Si por 51 días el atardecer aquí ves justamente, tendrás el valor de confesarte a tu más Preciado amor ya que al fin te corresponderá- eso dijo el maestro soo mientras Pucca y yo veíamos el atardecer a su lado, veníamos de regreso de traer unos ingredientes para el restaurante y al vernos el maestro Soo nos llamó para decirnos eso, fue fácil saber lo emocionada que estaba Pucca ya que se podía ver en su expresión mientras escuchaba al maestro Soo

Y fue así como mientras veíamos juntos el atardecer comenzaron los 51 días

De regreso al restaurante Pucca seguía muy emocionada, para mi eso sólo era un rumor que se inventó el maestro Soo, tan desesperada estaba?

Pucca y yo nos conocemos desde niños, por lo que al ver mi cara supo exactamente lo que estaba pensando, me miro molesta "odio que pienses así, me crees tonta? No me mires así, además no está de más, queda claro?"

Tantos años juntos sin poder hablar por el voto de silencio nos había hecho desarrollar algo así como un tipo de telepatía, con solo ver nuestras expresiones y sonidos ya sabíamos perfectamente que quería decir el otro, podíamos tener largas conversaciones sin decir palabra y sin que los demás nos entendieran, aunque Abyo y Ching fueran nuestros amigos desde tiempo atrás, aún no nos entendían como lo hacíamos entre nosotros

"Nunca escuchas lo que digo yo, pero no me sorprende que le creas, después de todo en el fondo eres inmadura"

Pucca frunció el ceño "para que yo te voy a escuchar, si esto decidido está"

Al decir esto su rostro se volvió a iluminar y continuó caminando con más ánimo que antes dejándome un poco atrás, olvide lo terca que podía llegar ser Pucca

Para ese momento ya lo entendía, este sentimiento que tenía era amor, el maestro Soo no nos dijo eso por Pucca, lo dijo para mi, para que yo viniera a ver el atardecer y me armará de valor para confesar mis sentimientos, se vio bastante obvio cuando al decir valor me miro fijamente, Pucca estaba tan pendiente de la puesta de sol por lo que no lo noto, pero yo lo sentí como un golpe directo, nada se le escapaba a el maestro, menos si eran asuntos ajenos, sentía como estos sentimientos me dominaban, me hacían sentir tan débil, cómo estás emociones revolvían todo mi interior al punto de querer hacerme llorar, pero no, lo resistiría.

Parece que me sumergí mucho en mis pensamientos por que Pucca se detuvo a esperarme, o ella había avanzado mucho o yo había ido muy lento

Me miro preguntándome si me pasaba algo, negué con la cabeza y continuamos caminando

Conforme caminábamos me convencía de tomar trozo a trozo el valor de las puestas de sol esperando que mi determinación alcanzara el cielo y se cumpliesen las palabras del maestro Soo

Garu y yo habíamos comenzado a ir todos los días al punto que el maestro Soo nos dijo a ver el atardecer, aunque Garu siempre iba con un una cara de amargado y ni siquiera me intentaba decir algo, siempre en silencio y con el ceño fruncido

Ya era el día 17 y me estaba cansando un poco su actitud así que de camino lo miré

"Si no te gusta a casa vete ya, acaso piensas que no puedo cuidarme"

Dicho esto, por ir caminando de reversa, tropecé con la raíz de un árbol, me estaba preparando para el impacto pero nunca llegó, Garu logró detenerme

Con su cara pude entender como dijo " ten cuidado, está obscuro"

Sentí como mi cara de puso roja

"no me trates como una niña"

Me separé y seguí caminando, de seguro Garu olvidaría lo de las puestas de sol, pero yo no, yo le enseñaré, veré las 51 puestas de sol

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Era la puesta de sol 34

Mientras Pucca y yo regresábamos al restaurante después de ver el atardecer caí en cuenta de que ya de grandes estando junto a Pucca me sentía bien, "será normal para un ninja como yo relajarme siempre que estoy con ella" pensaba mientras caminábamos juntos, siempre que estaba solo, con Abyo o con alguna otra persona estaba alerta, en cambio con Pucca siempre sentía calma y paz, también por que las persecuciones que Pucca antes hacia habían parado

Conforme veíamos la puesta de sol sentía como cada vez faltaban menos días para los 51, aunque mi voto de silencio había terminado aún no le había hablado a Pucca con mi voz, seguía comunicándome con ella por la extraña telequinesias que teníamos, quería esperarme, sabía que independientemente de esta situación de las puestas de sol tarde o temprano tenía que revelarle mis sentimientos a Pucca, pero esta situación sirvió como excusa perfecta para prepararme y agarrar el valor necesario para hacerlo, con cada día que pasaba sentía como mi confianza aumentaba cada que veía el sol esconderse, tal vez la historia del maestro Soo a final de cuentas no es tan inventada como pensaba

Por su parte Pucca estaba caminando no tan animada como siempre, parecía hundida en sus pensamientos, tan concentrada estaba que sus expresiones la delataban "me ha dado tantas ilusiones como también me ha roto el corazón, espero que mi amor lo alcance de una vez"Pucca a veces podía ser clara como un cristal.

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Garu y yo íbamos de camino al punto en la colina para ver el atardecer, era al final el día 51

Con el paso de los días me deprimía cada vez un poco más, estos días contemplando el atardecer me habían hecho reflexionar acerca de cómo hemos cambiado, cuando la adolescencia llegó nos distanciamos, crecimos y nuestra visión del mundo también creció, Garu había logrado recobrar su honor y estaba más enfocado en mejorar sus habilidades ya que Tobe también se había hecho más fuerte y más agresivo, por mi parte el restaurante y la aldea crecieron en popularidad, así que tenía más y más responsabilidades ya no solo de mesera, si no también en ocasiones cuando Garu estaba ocupado, yo salía por ingredientes, Ching y Abyo también estaban ocupados, Ching preparándose para suplantar a su papá como maestra de los niños pequeños en la escuela de artes marciales y Abyo ayudando a su papá dando patrullajes por la aldea, no quería decir que ya no nos juntáramos, pero cada quien ahora tenía sus tareas, los únicos momentos que teníamos todos juntos era en la escuela de artes marciales y Garu y yo solo nos veíamos para ver estas puestas de sol, que está fuera la última me entristeció, después de esto probablemente cada uno regresaría a su rutina y seguiríamos igual de separados que antes

Sabía que esto era algo egoísta de mi parte, Garu ya sabía de mis sentimientos, no había necesidad de hacer esto, pero parte de mi lo quería, cuando lo pensaba me resultaba un poco vergonzoso, el haber usado el cuento del maestro Soo para tener una excusa de compartir este momento juntos, pero ahora ya estaba por terminar.

Conozco a Garu desde pequeños, compartir la infancia puede resultar extraño, después de tantos años el ver como crecimos y ver cómo nuestros caminos se separaron me resultaba un poco doloroso, tantos años y ni siquiera sabía si Garu correspondía mis sentimientos, todos estos atardeceres y nunca le pregunté por que venia, escolta no necesitaba, Garu sabía perfectamente que era más fuerte que el y dudo que mis tíos le hayan pedido que me acompañara, ya tenía 20 años, entonces un pensamiento recurrente llegó a mi cabeza

"Y si Garu tiene a alguien más"

Era algo que rondaba de vez en cuando por mis pensamientos, pero intentaba no escucharlo, era demasiado doloroso como para afrontarlo, si bien la aldea tenía más chicas e incluso Ring-Ring se había vuelto más bonita, Garu no le prestaba atención a ninguna, pero pese a eso, ese pensamiento no me dejaba en paz

Al final ahí estaban ambos, contemplando la última puesta de sol de las 51 que había mencionado el maestro soo

Las sombras de ambos aparecian junto el atardecer, Pucca miró como el sol se escondía con un poco de tristeza

-garu- el mencionado la miro- algo que nunca supe fue, por que me acompañaste, las puestas podía verlas yo sola el maestro Soo nunca dijo que teníamos que verlas juntos- con un nudo en la garganta pucca se armo de valor y continuo- o será que también tienes alguien por quien has venido?-

Garu meditó un poco y asintió

-pues no deberías perder el tiempo para ir a decirle, por quien has venido?-

Pucca sintió una mano sobre la suya

-pues por ti- Pucca giro y miro a garu con sorpresa, garu apretó la mano de pucca y viéndola fijamente con un violento sonrojo en las mejillas pero con decisión en sus ojos habló otra vez-aquí eh venido- garu tomó la mano de pucca y la puso sobre el corazón de su traje- a ti te amo-

La cara de Pucca se puso tan roja como su vestido y miro a Garu incrédula

Garu río un poco - que mala cara haz puesto-

Pucca río un poco- tu estás igual de sonrojado-

Ambos rieron, sabían que estaban tan rojos como tomates

-la forma en la que reaccionaste, no la cambiaria por nada, me eh dado cuenta de que amo eso también, te amo por completo-

Pucca sentía como el corazón de Garu latía como loco, todo este tiempo sus sentimientos fueron correspondidos

-tardaste mucho- dijo Pucca entre lágrimas mientas abrazaba a Garu

Garu correspondió al abrazo, finalmente, después de mucho pudo confesar sus sentimientos por Pucca.

Procuraría más tarde pasar a casa del maestro Soo a agradecerle como es debido.