Hola a todos/as ustedes. Antes de que demos inicio a la función quiero invitarles a que echen un ojo por mi perfil, que allí tengo una encuesta a la que pueden responder tanto por la selección que fijé arriba como a través de sus comentarios. Y ahora sí, empecemos.
Provocando al Hokage
─ Con su permiso ─ Shizune aparece tras tocar la puerta ─. Naruto-kun, aquí tienes varios papeles que tienes revisar a la brevedad posible.
─ M-muy bien, ya me encargo de eso, Shizune nee-chan.
Shizune no tarda nada en dejar todo el material sobre la mesa antes de retirarse para atender sus propios asuntos. Naruto se mantiene lo más estoico que puede durante algunos segundos, pero pronto aquello deja de ser posible, y entonces mira hacia abajo. Su propia madre había estado poniéndolo a prueba al chupar su pene justo delante de Shizune. Había sido una suerte que la mesa no permitiera que se viera nada, ni siquiera los pies.
─ ¿Estás loca, kaa-chan? ¿Cómo se te ocurre usar tu mejor técnica para mamármela justo enfrente de Shizune nee-chan? ─ se pone a protestar Naruto.
─ Es que se me hace divertido jugar un poco contigo, Hokage-sama ─ dice juguetonamente Kushina antes de pasar su lengua por el glande de su hijo ─ ¿Qué? Te noto un poco nerviosillo, Naruto.
─ Desde luego que lo iba a estar ─ Naruto intenta levantarse, pero Kushina se lo impide al sostener sus muslos con las uñas para luego seguir chupando su polla ─. Nghh... ¿Con tou-chan hacías esto mismo cuando era Hokage?
─ No en realidad. Eran otros tiempos y solíamos estar muy, muy ocupados, así que rara vez me encontraba con él en este despacho para algo que no fuese la asignación de alguna misión, aparte que la seguridad que ofrecía Kakashi tampoco nos daba mucho margen a la intimidad, ni siquiera en casa ─ Kushina mete todo el pene de su hijo en la boca para luego dejarlo salir, satisfecha por la reluciente capa de saliva que había dejado ─. Y ahora, aprovechando que no viene nadie... ¿Qué te parece si lo hacemos un rato? Espero que no se te ocurra dejar a tu madre caliente, especialmente después del trato especial que acabo de darte-ttebane.
─ Grr. Se supone que como Hokage no debería permitir que me trates con semejante ligereza-dattebayo ─ le responde Naruto haciendo pucheros como si fuese un niño pequeño.
─ Oh, lo siento mucho, Hokage-sama. Quiero decir que es un placer para mí darle un merecido trato con mi cuerpo ¿Está mejor así?
─ Con las palabras cambiadas no consigues hacer diferente el ambiente-ttebayo.
─ Entonces no se diga más. No te preocupes, que después de esto te ayudo con el papeleo-ttebane.
─ De acuerdo.
Kushina sonríe victoriosa. Iba a tener un muy buen rato de diversión, y la iniciaría saliendo de debajo del escritorio de su hijo. Ya se encontraba desnuda, habiendo aprovechado su escondite para que incluso Naruto se llevara una sorpresa al verla, por lo que no iba a perder valiosos segundos en quitarse ningún tipo de prenda. Pese a su edad, Naruto no podía negar que su madre contaba con un cuerpo espectacular. Tal parecía que los Uzumaki no solo cuentan con una vitalidad especialmente alta, sino que también disfrutan de una juventud bastante prolongada. Sí, así era todo el exhuberante cuerpo de la pelirroja, y Naruto no podía cansarse de semejante vista, por más que lo intentara.
─ ¿Qué tal si empezamos, Naruto? ─ Kushina se sienta a horcajadas sobre las piernas de su hijo ─ ¿Cómo quieres que vayamos? ¿Vamos lento... o rápido?
Naruto siente cómo su miembro era introducido poco a poco en la raja de su progenitora. Hacerlo así resultaba dolorosamente exquisito, pero Naruto iba sintiendo crecer en él el deseo de que la cosa fuese más rápido y salvaje. Kushina podía verlo perfectamente, y por saber lo que pensaba es que sonríe de manera traviesa. Ella quería lo mismo que él.
─ K-kaa-chan...
─ Soy toda oídos para ti, Hokage-sama ─ Kushina da el primer sentón, tan lentamente que ambos pudieron sentirlo al mínimo detalle ─. Sólo dime cómo lo quieres, y sin pensarlo lo haré conforme.
─ T-te andas burlando de mí... ─ dice Naruto con un tono de furia, aunque agarra sorpresivamente el culo de Kushina ─ Ahora te voy a enseñar quién manda-dattebayo.
─ Así me gusta. No te resistas más, que mi cuerpo está listo, Naruto.
Naruto empieza a moverse con ganas. Kushina era bastante buena para provocarlo y posteriormente disfrutar de las consecuencias. Las embestidas de Naruto eran alucinantes, cavando más y más profundo en las entrañas de la pelirroja y proporcionándole un placer tal que no lo podía concebir con nadie más, ni siquiera con Minato. Kushina sentía que perdería la cabeza en cualquier momento si Naruto se ponía así de intenso, y la verdad es que Kushina no quería eso...
...lo que quería era que Naruto empujara todavía más fuerte y rápido.
─ Haaa... ¡Aaaahhh! Naruto... Sigue así... Muy bien...
─ Kaa-chan... Me la aprietas t-tan bien... Ngghh...
Era una suerte que nadie viniese a infortunarlos. Sería algo bastante grave si eran descubiertos in fraganti. Pero Naruto, como buen ninja y Hokage que es, no estaba allí por dejar siempre todo al azar. A través de varios jutsus especiales recibiría un aviso si alguien se acercaba demasiado a la puerta. Y como hasta el momento no había aviso alguno, pues no había razón para disminuir la intensidad en lo más mínimo. Era una medida que tenía meses en práctica, casi desde que Naruto es Hokage, y es que no era la primera vez que Kushina se colaba así en su despacho para algo más que saludar.
Naruto se aferraba fuertemente a las nalgas de Kushina, y de vez en cuando le daba unas cuantas nalgadas para hacer que su madre gimiese todavía más fuerte. Aquel sonido, tan envolvente y erótico, era bastante útil para excitar al rubio y dotarle de mayores energías para seguir bombeando su pene como si no hubiese un mañana. Kushina también ponía de su parte, sabiendo que su voz modulada por la lujuria funcionaba bastante bien como afrodisíaco auditivo para Naruto, aparte que también se movía para que el choque de sus carnes fuese todavía más fuerte y sonoro. Era algo que ambos disfrutaban bastante oír y sentir, y por eso procuraban darse el mejor de los gustos.
En eso al rubio se le ocurre introducir un dedo en el ano de su madre, y posteriormente mete otro. No todos los días Kushina sentía que su hijo le metiese nada por el culo, pero cada una de las contadas veces que eso ocurría le parecían deliciosas a más no poder. Tener dos dedos extendiendo y jugando con su ano le gustaba mucho, muchísimo.
─ Mete otro... Quiero otro dedo, Naruto... ─ Kushina empieza a dejar salir su lengua de manera guarra, de manera sucia ─ Vamos... Quiero sentir tus dedos invadiendo mi culo.
Naruto no lo duda un solo segundo para acatar el ruego de su madre. Usa tres dedos a la vez para invadir vigorosamente el culo de Kushina. Saber que él hacía que los dos agujeros de su madre eran profanados sin descanso alguno resultaba un espectáculo digno de verse, y más cuando el propio Naruto era protagonista del mismo. Una lástima que la posición en que se encontraban no le brindase esa facilidad. Justo cuando más se divertía con el cuerpo de la pelirroja es que sentía que se iba a venir. Ni falta haría que avise, pues Kushina siempre prefería que se corriese dentro de ella, así que sin previo aviso suelta toda su descarga en el útero de Kushina.
─ Haa... Naruto... Chico malo, te corriste antes que yo-ttebane.
─ No es mi culpa que te muevas tan endemoniadamente bien-dattebayo.
─ ¿No? Claro, tu pene tan grande y gordo no tiene nada que ver ─ dice Kushina medio burlándose y medio regañando ─. Sé que todavía puedes seguir, así que adelante.
Naruto veía que no tenía otra alternativa. Kushina no se retiraría a su casa tranquilamente, ni cumpliría su trato de ayudarle con el papeleo si no se sentía sexualmente satisfecha, y sólo él podía darle eso que prácticamente estaba pidiendo a gritos. Kushina ahora apoyada sobre el escritorio del Hokage, con una pierna apoyada sobre el borde, y la vagina le chorreaba tanto el semen de Naruto como sus propios jugos relucientes.
─ Aquí sí que te vas a correr como nunca lo has hecho-dattebayo.
Naruto no decía aquello en vano. Realmente tenía pensado hacer que su madre alcanzara un orgasmo bastante intenso para que así se sienta satisfecha. Sin miramientos la embiste con fuerza y se pone a bombear su pene enérgicamente, aprovechando la posición para agarrar los pechos de Kushina y ponerse a jugar con sus pezones del modo que le viniese en gana. Era un auténtico entretenimiento estar así con ella, y Kushina lo disfrutaba igualmente. Y como si todo aquello no fuese suficiente, Naruto también opta por lamer y mordisquear amorosamente el cuello de Kushina. Ya bastantes veces había hecho eso como para saber que allí tenía su madre una piel lo bastante sensible como para alcanzar el orgasmo pronto si atacaba allí de la manera adecuada. Y Naruto no escatimaba en esfuerzos para hacer efectivo el ataque.
─ Ahh... Aaaahhhh... ¡Aaaahhhhhh! ¡Naruto! ¡Se siente tan jodidamente bien! ¡Más!
─ Kaa-chan... Te sientes bien apretada. No puedo creer que me harás venirme otra vez, tan pronto...
Kushina mueve sus caderas también con vigor, y al hacer su culo contacto con la pelvis de Naruto procuraba que sintiese cómo sus nalgas bailaban con cada choque. Era una muy buena manera de llevar el morbo al máximo para ambos. Quería que Naruto se corriese dentro de ella otra vez, y esta vez ella también alcanzaría ese ansiado clímax.
─ ¡Narutooooooo! ¡Me vengooooooo!
─ ¡Yo también-ttebayoooooo!
Fue como una descarga plena en intensidad. Kushina por un momento desencaja completamente la mirada mientras se desplomaba sobre el escritorio. Naruto, algo cansado por lo fuerte que se había corrido, se tumba sobre su silla mientras se esforzaba por respirar con normalidad.
─ Bueno... Creo que habías dicho que ibas a ayudarme, kaa-chan ─ dice Naruto entre jadeos ─. Tengo muchas cosas por hacer, así que sí que voy a necesitar un par de manos extra-dattebayo.
Kushina también se esforzaba por controlar su respiración. Su orgasmo había sido mucho más fuerte que de costumbre, por lo que todavía le costaba recuperar la compostura. Pero había entendido perfectamente lo dicho por su hijo, así que voltea a verlo, y con una mirada amorosa asiente.
Ya Naruto le había dado lo que quería, y por lo tanto era momento de que Kushina ayudase. Pero antes tenían que arreglarse y limpiar un poco, antes de que Shizune o alguien más llegue y se dé cuenta.
Fin
Espero que les haya gustado esa escena cortita de lemmon. Suelo prolongarme más, pero es que me voy a dormir y no quería dejar para después el desarrollo de este OS. En fin, ¿qué les pareció? Saben que pueden dejarme sus opiniones en los reviews, y nuevamente les invito echar un vistazo en la encuesta de mi perfil. Nada se pierde intentándolo xD.
Hasta otra
