DISCLAIMER: BLEACH Y SUS PERSONAJES SON DE TITE KUBO
Vasto Lord
Capítulo 1: Fullbringer con ojos plateados.
En el momento que un vampiro llega a los cien años, debe presentarse a la Espada, nombre que se da a la milicia, no importa el país que estés o quien sea tu Dios Vampírico, todos los ejércitos se llaman igual. Si tienes éxito, puedes llegar al título de Fracción, sino, ruegas al menos dejar un día el rango de Peón antes de retirarte, que es donde todos empiezan (al menos que tengas recursos para comprarte un título allí). El servicio que das por obligación debe durar dos siglos, al menos que te ocurra algo que te obligue a dimitir.
Tenjiro Sora lleva ya cincuenta años en los Espada y aun no sale del rango Peón… si le preguntan, a diferencia de los demás, él lo toma bien. No ve que lo suyo sea el combate, pero debe cumplir su deber o llevaría deshonra a su familia. Se arregla el flequillo oscuro que le molesta en el rostro al mismo tiempo que trata de no perder a su pequeño grupo de amigos del pelotón o no sabría cómo volver al hotel.
—Sora, no te pierdas. — Dice un hombre de ojos azules y larga cabellera rubia como el sol y sus pestañas igual.
Al ser Sora un Fullbringer, le permite aquello poder ver el sol sin miedo a morirse y poder hacer esa comparación sin dudar. Que un vampiro tenga el cabello rubio, en especial tan intenso como su amigo de toda la vida, es considerado un ser bendecido por los dioses.
—Claro Jugram, perdón.
—¿Arreglándote por la Espada Harribel? — Bromea a pesar que su mirada se mantiene inexpresiva.
—Calla. — Le da un codazo. — No te la tomes conmigo solo porque llevas diez años sin ver a mi hermana.
—Eso suena a una confesión, entonces si sales con ella.
—¿Sabes? Voy a comentarle a Bazz sobre esta conversación, no va a creer que estas siendo gracioso.
—¡Ey! — Los que van más adelante llaman su atención. — Dejen de andar acaramelados y apuren el paso.
—Sí, que queremos tomar algo decente antes de regresar con el pelotón al hotel.
—No se preocupen, que ya vamos. — Asegura Sora, tomando aquello como una oportunidad de escapar de las interrogaciones de su amigo y Soul de su hermana.
Notaron un grupo de Fracciones usando el uniforme blanco, eran locales de Las Noches, a diferencia de ellos que son del ejército del Dios Ichigo con el uniforme negro, y no se ven para nada amigables con su presencia. Sin embargo, siguieron su camino ignorándolos ya que por muy hostiles sean y se encuentren en el país de los uniformes blancos y no de los negros, no pueden atacarlos ni nada que pueda ocasionar una guerra entre Aizen Sousuke y Kurosaki Ichigo.
—Alto ahí, enclenques de Karakura. — Obedecieron un segundo pero el líder del pelotón les ordena que sigan caminando y eso hacen. — Mírenlos, son unos cobardes.
Se escuchan risas y Sora no entiende el comportamiento de esos sujetos. ¿Acaso tomaron sangre de ebrios? Porque lo que hacen es jugar con fuego. No cayeron en su provocación pero sienten los pasos de ellos a sus espaldas, nota lo tensos que están sus compañeros de pelotón y nota que los vampiros civiles se esconden temerosos de un enfrentamiento pero al mismo tiempo echan una ojeada, incapaces de escapar del morbo.
Siguen escuchando las risas y las burlas, cada vez más cerca, y Sora ruega que no pase a mayores, que lleguen pronto al hospedaje y así acabar con esta locura de una vez. De verdad no puede creer que esos… esos…
¿Por qué no hay alguien que los detenga?
Un grito lo congela y ve a uno de sus amigos del pelotón siendo atravesado por una Fracción de Las Noches.
El caos se desata.
Se escuchan los gritos de los indefensos escondiéndose, incluso algunos estuvieron tan asustados por sus vidas que dejaron sus esclavos humanos o ganado humano a la suerte. Los compañeros de Sora van cayendo, algunos antes de darse cuenta que han muertos, otros dando batalla o asegurándose de llevarse a uno con ellos al Infierno. Él, en cambio, se mantiene apartado, esquivando y llevando como puede a su amigo Jugram, que había recibido dos espadas que lo atravesaron como una chuleta; si fuese unas armas corrientes no habría problema en regenerarse, pero eran armas creadas con reiatsu para matar vampiros.
—Jugram… te pondrás bien…
—No es cierto…
—No puedes morir. — Ordena al tiempo que le quita una de las espadas. — Eres el Soul de Orihime, si mueres quedara destrozada.
—Y tú eres… su hermano…
—Toma mi sangre.
Jugram ve con horror algo por arriba del hombro de Sora, quien no tiene que voltear para ver que es un vampiro Fracción a punto de matarlos. Su instinto justiciero le dice que debe proteger a su amigo, la pérdida de un Soul es más traumante que la de un hermano, Orihime entenderá del porqué de su acto estúpido.
Pero no se esperaba que el vampiro con el cabello del sol (que ahora está manchado de sangre), a pesar de lo moribundo que se encuentra, sacase fuerzas de agarrarlo de los hombros e invertir los papeles, recibiendo otro ataque.
La espada era larguísima al parecer ya que no solo atraviesa a Jugram, sino que consigue enterrarse un poco en Sora, quien no tarda en escupir sangre. El vampiro, con sonrisa sádica, recupera su arma y se va a matar a otro creyendo que ya había cumplido su cometido… pero no. aun queda uns chispa.
—Toma… sangre… — Susurra Jugram.
—No… tú lo necesitas…
—Toma… yo no puedo… no puedo…
—Si puedes…
—Orihime… — Sora ve lágrimas caer de los ojos de Jugram. — Orihime…
Sora también empieza a llorar.
Los dos saben lo inevitable.
Jugram no lo conseguirá.
Y antes de morir, le ofrece su sangre para que al menos uno regrese con ella.
Con un grito sacado de lo más profundo de él, que le desgarra la garganta y llama la atención de los demás, saca los colmillos y toma la sangre de Jugram.
Y sus ojos se vuelven plateados.
Veían tan temblorosos de miedo como su capitán de la nada se ha roto en cientos de pedazos con solo un movimiento del Vasto Lord que de seguro si fuesen humanos, orinarían y cagarían en sus pantalones.
—¿Por qué un potencial de Soldado Elite esta en las garras del Reino de Aizen?— La voz de su Dios es tan fría y tenebrosa que sienten un escalofrió en la columna. Es lo más cercano al "frío" que pueden experimentar. — Explícate Kaien.
—Por los informes que me han llegado, un pelotón entero del Dios Aizen ha sido asesinado por el peón Tenjiro Sora. Según las leyes, debe tomar represalias bajo las reglas de Las Noches.
—Según tengo entendido, nuestros hombres también han muerto.
—Se dice que él los mato, pero...
—¿Pero?
—Según Tenjiro Sora y otro Peón que sobrevivió, el pelotón de Dios Aizen son los que empezaron. Ellos provocaron y Tenjiro Sora se vio en la necesidad de tomar sangre de su compañero. Tenjiro Sora alega que su plan era solo escapar, sin embargo no se esperaba que...
—Que fuera poderoso al punto de no controlarlo. — Ichigo termina la conversación mientras mueve sus manos y otros tres vampiros más son asesinados de la nada. Carne, sangre e intestinos se dispersan por doquier. — Es un puto Fullbringer. ¿Cómo puede tener todo ese poder?
—Hemos tomado a la familia Tenjiro unos días bajo arresto domiciliario para investigarlos. — Su primo se limpia la sangre que le salpico en la mejilla. — Al parecer los padres del Peón son Arrancar de élite, originarios de las tierras de la Diosa Yoruichi. — La única muestra de asombro por parte de Ichigo es una ceja alzarse. — Se mudaron a nuestras tierras por una vida tranquila en el campo luego que sus familias se negaban a su compromiso.
Ichigo se recuesta en su trono, las manos juntas sobre su regazo. Meditando y tratando de imaginar el desastre que Tenjiro Sora ha dejado en el lugar. Que dolor de cabeza, es un Soldado con potencial, incluso podría llegar al rango de Judas o quizás más. Sin embargo, traerlo de vuelta seria una pérdida de tiempo, recursos y una guerrilla contra Aizen. Él tiene el derecho de tomar represalias por sus hombres o puede usar eso en su favor para meterlo en su ejército.
Gruñe. El pensar que Aizen use a un lacayo suyo, nacido de sus tierras, en contra de él (ya sea sólo para presumir) le cabrea.
—¿Es hijo único? — Quizás si tiene hermanos igual de potenciales, no tome la perdida tan grande y decida abandonarlo a su suerte.
—No. El matrimonio Tenjiro tiene en total cinco hijos, contando a Sora.
—¿Se les ha hecho tomar sangre humana o de vampiro?
—Sí. Han mostrado tener el mismo nivel de fuerza y poder que Tenjiro Sora. Por lo que los hemos anotado para que se unan a nuestra Fraccion en el futuro.
—Bien. — Si eso es cierto, entonces no ve la necesidad de perder el tiempo con Tenjiro Sora. Que Aizen haga lo que quiera con él.
Una lástima en realidad... si fuera una mujer, lo consideraría. Si tiene tal fuerza y poder, quizás tendría también la capacidad de engendrar un Vasto Lord.
Frunce el ceño.
—Dijiste que tienen cinco hijos. ¿Hay alguna niña o mujer entre ellos? — No le sorprende su tenso silencio, se nota que Kaien no quiere responder si sabe las intenciones de su primo y Dios. — Las hay.
—Sí, tres. Aunque una de ellas no se sometió a tomar la sangre.
—¿Por qué?
—Entre los muertos estaba su Soul. Ha sido un golpe fuerte para ella. Intentamos forzarla pero se ponía a chillar y patalear… incluso casi mata a un Peón.
—¿Trajeron un cuadro de esa familia? — Pregunta con sonrisa arrogante. Aquello lo había divertido.
—Sí. — Hace una seña y un tembloroso soldado se acerca a su Dios con un cuadro enorme. — Esa es la familia Tenjiro.
Ichigo ignora a todos.
Solo se concentra en la imagen de una bella mujer de larga cabellera naranja.
Una Diosa escondida entre la mierda.
—¿La de pelo naranja?
—Tenjiro Orihime… es la mujer que perdió a su Soul.
—Es bueno entonces que no me interese sus lágrimas ni sus... sentimientos. — Dice eso último con burla y arrogancia. — Si la familia Tenjiro quiere que pierda energía y hombres en recuperar a su hijo, debe ser entregada su hija Tenjiro Orihime a mi persona para engendrar un heredero. — Ignora las miradas sorprendidas de la audiencia y preocupada de Kaien. — Una vez cumpla su función, se regresara en donde quiera irse, dejara de serme útil.
