El precio de un error

Notas: Me acostumbré a no dejar notas en ninguna historia, pero ya que aquí no se pueden poner tags como en AO3, creo que esta vez si es mejor hacerlo, ya que normalmente no escribo algo como esto. Las advertencias tienen su razón de ser así que ténganlas en cuenta antes de leer esto.

Advertencias: abuso, chantaje, situaciones sexuales.


Los errores son una carga eterna.

Yuri lo sabe y lo recuerda día a día, tras cada ducha que lo lleva a ver su reflejo y recordar lo que causó al tardar en actuar, al no ser capaz de reunir su determinación a tiempo.

Quizás algo podría haber cambiado en el pasado que habría hecho de su carga algo más ligero, mas Yuri no cambiaría el presente.

El tener su justicia clara, el tener un camino a seguir y un propósito firme gracias a la lección aprendida es suficiente, independientemente del precio que tuvo que pagar. Hay otros errores, sin embargo, que carecen de significado y que no trajeron nada a su vida. Jacobs es uno de ellos.

Verlo sonriente, confiado y arrogante como cuando era más joven, le revuelve el estómago y le recuerda días pasados, en los que la desesperación por conectar con alguien, por sentir algo diferente al palpitante dolor de su rostro, lo llevó a ser impulsivo y cometer una de las peores equivocaciones de su vida.

Jacobs, sin duda, también lo recuerda y por eso su apretón de manos dura más de lo necesario y su sonrisa no es de pura cortesía.

—Es un gusto volver a verte, Yuri —dice, las implicaciones de sus palabras un secreto para los demás presentes, todos miembros de la rama judicial de Sternbild.

Yuri apenas contesta el comentario con un movimiento de cabeza que hace de saludo y de asentimiento sin ser ninguno de los dos.

—Escuché que estará aquí por dos semanas —comenta, queriendo sonar casual, pero buscando la oportunidad de dirigir la conversación a temas laborales y escapar del lugar.

—Tal vez tres —corrige Jacobs con una risotada—. Tenemos mucho que aprender de Sternbild.

Tres semanas con Jacobs trabajando en la Torre de la Justicia, con Jacobs teniendo excusas para buscarlo debido a toda esta farsa de investigar las leyes relacionadas con NEXTs y HERO TV según lo que Yuri escuchó tras eso, obligado como está a permanecer en esta charla puramente social que se ha formado en esa sala que tantas veces ha reunido héroes, patrocinadores, productores y encargados de la ley en una farsa que bien hace de cuna para la corrupción, cosa que no ha cambiado con la ausencia de Maverick.

Y ese mismo lugar, con sus espacios abiertos, luces bajas y costosas bebidas embriagantes que siempre son repartidas, está siendo el escenario de otra patraña que, sin duda, no traerá justicia a Sternbild ni a ninguna otra parte del mundo.

—Pocas ciudades han logrado lo que Sternbild ha logrado —continúa Jacobs, pronunciando pura adulación que consigue que los presentes relacionados con el departamento de justicia alcen su mentón e inflen su pecho, soberbios y creyéndose sinceramente halagados—. Aumentar la aceptación general de los NEXTs, asegurarse de que tengan un trabajo en el que pueden usar sus habilidades y hasta disminuir el crimen. Muchos lo han intentado, pero no han tenido ni la mitad del éxito que ustedes.

—HERO TV se lleva gran parte de ese crédito —replica alguien con falsa modestia, señalando con su copa el lugar en el que Agnes Joubert está hablando con algún patrocinador—. La opinión pública juega un gran papel en todo.

Jacobs asiente como si estuviese considerando tal cosa con seriedad y no quisiese olvidarla, sin notar la evidente falencia de que tener una audiencia y hacer de todo un espectáculo no disuade realmente a los criminales.

—Por supuesto y por eso estoy aquí. En otras partes asocian la reducción del crimen con la pena capital, pero aquí ni siquiera la tienen. —Jacobs se fija en Yuri y esa es toda la advertencia que él recibe sobre el rumbo que tomará la conversación—. Recuerdo que te interesaba el tema, Yuri. ¿Lideras el movimiento para cambiar eso?

Al menos Jacobs parece saber poco de su trabajo y su conocimiento de la ciudad es más bien superficial, basado seguramente en guías comparativas que crearon para él antes de asignarle este trabajo, mas no por eso sus palabras dejan de ser peligrosas.

—No estoy en posición de hacer eso —contesta Yuri, consciente de las miradas curiosas de más de uno. Él ha construido una imagen de imparcialidad y moderación y alguna indicación de lo contrario podría incluso atraer sospechas—. Y hay una diferencia entre un interés teórico y uno práctico.

—Tenemos que entenderlo si queremos dar un argumento en contra —interviene otro juez cuyo nombre Yuri ni siquiera recuerda—. Es la base de cualquier debate.

Si bien Jacobs le dedica una mirada que deja claro que sigue considerando el tema, cede el punto y no hace nada para que la conversación no se desvíe a otros temas, como lo son el manejo de alertas y decisiones y hay varias personas más interesadas en hablar de ello, por lo que Yuri tiene la oportunidad de apartarse.

Esta fiesta, sin embargo, es tal como todas las de los cierres de temporada y hay demasiada gente deseosa de socializar y eso impide que Yuri pueda escapar del lugar.

Los representantes de cada empresa quieren quedar bien frente a él a punta de charlas banales, los que trabajan con HERO TV buscan dejar una buena imagen y recordarle que permisos necesitan ver aprobados para la próxima temporada y nunca falta el miembro del departamento de justicia que no sabe callarse y guardarse esas erróneas ideas de que Yuri tiene suerte por poder asistir siempre a estas fiestas.

El bufet, con sus diversos platos que logran que al menos algunos se callen mientras comen, está tan lejos que Yuri se resigna a aceptar una bebida que un mesero le ofrece para poder humedecer sus labios y descansar de las obligatorias sonrisas de cortesía que tan necesarias son en estos eventos.

Es un consuelo que al menos los héroes se mantengan en su propio mundo, donde reciben la atención de muchos sin ningún esfuerzo, piensa Yuri mirando en dirección al grupo que rodea a los héroes de Apollon Media mientras Brooks sonríe y Wild Tiger come un tentempié con una mueca.

Y distraerse así y no preocuparse por los movimientos de Jacobs en su nuevo error.

Eso causa que Jacobs consiga acercarse nuevamente a él apenas Yuri finaliza una charla más e intenta aproximarse a la puerta, lo que los deja solos en un salón lleno de personas que no tienen por qué enterarse de las equivocaciones por las que Yuri continúa pagando.

Pero Jacobs lo sabe.

Su sonrisa petulante lo revela tan bien como sus palabras.

—Yuri —susurra, invadiendo su espacio personal con indiferencia y usando el par de centímetros que le lleva en estatura a su favor—, ¿por qué no recordamos viejos tiempos?

Que tengan un pasado en común es, de por sí, una vergüenza, pues el único motivo por el que tiene que lidiar con esto es no haber pensado antes, no haber reconocido a Jacobs por lo que es y repetir el mismo acto al punto de permitirle ver lo que oculta ahora.

—No veo ninguna razón para eso —replica con sequedad, negándose a retroceder. Hombres como Jacobs aprovechan cualquier muestra de debilidad y Yuri ya no es el joven que había racionalizado una mala decisión.

—¿No? —Jacobs pasea su mirada por el lugar antes de concentrarse de nuevo en Yuri, sonriendo victorioso desde ya—. ¿Cuántos han visto tu cara? Parece que en Sternbild las apariencias lo son todo.

Es una amenaza que tendría más peso si supiera, pero quizás realmente no sabe mucho de la ciudad en la que está o por lo menos no ha hecho la obvia conexión, mas otros podrían hacerlo y conectar su cicatriz con la máscara que usa al impartir su verdadera justicia.

Yuri tiene que esforzarse en no dirigir su vista al lugar en el que Wild Tiger está y enfocarse en los ojos claros Jacobs, los cuales no han perdido ni un ápice de su brillo confiado.

—¿Esa es una amenaza?

—Claro que no. —La sonrisa de Jacobs indica lo contrario—. Solo me pregunto si prefieres que te conozcan mejor o recordar otras épocas.

Elegir entre esas dos opciones es fácil.

El ahora tiene mayor importancia que cualquier orgullo y en comparación con fingir que los héroes son más que una falsa imagen de justicia, esto no es nada.

Por lo menos él ya no es tan joven como para creer que esto sirve de algo o intentar dejarse llevar.

No es más que un acto que puede ser hecho mecánicamente y ser olvidado como merece, pues es insignificante y Yuri lo trata como tal.

El estar en el cubículo de un baño (afortunadamente limpio) es lo único que le causa urgencia, pues significa que debe terminar pronto antes de que las muchas bebidas causen que alguien vaya y los descubra.

Da igual que el suelo bajo sus rodillas sea duro o que Jacobs agarre su cabello con mucha fuerza o que embista su boca sin ningún cuidado o que se queje diciendo estupideces como "Yuri, estás fuera de práctica. Tienes que usar tu lengua."

Solo es cosa de cerrar los ojos, contenerse de morderlo y recordarse que Jacobs es muchas cosas, pero no un asesino, por lo que usar sus poderes y acabar con esto iría en contra de su justicia y dejaría demasiada evidencia en su contra, lo cual sería peor que cualquier verdad que Jacobs podría haber dicho si Yuri se hubiese negado a esto.

Quizás ignorar las nauseas al verse obligado a tragar una vez Jacobs se corre (usando la presión de su mano para forzarlo a no apartarse, manteniéndose más profundo de lo que es cómodo) es lo más difícil, mas indica el final y poco después Yuri logra respirar sin dificultades y toser libremente.

—Fue divertido, ¿no crees? —comenta Jacobs mientras tanto, acomodando su miembro entre su ropa interior y cerrando sus pantalones—. Deberíamos repetirlo.

—No tengo tiempo para eso —replica Yuri, su voz menos firme de lo que le gustaría debido a la molestia en su garganta y aunque ansía ponerse de pie, sospecha que sus piernas temblarán cuando lo intente y no piensa permitir que ese hombre lo vea así.

Jacobs ni siquiera le dedica una mirada según abandona el cubículo.

—Estoy seguro de que podrás abrir un campo en tu agenda.

Mientras lo escucha lavarse (innecesariamente) las manos, Yuri se pone de pie apoyándose en la pared, agradeciendo que nadie lo esté viendo y aguarda unos segundos para salir con su cabeza en alto.

Para ese punto Jacobs ya está camino a la puerta y Yuri no tiene ningún motivo para dedicarle una sola palabra. Es mejor quedarse atrás, lavarse las manos y apenas Jacobs desaparece, lavar también su boca.

Las nauseas están de regreso y combinadas con un familiar palpitar en su cicatriz. Es irónico que algo que alguna vez había considerado como una posible distracción de tal dolor ahora lo cause, mas lamentar el pasado es una pérdida de tiempo, tal como lo es considerar qué fue lo peor y su causa.

Sus ideas erróneas sobre cómo dejar de pensar, sus impulsos hormonales cuando era más joven, aproximarse a alguien como Jacobs creyendo que eso traería algo sin consecuencias… todo eso es irrelevante ahora.

Pese al sonido del agua, Yuri puede escuchar voces afuera, las cuales ignora hasta que se hacen más fuertes porque alguien abre la puerta.

—Que pena... —está diciendo alguien a su interlocutor y se detiene en seco bajo el umbral antes de balbucear—. Su señoría.

Y él conoce esa voz.

Yuri cierra sus ojos por un momento y se obliga a alejar su boca del chorro de agua y enderezarse, todavía apoyando sus manos en el borde de la larga mesa de los lavamanos.

Encarar al héroe ahora es más difícil que enfrentarlo en las calles, con máscaras de por medio y con Wild Tiger intentando detenerlo, mas Yuri tiene una imagen que mantener. Debe tragarse cualquier vergüenza que no tiene razón para sentir, verlo a los ojos y saludarlo con naturalidad.

—Wild Tiger.

Él héroe no disimula que está examinándolo con la mirada y su conmoción es visible en su rostro, la cual se tilda con horror o quizás preocupación. Sea lo que sea, sobra tanto como su presencia cuando Yuri solamente quiere estar solo y borrar de sus sentidos cualquier posible recuerdo de lo que acaba de hacer.

Pero en vez de irse, Wild Tiger dirige su vista hacia hacia afuera con el ceño fruncido, termina de ingresar al lugar y cierra la puerta tras él al tiempo que toma una bocanada de aire y se fija de nuevo únicamente en él.

—¿Está bien? —pregunta en voz baja, serio.

Wild Tiger realmente semeja a un animal salvaje cuyos instintos le permiten percibir algo que un tonto no debería por obvio que sea. ¿Y qué tan evidente es?

Ver de reojo su propio reflejo, el cual había ignorado hasta entonces, le deja claro que "mucho" es la respuesta correcta.

Su cabello no está realmente suelto, pero sí tan desordenado que la cinta que lo sostiene es inútil y se ve hasta fuera de lugar; el agua no ha hecho que sus labios se vean menos hinchados y todo en él grita tensión.

Si él mismo puede notar eso en un solo segundo y sin observarse bien, Yuri no quiere pensar qué más vio el héroe en él, mas espera que al menos sus pantalones no sean una prueba visible de su previa posición. No que pueda o desee confirmar eso, e intentarlo bien podría causar que las sospechas de Wild Tiger sean peores.

—Sí. —Yuri lleva una mano hacia la cinta de su cabello para soltarla y pronuncia la única excusa que se le ocurre—. Bebí demasiado.

Wild Tiger abre su boca, la vuelve a cerrar apretando sus labios, baja la mirada y frunce más el ceño.

Eso basta, pues al ser Wild Tiger el primero en romper el contacto visual, Yuri puede girarse hacia el espejo sin verse como si estuviera huyendo, cosa que necesita hacer.

Volver a la fiesta es inconcebible. Es tarde y él acostumbra a dejar esas reuniones sociales sin llamar la atención, por lo que a nadie le parecerá extraño no verlo más y podrá evitar así ver una sonrisa satisfecha que solo reviviría sus arcadas.

Es mejor asegurarse de que podrá abandonar el edificio sin que nadie lo vea en el estado en el que Wild Tiger lo hizo y eso mismo hace, procurando que su reflejo deje de anunciar algo que nadie tiene que saber.

—No pensé que usted bebiera mucho —comenta Wild Tiger en vez de enfocarse en lo suyo y dejarlo en paz.

—No pensé que usted buscara charlar en un lugar como este.

Ser tan cortante es algo que Yuri trata de no hacer y partir sin más seguramente no dejará una mejor impresión, pero lidiar con Wild Tiger no es algo que sea capaz de hacer en ese instante y creer ver por un instante un espectro que debería dejar de perseguirlo lo convence de no postergar su escape.

Wild Tiger por lo menos se aparta de su camino para permitirle salir y por una vez sabe callarse a pesar de lucir como si todavía tuviese algo que decir.

No que alejarse del héroe y abandonar el lugar sin mayores inconvenientes hagan que todo el dolor desaparezca o que pueda ignorar el agrio sabor en su boca, mas es un primer paso para dejar todo en el olvido.


Sacar algo de su mente es simple cuando es tan insignificante como Jacobs mismo lo es.

Si alguna vez pareció imponente, siendo mayor que él y aspirando a una carrera brillante, ahora es tan ordinario como muchos e incluso mediocre y no aporta nada en las reuniones a las que asiste como invitado, ni tampoco se lleva nada con él, al menos si Yuri juzga por el que no toma notas ni pregunta nada relevante.

Su presencia es un desperdicio de espacio y una molestia cuando está aburrido y decide usar lo que queda de su supuesto ingenio para que se queden a solas y exigir otra mamada.

Sin el impacto de no esperar verlo en primer lugar, ni la desagradable sorpresa de no tener tiempo para reponerse antes de volver a encarar al mundo como si no hubiese ocurrido nada, tratarlo como una rutina que pronto acabará es posible.

Él puede continuar con su vida pese a las interrupciones de ese error del pasado, aun si su conteo mental de los días para que el indeseado visitante en Sternbild vuelva a su ciudad se convierte en parte de esa rutina.

Para hoy apenas ha pasado la primera semana de las posiblemente tres y el que Jacobs decida comenzar esta segunda semana buscándolo en su oficina presagia que el tiempo que queda podría no ser peor del ya transcurrido.

—Quiero escuchar más de tu trabajo —anuncia al llegar y tomar asiento como si se creyese bienvenido, siendo tan ruidoso que sin duda tener la puerta cerrada no impide que los escuchen afuera—. Tienes los permisos para saber todo lo que pasa...

—No todo —corrige Yuri de reflejo.

—De enviar a los héroes a trabajar o prohibirles intervenir o hacer que dejen de ser héroes... —Jacobs examina la oficina con disgusto mientras habla, luciendo como si estuviese juzgando hasta los estantes llenos de libros y la mesa en la que Yuri tiene su tetera eléctrica y algunos refrigerios para no tener que perder el tiempo visitando máquinas expendedoras si llega a necesitar comer algo—. ¿Y solo te dan esta oficina?

Dicha oficina es, en realidad, lo suficientemente amplia para una persona que planea trabajar en vez de recibir visitantes innecesarios. Es un espacio que le permite alejarse de todas las miradas y enfocarse en lo que importa y más, como revisar los reportes relacionados con aquel preso escapado que merece un verdadero castigo luego de la media docena de asesinatos que cometió.

No que pueda hacer algo al respecto de inmediato, pues confiarse de que un imbécil no sea capaz de unir las piezas que las últimas noticias le podrían dar lo haría a él un idiota. Aunque odie la idea, su justicia tendrá que esperar.

—Debo seguir los parámetros establecidos para cada decisión —aclara, fingiendo no notar el que Jacobs no hace nada para ocultar su aburrimiento—. Las leyes son claras sobre en qué tipo de casos HERO TV tiene autorización de enviar a sus héroes y...

¿Por qué se molestaron en enviar a alguien tan inepto? Bien podrían haber pedido un reporte de sugerencias para implementar un sistema similar al de Sternbild.

Sus explicaciones al menos mantienen a Jacobs callado por unos minutos que igualmente podrían haber sido mejor aprovechados de otra manera, mas tal cosa no es más que una calma parcial que tarde o temprano se vería interrumpida por alguna exigencia soez...

—¿Qué tan fuerte es este escritorio?

... precisamente como esa.

No que piense mostrar ninguna reacción ante eso, aun si le revuelve el estómago y le provoca una punzada de dolor.

—En caso de que lo haya olvidado, en este momento estoy trabajando.

—Igual que yo y necesito un momento de relajación.

—¿Así es cómo lo llama?

Hay algo en la familiaridad del pasado que invita a deslices como ese, en los que una máscara puede caer y un comentario lleno de rencor puede escapar. Es una muestra de debilidad y Jacobs la nota, claro que lo hace.

Jacobs sonríe y su pose cambia, enderezándose ahora que algo captó su interés y abriendo sus piernas como si pretendiera demostrar su dominio incluso de una silla. Patético.

—¿Cómo prefieres llamarlo?

—Una pérdida de tiempo.

La risotada de Jacobs es irritante, tal como el que la luz se refleje en su cabello claro y el que se incline un poco hacia adelante, consiguiendo que la distancia creada por el escritorio entre ellos parezca insignificante.

—Todavía recuerdo quien buscó a quien —dice, tergiversando el pasado a su gusto—. Siempre solo y asustado con tus secretos, corriendo a abrir tus piernas al primero que no huyó al verte realmente.

Si aquel hombre creía que él está avergonzado de su cicatriz, una marca que había decidido mostrarle al mundo junto a su justicia, su inteligencia es menos de lo que Yuri había creído.

Simplemente él había sido demasiado joven, había sido incapaz de tomar decisiones racionales y había buscado usar a la persona incorrecta como una distracción. Tal error de juicio, repetido por la estúpida creencia de que serviría de algo aunque previamente no lo había hecho, se había convertido en algo peor cuando le había permitido ver.

—Admítelo —sigue hablando Jacobs—, te gustaba y te sigue gustado. Podrías haber dicho que no.

Y antes no lo había hecho, dándole una idea equivocada a aquel hombre, y ahora no le conviene hacerlo.

Yuri contiene un suspiro, sopesa sus errores y acepta la realidad.

—¿Se irá una vez tenga lo que quiere?

—¿Ese es un sí?

Es lo más cercano a aceptar que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para quitarse a Jacobs de encima y conservar sus secretos.

No que tenerlo literalmente encima para ello sea algo que quiera o que disfrute y es humillante verse doblegado, tener su cabello halado, sentir a ese hombre en su interior, y sin duda terminará adolorido, lo cual es otro obstáculo para impartir justicia.

—¿Soy un caballero, no crees? —comenta una vez termina, deshaciéndose de la evidencia en la papelera de basura bajo el escritorio—. Hasta traje condones y lubricante. Y no me he corrido en tu cara desde que nos reencontramos.

Yuri había estado de pie reacomodando su ropa, ya con cierta distancia de él y un escritorio recién limpiado entre ambos, y la sola insinuación de una futura nueva humillación lo paraliza por un instante, seguido de un deseo de dirigir sus llamas hacia ese bastardo.

Pero esa no es su justicia, se recuerda. Él no busca ningún tipo de ganancia personal, ni hacer su vida más fácil y aun si Jacobs merece un castigo, tiene que ser algo acorde a su pecado.

—¿Tenía entendido que ya se iba?

Yuri no lo observa, ni siquiera cuando Jacobs se carcajea.

—Tan orgulloso como siempre, Yuri.

Ordenarle que deje de usar su nombre, que deje la familiaridad, fue algo que Yuri hizo hace muchos años y que solo llevó a que él lo hiciera con la misma frecuencia innatural que lo hace ahora, fortaleciendo la maldición que es el sonido de su nombre, el cual únicamente escucha de una persona que lo odia y de un espectro. Repetir ahora la exigencia de que no lo pronuncie más no serviría de nada, por lo que Yuri aprieta sus labios y revisa su traje, arrugado como no debería estarlo, mas no de una forma demasiado notoria.

Su cabello es un desastre, sin embargo, y pasar una mano por él es un imposible debido a los nudos de éste y su cinta está abandonada en el suelo.

Ya la recogerá, cuando no haya nadie para verlo agacharse, y se peinará y quizás retocará su maquillaje, pues más tarde tiene más de un juicio que presidir y no piensa que nada se vea fuera de lugar. Ocultar el dolor será la parte más fácil, acostumbrado como está a eso y...

Dos golpes en la puerta (en lugar de un portazo que anuncie que está finalmente solo) lo tensan, mas lo que le arranca una reacción es la voz que le siguen.

—¿Su señoría, tiene un momento...?

No él. No él de todas las personas.

Yuri no logra contenerse de girar su cabeza hacia el sonido con sus ojos abiertos de par en par, conteniendo la respiración al tiempo que se fija en el pomo, el cual indica que Wild Tiger no está intentando entrar, sino aguardando por una respuesta.

Es un consuelo que no dura mucho, ya que Jacobs contesta:

—Claro, ya terminamos.

Y en los segundos que siguen, Yuri no puede respirar.

Ver a Jacobs terminar de acomodar su cinturón mientras la puerta se abre es lo único que puede hacer. No hay forma de escapar a no ser que rompa la ventana y se impulse por el aire lejos de allí, mas eso arruinaría todos sus sacrificios hasta ahora, ya que sería una evidencia mucho más fuerte que Jacobs mencionando su cicatriz.

El pánico es una buena forma de delatarse más, sin duda, pues Wild Tiger, quien ingresa a la oficina con aparente nerviosismo, se detiene en seco y su semblante se oscurece debido a una sombra de sobresalto y sospecha.

Él se fija en los objetos (hojas, carpetas, bolígrafos) que terminaron en el suelo y que nadie se ha preocupado por recoger; en la sonrisa despreocupada de Jacobs, quien está de pie a un lado del escritorio y ni se ha molestado en ponerse la chaqueta que dejó descuidadamente en una silla para visitantes; y en Yuri, cuya apariencia dista de ser pulcra y cuya expresión carece de la máscara que debería.

Muy pocas cosas podrían hacer que esto fuese peor.

—Oh, uno de los grandes héroes de la ciudad. Um, Wild... ¿Lion? —pronuncia Jacobs, aparentemente incapaz de notar la tensión de Wild Tiger o quizás sí lo hace y simplemente no le importa—. Creo que nos vimos en la recepción del otro día.

—Tiger. —Pese a responderle con esa corrección, la mirada de Wild Tiger se endurece al enfocarse en Jacobs—. ¿Quién es usted?

—¿Yo? —Jacobs ríe antes de presentarse y darle los detalles tras su estadía en Sternbild antes de agregar—: Me encantaría hablar con los héroes en algún momento.

No es más que palabrería vacía que no consigue que Wild Tiger se relaje o siquiera muestre el asomo de una sonrisa. De hecho, no parece prestar atención y frunce el ceño y mira de reojo a Yuri repetidas veces.

—Pero será otro día —continúa Jacobs con el mismo tono lleno de buen humor—. Hoy tengo hasta una entrevista con el alcalde. Gusto en conocer a un héroe —añade al pasar al lado de Wild Tiger, dándole una palmada en el hombro—. Nos vemos después, Yuri.

Que alguien normalmente tan expresivo y táctil se moleste por algo así no tiene sentido, mas Wild Tiger se ve irritado y se tensa como si estuviese conteniéndose de apartar de un golpe la mano de Jacobs o de decirle algo.

¿Quién iba a pensar que Wild Tiger es capaz de refrenarse?

Es casi irrisorio y aunque el mundo sería mejor si Wild Tiger estuviese al otro extremo de la ciudad, Yuri siente que lidiar con él no será un imposible.

—¿En qué puedo ayudarlo?

El sobresalto de Wild Tiger es exagerado. Él parece a punto de saltar al solo escuchar su voz, aun si un segundo más tarde se repone y cierra sus puños.

—Yo debería ser el que... —Él suspira y baja su mirada, lo cual parece darle una idea—. Lo puedo ayudar recogiendo eso.

Wild Tiger no es alguien silencioso y lo demuestra diciendo cosas como "aquí hay otro" mientras busca todos los bolígrafos caídos y "ups" al arrugar una de las hojas y "¿no me falta nada?" cuando deja todo descuidadamente sobre el escritorio y está revisando el suelo.

Él encuentra algo más, ya que se inclina por lo que resulta ser la cinta con la que Yuri había tenido atado su cabello. Verlo recoger tal objeto, que quizás debería botar, es un golpe más, pero no uno tan fuerte como el que Wild Tiger se lo entregue en lugar de colocarlo en alguna parte.

Yuri siente más deseos de quemar la cinta que de recuperarla, mas Yuri contiene la respiración y se obliga a aceptarla, teniendo cuidado de que sus dedos no rocen por un solo instante a los del héroe.

Esto es intolerable e incluso verlo es más de lo que puede soportar, por lo que Yuri da media vuelta para encaminarse a su asiento y aprovecha el estar dándole la espalda para hablar, pues no tener que enfrentar su mirada hace más fácil fingir que Wild Tiger no sabe.

—Imagino que vino porque necesita algo.

—¿Qué? Oh, sí —balbucea Wild Tiger en lugar de ir al grano y acortar este incómodo encuentro. De hecho, él suspira ruidosamente y dice—. Pero puede esperar. Creo que no es el mejor momento para molestarlo con más trabajo.

Yuri a duras penas se contiene de encararlo para expresar su incredulidad, aun si sí gira un poco su cabeza para poder verlo de reojo.

Trabajo es lo que Wild Tiger le causa de manera regular y nunca ha parecido realmente avergonzado de ello. ¿Que ha cambiado?

La única posible explicación le revuelve el estómago.

—Sería mejor... —continúa Wild Tiger como el tonto que es, paseando su vista por todo el lugar—. ¿Un té? Puedo preparar uno —sugiere y hace un amague de dirigirse al lugar donde está la tetera.

Sin duda la tetera terminará rota en sus manos si le permita tocarla y si ocurre un milagro y eso no ocurre, el precio a pagar será su presencia por muchos minutos más.

—Preferiría que no. —Tratando de no hacer ninguna mueca de dolor, Yuri toma asiento y deja en una esquina del escritorio la cinta. Sonar firme y con eso frenar al héroe es parte de una máscara que ha vestido por mucho tiempo y hoy no tiene que convertirse en la excepción, incluso si su apariencia dista de ser prístina e invita a que Wild Tiger asuma erróneamente qué hay bajo tal máscara—. Si va al grano, ambos podremos continuar con nuestro día pronto.

Por una vez, Wild Tiger no se delata con su expresión y el silencio que sigue es tenso, mas no dura mucho.

Wild Tiger suspira de nuevo y alza sus dos manos, mostrando sus palmas como si quisiera demostrar que se está dando por vencido, aun cuando sus palabras indican lo contrario:

—Sé que no lo conozco realmente y tal vez no debería decir nada y... ah, no lo estoy juzgando, claro que no, solo...

—¿Solo...? —insiste Yuri en contra de su sentido común. Pero no es como si Wild Tiger se fuese a guardar su opinión, por lo que bien podría ser mejor invitarlo a pronunciarla de una vez y no prolongar más esto.

—Él también estaba esa noche —dice, dejando caer sus brazos y removiéndose en su lugar—, en la fiesta.

Y por supuesto que Wild Tiger lo recuerda, aun si siempre olvida tener cuidado y no destruir todo en su camino.

—¿Y?

Que Wild Tiger titubee es una clara prueba de que esta es una conversación que no deberían tener. Wild Tiger nunca duda; él se lanza de cabeza al peligro y dice estupideces hasta en la corte y sin preocuparse por su usual falta de elocuencia.

—Usted parece odiarlo. —Wild Tiger aprieta sus labios por un corto momento y con su más típica osadía y un deje de urgencia en su tono, añade—: Si él lo está obli-...

—¿Ha considerado que no es de su incumbencia?

La interrupción sobresalta a Wild Tiger, mas él se repone en cuestión de un parpadeo e incluso sonríe un poco.

—Suelen decirme cosas parecidas. —Su semblante recupera toda seriedad un instante después—. ¿Quiere hablar? ¿O hacer algo? No tiene que ser conmigo, a no ser que quiera...

Quizás, si Yuri no supiera ya que Wild Tiger es un héroe entrometido que no usa excusas para hacer la vista ciega, habría dudado de la sinceridad de tal ofrecimiento. Son más los que hablan pese a no tener la intención de cumplir con su palabra y pocos las personas que, como Wild Tiger, realmente actúan incluso antes de hablar y sin pensar en quedar bien.

Y ese mismo es el problema.

No reaccionar requiere un esfuerzo mayor, pues ha estado en el límite de su control desde antes de la llegada de Wild Tiger y ahora siente que su sangre se convirtió en llamas y ansía dejarlas salir y convertir en cenizas cualquier cosa que pudiese recordarle lo sucedido.

Pero no puede, no debe.

Simplemente necesita deshacerse de Wild Tiger y luego podrá recuperar la compostura que terminó perdiendo por su culpa.

—No es necesario. Y si no tiene ninguna razón laboral para estar aquí, tengo que pedirle que se vaya. Tengo mucho que hacer.

Ni siquiera es una mentira, aun si tiene el sabor de una y por eso no soporta ver a Wild Tiger mientras lo dice y termina bajando su mirada y fijándola en uno de los documentos más cercanos.

Eso le impide ver la reacción de Wild Tiger y lleva a que la espera por una contestación sea peor que si tuviera alguna pista de lo que está por venir. Para su consuelo, sin embargo, Wild Tiger cede.

—Entonces vendré en un mejor momento —dice y se dirige a la puerta, frente a la que se detiene por un momento—. Pero, si llega a pasar algo...

—No lo hará.

—Pero si pasa y puedo hacer algo...

Que Wild Tiger deje su ofrecimiento abierto y tras eso se vaya hace que suene como si el héroe estuviese dispuesto a hacer lo que fuese si Yuri le pidiese ayuda, ignorando el que la justicia de ambos es tan diferente que nunca estarán de acuerdo sobre el castigo indicado para un pecador.

Es irónico y causa que su ausencia no haga ninguna diferencia para Yuri y la calma lo evade el resto del día, pues ni siquiera hacer cenizas la cinta lo hace sentir mejor y cuando llega la noche, cede al impulso de salir.

No tiene un blanco como Lunatic, cosa que hace de esto un riesgo innecesario, mas recorrer la ciudad velozmente, consciente de que tiene el poder de hacer algo, acalla esa parte de él que había ansiado que todo ardiera.

Eso no le impide aterrizar (con cierta torpeza que resultaría fatal si un héroe lo estuviese persiguiendo) en una azotea cercana al hotel en el que Jacobs se está quedando.

Será fácil averiguar en cual de todas las habitaciones está y usar su puntería para enviar una llama de fuego directamente a su ventana. Él podría controlar las llamas para que las habitaciones cercanas no se vean demasiado afectadas y así acabaría con todo impartiendo un castigo mucho mayor que el crimen.

¿Wild Tiger no lo había llamado antes un simple asesino?

Si hiciese algo contra Jacobs realmente lo sería y...

—¿Y no me mataste a mí, Yuri?

La voz del espectro es tan inoportuna como siempre y al girar y enfrentar esa imagen poco imponente, con su traje colorido y su ridícula máscara que oculta sus ojos claros, Yuri no se contiene de lanzar sus llamas hacia él en un fútil intento de exorcizarlo.

Sus llamas lo atraviesan, tal como siempre, sin que siquiera su imagen pierda nitidez y Yuri se lanza por el borde del edificio, impulsándose un segundo después con sus llamas para alejarse en lugar de caer.

Él no va a matar a Jacobs porque sería más conveniente que lidiar con él. Él no se desviará de su justicia. Él simplemente soportará los días que faltan para que pueda volver a su rutina y entonces podrá fingir que esta interrupción en su vida nunca ocurrió.


Por unos días, un notorio volumen de trabajo causa que Yuri no tenga tiempo para nada.

El que tal cosa mantenga lejos a cualquier posible visitante indeseado es una ventaja aun si es extenuante pasar de juicios a reuniones a preparar la información para otras reuniones y solo darse cuenta de que ya se acabó el día cuando el agotamiento lo obliga a hacer una pausa.

Él no se da cuenta cuan agotador ha sido hasta el viernes, día en el que pasa la mañana en la corte y sale de ella con su visión menos clara de lo que debería, su cabeza palpitando dolorosamente y consciente de que su falta de paciencia fue obvia en más de una ocasión.

Es cosa del cansancio, sin duda, y del hambre, pues apenas pudo desayunar más de seis horas antes y pese a estar acostumbrado a largas jornadas con poco sustento, ya llegó a su límite y eso es incluso más obvio en el ascensor, donde no se contiene de masajear su entrecejo y recibe más de una mirada de simpatía de personas que ve todos los días, pero cuyos nombres no recuerda.

Es un desliz vergonzoso que él intenta ocultar con una sonrisa y una disculpa superficial antes de abandonar el ascensor y refugiarse en su oficina.

Ya fuera de la vista de todos, Yuri deja su toga de lado sin preocuparse por reemplazarla por una chaqueta y se prepara un té al que le pone más miel de la usual y que usa para pasar un analgésico.

Almorzar es una necesidad, mas no tiene idea de si tiene tiempo suficiente para salir de la torre o si la cafetería de esta está tan concurrida que perderá todo su tiempo antes de probar bocado.

Quizás es mejor descansar en su oficina, donde al menos no tiene que aguantar ningún ruido que empeorará su dolor de cabeza mientras espera que el analgésico surta efecto y puede cerrar sus ojos un momento sin que nadie sea testigo de ese momento de debilidad y eso es justo lo que hace, acomodándose en su no tan cómodo asiento mientras bebe su té, confiando en que las calorías brindadas por la miel sean suficientes por ahora.

Quedarse dormido no hace parte de sus planes y prueba ser un error cuando vuelve en sí a causa de una voz.

—Puedes seguir durmiendo —dice y una mano sobre su cabeza en algo que no es exactamente una caricia parece invitarlo a ello—, no me molesta.

La urgencia que le trae el recuerdo de todo lo que tiene que hacer lo lleva a intentar confirmar la hora en su computador y al ver que solo han pasado minutos y aún tiene media hora antes de su próxima obligación (una reunión con los representantes de las empresas que patrocinan a los héroes), Yuri suspira con alivio y vuelve a cerrar los ojos.

La mano en su cabeza, sin embargo, pasa a agarrar su cabello con fuerza y lo hala hacia adelante, cosa que lo espabila por completo y le permite al fin procesar quién está allí.

Yuri abre sus ojos por completo y se niega a apartar la mirada pese a las nauseas que le provoca ver a Jacobs ahí, con su verga en mano y sin ocultar su intención de usarlo una vez más así esté inconsciente.

—¿Qué está haciendo aquí? —dice Yuri, intentando alejarse pese a la punzada de dolor que le causa Jacobs al no soltar su cabello.

—¿No es obvio? Estos días han sido tan estresantes —afirma con una sonrisa que no presagia nada bueno— y parece que es mutuo.

El que haya algo de verdad en eso no cambia el que los métodos de relajación de Jacobs no tienen nada que ver con los suyos, por lo que Yuri cierra sus puños y entrecierra los ojos, apenas conteniéndose de agarrar la mano con la que Jacobs sigue sosteniendo su cabello y prenderle fuego.

—Si no vas a dormir, date la vuelta.

Obedecerle significa no verlo, escucharlo menos y poder terminar con esto pronto, aun si no es posible ignorar lo que está ocurriendo. Es incómodo terminar en cuatro en el suelo, pues la silla de ruedas es poco conveniente para esto, el frío del lubricante le produce escalofríos y los poco cuidadosos dedos de Jacobs casi le arrancan un quejido.

Morder sus propios labios para no darle el gusto de escucharlo es su única opción ante su primera embestida, brusca y que demuestra como siempre que a Jacobs solo le interesa su propio placer. Es bueno que sea así y que aquel hombre no trate que se involucre activamente en este acto sin sentido.

—Me pregunto —comenta sin detener su ritmo brusco, jadeando entre palabras— si otra vez aparecerá ese héroe. ¿Wild... algo?

Yuri no puede evitar un estremecimiento y tensarse ante el solo recuerdo de Wild Tiger y el que el héroe nota mucho pese a ser un tonto inconsciente. ¿Por qué lo esta mencionando...?

—Ja, ya lo sospechaba —ríe Jacobs sin aliento, haciendo una corta pausa antes de acelerar sus movimientos—. ¿Quieres que venga después como siempre o prefieres que esta vez te vea así? ¿O te gustaría que él sea el que te folle?

Lo que Jacobs insinúa lo lleva a reaccionar de reflejo intentando girarse, al borde de activar sus poderes.

Su intento de resistirlo lo lleva a empujarlo contra la mesa y la taza en esta cae al suelo, mas Jacobs deja de sostener su cintura para poner una mano en su nuca y sujetarlo de cara al suelo. Podría liberarse, podría acabarlo aquí y ahora, mas es precisamente el recuerdo de Wild Tiger lo que le permite recobrar la suficiente claridad mental como para recordar más de un motivo para no hacerlo, aun si el que Jacobs continúe hablando se siente como un empujón a hacer todo lo contrario.

—¿No te das cuenta cómo me estás apretando? —bufa Jacobs con tono de burla—. Pensar que alguien que criticaba a los héroes se excita por uno.

—Cállese.

—Puedo darte una mano —prosigue Jacobs en vez de callarse—. Ni siquiera me quejaré si gimes su nombre.

Él habla y habla y Yuri no puede ni quiere concentrarse en lo que dice, ni pensar en Wild Tiger, ni aceptar las reacciones físicas que más tienen que ver con el estímulo en su próstata que con el recuerdo de un héroe.

Cuando al fin, al fin, Jacobs termina, es Yuri el que resuella intentando recobrar el aliento. Sus ojos escocen, sus oídos parecen solo captar un pitido continuo que no puede ser real y aunque la alfombra bajo él es todo menos cómoda, no se puede mover.

—Podemos jugar a que soy un héroe la próxima vez. —Si bien puede escuchar a Jacobs deshaciéndose del condón y preparándose para salir, Yuri no intenta verlo, ni mucho menos trata de replicar a semejante estupidez—. Hoy no tengo tiempo.

Y eso es bueno, pues significa que poco después Yuri está solo y no hay nadie que lo vea apoyarse en brazos temblorosos para ponerse de pie y tambalearse una vez lo consigue.

Normalmente podría fingir que no ocurrió nada y seguir con su vida, mas hoy, aunque retoca su maquillaje y se peina y se asegura de que ni en su piel ni en su ropa queden marcas visibles, en cuanto ve que no tiene tiempo para más se paraliza y no abandona su oficina.

Hoy llegó a su límite.

No es culpa de Jacobs, ya que tal hombre no merece tanta importancia, sino de su propio ritmo laboral y no tiene nada de vergonzoso admitir que necesita un descanso y reprogramar sus obligaciones restantes para la próxima semana.

Nadie se opone, de hecho, ni siquiera los ejecutivos que seguramente ya estaban preparados para hablar de sus héroes y buscar mayores ganancias con sus ideas y en cuestión de minutos Yuri tiene la tarde y la noche libres, cosa que no le trae el alivio que debería.

Quizás es porque todavía tiene cosas que hacer aquí, como recoger los pedazos de lo que alguna vez fue una taza, mas cuando Yuri se agacha para hacerlo, termina sentándose apoyado contra la pared más cercana, quedando prácticamente escondido tras el escritorio y fuera de vista si alguien llegase a entrar.

Puede descansar ahí del mundo, ¿no?

Esa es la razón por la que cierra sus ojos y pasa un largo rato concentrado en no pensar y pese a que eso no es reparador como dormir lo sería, sí le permite recuperar parte de su calma y notar tardíamente que está actuando peor que años atrás, en los que acostarse con Jacobs no le trajo nada ni para bien ni para mal, cuando fue un imbécil al pretender que repetir lo mismo traería diferentes resultados.

Que ahora lo afecte es ridículo, pues al menos está consiguiendo motivar a Jacobs a mantener su boca cerrada a cambio de darle un cuerpo conveniente durante su estadía en Sternbild, la cual de por sí está a punto de acabar.

Yuri exhala lentamente y tras unos segundos hace un amague de moverse, mas se detiene al escuchar voces acercándose.

Él no alcanza a distinguir lo que dicen en un comienzo, mas en el punto en el que puede hacerlo, también logra reconocer una de las voces, cosa que lleva a que Yuri contenga su respiración.

—... y solo lo dejaré en el escritorio. ¿Ahí lo verá, cierto?

—Si es solo eso...

—Sí, sí... Oh, ¿pero debería dejar también una nota? Para que sepa que no están apareciendo documentos de la nada...

La contestación a eso es apenas un murmullo, como si la otra persona se estuviese alejando y el otro ríe y abre la puerta.

Quizás es hora de acostumbrarse a mantenerla cerrada con llave, piensa Yuri distraídamente, notando cuando la puerta es cerrada y lamentando que la alfombra le impida saber que tan cerca está el otro.

La poca esperanza de que Wild Tiger no lo verá y cumplirá con simplemente colocar lo que trae en el escritorio e irse se desvanece cuando lo escucha murmurar un sorprendido "¿Qué...?"

Wild Tiger sin duda vio los pedazos de porcelana y en lugar de hacer la vista ciega, se acerca a examinarlos y al hacerlo, lo ve.

La expresión de sorpresa de Wild Tiger no dura mucho y es remplazada por una tensa seriedad que se mantiene cuando él comienza a justificar su presencia.

—Vengo a traer esto —dice, alzando la mano en la que lleva una carpeta—. Es una propuesta de algo, creo. Escuché que querían presentarla hoy y no pudieron, así que querían entregársela y... ¿me ofrecí a traerla?

—Veo.

—Me dijeron —continúa Wild Tiger mientras deja la carpeta en el escritorio— que creían que usted no estaba y que canceló todo lo que tenía para hoy.

Y ahora Wild Tiger sabe por qué y la forma en la que cierra sus puños lo expresa a gritos. Yuri no intenta pronunciar alguna excusa para hacerlo cambiar de idea y se limita a observarlo cuando Wild Tiger decide encargarse de limpiar el desastre de la taza, recogiendo cada pedazo con menos cuidado del que debería si quisiera evitar cortarse.

Probablemente debería detenerlo u ordenarle que se vaya ahora que cumplió con el propósito de su nueva y poco oportuna visita, mas Yuri se mantiene en silencio hasta que Wild Tiger hace una mueca cuando bota la porcelana rota en la papelera, posiblemente porque allí hay una nueva prueba de lo que ya sospecha.

Pero no puede permitir que eso continúe y si bien ya es tarde para dar excusas, todavía puede intentar que Wild Tiger no sobrestime que tanto está afectándolo.

—Estoy descansando.

—¿Qué? —Wild Tiger se endereza rápidamente, salvándose de golpear su propia cabeza contra el borde de la mesa por solo unos milímetros, y frunce el ceño en confusión.

Yuri suspira y pronuncia más verdades, aun si poco le agrada admitir haber llegado a su límite.

—No he tenido tiempo para comer nada desde esta mañana. Esta semana he estado más ocupado de lo usual.

Wild Tiger abre su boca sin pronunciar sonido por unos segundos, tras los cuales comienza a rebuscar en sus propios bolsillos.

—Deme un segundo, creo que.. sí, aquí está. —Con una sonrisa, Wild Tiger saca lo que resulta ser un paquete de galletas y se lo ofrece—. No que remplace un almuerzo, pero puede ayudar. Me lo dieron esta mañana, en una entrevista y lo guardé para más tarde...

Es más fácil aceptarlas que contarle que él tiene refrigerios similares a la mano, por lo que Yuri se pone de pie solo para reemplazar como asiento el suelo por una silla.

En vez de quedar satisfecho con ello, Wild Tiger decide preparar té también sin siquiera preguntarle antes y ¿tiene sentido detenerlo a estas alturas? Yuri incluso le explica el funcionamiento de la tetera cuando es obvio que Wild Tiger no tiene idea de cómo usarla.

El que las palabras que intercambien sean tan triviales no es más que una calma temporal que Wild Tiger rompe una vez Yuri está tomando el primer sorbo del té

—¿No podría conseguir una orden de... um, para mantenerlo lejos? Si no quiere denunciarlo, yo puedo hacerlo y...

—Estaría perdiendo su tiempo —interrumpe Yuri, prefiriendo fijar su vista en su bebida y no en Wild Tiger, quien suena desesperado por hacer algo, quizás creyendo erróneamente que Yuri no se defiende por miedo o vergüenza.

Él es un verdadero tonto que incluso olvida la ausencia de cámaras, siguiendo su justicia sin pensar qué le traerá. Si no fuese así, sería más simple no solo ignorarlo, sino no considerarlo un héroe…

—No será una pérdida de tiempo si sirve de algo —insiste Wild Tiger y Yuri deja la taza sobre el escritorio, temiendo delatarse si sigue sosteniéndola mientras hablan.

—Ese tipo de denuncias requieren evidencia y el testimonio de alguien involucrado.

El que sus manos tiemblen en contra de su voluntad es una confirmación de que hizo bien en dejar su té de lado. Es solo culpa de los recuerdos de lo inútil que es una llamada anónima (de cómo un "todo está bien, oficiales" dicho en voz temblorosa basta para que los supuestos brazos de la ley se vayan por donde vinieron) y de que un espectro parezca haberse materializado en una esquina y esté mirándolo con reprobación.

¿Y por qué esta pensando en el pasado cuando no sirve de nada y en el ahora tiene que lidiar con un héroe?

Yuri se obliga a concentrarse en Wild Tiger, quien está hablando con vehemencia.

—... y con lo que usted diga...

—Creo que está malinterpretando algo —interrumpe Yuri y no sabe si agradecer o no el que Wild Tiger se calle y aguarde a que él continúe. Él no tiene ninguna obligación de justificarse o de revelar más, pero sería peor permitir que Wild Tiger actúe por su cuenta y afecte el equilibro que Yuri ha conseguido. Solo es cosa de días para dejar esto en el pasado y para que su secreto se mantenga como tal y por eso mismo Yuri se obliga a decir—: En ningún momento me he negado.

Admitirlo le produce nauseas que poco tienen que ver con lo que ha comido. Hablar debería ser más fácil que actuar, mas, quizás, el tener a Wild Tiger como interlocutor es lo que complica todo y lo peor es que Wild Tiger mantiene su silencio incluso después de tal admisión.

Eso es tan insoportable que Yuri se arriesga a beber un poco más de té, encontrándolo cálido y reconfortante pese a que el sabor es diferente al usual. La miel que le puso no es suficiente, quizás, o Wild Tiger le puso más hojas que las que Yuri suele usar.

Al menos le ayuda a recuperar una apariencia más calma y con eso logra reunir la determinación de encarar al héroe, lo cual resulta ser una mala idea.

La conmoción es visible en la expresión de Wild Tiger, lo cual es ridículo cuando no hay ninguna víctima por la que sentir lástima y sin duda su razón para estar aquí sería muy diferente si supiera.

Fijarse de reojo en el espectro le confirma que éste sigue ahí, observando, juzgando, reclamándole sin palabras algo que ya una vez Wild Tiger también dijo y que no tiene nada de verdad.

¿No lo ha probado al no usar sus llamas contra Jacobs?

—No es lo mismo no decir no a decir sí... o a querer algo —pronuncia Wild Tiger en voz baja, su voz sonando como si estuviese a punto de quebrarse.

Quizás, en otro contexto, Wild Tiger tendría la razón y Yuri lo afirmaría en la corte sin ningún titubeo. No obstante, lo que el héroe implica no se puede comparar a una transacción acordada previamente.

—¿Y? —Yuri es un imbécil por alentar al héroe a seguir hablando.

—No entiendo —declara Wild Tiger y camina de un lado a otro un par de veces antes de dejarse caer en una de las sillas para visitantes, demostrando sus intenciones de quedarse e insistir en su justicia—. No hay nada malo en pedir ayuda.

—Está asumiendo que la necesito.

—No estoy ciego. —La voz de Wild Tiger es firme y está cargada de frustración—. Y tampoco tengo tan mala memoria como para olvidar lo que he visto y... mire, si no quiere que sea yo el que haga algo o piensa que no puedo, bien. Pero... —Wild Tiger traga saliva, luciendo más tenso que antes—. Eso no puede continuar.

¿Qué se supone que es eso, exactamente?

Yuri tiene que morder su propia lengua para contenerse de preguntarlo, pues duda que pedirle a Wild Tiger que lo defina haga una diferencia y eso bien podría terminar con él corrigiéndolo y confesando más de lo que debe.

¿No está viviendo lo que significa permitir que alguien descubra demasiado? Y aun si Wild Tiger no es Jacobs, aun si es un héroe siguiendo su justicia en vez de desentenderse de un asunto que no involucra cámaras, ni puntos, ni el patrón de perseguir, destruir y arrestar, sigue siendo un peligro para él y un obstáculo para su propia justicia.

Realmente esto no puede continuar.

—Y no lo hará.

Los ojos de Wild Tiger se agrandan en sorpresa y él parece contener su respiración por unos segundos, tras los cuales pregunta:

—¿Qué hará?

Podría mentirle y hablar de métodos legales que no planea usar, pero...

—Nada. —Es evidente que Wild Tiger planea protestar, por lo que Yuri continúa—: Él solo estará en la ciudad unos días más.

En lugar de verse aliviado, Wild Tiger frunce el ceño.

—¿Hace cuanto lo conoce?

El interrogante es tan inesperado que Yuri ni siquiera le recuerda que no es de su incumbencia y se limita a evitar contestar terminando su té y las galletas y con el paso de los minutos nota dos cosas: el analgésico hizo su trabajo y Wild Tiger planea esperar todo el tiempo que sea necesario.

—No pensé que la paciencia fuera su fuerte. —Es con resignación que Yuri habla.

Su trabajo no es una excusa esta vez para echarlo y tampoco hay máscaras entre ellos que le permitan impulsarse en el aire para huir del héroe y con Wild Tiger interponiéndose en el camino hacia la puerta, será necesario convencerlo de irse y de no volver y es evidente que no lo conseguirá con negaciones.

—Hmm, no realmente —dice Wild Tiger con una mueca que no puede ser considerada una sonrisa—. Diría que es lo contrario.

Realmente. Las acciones de Wild Tiger lo demuestran día a día y eso hace su esfuerzo actual por esperar más notorio. No que Yuri quiera premiarlo por ello o crea deberle algo, mas a estas alturas no tiene más opción que darle algo.

—Estudiamos en la misma universidad.

Wild Tiger luce confundido por un instante, como si hubiese olvidado lo que él mismo había preguntado, mas una vez capta de que está hablando, su semblante se torna serio.

—¿Pero no en el mismo año? Él se ve mayor.

—Lo es.

—¿Y?

Wild Tiger no se conforma con unas migajas, no se siente satisfecho con que Yuri revele un poco de sí mismo. Aunque eso no es lo que el héroe busca, se recuerda Yuri, sino salvarlo sin darse cuenta que de que Yuri no necesita tal cosa y quizá no descansará hasta lograrlo.

—Probablemente no lo volveré a ver una vez deje Sternbild.

Es algo que ya había implicado antes y que debería bastar para que Wild Tiger entienda que su preocupación es innecesaria, mas la frustración del héroe parece incrementar, pues él cierra sus puños, se inclina hacia adelante y abre la boca como si fuese a gritar. Wild Tiger se contiene a último momento, echándose hacia atrás y pasando una mano por su propio cabello con clara exasperación al tiempo que aparta su mirada.

—¿Y qué va a hacer mientras tanto?

¿Por qué Wild Tiger suena desesperado?

—No entiendo su pregunta.

—¿Si le pido que me llame, lo hará? —Wild Tiger suspira, dejando caer su mano—. Sé que no lo va a hacer.

—No necesito a un héroe.

La sorpresa de Wild Tiger es visible, pero no dura mucho y esta vez él sonríe con aparente diversión, como si hubiese descubierto algo y eso hubiese revivido sus esperanzas.

—Entonces no me vea como un héroe, solo como alguien preocupado.


El problema con los idiotas como Wild Tiger es que no saben rendirse.

Él insiste en obligarlo a anotar su número, se convierte temporalmente en el mensajero innecesario de Apollon Media y pierde el tiempo con todo ello pues Jacobs pasa sus últimos días en la ciudad tan ocupado que Yuri solo tiene la desgracia de verlo en una reunión en la que Jacobs apenas tiene la oportunidad de susurrarle algo inapropiado antes de irse a cumplir alguna otra obligación.

Ver al héroe con más frecuencia de lo usual no es tan molesto como debería, quizás porque aunque Wild Tiger lo examina como si quisiera descubrir algo, lo que ve parece ser suficiente para aplacarlo, mas es hora de que eso también llegue a su fin.

Por eso, cuando Wild Tiger aparece en su oficina para notificarlo de algo de lo que Yuri ya había sido informado, Yuri lo interrumpe para hacérselo saber.

—Mañana es su último día.

—¿Qué?

Y tiene sentido que Wild Tiger no comprenda de qué o quién está hablando y no es como si Yuri quiera pronunciar su nombre; él prefiere tratar el tema como si fuese laboral y en cierta forma lo es, pues mañana será Wild Tiger quien tendrá la obligación de lidiar con Jacobs.

—Su vuelo es mañana y antes de irse entrevistará a los héroes.

Es algo que pidió a última hora y que Yuri aprobó una vez los representantes de las compañías patrocinadoras de los héroes afirmaron estar de acuerdo con que sus héroes fueran entrevistados, sin duda creyéndose un ejemplo a seguir para otras ciudades.

Yuri tendrá que supervisar tales entrevistas, mas eso será fácil en comparación con tener que lidiar directamente con un héroe o con Jacobs y tras eso, podrá excusarse y volver a su justicia sin más impedimentos que Wild Tiger y sus intentos por detenerlo.

Aunque para Yuri eso es suficiente, Wild Tiger no se ve contento ante la noticia.

—¿Y va a dejar que se vaya así?

Que Wild Tiger diga algo así, que suena como si creyese que Jacobs merece algún tipo de castigo, es tan inesperado y carente de sentido que Yuri contiene su respiración y repasa esas palabras en su mente en un intento de encontrar en ellas otra implicación, mas no lo logra.

—¿Disculpe?

Wild Tiger, quien se ha mantenido de pie durante toda la conversación, se remueve en su lugar, claramente incómodo, y si bien se fija en los asientos para visitantes, no se apodera de uno.

—Después de todo lo que él le ha hecho, no debería poder irse como si nada —insiste, confirmando que Yuri no había imaginado el significado de su previa afirmación—. ¿Y si vuelve? ¿Y si...?

—¿Usted sabe realmente lo que él ha hecho? —Y aun si no lo hace, ¿cuál es el castigo que Wild Tiger cree que tales actos ameritan?

—Puedo imaginarlo —insiste Wild Tiger con un deje de ira que no expresa lo que Yuri quiere saber.

—¿Quiere escuchar los detalles? —Y es solo el querer provocarlo lo que lo lleva a hacer tal ofrecimiento, pues no es como si Yuri quiera rememorar algo y tampoco es como si la realidad sea tan similar a lo que Wild Tiger cree.

¿Pero debería aprovechar el rumbo de la conversación para corregirlo?

—No. —Wild Tiger lo mira a los ojos como si estuviese buscando una respuesta en ellos que no involucra detalles soeces y al final suspira—. No necesito escucharlos para saber. Y usted no quiere hablar de eso, ¿no? Y entiende a lo que me refiero.

Yuri no está tan seguro de ello, mas prefiere no corregir al héroe o tratar de cuestionarlo. Es mejor que él se vaya.

Gracias a que finalmente lo hace, el día termine sin mayores inconvenientes que un documento mal impreso y una emergencia en otra parte de la ciudad en la que los héroes intervienen y que lleva a que Yuri se quede unos minutos más en su oficina, viendo la transmisión más por costumbre que por necesidad.

Wild Tiger al menos se ve concentrado en su deber y ni siquiera causa un desastre, aun si no se lleva muchos puntos. Probablemente este incidente no traerá trabajo adicional para él, lo cual bien puede ser considerado una buena noticia para terminar el día.

No que concluya bien.

Yuri no llega a salir de su oficina cuando la puerta se abre y Jacobs entra como si nada, quedando tan cerca que Yuri puede notar el alcohol en su aliento aun antes de que él hable.

Un escalofrío recorre su espalda y Yuri agarra con más fuerza su maletín.

—Parece que llegué justo a tiempo —dice Jacobs, su hablar menos claro de lo usual, confirmando lo que Yuri ya había notado—. ¿Ya te ibas, cierto? Así que ya no estás trabajando y veo que ya todos se fueron.

—Y usted debería hacer lo mismo.

La carcajada de Jacobs es más ruidosa de lo normal y al mismo tiempo él pone una de sus manos en el hombro izquierdo de Yuri y aprieta con suficiente fuerza para que Yuri no pueda contener un quejido, aun cuando la herida en él sanó hace mucho.

—Merezco una fiesta de despedida, ¿no crees?

¿Qué es lo que merece? Yuri piensa en eso incluso mientras su maletín cae y se ve con su rostro contra la pared.

Ser consumido por sus llamas no lo es, aun si Yuri ansía hacerlo y el tufo del aliento de Jacobs lo marea y le recuerda a otro borracho que no recibió ninguna piedad. La situación es diferente, sin embargo.

Ni siquiera es tan doloroso pese a su falta de consideración y seguramente no durará mucho, pues es incluso sorprendente que Jacobs pueda tener una erección en primer lugar después de haber bebido tanto. Aunque Jacobs siempre ha sido un hombre lascivo y la edad no lo ha afectado.

—Me he estado preguntando... —jadea, moviéndose sin mucha coordinación—. ¿Ese héroe tuyo ha visto tu cara?

Yuri no puede contenerse de activar sus poderes solo por un instante. La llama sobre sus ojos es un cálido recuerdo de lo que puede hacer que pasa desapercibido gracias a la posición en la que está y que apaga de inmediato, ya que no requiere de ningún consuelo ficticio y esa no es su justicia.

¿Qué creería Wild Tiger que sería lo correcto?

¿Qué creería Wild Tiger si supiera?

Ja. Al ver su verdadero rostro reflejado en una máscara, aquel héroe lo declaró un simple asesino, no se preocupó por escuchar la voz de Tánatos y comprender su justicia, solo afirmó que merecía ser detenido y eso no cambiaría, ¿no?

¿Pero Wild Tiger vería esto como un castigo justo o a pesar de todo seguiría intentando salvarlo?

El que sus ojos escozan no tiene sentido y Yuri los cierra, ignora la voz de Jacobs y aguarda hasta que éste se corra y diga unas estupideces más y se largue.

Al fin.


Si bien se trata de una obligación, Yuri admite consigo mismo que preferiría dejarla en manos de un tercero y por eso mismo posterga el ir al lugar de la entrevista.

No es que tenga esperanzas de que llegará una vez todo haya sido dicho y de que no tendrá más que quedarse con la excusa de confirmar algo con los héroes mientras Jacobs se va directo al aeropuerto para no volver, mas no ve motivos para estar presente de principio a fin y escuchar palabrería sin sentido.

Eso no significa que pueda no cumplir con asistir y pese a su desagrado, luego de finalizar con un par de deberes poco importantes se dirige a la sala de recepciones de la torre de la justicia en la que organizaron un desayuno bufet que da la impresión de que se trata de una inmerecida fiesta de despedida y no la reunión laboral que debería ser.

De hecho, hay varios grupos hablando como si nada, descubre Yuri al llegar, y Jacobs...

Yuri pasea su vista por el lugar, tenso, y al encontrarlo, su sangre parece convertirse en hielo.

Por alguna razón el hombre está junto a Wild Tiger, Brooks y un representante de Apollon Media, sonriendo mientras pasa un brazo por los hombros de Wild Tiger y parece decir algo en un susurro solo para él.

Es posible ver la conmoción pintar el semblante del héroe, verlo estremecerse y cerrar sus puños. Brooks se ve confundido, sin duda porque no logró escuchar a Jacobs. Yuri no tiene idea de en qué momento dejó de respirar.

¿Puede confiar realmente en que alguien como Jacobs cumpla con su palabra y no diga nada...?

Arrepentirse ahora no sirve de nada. Es muy tarde para hacer algo excepto ver a Wild Tiger reaccionar, mas en lugar de notar que Yuri está ahí e ir hacia él para arrestarlo, Wild Tiger obliga a que Jacobs lo suelte y acto seguido lo golpea.

Aun sin usar sus poderes, Wild Tiger es rápido y ni siquiera Brooks puede moverse a tiempo para detenerlo, aun si un segundo después sí lo sostiene para impedir que haga algo más.

Si quienes están cerca no comprenden qué ocurrió, quienes están lejos menos y hacen un amague de acercarse incluso mientras Wild Tiger y Jacobs gritan algo y Wild Tiger luce dispuesto a más que darle otro puño en la cara.

Ver a Jacobs con la nariz ensangrentada la trae cierta satisfacción, mas Yuri no se permite disfrutarla y se aproxima a zancadas a la escena, esforzándose en sonar firme al decir:

—¿Qué está pasando?

No que necesite una respuesta, pues puede imaginarlo ahora que el fugaz miedo de ser descubierto desapareció de su mente.

Jacobs no conoce el poder que tiene en sus manos al saber de su cicatriz y sin duda sus retorcidas palabras tuvieron más que ver con sus usuales comentarios soeces y no con una verdad que Yuri no tiene ningún deseo de que salga a la luz pronto.

—¿Eso es lo que llaman un héroe? —escupe Jacobs, presionando una mano contra su nariz sangrante y posiblemente rota—. Está loco. Debería estar en la cárcel si cree que puede agredirme solo porque dije que...

—¡No se le ocurra...!

—¡Kotetsu! —Brooks tiene que hacer un esfuerzo para que Wild Tiger no se escape de su agarre.

Hay otras voces haciéndose escuchar y aumentando el caos innecesariamente. Consciente de que acabar esto sería lo más conveniente, Yuri toma el mando de la situación y señala a un hombre que, recuerda, no es más que un pasante en el departamento de justicia y que seguramente está presente para jugar al asistente de Jacobs durante su estadía.

—¿Podría llevarlo a la enfermería del segundo piso y pedir un taxi para el aeropuerto una vez lo hayan revisado? —dice, apenas consiguiendo mantener un tono cortés. El hombre asiente de inmediato, mas Jacobs no cede tan fácilmente.

—No pienso irme hasta que ese lunático pague...

—Me encargaré —interrumpe Yuri. Jacobs está usando ese adjetivo con la persona equivocada y la ironía de que se deba a que Wild Tiger se tomó (a su manera) la justicia por mano propia es algo que Yuri nota, pero que debe ignorar por ahora—. Mi trabajo es supervisar a los héroes y algo como esto no es aceptable.

Wild Tiger baja la mirada y parece perder su fuerza, por lo que Brooks lo suelta y Jacobs parece contentarse con ello, aunque quizás es solo porque el dolor lo convence de ir a buscar asistencia médica en vez de quedarse a provocar más a Wild Tiger, creyéndose intocable y con derecho a todo.

Yuri espera a que Jacobs deje la sala para dirigirse a Wild Tiger, quien continúa con su vista fija en el suelo.

—Venga conmigo.

A él poco le importa lo que los demás hagan ahora, mas la conversación que tendrá con Wild Tiger no es algo que nadie más tenga que escuchar y por eso, cuando Brooks intenta intervenir e ir con ellos, Yuri se lo impide, aunque es Wild Tiger quien lo convence de aceptar el quedarse atrás.

—Está bien, Bunny. Es mi culpa.

Wild Tiger no suena arrepentido, mas tampoco se ve contento u orgulloso y sigue a Yuri en silencio.

Su oficina, unos pisos más arriba, es la opción más obvia para tener un mínimo de privacidad y ya allí, Yuri invita a Wild Tiger a tomar asiento.

Preparar té para ambos no es más que una forma de darse tiempo para ordenar sus ideas y acallar esa parte de él que todavía se pregunta si entre las vulgaridades dichas por Jacobs estuvo incluida una verdad capaz de interponerse en su justicia, mas una vez las bebidas están listas y su propia taza ya está lo suficientemente endulzada, Yuri descubre que Wild Tiger aprovechó esos minutos de igual forma y ahora lo está encarando con una mueca resignada.

—¿Por cuánto tiempo voy a estar suspendido?

Eso es lo que Wild Tiger pregunta al aceptar la bebida y Yuri solo puede dedicarle una mirada de incredulidad mientras él mismo toma asiento al otro lado del escritorio.

—¿Por qué piensa que va a ser suspendido?

Wild Tiger bufa y luego sopla la superficie de la bebida antes de tomar un sorbo.

—Sé lo que hice.

Él apenas se está limitando a aceptar un hecho, por lo que Yuri le responde de la misma manera.

—Para todo hay un procedimiento a seguir —señala Yuri, haciendo una pausa para beber un poco de su propio té—. En vista de que no he recibido ninguna queja formal, no me corresponde tomar ninguna acción en su contra.

Wild Tiger suelta una risa incrédula y sacude su cabeza.

—No tiene que protegerme así. —Él mantiene un semblante serio pese a su risa—. No es como si me arrepienta. Y también sé que algo así no sirve de nada.

—¿Qué cree que sí serviría? —Eso no es algo que Yuri había planeado preguntar y se arrepiente ahora de hacerlo, pues sabe que Wild Tiger no dirá algo que se acerque a la justicia de Yuri aun si esta vez actuó como si quisiera el menos impartir un castigo si nadie más lo haría.

—Usted sabe eso mejor que yo —replica Wild Tiger con un suspiro cansado—. Y sé que no puedo obligarlo a denunciarlo, pero...

Es bueno que Wild Tiger no añada nada más, ya que hace más fácil no echarle en cara que eso no serviría de nada, cosa que bien podría sonar como si a pesar de eso fuese en verdad necesario.

Pero no lo es.

En menos de una hora Jacobs no estará en Sternbild y son pocas las razones que lo podrían traer de regreso, por lo que las consecuencias de su viejo error volverán a ser algo del pasado que carece de importancia.

Wild Tiger termina su té y se recuesta por completo contra el asiento, incluso acomodando su cabeza en el espaldar de tal forma que queda mirando hacia el techo.

—¿Pensará muy mal de mí si digo que me siento un poco mejor?

La confesión es inesperada y quizá debería ser preocupante, mas no es como si Wild Tiger se esté desviando de su justicia y a estas alturas Yuri no puede más que pagar su sinceridad con sinceridad, aun si permitir que Wild Tiger vea algo real de él no es conveniente.

—No estoy en posición de criticarlo por eso.

Wild Tiger se reacomoda en la silla para encararlo y le dedica una sonrisa carente de alegría.

—No le diré nada a Bunny.

Es posible que Wild Tiger esté pensando que con eso está protegiendo el orgullo de Yuri y por una vez Yuri no siente ningún deseo de corregirlo. Está bien dejar que Wild Tiger asuma eso si con ello puede cerrar este capítulo de su vida finalmente.

—Se lo agradezco.

No hay mucho más que decir tras eso y Wild Tiger parte poco después. Durante el resto del día la única novedad es que Jacobs no perdió su vuelo, por lo que Yuri puede respirar con alivio y esperar que la poca confianza que terminó depositando en Wild Tiger no sea un nuevo error del que se arrepentirá en un futuro.