He revivido (?). Traigo un nuevo reto #Pokefic2021, organizado con mi besto friendo uwu (Trainer Manuel Baez).
Shipping: Sequelshipping (Hyuu x Mei)
Día 1: Primera cita
En una habitación de rosa opaco, se levanta una chica de su cama. No sin antes estirar su cuerpo y bostezar, peinándose sin cuidado su largo cabello. Camina con algo de dificultad debido al sueño, y con aquellos pasos lentos, abre la cortina que da a la ventana, dejando entrar un gran rayo de sol a la habitación que ahora se tiñó de un rosado pálido. Ver aquella inmensa estrella que iluminaba sus días le dio el ánimo suficiente para continuar con su rutina; de una manera excepcional tomó parte de su cabello y se formó dos "donas" en la parte superior, un estilo de peinado que solía usar desde que era una niña.
— Me pregunto si se habrá quedado dormido… —dijo mientras se vestía como solía hacerlo.
Cuando terminó de hacerlo, una particular criatura entró por la ventana, moviendo sus hermosas alas. No era nada más que Unfezant, uno de los pokémon de su mejor amigo.
— Ah… entonces sí se quedó dormido… —suspiró y negó con la cabeza. br /Tomó un bolso que estaba encima de una mesa y salió de su habitación, saludando y a la vez despidiéndose rápidamente de su madre, quien ya sabía la razón de la prisa de su hija. Sin embargo, cuando abrió la puerta que daba con el exterior, no esperaba encontrarse con él.
— ¿¡Ah…!? C-creí que te habías quedado dormido…
— ¡Cómo crees! Yo le pedí a Unfezant que fuera a despertarte —dijo el chico de cabellos azules, con su típica expresión de enojo.
— Bueno, si me hubiera tardado unos segundos más, Unfezant lo hubiera hecho… —susurró para sí misma.
— ¡Sabes que hoy es un día importante!
— Sí, sí, lo que tú digas, Hyuu —tomó la manga de su amigo y lo arrastró con ella para emprender el viaje.
— O-oye, puedo hacerlo solo.
Mei observó a su alrededor y sentía que algo faltaba… Ella. Pero era imposible que Hyuu se olvidara de traer a su pequeña hermanita, ¿por qué no se encontraba aquí?
— ¿Dónde está?
— Tuvo que salir con mis padres, creo que a un viaje de negocios o algo así.
— ¿Entonces cómo se supone que le compraremos lo que ella quería? —se dio la vuelta para mirar fijamente esos ojos carmesí.
Después de muchos intentos fallidos de regalos de cumpleaños por parte de Hyuu, él y su hermana pequeña acordaron que la próxima vez, Hyuu le compraría el conjunto de ropa que ella quisiera, pero también necesitaba una opinión femenina, así que invitó a Mei. No obstante, era una difícil misión si no estaba la pequeña para no equivocarse en la elección.
— Dijo que tú podías elegir por ella —se rascó la cabeza, desviando la mirada y evitando toda responsabilidad.
— Ah… —suspiró y siguió caminando. —No podemos defraudarla, así que iremos de todas formas y le compraremos algo bonito.
— Como digas… —vio la inocente sonrisa de Mei y no pudo evitar un pequeño rubor en sus mejillas.
Ambos montaron a sus pokémon iniciales, ya evolucionados en su última etapa, con destino a Ciudad Hiun, específicamente a la Calle de la Moda. Hablaron de cosas triviales durante el viaje, lo que lo hizo más ameno y menos lento de lo que realmente era. br /Ya en la metrópolis, guardaron a sus pokémon en sus respectivas pokeballs para continuar caminando.
— ¡Mira! ¡Este conjunto es muy bonito para ella! —gritó Mei de la emoción al ver un vestido rosado.
— Tú sabes más de esto. Sólo compraré lo que me digas.
— Qué aburrido… ¡Entonces deberás elegir un vestido para mí!
— ¿¡Qué!? ¿P-por qué?
— Será divertido —le dio una gran sonrisa a su compañero, quien no pudo negarse ante tal reto. —Vamos, no quiero perderte.
Tomó la mano de Hyuu y nuevamente lo arrastró hasta las profundidades de la calle para recorrer cada puesto que había. Caminando durante unos minutos, Hyuu no pudo protestar, pero una extraña idea llegó a su mente: chico más chica, paseando a solas en la ciudad, buscando ropa y comprando comida. Chico más chica… ¡Esto es una cita!
Cuando esos pensamientos inundaron su mente, un notario sonrojo se apoderó de su rostro y un gesto tal normal que ellos tenían como sostenerse de las manos ahora tomaba otro significado.
Luego de haber elegido el conjunto para la hermana de Hyuu, era el momento de regresar a casa.
— Ah… Fue un día largo.
— Por eso no me gusta ir a comprar ropa…
— ¿Podemos ir al muelle? No quiero regresar a casa todavía.
Se sorprendió un poco por la invitación de la castaña, no obstante, rechazarla era la única cosa que no haría.
— Vamos —respondió naturalmente.
Ya en el muelle, mientras el sol se escondía poco a poco y el mar comenzaba a calmarse, una gran incertidumbre habitaba en el corazón de Hyuu. ¿Esto es una cita? O más bien, lo era. Faltaban pocos minutos para que ambos debieran regresar a sus casas y volver a la rutina, pero el chico gruñón no quería eso. Sin embargo… Dar el primer paso siempre es difícil.
— Esto es como una cita, ¿no crees? —dio una carcajada un poco avergonzada por sus propias palabras.
— ¿D-d-de qué hablas? —no pudo evitar tartamudear al escuchar aquella oración. ¿Cómo es posible que ella también estuviera pensando en lo mismo?/p
— La verdad es que me gustaría haber tenido una cita algo más formal contigo, pero tomaré esto como primera cita.
— ¿Q-qué rayos estás diciendo?
— Hablo de una cita…
Mei miró esos profundos ojos carmesí que en su niñez le asustaban un poco, pero ahora había aprendido a amar. Aunque era su mejor amigo, sintió un poco de miedo ante la reacción de Hyuu, suponiendo que sus sentimientos no eran correspondidos.
— ¡Como amigos! ¡Sí, como amigos! —rio nerviosa y trató de arreglar la situación.
Eso no era suficiente para Hyuu. Sabía que esa risa que solía hacer era producto de los nervios y que estaba arrepentida. Tal vez este era el momento que estaba esperando. Se acercó cada vez más a ella, donde un centímetro separaba sus cuerpos. Con su mano, sostuvo la espalda y la acercó a él, exactamente en su pecho.
— Mei, me gustas.
— ¿¡Ehhh!? ¿¡Q-qué estás diciendo!?
Se separó un poco de él para poder ver su rostro, y se dio cuenta de que tenía esa expresión, esa expresión que ya había visto en tantas ocasiones, y sobre todo cuando hablaba de algo serio.
— Yo… ¿Te gusto…?
— N-no me hagas repetirlo… Me armé de valor para hacer esto, no lo arruines —tragó un poco de saliva para continuar hablando. —Pensé que… tú sentías lo mismo por mí, ¿no es así?
Mei apoyó sus manos en la cintura del muchacho y levantó valientemente la cabeza para poder mirarlo fijamente.
— Gracias por esta primera cita, Hyuu…
— Y-yo…
Sus manos temblaban al sentirla tan cerca, no sabía cómo continuar con aquella confesión que había sido totalmente improvisada por él. Conociendo a su amigo de años, sabía que esta vez ella debía proseguir. Se puso de puntillas y se aproximó lentamente a los labios de Hyuu, llegando finalmente a sus dulces labios que tanto había ansiado. Él no dijo nada, sólo lo correspondió y abrazó a Mei, inmensamente feliz por un momento que había esperado por años.
