- la única adulta del reducido grupo tomó la palabra.

-Claro, por qué no? Digo, solo son las nueve de la mañana y acababa de acostarme…- no pudiendo evitar el sarcasmo, Parker habló, girando la cabeza a un costado para bostezar.

-Tío Peter, son las tres de la tarde- estableció apática, aunque divertida por dentro, la rubia más joven.

-…Y como decía, no tengo nada de sueño- sorprendido por la hora que era en verdad, el sobrino de May Parker dejó que el trío ingresara a su apartamento, cerrando la puerta cuando todos estaban dentro ya.

Un súbito silencio se generó al instante, pues nadie sabía cómo iniciar la plática. Debido a esto mismo, Peter los guio hasta la cocina, permitiéndoles tomar asiento al mismo tiempo que él se preparaba un escueto desayuno, al menos para no caer dormido en el transcurso de los próximos cinco minutos.

-Valeria, Franklin, quieren algo? – ofreció sin voltear el castaño.

-No tío Peter/ Ya desayuné tío- al unísono respondieron los hermanos del matrimonio fantástico.

-Y tú, Susan? – esta vez mirando por encima del hombro diestro, el arácnido le dirigió la palabra a Invisible Woman, quien parecía mantener su vista fija en los amplios hombros del vigilante.

-No. No, gracias Peter- recapacitó rápidamente la heroína, desviando su atención con curiosidad a un par de elementos infantiles.

Los cuales consiguió adivinar de quienes eran si las proyecciones que se manifestaron por todo New York, y fueron repetidas por los noticiarios matutinos, significaban algo.

Con una taza humeante, Spiderman tomó asiento en una de las sillas libres que rodeaban la mesa, dándole un breve sorbo antes de depositarla sobre la madera, sintiéndose apenas más lúcido. También, gracias a esto, celebró mentalmente que no hubiesen ropas tiradas por el suelo, habiéndose contenido con su actual pareja hasta llegar a la recámara, donde tuvieron cuidado para no hacer mucho ruido y despertar al infante que antes cuidaba tía May.

-Debería de matarte por arrastrar a mi hijo hasta tu desfachatada fiesta- eligiendo liderar la plática, Susan comentó.

-Que yo recuerde, le di una invitación nada más. Además, te aseguro que cualquier detalle indecoroso relacionado a mi gala, ocurrió luego de que todo terminara, y fuera de este universo principalmente- tranquilo, Peter alegó.

-Y cómo explicas que Franklin estuviese con tu hija? – cruzándose de brazos, la mujer capaz de volverse invisible habló de nuevo.

-Mamá, por qué lo haces sonar mal? – inquirió Brainstorm, jugueteando con un biberón que estaba delante de ella, perteneciente al bebé que descansaba en otra habitación.

-Silencio, Valeria! Los adultos hablamos! – amonestó la madre de esta en un tono moderado.

Optando ignorar la perorata que surgió entre madre e hija, el subestimado héroe neoyorkino enfocó toda su atención en el adolescente que evitaba a toda costa mirarle, casi como si temiese alguna reprimenda.

-Mayday? – fue todo lo que cuestionó el adulto.

-…Sí- agachando la mirada totalmente avergonzado, Powerhouse expresó.

-Mmh…- murmuró en un tono audible, dándole otro sorbo a su bebida caliente.

La corta "plática" entre los hombres detuvo el debate que las blondas habían entablado, esperando la resolución. Valeria solo deseaba que su tío apoyara la idea de que Franklin estuviese con su hija de otro universo. Susan, por otro lado, no podía hacerse la idea de que su hijo estuviese madurando e intentara algo como tener una relación a larga distancia con alguien que ella no conocía.

Como si lo sucedido con Rachel Grey no hubiese sido suficiente.

-Lo apruebo- determinó Spidey sin mucho inconveniente.

-Peter! – incapaz de creer lo que acababa de escuchar, Invisible Woman exclamó, lo cual provocó que un sonido de queja infantil se oyera a lo lejos.

Para calmarse de inmediato.

-Trata de no gritar por favor. Y si le dije eso a Franklin, es porque realmente no veo problema alguno en que intente una relación con mi hija. Después de todo, anoche pude ver que se divertían- referenciando a que en su casa había gente durmiendo, Parker procedió a explicar su motivación.

-Pero…- quiso protestar la madre de ambos jóvenes.

-Es casi un adulto Susan. Permítele experimentar. Si Mayday no hubiese querido compartir un segundo con él, entonces se lo habría dejado en claro desde el minuto uno- provocando esperanzas en el pelinegro, Spiderman replicó mientras mecía el líquido de la taza con ligeros movimientos de muñeca.

-Lo ves? Te dije que él no tendría problemas- apenas audible, la niña genio le hizo saber a su hermano.

-Por un segundo pensé que me arrojaría por la ventana…- tomándose el pecho para calmar su frenético corazón, el primogénito de la familia Richards susurro en respuesta.

-Si quiero que mi hijo experimente, pero la idea de ir a otro universo me aterra…- se excusó la Fantastic Four.

-Es eso? O acaso es por algo más? – percibiendo que el tema venía por otro lado, Peter trató de averiguar.

Cualquiera que sea la palabra que Susan estuvo a punto de pronunciar, murió en el acto al escuchar la interrogante del castaño. La mirada cian penetró a su contraparte oscura por unos eternos segundos, entablando una tácita disputa que terminó con la mujer liberando un suspiro por sus labios entre abiertos, bajando los hombros y mirando el anillo que decoraba su mano izquierda.

-Es su oportunidad. No dejes que la desperdicien- esbozando una melancólica sonrisa que no llevaba a ser completa, el trepa muros le dijo a la blonda.

Teniendo la guerra perdida, Invisible Woman asintió renuente, dándole el beneficio de la duda a la muchacha que solo conocía por palabras.

-Tío Peter, mi hermano nos contó un poco sobre ella. Qué nos puedes decir tú? – luego de notar cómo su madre parecía aceptar la posible relación, Valeria quiso saber más sobre su futura cuñada.

-Veamos…May es una muchacha trabajadora por encima de todo. No solo tiene poderes como los mío, los cuales heredó, sino que también se dedica a cuidar lo mejor que puede a su madre y hermanito- terminando su brebaje, el castaño meditó por un instante, procediendo a realizar un corto resumen.

El que no se haya mencionado en la respuesta, les dio una idea de lo que sucedió en aquel mundo. Por supuesto, esto ya era conocido por Franklin, quien la propia Spidergirl se lo relató mientras se contaban sobre la vida del otro.

A la blonda adulta se le retorció el pecho, mas tuvo que disimular y continuar escuchando lo que fue una plática de media hora, donde Peter confesó que a pesar de no ser su hija de la manera propiamente dicha, él se preocupaba por ella y el pequeño Benjy, vigilando que nada les hiciera falta por medio de lo que él conocía como la Gran Red.

Advertencias de por medio no faltaron, dejándole en claro a Powerhouse que no derrochara la oportunidad que Mayday Parker le había presentado. Que si la llegaba a lastimar de la manera más infame, no tendría lugar en el multiverso para esconderse, y que sus poderes de mutante omega le servirían de nada cuando la cacería comience. También le hizo saber al ex rubio que entrenara para recuperar sus dones, así como pedirle ayuda a su hermana menor en lo que se relacionaba a estudios académicos.

Ante esto último no faltó el descarado comentario de la niña genio alegando que aún no estaba capacitada para realizar milagros. Esto obviamente aligeró el ambiente, asimismo inició una batalla de insultos murmurados para evitar ser regañados.

-Por cierto. No te sientes presionado con el intentar mejorar de un día al otro, el universo al que pertenece mi hija tiene un flujo de tiempo más lento que el nuestro- poniéndose de pie para dejar la taza en el fregadero con plan de lavarlo luego, Spiderman recordó un detalle de suma importancia.

-Qué tanto? – emulando el accionar de su madre en pararse con intenciones de culminar la inesperada reunión, Franklin cuestionó interesado.

-Alrededor de dos años aquí son como seis meses allá- detalló lo mejor posible el castaño.

Creando alivio en el muchacho al saber que al menos tenía un tiempo para crecer tanto física y mentalmente, como para recuperar lo más que podía sus poderes también, pues en verdad detestaba la idea de ser peso muerto para su familia o amigos.

Esta reacción la notaron los miembros de su familia, reprimiendo el menester de elevar las comisuras de los labios al notar que poco a poco estaba regresando a ser el mismo que era antes de la expulsión de Krakoa.

En cambio para Peter, verle tan decidido le demostró que aquel adolescente frente a él y que conocía desde que era un bebé en brazos de su madre, sería un gran novio para su hija. Que sabría apreciarla y cuidarla hasta las últimas consecuencias.

Sin más que agregar a la plática, el dueño del apartamento se dejó abrazar por Valeria, continuando con sacudir el cabello del actual pelinegro, y finalizar con una imitación de la despedida que la niña genio hizo pero esta vez por parte de su progenitora, murmurándose entre los dos que supervisarían el que Franklin tuviese avances positivos.

Tomándose el tiempo para abrirles la puerta y realizar una última despedida hasta algún futuro encuentro, Spiderman pudo por fin soltar un gemido de cansancio tras cerrar la puerta y asentar la frente contra la oscura madera que lo separaba del exterior. Solo un par de brazos delgados rodeándole la cintura le volvieron a reenfocarse, riéndose en voz baja cuando dichas extremidades buscaron con ahínco el meterse bajo su ropa con el fin de palpar su cálida piel.

-Tanto me extrañaste? – irguiéndose y posicionando sus propias manos sobre las femeninas, Parker inquirió.

-Regresa a la cama, echo de menos tu compañía- aún soñolienta, Jessica Drew alegó, aferrándose lo más que podía a su esposo de trabajo y actual pareja.

No siendo necesario que se lo repitan, Spiderman tomó con cuidado las muñecas de la mujer araña para poder girar sobre su eje sin problema alguno, permitiéndole así el realizar un audaz movimiento de cargar como si de una princesa se tratara a la pelinegra.

-Por ti amor…lo que sea- con honestidad brutal, el castaño alegó mientras veía el rostro sereno de la dama hundiéndose en su pecho, yendo directo a la habitación para retomar el sueño.


Motivado por un reto que no pensaba abandonarlo, Franklin Benjamin Richards tomó todo de sí mismo para primero pedir disculpas a sus padres por el pobre comportamiento que tuvo frente a ellos el día después de la gala. Y aunque si bien él tenía bastante razón en algunos aspectos, no era ni el tiempo ni el lugar para hablarlo.

Paulatinamente el ambiente familiar fue aligerándose, pues todos, incluido Mr. Fantastic por obligación de su esposa, apoyaron la meta de Powerhouse. Aportando todos los conocimientos que disponían, el muchacho empezó a mostrar signos de mejoría en lo académico, lo que enorgulleció a Susan. Sin embargo, lo que ocurría con los poderes del pelinegro era algo totalmente distinto.

Un sinfín de estudios realizaron Valeria y Reed en el adolescente, tratando de indagar las razones del por qué empezaron a flaquear las potentes habilidades con fácilmente podrían haber puesto en su lugar al propio Galactus las veces que deseara.

Viajes al espacio y visitas a la Zona Negativa, inclusive consejos de expertos en hechicería, todo escuchó el ex blondo. Y aun así, nada parecía funcionar, sintiéndose cada día más decepcionado, más impotente, más lejos de su sueño.

Pese a todo ello, durante una visita del vigilante arácnido al humilde hogar que los Fantastic Four poseían, fue que Franklin comenzó a mostrar mejorías. Tal parece que todo radicaba en un síntoma que el propio Spiderman había experimentado en el pasado y también le afectó de manera similar con sus poderes, siendo todo un dilema psicológico de superación personal.

Tras varias charlas donde pudieron demostrar que inconscientemente el primogénito de la familia Richards padecía de estrés luego de verse obligado a recrear numerosos universos con sus habilidades, todos pusieron algo de sí mismos para ayudarle a recuperar aquella voluntad indomable que le fue inculcada.

Con la raíz del problema reconocida, las soluciones empezaron a presentarse de a montón, aliviando la carga emocional que el joven acarreaba. Y con cada dilema resuelto, una fracción del inmenso poder regresaba a su portador, renegando así cualquier acusación que los líderes del Concejo Silente le habían dado tiempo atrás.

De más estaba decir que su recuperación atrajo atención poco deseada, pues cierto grupo de gente portadora del Gen X no tardó en golpear la puerta de su casa e insistirle en que retomara su doble nacionalidad.

-No- anticipándose a que sus padres respondieran por él, Franklin Richards vocalizó con empeño.

-Joven Richards, sepa disculparnos. Pero aquella vez confiamos en la eficacia de Cerebro para determinar si usted poseía el gen mutante. Como puede ver, incluso nosotros podemos fallar- usando su labia para convencer al muchacho que creció con el tiempo, Charles Xavier parló mientras lideraba su reducido grupo.

-Mi respuesta sigue siendo no- apático, pero reinando sobre sus emociones para no hacer una escena, Powerhouse se negó.

-Mira muchacho, sabemos que cometimos un error. Pero tratamos de enmendarlo al invitarte de nuevo a Krakoa para que puedas ver a tus amigos. Inclusive Rachel extraña tu compañía- Erik intentó tomar la palabra, parándose a un lado de su viejo amigo.

-Extraños amigos esos que nunca cruzaron el portal para visitarme. Más extraña es Rachel, que nunca hizo lo mismo cuando sus intenciones hacia mí eran más importantes que nada- cruzándose de brazos, lo cual remarcó aquellos músculos que empezaba a definir con el entrenamiento físico, Franklin comunicó al mismo tiempo que cruzaba miradas con la dichosa telépata proveniente de un futuro distópico.

Apenas la pelirroja abrió la boca para pronunciar algo, la mano del pelinegro se alzó para detenerla en el acto.

-No. Ahórrate las excusas. No tengo tiempo para escucharlas- tajante, expresó el hijo de Reed Richards, quien no podía lucir más feliz por cómo su hijo se desenvolvía con los mutantes.

El hombre finalmente había sacado su cabeza del laboratorio y aprendido que sus acciones afectaban más de lo creía a su familia.

-Franklin…- musitó la hija de Jean Grey y Scott Summers.

-Geez…Okay, vamos por partes. Rachel, agradezco mucho que tuvieras sentimientos por mí, principalmente a causa de la historia que compartimos en el pasado, futuro, lo que sea. Pero actualmente estoy enamorado de alguien más. Alguien que no me hizo a un lado y se olvidó de mí por la carencia de poderes- declaró absolutamente resoluto el mutante omega, rompiendo así los sueños que podría tener la psíquica.

-Ya vengo, voy a por hielo…- se oyó el comentario burlón de Valeria.

-Segundo, no iré a Krakoa. De hecho, reniego a la nacionalidad que intentan darme. Ya experimenté brevemente una vida allí y no deseo repetirlo- prosiguió el hijo de Invisible Woman.

-Les dije que no aceptaría- carente de emociones, Mystique dijo a sus pares mutantes.

-Y tercero, les recomiendo no jugar con fuego como lo están haciendo al provocar gente que no tiene que ser provocada. Recuerden que ya no son tan poderosos como antes, más cuando me expulsaron. No tienen a Wanda Maximoff. No tienen a la Fuerza Fénix. Son completamente vulnerables a los manipuladores de realidad experimentados. Lo saben, tienen miedo por ello. Y a dónde los llevó eso? Devuelta a mí- finalizó la proyección vocal de sus pensamientos el joven adulto, petrificando metafóricamente a los X-men que estaban en el pórtico de su casa.

-Genial, creo que nos quedaremos sin hielo- con una cubeta en las manos, Valeria farfulló con ironía ante lo último que su hermano dijo.

Los mutantes hubiesen deseado realizar un reclamo, mas las palabras del joven Richards les caló hondo. No podían enfrentarlo. No sabiendo que era una potencia nuevamente. Una potencia que los conocía por dentro gracias a su tiempo en Krakoa. Una posible amenaza para los habitantes de la nueva nación si ellos conseguían provocarlo.

Resignados, aquellos emisarios se despidieron de inmediato, regresando a los portales que anteriormente usaron.

-Lo hiciste bien niño. Enséñales quien manda aquí! – felicitó The Thing a su ahijado, dándole una palmada en la espalda.

-Admito que fue grandioso verlos retirarse con las palabras en la boca- divertido, Human Torch compartió el estado emocional de su rocoso colega.

Los padres del implicado simplemente demostraron su afecto con abrazos y besos, avergonzando de momento al joven pero superándolo instantáneamente pues lo percibía sincero, no como solía ocurrir años atrás.

-Yo que tú le hubiese dicho a Rachel quién era la nueva novia que tienes- cizañera, Brainstorm comentó mientras se secaba las manos en el improvisado fuego que Johnny generó en la extremidad superior derecha.

-Oye! Mayday aún no es mi novia! – corrigió Powerhouse, pues al notar una respuesta acorde a ese término, siempre se apresuraba en clarificar los temas.

-Bah! Detalles! – menospreció la adolescente rubia, ya que sí sabía de las veces en que le pedía Spiderman el poder ir al universo de la fémina con poderes arácnidos.

-Además no quería poner más peso en tío Peter. Suficiente con que Rachel le odia sin motivo alguno- rememorando las escasas interacciones entre ambos partidarios, y cómo la pelirroja terminaba furiosa, el mutante omega alegó.

-Eso es muy cierto- incluso el propio Mr. Fantastic admitió ese detalle.

Cerrando la puerta de salida y regresando al bienestar de la sala familiar, todos los integrantes de la grupo fantástico empezó a platicar sobre los últimos detalles que se relacionaban a Franklin y su sueño. Temas como la escuela y poderes no se hicieron de esperar, como así tampoco el vano intento de Susan en obligar a que su hijo eliminara el tinte azabache que usaba en sus áureos cabellos, extrañando verlo como era antes.

Sin embargo, lo que en realidad ocurría, era que estaban tratando de lucir lo más calmos posibles. La visita de los mutantes había sido demasiada coincidencia en el día, puesto que el joven adulto tenía planeado realizar su primer viaje de larga estadía en un universo ajeno al actual. Peter se había ofrecido nuevamente para abrir un portal a dicho lugar, mientras que Susan sería la encargada de acompañar a su hija y conocer a la futura nuera potencial.

Al cabo de unas horas más, donde Invisible Woman obligó a su primogénito que revisara el bolso donde planeaba llevar las pertenencias correspondientes, Reed intentó darle consejos poco constructivos junto a Johnny, Ben siendo la voz de la razón junto a Alice, y Valeria escabullendo algunos elementos entre las cosas de su hermano con un claro mensaje a Mayday donde le pedía que intentase eliminar el horrible tinte negro del cabello.

Que solo así conseguiría el apoyo total de Sue.

Con la llegada de Spiderman, quien se excusó de la demora por pasar tiempo con su nueva familia, todos empezaron a despedirse de Powerhouse previo a ver cómo una brecha desgarraba el tejido espacial frente a ellos en un tinte violáceo, el cual se esclareció segundos luego para permitir la vista de un New York más tranquilo que el actual aunque con minúsculos cambios.

Aun así, esto no fue lo que más llamó la atención de todos, sino que se enseñaba la azotea de un edificio. Lugar donde rápidamente llegó columpiándose una delgada figura femenina con vestimenta arácnida en color rojo y azul. Sin perder más tiempo, Franklin, su madre y Spiderman cruzaron, cerrando a su paso el portal y permitiendo que se produjera el reencuentro que para la muchacha habían sido semanas pero para el joven largos meses.

-Míralos- en voz baja y viendo cómo el pelinegro dejaba caer el bolso para correr hasta la arácnida con el fin de tomarla por la cintura, Spiderman musitó.

-Trae recuerdos, no es así? – incapaz de reprimir una sonrisa ante los felices que lucían ambos jóvenes, Invisible Woman alegó, conociendo por primera vez el rostro de la hija de su amigo.

-Al menos ellos podrán conseguirlo- divertido por lejanos recuerdos de fallidos intentos entre los dos adultos, Peter siguió a Susan hasta una cornisa, tomando asiento y esperando a que los jóvenes finalmente salgan de su mundo de ensueño.


Fin de este nuevo one-shot, gente!

Les gustó?

Se esperaban algo así?

Franklin hizo razonar finalmente a sus padres?

Valeria sería la mejor hermana que alguien podría tener?

Sorprendió que Peter y Jessica tuviesen ya esa clase de relación?

Dio gusto ver cómo los mutantes recibían algo de su propia medicina?

Tendrán un final feliz Franklin y Mayday?

Acaso algún día Rachel se enterará quién es la famosa novia de su antigua pareja?

Por favor dejen sus comentarios, opiniones, preguntas, dudas, etc. Solo así poder mejorar en el futuro.

Saludos y hasta la próxima!

PD: Dejen sus comentarios por favor, realmente me gusta saber lo que opinan.

PD2: Tal vez pronto vean un segundo spin-off de Spider-Verse Gala.