Avisos y aclaraciones

Declimare: tanto los personajes como los lugares son propiedad de J.K. Rolling por lo que no son de mi autoría, solamente lo es la trama desarrollada en la historia ha salido de mi cabeza.

La historia está situada durante el transcurso del sexto año de escuela, sin embargo, los eventos ocurridos desde el sexto libro en adelante no han ocurrido; por lo que el sexto curso de nuestros queridos personajes va de lo más normal y corriente en comparación con los demás años.

Sábado 20 - Dic - 1997

"No tienes de qué preocuparte Harry" le dijo el profesor Dumbledore " la familia Malfoy y yo ya nos hemos encargado de los preparativos y confío plenamente en que serás bien recibido".

"Así es Potter, serás más que bienvenido en la Mansión Malfoy, inclusive como uno más de la familia"

Habló la señora Malfoy, dando una mirada al director del colegio mientras decía lo último, asegurándose de que este hubiera escuchado lo que acababa de decir.

Mientras, Harry seguía sin poder dar crédito a lo que estaba pasando, todo parecía como sacado de un sueño o mejor dicho ¡de una pesadilla! ¿Desde cuándo el mundo daba vueltas de 180° tan drásticamente?

¿Pero qué carajos haría él en la Mansión Malfoy? ¡Él era un gryffindor por Merlín! ¡Y no solo era de gryffindor si no que era el enemigo número uno de Draco Malfoy y viceversa! Era simplemente imposible que los dos pudieran estar en la misma casa durante las dos semanas de vacaciones sin intentar matarse entre ellos.

"Te aseguro que estarás en buenas manos..."

Recordó la voz del viejo profesor mientras metía la última de sus pertenencias en la maleta que llevaría a la casa de los slytherins, para después cerrar la cremallera de la misma.

Estas serían unas vacaciones de infierno.

"Tranquilízate, ¿Sí? Podría ser mucho peor."

Trato de consolarlo su mejor amiga.

Tenía que admitir que Hermione tenía razón, las cosas podrían ser mucho peor, pero, aun así, no le quitaba el malestar que sentía. Quería ir a pasar navidad a la casa de los Weasley como todos los años y ese año no hubiera sido la excepción si a Dumbuldore no se le hubiera ocurrido la "grandiosa idea" de que fuera a la casa Malfoy para aprender sobre su estúpida vida sangre pura para que él pudiera heredar lo que le correspondía por ser el último de los Black.

Suspiró con resignación.

Serían las dos semanas más largas de su vida.

No era ninguna sorpresa que casi todos los estudiantes partieron de regreso a Londres; risas, abrazos y despedidas eran repartidas a lo largo y ancho de los pasillos del colegio mientras el trío de oro se dirige al andén no sin antes despedirse de sus amigos y compañeros de casa, después de todo, Hogwarts era como su familia.

Todo el mundo parecía realmente muy feliz de regresar, causando que Harry se sintiera todavía peor; por supuesto que estaba feliz por sus amigos y compañeros eso no lo podía negar, pero el simplemente el hecho de que él no podría ir a pasar una feliz navidad y que en cambio, tendría que aprender de los Malfoy durante ese tiempo le enfermaba.

Si era así exactamente como se sentía: enfermo. Todo eso de la herencia y el heredero de los Black era realmente demasiado para él.
Después de todo, él siempre había tenido una vida sencilla y pese a la fortuna de sus padres él seguía conservando la sencillez y seguirá siendo así en el futuro de no haber llegado esa carta.

Al poco tiempo de haber iniciado las clases, la dichosa carta del ministerio había llegado informando que las investigaciones de la familia Black y sus posesiones habían llegado a su fin después de la muerte de Sirius, por lo que se podía hacer el reclamo de todo lo que le correspondía como heredero Black que al ser el último de la familia le tocaba por derecho.

Pero obviamente el ministerio de magia no se lo estaba poniendo tan fácil, ya que alegando que había otro posible heredero o más bien, heredera.

Por lo que Dumbuldore le había dicho, sabía que la otra heredera estaba prácticamente loca y declarada incompetente, así que si ella heredaba todo, pasaría al control absoluto de sus tutores que casualmente eran magos del ministerio. Y eso era justamente lo que quería el ministerio: apropiarse de todas las posesiones de la familia Black.

Y para hacer las cosas todavía más difíciles, al parecer tendría que probar que él era un verdadero Black de la misma noble familia sangre pura. Así que al finalizar el curso debía presentarse a una evaluación por parte del ministerio para saber si "era" capaz de ser un Black.

Si fuera por él, bien podría dejar perder la herencia puesto que no era algo que necesitara, pero no podía evitar enfurecerse al pensar que perdería todas las cosas de su padrino, era lo único que le quedaba de él después de que falleciera en el mismísimo ministerio que se quería quedar con todas sus posesiones. Y ese era solo el problema, sino que también el ministerio se quedaría con la casa de Grimmauld Place que era usada por la Orden para sus reuniones y como casa de seguridad. Y eso sí que era problemático.

La única solución para evitarlo: probar que era un Black.

No tenía ni la menor idea de cómo serlo, pero tenía que intentarlo, él nunca había sido de los que se diera por vencido tan fácilmente. Después de todo había rescatado a Ginny de la cámara de los secretos y matado a un basilisco; había evitado que la piedra filosofal llegara a manos de Voldemort y enfrentado dragones, perros de tres cabezas, trolls de las montañas, dementores y ¡hasta volado en un hipogrifo! e inclusive, ¡había logrado bailar en el baile de navidad de la escuela y no solamente bailó frente a todo el colegio si no que eran tres escuelas! Tenía que admitir que no era el mejor en eso, pero sí que lo había intentado.

Así que tenía que intentarlo.

Haría lo que tuviera que hacer, pero lo haría... o al menos así lo había pensado hasta que Dumbledore había ideado el plan de ir a aprender de los Malfoy.

No sabía que había hecho Dumbledore pero el profesor había convencido a todos los que tenía que convencer para que así él se fuera durante las dos semanas de vacaciones a la Mansión Malfoy a aprender las costumbres, modales, actitudes y todo lo que necesitará para parecer un miembro de una noble familia sangre pura.

"Es la mejor opción que tenemos, además, Draco Malfoy ya pasó por la misma evaluación para heredar las posesiones de su familia y Narcissa Malfoy es una Black de nacimiento, así que, si alguien te puede enseñar no hay nadie mejor que la familia Malfoy."

Recordó las palabras del viejo director.

No supo cuánto tiempo se había perdido en sus pensamientos, pero cuando menos lo esperaba ya estaban frente al expreso de Hogwarts esperando a subir al majestuoso tren, y como si fuera una señal una agrura en su estómago mientras subían a uno de los vagones le hizo recordar el infierno que estaba a punto de vivir.


A varios metros de la distancia, en otro vagón, un grupo de Slytherins acababan de subir y buscaban donde sentarse.

Optaron por elegir uno de los cubículos, de esa forma podrían hablar de lo que quisieran sin tener que preocuparse de que alguien más los oyera, sin embargo, la conversación no estaba fluyendo como siempre solía serlo.

"Así que... ¿No vendrán al baile?"

Draco, quien había estado mirando por la ventanilla suspiro con resignación haciendo que esta se empañara por un momento.

No era necesario preguntar a qué se refería, era bastante obvio que se trataba del baile privado que organizaba la familia Zabini todos los años, si de armar fiestas se trataba, los Zabini eran de los mejores si no que los mejores, llegando a ser consideradas sus fiestas como importantes entre las familias puristas ya que no solo eran privadas sino que también tenían excelentes manjares, vinos y licores que no se podían encontrar en cualquier sitio, además del importante hecho de que no cualquiera podía asistir.

"No, pasaremos todas las vacaciones en Francia."

Mintió el rubio.

"De lo que se van a perder."

Blaise Zabini bufo sentado a su izquierda.

La conversación siguió fluyendo sobre lo increíble que estuvo el baile del año pasado y esperaban que este fuera todavía mejor, sin embargo, el hurón dejó de prestar atención a las cosas tan triviales porque ¿qué caso tenía estarlas contando nuevamente si todos ellos habían estado ahí y ya habían escuchado todas las partes en repetidas ocasiones?
Y volverlas a escuchar no tenía absolutamente nada de interesante.

Lo único que le interesaba en ese momento era llegar a casa, pero aparentemente estas no serían unas agradables vacaciones después de todo, en primera y más importante era porque Potter se quedaría en su casa; en segundo porque él disfrutaba de sus vacaciones en tranquilidad y ahora tenía que dejarlas de lado para enseñarle cosas tan básicas al niño que vivió y que dudaba que pudiera aprender; y en tercera porque pasarían las vacaciones confinados en la misma mansión.

Claro que bien se pudo haber negado a la petición de Dumbledore. Ahora que habían arrestado en azkaban a su padre Lucius por lo sucedido en el ministerio, y él ya había aprobado la evaluación como heredero y el nuevo jefe de la familia Malfoy, básicamente podía ser él quien se encargara de tomar las decisiones de la familia. Así que si, tenía el derecho de negarse o más bien, tenía el poder de negarse, y seguramente lo hubiera hecho si Dumbledore no lo hubiera puesto entre la espada y la pared.

A decir verdad, a él no le interesaba si Potter lograba heredar o no la herencia Black, a él no le afectaba en lo más mínimo. Pero, así como el director había ''arreglado'' las cosas, simplemente no podía negarse al trato que habían hecho. Dumbledore les haría ese ''favor'' si ellos le hacían el favor de ayudar a que Harry Potter pasará la evaluación del ministerio.

Un favor por otro favor.

A simple vista parece justo. Pero conociendo todo el contexto no lo era.

Era una verdadera manipulación.

Al parecer Dumbledore podía ser muchas cosas que lo que se dejaba ver, pero estaba claro que idiota no era. Sabía perfectamente que hacer para salirse siempre con la suya.

No más de unos minutos pasaron en lo que rugió la locomotora del tren, dando la clara señal de que el viaje de regreso a casa comenzaba.


Potter no podía creer lo rápido que había pasado el tiempo en que habían llegado a Kings Cross. Esperaba que al menos tardará varias horas en llegar, pero como si la suerte estuviera en su contra el viaje duró poco a su parecer.

Las luces naturales del atardecer alumbraban todavía lo suficiente como para tener que preocuparse por las escasa luces de la plataforma. Sin embargo, eso no parecía interesarle a nadie. Todos se apresuraban a bajar del tren escarlata e ir a reunirse con sus familiares que los esperaban.

No tardó mucho en ver el distintivo color rojizo del señor y la señora Weasley junto con otra pareja que parecían ser los padres de Hermione.

Y como si todos ya estuvieran de acuerdo antes, se dirigieron hacia ellos. Pronto el grupo se hizo más grande con todos los hijos Weasley, Harry, Ron y Hermione.

"Que alegría Harry."

Le dijo Molly abrazándolo como siempre hacía y contagiando con ese cariño y alegría que ella siempre mostraba cuando se veían.

"¿No crees que Harry ya está más alto que Ron, mamá?"

Pregunto Fred al terminar los saludos y abrazos de bienvenida. Ron hizo cara de disgusto mientras que los gemelos tienen su típico brillo de travesura en sus ojos.

"A este paso terminará siendo el peque de la familia"

Le pico George, recibiendo inmediatamente un golpe del menor.

"Ya, ya no empiecen a pelear" intervino Arthur "Me da gusto volver a verte Harry."

"Lo mismo digo señor"

Dijo dándole la mano. Pese a ya tener varios años conociéndose y tratarse como una familia, el pelinegro sentía que lo correcto era saludarlo de mano, como una muestra de su respeto hacia el Señor de la familia Weasley.

"Bueno..." habló el señor Granger después de aclararse la garganta "nosotros ya nos vamos, tenemos largo camino que recorrer todavía."

No había que ser un sabio para darse cuenta que lo dicho por el padre de Hermione era realmente cierto; ellos no podían aparecerse o tomar un simple traslador para llegar a su casa, por lo que tenían que conducir en auto el resto del camino a su hogar.

Las despedidas comenzaron a fluir deseándose buen viaje, una feliz navidad y un próspero año nuevo como hacían cada año.

No fue hasta que el sonido de alguien aclarándose la garganta, seguido por un ¨Potter¨ desde detrás de ellos lo hicieron volver a la realidad.

No le sorprendió que al volverse se encontrara con el idiota de Draco Malfoy en su espera. Tenía que admitir que por un instante sintió como se le aplastó el corazón al darse cuenta de la realidad. Ese año no iría con los Weasley. Iría con la despreciable familia Malfoy.

Inhaló una gran cantidad de aire para controlar sus emociones y darse fuerzas para lo que venía.

¨Es nuestra mejor opción.¨

Recordó.

Sin hacer las cosas más difíciles, de igual forma prosiguió a despedirse de sus amigos y de quienes consideraba como su familia. Agradecía sinceramente de todo corazón toda la suerte y ánimos que le eran deseados puesto que de alguna forma le hacían sentir mejor. Esperaba de alguna forma que ese momento no acabara, pero desgraciadamente no fue así.

Terminada las despedidas no le quedó más que volverse hacia Malfoy quien observaba la escena con un gesto de completa aburrición, y este al ver que ya tenía su atención simplemente giró sobre sus talones y caminando hacia otra dirección dejando en claro que lo siguiera.

Siguió a Malfoy con el firme pensamiento de que estaba grabando su propia tumba esperando de corazón que no fuera necesario utilizarla, así como también esperaba no morir en el intento.

Caminaron unos metros y para su sorpresa, Malfoy se dirigió a una de las columnas, la atravesó y desapareció al instante. Sin más que pudiera hacer, se acomodó los anteojos, agarró su pequeña maleta y sujetó con fuerza la jaula de Hedwig para después seguir a la serpiente hacia el muro.

Unos segundos después apareció entre las estaciones nueve y diez del Londres muggle, y para su sorpresa el rubio ya había empezado a caminar entre la misma gente sin magia. Su paso era bastante rápido y más seguro de lo que imagina, se movía como si supiera exactamente a dónde dirigirse, como si ya hubiera hecho exactamente eso en el pasado.

No tuvo mucho tiempo para procesar lo que estaba pasando ya que se concentró en acelerar el paso para llegar hasta el lado del slytherin.

''Malfoy ¿A donde vamos?''

''Tomaremos el tren para ir a la Mansión Malfoy'' contestó el rubio sin detenerse ''está en Wiltshire.''

''¿El tren? ¿Te refieres al tren muggle?''

''Pues qué otro tren vez.''

''Creía que tomaríamos un traslador o algo así.''

''Bueno si, lo mas fácil seria hacer una aparición o usar un traslador, pero como todavía tienes el detector supongo que no querrías que todos los mortífagos se enteraran de donde estas.''

''¿Que no el detector detecta si un menor de edad hace magia? Porque bien alguien más podría...''

''Así no es como funciona Potter, el detector detecta la magia alrededor de un menor de edad pero no pueden saber quien es quien realizó el encantamiento y quien no, solo registra el tipo de encantamiento, donde se hizo y cuando se hizo. Así que no importa si alguien más hace un hechizo de aparición o si usamos un traslador, el ministerio aun así va a saber que los utilizaste al igual que sabrá de donde a donde fuiste, con quienes y a qué horas fue que se hizo.''

No hablaron mucho entre ellos el resto del camino, y vaya que fue un largo camino. Primero tomaron el tren en la estación de King's Cross St Pancras, esperaron cinco paradas y después bajaron en la estación Paddington. Después, caminaron alrededor de seis minutos y tomaron el andén número cinco, avanzaron en el cuatro paradas bajaron en la estación Chippenhan. En esta estación cambiaron al andén número seis y continuaron con el camino.

No supo cuantas paradas fueron esta vez ya que se quedó dormido sin que se diera cuenta, solo lo supo cuando Malfoy lo despertó diciendo su nombre diciendo su nombre mientras pateaba ligeramente su pierna.

''Por cierto Potter, ¿Trajiste tu capa de invisibilidad?'' Hablo el rubio frente a él mientras se ponía una bufanda, guantes y un abrigo sobre el saco negro que normalmente traía. ''Sería bueno que te la pusieras. Si no quieres que te encuentren los mortífagos, claro.''

Otra vez el tema de los mortífagos ¿Realmente Dumbledore lo había mandado con los Malfoy sabiendo que eran mortífagos? Era una locura. Todo lo que estaba pasado era totalmente una locura. Sabía perfectamente que el slytherin tenía la razón en cuanto a los seguidores del que no debe ser nombrado, pero obviamente jamás lo admitiría. Jamás lo haría. Por lo que, simplemente se limitó a asentir al rubio y sacó su capa de su pequeña maleta.

Unos segundos después el tren empezó a desacelerar indicando su llegada a la nueva estación. Se apresuró lo más rápido que pudo a ponerse la capa sobre su cabeza asegurando que tanto él como su maleta y Hedwig desaparecieran por completo.

Salió del cubículo y siguió a Malfoy por el pasillo del vagón, hasta que finalmente bajaron en la estación, la cual se encontraba totalmente desierta y en penumbras.

Las luces de la tarde habían desaparecido por completo y el cielo estaba teñido de la oscura negrura de la noche tras la ausencia de la luz de la luna, y antes de que pudiera pensarlo ya se encontraba preguntando. ''¿Como que horas serán?''

''Pasadas de las nueve de la noche.'' Contestó el rubio de voz aburrida empezando a caminar. ''Y recuerda que si no estas aqui no deberias hablar.''

Imbécil.

Draco Malfoy era un verdadero imbécil. Ni siquiera habían pasado un día juntos y ya lo quería matar.

''Es nuestra mejor opción.''

Suspiro. Ya estaba ahí y no podía echarse para atrás tan fácilmente. así que odiando al slytherin y odiandose a él mismo por su mala suerte, se mordió la lengua y siguió al hurón.

Caminaron por un pequeño pueblo que se encontraba cercano a la estación. Las calles estaban totalmente desiertas, sin embargo, parecían espeluznantes a pesar de la hora, debido a la gran cantidad de faroles que había a ambos lados de la calle principal.

Después de varios minutos, llegaron a lo que parecía el final de la calle principal, los faroles habían desaparecido por completo mas el camino parecía todavía continuar ahora entre los árboles y atravesando la oscuridad.

Malfoy iba enfrente, y debido a la insuficiente luz del camino, tenía que ir mucho más cerca del rubio de lo que le gustaba.

El camino a pesar de estar despejado estaba envuelto en una gélida oscuridad, era como si en cualquier momento fuera a salir algo entre las sombras de los árboles y los atacara. Podía sentir como si hubiera algo escondido en la negrura a sus espaldas y estuviera observando cada uno de sus movimientos, a tal punto que la tensión podía ser respirada en el aire. Una sensación que incluso Hedwig parecía detectar ya que no hizo ni un solo ruido en todo el trayecto.

Varios minutos después de andar en completo silencio, poco a poco tenues luces y sombras tomaron forma mostrándole el nuevo lugar en donde se seria su estancia estas vacaciones.

Unas grandes puertas de fina herrería se alzaban frente ellos dando paso a un largo camino que conducía a la gran casa, y en cuanto estuvieron a una determinada distancia se abrieron por sí solas permitiéndoles la entrada a los terrenos. Una vez que continuaron su marcha y cruzaron las puertas, estas se cerraron nuevamente a sus espaldas.

Desde lejos se podía ver lo grande que era la casa con sus cuatro pisos de altura y sus quién sabe cuántos metros de ancho. Los oscuros colores de la mansión en combinación con la noche, le daban un ambiente misterioso y hasta cierto punto tenebroso por lo mucho que reinaba la oscuridad.

''Bienvenido Potter, a la Mansión Malfoy. ''

Pronunció cada palabra con un orgullo muy propio de Malfoy.

El nudo que se le formó en el estómago era indescriptible como nunca antes había sentido. Sentía que acabara de tomar la peor decisión en toda su corta vida. Prefería hacer y tener que pasar por muchas otras cosas antes que estar justamente ahí. Estaba totalmente arrepentido de haber seguido los planes de Dumbledore y de aceptar venir a pasar las vacaciones con los Malfoy.

Entre más se acercaba a la Mansión, esta parecía más grande y mucho más fría que antes provocando que inconscientemente se cerrara la chamarra que traía y metiera los puños en los bolsillos de esta.

Sucediendo exactamente como las rejas de entrada, al llegar a la entrada principal esta se abrió por sí sola revelando una parte del vestíbulo interior.

En cuanto entraron pudo comprobar que sus suposiciones eran ciertas al encontrarse no solo con un vestíbulo, sino que con un vestíbulo igual de grande que la casa.

Había dos escaleras de caracol en cada uno de los lados del salón que daban a los pisos superiores; los muebles en su totalidad eran oscuros en tonalidades desde el negro azabache a grises oscuros al igual que las alfombras del recinto. Por un momento pensó que también las paredes estaban oscuras como parte de la decoración, pero luego de mirar bien se percató de que eran de piedra caliza en su pleno color natural pero debido a la poca iluminación luz que daban las velas es que se veían oscuras.

En efecto, la primera impresión que se daba al entrar era de un lugar elegante y refinado, un lugar supremacista con un aire de misterio y de frialdad aplastante. Todo lo contrario, a la madriguera. Todo lo contrario del ambiente al que él estaba acostumbrado.

Era la morada de las serpientes.

''Bienvenido a la Mansión Malfoy'' Apareció Narcissa Malfoy dándole la bienvenida con voz monótona. ''Y de acuerdo a lo hablado con Dumbledore, nuestra casa es tu casa, así que siéntete como en tu casa.''

Harry solamente se dedicó quitarse la capa de invisibilidad y asentir con la cabeza, tratando de tragar el nudo de su garganta. sabía a la perfección que él jamás de los jamases se podría sentir como en su casa en un lugar como ese. Sin duda alguna, estas vacaciones se harían eternas.

Continuara...

Próximo capitulo: Primer día en la Mansión Malfoy, ¿Cómo será el primer día de Harry conviviendo con los Malfoy? Y... ¿Qué rayos hace un elfo domestico vestido con uno de los vestidos de Narcissa?

Aclaraciones

Si bien, J.K. No indico exactamente donde estaba ubicada la Mansión Malfoy, si menciona que esta en Wiltshire, Inglaterra. Sin embargo, tome como referencia la Mansión Corsham Court de Wiltshire, Inglaterra para la ubicación de la Mansión Malfoy, ya que no solo son parecidas físicamente sino que a mi parecer su historia es en cierta forma similar. Les invito a buscarla en internet para que la conozcan más a fondo.