(LABORATORIO DE BECCA).

– Raven, ¿estás segura de esto? – Era la tercera vez que Abby le hacía esta pregunta a la morena, llevaba varias horas tratando de hacer cambiar de parecer a la mecánica pero hasta los momentos había sido imposible.

– Abby, ya te dije las últimas tres veces que sí – Aún no le daba la cara a la doctora, seguía enfrascada dando los últimos ajustes a la gran piscina de hielo que tenía frente a ella.

– Raven es demasiado peligroso... Tú cerebro podría quedar gravemente afectado si algo sale mal – Trató nuevamente Abby de hacerla cambiar de opinión.

– Mi cerebro ya está afectado Abby – Su tono de voz se elevó un poco, mientras dejaba de lado lo que estaba haciendo y esta vez si volteaba a mirarla – Esta puede ser mi última oportunidad de reparar el sangrado en mi cerebro.

– ¿Cómo estás tan segura que hacer esto funcionará? – No iba a desistir, quizás si seguía podría hacerla entrar en razón – Permanecer por 15 minutos bajo agua helada con el corazón en paro, rogando porque esa máquina que programaste funcione en el momento adecuado y envíe un pulso eléctrico a tu corazón para hacerte volver, NO ES UN PLAN Raven... Muchas cosas podrían salir mal... Podrías morir.

– Moriré igualmente si mi cerebro no sana – No iba a desistir, esta era su única opción, lo sabía, tenía que hacer esto – Sinclair y yo ya hicimos los cálculos, él me ayudó armar todo, sé que funcionará – Le dió una pequeña sonrisa mientras se giraba a seguir trabajando.

– ¿Acabas de escucharte Raven? – Caminó hasta donde estaba la mecánica parada trabajando y la tomó por el brazo para girarla de manera rápida – ¿Sinclair? – La cuestionó sin poder creer lo que escuchaba – ¿Estás hablando de Jacapo Sinclair? ¿El mismo Sinclair que fue tú mentor en el Arca? ¿El mismo Sinclair que murió hace unos meses a manos de Emerson? – No daba crédito a lo que estaba pasando, Raven estaba cada vez peor, esto solo quería decir que el sangrado en su cerebro había empeorado aún más.

Clarke iba por el pasillo de camino al laboratorio en ese momento, necesitaba hablar con su Abby, pero mientras más se acercaba solo escuchaba la voz cada vez mas alterada de su madre, "SI ABBY, ESE MISMO SINCLAIR" apresuró aún más su paso al escuchar la también alterada voz de su amiga y en sus ansías por llegar rápido chocó con Luna que venía a paso apresurado saliendo de una de las habitaciones.

Luna también había escuchado la discusión que mantenían, estaba en uno de los cuartos de descanso más cercanos al laboratorio con una vía intravenosa en su brazo, no pensaba intervenir, pero al escuchar que todo estaba apunto de salirse de control decidió quitarse la aguja del brazo e ir a parar lo que sea que estuviese pasando ahí.

– Lo siento – Se disculpaba Clarke rápidamente con Luna mientras la ayudaba a ponerse en pie, ya que por el impacto ésta última cayó al suelo – ¿Te lastimaste? - Tomó su mano y con un poco de fuerza ya Luna se encontraba en pie.

– Tranquila, estoy bien – Pero cuando quiso dar un paso tuvo que cojear un poco ya que su tobillo se había resentido por la caída – ¿Sabes que está pasando allá abajo? – ambas emprendieron camino nuevamente con dirección al laboratorio donde seguían escuchando parte de la discusión entre Abby y Raven.

– Le diré a mi madre que revise tú tobillo – Se había percatado de la leve cojera de Luna, por su parte Luna solo desvío su mirada a ella mientras agradecía con un leve movimiento de cabeza.– No tengo idea de que pasa ahí abajo, venía hablar con mi madre sobre otra cosa cuando a mitad de pasillo escuche la discusión.

"Raven debes dejar de trabajar ya mismo!!... Tu cerebro necesita descansar" escuchaban pequeños pedazos de la conversación a medida que se acercaban más y más "DEJAME EN PAZ ABBY, solo retrasas más mi trabajo" Luna dió una rápida mirada a Clarke y sin decir palabra se entendieron, salieron corriendo en dirección al laboratorio.

– Déjame en paz Abby... No eres mi madre, no puedes decirme que debo o no debo hacer... Intentaste decirle que hacer a tú esposo y terminó muerto!!! Ve a decirle que hacer a Clarke que sí es tú hija; Aunque conociendo a la princesita no creo que te haga mucho caso – Las palabras de la morena eran duras, estaban dichas en el tono de voz justo para herir a la otra, mientras se acercaba de manera amenazadora, desbordando enojo a cada paso que daba.

Abby estaba petrificada, no tenía ni idea de que estaba pasando en la cabeza de Raven en ese momento, pero no era ella, ese sangrado en su cerebro estaba provocando reacciones que no eran propias de ella y todas esas palabras hirientes que salieron de su boca la afectaron, la afectaron mucho. Sus ojos estaban cristalinos con las lágrimas agarrándose de sus pestañas para no salir a mares, le tenía miedo a esta Raven, pero estaba tan en shock que no podía ni mover sus piernas para alejarse de ella.

La mente de la mecánica estaba nublada, un odio extremo que no era propio de ella ahora era dueño de su cuerpo, estaba apunto de tirársele encima a Abby cuando unos fuertes brazos la agarraron sujetándola por la espalda.

– Raven – Luna corrió sin tomarse un segundo en pensar en su tobillo adolorido, sujetó a la morena justo a tiempo antes de que ésta le saltara encima a Abby, no entendía que estaba pasando, solo sabía que Raven no era así, necesita calmarla como fuera.

– Suéltame...!!! SUELTAME – Gritaba una y otra vez Raven mientras se removía de manera frenética para zafarse de los brazos que la sujetaban.

– Raveeen!!! – Luna la sujetaba lo mas fuerte que podía, pero vaya que tenía fuerza la morena, con un último esfuerzo y al notar que su tobillo resentido comenzaba a molestar, se sentó en el suelo aún sosteniendo fuertemente a Raven entre sus brazos – Shhhsssss calma – La trataba de calmar pero la morena no dejaba de patalear en ningún momento.

– SUELTAME...!!! Suéltame – Seguía repitiendo ferozmente sin dejar de intentar soltarse del agarre.

– Raven... Respira!! – Trataba nuevamente de calmarla – Respira, shhhsssss, respira.

La morena dejó de gruñir y patalear para que la soltaran, pero su respiración seguía siendo fuerte y agitada.

– ¿Busco un calmante? – Se atrevió a preguntar Clarke que hasta ese momento se había quedado junto a su madre mirando ambas la escena, sin poder creer que aquella bestia llena de odio era su amiga.

– No... No es necesario – Respondió Luna sin mirarla, con sus manos bien sujetas bajo el pecho de Raven y su rostro casi que metido en el cuello de la morena – Ssshhhhssss, eso es, respira – Le susurraba en voz baja y calmada justo en su oído, mientras comenzaba a inhalar y exhalar de manera calmada.

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando poco a poco Raven se fue acoplando a ella en las respiraciones, aún seguía con la respiración agitada pero poco a poco iba calmándose.

– Ai giv ai op – Comenzó a recitarle suavemente Luna – Gon nemiyon, Kom lanikde... Vamos, dilo – Le susurro.

– Ai giv ai op – Comenzó nuevamente Luna y Raven la siguió – Gon nemiyon... Kom lanikde.

Terminaron ambas de recitar y ya Raven estaba totalmente calmada, así que con una sonrisa Luna aflojó el agarre de sus brazos.

– Conozco la oscuridad – Fue lo único que dijo Luna mientras daba suaves caricias a los brazos de Raven con una sonrisa en el rostro.

Raven por otro lado tenía las manos en el rostro, no sabía que le había pasado hace solo unos minutos, pero de lo que si estaba segura es que si Luna no la hubiese frenado se iba arrepentir de por vida de lo que le hubiese hecho a Abby.

Con vergüenza levantó su rostro hasta donde se encontraba Clarke y Abby, pensó que en sus ojos vería rechazó hacía ella por lo que paso hace solo unos momentos pero no podía estar mas equivocada, en las miradas de ambas solo encontró preocupación.

– Lo siento yoo... – Ni siquiera pudo terminar su disculpa, estaba tan avergonzada que solo bajó la mirada al piso y siguió sintiendo las manos de Luna dejando caricias en sus brazos.

– Ey – Clarke rápidamente se agachó junto a su amiga – Todo esta bien – Agarró su rostro y con sus dedos quitó unas cuentas lágrimas que rodaban por su rostro – Ven – Le tendió su mano.

Raven sin dudar la agarró poniéndose en pie y dándole un abrazo a Clarke.

– Lo siento Abby – Se giró hasta donde estaba la médico y ésta como respuesta a su disculpa únicamente la abrazo fuertemente, haciéndole entender que no pasaba nada, que todo estaba bien.