Je ne sais quoi
By: HybridVirus
Disclaimer: Hetalia y sus personajes son pertenencia de sus respectivos dueños, solamente soy dueña de Rafaela y no hay ninguna ganancia con esto, más que darles amor a las relaciones de mi país con otros países; solo soy una fan que escribe para fans.
–Hablar
Flashback
"Pensar"
Pd: Se aceptan donaciones en PP :La descalabran:
::◊::◊::◊::◊::◊::◊::◊::◊::
El suave brillo de las cálidas luces del salón de eventos, resplandecían gentilmente contribuyendo a mantener la amigable atmósfera que se había apoderado del recinto, ahora que todos los regentes y dignatarios se habían retirado del lugar, dejando solamente a las representaciones de los países en el extenso salón para disfrutar el resto de la reunión. En los corazones de algunos de los hombres existía la esperanza de que así surgieran nuevas oportunidades de negocios, o incluso que se limen viejas asperezas entre algunos países.
El eco de la música se entremezclaba con la charla que escapaba de las naciones, que se encontraban en el recinto haciendo al ruido resonar por todo el extenso salón. Los países se encontraban esparcidos en diferentes mesas charlando amigablemente, mientras que otros reían estruendosamente al mismo tiempo que disfrutaban de sus bebidas alcohólicas y no alcohólicas. Una divertida risa escapo del país latinoamericano al ver la forma en que, Gilbert no dejaba de arrojar pedacitos de papel con un popote en la dirección de cierto país europeo al que siempre disfrutaba molestar, aunque después terminara siendo golpeado por el leal sartén de dicho país.
Los orbes miel se deslizaron lentamente por todas las mesas del lugar, sonriendo para sí misma al ver a sus hermanos bebiendo escandalosamente en una de las mismas con varios europeos; mientras que Chile corría en los alrededores intentando esquivar al molesto Bolivia, que no dejaba de exigirle que le devolviera su mar. Sus orbes se colocaron sobre otra meza en la que cierto galo no dejaba de murmurar cosas en los oídos del avergonzado británico, quien correspondió arrojándole encima el arreglo de flores colocado en el centro de la mesa.
Las sonoras carcajadas de Dinamarca resonaban en los alrededores, mismas que eran seguidas por el repentino jadeo del rubio, al verse controlado por el noruego a base de asfixiarlo con su corbata. Rafaela intento disimular su risa al ver al alto nórdico bajo el control de Lukas. Sus orbes se posaron repentinamente en el rostro del más joven en la mesa de los países escandinavos. Los orbes lilaceos se encontraban fijos en el blanco mantel de la mesa, al mismo tiempo que arrojaba miradas fastidiadas de un lado a otro, como si buscara otro lugar en donde estar en ese mismo instante.
Una gentil sonrisa se apodero de los labios de la mexicana, mientras se inclinaba para murmurarle al europeo que volvería pronto. El albino arqueo una ceja al verla ponerse de pie y empezar a caminar hacia la mesa del continente escandinavo. 'Noru' Siseo el rubio mientras sus ojos se posaban sobre el país que se acercaba hacia ellos. Los orbes azul índigo siguieron la dirección de la mirada celeste, para finalmente liberar la corbata del alto danes haciendo que este callera de bruces contra el suelo.
–Buenas noches caballeros.
Saludo la ojimiel mientras se colocaba a un lado de la mesa, intentando ver que el rubio se encontrara bien. Con un gentil asentimiento como saludo, el rubio platinado dejo escapar un cansado suspiro al ver la forma en la que el danes se ponía de pie apresuradamente, para acomodarse la ropa y hacer un ademan de arreglarse el cabello esperando verse lo más presentable posible para el país latinoamericano. El dueño de las hebras platinadas giro los ojos, al saber de sobra que Mathias perdía todo control sobre sí mismo, cuando México se encontraba en los alrededores. Odín sabe que todo el caos se desataría en el momento en el que el rubio terminara de acicalarse para Rafaela.
–¿Emil, quieres bailar?
Los orbes azul violáceo y los lilaceos se abrieron en sorpresa al ver la forma en la que la pelicastaña le sonreía al menor de los países escandinavos. La ojimiel ofreció una mano al islandés para ayudarlo a que se pusiera de pie, y así entrelazar sus dedos repentinamente con los de la mano del pálido joven, los orbes miel se desviaron al mismo tiempo que intentaba contener la risa que amenazaba con escapar de sus labios, al ver el sonrojado rostro del rubio platinado menor, quien solo abría y cerraba la boca como si se tratara de un pez fuera del agua. El suave murmullo de los pasos de Rafaela guiando a su hermano hacia la casi desierta pista de baile, saco repentinamente al noruego de sus ensoñaciones; sin pensarlo mucho el escandinavo tomo de nuevo la corbata de Mathias y jalo con todas sus fuerzas, para asegurarse de actuar como un buen hermano mayor y deshacerse de la competencia de Islandia.
–…Crecen tan rápido…
(¯ `v´¯ )
`.¸.´
–E-espera…
Jadeo el ojilila mientras aferraba su mano a la del país del continente americano e intentaba hacer que sus pasos se detuvieran un poco. Su corazón latía apresuradamente al ver de reojo las curiosas miradas, que eran dirigidas a ellos por el resto de los países, al mirarlos acercarse a la pista de baile. 'Yo no…' susurro nerviosamente el joven islandés, intentando evitar ser escuchado por el resto de los países 'No se…' todo al mismo tiempo que cerraba los ojos intentando evitar la decepcionada mirada que México seguramente le estaría dando. La sensación de un gentil apretón en su mano le hizo abrir los ojos, para posarse en la amigable sonrisa de los carmines labios del país frente a él.
–Yo te enseñare, aprendí del mejor.
Menciono como si nada la ojimiel, mientras movía la cabeza en la dirección del gruñón austriaco que se encontraba mirando desaprobatoriamente el escandalo causado por Gilbert y sus tarros de cerveza. Los orbes lila se posaron sobre la radiante sonrisa del cálido país frente a él. Un nervioso asentimiento fue la única respuesta del joven nórdico, quien cerró los ojos al mismo tiempo que respiraba profundamente. ¿En verdad intentaría hacer esto? ¿Justamente frente a todos los países que se encontraban en la reunión?
Nuestro amor está vivo, y así es como empieza…
Inocentemente llevando nuestros corazones en nuestra mano,
Tropezando en esta emoción.
–No pienses en los demás, solo concéntrate en nosotros.
Susurro la mayor al detenerse en el centro de la pista, sacando de golpe al país escandinavo de sus nerviosas ensoñaciones, para darse cuenta de donde se encontraban. La suave música que empezó a sonar retumbo en su estómago, mientras la pelicastaña tomaba gentilmente su mano, como si intentara darle ánimos para que no se dejara envolver por los nervios, y la vergüenza de encontrarse a plena vista del mundo. Esa extraña sensación cálida en su mano le recordaba la corriente marítima que lo envolvía cálidamente contribuyendo a la variación de su clima. La misma que provenía del país con el que se encontraba en ese mismo instante.
Nuestro amor es una llama, que arde sin fin.
La luz de esas flamas nos atrapa de vez en cuando,
Tropezando en esta emoción.
El suave susurro de un 'Relájate' llego a los oídos del nórdico, quien trago en seco al sentir como la pelicastaña se acomodaba a su derecha para tomar suavemente su mano con una de las de ella. Su cuerpo se movió lentamente hacia adelante, haciéndole seguirle unos cuantos pasos, para después hacer como si diera un paso para acercarse a él, al mismo tiempo que jalaba de su mano, haciéndole saber que tenía que moverse hacia su costado. Los orbes lilaceos se mantuvieron fijos en la forma en que el vaporoso vestido rojo de la ojimiel se movía al pasar delante de él, sin soltar en ningún momento su mano. La mujer giro levemente mientras se dirigía hacia la izquierda y una vez habiendo visto como era el desplazamiento, el rubio platinado la ayudo con el movimiento del giro hacia la derecha, para así volver hacia su lugar original a su costado, seguido de un giro más, para así terminar frente al más joven.
Dondequiera que vayas, lo que sea que hagas…
Sabes que estos osados pensamientos que tengo son para ti.
Me estoy enamorando de ti, con lo que sea que hagas.
Las manos de ambos se unieron, mientras daban un paso hacia adelante y consecuentemente hacia atrás, a la par que se movían en el mismo lugar. Una divertida sonrisa se apodero de los labios de Emil, mientras miraba la forma en que sus pies se movían casi por si solos con el suave ritmo de la música y la guía del país latinoamericano. Su mirada volvió hacia la de la ojimiel al sentir la forma en que esta levantaba uno de los brazos de ambos y soltaba al mismo tiempo el otro, para poder girar lentamente hacia el hueco que había quedado al liberarse sus manos. Una de dichas manos se colocó en su costado, arrancándole un repentino escalofrío al sentir la forma en que le guiaba para que diera la vuelta, mientras su pareja giraba detrás de su espalda para que sus cuerpos se encontraran de nuevo frente a frente.
Me estoy enamorando de ti, con lo que sea que hagas.
Porque cariño, me has enseñado tantas cosas que antes no conocí.
Cueste lo que cueste nena, lo hare por ti.
El ojilila desvió la mirada al ver la sonrisa que le dedicaba el país del continente americano, al mismo tiempo que tomaba su mano, asegurándose de entrelazar algunos de sus dedos con los del peliplateado. El suave movimiento de sus pies siguiendo el lento ritmo de la canción le sorprendía de sobra ¿Quién diría que bailar sería tan sencillo? La mirada del país escandinavo, se posó en el brazo que la mexicana estaba levantando lentamente, para que pudiera apreciar el movimiento y así girar hasta quedar de nuevo frente a frente con su torso. Quizás fuera su imaginación, pero podría jurar que el resplandor de la luz que se reflejaba en las pequeñas piedras blancas que se encontraban en el cuello del vestido de Rafaela, parecían ayudarle a que sus ojos resaltaran aún más.
Yo era tan joven, y tu un alma tan libre.
Puede que yo sea joven, pero cariño eso es lo último que quiero ser.
Sé que eres la persona correcta para mí.
El suave vaivén de la vaporosa tela y el lento pero confiado movimiento de sus pies, le permitió finalmente posar sus orbes sobre el bronceado rostro del país azteca. Había algo en el rostro de México que le aceleraba por completo el ritmo cardíaco. Algo que no sentía que pudiera admitir abiertamente al mundo. Algo que había tomado control de su razón y de su silencioso corazón. No sabía si… los culpables eran sus ojos, que parecían resplandecer más que las estrellas de la vía láctea, los mismos que se atrevían a mirarlo fijamente para robarle el aliento, o quizás eran sus labios que poseían la curva más sensual que jamás habría podido imaginar, la misma que al aparecer en los rojizos labios, conseguiría que se detuviera de golpe para apreciar la sonrisa de la ojimiel sin la más mínima discreción.
Porque nena, me has enseñado tantas cosas que antes no conocí.
Lo que sea que necesites cariño, te aseguro lo obtendrás de mí.
Pero no era ciego, sabía que no era el único que se encontraba embelesado con el país latinoamericano. Pero si existía una diferencia abismal a sus otros rivales, él era simplemente Islandia, joven y con un futuro brillante en algunos años por venir, pero ¿Podría competir con Dinamarca, Alemania, Holanda, Rusia y otros tantos? Una parte de él sabía que se encontraban bailando, por el simple hecho de que ninguno de ellos pensaba en él como una amenaza. Un escalofrío recorrió repentinamente el cuerpo del ojilila al sentir la forma en que los dedos del país latino se entrelazaban con los suyos. Quería ser egoísta, ¿Porque tenía que pensar en que, no tenía oportunidad alguna de vencer a los otros? Cuando la realidad es que México parecía mirarlo de una forma exclusiva para él.
Nuestro amor está vivo, y así es como empieza…
Inocentemente llevando nuestros corazones en nuestra mano,
Tropezando en esta emoción.
La mano de Emil se colocó posesivamente sobre la espalda baja de México, asegurándose de atraerla un poco más hacia su cuerpo, mientras que empezaban a repetir los primeros movimientos con los que habían empezado a bailar. Eso era más que suficiente para él, no necesitaba más guía alguna para llevar acabo, lo que tenía que hacer en ese mismo instante. Las resplandecientes amatistas se mantuvieron firmes en la forma que Rafaela giraba para alejarse un poco de él, mientras aun sostenía su mano y finalmente con una decisión que vibraba en todo su cuerpo, el rubio platinado atrajo el cuerpo de México hacia él una vez más.
Nuestro amor es una llama, que arde sin fin.
La luz de esas flamas nos atrapa de vez en cuando,
Tropezando en esta emoción.
Los orbes miel se abrieron de par en par, al sentir la forma en que el brazo del dueño de las hebras platinadas se colocaba firmemente en su espalda, mientras que su misma mano se aferraba a su costado, para inclinarla finalmente dejando que uno de sus pies se separara del suelo y sosteniendo así todo su peso mientras continuaba inclinándola como si se encontraran bailando alguna especie de tango. Había algo en la forma en que sus miradas se encontraban, algo que parecía atraerlos como si de un par de imanes se tratasen, algo que no podía ser negado a los ojos de otros, por más que intentaran decir que era inexistente. Algo que ambos países sabían de sobra, pero que ninguno de ellos parecía estar dispuesto aun a nombrar.
El aroma del alcohol de la bebida que Rafaela había estado bebiendo antes de invitarlo a bailar, resulta bastante perceptible para el escandinavo gracias a la cercanía de sus cuerpos. Su torso presionándose contra el pecho de la ojimiel, le permite sentir el subir y bajar de su pecho gracias a su respiración. Sus labios se encuentran tan cerca los unos de los otros, que sería simplemente criminal el no romper la distancia entre sus cuerpos, para permitirse fundirse en un beso que marque la realidad al resto del mundo. La repentina sensación de un brazo colocándose sobre su espalda y los dedos que se entrelazan en el cabello de su nuca, son la única respuesta que el país vikingo necesita. La silenciosa afirmación resuena en su interior, diciéndole que aquello que él sabe de sobra es correcto. La forma en que sus labios se unen le eriza la piel, la caricia es algo lento, gentil, suave, dulce, como quien busca simplemente confirmar que hay algo mutuo en lo más profundo de su existencia. Porque Emil sabe que hay algo que no puede describir, pero que ambos sienten en lo más profundo de su corazón.
(¯ `v´¯ )
`.¸.´
–¿¡Islandia sabe bailar!?
Chillo entre jadeos el alto rubio que se encontraba atado a una silla, todo gracias a la amable cortesía del noruego que no dejaba de mirar a la parejita que aún continuaba en la pista de baile, incluso después de compartir un beso que, al parecer nadie había podido ver gracias a la algarabía en el recinto. Los orbes azul índigo se mantuvieron fijos en la discreta sonrisa de su hermano menor, Lukas estaba consciente de que a su hermano le gustaba actuar como si fuera un adulto que había vivido tanto como el resto del mundo, aunque fuera sencillo ver que algunas cosas eran simplemente molestas para él, como si de un niño se tratara. Como lo había sido el estar sentado en la mesa, escuchándolo insistir en que lo llamara hermano mayor.
–Lo correcto es decir que, México le enseño a bailar.
Menciono el rubio al mismo tiempo que recostaba la barbilla sobre el dorso de su mano, los orbes del nórdico se mantenían fijos en la pequeña sonrisa que el cálido país le robaba tan fácilmente a su hermano. Al parecer a diferencia de él, Rafaela podía hacer reír aunque fuera un poco al menor de los nórdicos sin intentarlo mucho. Un suave 'Hmm' escapo de la garganta del noruego mientras continuaba con su silencioso trabajo de chaperon, asegurándose de que su mirada no se desviara por ningún minuto del par de países que bailaba tan tranquilamente entre toda la algarabía de las mesas. No quería perderse el mas mínimo detalle de como su pequeño hermanito, se empezaba a convertir en un adulto que aceptaba finalmente sus emociones.
–¡No es justo!
Lloriqueo el dueño de los orbes celestes, mientras intentaba zafarse de todas las sogas que lo mantenían atado a la silla. La repentina sensación de algo que no podía ver, pero que podía sentir como se encontraba atrapándolo contra la silla, y apretando a su cuerpo como si fuera una de esas pelotitas de estrés, le robo de golpe el aliento, a la par que miraba suplicantemente a Noruega. Una imperceptible sonrisa se dibujó sobre los labios de Lukas, al ver la forma en que su amigo el Troll se encargaba de sostener a Mathias, para que no hubiera la más mínima forma en la que pudiera escapar del lugar, que el noruego había destinado como su prisión temporal.
–Basta Anko.
Sentencio con un tono definitivo el dueño de los resplandecientes zafiros, mientras continuaba mirando la forma en que Emil empezaba a realizar movimientos por sí mismo, sin que la dueña de las hebras castañas lo tuviera que guiar. 'No puedes interponerte entre Emil y su conquistadora' menciono en un tono que no brindaba lugar para la más mínima queja, al mismo tiempo que se mantenía ignorando el sonoro llanto de cierto país escandinavo, mismo que continúo resonando en el ruidoso salón, sus sonoras quejas y lamentos se perdieron entre la gentil música que continuaba aun tocando en el lugar, mientras Lukas Bondevik se mantenía firme en disfrutar de los pequeños gestos nerviosos del hermanito que tanto adoraba, no había convencido hace meses a Emil de que le habían robado su primer beso, para que Dinamarca continuara interponiéndose en el camino de su hermano menor.
~Owari~
:◇:◊::◊::◊::◊::◊::◊::◊::◊::
Hybrid-Virus
Yo! Buen día lectores, espero que estén teniendo un excelente mes en curso. He estado un poquito enferma y por lo mismo no he tenido tiempo de escribir tanto como debiera. Espero mejorar un poco más en estos días, pero ya veremos cómo evolucionan las cosas. Durante estos días, tenía unas ganas de algo fluffy y este resulto ser el resultado, fue pura suerte que Emil fuera el afortunado en recibir un poco de amor.
Aquí tenemos un poquito de información del otro oneshot IsMéx que tengo escrito. En algún otro momento veremos cómo es que Noruega, que anda de hermano metiche, convence a Islandia de que el CPR cuenta como beso, para que Emil admita que hay algo entre él y México. Lo cual de cierta forma contribuye a que haya un acercamiento entre ambos países, pero aun no una abierta declaración con palabras que diga "Yo te quiero".
Siento que Noru es ese tipo de hermano mayor que siente, que debe de impulsar a Is para que lleve a cabo las cosas y que se dé cuenta de aquello que no quiere reconocer. Del mismo modo lo veo como el hermano dispuesto a ayudar a que su hermanito logre lo que se propone, por lo que podemos ver el apoyo de Noru al detener a Mathias, para que Emil pueda tener un poco de tiempo para moverse en el tablero de ajedrez que es el mundo de los fics.
En la lista de los 'Rivales' Incluí a una que otra Ship que a todos les gusta y al adorado Abel, que fue quien contribuyo al encuentro entre México y el Reino Unido para que México fuera reconocido, por eso él siempre andará por ahí pululando.
Si en YTbe buscan "Stumbling in wedding dance" podrán ver la coreografía que Emil y Rafaela intentaron imitar en este fic. La cual es pertenecía del usuario "Wedding Dance Online" La canción es justamente Stumbling in. Pero en vez de ser una traducción exacta, tome el inglés que conozco para adaptarla de una forma que las palabras fueran más agradables a la vista. Pero el significado viene a ser el mismo, así que no se pierde nada.
Sin más por el momento, dejen un review y nos vemos en la próxima actualización.
¿Dudas? ¿Comentarios? ¿Critica? ¿Etc.? ¡Ya saben qué hacer, envíen un review!
"Formemos parte de la línea de reviews, cuando leamos un fanfic con un personaje que nos gusta y no es muy común ver, de un fandom olvidado o de una historia que nos guste; dejemos un review, porque esa persona escribe para nosotros y que mejor forma de inspirarla y darle combustible para seguir"
