Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creador. Por el contrario la historia si es mía.
LA FIESTA INOLVIDABLE
Un temporal nocturno azotaba las costas del atlántico, frente al Canal de la Mancha más precisamente en el palacio de las fuerzas de la Royal Navy. El viento y la lluvia golpeaban las enormes ventanas de los lujosos cuartos de palacio, pero solo en uno de ellos una rubia mujer tenía una de sus peores pesadillas. Los relámpagos eran como salvas de artillerías, cada trueno era como una explosión que hacía eco en su memoria mientras se movía temerosa entre las finas sabanas de su cama. Ese recuerdo transformado en pesadilla que siempre la atormentaba, principalmente en las noches de tormenta. Incomoda en su cama y traspirando mientras se reproducía sin que pudiera hacer nada al respecto, veía a su amiga combaría hábilmente, pero la suerte no estaba de su lado, pues fue mortalmente impactada por la líder de Iron Blood. Esa distracción fue aprovechada pos su eventual rival, la cual no dudó en descargar sus armas contra ella, quedando a merced de una cuestionable persona. Ella ya estaba incapacitada y no podía siquiera responder con sus armas, entre los ruidos de la batalla naval y la tormenta resonaba la risa de la mujer de coletas grises y mirada siniestra que hacían eco en su cabeza mientras giraba victoriosa. A lo lejos veía como su amiga se hundía lentamente sin que pudiera siquiera acercarse, pero antes que pudiera hacer algo, la secuas de su asesina la levanto por el cuello diciéndole.
– Tut es sehr weh, Miss?* –
Para luego echarse a reír soltándola y dejándola derrotada de rodillas, indefensa y temerosa mientras comenzaba a alejarse dando vueltas para apuntar con sus armas nuevamente. Finalmente sus cañones principales apuntaron y con ellos sus esperanzas de regresar a puerto se perdieron en esa noche tormentosa, aunque sabría que seguiría a su amiga en los mares del mas allá. El brillo de la boca de los cañones iluminó la noche e inundando el lugar con ese inconfundible olor de la pólvora mezclado con sal en una noche marcada por la muerte… pero ese fuerte trueno, que retumbo como la caída de un Titán, hizo que la arrancándola de la mano de Morfeo. Sobresaltada por un grito que no creyó haber dicho fuera del sueño alerto a alguien en la habitación continua.
- ¿Gales estas bien? – Pregunta Hood en camisón entrando rauda.
- ¡Hood estas viva! – Responde con lágrimas en los ojos arrodillándose en la cama.
- ¿Otra vez esa pesadilla?
Gales miro en rededor y se dio cuenta que estaba en su habitación en palacio. Se dejo caer de nuevo en la cama mientras que Hood servía un vaso de agua que estaba en una mesita en la otra parte de la habitación. Se acerco y se sentó a su lado en la cama.
- Ya deja de soñar con eso. No paso nada grave y las cosas cambiaron. – Dice con tranquilidad entregándole el vaso de agua.
- Ellas siguen siendo una posible amenaza, de hecho para mí lo son. – Sentencia con firmeza.
- Fue solo una escaramuza y si las conocieras bien quizás cambiarias de opinión. – Le dice Hood mientras ella tomaba el agua.
- Que seas la amante de esa desquiciada no va a hacer que cambie de idea. – Le cuestiona con firmeza.
- ¿Cómo es que lo…
- ¿Sé? Vamos somos compañeras desde que zarpe y por más que seas mayor que yo, sé leerte muy bien Hood. Además vi que atesoras su gorro desde que lo trajiste la semana pasada.
- Pero… es que yo…
- No soy quien para cuestionarte, pero recuerda cuál es tu lugar si estallara nuevamente una guerra.
- ¿Crees que no lo es? – Cuestiona Hood poniéndose de pie. – ¿Crees que ella no lo sabe? ¡Además soy mayor que tú y creo que no tengo que dar tantas explicaciones!
- ¿Y qué diría la Reina al respecto?
- Aceptaría el castigo, además a pesar de que ella casi me mata, también fue la única que me salvo esa noche.
- ¡Yo habría dado al vida por ti! – Responde molesta.
- Lo sé, pero el que ella lo haya hecho, el que ella me haya dañado esa noche evito que tu también acabaras en el fondo del Atlántico.
- Por favor retírate de mi cuarto. – Ordena girando su rostro.
- Así lo hare. Pero entiende que hay veces que el deber no lo es todo Gales. – Finaliza cerrando la puerta tras de sí.
Prince de Gales lanzo el vaso vacío contra la puerta furiosa haciéndose añicos, los relámpagos hacían brillar los cristales rotos en el piso al igual que sus ojos. No entendía que era lo que le pasaba a su superior y aun peor, porque estaba involucrada con una mujer como Bismark. A pesar de intentar conciliar el sueño no lo logro y termino tomando el té con las sirvientas del Palacio, pese a la negativa de Belfast y su apego al protocolo real. Al día siguiente realizaron una patrulla por el Mar del Norte, donde Hood se escapo un par de horas en la oscuridad, aunque pudo ver un brillo compatible con una bengala minutos antes de su regreso. Rápidamente sospecho la razón de su ausencia y no hizo preguntas como Ark Royal que la fastidiaba como si fuera un pequeño destructor.
La Fiesta Inolvidable
Durante las siguientes semanas las cosas entre Hood y Gales no fueron las mejores, pese a que la Reina había dispuesto que ambas sean las encargadas de la Fiesta Aniversario de la Royal Marine, siguieron el protocolo al pie de la letra. Un punto que molestaba a Gales eran las listas de invitados, ya que se requería la presencia de las demás flotas alidadas, incluso las del Crinson Axis. Durante los preparativos no hubo contratiempos hasta que comenzaron a llegar algunos invitados. Las primeras en arribar fueron la fuerza de tareas de Eagle Unión encabezado por Enterprise, Hornet y una muy mejorada Yorktown que comenzaba a viajar después de mucho tiempo. Como escoltas estaban Laffity, San Diego y Baltimore. Casi al mismo tiempo, llego de la Flota del Imperio Sakura, pero pese a otras estaban las que confirmaron de asistencia, como la primera división de portaaviones solo lo hizo la segunda con Shōkaku y Zuikaku, las cuales se incomodaron un poco al ver a las hermanas de Eagle Union en el puerto. Junto a ellas estaban Ayanami, Atago y Takao. Por parte de las demás fuerzas no centradas dentro del pacto de Azur Lane, llegaron Litorio y Victoria Venetto, Aurora, Dunkerque y Jean d´Arc. En cuanto al Imperio Dragón se disculparon por problemas técnicos. Si bien la invitación era para llegar a la mañana y en la tarde comenzaría la fiesta con todas un poco más descansadas y acomodadas en sus habitaciones tuvieron que comenzarla sin que la flota de Iron Blood se hiciera presente.
La fiesta comenzó con el anochecer mientras que las comensales estaban charlando en el gran salón, degustando del champagne y los bocadillos el ambiente ameno y agradable. Pero ese ambiente se apago cuando abrieron las grandes puertas blancas del salón de la nada mostrando a un extraño grupo, aunque muy elegante, quizás demasiado elegante para los demás. Junto con el silencio sepulcral se podía sentir claramente los tacos de los firmes y orgullosos pasos de la flota combinada de Iron Blood.
- Creo que tenía razón mi señora Bismark, no nos aprecian mucho. – Dice por lo bajo U556 apenada y algo avergonzada.
- Tu tranquila, es lo increíble de llegar en el momento justo. – Responde una muy escotada Bismark con su vestido de noche.
- Creo que ese escote fue el que las cayó a todas. – Dice Eugen por detrás.
- No me hagas arrepentirme de traerte Eugen… Y tú tampoco dejas mucho a la imaginación.
- Me necesitas para sacarte "una real molestia del camino". – Responde por lo bajo guiñándole un ojo. – ¿Que no se supone que es una fiesta? ¿Donde hay Champagne? Cuestiona al ver a Sheffield con una bandeja en la mano.
- Tome usted mi Lady. – Responde la sirvienta mencionada extendiendo una copa. – Y si haces o dices algo vergonzoso te arrastrare por la escalera. – Agrega por lo bajo con una sonrisa que lo dedica todo.
- De verdad será entretenida la noche. – Le dice a Z23 que estaba ya avergonzada, pero que decidió irse con sus amigas a escapar de un posible mal momento.
- U556 porque no vas a rescatar a U110 que al parecer de nuevo esta donde no debe. – Le ordena Bismark apuntándole a un rincón donde esta estaba animada charlando con Bulldog. Ella suspira y se dice. – Tendría que haber mandado a Tirpitz en mi lugar.
- ¿En serio jefa? – Cuestiona Eugen tomándola del brazo y haciendo que mire hacia un lado. – Nunca vi a Hood tan arreglada.
Cuando Bismark mira hacia una de las mesas del gran salón estaba ella con su cabello de lado y suelto sin ningún sombrero como acostumbraba, estaba vestida con un delicado vestido azul de gala, con un sutil pero atrevido escote que no escapo al sonrojo de la líder de Iron Blood.
- ¿Se supone que aquí hay comida no Eugen? – Interrumpe Prinz Heinrich empujando a su hermana con sus pechos.
- ¿Enserio teníamos que traerla? – Le cuestiona Eugen a Bismark
- Ya mézclense y no se metan en problemas ni el ridículo. – Ordena mirando a cada una de las hermanas Prinz enfatizando cada palabra a cada una, las cuales asistieron pegando sus tacos y saliendo en direcciones opuestas. – Porque no son normales…
- Porque si lo fueran seria una vida aburrida. – Responde Hood acercándose con una copa para ella.
- ¿Esto no se vería extraño? – Responde tomando la copa.
- En verdad ya no me importa mucho. Ven te presentare a los invitados.
De esta manera y tratando de no mostrarse muy evidente, ellas se pusieron a hablar con Yorktown, ya que eran las mayores del lugar.
Mientras esto pasaba Gales vigilaba atentamente Hood y cada reacción de esta. No podía concebir que fueran tan cercanas ni que se comportaran como si nada. Tan enfrascada estaba en su tarea personal que no sintió cuando alguien le hablo a sus espaldas.
- ¡Gute Nacht Fräulein! – Comienza Eugen susurrándole a la altura del oído.
- ¿Acaso estás loca? – Responde sorprendida de tal forma que casi tira su copa.
- Quizás Gales… ¿Como estas tus heridas? – Pregunta filosa.
- No es algo que te incumba.
- Vaya que quedaste dolida… ya paso el tiempo y parece que otras personas lo han superado. – Responde mirando a su líder e incluso a Enterprise que hablaba con Shōkaku y Zuikaku con total normalidad.
- ¡Yo no puedo olvidar lo que paso!
- Baja la voz querida que es una linda fiesta. – Sentencia sentándose a su lado y subiendo sus pies a una silla que estaba en frente. – Deja que la gente normal disfrute.
- ¿Te consideras normal?
- Deberías conocer al resto de nosotras. De hecho soy la más normal de mis hermanas. Y deberías conocer a Frederich o a Roon, ellas si están locas. – Dice por lo bajo.
- Como puedes hablar así de tus compañeras.
- Porque tengo boca y no me interesa su opinión. – Responde tomando lo que quedaba de su copa.
- ¿Ya estas borracha?
- ¿Con esto? – Dice mostrando su copa vacía. – Pregúntale a tu espía cuanto hace falta para hacerme encallar.
- ¿Que quieres de mi? – Cuestiona conteniendo su molestia.
- Charlar, molestar, hacerte enojar. Lo que salga primero. – Responde con una siniestra sonrisa.
- Mejor déjame sola.
- Claro gales… – Responde poniéndose de pie y tocando su hombro. – Aunque en realidad ya lo estas.
Gales fulmino a Eugen con la mirada. Pensó muchas cosas para responderle, pero prefirió no decir nada para no llamar la atención. Mientras la fiesta continuaba Prinz Heinrich había desaparecido y estaba en la cocina charlando muy amenamente con Hermione con la cual compartía una taza de té con una gran bandeja de dulces. La velada continuaba sin contratiempos y la música invitaba a bailar, pero nadie se atrevía a dar el primer paso. Siguiendo el consejo de Z23 y sus amigas, Bismark atravesó el salón acercándose decidida a Hood que charlaba con Queen Elizabeth y Warspite de la fiesta. Interrumpió la charla con delicadeza pero con firmeza la invito a bailar, pese a los nervios que tenia, fue tanta la caballerosidad que demostró que dejo helada al gran crucero de batalla, aunque fue la Reina la que empujo para que reaccionara. Así comenzó el baile mientras Enterprise escapaba de Belfast y Yorktown bailaba con su otra hermana. Molesta por lo que veía y nadie hacia o decía nada, Gales salió a uno de los enormes balcones del palacio y bebió el contenido de su copa arrojándola hacia el parque tratando de no gritar de la molestia. Tan molesta estaba que no se dio cuenta que no estaba sola hasta que sintió como algo de vidrio sonó contra una de las mesas de jardín. Al girar y en las sombras estaba una de las razones de sus molestias.
- ¡Ya di algo irónico!
- ¿Quieres una cerveza? – Responde con la mirada perdida en la luna. – Ya no quiero beber sola…
- ¿Y a ti que bicho te poco? – Cuestiona al verla tan vulnerable
- El mismo que a ti gales… tú tienes el mismo bicho que yo… y a ambas nos han hundido sin una salva de artillería siquiera… Tengo más cerveza si es lo que te preocupa.
- Soy una dama, no voy a tomar algo tan vulgar como una cerveza.
- ¡Disculpe su majestad! Pero a menos que tenga algo mejor voy a seguir con esto, el champagne es demasiado suave para mi gusto. – Responde moviendo su chope de cerveza alemana.
- Acompáñame le daré algo nada suave.
Prinz termino su pinta de un trago y salió intrigada detrás de Gales. Atravesaron el increíble jardín bordeando el palacio hasta lo que parecía el acceso a un sótano, aunque Prinz lo vio como la entrada a una mazmorra. Tras bajar varios niveles llegaron a lo que parecía una gran cava de vinos iluminada por antorchas de otros tiempos, aunque no todos los barriles eran vino. La anfitriona tras mirar con atención un par de estos, tomo una botella de cristal que estaba vacía y la lleno con un líquido ámbar, la cual llevo hasta una mesa que estaba allí abajo. Aun en silencio sirvió dos copas y la alzo a modo de brindis.
- Este es uno de los mejores escoceses que probaras y veras que no es algo tan común como tu cerveza. – Dice tomando el contenido de la copa.
- Creo que alguien también tiene problemas con la bebida. – Responde burlona moviendo su copa antes de tomarla de un solo trago. – ¡Es muy bueno! Pero mejor el próximo lo disfrutamos lentamente.
- No pensé que serias de las que disfrutan un trago.
- ¡Y yo no creería que te gustara Hood!
- ¡Ya deja eso! Ella no me gusta, es que no me gusta que este con esa… mujer.
- Cuidado con lo que dices. – Advierte con tranquilidad apuntándole con su dedo índice que tenía en la copa. – Ella puede ser despiadada a la hora del combate, imponer respeto y temor a sus subordinados, pero tiene más corazón de lo que imaginas. – Responde molesta.
- ¿Ahora quien está enamorada? – Contesta Gales llevándose la copa a la boca.
- ¡Naaa! No es mi tipo de acorazado… de hecho he dejado de pensar en el amor… se fue volando como una hora de cerezo… – Responde con profunda tristeza. – Quizás lo próximo solo sea sexo y ya.
- ¡Diablos señorita! ¿No te respetas a ti misma?
- Me respete y quise hacer las cosas bien, pero lo único que nunca me falla es el alcohol y mi suerte en el combate…
- Suerte que algún día acabara. – Sentencia con frialdad.
- Se hace falta más que bombas normales para hundir este cuerpo… – Responde pasando una de sus manos desde sus pechos hasta su cadera. – ¿Quieres tener sexo?
Gales escupe su trago al escuchar es pregunta por lo cual Eugen agrega victoriosa.
- Es cierto soy mucho para ti. Gracias por el trago voy a ver si encuentro algo entretenido para hacer.
Eugen termina su trago ante una atónita Gales que no podía creer lo que había escuchado. Se levanto caminando hacia la escalera cuando sintió que la jalaban del brazo girándola quedando frente a una muy molesta Gales. Tenía la respiración agitada sus ojos mostraban molestia y ganas de decir muchas cosas, pero Eugen vio mas allá de la impenetrable armadura que mostraba notando una profunda tristeza, algo que la estaba carcomiendo por dentro y no podía decirlo. Eugen la miro a los ojos pese a que ella era más alta. Aun así se puso en puntas de pie y la beso como nunca nadie la había besado. Estupefacta aun con los ojos abierto Gales no daba crédito a lo que su otrora enemiga estaba haciendo, por lo que la aparto con fuerza haciendo que golpee contra la pared. Eugen no dijo nada, solo mostro una sonrisa de satisfacción que daba más la impresión de burla al llevar uno de sus dedos enguantados a los labios. Pese a tener una boca ingobernable decidió no decir nada y dejarla pensando en sus conflictos. Tras unos segundos llego al patio donde volvió a mirar la luna y sus pensamientos viajaron al Imperio Sakura, pues ella tenía la esperanza que fuera la Primera División la que asistiera a la fiesta y no la Segunda. Camino por los enormes jardines hasta que llego a un camino lleno de rosales con rosas blancas en flor, camino que llevaba a lo que parecía una pérgola de verano cubierta con una enredadera de jazmín y en el centro un juego de sillones de verano que completaban lo que parecía una muy perfumada área de descanso. Sin el más mínimo decoro se tiro en uno de ellos con la cabeza echada hacia atrás. Sentía que los efectos de haber mesclado las bebidas y el whisky añejado le estaban llegando como una advertencia que no debía tomar más. Cerró sus ojos hasta que sintió que alguien estaba cerca. Abrió solo un ojo y al vio sentarse frente a ella con la botella en la mano y las copas.
- ¡Eres descortés, irritante, molesta y vulgar! – Comienza visiblemente molesta.
- Pero no veo que no te haya gustado… – Responde enderezándose.
- ¡Como puedes decir eso!
- Deine Lippen sagten mir etwas anderes Gales.
- Deja de hablar en Alemán… me pones nerviosa y me trae malos recuerdo… – Reconoce avergonzada.
- "Tus labios me dijeron lo contrario Gales". Los labios no mienten, lo sé. – Ella vio que no podía decir nada por lo que se pone de pie y le saca la botella y las copas sirviendo ambos. – Brindemos por lo que no vamos a tener. ¿Te parece?
- Eres extraña Eugen.
- Eso es lo más extraño que me han dicho y créeme que me han dicho cosas. – Contesta de una manera casual haciendo que Gales ría. – Brindemos por un armisticio.
- ¡Por una larga y aburrida vida de servicio! – Finaliza ese brindis que no tenía mucho más sentido que una excusa para seguir bebiendo.
Ambas brindan y toman un poco mas de ese whisky añejado. Esta vez no dijeron nada, pero unos segundos después comenzaron los fuegos artificiales. Una tras otra las baterías de fuegos artificiales iluminaban el cielo despejado ensombreciendo a la luna que intentaba imponerse con su brillo natural. Cuando terminaron Gales recordó que era la hora de la cena e invito a que regresen al gran salón.
Tras lo que fue una gran cena, en palabras de Queen Elizabeth, "perfecta" todas las invitadas fueron a sus cuartos asignados, claro que algunos quedaron vacios. Si algo conocía Hood eran los pasadizos que la llevaron al cuarto de Bismark donde pasaron la noche juntas. En cuanto a Enterprise logro escapar por una de las ventanas para dormir en la su nave, aunque no pudo escapar a que le llevaran el desayuno en la mañana a su camarote. Mientras que todos se iban retirando a sus cuartos Gales noto como Eugen salía a los patios y traía una mirada extraña. Luego de que el silencio regresara a palacio mientras que las sirvientas comenzaban con su tarea, menos Hermeone que fue con Heinrich a jugar al póker, pues esta quería aprender para poder desafiar a sus compañeras. Gales camino por los pasillos ahora en silencio cruzándose con Sheffield, la cual le indico que Prinz Eugen estaba en el patio noroeste, lugar donde habían compartido antes de la cena. Tras pedirle que le prepare un servicio de Té, ella misma lo llevo al lugar en cuestión. Al llegar la vio envuelta en su chal negro mirando como la luna comenzaba esconderse en el horizonte. Su mirada ya no era como la de aquella noche que marco el destino de su compañera de batalla, era otra ahora. Prinz escucho como llegaba y ponía las tazas de Té y la tetera en la meza, notando que no era su fuerte.
- ¿Ya no me vas a dar whisky? – Cuestiona al verla intentar mostrarse poner bien el servicio de Té.
- No, es mejor un delicioso Té par poder conciliar el sueño.
- Es mejor el alcohol, créeme.
Gales termino de servir las tazas de Té, el cual bebieron en silencio, pues extrañamente Eugen estaba callada.
- Creo que es hora de ir al cuarto. – Comienza Gales.
- Ve, no tengo sueño.
- ¿No quieres dormir conmigo? – Pregunta ruborizada.
Eugen giro atónita sin poder creer lo que decía Gales. Noto por su rubor y nerviosismo que no era una broma. A diferencia de horas antes se acerco con cautela donde acaricio su rostro antes de besarla con suavidad. Esta vez Gales respondió torpemente profundizando sus besos cada vez mas hasta que Eugen se separo mirándola fijamente.
- Si no estás segura lo puedo entender.
- No lo estoy, pero no sé que me lleva a intentarlo… mejor vamos a mi cuarto. – Responde tomando la mano de su rival.
Caminaron lo que parecía una eternidad hasta el cuarto de Gales, donde se sentaron en la punta de la cama. Mirándose fijamente entendieron que sería un paso sin retorno, pues a pesar de la actitud y seguridad de Eugen, no tenía más experiencia que Gales.
- ¿Y si te arrepientes? – Cuestiona Eugen.
- Lo voy a hacer de todas maneras Eugen, pero creo que ambas lo necesitamos… ¿no crees?
Sin esperar respuesta nuevamente comenzaron a besarse mientras que sus manos comenzaban a descubrir el cuerpo de la otra. Sin dejar de besarse se recostaron mientras que sentían que sus vestidos estaban sobrando.
La Fiesta Inolvidable
Los primeros rayos de sol encontraron a dos rivales desnudas en la cama, con sus cuerpos entrelazados y sus respiraciones casi al unisonó. Gales despertó con la molestia del sol sobre su rostro, aunque no recordaba haber dormido tan bien en mucho tiempo y sin pesadillas que la atormentaran. Recordó lo que había hecho sonrojándose instantáneamente, pero al buscar en su cama se dio cuenta que estaba sola.
- Vaya que fue un sueño muy loco… – Se dice a si misma pensando que los recuerdos solo eran eso.
- Sueño es lo que no me dejaste conciliar Gales. – Dice una voz desde su baño personal. – Roncas como un motor Diesel mal calibrado.
Gales se tapa automáticamente con las sabanas al ver a Prinz Eugen salir del baño con su bata puesta.
- ¿Qué haces aquí?
- En verdad si te afecto ese whisky. – Responde acercándose a una muy avergonzada Gales. – Tranquila. Guardare lo nuestro como una pequeña aventura.
- Yo…
- Me quedare con la bata, en mis aposentos suelo estar desnuda. – Agrega sentándose a su lado. – Me iré antes que llegue alguna de tus molestas sirvientas.
Y sin que pueda decir nada mas Eugen desapareció por la puerta con su vestido en la mano y en la otra sus zapatos. Gales quedo atónita en su cama. No podía creer que lo que había hecho en la noche era real. Pero su cuerpo le gritaba que todo hacia sido real. Fue a su baño donde se aseo, peino y posteriormente se puso su uniforme habitual. Cuando termino fue a desayunar tratando de no mostrarse afectada. Pensó en pasar por Hood pero sintió que no estaba sola por las risas que escucho y siguió de largo. Al bajar encontró a Prinz Eugen desayunando como si nada, con unos modales un tanto alejados de palacio, pero rápidamente su líder llego para corregir eso. De todos los presentes solo una persona se dio cuenta de la actitud de Gales. Después del desayuno la flota de Iron Blood se dispuso a zarpar. Bsimark había acordado durante la fiesta un par de convenios con las demás flotas, convenios de palabra, aunque La líder no pensaba romperlos. Tras despedirse de las anfitrionas y en una protocolar despedida comenzaron a alejarse del puerto. Salvo por U556 la cual regreso y le dio a Hood una caja de galletas que había preparado para ella y solo para ella, sumergiéndose rápidamente para emerger junto a su líder mar adentro.
En la tarde Gales estaba tomando el Té en el jardín donde cambio su noche. Tan absorta estaba en sus pensamientos que no sintió a Hood hasta que se sirvió una taza de Té.
- Veo que no tuviste pesadillas anoche.
- ¿Que tanda escuchaste? – Cuestiona espantada.
- Nos despertaste con tus ronquidos. En verdad suenas como un…
- ¿Motor diesel mal calibrado?
- Iba a decir como un eje dañado… pero si algo así. ¿Te divertiste en la fiesta? ¿Porque desapareciste gran parte de ella?
- Ya dilo. – Pide apenada.
- No tengo nada que decir Gales. Solo espero que lo hayas pasado bien. Porque yo me divertí muchísimo. – Responde con una sincera sonrisa. – ¿Una Galleta?
- Sabes Hood… en verdad fue una fiesta inolvidable… - Responde sonriente tomando una de las galletas de U556.
Mientras las naves eran amarradas en la base de Iron Blood Bismark se acerco a Eugen la cual la miro con algo de culpa.
- Tu nunca me cuestionaste y yo jamás lo hare Eugen…
- Gracias mi Lady. – Responde con respeto.
- Lo que si ¿Como hiciste para soportar los ronquidos esos? ¡Me despertó desde la habitación de enfrente!
- El alcohol siempre fue la causa y la solución de los problemas en mi vida. – Responde haciendo reír a su líder.
- Eso es cierto… ¿Vamos por una cerveza? Yo invito.
- ¿Por cierto donde esta mi hermana?
- Sabía que algo me había olvidado… - Reconoce Bismark minando hacia el mar.
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En la habitación de Hermione había dos personas casi desnudas con una de sus manos tapándose sus pechos y con la otra una mano de cartas.
- ¡Creo que te voy a ganar esta vez! – Afirma una casi desnuda sirvienta.
- ¡Te habría ganado antes si no fuera porque tu uniforme de mucama tiene muchas cosas! – Reconoce ¨Prince Heinrich molesta solo vestida con su ropa interior inferior.
- Eres buena, lo reconozco. ¡Pero no creo que tengas un par de Ases! – Responde poniendo las cartas sobre la meza.
- Es cierto… ¡Escalera Real! Paga!
En el momento que estaba por entregarle su ultima prenda la puerta se abre mostrando a La pequeña Bel sorprendida.
- Bel, espera, puedo explicarlo. – Comienza su compañera de palacio.
Pero antes que pudiera decir algo la pequeña salió corriendo llamando a su mentora asustada dejando a U556 que había regresado por Prinz Heinrich.
- Creo que esto se pondrá complicado Hermeione… Así que paga de una vez y me iré.
- ¿Desnuda?
- No con tu ropa.
- Entiendo la pena de mi señora a la hora de escojerte para la fiesta… - Dice avergonzada U556. – La espero en puerto señora Heinrich
Prinz Heinrich con sus manos en la nuca sonriendo victoriosa asistió a la pequeña submarino que salió apenada al sitio de reunión.
- Sera mejor buscar a la señora Hood para que mi señora Bismark no se enoje mucho. –Pensó la pequeña tratando de pensar una excusa para su compañera.
FIN
Glosario:
*Te duele mucho señorita? En Aleman.
Bueno otra pequeña historia que salió y no me dejaba seguir con mis otras locuras. Dudas consultas o ideas los escucho!
Espero que disfruten de estas pequeñas locuras
Y como siempre digo
Nos leemos!
