Zuko tenía nueve años casi 10, cuando huyó del palacio real con su madre.

Dejó atrás su titulo, su padre, el derecho a un trono que no sabía que le correspondía. Dejó de ser un príncipe. Pero para él eso estaba bien.

Su padre lo despreciaba, su abuelo lo había mandado a matar y su hermana se burlaba de su desgracia. Él piensa que hubiera sido mejor no escuchar a escondidas con Azula.

Tomo la suave mano de su madre todo el camino, ocultándose en las sombras mientras salían esa noche de luna nueva de la caldera. Llegando a los límites y con la ayuda de los escasos y muy secretos aliados de su madre.

Ambos rezaban para que Ozai no se hubiera dando cuenta que Zuko no estaba en su habitación esa noche, de seguro estaría ansioso por la muerte de su viejo padre que siempre lo mantuvo bajo la sombra de Iroh.

Ursa había roto su promesa de irse sola y si los descubrían los matarían a ambos. Con suerte logran salir de la capital en silencio.


Al día siguiente se llevan a cabo los ritos funerarios del señor del fuego Azulon junto con la coronación del nuevo señor, Ozai.

Algunos nobles están inconformes, pero conocen a su nuevo señor y guardan silencio, si quieren vivir y no ser tildados de traidores agacharan la cabeza con miedo. Muchos de ellos esperan el regreso de Iroh para que arregle las cosas pero tarda bastante. El poder de su hermano se ha extendido, las fuerzas militares se inclinarían en su contra si tratará de tomar el trono. Sin embargo, el viejo general no desea tomarlo.

Mientras los nobles se preocupan por la sucesión, Iroh se preocupa por el tema que todos han dejado de lado ¿Dónde está su cuñada y su sobrino? Presiente que algo no está bien y pregunta.

Ozai fácilmente dice que se a desecho de los traidores y bastardos.

El nuevo señor del fuego estaba dispuesto a dejar vivir un poco más de tiempo a su hijo, con la esperanza de que en algún momento le fuera útil. Sin embargo, Ursa había complicado las cosas.

Su desaparición no sería ignorado por demasiado tiempo y la gente haría preguntas, como su hermano hoy.

Pero tenía un As bajo la manga, o más bien una carta debajo, dónde con puño y letra estaba la trampa que su esposa le había puesto para exponerlo de interrumpir en su correspondencia. Dónde decía que el príncipe Zuko no era más que un bastardo de un amante anterior a su matrimonio.

Las palabras eran claras y la letra fácilmente identificable como auténtica. Eso fue suficiente para calmar a las masas sobre el paradero incierto de ambos. Había quienes incluso dieron valides y atribuyeron la falta de talento del príncipe a su falsa línea de sangre.

Con ello alabaron aún más a la ya maravillosa y perfecta princesa Azula, un prodigio digno y de sangre Real. Una heredera adecuada para representar el legado dejado por sus ancestros a la nación de fuego.

Zuko en ese día para su nación ya no era un príncipe.

N/A: Uff... Este es el primer capítulo y es de prueba. Si les gusta y les gustaría leer más me encantaría saber sus opiniones.

Besos 😘