Notas de autor: Para la gemela mala de Sabastu :x porque el día en que nacieron #JE. También va en modo de disculpa porque sé que la muerte del foro influyó mucho en que dejaras de escribir con tanta frecuencia, obvi es un pretexto tuyo porque eres re floja xdd, pero sé que en su momento, el foro te dio tanta libertad, apoyo y motivación. Sé que contra la flojera no se puede pero siempre has estado en la desesperación, eso no es nuevo. Remas y remaste tu bote sola y nadie debería impedir que escribas para tus bebés. Y pues lo otro, lo diré abajo.
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, es todo de Hiro Mashima. Para Nym y esto es el cliché que siempre quiso leer pero que no quiso escribir porque, total, tiene a su esclava personal U_U.


Malagradecido


Día uno:


—Malagradecido.

¡No había otro adjetivo! Malagradecido, ingrato… eso era ese maldito gato traidor y estúpido. Ay… sacudió la cabeza ¡mentira!, no podía enojarse con esa pequeña cosita bella y esponjosa llamada Frosch, por más desesperado que estuviera debía mantenerse sereno para no caer en la locura.

Tenía miedo, sí y el miedo era el demonio que se atrevía a insultar a su gato... ¡Lo poseía! y él no podía detenerse a debatir ese punto, así que lo aceptaba de momento, ya luego se reclamaría por ofender al gato, ¡Ese bonito y esponjoso gato era un estúpido! ¡Su estúpido gato que tanto adoraba! Y que claramente no era un luchador ¡No podía sobrevivir en la calle! Estaba expuesto a miles de peligros: que lo atropellaran, que lo atacaran otros animales y muriera a causa de las heridas, que alguien más lo tomara por lo mansito que era.

—Estúpido Frosch… —y cómo las mascotas se parecían a sus dueños, agregó—: soy un estúpido.

Porque al final de cuentas él fue quien no tuvo el cuidado al abrir la puerta y el estúpido gato salió disparado por ella. ¡Y estúpido él! ¡Él mejor que nadie sabía que se tenía que abrir con cuidado, no de un portazo! Y menos si iba cargado de alimento Premium para la mascota que nada agradecía, ni el techo, ni el alimento, ni el amor, nadaaa…

Frosch aprovechó el arrebato de él y salió corriendo como alma que escapaba del infierno… y era un malagradecido porque de esa forma le pagaba el hecho de que se quitara la comida de la boca para que él tuviera alimento de los más caros, así le pagaba los muchos días donde solo comía arroz y un poco de verduras para que él obtuviera las mejores croquetas para su pelaje. ¡Así le agradecía que no se comprara ni bóxers con tal de que el tuviera juguetes y su disfraz de rana que tanto le gustaba!, esa era su gratitud a las noches de desvelo cuidándolo porque estaba enfermo, así reconocía las miles de cepilladas y caricias... ¡ERA UN INGRATO!

Le costaba reconocer pero su gato se le fue de las manos, la adolescencia le llegó de golpe y no podía controlarlo, por eso salió corriendo cuando abrió la puerta de su departamento… era un hijo adolescente y muy malagradecido.

Y si el estúpido gato, que no agradecía todo los beneficios y comodidades que tenía dentro del hogar, creía que él iba a dejar caer todo y salir corriendo tras él, estaba en lo correcto. ¡Claro que sí! ¡Era su bebé! ¡Su estúpido bebé malcriado y desorientado! ¿Por qué Frosch era así? sabía que era un gato excéntrico al que le gustaba usar un disfraz, pero de eso a querer ser un gato vagabundo y mostrar ese nivel de ingratitud, jamás lo pensó. ¡Ese gato vivía mejor que muchas personas! Era un niño de casa, por eso era un peligro que se escapara... Frosch no sabría cómo volver, él lo malcrío, era un gato consentido y nada preparado para el mundo exterior.

Cuando vio a Frosch salir, Rogue recapituló todo lo que habían vivido juntos en ese tiempo... desde cómo lo adoptó, cómo prefirió invadir su cama en lugar de la suya, cómo se le acurrucaba cuando era invierno, los juegos, los mimos, las caricias, los cuidados, la compañía. ¿Cómo habían llegado a eso? por eso y más, eso Rogue salió como Flash, gritando el nombre de su gato para que apareciera pero Frosch nunca respondió a su llamado.

Buscó en todos los alrededores y no había pista del gato, tampoco le sirvió que interrogara a todo el que pasara porque los asustaba por su histeria que rayaba en la agresividad o resultaban ser personas completamente inútiles porque no habían visto a ese estúpido y malagradecido gato con traje de rana por las calles de la zona, quizás Frosch había aprendido eso de él y por eso era un ingrato, qué va, no debía perder tiempo eso. Se hacía de noche, el corazón de pollo de Rogue no estaba para esos trotes... era hora de armar un plan de emergencia y pedir ayuda para pegar cárteles de búsqueda y recompensa por toda la ciudad de ser necesario.

Frosch tenía que volver a casa...

—Frosch, vuelve a casa —rogó.

~O~

—Oww… ven amiguito, ven —llamó dulcemente mientras se agachaba, estiró su brazo y volvió a llamar —ven… anda… —rogó —¡Muy bien, acércate más!

No pudo evitar sonreír cuando un exhausto y tembloroso gatito salió de entre los arbustos del parque y se le acercó. Su corazón no había resistido, hacía más de una hora lo había visto, asustado y huyendo del ruido y la gente que caminaba, había intentado acercarse a él pero el animalito se escondía, era un gatito tímido. Raro en ellos, porque los gatos simplemente elegían a su humano y su terreno, si querían se dejaban tocar y sino, aprovechaban de su habilidad y sigilo para salir del lugar dónde no estaban cómodos… pero este amiguito era muy diferente, lucía asustado, era obvio que estaba perdido.

Así que aprovechando su compra de alimento para su mascota, decidió ofrecerle un poco y buscar un recipiente para darle agua. El gato había sido un poco vergonzoso, pero al final el cansancio y el hambre lo habían hecho aceptar su tributo…

Era una victoria para el equipo y su buena acción del día; auxiliaba a un animalito. Cuando lo vio beber agua, se atrevió a tocarlo y para su sorpresa, el gato reaccionó bien, al parecer lo aceptaba y no hizo más que suspirar aliviado. Ya habían avanzado, ahora faltaba regresarlo a su hogar.

—¿Pero qué traes puesto? —preguntó observándolo, buscando alguna placa con información para regresarlo a sus dueños pero no encontró nada más que un disfraz —¿Una rana? ¿Eres una rana? —bromeó y el gato, en respuesta, maulló —supongo que eso es una afirmación —se rió… viendo que el gato había terminado de comer y se acercó a su pierna para acariciarla —es un traje muy simpático, debes tener un dueño —el gatito maulló nuevamente, y aprovechando la amena conversación, lo tomó en sus brazos y lo levantó para revisarlo —¿o dueña? —cuestionó viéndolo, el gato ladeó el rostro —¡Sí debe ser una niñita, por eso estás vestido así! ¡Pobre, debe estar preocupada por ti! … —debe ser una niña, pensó, ¡Tú también debes extrañarla! Pero descuida amiguito, yo te ayudaré… pero antes necesito saber tu nombre —dijo, tratando de buscar una plaquita pero no la encontró… —bueno, no sé cómo te llamas pero yo soy Sting, mucho gusto.

El gato maulló y lo tomó como una carta de presentación, sonrió ampliamente. —Ahora ya es un poco tarde, ¿te parece si vamos a casa y mañana buscamos a tu dueña? Tal vez pueda compartir algo en redes sociales, o encuentre una publicación sobre ti… así que, vamos… te presentaré a Lector, de seguro se llevarán bien…

Y como amante de los mininos, no le importó que lo vieran raro mientras hablaba con un gato. Él se sentía feliz de ayudar a un pobre animalito en desgracia mientras se preguntaba qué haría él si Lector un día se escapara de su hogar… su corazón simplemente no lo resistiría.


Día dos:


La búsqueda de ese gatito ingrato era imparable e incansable, aunque Rogue sentía que perdía años de vida conforme pasaban las horas y seguía sin saber absolutamente nada de Frosch, los peores escenarios habían pasado por su mente; o lo atropellaron o se lo robaron.

Ambas opciones eran viables, y por desgracia eran más probables que encontrar a un buen samaritano que le regresara a SU GATO, porque bueno, Frosch era medio desorientado y un torpe niño de casa que no sabía cruzar la calle, traicionaba a su naturaleza gatuna pero es que no había nacido para ser como los otros gatos. Y ojalá fuera como Garfield para que siempre estuviera durmiendo en su cama… ¡AAGG! Y dos; con lo hermoso que estaba, alguien lo había raptado.

Y claro que era un rapto, era imposible que alguien no lo haya visto; Frosch no era sigiloso, no era hábil, ¡TENÍA UN MALDITO DISFRAZ DE RANA! ¿cómo iba a pasar desapercibido? Al contrario, llamaba tanto la atención y con su buen carácter, alguien de seguro se lo quedó… y eso significaba una cosa: ROBO. Le habían robado a su mascota.. no sabía que era peor pero si era lo segundo.

Un robo significaba algo serio; Rogue tenía un enemigo suelto por la ciudad y no pararía hasta encontrarlo.

—Deberías tranquilizarte.

—Oh, mira qué gran idea… —habló con sarcasmo —¡NO SE ME HABÍA OCURRIDO!

Un escalofrío recorrió su espalda ante la mirada asesina que le lanzó su amiga. Rogue suspiró y no le quedó de otra más que disculparse.

—Lo siento Yukino, estoy desesperado —pellizcó el puente de su nariz, no quería ser grosero y menos cuando necesitaba toda la ayuda de sus amigos —es que Frosch es tan pequeño.

Ella le sonrió, aceptando las disculpas. —Sé lo valioso que es Frosch-sama para ti, pero poniéndote así no vas a lograr nada —Yukino mejor que nadie sabía lo especial que era Frosch para Rogue, más que su mascota, era su mejor amigo. —Pensar negativamente, atraerá resultados negativos.

Si seguía esa lógica, eso explicaba el hecho de que siempre lo perseguía la desgracia y que era una pobre alma en desgracia.

—Verás que con estos cartelones que pegamos por la ciudad aparecerá. Ya compartimos la publicación de que se extravió Frosch-sama en redes sociales, hay muchos grupos pro mascotas que nos van ayudar, revisé y hay más de cincuenta personas que lo han compartido, alguien tiene que haberlo visto —intentó animar a su amigo.

—Me parece imposible que alguien no lo haya visto… ¡Tenemos dos días buscándolo! ¡Ya le enseñé la foto de Frosch a media ciudad y nadie lo ha mirado! —y no ver a un gato con disfraz de rana era casi imposible, la mente negativa de Rogue volvía a los dos primeros escenarios: o arrollaron a Frosch o alguien se lo robó —alguien lo tiene secuestrado.

—Rogue-sama… ¡No seas paranoico! —Yukino quería abofetearlo pero se contuvo y le sonrió sombríamente —ya te dije que ¡TIENES QUE SER MÁS AMABLE! ¡ASUSTAS A TODO EL MUNDO Y POR ESO NO PUEDEN RESPONDER! ¡Recuerda que se atrapan más moscas con miel!

Rogue no quería a miel, él quería a su gato.

Estaba lejos de poner en marcha los consejos de su amiga pero reconocía que era brusco; saltaba de la nada frente a las personas, estas creían que era un asaltante dispuesto a atacarlos. Era poco educado al restregarles la foto de Frosch por toda la cara para ver si lo habían visto. Además interrogaba peor que un policía prepotente, porque de lo desesperado que estaba, alzaba la voz, exigía que le regresaran a su gato y por si fuera poco, la paranoia estaba acabando con la poca cordura que le quedaba a Rogue, a todos acusaba de ser unos roba mascotas al no poder darle razón de su gato, él sentía que todos eran sospechosos y le ocultaban ka verdad, y si de por sí la búsqueda iba mal.

—Lo intentaré... —mintió, porque la prioridad era una: Frosch. Luego iría a terapia por el trauma y su conducta —es hora.

Yukino asintió aunque en el fondo auguraba algo malo al ver a su amigo ponerse en posición para empezar seguir con el tercer paso de la búsqueda de Frosch: Rogue se había comprado un megáfono para gritarle sus "verdades a todo el mundo"… quizás muy pronto tendría que sacarlo de prisión por agredir a los civiles, mas no dijo nada porque a situaciones desesperadas, medidas desesperadas; así que mientras Rogue activaba el altavoz, ella enfocaba la cámara de su celular en él.

La histeria de Rogue podía darles resultados positivos.

Y seguidores a ella por publicar un video viral.

—ESTOY BUSCANDO A MI GATO FROSCH —Rogue comenzó a relatar en medio del parque —ES UN GATO MUY EDUCADO, TIENE UN HERMOSO DISFRAZ DE RANA… —sin dejar de grabarlo, miró como la gente de alrededor comenzaba a aglomerarse —ES UN GATO MUY EDUCADO Y NOBLE, AUNQUE A VECES ES UN MALAGRADECIDO PERO HE GASTADO MUCHO EN SU EDUCACIÓN, ESE GATO FUE A HARVARD… POR FAVOR NO ME LO ENVENENE, REGRÉSEMELO…

~O~

—Bueno pequeño amigo, creí que era buena idea volver al lugar donde te encontré para ver si encontrábamos a tu dueña, ¿tú lo has visto? —el gatito solo ladeó su rostro —quizás tengamos que dar otra vuelta por el parque…

—ESTOY DISPUESTO A PAGAR LO QUE SEA…

—¿Escuchaste? —ambos se vieron mutuamente y afinaron el oído.

—POR FAVOR, RESGUARDE A MI GATO. MI GATO ES NIÑO DE CASA, NO SALE, NO ARUÑA, NO SE SABE DEFENDER, NO SABE CRUZAR LA CALLE… POR FAVOR, SI LO VEN RESGUÁRDENLO Y LLÁMENME, PROMETO DAR RECOMPENSA.

Ambos parpadearon y giraron hacia el lugar donde provenía la desesperada voz.

Sting alzó al gato que traía en brazos y lo puso frente a su cara. —¿Escuchaste lo mismo que yo? —el gato maulló en respuesta —vamos a ver, no puede ser una casualidad…

—ESTOY DESESPERADO, POR FAVOR… MI GATO SE LLAMA FROSCH, REPITO. FROSCH, RESPONDE A ESE NOMBRE…

—¿Frosch?

El gato respondió al llamado.

—¡TE LLAMAS FROSCH! —exclamó sorprendido —¡Y ESE ES TU DUEÑO! ¡TENEMOS QUE IR CON ÉL! —¿él? un momento... —espera, no te está buscando una niña…y tampoco suena a alguien mayor... —abrió los ojos sin entender —¿Por qué tu dueño te pondría un disfraz de rana? —Sting no lo entendía y entre que carburaba una respuesta inteligente a su pregunta, una mariposa pasó revoloteando cerca de ellos, atrayendo la atención de ambos, haciéndolos girar hacia el lado contrario de donde provenía la voz… y en un momento de distracción, Frosch logró zafarse del agarre y salió disparado a cazar la mariposa.

—¡Espera, Frosch! ¡No hagas eso! ¡No huyas!

Suplicó pero el gato lo ignoró. —¡FROOOOOOOSCH! —gritó —¡Maldita sea! —exclamó mientras corría tras él y la mariposa.

~O~

Moraleja uno: los gatos son unos malagradecidos.

O planeaban tu asesinato, siempre.

O escapaban de tus brazos, sin importar lo que tú hicieras por ellos.

Y todo lo justificaban porque era una raza superior, eran dioses y sus humanos unos simples mortales.

Moraleja dos: no quitarle los ojos de encima a Frosch.

Porque era el más malagradecido de los gatos y el más peligroso porque aparentaba pura inocencia pero era lo contrario.

O simplemente era un alma feliz y libre.

Distraída y natural, la tierra no merecía semejante alma gatuna rondando por ahí.

El mundo no estaba preparado para una mascota malagradecida como Frosch.

Y su traje de rana avalaba ese testimonio; su amo se estaba muriendo por ese gato y éste le pagaba huyendo en dos ocasiones en vez de tratar de volver con él. Sting no conocía al dueño pero bastaba con ver a Frosch para saber lo bien cuidado que estaba, descartaba cualquier clase de maltrato. Sin duda, el problema ahí era el gato desorientado y malagradecido que tenía. Y se puso en su lugar, él moriría si algo le pasara a Lector, que no había tardado en brincar encima de su estómago para acurrucarse con él.

—Tú nunca escapes de casa Lector, por favor —rogó, acariciando la cabeza de su mascota.

Él amaba a su gato. Tal como el dueño de Frosch lo amaba pese a sus defectos. Sintió simpatía por él, ya le agradaba esta persona, sin duda era un agradable sujeto; amante de los mininos, responsable, un buen padre gatuno, sin duda. Con eso ya se ganaba su respeto como persona.

—No puedo creer que hayas hecho eso, Frosch. ¿Cómo se te ocurre salir corriendo así? —reclamó, tirándose en el sillón. Estaba completamente exhausto —¡Por eso tu dueño está desesperado! ¡No te mides! ¿Sabes lo mucho que se preocupan por ti! Ya no hagas eso, haces que la gente se preocupe por ti, pobre de tu dueño —tras pronunciar eso último, Sting se sentó de golpe, teniendo cuidado de Lector, —¡TÚ DUEÑO, FROSCH! ¿Ahora cómo le voy a hacer para encontrarlo?

Tal vez volviendo a ir al parque…

—Es lo más viable —pensó en voz alta e hizo la nota mental de que para la próxima tenía que irse con más cuidado con la infamia de Frosch —. Bueno, ya mañana te devolveré a él —suspiró, dejándose caer al sillón y desbloqueando la pantalla de su teléfono.

Y para su sorpresa se encontró con el nuevo vídeo viral:

"—ESTOY BUSCANDO A MI GATO FROSCH. ES UN GATO MUY EDUCADO, TIENE UN HERMOSO DISFRAZ DE RANA(…)"


Día tres:


A la mañana siguiente, desde temprano y gracias al famoso vídeo compartido en redes, Sting pudo estudiar la zona del parque donde el dueño del simpático gatito que había encontrado, estaría, según él y sus grandes deducciones.

Se había aferrado a Frosch para que no escapara esta vez. Hasta le había dado ganas de amarrarlo a su pecho y taparle los ojos para que no escapara por una distracción pero se detuvo porque creyó que malinterpretarían sus nobles intenciones y lo acusarían de maltrato animal… así que mejor apostó por estar alerta a todo momento.

Y no fue difícil dar con el dueño;

Sting esbozó una boba sonrisa al visualizar a un loco con un megáfono, encima de una banca del parque. Lucía fatal: ojeroso, desalineado y completamente desesperado.

—Mira Frosch.

Ok.

Reconocía que señalar a su dueño fue una mala idea.

Una muy mala porque ese gato malagradecido se removió hasta zafarse de sus brazos.

Y quizás se aprovechó de su momento de debilidad.

—¡FROSCH! —se escuchó un grito en unísono.

Sting corría tras Frosch, Frosch tras su dueño y el dueño hacia Frosch y el rubio se frenó de golpe cuando el gato fue atrapado por los brazos de su amo. Lo abrazó tan fuerte y giró lleno de felicidad.

—¡FROOOOOOOOOOOOCH! ¡Te extrañé muchísimoooooo! —exclamó restregando su rostro en la cara de su gato.

—Frosch estuvo bien estos días, la pasamos bien.

Rogue se detuvo, pausó su reencuentro con Frosch para ver a la persona que hablaba. —¿Perdón? —achicó los ojos y lo estudió de pies a cabeza; alto, rubio, ojos azules y sonrisa bobalicona. ¿Acaso se burlaba de él? ¿Tenía el descaro de decirle que la pasó bien con su gato mientras él se moría?

El rubio llevó su mano hacia su nuca. —Bueno… yo quise decir…

—¿TE PARECE GRACIOSO? ¡MI GATO SE ESTABA DANDO LA BUENA VIDA MIENTRAS YO ESTABA DESPERADO! —gritó en un arrebato.

Alzó las manos en son de paz… Sting no borraba la sonrisa de su rostro y eso hacía que Rogue se enfureciera más. ¿Acaso era un espectáculo? ¿Acaso su desgracia era la comedia más esperada? ¡CLARO QUE NO! Por eso se indignaba.

Pero como aún quedaba un poco de cordura dentro de su cuerpo, Rogue tomó aire. —Es hora de ir a casa, Frosch —dijo, dándose media vuelta… conocía bien a Frosch y en cualquier momento podía volver a escapar de sus brazos. Y no quería perder más tiempo con ese rubio burlón.

—¡De nada! —gritó Sting, riéndose, mientras miraba cómo se alejaban de él. Y sí, los gatos se parecían a sus dueños, no le quedaban dudas—: son unos malagradecidos… —claro que la situación de un chiste digno de contar en una borrachera, eso le pasaba por buena gente.

~o~

.

.

.

—Por favor…

Sting sonrió satisfactoriamente al escuchar el ruego desesperado.

El universo obraba de maneras misteriosas e inexplicables y esa era una de esas "obras". Él solo había salido a divertirse luego de encontrar al dueño del gato extraviado y luego del desafortunado encuentro, se volvieron a ver en un bar.

Y el dueño de Frosch estaba más desesperado tanto que apenas lo miró, se acercó a él. Sting creía que esta vez sí lo golpearía pero para su sorpresa en esta ocasión se había acercado a pedir ayuda, cómo si supiera agradecer los favores.

Tal vez había más de esos encuentros casuales con ese malagradecido y él solo estaba para ayudarlo.

Y como no era una persona mala, aceptó salvarlo de esa clase de acoso que estaba sufriendo en el bar.

—Con una condición...

—¿¡Crees que estoy jugando!? —preguntó exasperado.

—No...pero quiero ver a Frosch...

—¡FROSCH ES MÍO! —exclamó a regañadientes...

—Nadie te lo está quitando, solo quiero saludarlo... A Lector también le gustaría verlo.

—¿¡Quién diablos es Lector!?

—Mi gato...

Pellizcó el puente de su nariz. —Acepto... —no le quedaba de otra, en cualquier momento aparecería... —¿Me vas ayudar?

—Está bien, está bien… dueño de Frosch… —no borró la sonrisa de su rostro —soy Sting, tu novio por cierto… —se burló de la desgracia.

Refunfuñó de mala gana. —Rogue.

Y esa noche Rogue perdió más que la dignidad...

Y esa noche, Sting se encargaría de conseguir algo más que la gratitud de Rogue.


¿FIN?


Sé que da para otro cap pero ay no, no sirvo para esto. Nym no me odies xDXDXDXD Estuvo divertido pero perdí el hilo JAJAAJAJA ay no soy una inútil, bruta ciega sordomuda, para esto pero obedecí a los mandatos de mi corazón y así quiso dejarlo, si me pongo a pelear con mi mente y mi corazón, no tendría nadaaaa, y puse los dos prompts sorteados. Te amo bebé aunque no me escribas más de 3K en un fic de regalo y eso debe contar más que esta historia (?)

No le voy a quitar el complete porque soy una cobarde. xDDDDD

FINAL SÚPER ABIERTO PARA QUE LO DEMÁS QUEDE A LA IMAGINACIÓN Y CONTINÚESSSSSSSSS.

JAAAAAAJAJAJAJAJAJA

NINGUNA Y NI LA OTRA SEGUIRÁ, ES LO QUE HAY.

PD: aunque tú nunca te acuerdes de mi cumple (?)

Prompts utilizados:

-I found your dog/cat wondering the streets so I decided to come and return him AU.

-Help me I'm being hit on at a bar, please be my fake boyfriend for a second...