Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Hajime Isayama. Yo solo me entretengo inventando cosas y escribiendo.

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00. El lugar donde chocan nuestros destinos

Desde el ataque a Shiganshina, su mundo se reducía a sus dos mejores amigos, Eren y Armin. Ellos eran su familia. Sin embargo, luego de su entrada al ejército, felizmente su mundo se fue ampliando hasta encontrar a confiables camaradas y nuevos amigos. A pesar de que en su momento decidió cuáles eran las vidas más preciadas para ella, eso no significaba que no pudiera preocuparse por más personas. Era consciente de su fortaleza y eso conllevaba una gran responsabilidad en el campo de batalla.

Por eso, no pensó en volver sentir un dolor semejante al que estaba experimentando. El fuerte viento que comenzó a correr moviendo las banderas que ornamentaban la altura de las murallas, acompañaba sus sentimientos. Desde la muerte de sus padres, la muerte de su segunda familia, y la supuesta muerte de Eren creyó que no se derribaría fácilmente ante cualquier situación extrema. Cuanto se equivocaba, seguía siendo una humana después de todo. Ahí estaban sus sentimientos jugándole otra vez una mala pasada. Sin poder reaccionar a tiempo ante la traición de quien había considerado lentamente y a través del paso de los años, uno más de sus mejores amigos.

Y para sorpresa de todos sus compañeros y de ella misma, Eren fue quien actuó más rápido ante la revelación, sacándola de la explosión a causa del poder de los titanes en sus brazos, con la ayuda de su EDM3D. Los demás siguieron su ritmo, evitando más bajas.

¿Qué estaba mal con ella? Irónicamente, pensó en que quizás eso era lo que la diferenciaba del soldado más fuerte de la humanidad, el grado en el que interferían sus sentimientos con las misiones. Aún le faltaba fortaleza mental, madurar. Volver a tomar el control.

Cuando estuvieron a salvo, Eren no la soltó inmediatamente. La miró a los ojos con el ceño fruncido, no siendo capaz de articular una palabra. Probablemente está molesto, pensó. Desvió su mirada con culpa. Casi termina muerta por culpa de su aturdimiento, poniéndolo en peligro a él en el proceso, pues eran quienes estaban más cerca de los que ahora eran sus enemigos.

Hizo el esfuerzo de bajarse de sus brazos, pero él no la dejó. Volvió a mirarlo a la cara, esta vez con duda. Necesitaban alejarse del campo de batalla, probablemente intentarían secuestrarlo otra vez. Sin embargo, él, indiferente a la situación en la que estaban, la sujetó aún más firme y al fin habló:

– No vuelvas a ponerte en peligro de esa forma.

Mikasa se sorprendió un poco, y luego le asintió con seguridad. Solo en ese momento Eren la liberó de su agarre, entendiendo que esta vez, ella volvía a ser la soldado de elite que tanto destacaba entre los militares y civiles.

Mientras tanto, él miró la escena a la distancia en su forma de titán, mientras los soldados, luego de su momentánea retirada, intentaran acercarse a derribarlos. Ignorando lo que comenzaba a pasar a su alrededor, se preguntó que cómo era posible que crearan una atmósfera tan íntima en un momento como este. Quizás sí había tomado la mejor decisión, finalmente apoyando los propósitos de Marley, dejando de lado a quienes había logrado considerar amigos dentro de esa maldita isla.

Dejando de lado lo que ella significaba en su vida.

Por eso, no podía evitar mirarla intensamente y preguntarse si se encontraba, aunque fuera un poco, afectada. Extrañamente esa posibilidad calmó su corazón, el que dio un vuelco cuando vio cómo Mikasa le devolvía la mirada con tristeza y decepción y, a la vez, determinación. Definitivamente no le soy indiferente, pensó con resignación.

Mikasa, con todos sus sentidos activados, sintió su mirada. Decidió no ocultarle sus sentimientos. Él había tomado la decisión de traicionarlos. Era momento de demostrarle que no volvería a dudar y defender a sus seres queridos, incluso aunque tuviera que pelear contra él. El mundo es cruel, pero también muy hermoso, siempre se repetía. Pero en estos momentos se le tornaba especialmente cruel, especialmente doloroso... nuevamente.

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