Otra explosión muy cerca de ambos, los dos cuerpos salieron volando por los aires alejándose de la batalla a un lugar más tranquilo sin desear realmente alejarse de la acción.
Itadori sin dudar acunó con su propio cuerpo ese otro tan delgado y femenino para que no se dañará, después de todo; es más resistente podría soportar mejor el impacto.
El cemento se resquebrajo ante la fuerza de caída, el polvo se levantó en una densa nube que se alargó mientras ambos cuerpos aún unidos rodaron lejos del primer impacto.
Itadori gruño cuando el dolor llegó a su espalda y estuvo a nada de soltar el pequeño cuerpo que quería proteger pero se trago el aullido que casi exhala para reafirmar el abrazo y endurecer sus dientes buscando aguantar.
Ella por el contrario sintió su cabeza rebotar sobre el cálido pecho su nariz se impacto por momentos y se sintió mareada incluso antes de que empezarán a rodar por el suelo. Los brazos que la protegieron de su caída se ciñeron con una fuerza sobrehumana a su cintura, por un momento pensó que los dientes de Yuuji se rompieron cuando los escucho tronar así pero antes de que lo averiguara siguieron cayendo.
Giraron rebotando varias veces antes de solo rodar un poco y ser frenados por un árbol que comenzaba a secarse. Una rama gruesa se desprendió de lo más alto de ese árbol e impacto en la cabeza del pelirrosa quien exhausto tras la fuerte caída y el dolor que ahora cubría todo su cuerpo llegó a su límite y perdió el conocimiento sobre la chica.
Nobara sintió claramente como el peso muerto de su compañero la asfixiaba de pronto.
Ella lo llamó pero el no respondió, observó como la ropa de Yuuji había terminado rasgada de tantos lados que podía ver pedazos de piel y heridas.
Kugisaki lo intento apartar pero la enorme rama seguían sobre ambos e Itadori no es nada ligero, esos músculos pesan como si fueran de hierro además ella también estaba cansada por la reciente pelea que sostenían con una maldición hace poco.
La chica dejo caer la cabeza en rendición. Esa rama era pesada para ella pero para Itadori sería como un simple palo de escoba, esperaría a que despertara o los encontrarán sus compañeros y les ayudarán, lo que ocurriera primero.
Pero algo húmedo acaricio el final de su oreja hasta el inicio del cuello haciéndola estremecer aún en la incómoda posición. Y al girar su rostro buscando al culpable una boca de prominentes colmillos la recibió con una retorcida sonrisa.
–¡Sukuna! –. O al menos la boca de Sukuna le sonreía con gracia antes de que uno de los párpados extra de Itadori se abriera mostrando el pequeño iris de un rojo característico.
–El mocoso no baja su guardia ni siquiera inconciente ¿Puedes creerlo?.
Nobara no sé sorprendió de aquello, Sukuna ya había intentado tomar el control con Itadori dormido pero solo lo había logrado por breves segundos antes de que el cuerpo se desplomara inerte y dormido de nuevo así que ¿Porque sería diferente con él inconciente?
La mano de Itadori de pronto se levantó retorciéndose de una inhumana forma hasta que una boca igual a la que adornaba la mejilla apareció en la palma mostrando los colmillos con un inusual entusiasmo.
Kugisaki presentía lo que se venía, Sukuna ya lo había echo -y logrado- un par de veces.
–Demonios, ¡Itadori! ¡Itadori despierta! –. La palma con la extraña boca calló los gritos de Nobara haciendo que una asqueada mueca apareciera en sus facciones iracuandas pero todo eso desapareció por la sorpresa cuando otra lengua comenzó a rozar la de la chica, eso era nuevo.
–Oh vamos déjame aprovechar mis cinco minutos de libertad condicional mocosa... además –. La cabeza se movió un poco, la mejilla echa boca llegó al oído de la castaña depositado un cálido suspiro que hizo a la chica retorcerse buscando esquivarlo pero el saco de músculos que era Itadori no la dejó.
–¿Crees que no me e dado cuenta? –. Comento en un extraño tono la maldición, tras un par de lamidas al sensible oído de Nobara siguió hablando en un volumen de voz tan bajo que si no era por qué le hablaba al oído Kugisaki dudaba que lo escuchará, era como si quisiera que nadie más los pudiera oir. –Detrás de los ambarinos ojos del mocoso estoy yo, siempre atento, siempre vigilandolos... veo lo que el muchacho ve y notó lo que él no, como tus furtivas miradas pequeña hechizera.
Los ojos de Nobara se ampliaron grandes, las pupilas se dilataron con terror y ella volvió a luchar buscando quitarse el fornido cuerpo sobre si. Negó con la cabeza moviendola repetidamente de un lado al otro buscando deshacerse de aquella mano-boca que la callaba con algo que se negaba a llamar un beso pero los dedos se endurecieron y la inmovilizaron de nuevo mientras las lenguas se conectaban otra vez pero con una mayor fiereza como si la maldición quisiera enseñarle su lugar de aquella forma.
–Oh no mientas, al menos no a mí que ya lo sé. Te e visto oculta entre los árboles ¿Sabes? E visto tus sutiles rubores cuando el dice tu nombre, e contado las veces que corriste a encerrarte a tu habitación tras verlo quitarse la playera en los entrenamientos, como buscas cualquier pequeña escusa para golpearlo cuando en realidad te gustaría acariciarlo... incluso notó como tiemblas en este momento de emoción al sentir su cuerpo tan cerca del tuyo...
Nobara dejo de luchar cuando su cuerpo entero gritaba de cansancio, además no había forma de negar lo dicho por Sukuna incluso lo último dicho era verdad, dejo caer su rostro de lado dejando a la merced su cuello que no tardó en ser besado y mordido por la boca de la mejilla.
–Si fuera tú, aprovecharía está oportunidad. Yo ya lo hago, siento tus senos bajo nuestras ropas, tu olor pica en la nariz del mocoso y siento la necesidad de tocarte pero solo puedo controlar pequeñas partes del cuerpo... es una pena porque seré yo el que lo este gozando pero al final, es el cuerpo del chico el que te acaricia –. La boca se alejó para ver mejor el perfecto rostro femenino ahora descubierto y libre de aquella mano, con suaves besos llegó al párpado de la chica dónde el pequeño ojo rojo choco con el chocolate fundido de Nobara en un silencio y mutuo sentimiento. –Solo, piensa que es Itadori el que te toca y no yo –. Luego la boca de la mejilla se conecto a la de la castaña siendo bien recibida por esa pequeña lengua que ya lo esperaba.
La castaña dudo pero al final puso una mano sobre el cabello rosado, acariciandolo y enredando las hebras sobre sus dedos; la suavidad que la recibió la sorprendió pero solo la hizo emocionarse ante su pequeño descubrimiento. Su otra mano viajo hasta la espalda dónde con facilidad metió la mano bajo la ropa y palpo tanto heridas como piel llenando su ser de un éxtasis que no se sabía capaz de sentir, subió su mano con cuidado de no lastimar más a Yuuji a lo largo de la espalda, tocó los costados del abdomen sintiendo la firmeza de los músculos y fantaseando brevemente en lamer cada uno de los bien formados cuadros del pelirrosa.
La lengua que antes dominaba su boca dejo de parecerle remotamente asquerosa, comenzó a dejarse llevar por el momento y sin que lo hubiera previsto toda la tensión que su cuerpo había estado juntando desde que conoció a Itadori comenzó a volcarse como una presa que se a roto.
Una mano enredada en la suavidad del rosa cabello, la otra acariciando la firme y herida piel, una traviesa lengua en su boca quitándole el aliento y otra más succionando su sensible cuello era lo único en lo que pensaba la chica completamente sumisa ante poder realizar aunque sea un poco de las torridas fantasías de la que es presa cada que Itadori se cuela a sus más íntimos sueños.
Ella gime para si y Sukuna se aleja, baja la boca de la mejilla al delgado e inmaculado cuello mientras la mano-boca desliza con los dientes la playera del uniforme para después lamer alrededor del ombligo y sus costados sintiendo como el abdomen vibra con cada caricia recibida. La castaña completamente perdida en aquellas traviesas lenguas jala los cabellos del chico buscando acercar aún más el rostro.
–Amh, Ita...dori –. Una mordida le recuerda que no es él realmente y solo por esta vez decide ignorar ese dato. –Dame más Sukuna.
Las avidas lenguas se detuvieron abruptamente, nunca ella había dicho su nombre, bueno tampoco es que hubieran llegado a tanto como hoy.
–Como gustes pequeña.
La mano que lamía su abdomen subió más, aún más arriba de sus costillas moviendo el pequeño sosten para pegarse al diminuto botón que se erecto dentro de la boca produciendole un agradable cosquilleo a Nobara que arqueó la espalda buscando más estimulación mientras sus piernas comenzaban un errático abrir y cerrar involuntario.
Sin previo aviso las bocas se detuvieron, ella apenas y tuvo tiempo para abrir los ojos solo para presenciar con horror como la boca de la mejilla había desaparecido y unos ojos cafés casi dorados se abrían y fijaban en ella.
Itadori parpadeó aún ido pero volviendo en si con cada momento que pasaba hasta que fue conciente de su alrededor por completo.
Su miembro estaba tan erecto que le dolía de lo apretado que estaba dentro de su ropa interior rozando al muslo de Nobara, su rostro estaba tan cerca del cuello de la chica que si sacaba la punta de su lengua rozaría la piel pero lo que más le extraño fue sentir algo acolchado por su mano y tras apretarlo un par de veces y tocarlo con sus dedos encontrando un pequeño bulto lo reconoció como un seno desnudo, el seno de Nobara para ser precisos.
Unos segundos quedó en completo shock el pelirrosa asustando a Kugisaki ante su falta de reacción.
–¿Yuuji? –. Lo siguiente que la castaña supo fue que todo el rostro de su amigo ardió como si una terrible fiebre hubiera golpeado su cuerpo de pronto para después saltar al menos cinco metros lejos de ella sin importar la rama o las heridas que tenía encima.
–Yo-Yoooo lo siento de verdad no lo hice yo no quería tu... –. Un dedo callo rápidamente a Itadori, uno de Nobara que con delicadeza se levantó del asfalto y tierra, tras sacudirse el polvo le regreso la mirada a su compañero.
–Tranquilo, sé que no lo hiciste a propósito.
Yuuji ladeo la cabeza como si de un cachorro se tratará, era su imaginación o Nobara se veía...triste. Le iba a cuestionar sobre si se encontraba bien a Kugisaki cuando su garganta se seco de golpe cuando enfoco la cabellera oscura y alborotada acercarse y el por inercia corrio a su encuentro.
–¿Estan bien? –. Megumi intercambio miradas entre sus dos compañeros esperando una respuesta que no tardó en llegar.
–De maravilla, solo caímos un poco nada grave –. Itadori se irguio con orgullo como si su espalda en realidad no estuviera hecha una mierda entre sangre, tierra y heridas que Kugisaki volvió a ver cuándo Yuuji se plantó delante de ella.
–Kugisaki, ¿vienes? –. Escucho que Fushiguro le preguntaba, ella analizo la actual situación:
La maldición ya había sido derrotada y ahora la estaban exorsizando los otros hechiceros según dijo Megumi.
Megumi había visto las heridas de Itadori y ahora insistía en llevarlo a curar para que no se infectaran, eso quiere decir que probablemente Itadori se la pasará jugando y preguntando a Fushiguro si está preocupado por el... ella no se siente bien para ver eso, al menos no hoy; menos cuando Fushiguro se enfade de la actitud infantil del pelirrosa y decida recordarle que por eso lo rechazó meses antes haciendo desaparecer la sonrisa de Itadori por el resto del día, sí definitivamente hoy no quiere ver ni oír nada de eso.
–Yo iré de compras, regresaré por mi cuenta al colegio.
Los ve alejarse de ella, Itadori abrazando a Megumi y este dejándolo para romperle el corazón de nuevo más tarde, igual que Itadori hace con ella, la abraza y protege alimentado su amor para después olvidarla cuando Fushiguro aparece en escena.
Itadori voltea para decirle adiós por última vez y ella se congela al jurar ver parpadear destellos rojos en los mieles ojos... debió ser su imaginación o tal vez a comenzando a obseccionarse con Sukuna igual que este lo está con ella... la vida es tan irónica.
Hi :)
Bueno hoy no sé que decir solo se me ocurrió está torrida idea y taran~
Por si no quedo claro:
Sukuna está ¿enamorado? de Kugisaki.
Nobara está loca por Itadori.
Yuuji ama a Megumi.
Fushiguro ama a ¿? No pude decidir perdón.
Si Itadori se le declaró a Megumi y este lo rechazo, ¿porque? No se pudo ser por gil, porque no lo quiere, está enamorado de alguien más, etc.
Y así... en fin nos leemos pronto.
Por cierto no e visto fics de sukunaNobara así que me declaro la primera en hacerlo, al menos en español pero si conocen alguno pasen el link para deleitar mis pupilas.
~Bye-bye.~
Muchas gracias por leer.
