Al final, aun cuando no obtuvo nada para sí mismo era libre y era feliz con saber que sus amigos, todos ellos eran libres y felices llevando una vida como lo soñó. Quería más que nunca estar a su lado y disfrutar sus vivencias, crecer con ellos; pero en especial estar al lado de aquella chica con la que vivió sin poder decirle cara a cara realmente lo que sentía.

Volaba por los aires cuando la vio sentada junto a una pequeña lapida con la bufanda desarreglada, sin pensarlo dos veces impulsó su vuelo hacia abajo y con el pico le colocó la bufanda como lo hubiese realizado en vida. "Gracias por acomodarme la bufanda…Eren"

"Adios, Mikasa" y voló lejos tan lejos hacia el lago salado infinito: el mar.

Cómplice

Capítulo 1: Aquella tarde

Verano del año 849

Ese día en particular fue caluroso, aun así, en pleno sol de verano al medio día debían entrenar cuerpo a cuerpo

"¿Qué sentido tiene esto? Peleamos contra titanes no contra otros humanos" vociferó un acalorado Jean mientras movía el cuello de un lado al otro y se quitaba el sudor de la frente

"¿Dijiste algo Kirstein?" gritó Keith Shadis mientras se acercaba al joven con su imponente figura a punto de darle un cabezazo por su insolencia, su destino dependía completamente de su respuesta

-¡No, Señor! ¡No dije nada en absoluto! - Jean se plantó de inmediato e hizo un saludo de consagración del corazón mientras miraba al hombre tratando de ocultar su nerviosismo recordando aquel legendario castigo que le dio a Sasha Blouse su primer día al hacerla correr sin parar hasta oscurecer- estoy listo para entrenar cuerpo a cuerpo, señor

-Bien, Kirstein con Van Helsing, Braun con Hoover, Ackerman con Jeager, Wagner con Arlet- Keith Shadis caminaba con paso firme a través de la arena de entrenamiento mientras cada pareja nombrada se ponía uno frente a otro, Jean suspiró aliviado mientras el instructor se alejaba se puso con los puños hacia arriba en posición de combate contra Van Helsing un joven de cabello castaño, piel blanca y ojos grises, apenas era un poco más alto que él, algo corpulento acentuando más por los músculos que se habían fortalecido por el duro entrenamiento y siempre tenía una actitud seria aunque con sus amigos cercanos se mostraba más abierto, tenía una cicatriz entre la sien y la oreja, un recordatorio de su procedencia. Aquel chico estuvo en el ataque del titan colosal y el acorazado en la muralla María, vivía en Shiganshina, ayudaba a sus padres en su tienda de víveres y únicamente se salvó porque su padre le envió a llevar una caja de frutas para una anciana sin familia.

-Vamos cara de caballo, muéstrame que puedas hacer- dijo Van Helsing con su voz profunda

-presumiendo Van idiota- "Posición de Tacleo" Jean observó como el joven se posiciono con todas sus fuerzas, sabía que podría detenerlo "Ahora" el joven Van Helsing corrió mientras Jean lo detenía en una batalla igualada entre ambos "Cambio" a pesar del cansancio Jean tomó la posición de tacleo mientras el otro ponía sus brazos en posición de defensa "Ahora" al escuchar la orden Jean corrió con todas sus fuerzas mientras su contrincante lo detenía, la adrenalina entre los dos estaba al límite Jean estaba a punto de romper la defensa cuando escucharon "Suficiente"

-Te salvaron de perder- dijo Jean mientras le miraba con una sonrisa cínica

-Te salvaron a tí, estaba a punto de patearte- contestó el otro desafiante. Si bien no eran amigos cercanos ambos se tenían cierto respeto

-Cambios- gritó Shadis mientras pasaba nuevamente entre los reclutas sin inmutarse por el calor ni el cruel sol- Arlet contra Mina Carolina, Blouse contra Wagner, Jeager contra Kirstein, Van Helsing contra Ackerman-Van Helsing le tocó el hombro sonriendo a sabiendas de ese rencor que se rumoreaba entre los jóvenes de la 104

-Tiempo de retribución ¿no? - sabía que Jean no sentía ningún apreció hacia Eren y que en varias situaciones ambos se peleaban, aunque casi nunca pasaban de las palabras. Jean sonrió ante aquello- ¿Ahora si valdrá la pena el combate cuerpo a cuerpo?

-Ni que lo digas- contestó el joven sonriendo- Cuidate de Mikasa, ella si te romperá el cuello si no te sabes defender- Van Helsing tan solo sonrió, sabía muy bien la reputación de Mikasa, no había nadie como ella para compararse en combate e incluso con el equipo tridimensional, era la mejor de la clase tan solo le ganaba Armin Arlet en lo académico, pero lo físico que a la hora del combate real ahí afuera donde los titanes aguardaban era lo más importante para sobrevivir Mikasa los superaba a todos ellos. Nunca hablaba con ella, a decir verdad, siempre tenía cierto recelo y le tenía lástima porque a pesar de ser tan fuerte aún más que todos ellos juntos tenía una debilidad: Eren. Parecía su madre, su hermana mayor y a veces incluso le daba la impresión de que era su esposa sufrida con una devoción única e inexplicable, casi nunca cruzaba palabra con ella, Eren o Armin más que para lo esencial. Al llegar frente a la chica de cabellos negros Van Helsing tan solo inclinó la cabeza como saludo, pero no dijo nada más, no le placía hablarle ni siquiera en ese momento en que podía terminar con algún hueso roto si su defensa no era correcta. Mikasa también inclinó la cabeza en contestación esperando las ordenes de Shadis "¿Por qué no se quita esa bufanda con este calor?" se preguntó el joven mientras la miraba atentamente "posiciones" Mikasa alzó los puños y Van Helsing se posicionó para taclear con todas sus fuerzas, repentinamente se escuchó una riña entre Jean y Eren "Ataque" gritó Shadis el joven apretó los dientes y comenzó a correr con fuerza "Eren" pero el obstáculo de Mikasa no estaba más ahí ella se movió de su posición para ir a donde Eren se encontraba discutiendo dejando que su contrincante se estrellara con todas sus fuerzas contra los cercos de madera que rodeaban las barracas perdiendo el conocimiento.

"¡Konrad! ¡Konrad! ¡Levántate, estaba preocupado por ti! - un niño de 11 años que regresaba de la casa de la anciana Klaus se encontró con una escena que jamás pensó presenciar un titan miraba por encima de la muralla observó un agujero y decenas de esos seres grotescos paseando por Shiganshina mientras devoraban a cuanto ser humano se encontraran

- ¿Papá? ¿Dónde está mamá? - y justo cuando su padre iba a contestarle- un trozo de la muralla cayo justo encima del hombre dejando únicamente visible su mano derecha aun aferrada a la mano de su hijo. Konrad sintió un líquido tibio y viscoso recorrer su frente, de repente su lado derecho todo se volvía rojo mientras trataba de procesar que su padre fue aplastado y triturado, se hincó gritando "papá" pero era inútil de reojo pudo ver al titan más extraño de todos, uno de cabello rubio con una coraza dorada como piel, fue el causante de que aquellos fragmentos de la muralla volaran en pedazos y por ende de la muerte de su padre. Aun con la mano aferrada a su padre miro a sus alrededores buscando a su madre, tan solo observó a gente huyendo hacia la muralla Rose y decena de titanes corriendo y caminando por el que otrora fuera su hogar, aun así buscaba a su madre y entonces reconoció sus zapatos aun en sus pies y parte de sus pantorrillas supo entonces que no la vería más. Konrad estaba solo, indefenso y sangrando mientras todos huían sin siquiera mirarlo aun con la mano aferrada a la tibia mano de su padre esperaría la muerte

- ¡Niño!¡Niño! ¡Vamos! ¡Ven conmigo! - un soldado que defendía las murallas lo tomó de la mano y lo hizo correr- más rápido ¡sígueme el paso, debemos sobrevivir! - entonces el niño de ojos grises quien hacía unos momentos estaba resignado a morir corrió con todas sus fuerzas hasta no poder más, hasta sentir que se desmayaría y aun así corrió más detrás de aquel soldado.

En uno de los barcos de rescate, Konrad Van Helsing se encontraba sentado con las piernas encogidas sobre sí mismo preguntándose el valor de su existencia, si de verdad debió sobrevivir, si quizá debió quedarse a esperar la muerte, esos malditos titanes le arrebataron su vida; pero era un niño ¿Qué podía hacer contra esos dos titanes gigantes que habían roto y atravesado la muralla? Aun recordaba al titan acorazado por cuyo ataque su padre murió ¿Por qué justo ese día? ¿Por qué ellos? ¿Por qué su pequeña ciudad?

-"Los matare a todos"- escuchó a otro niño de cabello negro quizá de su misma edad- juro que los matare a todos- dijo con odio y decisión con las manos aferradas al barco. Konrad entonces pensó que si este niño lo tenía decidido ¿Por qué él no? Sobreviviría y se uniría a la legión de reconocimiento para un día encontrar al maldito titan acorazado y matarlo.

-Konrad…Konrad- Reiner le gritaba mientras regresaba en si- ¿estás bien? - lentamente abrió los ojos casi todos sus compañeros estaban en circulo rodeándolo, cuchicheando sobre que sucedió- Konrad ¿estás bien? - repitió Reiner con desesperación

-…Si, me duele mucho la cabeza

-pensamos que te moriste- dijo Connie tras sonreír aliviado

-Lo siento- dijo Mikasa quien estaba a su derecha- me distraje al escuchar a Eren pelear

-Tu mente no está donde debería- reprochó el joven mientras se sentaba y se llevaba la mano a su vieja herida, ni siquiera quería mirarla, aquel desmayo trajo a él un recuerdo que tenía enterrado desde hacía mucho.

- ¡Van Helsing!- grito Shadis- ¿ cómo te encuentras?

-Solo mareado y un poco nauseoso, señor- Braun acompáñalo a la enfermería parece una contusión cerebral, el resto siga entrenando, Ackerman cinco ciclos de cien sentadillas cada una como castigo

-Si señor- dijo ella quien de inmediato comenzó con su castigo mientras Reiner llevaba a un confundido Konrad Van Helsing a la enfermería.

El ocaso comenzaba a despedir aquel agitado día, el joven se mantenía aun en la cama de enfermería, después de un examen acucioso el médico determinó que sufrió una contusión cerebral y necesitaba al menos 48 horas de reposo, Konrad Van Helsing odiaba estar ahí, había pedido sus libros por lo menos para estudiar ya que en una semana tendría un examen escrito sobre el manejo y funcionamiento básico del equipo de maniobras tridimensionales; pero ni siquiera eso le permitieron. Se preguntaba si era una especie de prueba de tolerancia al aburrimiento, cerró los ojos y el recuerdo de la roca cayendo sobre su padre regreso a su mente, de inmediato los abrió y pensó en enfocarse en otra cosa, deseo que pasara lo que fuera para no recordar esa escena que había enterrado desde hacía muchos años. Como si sus plegarias hubieran sido escuchadas las puertas de la enfermería se abrieron dejando pasar a un joven rubio menudo y a la causante de su estancia en ese lugar.

"Solo diez minutos" escuchó a lo lejos "Gracias, Doctor" contestó el chico rubio

- ¿Armin? ¿Mikasa? ¿Qué hacen aquí? - preguntó el joven mientras los miraba extrañado, Mikasa tan solo veía hacia el piso apenada mientras Armin se adelantaba a sentarse en la silla que estaba al lado de la cama

-Disculpa que interrumpamos tu descanso- dijo el rubio- venimos a ver cómo te encuentras

-Mejor- contestó- aburrido, pero dicen que no me puedo levantar hasta en dos días…

-Van Helsing- interrumpió la chica de ojos negros y con la mirada decida- lo siento mucho, tenías razón no estaba prestando atención al momento que te arrojaste, discúlpame por tus heridas- Van Helsing se dio cuenta de los hermosos ojos de la chica y su mirada que en verdad expresaba un arrepentimiento genuino, en ese fugaz contacto visual sintió una electricidad recorrer todo su cuerpo y de inmediato desvió la mirada hacia el otro lado de la habitación

-No es necesario que te disculpes, siento haberte dicho eso también…al menos no debí decirlo de esa forma

-Debe haber una forma de retribución- dijo Mikasa- pero no sé como

- ¿Re…retribución? -por primera vez, desde niño, Konrad se sintió nervioso- no, de ninguna manera, no necesitas retribuirme nada. Solo fue un accidente le pudo pasar a cualquiera

-Mikasa piensa que te debe algo por lo sucedido- dijo Armin con una sonrisa amable- aunque ni a ella ni a mí se nos ocurre nada

-No, de verdad que…

-Ya se, quizá algo que quieras saber de ella, un secreto o algo por el estilo ¿Qué te parece Mikasa?

-Si es una buena idea Armin; pero no se me ocurre nada no tengo ningún secreto realmente ¿Hay algo que quieras saber de mí?

-No quiero saber nada que te incomode, Mikasa

-No me incomoda para nada, pensare en algo y te lo diré después. Vamos Armin, ya casi se cumplen los diez minutos y Konrad aún necesita descansar- se despidieron y los vio salir mientras se recostaba tratando de entender que era eso que había sucedido con él.

"Un secreto de Mikasa" pensó realmente no quería saber nada de ella ¿realmente?

.

.

.

- ¿un secreto? - preguntó emocionado un joven de cabello negro y de complexión delgada - ¿de Mikasa Ackerman?

-Si, Lester ¿Cuántas Mikasas hay en la generación? -preguntó un chico pelirrojo y pecoso mientras se llevaba un bocado a la boca- juro que cada día esta comida es peor. Debería ir con la chica papa y convencerla de escabullirnos a robar comida de los oficiales

-Brad ¿eres imbécil? -preguntó Konrad sin siquiera mirarlo- quieres que te castiguen corriendo toda la noche o te arrojen con los titanes

- ¿Qué secreto le preguntaste a Mikasa? - interrogó insistente Lester mientras miraba emocionado a su amigo

-Ninguno- contestó con seriedad

- ¿Bromeas? Puedes preguntarle lo que sea

- ¿Qué le preguntarías tú? - inquirió Konrad

-Si es novia secreta de Eren o si ha besado a un chico- respondió entusiasmado Lester

-A puesto que a Eren- dijo Brad mientras sonreía tontamente- yo le preguntaría si al menos se quita esa tonta bufanda

-Es cierto, nunca la he visto sin ella- contestó Lester tras dar un trago a su bebida- podrías preguntarle eso

-Sería la pregunta más idiota que podrían hacerle…vaya ayuda- Konrad tomó un trago de su bebida

-pregúntale que tal se ve sin ropa- sugirió Brad con total naturalidad como si dijera cualquier cosa. El joven escupió su bebida mientras el vaso se derramaba sobre la mesa- los amigos se miraron y rieron al notar que Konrad se sonrojaba

-Vaya, Vaya- dijo Brad- Konrad Van Helsing el hombre de corazón de hierro se puso nervioso por una pregunta

-idiotas- contestó sonrojado- no le preguntaría eso jamás a ninguna chica

-Vaya, vaya así que después de todo si te gusta alguien- le dijo pícaramente Lester mientras ayudaba a levantar el vaso

-Les había dicho que me llamaba la atención Christa Lenz

- ¿A quién no le llama la atención Christa? - contestó Brad en tono aburrido- además tendrías que competir con Ymir no deja que nadie se acerque a la diosa- los tres miraron a la mesa de la rubia quien estaba junto a la chica pecosa la cual en ese preciso momento le pasaba un brazo rodeando su cuello frente a Mina Carolina y Thomas Wagner

-oh si- secundó Lester- primero te mata antes de dejarte que te acerques a ella. Aunque Mikasa ya tiene a alguien, estoy seguro de que es la novia secreta de Eren o algo así y si no lo fuera a cara de caballo también le gusta-Konrad se levantó a buscar un trapo para limpiar la mesa- tienes competencia amigo

- ¿Dónde vas? -preguntó Brad- aún no terminamos de molestarte- el joven les lanzó una mirada fulminante mientras le pedía a un encargado de la limpieza un trapo para limpiar su mesa- sabes Lester, creo que de verdad le gusta Mikasa y ni siquiera se ha dado cuenta

-O no quiere admitirlo, él nunca admite cuando no puede alcanzar algo y esa chica Ackerman es inalcanzable, solo tiene ojos para el idiota de Eren, solo espero que nos graduemos pronto y alcanzar un puesto en las tropas de guarnición.

Era una mañana agradable, ese día tenían tarea en equipo en medio de un pequeño bosque habían montado titanes de señuelo, Keith Shadis ordenó a todos por equipos mientras valoraba la coordinación, Jean, Konrad, Marco y Reiner se encontraban en el mismo equipo siendo liderados como capitán el primero, aquel día su equipo fue él que más titanes señuelo eliminaron poco más de 30

-No cabe duda- dijo Marco tras que Keith Shadis declara al equipo con más coordinación y titanes dados de baja- Jean eres un excelente líder- escuchó a Reiner que lo felicitaba mientras a lo lejos veía a Mikasa revisando sus cuchillas, le llamaba la atención su cabellera negra y su figura estilizada, recordaba esa mirada en la enfermería, expresando arrepentimiento pero sin dejar de lado su dignidad

- ¿Qué es lo que ves? - le interrumpió Jean mientras le tocaba el hombro sacándolo de sus pensamientos

-eh...nada, esos nubarrones parece que lloverá

-veías a Mikasa ¿no es así?

-Por supuesto que no- contestó aquel- espero el instructor nos deje regresar antes de que comience a llover

-Ese bastardo suicida la tiene bien atrapada- dijo con cierto rencor sin parecer escuchar la respuesta de Konrad

- ¿Estas celoso?

-Pues sí, si me hiciera caso yo no la trataría mal…entrare en el cuerpo de la policía militar y cuando ascienda como capitán me desposaría con ella y tendríamos una vida feliz; pero…

-Solo tiene ojos para Eren

-Bastardo suertudo, si ni siquiera la voltea a ver y la forma en que la trata…y lo peor que ella lo defiende y sigue ciegamente; pero cuando muera fuera de las murallas como es su sueño tendré una oportunidad ¿o tú también te interpondrás?

-Me da igual- mentía. Era medio día y comenzaba a nublarse, ambos jóvenes hablaban entre ellos mientras pretendían no mirarla. Konrad comenzaba a sentirse dolorosamente atraído hacia ella porque de alguna forma sabía que entre los dos no podría haber nada. Se estaba enamorando de esa chica asiática a la que antes miraba con desdén e incluso compadecida con cierto menosprecio. Entendía que el amor real iba más allá de sostenerse de las manos y darse besos a escondidas como un par de reclutas compañeros de la generación. Su corazón estaba consagrado a Paradise, no a una mujer, no a esta mujer…no quería sufrir, no quería ver su orgullo afectado. Su mirada se cruzó con la de Mikasa, la chica le sonrió y él correspondió a la sonrisa tímidamente.

La quería, la quería tanto y comenzaba a volverlo loco luchar contra ese tonto sentimiento de deseo, no entró a la milicia para enamorarse de una compañera y mucho menos de ESA compañera ¿Por qué de todas ella? Konrad comenzaba a tener problemas para dormir mientras se sentía estúpido y traicionado por sí mismo. "Un verdadero hombre no tiene por qué dejarse llevar por esos sentimientos absurdos" se decía todo el tiempo cuando Mikasa se cruzaba por su mente; pero la quería tanto, quería estar junto a ella y conocerla, saber quién era realmente esa chica que seguía ciegamente al bastardo suicida, quizá era el golpe en la cabeza que lo afecto demasiado, eso debía ser. Habían pasado tres meses desde el accidente.

Esa noche terminaron de cenar, Konrad particularmente quería estar solo, no quería cerca a nadie ni a Lester o Brad, tan solo quería contemplar las estrellas bajo la luz de la luna llena

-Hola, Konrad…te he estado buscando- Mickasa Ackerman la chica que literalmente hizo explotar su cabeza estaba a su derecha, el joven de pobladas cejas sonrió

-Buenas noches, Mikasa- atinó a decir haciendo todo esfuerzo para no sonar nervioso, sus ojos hicieron contacto y la ansiedad se esfumó como si se tratara de una hoja que el viento se llevó, por su mente solo pasaron cosas felices como su padre jugando con él manteniéndolo sobre sus hombros o su madre contándole historias de un antepasado que fue llamado "hijo de titan" pionero en el manejo del equipo tridimensional, toda la sensación de armonía y felicidad tranquilizó su mente con tan solo verla a los ojos, repentinamente aceptó que aunque no lo quisiera, aunque no le gustara estaba enamorado de Mikasa Ackerman- Es una noche hermosa para observar las estrellas

-Si, lo es- contestó Mikasa esbozando una sonrisa gentil, Konrad no tuvo miedo ni pánico de ningún tipo, se sentía tan tranquilo y en paz como cuando era un niño, miro de nuevo las estrellas

-Cuando era pequeño, en Shiganshina en noches como esta me escapaba de casa para mirar las estrellas tirado en el pasto era mi lugar secreto, era como si fuéramos solo el universo y yo no había ningún ruido alrededor y las luces estaban apagadas, la oscuridad era barrida por las estrellas

- ¿No tenías hermanos?- preguntó la joven mientras se sentaba en las escaleras, Konrad hizo lo mismo

-Cuando mi mamá murió tenía seis meses de embarazo…tú sabes cuándo paso lo del ataque a la ciudad, los titanes devoraron a cualquier persona. De mi mamá solo quedaron sus zapatos aun en sus pies, el maldito titán que se la comió ni siquiera lo hizo bien, mi papá fue aplastado por un fragmento de la muralla, aún tenía su mano sujeta a la mía, así me hice la cicatriz de mi sien uno de los fragmentos me cayó encima y corto mi piel. Todos estos recuerdos regresaron después del accidente de alguna forma sobreviví y llegué hasta aquí enterrando ese recuerdo - dijo sin pensar

-Siento tanto que eso haya pasado, si no te hubieras golpeado la cabeza entonces no recordarías nada de esto

-No, está bien… ¿Qué es un ser humano sin su pasado?

-Más que nunca debo retribuirte ¿Has pensado en algo que me quieras preguntar?- Konrad miro a la luna y recordó a sus padres abrazados bailando uno pegado al otro en la cocina de su modesta casa en una melodía inexistente, tenía ocho años cuando vio esa escena y pensó en lo afortunado que era de tenerlos, de ser su hijo y que esperaba algún día tener una conexión así con una chica, en aquel entonces su aspiración era heredar la tienda de su padre y después…jamás existió un después, se extinguió el día del ataque del colosal y el acorazado. Ahora solo tenía ese amor que sabía que no era correspondido y nunca lo sería porque, aunque nadie sabía Konrad tenía el firme presentimiento de que Mikasa amaba a Eren más que a nada, su mirada, su actitud ante él y la manera de protegerlo fue algo que vio en sus padres, aun así, se sentía estúpidamente feliz

- ¿Por qué nunca te quitas tu bufanda? A veces hace un calor de los mil demonios y no te la retiras ¿Por qué? - Brad estaría orgullo de saber que su pregunta fue tomada en cuenta aun cuando él la tachó de la pregunta más estúpida que podrían hacerle a Mikasa, sin embargo en ese momento donde estaban solos fue lo primero que se le paso por la mente.

La joven tan solo sonrió mientras miraba su bufanda y se la quitaba por primera vez

-Me la quito para dormir y obviamente para bañarme. Cuando era niña mataron a mis padres, una banda de secuestradores entró por mi madre ella murió defendiéndome, mi padre murió asesinado por ellos al entrar a la casa, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, al final solo quedaba yo dijeron que me llevarían a la ciudad subterránea y me venderían, entonces Eren apareció, era un niño que apenas y les llegaba a la cintura de esos sujetos mato a dos de ellos y cuando el tercero entró vio lo que Eren hizo con sus compañeros estallo en rabia lo tomó por el cuello de su camisa y lo elevo por el aire, iba a matarlo entonces me dijo "Pelea, si quieres sobrevivir pelea" entonces fue como si algo se despertara en mí, un poder que estaba dormido desde siempre y que no sabía que tenía, cuando me di cuenta yo había matado al sujeto, justo después el padre de Eren llegó y notificó a la policía, yo estaba desolada por perder a mi familia pero él traía esta bufanda- y se la dio a Konrad se sentía suave y ligera entre sus manos-me la puso en el cuello porque pensó que debía tener frio, sus padres me adoptaron y crecí junto a él como hermanos hasta que sucedió lo del ataque.

Nunca en la vida se sintió tan atraído por una chica. En realidad y secretamente tenía cierto gusto por Annie, una loba solitaria, una chica callada y quien parecía estar desconectada del mundo y él ciertamente despreciaba a Mikasa por el trato preferencial hacia Eren como si fuera el centro del mundo, trato de que ni siquiera le daba a Armin su otro amigo de la infancia al que no le ponía tanta atención, ahora entendía porque, quizá se enamoró de él desde ese momento ¿Cómo podía luchar contra eso? No tenía oportunidad, entonces en ese fugaz momento escogió amarla en silencio, era demasiado obvio que esta chica, al menos para él era inalcanzable.

-Siento mucho lo de tus padres- dijo tras devolverle la bufanda sus dedos se rozaron mientras él escogió mirar hacia otra parte hacia esas estrellas imposibles de alcanzar, así como la chica a su lado, tan cerca y tan lejos, era doloroso en todos los sentidos de tan solo conformarse con verla y estar junto a ella en los entrenamientos, así como lo que le quedara de vida en la legión de reconocimiento. Se esforzaría por ser uno de los mejores para combatir a su lado, sus probabilidades de supervivencia frente a Mikasa eran mínimas, después de todo era una Ackerman

-Deberíamos regresar a los dormitorios- le sacó Mikasa de sus pensamientos- nunca había incumplido las reglas hasta hoy

-Entonces somos cómplices en esta travesura- dijo sonriendo como si de un niño se tratase, le extendió la mano mientras la joven se la estrechó- mi padre me dijo una vez que este saludo se creó en la antigüedad, entre enemigos se estrechaban las manos para demostrar que ninguno estaba armado ni podían hacerse daño…así que cuenta saldada

-Me gustó hablar contigo- Mikasa soltó la mano del joven y le sonrió- hasta luego

-Hasta Luego- esa electricidad la sintió de nuevo atravesando su pecho, como un rayo; pero tras la historia de Mikasa y Eren se dio cuenta que ella lo amaba y quizá él también; pero estaba tan ensimismado con ingresar a la legión de reconocimiento que no se daba cuenta ¿o sí? ¿Qué tan despistado debías ser? "Maldito bastardo suicida "mascullo mientras se dirigía a los dormitorios.

Año 853

Su pecho hervía de rabia, todo él lo hacía. La ira era un sentimiento predominante en él, el malestar y el enojo de estar encerrados, la desgracia de ver morir a su madre frente a sus ojos, el paradero desconocido de su padre que después se enteró él mismo en forma de titan había devorado. Eren cabalgaba a la granja de la reina mientras pensaba en esas cosas y muchas otras. Todo se desató tras la revelación de Yelena y el verdadero plan de Zeke la eutanasia de los eldianos, la extinción del pueblo de Ymir por medio de la castración, solo así se terminaría la guerra, los conflictos en el mundo alrededor de ellos hasta que el último descendiente de Ymir Fritz muriera de vejez ¿Por qué ahora tenían que eliminar el derecho a dejar descendencia? ¿Por qué tenían que sacrificarse? No era justo, el mundo les obligó a irse a esa isla y encerrarse entre murallas ¿Por qué el mundo no debía pagar por ello? En la ceremonia de condecoración, años atrás al besar la mano de la reina Eren vio el futuro, vio los titanes de las murallas caminando y triturando todo a su paso. Una visión fugaz que lo torturaba por no entender su significado a pesar de todo, en aquel entonces no quería que el mundo acabara así; pero no fue hasta la revelación de Yelena que comprendió todo, para que Eldia pudiera sobrevivir el mundo debía conocer su verdadero poder, tenía que activar el retumbar y acabar con la humanidad. Un genocidio a escalas mundiales. Ese odio visceral no podía ser comprendido por Mikasa ni por Armin, sus verdaderos planes se los dijo al tipo en el que jamás pensó confiar: Floch Foster. El plan sería activar el retumbar y acabar con la humanidad si para ello debía convertirse en el demonio de la tierra lo sería. Sin embargo, había alguien más quien debía saber sobre su decisión y esa era la reina de Paradise, Historia Reiss.

Al llegar a la granja dejo a su exhausto caballo en las caballerizas se apresuraba a atarlo cuando Historia apareció tras de él

-Pobre animal- dijo con cierta pena- lo has hecho trabajar mucho

-Necesitó hablar contigo- Historia tomó las riendas del caballo mientras ese daba un suave relincho y acercaba su cabeza a la reina, Eren no pudo evitar recordar en su tiempo como cadetes que ella era la mejor con los caballos y hasta ahora parecía seguir siéndolo. De inmediato lo llevó a tomar agua en los bebederos mientras acercaba un poco de heno

- ¿A qué debo la visita, Eren? - Era de tarde caminaron a medida que el sol comenzaba a enfilarse hacia el ocaso y con eso el final del día

-Yelena fue a verme el día que inauguraron el ferrocarril, me dijo que es lo que realmente quiere Zeke, su plan real es la eutanasia

- ¿Eutanasia? - preguntó confundida- ¿quieres decir qué? No, eso es imposible

-Quiere dejarnos estériles a todos los eldianos tanto a los de Paradise como a los continentales para la raza de Ymir perezca poco a poco hasta su último aliento

-Eso es impensable, no puede no tiene ningún derecho

-Yo pienso lo mismo, Historia, no tienen ningún derecho ¿Por qué siempre nosotros tenemos que pagar? Nuestra libertad fue robada por la "maldición de Ymir" y nos vimos obligados a vivir como el ganado encerrado en estas murallas…no, yo no estoy de acuerdo con este plan

-Tendremos que hacer algo- dijo Historia con un halo de tristeza mientras miraba al horizonte viendo al sol ocultarse

-Si; pero no puedes decirlo a los demás ni a los altos mandos ni a nadie, ellos deben creer que las cosas siguen igual…ellos quieren que devores a Zeke en cuanto llegue a Paradise- ambos se apoyaban sobre el cerco contemplando el ocaso, la voz de Eren cargaba resentimiento y rabia- confróntalos o escapa solo tienes esas dos opciones- dijo con decisión

-Sabes yo no estoy aquí para cuidar vacas- dijo Historia con resignación-ya lo sabía así que no tengo ni porque correr ni esconderme

-Si existe alguna otra manera de sobrevivir estaré de acuerdo- dijo Eren sin siquiera mirarla, convencido de sus palabras, en verdad quería encontrar otra forma muy dentro de su corazón, una donde todos sus amigos y él mismo sobrevivieran, encontrar la paz sin llegar al retumbar. Hubo un largo silencio entre ambos hasta que Historia finalmente hablo

-Probablemente no exista; pero Eren tú fuiste el único que me protegiste durante las conversaciones con Hizuru cuando se expuso el plan de Zeke eso me conmovió y es suficiente para mí.

-Aun si tú estás bien con eso yo no- esgrimo el muchacho de cabellos negros mientras una ráfaga de viento sacudió sus cabellos

- ¿eh? -

-Yo- Eren hizo una pausa y miró de nuevo al sol ocultándose- destruiré a todos nuestros enemigos en el mundo, no dejare vivo a ninguno- declaró con decisión, la reina se escandalizo ante tan inesperada respuesta no podía creer lo que escuchaba de su preciado amigo ¿Destruir al mundo? ¿entendía acaso lo que eso significaba?

-Eren ¡Eso está mal! Hay gente inocente fuera de esta isla, gente que ni siquiera le importamos y vive sus vidas ¡Como tu madre! - apeló a lo que pensó le haría entrar en razón- Esa gente inocente no sabrá lo que les espera…

-Lo se y aun así la única forma que existe para erradicar ese odio sin fin hacia nosotros es exterminar a todos los que están fuera de la isla de una vez por todas- Historia no podía creer lo que escuchaba- Eres mi amiga y yo no quiero que tu destino sea que te embaraces y te sacrifiques y se repita el ciclo de la familia real devorándose entre sí, no dejare que te suceda sin importar el costo

-Eren- dijo ella aun incrédula ante sus palabras, su determinación en ellas le hacia sospechar que todo era real, Eren estaba rotundo a que todo eso pasara-si lo haces viviremos con la culpa el resto de nuestra vida

-si no puedes soportarlo- le dijo con tranquilidad- puedo manipular tus recuerdos con el titan fundador

-Pero si continuas con esto… ¡Tú! - Historia detuvo su gritó al ser interrumpida por el joven quien la miraba frente a frente

-Me salvaste…fui salvado por la peor chica del mundo ¿recuerdas? - se miraron frente a frente por unos instantes, Historia comprendió en ese momento que nada de lo que dijera podría convencerlo de lo contrario, el destino de la humanidad estaba sellado

-Entonces…Eren ¿Qué piensas si yo tuviera un bebé? - la miro sin saber que decir al respecto

- ¿A qué te refieres?

-El plan es que yo me convierta en titan y devore a Zeke inmediatamente de que él toque la isla, será escoltado por Levi, así que prácticamente es un hecho que eso sucederá; pero si estoy embarazada no podría convertirme en titán el bebé en mi interior moriría por la transformación. Yo me convertiré en tu cómplice si embarazándome protejo la integridad de Zeke tú podrás llevar a cabo ese plan

-No me interesa la integridad de Zeke, nos las arreglaremos él y yo. Lo que me interesa es tu integridad, quiero que vivas una vida libre y feliz sin que estés atada a la maldición de los titanes ni tú ni tu descendencia…aunque ciertamente si te embarazas ninguno de los altos mandos podrá tocarte, estarás a salvo

-Entonces Eren… ¿Qué piensas?

-Si estás de acuerdo y es lo que en verdad quieres está bien- contesto finalmente mirándole a los ojos

-Solo que- la reina tomó la mano del joven y no pudo evitar sonrojarse- en un par de meses tienen planeado su viaje a Marley a intentar hablar con el grupo que negocia la paz entre los aldeanos, así que si lo hago deberá ser ahora y…-su sonrojo se hacía más evidente-

- ¿Y? -preguntó Eren a la expectativa

-Eres mi mejor amigo, Eren…yo quisiera saber si tú…-aquel se sonrojo de inmediato al comprender lo que Historia estaba tratando de decir

- ¿quieres que yo sea el padre de tu bebé? - aquella solo asintió sin decir más

-Por ahora no tengo a nadie más en mente, pero entenderé si no quieres hacerlo…después de todo tú…

-Lo hare- contestó aquel mientras tomaba su otra mano con delicadeza- sí, está bien, aceptó- dijo Eren mientras la miraba directo a sus ojos azules- yo te ayudare.

Esa noche se quedó en la cabaña de la reina, ambos inexpertos, sin saber que decir o que más hacer. Historia entró al baño a cambiarse dejando al joven solo con sus pensamientos. Ciertamente aquella tarde cuando decidió tomar un caballo para revelarle sus planes no pensó que terminarían así, pensó en Mikasa ¿esto era una traición? No, si no eran realmente más que amigos que crecieron como hermanos. No, era un favor a una amiga que se lo estaba pidiendo para salvaguardar su vida, si quería concebir un hijo para que el tiempo coincidiera con la llegada de Zeke y el inicio del retumbar ese era el momento. Pensó en arrepentirse, si Mikasa se enterara ¿Qué pensaría de él? Se levantó de la cama decidió pensarlo mejor cuando la vio salir del baño en su camisón blanco sonrojada, Eren la vio nerviosa, tanto o más que él, se acercó a la joven y la estrechó en sus brazos

-No tienes que hacer esto, si no quieres Eren, yo entiendo que…-Eren interrumpió a la joven dándole primero un cariñoso beso en la frente

-Está bien, ahora sé que debo hacerlo…Historia- sin saber en qué momento él se retiró la chamarra y la camisa mientras para posteriormente darle un tierno beso en los labios que en algún punto sin poder precisar cuándo se volvió apasionado, ayudo a la joven rubia a retirarse el camisón exponiendo su cuerpo frágil con su piel blanca como la nieve. Ahí en medio de la habitación con ella dispuesta a entregarse a él no tenía ni la menor idea de cómo seguir, si dejarse llevar por el deseo y olvidar el cariño, olvidar su amor secreto hacia la chica que creció junto a él como una hermana. La luz de la luna llena entraba por las ventanas dando cierta claridad, finalmente tocó su rostro con ambas manos y fueron descendiendo sintiendo su piel desnuda y sedosa mientras ella lo dejaba hacer, aquello comenzaba a fascinar a Eren, sus manos llegaron a sus hombros y con un movimiento firme pero gentil la acercó a él quien finalmente se deshizo del pantalón, ambos terminaron en la cama, él improvisaba en cada momento olvidando todo, el retumbar, el genocidio, a sus amigos y finalmente a Mikasa. La besó apasionadamente mientras la joven reina correspondía a su beso, su cuerpo y su cabello rubio y sedoso comenzaba a hechizarlo en su mano atrapó uno de sus senos que no estaba dispuesto a soltar, aquello se convertía en un frenesí erótico entre dos vírgenes. Tan solo se dejó llevar y entre besos y caricias la penetró escuchando un gemido de dolor

-¿Te lastime?- se detuvo preocupado mirándola pero en contestación la joven tan solo apretó su pelvis contra él y rodeo su cintura con las piernas, Eren estaba impresionado por aquello, ella presionó aún más, no quedo más que seguir y seguir empujando mientras entre gemidos escuchaba su nombre y eso lo hacía encender algo en su interior que hasta en ese momento desconocía, al entrar en ella sentía que todo a su alrededor se desvanecía y no existía más nada, el mundo y todo lo demás quedaba en segundo plano, a su vez ella se sentía llena de él y aquello era una sensación indescriptible, sabía que embarazarse era el acto de rebeldía más grande que podía hacer en ese momento; pero la rebeldía nunca se sintió así de bien. Ambos alcanzaron el orgasmo al mismo tiempo mientras Historia se arqueaba aun sujeta a él con fiereza.

El chico temblaba mientras miraba a la joven aún bajo él respirando agitadamente, todavía incrédulo por todo lo que sucedió rodó a su derecha mientras sentía las manos de la rubia acariciar su rostro.

- ¿Por qué estas temblando? - le preguntó mientras le miraba con preocupación. El joven observó sus manos y si en efecto temblaba, aunque no entendía la razón- ¿tienes frio?

-No- contestó mientras intentaba calmarse- todo esto fue algo intenso, fue mi primera vez también- ni siquiera siendo portador de dos poderes titánicos se sintió tan poderoso como en ese momento, comprendió quizá porque los hombres le daban tanto valor a que sus esposas no conocieran ninguna clase de contacto de ese tipo, esa sensación de poder y masculinidad ¿era cosa suya? Ambos se habían convertido en un hombre y una mujer, en una conversión semejante al de comer una fruta en su punto exacto de madurez- ¿Te lastime?

-No, Eren- Historia sonrió mientras acariciaba el esculpido pecho del joven producto de años de entrenamiento- por el contrario

- ¿y? … ¿Sientes si ya tienes al bebé? - Historia volvió a sonreír tratando de ahogar una risita

-Eren, recién terminamos, creo que es demasiado pronto- Eren río también a carcajadas mientras miraba al techo y se llevaba una mano a la frente sintiéndose estúpido

-que pregunta tan idiota…mi papá era médico, pero no tuvo mucho tiempo de contarme sobre como nacen los bebés, ni tampoco me interese mucho en preguntarle…el abuelo de Armin fue quien nos dijo algo; pero nunca me importó hasta ahora

-En cuatro semanas ya sabre; pero sé que funcionó

- ¿Cómo estas tan segura?- pregunto intrigado

-porque sentí estar conectada contigo y con todo, sentí que mi cuerpo te respondía sin que yo pudiera evitarlo y todo lo demás que no sé cómo describir…fue como magia

-Sentí lo mismo dijo él mientras volteaba a mirarla- es la primera vez que siento algo así, por un momento pude olvidarme de todo, mi mente quedo en blanco

-Eren mírame- aquel extrañado por la petición volteo hacia la reina mientras la miraba a la expectativa

- ¿el color de tus ojos se lo heredaste a tu padre? Son verdes como esmeraldas

-Si él tenía un color similar; pero en los recuerdos de mi padre he visto que el color de mis ojos es más parecido a los de su hermana menor Faye ¿Por qué lo preguntas?

-Me gustaría que el bebé tenga ese mismo color en sus ojos- Eren acarició el rostro de la reina mientras la miraba con detenimiento

-Por lo demás espero que herede todo de ti, tu cabello, tu forma de ser, tu sonrisa…-súbitamente se sentó en la cama mientras miraba a la pared sin realmente ver nada, tan solo el vacío regresando a la realidad que comenzaba a golpearlo- acabo de concebir un hijo con la peor chica del mundo ¿no? -Ella también se sentó en la cama mientras se cubría con la sabana- aún no estoy seguro de porque me pediste esto, debiste huir. Hubiese buscado la forma de ayudarte a escapar

-Es el plan más seguro- afirmó la reina con seguridad- alguna vez le dije al comandante Smith que si ser reina era mi siguiente misión la aceptaría y lo hice, ellos ahora me encomendaron esta misión y estaba bien para mí …hasta que tú dijiste que no merecía la vida del portador de un titan cambiante y todo lo que has cargado de estas visiones del retumbar en silencio desde ese entonces- el joven la miro de nuevo- pero si huyó, Eren…harán lo que sea para encontrarme y tú serás considerado un traidor y si peleó ¿Qué posibilidad tengo de ganar? El plan de Yelena de traer a Zeke hasta a ti es tonto, no contempla al capitán Levi y lo que es capaz de hacer

-Zeke es un idiota- segundo Eren- cree que se le podrá escapar al capitán, él quiere matarlo desde hace mucho. Debo admitir que tienes razón, no hay otra forma segura de protegerte

-Es una extensión tuya protegiéndome, puedes verlo de esa forma

-…Es que…

- ¿Qué sucede?

-No quiero que pases por todo esto sola, además con todo lo que sucederá…Paradise estará protegido, pero… Lo que hare, debo hacerlo, Historia, aunque en el fondo no estés de acuerdo. Es necesario que lo haga, ellos se robaron nuestra libertad y yo me hare con la de ellos, todo esto se terminara cuando los eldianos seamos los únicos en el mundo; será el villano del mundo entero, pero estoy dispuesto a cargar con esa culpa si de esa forma puedo recuperar la libertad que nos robaron, los conflictos se acabaran, ya no habrá guerra…y este niño nacerá libre

-Solo prométeme una cosa- el joven la miró a la expectativa- que intentaras detenerlo, busca lo que sea cualquier cosa Eren…aunque seas el padre de este bebé no estas atado a mí

- ¿Lo dices por Mikasa?- la chica guardo silenció

-Solo promételo, Eren, por favor piensa en todos esos seres humanos. Niños, ancianos, enfermos, todos ellos morirán a causa de este retumbar y no tienen culpa alguna- el joven guardo silencio mientras se recostaba de nuevo en la cama-Eren, prométemelo

-…Te doy mi palabra; pero…-se detuvo inseguro

- pero ¿qué?

-Mikasa me ve como su hermano

-No lo creo- dijo la reina mientras le miraba con una sonrisa melancólica- ¿Por qué no le preguntas que eres para ella? Tal vez su respuesta te sorprenda- Eren dio un largo suspiro mientras acariciaba a la rubia

- ¿Quieres que le pregunte ahora? - respondió un poco exasperado

-Cuando lo creas conveniente

-Serás la madre de mi bebé…

-Pero si tu felicidad esta con ella y eso ayuda a detener el retumbar a mí no me importara, somos amigos y no estas atado a mí

-Me siento cansado- dijo finalmente y se durmió, despertó a la mitad de la madrugada y contemplo el desnudo cuerpo de Historia bañado por la luz de la luna, el suyo era amor de amigos y aquello era un favor, aun así, la observó detenidamente ella despertó, el alba llegaría en cualquier momento y debería marcharse, sin decirse nada se abrazaron y una vez más se entregaron el uno al otro a sabiendas que esta sería la última vez. Al terminar la rubia acarició el cabello de Eren mientras le miraba enternecida, además de su hermana y de Ymir nadie se preocupaba tanto por ella. Estaba acostumbrada a que en la vida era irrelevante, algo no deseado y sin derecho a una opinión. Su propia madre la rechazaba sin reservas y para sus abuelos ella no existía en lo absoluto. Él que Eren mostrara la preocupación que en su momento tuvo Ymir, que la protegiera con su silencio y estuviera al tanto de ella aun ahora que era una reina le enternecían -¿Cuándo crees que ya sepas algo? Me refiero a si funciono o no

-Seis semanas- respondió después de calcular rápidamente- durante ese tiempo si presentó un retraso de mi periodo y tengo los síntomas será un hecho- Eren suspiro preocupado mientras la tomaba de la mano

-Ojalá las cosas fueran tan sencillas como pensaba cuando era un niño

- ¿Qué pensabas? - preguntó la rubia con curiosidad, Eren sonrió mientras llevaba una mano a la boca tratando de ocultar la vergüenza de la imaginación de un niño que daba por hecho

-Que un ave traía al bebé y lo ponía en la panza de su mamá mientras dormía- Historia no pudo evitar sonreír también

-Definitivamente, así sería más sencillo- los primeros rayos de sol entraban por la ventana. Eren sabía que debía irse pronto antes de ser visto o levantar alguna sospecha- regresa en seis semanas

-Si

En los cuarteles de la legión de reconocimiento, se comenzaba a planear el viaje a Marley en un último esfuerzo por evitar una guerra y el sacrificio de Historia como portadora de un titán cambiante. Todo aquello seria infructuoso, Eren lo sabía muy bien ya que había visto en las memorias de su padre la forma en que los eldianos continentales eran tratados como si fueran humanos de segunda clase y el mal concepto que tenían de los eldianos de Paradise.

Durante ese tiempo no podría dejar de pensar en las palabras de Historia "seria una extensión tuya protegiéndome" era el movimiento táctico más impensable; pero lógico. Si la reina estaba embarazada tendrían que esperar al nacimiento de su hijo para poder devorar a Zeke y cualquier cosa podría suceder antes de que eso pasara.

Era inevitable no pensar en eso sin que a su memoria llegara la sensación de estar con una mujer por primera vez, de sus manos rodeando su cuello, jadeando, enrojecida y sudorosa, sus ojos azules mirándole tiernamente y él a su vez mirándola de la misma forma, sabiendo que esa sensación no podría repetirla; lo mejor de todo eso al final, la liberación el momento donde se sintió libre de todo y olvido por un ínfimo instante lo que el futuro le deparaba, un futuro donde seria el enemigo de todo la humanidad.