PODER INTERNO
CREPUSCULO
Prólogo.
Los rayos del sol entran por mi ventana y llenan con su luz toda mi habitación; pero yo permanezco en la oscuridad y la frialdad… así que ¿Para qué dejar que la luz entre en mi habitación, si no me va a iluminar a mí?
Esa pregunta llega a mi mente y me motiva a levantarme de mi cama, para cerrar mis cortinas y dejar mi habitación, en la misma oscuridad que había antes de que amaneciera.
El Sol siempre me ha parecido algo inalcanzable, incuso llegué a admirarlo y desearlo, recuerdo que me gustaba contemplarlo de lejos y disfrutaba poder sentirlo sobre mi piel, aunque sea por un corto tiempo, porque sentía que llenaba de luz y calor todo mi ser… ¡Qué tonta y soñadora era! El Sol no puede cambiar la cruel realidad en la que vivo, no puede quitar la oscuridad, el frío, soledad y miedo que hay en mi ser; así que ahora me pregunto si lo que siento por el Sol es odio y rencor o simplemente deseo y anhelo… no lo sé en realidad.
Por ahora prefiero no hacerme falsas ilusiones, no estoy para llenarme de ilusiones y sueños que sé que nunca podrán hacerse realidad, los sueños y deseos no son para mí; y no es porque sea alguien pesimista y deprimente, no, la verdad es que he dejado de deprimirme y decidí dejar de anhelar aquello que sé que no puedo tener, prefiero ser realista y sincera conmigo misma; por eso acepto la cruel realidad de mi vida.
Una vida vacía, triste, oscura y llena de mucho dolor y limitantes; soy plenamente consciente de que mi vida está a punto de terminar, lo siento en mi interior y eso es algo que me llena de alivio y hasta de alegría, porque al menos esta vez, no será por algo que yo provoque, no tendré que cortarme, envenenarme, intoxicarme, ni saltar de lugares altos, no tendré que hacer nada y mi cuerpo no podrá defenderse y evitar el final, esta vez lograré descansar y liberarme de esta vida o mejor dicho tortura y suplicio.
Y entonces sí podré soñar y anhelar con poder alcanzar la paz y la felicidad en la otra vida, no me importa si es en un paraíso o si tengo que renacer de nuevo como un nuevo ser, espero que lo que sea que nos pase después de la muerte, me permita tener una existencia mucho mejor que la que estoy teniendo ahora.
Creo que el soñar con una mejor vida después de mi muerte, sí es una razón más realista para mí, después de todo ahora no puedo hacerlo, yo estoy condenada al sufrimiento y las cicatrices de mi cuerpo, la luz blanca que hay en mi interior y los recuerdos de mi pasado que me atormentan en todo momento, son una prueba de ello.
Por ahora sólo tengo que pensar en lo que haré con el poco tiempo de vida que me queda, no puedo seguir causándole sufrimiento a mi madre, ni a los que me rodean, tampoco puedo arriesgar a nadie más, sería peligroso y no quiero ser responsable de la muerte de alguien más, ya suficiente con Ellos y… Él. Esa vez no pude evitarlo, pero ahora sé que soy peligrosa, soy un monstruo y no voy a lastimar a nadie más; así que debo asegurarme de proteger a los que me rodean y tal vez haya una manera de que pueda asegurarme de que mi familia pueda ser libre y feliz sin mí.
Creo que el pensar en la felicidad de mis seres queridos, es una meta muy positiva para el poco tiempo de vida que me queda, sólo espero poder alcanzarla y entonces sí podré tener una razón para poder ser feliz antes de mi muerte inevitable. Ahora sólo tengo que pensar en cómo alcanzar esa meta, con el poco tiempo que me queda y todos los limitantes que tengo.
