Hola! Antes de empezar quería aclarar que este fic se entiende mucho mejor si han visto el capítulo "Cat Blanc" de la serie original.

Los hechos relatados en este oneshot suceden inmediatamente después de que Adrien destruyera todo con su cataclismo.

Sin más qué decir, comencemos.

Vio las ruinas de París desde donde estaba, justo donde antes se lucía la emblemática Torre Eiffel. Ahora el histórico monumento parisino no era más que escombros.

Sintió una tormenta de emociones huecas que bloqueaban su garganta. Hacían que le doliera mientras se agolpaban en ella una tras otra ¿Qué era lo que había hecho? ¿Qué acababa de pasar?

Siguió mirando a su alrededor, como si todo eso no hubiera sido provocado por sus propias manos. Todo en París estaba blanco como la nieve, todo era debido a su poderoso cataclismo. La creciente inundación lo alcanzaría si no se quitaba de donde estaba.

Así como sus emociones, la superficie de La Tierra era inestable. No era para menos, después de todo su gran exabrupto había alcanzado a la mismísima luna.

Se retiró de allí caminando, no miraba nada en particular. Sus ojos azules solo podían contemplar la nada, el mundo ahora era una hoja en blanco.

Luego de algunos pasos, se dirigió a las ruinas más altas que encontró en lo que quedaba de la ciudad del amor. Se sentó en la parte más firme de la ruina mirando el vacío ¿Qué acababa de pasar?

Rememoró todo lo que tenía antes de que aquella horrible pesadilla comenzara.

Ladybug- dijo para sí mismo, sonreía levemente al recordar a la chica disfrazada con los colores de una catarina. Solía tener una hermosa compañera de batallas heroicas. Valiente, fuerte, responsable, era la chica más perfecta que hubiera podido conocer.

Su rostro se ensombreció al recordar que acababa de terminar con su vida. Su hermosa Marinette, su amada chica tímida de adorables coletas y espíritu amable. Nadie más que ella podría haber sido Ladybug, el amor de su vida ¿Cómo fue capaz de perderla de tal forma? ¿Acaso su poderoso amor había sido demasiado para el mundo?

Luego pensó en la otra persona que había perecido en sus manos, justo frente a su nueva mirada azul. Hawkmoth.

Había odiado tantas veces a ese sujeto, los había vuelto locos akumatizando personas una y otra vez. Hasta estaba casi a 30 veces de haber maleficiado a una misma persona ¿Quién podía ser tan malvado? ¿Quién podía causar tanto mal a una ciudad sin importarle el bienestar de sus ciudadanos? ¿Quién podía incluso hacer todos aquellos actos malévolos aún sabiendo que podía poner la vida de su propio hijo en riesgo? Así es. Su padre.

Siempre había amado a sus padres. Tanto a Emily como a Gabriel, pero nunca esperó que las cosas resultarían de ese modo. Quizá su padre había enloquecido después de la pérdida de su madre. Cómo la extrañaba.

Había visto a su padre sufrir por ella, aislarse, obsesionarse ¿Quién podría creer que llegaría a tales límites irracionales para recuperarla? No podía culpar a su padre por hacer todo lo que estuviera en su poder para tener a Emily otra vez en su vida. Su madre había sido una mujer maravillosa.

Si bien intentaba estar enojado con su padre no podía ¿Qué no daría él por tener a las dos personas más importantes en su vida otra vez? Su confusión lo había cegado y su indecisión lo había condenado.

Ahora estaba perdido en un mundo blanco, era el único habitante de un mundo vacío que él había creado.

Marinette, papá, mamá-expresó en un susurro ¿De qué servía hablar? Si nadie estaba allí para oírlo. Miró la pureza de la claridad enceguecedora que lo rodeaba ¿Qué debía hacer? ¿A dónde debía ir?

El mundo era un lienzo limpio y claro, la única mancha que había allí era él. Un gato blanco, un gato vacío, un gato hueco.

¿Quién era ese que había sido Adrien Agreste en un principio? ¿Quién era ese que había portado alguna vez el miraculous del gato negro? Él no lo sabía, pues ese que supo ser alguna vez se había perdido.

Ese que solía ser Adrien Agreste no era egoísta, no era destructivo ni mucho menos un asesino. No era rabia, no era confusión ni mucho menos maldad ¿En qué momento se había vuelto una víctima de las pequeñas mariposas negras que se alimentaban de los sentimientos negativos?

Definitivamente, aquel que era Adrien Agreste ya no existía. Al menos él no lo reconocía. Se miró en el reflejo de un pedazo de cristal que tal vez antes había sido parte de una ventana. Solo pudo ver un triste gato, un gato blanco.

Recordó que antes solía haber un tal Chat Noir, él era la otra identidad de ese que solía llamar Adrien Agreste ¿Qué sería de ese gato negro? ¿Tendría algo que ver con ese gato blanco que veía en el cristal? Sospechaba que no.

El gato negro era alguien fuerte, valiente, extrovertido y hasta ridículo de vez en cuando. No se parecía en nada a él.

Se preguntó quién era él. Era un enigma que no podía sacar de su cabeza. Si no era Adrien Agreste, si no era Chat Noir ¿Entonces quién era? ¿Cómo era que había logrado perderse? Solo había un habitante en ese París desierto.

¿Cómo era posible que el único habitante de ese apocalíptico París se hubiera perdido?

Pensó sobre el asunto una y otra vez. Se dejó caer en aquellas ruinas en las que había estado pensando para acostarse y mirar el cielo. El firmamento también estaba completamente limpio, sin manchas en él.

Mientras cantaba una tétrica canción dio vueltas a eso que acosaba a su trastornada psique.

Un pequeño gato en el techo...- cantó con suavidad, sintió que su corazón latía insistente mientras rememoraba todo una y otra vez en su cabeza-Solo sin... su lady- cantó nuevamente con tono triste. Su voz se quebraba mientras pronunciaba aquellas palabras.

Lo había perdido todo, el mundo, su ciudad, sus amigos, su familia y a Marinette. Su preciosa lady, la única chica que había logrado amar tanto. Su inmenso amor por ella había causado ese desastre.

Cantó aquella melodía que antes solía entonar cuando esperaba a su amada Ladybug para que se uniera a él en su próxima aventura. Ahora podía cantarla por siempre, hasta que su garganta doliera y su ánimo se desgastara, pues ella nunca llegaría.

Una carcajada estrepitosa y estridente se escapó desde el fondo de su ser.

Se sentó en aquella ruina que él había creado con su gran y destructivo cataclismo. Miró el desolador panorama blanco e inundado que lo rodeaba una vez más.

Al verlo había encontrado la respuesta a lo que había estado pensando.

No sabía quién era, no sabía qué hacer, ni qué decir. No podía saber quién era, porque él se había perdido. No podía encontrarse, pues no sabía quién era él para poder buscarse.

Tan solo se limitó a acercarse a la orilla de las ruinas en las que había estado descansando ¿Qué más podía hacer que aferrarse a aquella canción? Era lo único que tenía consigo, ni siquiera se tenía a sí mismo.

Un pequeño gato en el techo...- cantó con resignación. Suspiró pesadamente mientras sentía que todo vestigio de quien había sido se alejaba de él. Estaba envuelto en sombras, con un manto de confusión que había hecho que su verdadera identidad se extraviara en la oscuridad- Solo... sin su lady- repitió con lágrimas que brotaban de sus ojos lentamente.

Fin.

Nuevo oneshot! Nunca había escrito en este fandom (Suelo escribir más para el fandom de Dragón Ball).

Me siento muy emocionada por haber podido acabar mi primer oneshot de Miraculous Ladybug. Esto fue un gran reto para mí, no me creía capaz de escribir en otro fandom, pero tenía muchas ganas de intentar hacer algo en este también.

La verdad es que estuve intentando empezar con algún shipp en específico y una temática más relajada que la que está en este oneshot, pero no pude avanzar tanto en el otro que tengo en proceso. En cambio, este lo hice de tirón a las 3 de la mañana.

También me gustaría saber si quieren sugerirme sus shipps favoritos para intentar hacer fics sobre ellos (aún no me decido por cuál shipp me gusta más. Así que no tengo preferencia por alguno todavía).

Sin más que decir, muchas gracias por leer hasta el final.

Nos leemos pronto.

Nieblaneit0r.