Imaginación y Burbujas.

Kohaku se metió a su tina llena de cálida agua burbujeante después de despojarse de su ropa, suspirando de gusto al sumergirse en su relajante baño nocturno.

Se quedó recostada en la bañera, con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa de satisfacción, hasta que la vibración de su celular llamó su atención.

Rápidamente secó sus manos con una toalla y se estiró para tomar su celular, sonriendo al ver un mensaje de su novio que estaba de viaje pero afortunadamente regresaría mañana.

Él le preguntaba si estaba ocupada, a lo que Kohaku le respondió que no realmente. Casi de inmediato él la llamó.

—Hola —contestó sonriente.

—Hola, leona.

—¡No soy una leona, escoria! —Alzó su puño con rabia.

—¿Estás en el agua?...

—Sí, me estoy dando un baño. —Sopló una burbuja en su hombro—. ¿Tú qué haces?

—Acabó de salir de darme una ducha, en realidad…

Kohaku abrió mucho los ojos, sin poder evitar imaginarlo con el cabello caído pegado al rostro, su piel humedecida y brillante aún con gotas de agua deslizándose por su abdomen y solo una toalla envuelta alrededor de su cintura.

Se mordió el labio, apretando los muslos.

De repente el agua cálida entre sus piernas ya no se sentía tan relajante…

—Y-ya veo… —Se abanico con una mano, intentando no pensar en lo que le haría si lo tuviera enfrente ahora mismo—. Y… ¿estás vestido? —Mordió su lengua después de decir aquello. ¡La pregunta prácticamente se le escapó sola!

Él se quedó en silencio un momento en el que ella se sintió como una gran tonta, pero entonces lo escuchó reír.

—Estoy en ropa interior —dijo sin pudor—. Iba a ponerme una camiseta de dormir pero me detuve cuando escuché que estabas dándote un baño ahora mismo. La verdad me puse duro con solo imaginarte desnuda y cubierta de burbujas. —Kohaku jadeó, con el rostro en llamas—. Ya te encontré así una vez poco antes de mi viaje ¿recuerdas?

Kohaku se mordió el labio otra vez, revolviéndose en el agua y apretando más los muslos.

—Lo recuerdo… —Jadeó, sin estar segura de si se estaba excitando o el agua simplemente se volvió más cálida justo entre sus piernas.

—¿Y recuerdas lo que te hice cuando te encontré así? —Ok, definitivamente estaba excitada.

—Lo recuerdo, sí… —Podía sentir sus pezones endurecidos, y no pudo resistir la tentación de llevar sus manos a sus pechos, acariciando suavemente su piel sensible, cerrando los ojos y fantaseando con que sus manos fueran las de Senku.

Podía sentir la respiración agitada de su novio a través del celular, así que se lo colocó entre su hombro y su mejilla y llevó su otra mano hasta su entrepierna, presionando su clítoris, recordando la vez en la que Senku entró en medio de su baño y se le unió sin dudarlo, colocando sus piernas en sus hombros y levantando su pelvis fuera del agua solo para hundir su rostro entre sus piernas y comenzar a chupar su punto más sensible con ganas, también lamiendo esa zona en movimientos circulares y luego volviendo a chupar y a veces tironear suavemente con sus dientes, haciéndola correrse a los pocos minutos. Y luego ella se le lanzó encima y la tina quedó casi completamente vacía de agua después de tanto chapoteo. Aunque luego de otro orgasmo Kohaku sintió que eso era muy poco espacio y lo arrastró hasta postrarlo en los azulejos llenos de agua por el desastre que hicieron antes, y allí siguió brincando sobre él hasta que ambos llegaron al orgasmo. Él acabó con dolor de espalda y ella con las rodillas raspadas, pero valió la pena.

—Mierda, Kohaku… —Él volvió a hablarle a través del celular, con voz ronca y sin aliento—. ¿Te estás tocando ahora, no es cierto? ¿Te estás tocando tal como yo me estoy tocando por ti, no es verdad? —Ella gimió fuertemente al escucharlo, bajando un poco más su mano para incrustar un dedo en su interior.

—D-dices cosas muy vergonzosas, bastardo… —Jadeó descontroladamente, metiendo y sacando su dedo con lentitud, imaginando que él estaba aquí y ese era su dedo, más grande y más áspero, mientras le sonreía de esa forma burlona pero increíblemente sensual que siempre la volvía loca—. Pero no te calles… Dime más… —Dejó sus pechos para bajar su otra mano a su entrepierna y frotar también su clítoris mientras su dedo seguía sumergido en su interior, ayudando a su fantasía de que era Senku el que estaba tocándola así.

—Puedo imaginarte perfectamente ahora mismo… Estás fantaseando que me tienes allí metido contigo. Casi puedo verte con el celular en el hombro, usando tus dos manos para darte placer… ¿Estás usando uno… o dos dedos? Dímelo.

Ella se mordió el labio fuertemente para intentar acallar un gemido, cosa que no le funcionó muy bien. Le encantaba que la conociera tan bien y que le hablara de esa forma…

—Uno… —confesó con la cara roja, aumentando la velocidad de la entrada y retirada de su dedo—. ¿D-debería… usar dos?...

—Usa tres. —Rió entre dientes, con voz jadeante y sin aliento—. Estoy chorreando líquido preseminal. Si estuviera allí, ya te la habría metido… lento, como te gusta. —Kohaku cerró los ojos con fuerza, dejando escapar un grito ahogado cuando metió otros dos dedos, fantaseando con que fueran el grueso miembro de su amado—. Y luego, poco a poco… tú empezarías a ir más rápido… y más profundo… ¿no es cierto? —Podía escucharlo, podía escuchar el sonido de su mano envuelta alrededor de su verga, yendo de arriba a abajo con entusiasmo—. ¿No es cierto, Kohaku? —insistió hablando entre dientes, gimiendo ahogadamente luego de eso.

—¡Sí! —gritó, extasiada mientras sumergía más sus dedos, más rápido, tal como le dijo—. ¡Sí, Senku, sí!... Sí… —Se quedó sin habla al comenzar a acariciar su clítoris con movimientos circulares, tal como a él le gustaba hacer cuando quería volverla loca.

—Escucha, leona… Mierda, ya no aguanto. —Gruñó como un animal—. Necesito verte. Sé que te encanta usar tus dos manos pero de verdad necesito verte… Haz videollamada. Hazla. Vamos, hazla… ¡Por favor, hazla! —Podía escuchar sus movimientos comenzar a salirse de control, y aunque de verdad quería seguir usando ambas manos, también quería verlo, así que pronto sacó una de sus manos de debajo del agua y la secó con rapidez y bastante torpeza, tomando el teléfono y presionando la opción—. Buena leona… —Vio su sonrisa arrogante y maliciosa apenas él aceptó la llamada—. Mierda, te ves aún mejor de lo que esperaba… —Gruñó, apretando los dientes y tocándose con aún más entusiasmo.

—S-Senku, bastardo… —Gimió agudamente—. ¿Éstas en tu auto?... —Podía reconocer fácilmente la parte superior del asiento del conductor y el techo de su auto favorito.

—Estoy en piloto automático mientras tenemos sexo telefónico, sí —admitió sin pena alguna—. ¿No te encanta la ciencia? —Rió como un desquiciado, aunque pronto se quedó sin aliento y echó la cabeza hacia atrás—. ¿No esperabas que me quedara en el hotel después de algo así, no? Tendré que conducir cuatro horas de madrugada pero valdrá la pena… Puedes dormir hasta que llegue, pero por ahora terminemos esto. —La miró con sus ojos rojos oscurecidos, dándoles un aspecto casi sangriento y espectacularmente atractivo.

—¡Estás l-loco! —chilló avergonzada, pero sus dedos se movieron más rápido en su interior y el movimiento de su hombro la delató ante los ojos hambrientos de su novio.

—Tal vez, pero tú no eres mejor que yo. —Rió divertido—. Cierra los ojos, imagina que llegue justo en este momento…

Kohaku le hizo caso, imaginando que de repente la puerta de su cuarto de baño se abría.

—Sí que conduces rápido… —Sonrió encantada.

—Por supuesto. —Rió por lo bajo—. Ahora… ¿por qué no abres más las piernas y me dejas terminar el trabajo? —Lo imaginó quitándose la ropa y metiéndose en la bañera con ella.

Gimió desde el fondo de su garganta, sacando las piernas fuera del agua y apoyándolas en el borde de la tina para extenderlas más.

—Ahora, Senku… —Jadeó, aún manteniendo los ojos cerrados—. Hazlo ya… ¡Ya! —Lo imaginó arrodillándose frente a ella, apretando sus muslos con sus grandes manos ásperas.

—Qué impaciente. —Él solo se rió—. ¿Lista?... Aquí vamos. —Ella se metió cuatro dedos, imaginando que era él penetrándola, y el sonido de su mano masturbándolo de repente se hizo más fuerte, probablemente producto de que acercó el celular a esa zona, alimentando aún más a su imaginación.

Chilló agudamente, sacudiendo sus caderas y haciendo un enchastre en el piso.

Podía imaginarlo, podía sentirlo sobre ella, besándole y lamiéndole el cuello mientras la embestía, podía sentir sus manos en sus senos, pellizcando sus pezones, bajando por su cintura y acariciando sus muslos, apretando sus nalgas y luego volviendo a sus muslos para hacerla moverse más rápido, más fuerte, mucho más intensa y exquisitamente…

—Se-Senku… —No podía resistirlo, la volvía loca, incluso a kilómetros de distancia y estando en un sitio tan incómodo como ese aún así él la enloquecía—. ¡Senku! —Para colmo él estaba gimiendo su nombre también, al borde de correrse, y lo escuchaba claramente. Era insoportable, no podía más, tenía que… —¡SENKU! —Finalmente el orgasmo la golpeó con fuerza, haciéndola sacudir todo su cuerpo con desesperación por varios segundos antes de acabar rendida en su tina, con menos de la mitad del agua con la que había empezado su baño.

Apenas logró escucharlo venirse también, y aún así la hizo sonreír saber que fue tan maravilloso para él como para ella.

Abrió los ojos lentamente, encontrándolo mirándola con el rostro enrojecido y sudado, hecho un completo desastre, tal como ella.

—Buena leona. —Sonrió con cansancio.

Ella sonrió adormilada, deseando tenerlo allí para poder abrazarse a él… después de hacerlo otra vez, por supuesto.

—¿Cuándo llegas?

—Bueno… si quebrantó algunas leyes de tránsito… —Sonrió traviesamente—. Dame dos horas.

Ella sonrió emocionada.

Su noche solo acababa de comenzar.

Fin.

Holaaaaaaaaaa :D

Aquí está el lemon mensual que les prometí gracias al grupo de Senku y Kohaku en Facebook uwu

Ojalá que les haya gustado~ Ahora me largo a enterrarme viva~ X/D

Besitos! Se les ama muchito!~ :3

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaa!