Olvidar el pasado.


.

Esta historia es U. A. Las personalidades y comportamiento de los personajes varían del manga.

La historia es mía pero los personajes son de Rumiko Takahashi.


Yusuke iba para su coche, había cenado bien, ser famoso podía fabuloso, era el campeón del mundo de arte marciales, podía aprovecharse de la fama, lo paraban cada dos por tres en la calle. Salvo que odiaba la fama, odiaba ser famoso, quería ir tranquilo por la calle y que nadie lo molestase. No le importaba que se le acercaran personas anónimas a pedirle un autógrafo o un selfie, no se lo negaba a nadie. Lo que odiaba que los molestasen las personas que se acercaban a él para aprovecharse de él, periodistas, actores, empresarios. A esas personas las odiaba, sólo lo querían por interés.

Por esos iba siempre con una gorra y gafas oscuras, para pasar desapercibido. Con la vestimenta que llevaba, el pelo largo y desaliñado nadie lo reconocía.

Faltaban unas calles para llegar al aparcamiento, cuando paso por un callejón, y algo llamó su atención.

Había una pelea, un grupo de cinco hombres acosaban una chica bajita, mal vestida, mal que mal vestida, su ropa eran harapos, esa mujer estaba realmente sucia como si no se hubiera bañado en días.

-Ahora tienes que cumplir lo que has prometido- dijo uno de ellos.- o te forzaremos entre todos.

-Yo sólo os he pedido un poco de dinero para comer.-contestó la chica.

-Y te lo daremos, pero nos tienes que hacer un favor- se le insinuó otros de esos hombres.

La chica sabía a lo que se referían,

-Yo nunca os prometí esa clase de favores.

-Estás en nuestra zona- contestó el que parecía el jefe del grupo- si quieres dinero deberás trabajar para nosotros en nuestro burdel, pero antes te probaremos, si sirves o no.- ese hombre la miró- nuestro jefe busca chicas. Tú estás muy delgada, con un poco de comida, te convertirás en una de nuestras mejores chicas.

-Antes muerta-chilló la chica.

-No es necesario que te mate, tú síguenos- dijo uno de los hombres. La intentó coger, pero ella lo rehuyó, el hombre rió.-¡Ven con nosotros!, o te llevaremos a la fuerza.

Yusuke se lanzó a rescatar a esa chica. Esos hombres eran fuertes, la chica no tendría opción de escapar de ellos. Pero para él esos hombre eran débiles.

Iba corriendo cuando vio algo sorprendente. Esa chica se defendió como una tigresa, no era una chica indefensa. Atacó con furia a los hombres y en un momento los dejó K.O.

Yusuke se quedó parado, esa técnica la conocía. Era la de… mejor olvidar, no quería saber nada de esa escuela.

La chica se acercó a los hombres que había atacado y les robó el dinero. Con eso podía vivir unos días, comer, buscar refugio y bañarse, sobre todo eso, necesitaba un baño.

Cuando se levantaba y se giraba reparó que había tenido un espectador.

-¿Vas con ellos?- dijo la chica, mirándolo con rabia- si vas con ellos te daré una paliza como a ellos. Si no vas con ellos, déjame pasar o te enseñaré a apartarte de mi camino.

El joven sonrió, esa joven era lo que estaba buscando.

-No voy con ellos, pero tú me interesa.- dijo el chico. Ella lo miró extrañada.

-No conseguirás nada de mi, se defenderme.

Yusuke se acercó a los caídos.

-Conozco a estos, pertenecen a un pequeño grupo de la Yazuka, uno sin importancia. Todos tomaran esta pelea como si le hubieran pegado una paliza un grupo de Yakuza mayor, una advertencia. Te tomaran por alguien a quien no deben tocar, que perteneces a una gran familia. Pero debe haber más de su grupo cerca, debemos huir.

-No huiré, no me dan miedo esos gilipollas, me enfrentaré a todos.

- No seas loca- advirtió el joven- ¡ven vámonos! Los oígo acercarse- dijo el chico- y la cogió del brazo – no podemos quedarnos aquí.

Y tiró de ella, la chica no supo como pudo hacerle caso. El chico la condujo hasta un edificio y entró.

Bajaron al parking. Y llegaron a un coche deportivo con la ventana tintadas.

-Sube- ordenó el chico- no los hemos despistado, están cerca.

La chica subió al coche y el chico lo conectó y salieron del garaje. Justo cuando salía se oyó un disparo y el coche recibió un impacto.

-No tengas miedo – dijo el chico -este coche es antibalas.

Yusuke frenó el coche, y dirigió el coche hacia quien le disparaba y lo atropelló, se bajó del coche, sacó una pistola del pecho y le disparó en la rodilla a otro de los sicarios., se giró y le disparó a otro.

-No sabes con quien te enfrentas- dijo el Yakuza.

Yusuke sacó su placa de policía, el mafioso le escupió a esa placa. Y Yusuke le disparó su pies a la boca del Yakuza rompiéndole todos los dientes.

-Serás hijo de put…- iba a decir uno pero Yusuke se abalanzó sobre ese hombre- le forzó un brazo llevándoselo a la espalda, se oyó le crujido de huesos rotos. El hombre gritó de dolor. El policía le esposó esa mano. Y después hizo lo mismo con el otro bazo.

Oyó gritar a la chica, el ultimo de los mafiosos la quería sacar del coche. Pero un golpe combinado de esa mujer y Yusuke lo dejaron noqueado.

Yusuke los esposos.

-Ya he llamado a la policía. Sube al coche- dijo a la joven- seguro que no tienes papeles, y te detendrán a ti también.

Esa chica subió al coche y los dos huyeron del sitio.

-¿Eres policía?- preguntó la chica.

-No del todo, tengo un permiso especial. Sólo actuó cuando me tropiezo con algo, o me piden ayuda.

-¿Me harás algo raro?- dijo la chica- se defenderme.

- No temas nada de mí.

-Esos dicen todos- contestó ella con desconfianza- pero todos quieren algo.

Yusuke sonrió.

-Yo también quiero algo de ti- dijo el chico- será algo que no beneficiara a los dos. Pero no tengas miedo. No te haré nada malo. Nada que vaya en contra de tu honor.

Se giró pero la chica se había quedado dormida. El joven sonrió, esa chica era ideal para lo que se proponía, con ella…

Una horas después la chica se despertó en una cama miró a su alrededor, parecía una habitación de invitados. Bien amueblada, y con productos de belleza. Debía de pertenecer a una chica. Se preguntó que hacía ella en esa habitación. Como había llegado, recordó al joven con quien huyó. Y por su cabeza pasaron malas ideas, desde prostitución a trata de mujeres.

Aunque ese joven le resultaba conocido, juraría haberlo visto en algún sitio, aunque no lograba recordar donde.

Salió al pasillo, a su olfato le llegó un buen olorcito que despertó su estomago, siguió ese olor y llegó a la cocina. Y allí vio a su raptor cocinando.

El joven se giró y la miró y le sonrió.

-La cena estará preparada en media hora, no soy tan mal cocinero- dijo el chico- se nota que no comes bien desde hace días.

-No pienso caer en tu manos, sé que planeas secuestrarme y venderme- contestó la chica- no necesito tu compasión, no comeré tu comida, seguro que me drogas y cuando despierte estaré de viaje con más chicas a un país extranjero y me obligaran…

El chico rió a carcajada.

-No planeo eso,- puso cara de malvado- pero si te necesito para algo- vio la cara que ponía ella- no es nada ilegal.

-¿Entonces que es?- preguntó ella.

-Te hablaré cuando hayamos comido- contestó él- encontrarás ropa de mujer en el cuarto donde despertarte. Esa habitación tiene un baño, te puedes duchar. No te preocupes no te espiaré- la miró- tengo mis razones para no mirar a mujeres desnudas.

Ella lo miró, tal vez fuera misógamo, y odiara a las mujeres. No eso no podía ser, la había tratado muy bien, la había ayudado a escapar de esa gente y no le había hecho nada.

La chica estaba bañándose y pensó, esa ropa de mujer, ese cuarto para una mujer, le resultaba sospechoso, aunque parecía que él vivía solo.

Entonces se dio cuenta de algo, ese chico la había acogido sin preguntarle nada, ni siquiera el nombre. Ella podía ser una ladrona, lo era, pero sólo robaba a quien notaba que iba con malas intenciones. Pero él parecía confiar en ella. Es más no se habían presentado. Ella no le había dicho su nombre y él tampoco le había dicho el suyo.

Salió a la habitación y buscó entre la ropa de chica, aunque era un piso elegante, y caro, esa ropa de chica, coma la que llevaba el hombre eran sencillas, y nada caras. Pero para ella estaban fuera de su alcance, miró a su propias ropas viejas y raídas y se sintió una pordiosera, era lo que era, pensó, una mujer sin lugar donde ir, sin trabajo, y sin una comida cada día. No sabía lo que veía ese chico en ella.

Ella llegó al comedor, y vio que ese joven había preparado la mesa y sacaba los platos. La joven miró con hambre los platos, estaba realmente hambrienta.

Yusuke la miró y sonrió.

-Come todo lo que quieras- dijo el chico- nunca tengo invitados. Eres la primera persona que entra en mi casa. - Ella lo miró con desconfianza, y supo lo que ella pensaba- no esta ni envenenada ni hay drogas. No me quiero aprovechar de ti.

-Entonces para que me has invitado, para que me has traído a esta casa. ¿Qué planeas?.

-Nada que sea ilegal. Te lo he dicho, te necesito para algo, no tengas mala imaginación no es nada malo.

-¡No quiero tu caridad!, ¡me sé resolver sola¡, no necesito a nadie- dijo ella con rabia.

-¿Cómo has hecho como con esos pequeños mafiosos?, ¿Robando a gente ruin?. ¿Hasta cuando seguirá así?, tarde o temprano te pillaran y acabarás mal.

-¿Por qué haces esto?.

-No lo sé, tal vez por que me recuerdes a mí. A mi hubo alguien que me tendió la mano cuando estaba todo perdido, y ahora debo ser yo el que haga lo mismo.

- En pocas palabras lo haces por lastima.- dijo ella ofendida, se levantó furiosa- no necesito para nada tu caridad, me se desenvolver sola. La chica se dirigió hacía la salida. – me cambiaré, me pondré mi ropa y me iré.

El chico la miró y la siguió.

-¡Que orgullo!, me recuerda a una chica que conocí cuando era niño,. mi padre y el suyo nos prometieron, era muy orgullosa, siempre nos peleamos, pero siempre íbamos juntos

Ella lo miró furiosa.

-Y al crecer uno de los dos rompisteis el compromiso.

-¡No!, nuestro padres residieron cambiar ese tratado. A mi me prometieron con su hermana mediana. No estuve de acuerdo y hui. Yo quería a mi primera prometida, durante años estuve viajando. Hasta que ya no pude más y me recogió un hombre que me dio casa y trabajo y con el tiempo llegué a donde estoy.

-Y llegaste a ser el gran Yusuke Inokuma. El gran luchador, sé quien eres. A pesar de vivir en la calle sé quien eres. Todos hablan de ti.- dijo la chica, pero tuvo el presentimiento de que ese hombre no era quien decía ser.

-Si, ese es mi… nombre- dijo de mal gana el joven, con lastima- mi nombre es Yusuke Inokuma. Pero eso recuerda que no he preguntado el tuyo-

La chica lo miró y pensó no diría su nombre real, eso traería problemas al chico, en el fondo se había portado bien y no quería causarle ningún daño.

-Mi nombre es Keiko Matsuda- Yusuke la miró, sabía que ella mentía, que ese no era el verdadero nombre de esa chica.

-Bien, señorita Matsuda, espero que sea mi invitada.- dijo el chico- no le ofrezco limosna, sólo quiero ofrecerle algo.

-Pues espero que no algo en contra de mi voluntad- lo miró con desafio- porque como intentes algo te mataré.

-No te preocupes, no intentaré nada contigo- bajó la cabeza- ni con nadie. Yo no tengo suerte con las mujeres, sólo he querido a dos y me las arrebataron, me juré nunca más enamorarme. Ni salir con nadie.- el chico miró a la mesa- ven y come, que la comida se enfría.

Ella le hizo caso, y comieron, una vez acabados, la chica se durmió en la mesa, y él la cogió en brazos y la llevó a la habitación donde la había dejado cuando llegaron a casa.

La dejó en la cama la tapó y la miró.

.¿Que te ha hecho llegar a este punto?, ¿Qué has pasado para que te veas en la calle?. No me has engañado con ese nombre falso, sé desde quien eres desde que te vi en el callejón, Mañana hablaremos y aclararemos todo.

Al día siguiente Keiko se despertó, debía huir, como siempre hacía. Se levantó y se vio vestida. Sonrió, ese chico era muy bueno, no se había aprovechado de ella.

Se levantó, era muy pronto se iría, no sabia donde, pero no se quebraría en esa casa. Salió de la habitación en silenció, cerró la puerta del habitáculo. Se giró.

-Gracias por todos- dijo dirigiéndose al chico- pero no puedo quedarme aquí, te traería problemas, como siempre que intento establecerme, ellos me encuentran y me hacen la vida imposible. He cambiado muchas veces de nombre, pero ellos siempre me encuentran,

-No por eso debes irte- dijo una voz, la chica se giró y vio al Yusuke- me levantó muy pronto. Debo entrenar para el próximo torneo. Tengo preparado el desayuno.

Y llevó a la chica al comedor, donde le s esperaba una mesa repleta de comida.

-¿Vives solo?- preguntó ella intrigada.

-Si, a veces me viene a visitarme alguien, pero no está mucho tiempo conmigo.

-Tu también has pasado malos tiempos-dijo la chica- no soy la única que lo pasado mal.

-Si.

Acabado el desayuno, Yusuke se levantó.

Ahora toca meter todo esto en la lavavajillas y tengo que enseñarte algo.

Entre los dos llevaron los platos al lavavajillas y lo metieron en él.

-Mi hermana hubiera lavado estos platos a mano, no le hubiera gustado este aparato. Era muy buena cocinera.

-¿La echas de menos?- preguntó – yo a mi madre, pero sé que no la volveré a ver.

-¿También esta muerta como la mía?- preguntó ella.

-No, sigue viva, pero me aleje de ella, cuando lo hice de mi padre. Me prometí no volver a acercarme a nadie de mi familia. Se lo juré a ellos que no me volverían a ver- había furia en el chico,

-Yo también me alejé de mi familia, y me juré no volver a verlos- contestó la chica- y no quiero saber de ellos.

Los dos se miraron eran iguales, aunque estaban en los dos lados de balanza.

-Ven, vamos conmigo. Te tengo que enseñar algo- dijo el chico.

La llevó y salieron al pasillo, montaron en el ascensor, y Yusuke metió una llave en un hueco. Y bajaron a un piso oculto, entre la planta baja y el parking.

Salieron a una gran sala, y el chico la llevó a un local. Al verlo la chica se extasió, Yusuke la llevó a un gran y moderno dojo.

-El hombre que me acogió, me adoptó y al morir él me pidió que me casará con su hija, y eso hice, y adopté su apellido. Ella murió al tener a nuestra hija. Ese hombre me salvó de caer en una vida de vagabundo, y le estoy agradecido. Sigo manteniendo mi nombre de casado en honor a él. Y sigo manteniendo el nombre de sus dojos.

Ella lo miró extrañado, no sabia por que él le contaba eso.

-Pero mi padre, el autentico ya me había enseñado artes marciales, pero no practico su escuela si no la escuela Inokuma.

-¿Y para que me necesitas a mí?- pregunto ella.

-Mi ultimo ayudante, un traidor de nombre Ryoga Hibiki, me traicionó y se fue con mi padre y su socio. Necesito ayuda y por lo que vi ayer noche, eres la candidata ideal. Quiero que me ayudes a llevar este dijo.

-No quiero saber nada de dojos. Mi padre lleva uno. Y me quiso casar con un amigo mío, pero cambió de opinión y me quiso casar con un odioso ricachón, me negué y tuve que huir de casa. Si te ayudo, mi padre se enterará y te hará la vida imposible. No es la primera vez que logra que me despidan de un trabajo. Quiere que ceda a sus ideas y me case con ese idiota,

-Eso no pasará-dijo el chico- vamos a hacer un entrenamiento quiero ver tu nivel- dijo el hombre- aunque para mi estás ya contratada.

Ella lo miró y sonrió.

-No he aceptado tu propuesta, pero combatiré contigo. Si gano, me dejarás ir, pero si pierdo aceptaré tu contrato.

Los dos chicos combatieron. Ella tenía un buen nivel, pero el chico era superior y la venció.

-Ahora tendrás que trabajar- le dijo el chico- tendrás un trabajo, dinero, un lugar donde vivir. Podrás vivir conmigo o si quieres te puedo dar un piso para ti sola. Todo el edificio es mío y está vació aún, puedes elegir el piso que quieras, y vivir tranquila.

Ella lo miró, lo pensó y al momento.

-Acepto, trabajaré para ti.

-Otra cosa, no me has engañado. Sé quien eres. Te he reconocido por tu forma de luchar. Eres Akane Tendo.

Ella lo miró sorprendida y sonrió.

-Ese nombre ya no significa nada para mí, como supongo que para ti el nombre de Ranma Saotome tampoco servirá nada para ti. También te he reconocido

-Tienes razón ya no utilizo ese nombre, para mi Ranma Saotome ya no existe, ahora soy Yusuke Inokuma- sonrió y la miró- te estoy dando una oportunidad aprovecharla, puede que no tengas otra, ven conmigo y sal del abismo donde estás, aquí tendrás casa, trabajo y comida. Piénsalo bien, no pido nada a cambio, sólo se mi ayudante, tú y yo lograremos que esto- hizo un gesto que abarcó su alrededor- que esto funcione, mejor. No tendremos competencia. Ni siquiera nuestras familias, que nos separó y nos obligó a salir de nuestras casas.

Ella lo miró, miró el dojo.

-De acuerdo, pero no seré Akane, seré Keiko Matsuda.

Los dos subieron al apartamento de chico que antes se llamó Ranma, este llamó a su abogado y esa tarde firmaron el contracto con la chica que antiguamente se llamó Akane.

Ella decidió quedarse durante un tiempo a vivir con el chico, mientras decidía si coger un piso para ella en ese edificio. Podía coger el que quisiera, su amigo de la infancia se lo daría, aunque ella prometió pagarle por ese piso, fue la única condición que le puso, o si no se buscaría un piso en otro sitio. Al final el chico claudicó.

Esa noche los dos hablaron de los que les pasó desde que se separaron de niños, hasta que se volvieron a ver.

-Sabes que mi padre me llevó de viajes de entrenamiento- dijo el joven- me acuerdo de como lloraste ese día, no querías que me fuera.

-Eras el único amigo que tenía. Me dejaste muy sola. Llores durante meses, nunca te olvidé.

-No quise ir, mi padre prácticamente me secuestró. Sólo era un niño, no pude hacer otra cosa que seguirle, le suplique volver, pero no me hiso caso. El viaje fue un horror, con entrenamientos horribles, y algunos sin valor alguno, me deje llevar por mi padre por todo el país pasando hambre y frío. Hasta que se le metió en la cabeza llevarme a China a un lugar maldito, en ese sentido de la palabra. Ese lugar era Jusenkyo. Ya te hablaré después de él.

- Te esperé durante años, y cuando nos comunicaron que ibas a volver me alegré. Hasta que mi padre y el tuyo cambiaron de opinión y me dijeron que yo me casaría con Tatewaki Kuno, un insoportable que iba a un curso por encima mío, era compañero de Nabiki, yo lo odiaba.

-Al volver a casa y reunirme con mi madre me dijeron que me casaría con Nabiki. Me negué por completo, le dije a mis padres que contigo o me fugaba, no me hizo caso. Me llevó a tu dojo, tu estabas de viaje de la escuela. Ese día me quisieron casar con Nabiki, pero ante hui, y no volví más.

-Yo cuando volví tenían preparada la boda con Kuno. Subí a mi habitación, en un arranque de rabia lo destrocé, reuní cuatro ropas, mis ahorros y hui.

-Mi vida no fue fácil, mi padre me seguía la pista. Tu hermana Nabiki tenía contractos allá donde fuera. Cambié de nombre y aspecto, pero de nada me servía, me encontraban y debía volver a huir. Al final me encontró el señor Inokuma, durante una pelea ilegal. Ese buen hombre buscaba un luchador para enseñar su técnica, su hija no valía, estaba siempre enferma. Yo desesperado, sin hogar, y sin ahorros acepté. Me enseñó sus técnica, deje de lado la escuela de mi padre y me casé con su hija- el chico bajó la mirada- al año nació nuestra hija y ella murió. Me quedé como heredero de los dojos. Y decidir perpetuar sus enseñanzas.

-A mi me paso casi los mismo. Iba de ciudad en ciudad, pero siempre me encontraban. La ultima vez hace unos días. Me quisieron llevar al dojo de mi padre y casarme con Kuno, me negué- ella casi lloraba.- mi padre y el tuyo y Nabiki hicieron correr la voz que me prostituía y esos matones de los que escapé contigo me quisieron secuestrar por eso. Después de estar de puta como castigo durante unos meses. Mi padre mandaría por mí y me obligaría a casarme con Kuno. O haría correr el rumor que me acostaba por dinero.

Yusuke la miró.

-Aquí nadie te encontrará- afirmó el hombre-.

-¿Y si lo hacen?- mi hermana tiene muchos medios,

-Si, lo sé. Pero yo he estado viviendo en paz durante cinco años. Aunque se enteren y vengan a buscarte no podrán llevarte. Nuestros dojos son más importantes, que los Tendo- Saotome. Los demandaría.

-Pero eres famoso, ¿Cómo es que no te han reconocido?

-He cambiado de aspecto. Y no utilizo la escuela de mi padre. En el fondo nuestra familias son idiotas y no sr han dado cuenta quien soy.

Ella lo miró no estaba segura de eso, pero por ahora se quedaría con el hombre. Los días pasaron, se volvieron en semanas y estas en meses. En esto la chica cambió de imagen se dejó largo el pelo y se lo tiñó, y se puso lentillas que cambiaron sus ojos de color chocolate a gris, Nadie la reconocería así, se lo aconsejó Yusuke, él había hecho lo mismo para cambiar de personalidad, para dejar de ser Ranma Saotome a Yusuke Inokuma.

A partir de ese momento desapareció Akane Tendo, su lugar lo ocupó Keiko Matsuda. Desde ese momento gracias a la ayuda de Keiko los dojos Inokuma subirían y se harían aún más famosos pensó el joven.

A Keiko le intrigaba de quien era la ropa de chica que había en su habitación, sabía que él no tenía hermana, tampoco tenía amigas, ni nadie. La única familia actual y reconocida del joven era su hija, que vivía con su abuela. La madre de su difunta esposa. Esta mujer se separó de su marido, era un buen hombre, pero también un mujeriego. Yusuke se llevaba bien con su suegra, y esta lo adoraba. Y siempre le pedía que se buscara una mujer, que fuera feliz, que era lo que su hija quería, él le contestaba que su único objetivo era los torneos, subir la fama de los dojos para que su hija tuviera un futuro feliz.

Keiko no conocía ni a la hija ni a la suegra de su amigo de la infancia.

Y un día no aguantó más y le preguntó.

-¿De quien son esa ropa de chica que hay en la habitación que yo uso?

Yusuke miró a esa joven, debía habérselo dicho antes, pero temía el rechazo.

-Hace tiempo te dije que fui a Jusenkyo, y te dije que era un lugar maldito- ella asintió- en ese lugar hay ciento de lagunas, todas malditas y con leyendas trágicas- el chico trago saliva- en todas ella cayó un animal y se ahogó, y desde ese momento quedó maldita. Quien cae en ella se vuelve maldito y adquiere la apariencia de lo que se ahogó en ella. Si caes a la cerdito te vuelves cerdito.

Ella lo miraba asustada. Se imaginaba lo que seguía,

-Mi padre cayó en la del panda ahogado…. Y yo en la de la chica ahogada- la antigua Akane se llevó la manos a la boca e impidió el grito que salía por su boca- Cada vez que me mojó con agua fría me transformó en chica-, y se mojó con un vaso de agua fría y ese chico se transformó en chica- para recuperar mi estado me debo mojar con agua caliente- y se mojó con una tetera con agua caliente y esa chica se transformó de nuevo en Yusuke- a mi versión chica la llamo Yukina. La hago servir cuando quiero pasar desapercibido, al ser famoso volverme chica es ideal para salir a la calle y no tener problemas ni con los seguidores, ni con los periodistas.

Ella lo miró y sonrió.

-¿No me dirás que tienes gusto extraño?- dijo ella sonriendo- ¿Qué te gustan los hombres y…?

-¡Nada de eso!, ¡no me gustan los hombres!. ¡S!oy un hombre y me gustan las mujeres!- gritó el joven.

Ella se rió, sabía que a Yusuke le gustaban las mujeres, sólo hacía falta verlo como la miraba. La seguía con la mirada, y si ella lo pillaba mirándola, él enseguida giraba el rostro sonrojado. En eso no había cambiado desde cuando eran niños. Pero ahora tenía una rival, la difunta viuda de Yusuke, era una rival a la que nunca podía vencer. Sentía celos de una mujer muerta cinco años atrás. Pero no furia contra ella. Debía ser una buena mujer para que el chico la siguiese recordando.

Los días fueron pasando, para Yusuke tener a lado a Keiko tanto en el dojo en su vida fue un bien. Era una buena alumna, la chica pronto aprendió la técnica de la familia Inokuma, y abandonó por completo la técnica de la escuela todo vale Tendo. En poco tiempo fue una buena maestra. Y como había pensado el joven entre los torneos y su forma de entrenar los dos chicos se hicieron muy famosos, y sus dojos ganaron alumnos.

No temían que nadie los recociera, al cambiar de nombre y su forma de vestir y su pelo, nadie supo que en realidad eran otras personas, ni siquiera su familia. Todos olvidaron a Ranma y Akane, todos incluso ellos.

Los dos jóvenes habían salido a un centro comercial. Disfrutaban del día, tenían planeado comer, hacer compas de ropas, libros, dvd y más cosas. Ya habían hecho la mitad de las compras, cuando de golpe Yusuke se abalanzó sobre la chica y la metió en un pequeño callejón oscuro.

-¿Qué pretendes?, ¡ Suéltame!- ordenó la joven. El chico le hacía movimientos para que callase, ella intentó resistirse- no porque seas mi jefe puedes…

El joven al ver que ella no callaba aproximó sus labios y la besó. Ella lo miró con los ojos muy abiertos, no comprendía, la actitud actual del joven. Nunca la había besado, ni había intentado nada. Notó el nerviosismo del joven. La estaba besando para que callase, pero lo hizo con una pasión sin limite, ella no se resistió y se dejó llevar por ese beso y ahondo en la boca del chico, lo cogió por el cuello, y… la chica recobró sus facultades, empujó al chico y lo miró enfurecida Y lo abofeteó.

-¡No vuelvas a intentarlo o te mato!, ¡como vuelvas a intentar besarme te arrepentirás!- la chica se giró e iba a dejar el callejón. Esa noche le pediría una casa al chico y se iría a vivir sola. Y cuando fue a salir a lo lejos vio el porque de la reacción del joven. Él por que la metió en ese sitio y la calló como hizo. Se le fue a escapar un grito, pero Yusuke, la cogió de nuevo y la metió en el callejón. Ella se llevó las manos a la boca para contener el grito que pugnaba por salir de ella

-No grites o nos recubrirán y estará todo perdido- dijo el chico.

Ella lo miró asustada. Como dijo el chico, había faltado poco. Suerte que el chico las vio a los lejos. Allí a unos metros de ellos estaban las hermanas de ella y la madre de él. Esas mujeres no los vieron, andaban en su misma dirección, y por eso no los vieron. Yusuke si las vio, y fue por eso que metió a Keiko en el callejón. Para callar a la chica él tuvo que besarla.

Faltó poco a que lo viesen, ahora ella se arrepentía de haberle gritado y abofeteado.

-Yo… lo siento… no debí… gritar, ni haberte pegado- dijo ella con vergüenza.

-No tienes que discúlpate, al verlas me puse nervioso y al no callar tú… no supe como reaccionar, e hice lo primero que pensé para callarte.

Los dos se miraron, ese día se había fastidiado de mala forma. Debían volver a casa de forma inmediata. No habían disfrutado tanto como pensaron, ni compraron todo lo que quisieron. Ni mucho menos pudieron ir al cine. Pero al menos se habían besado, era lo único bueno.

Supieron que aunque con otros nombres y con su aspecto cambiado, no estaban a salvo. En cualquier momento podían ser descubiertos. Un temor se instaló en ellos y durante un tiempo no se alejaron de donde vivían. Compraban cerca de casa, o a través de internet. El miedo a ser encontrados duró mucho tiempo.

No volvieron al centro comercial en muchos meses.

Esa noche en el apartamento. Durante días ella le había pedido de que le diese un apartamento, él de malas ganas había aceptado, le daría él de frente suyo. Así estarían cerca. Pero al ver a su ex- familia, cambió eso. Se sentían más protegidos viviendo juntos. Si los encontraban serían más fuertes los dos juntos.

En realidad ella tampoco quería irse a vivir sola, se había acostumbrado a vivir con ese chico, a veces tan bobo, y otras tan bocazas, pero en general un buen chico, lo quería mucho, no deseaba separarse de él jamás. No sabia que él pensaba igual.

Esa noche cenaron poco, el encuentro con esas personas les quitó el hambre. Casi no hablaron, metidos en negros pensamientos y con malos presagios.

Los dos se acostaron. Ranma no podía dormir. Su familia los traicionó, y nunca supo el motivo, no comprendía porque él debía casarse con Nabiki, nunca aguantó a esa bruja. Ni porque Keiko, cinco años bajo el nombre de Akane, se tenía que casar con el idiota de Kuno. Tampoco entendía es fijación por encontrarlos y llévalos de nuevo al dojo Tendo, allí había algo escondido, su familia tramaba algo, y algo le decía que no era de todo legal.

Estaba dando vueltas en la cama cuando la puerta se abrió y apareció Keiko.

-No puedo dormir, ¿ puedo dormir contigo?- dijo la chica.

El chico la miró, ella llevaba un pijama de dos piezas, muy recatado. A Keiko no le gustaban los camisones, y menos los transparentes. Pero de todas formas la encontró muy bella y sexy.

-Si, adelante- dijo él muy nervioso. Desde la muerte de su mujer Yusuke no había dormido con ninguna mujer, aunque hubo alguna que lo intentó, incluso se encontró alguna en su cama, la descarada pronto se encontró saliendo de la casa detenida y esposada. Acusada de allanamiento y proposición indecente.

Lo que Yusuke no sabia que el último chico que durmió con Keiko fue él mismo cuando eran niños.

Los dos acostados se miraron. Los nerviosos y asustados por la cercanía del otro.

¡Tengo miedo!- confesó ella- tengo miedo a nuestras familias, traman algo y no sé que es, pero no me gusta.

El joven le acarició la cara

No temas, no dejaré que te pase nada.

-Ni yo a ti- contestó ella-¿recuerdas que cuando éramos juramos protegernos él uno al otro?- el chico asintió.

-Si, lo recuerdo bien, para mi no fue un juramento infantil. Lo dije de verdad. Y lo mantengo y lo reafirmo. Conmigo a tu lado no te pasará nada.

-Yo te digo lo mismo, te protegeré siempre.

Los dos se miraron y sus bocas se acercaron y se besaron. No pararon ahí, y por primera vez los dos hicieron el amor, tal vez lo hicieron por el miedo que los dos sentían. Pero no por ello le pusieron menos ganas. Durante el acto se llamaron por sus atenticos nombre y se juraron amor eterno.

El día los recibió con ellos desnudos y abrazados. Al despertar se miraron se sonrieron y se levantaron, se ducharon juntos

A partir de ese día vivieron como si fuesen pareja. Dormían juntos, alguna vez a la semana hacían el amor. Pero no por ello bajaron la guardia, se sentían amenazados, en cualquier momento serían descubiertos. Eran dos presos en una cárcel sin muros.

Pero algo cambiaría eso, y no sería silgo malo.

Poco a poco recuperaron su tranquilidad y volvieron a salir a la calle sin miedo, pero sin bajar la guardia

Cuando salían se disfrazaban, o Yusuke iba en su forma de chica, y parecía que eran dos amigas que iban de compras.

Poco a poco, lo que empezó a surgir entre ellos aquella noche en que hicieron el amor por primera vez se volvió muy fuerte. Tal vez fuese el recuerdo del amor que se tuvieron de niños, pero ese amor iba creciendo, ella ya no quería una casa para ella sola. Quería vivir siempre con su jefe, y él no quería que ella dejase ese apartamento.

Empezaron a salir como pareja, y Yusuke dejó de usar su aspecto femenino en estas salidas. Se cogían de las manos y se sonreían.

Cada vez que podían y no tenían un compromiso salían juntos. En la motos de él hacían kilómetros, viajaban al azar, paraban en un restaurante y comían y seguían viajando. Pernotaban en un hotel donde hacían el amor y seguían viajando.

Y de un día a otro se sintieron libres, ya no más huidas por culpa de la familia, sentían que esta ya no existía, sólo ellos dos y nadie más. Pero esos días acababan y debían de volver a sus obligaciones, el trabajo, los torneos los reclamaban, pero siempre había un momento en los días para ellos dos.

Y un día que habían ido al parque de atracciones al volver les esperaba una sorpresa.

Yusuke abrió la puerta y entró y detrás de él entró Keiko. Y sobre el chico saltó una niña de cinco años.

-¡Hola papa!, ¡He vuelto!, te he fechado de menos. Te veo tan poco, sólo en las noticias, y siempre disfrazado. -Keiko miró la niña y tuvo dos deseos contradictorios. Por un lado sintió unos celos enormes y por otro le dieron ganas de cogerla. Esa niña, era la hija que tuvo Yusuke con otra mujer, una mujer a la que amó. Se sintió fuera de ese mundo. Un mundo que giraba alrededor de esa mujer y que ella no existía, le dieron ganas de llorar. Si todo hubiera ido bien ahora esa niña sería su hija y la de Yusuke, ¡no!, la de Yusuke no, por que Ranma no hubiera abandonado ni su nombre ni su apellido… y ella tampoco.

Notó que la niña la miraba, primero con celos, esa niña era muy posesiva, no dejaría que nadie se acercara a su padre. Pero después esa niña sonrió, dejó a su padre y se acercó.

-Hola soy Botan, soy la hija de Ran, digo Yusuke y de Atsuko Inokuma- dijo la niña. Se dio cuenta que casi había dicho el nombre autentico de su padre. Se puso pálida, y se llevó las manos a la boca, y miró a su padre pidiendo perdón.

-No importa, Keiko y yo no conocemos desde que teníamos tu edad, éramos muy buenos amigos. Ella sabe mi verdadero nombre… y yo el suyo autentico

La niña miró a la joven que tenía delante y abrazó posesivamente a su padre.

-Ranma es mi padre, pero tú lo debes llamar Yusuke, es mío y de nadie más. No te lo dejaré, no serás mi mamá- dijo mirándola como una rival.

-Tu padre a tu edad era igual de posesivo conmigo, había un chico que nos quería sepáranos. Tu padre le estaba dando siempre palizas, pero ese chico no entendía y volvía para que tu padre le pegase más. Decía lo mismo que tú. Que yo era suya y no me dejaría para nadie.

La niña miró a su padre.

-Tu siempre me dices que no debo pelearme con nadie, y tú cuando eras pequeño lo hacías.

-¡Eso era distinto!, en esa época yo era el prometido de Aka… de Keiko- dijo el joven- debía enseñar a ese tonto a no molestar a mi amiga.

La niña miró a Keiko.

-No te dejaré a mi papá, pero podrás ser su amiga- la chica sonrió.- me caes bien. Quiero ser tu amiga. Pero no me ganarás en las artes marciales.

Keiko la miró.

-Un día quiero ver como luchas. Lucharé contigo y veremos quien gana. La que venza- miró a Yusuke- ganarás un helado triple de chocolate, la que pierda, sólo será un helado doble. Pagará tu padre.

-Trato hecho- dijo la niña- pero ganaré yo.

-Y gané quien gane perderé yo- dijo Yusuke con fastidio- me tocará invitar a dos mujeres muy caprichosas.

-Es tu signo. -Dijo una voz- y de la cocina salió una mujer de unos cuarenta y cinco años. Miró a los dos jóvenes y sonrió- Necesito algo para hacer la cena. ¡Yusuke ¡ ¿Podías ir y llevarte a Boten?

El hombre salió acompañado de la niña. Las dos mujeres se miraron. Esa mujer quería hablar con Keiko, y está se imaginaba de que.

-Soy Genkai, la suegra del que tú conociste como Ranma. Ahora que no hay impedimentos quiero hablar contigo, mientras cocinamos.

-Mi nombre ahora es Keiko, ¿No podemos sólo hablar? Soy pésima cocinera, Yusuke no me deja cocinar, la ultima vez que lo hice estuvimos tres días con mal de estomago, siempre cocina él.-contestó Keiko.

La mujer la miró.

-¿A que has venido aquí?- dijo seria- No te dejaré hacerle daño a Yusuke, ya ha sufrido mucho, no te dejaré que le hagas daño. ¿Cómo lo conociste?

-Lo sé, por culpa de la promesa de su padre… y el mío los dos sufrimos. Lo conozco desde que erramos niños, y teníamos otros nombres. Nos prometieron, luego su padre se lo llevó de entrenamiento y cuando volvió años después. Entre su padre y el mío, cambiaron de opinión. Nos separaron. A él lo quisieron casar con mi hermana mediana… y a mi con un ser depreciable, el mismo chico que nos acosaba de pequeños, al que le dábamos palizas. Este compró a nuestros padres para que cambiasen esa promesa. Nos vendieron a los dos. Ese personaje era el rival de Yusuke de pequeño, los dos se peleaban por mi. Yo apoyaba a Yusuke y lo animaba. Y también le ayudaba a darle palizas a ese crio. Al crecer siguió odiando a Yusuke y sobornó a nuestra familia para separarnos… y lo consiguió, pero no como él esperaba.

-Que sepas la historia no significa que sea la autentica Akane Tendo.

-No soy Akane Tendo, al menos ya no lo soy. Ni lo volveré a ser. No quiero hacer daño a Yusuke. Lo he querido desde niña, jamás le haría daño, he soñado con él desde que nos separaron- dijo Keiko y empezó a llorar con desesperación- cada día, he soñado con él. Ahora que estoy a su lado, sueño que nos vuelven a separar, que nuestras familias nos encuentran y nos separan- la chica lloró con más desesperación- ¡no quiero!, ¡No quiero volver a separarme de él!, ¡Nunca!. ¡Estos años sin él fueron lo peor de mi vida!. No estuvo conmigo cuando murió mi madre, no estuvo conmigo en esos años de soledad. Y cuando me dijeron que volvía me ilusioné – calló un segundo- hasta que me dijeron que habían cambiado de opinión. Y me quisieron obligar a casarme con ese tipo que me quiso comprar. Yusuke, entonces conocido como Ranma huyó, y yo hice lo mismo días después. Mi familia no se rindió y me persiguió a cada momento. Me arruinó la vida cada vez que empezaba de cero, me encontraban siempre, cada vez caía más bajo. Ellos querían que al final me rindiese, incluso contactaron con un grupo de Yakuza, para que me obligaran a prostituirme y a quedar así de destruida, me rindiese y volviese a casa humillada y rendida. Y me casará con Kuno.

La joven paró de hablar. La mujer la miró, era prácticamente lo que le pasó a Yusuke. Esa mujer de edad madura supo que esa joven no mentía, que decía la verdad.

-¿Cómo te encontró después de tantos años?- preguntó la mujer.

-Me encontró por causalidad- contestó la joven- él iba por la ciudad, y pasó por donde estaba yo peleando con unos yakuza, me ayudó a escapar y me dio cobijo y empleo.

-Hizo bien, te creo, creo en tu historia. Y veo que no lo harás sufrir, ni él a ti. Veo que los dos sentís algo él uno por el otro. No me opondré a vuestra relación. Todo lo contrario, creo que esa relación es lo que necesitáis los dos. Yusuke se cerró cuando murió mi hija, sólo vivía por el dojo y los torneos, no tenía tiempo para su hija. Ahora lo veo mejor. Es por ti, tú lo has rescatado y él a ti.

-Pero es tan difícil, ya no somos los que éramos de niños. Nos han destruido, y nos tuvimos que volver a reconstruir y no lo hicimos bien. Ya no somos Ranma y Akane, ahora somos Yusuke y Keiko.

-Pero en el fondo sois los mismos.-dijo la mujer- es hora que luchéis por lo que os han quitado, es hora de volváis a reclamar lo que es vuestro. -Keiko la miró sorprendida y esa mujer le sonrió- tengo que deciros algo a ti y a Yusuke. Pero lo haré después de la cena.

Yusuke y su hija Botan volvieron. La niña le pidió a Keiko que le contase historias de cuando su padre era niño y jugaban juntos. Para vergüenza de Yusuke, la joven relató algunas de sus aventuras infantiles.

-Nos pasábamos juntos todo el día, jugábamos. Nos peleábamos mucho entre nosotros, pero hacíamos las paces pronto, no podíamos separarnos por mucho tiempo.

-Éramos el terror del barrio, ningún niño se metía con nosotros- continuó Yusuke- si lo hacían les pegábamos entre los dos.

-Eso nos trajo muchos castigos de nuestras madres. Porque venían a quejarse las madres de los chicos que pegábamos. Pero muchas de esas madres salieron asustadas. Tanto mi madre como la de Yusuke tenían mucho genio- y se rió- nuestras madres les decían a esas mujeres que sus hijos eran lo que empezaban la pelea y que nosotros nos defendíamos.

-Esas mujeres se iban muy enfadadas, pero esos no nos libraba de ser castigados.- continuó Yusuke- el castigo de nuestras madres era terrorífico.

Botan miró a los dos adultos asustados.

-¿Qué os hacían?- preguntó la niña atemorizada.

Yusuke y Keiko se miraron y se sonrieron.

-Nos castigaban sin vernos durante semanas.

-Eso no es un castigo grave.

-Para nosotros si lo era- dijo Keiko- éramos inseparables, para nosotros estar lejos uno del otro era una tortura.- contestó Keiko- y como casi siempre nos castigaban por culpa de mi hermana mediana, era con ella con quien pagaba mis enfados.

Y siguieron contando sus historias, las contaban con añoranza, la abuela de Botan los miraba sonriendo. Los lazos que unía a esos dos jóvenes fueron cortados por los caprichos de unas personas maliciosas. El destino los había vuelto a unir, desde siempre habían estado destinados a estar juntos.

Botan miró a Keiko y rió.

-Me caes bien, he cambiado de opinión. Me gustaría que fueras mi madre- Keiko se sonrojó y Yusuke también, la niña se giró a su padre- papa cásate con ella.-El joven padre tosió, y se puso rojo.- ¿Es que no te gusta? Es muy guapa y divertida.- miró a la joven- hoy duerme conmigo, ¡por fiiii!- la niña junto las manos y miró a la joven con ojos que la estremecieron.

Keiko miró a esa niña, no se callaba lo que pensaba, la chica que antiguamente se había llamado Akane. No sabía que contestar.

-¡Vale! dormiré contigo- contestó la joven al fin.

La niña aplaudió alegre y saltó de alegría.

-¿Y te casarás con mi padre?

- Eso está muy difícil- dijo Yusuke.

-¿Por qué?- preguntaron a la vez Botan y su abuela.

Yusuke miró a las dos asombrado- su suegra y su hija estaban de acuerdo.

-¡Papá!, no es una tramposa como Shampoo, ni una interesada como Ukyo, ni está loca como Kodachi.- la niña miró a su padre- Akane, digo Keiko es una buena chica. Aquellas no me gustaron desde el principio, ni yo a ellas. Te dije que eran malas y lo fueron.

Yusuke tragó saliva.

-Esas tres que ha dicho mi hija- contó Yusuke a Keiko-- fueron tres chicas que quisieron ser mis esposas. Botan las odió desde el primer momento, y ellas la odiaron a ella, intentaron acabar con ella A mi no me gustó ninguna. Nos molestaron tanto que les puse a las tres una orden de alejamiento. No la cumplieron y ahora están en la cárcel.

Keiko lo miró, seguro que ese joven desde la muerte de su esposa no se había relacionado con nadie. Ella tampoco, tener que huir continuamente no era bueno para establecer vínculos.

-Cenemos- dijo Genkai- que ya es hora.

La cena recurrió tranquilamente. Después la niña se sentó encima de Keiko y allí se allí se durmió. La joven la llevó a dormir y como prometió durmió con ella.

La mujer mayor, ya a solas, miró a su yerno.

-¿La has echado de menos?- preguntó de golpe.

-,No sé si te refieres a Keiko o Botan, y te diré que si, a las dos. Encontrarme con Akane, digo Keiko fue un golpe de destino. Al principio desconfió de mi. Pero ha sido una ayuda en el dojo, y una excelente compañera.

- No sólo te ayudado en el trabajo sino en tu vida.

- Me ha hecho recuperar mi ilusión en la vida, pero también mis miedos. Y si nos encuentran, y si intentan separarnos de nuevo. Ya no podemos huir de nuevo, yo tengo una hija, y no puedo dejarla. Ni Akane ni yo podemos empezar de nuevo.- entonces se dio cuenta que había llamado a Keiko por su verdadero nombre y no era la primera vez que lo hacía, los dos lo hacían continuamente cuando estaban a solas.- tengo miedo que vayan por Botan.

La mujer miró a su yerno.

-Ya no tenemos los medios de que disponen el conglomerado de dojo Tendo- Saotome. Nos hemos vuelto un dojo menor, pero no por ello débil. Has estado oculto durante años, no te harán daño.

-No estoy tan seguro, creo que ellos ya saben donde estoy, al menos yo. Mi participación en los torneos me ha debido delatar. Son torneos menores, que no llaman mucho la atención, y voy con el pelo teñido y algo de maquillaje,- ese maquillaje era un falso tatuaje en la cara

La mujer se preocupó y lo miró alarmada.

-¿Por qué dices eso?

- Esas tres locas que me acosaron…creo que fueron mandadas por mi padre y Soun. A Ukyo la conocimos de pequeños. No creo que su aparición fuese causal.

-¿Lo sabe Keiko?- preguntó

-Me lo he imaginado cuando la ha mencionado Yusuke. – los dos se giraron y vieron aparecer a Keiko.- Ukyo apareció en nuestras vidas cuando éramos niños. En un principio creímos que era un niño por como vestía. Al ver que empezó a odiarme e intentar separar a Ranma de mi descubrimos la verdad, era una niña.

Keiko sonrió.

-Entre Yusuke y yo lo descubrimos , un día de lluvia, nos mojamos y al llegar a casa los tres. Yusuke y yo nos desnudamos para bañarnos juntos, como siempre hacíamos, no teníamos vergüenza en mostrarnos desnudos. Y entre los dos desnudamos a Ukyo, en contra de su voluntad. Él no quería desnudarse- la chica rió- y cuando lo vimos desnudo descubrimos que no era él, sino ella.

-Desde ese día Ukyo odió aun más a Akane. Y como yo la vi desnuda alegró que me tenía que casar con ella. Al poco tiempo su padre se cambió de ciudad, y no volví a verla, hasta que apareció hace años. Yo la conocí al instante. Ella no me reconoció o simuló no conocerme.

Genkai miró a los dos jóvenes y se rió.

-Mira que desnudar a una chica. No ver que no era un chico-dijo- riéndose-erais muy inocentes, creo que los seguís siendo.- la mujer se reía a carcajadas- bueno, ahora en serio- su cara se puso sería- tenemos que hablar- paró unos segundos, lo que diría sería difícil de tragar para los dos jóvenes- He recibido una propuesta… una que no os gustará.- los dos jóvenes se miraron asustados.- he recibido la propuesta, aunque es más una amenaza, de que nuestro dojo se una a la cadena Saotome- Tendo

La reacción de los dos jóvenes fue instantánea

-¡Nunca!- dijeron a la vez- estamos luchando mucho para que recupere el esplendor wue tenía antes, antes de que el clan Tendo-Saotome nos hiciera perder tantos alumnos.

La mujer mayor sonrió.

-Sabía que diríais eso -contestó con una sonrisa.

- Hemos tenido que huir continuamente para escapar de ellos- dijo el joven- cada vez que nos encontraban… nos arruinaban la vida. Si intentábamos empezar de cero, ellos nos encontraban y nos destrozaban todo. No podemos volver a huir, no tenemos fuerza para volver a empezar de nuevo.

Keiko asintió.

-Esta es nuestra última y única opción. Ya no podemos más.

- ¡Si!, ¡Tenéis una oportunidad!, ¡Recuperar vuestra vida!, ¡Enfrentaros a vuestra familia y vencerla!

-¿Cómo?- preguntó Yusuke.

-¡Aceptar su reto, y ganarles!. Pero no como Ranma y Akane, si no como Yusuke y Keiko.

Los dos jóvenes se miraron y sonrieron.

-¡De acuerdo!, lo haremos. Pero será según nuestras condiciones- dijo el joven.

Desde ese día los dos antiguos amigos entrenaron muy fuertes, estaban cada vez más unidos, dispuestos a vencer. El dojo de sus padres jugaba muy sucio, presionaba y amenazaba a los alumnos de los dojos Inokuma para que lo abandonaran y de que fueran al suyo. Por esa razón Yusuke y Keiko tenían cada vez menos alumnos.

Eso motivó a los dos jóvenes a vencer a su antiguo dojo.

Cada día que pasaba la pareja estaba más unida, bromeaban, se reían… y tenía sonoras peleas por tonterías. En esas peleas eran observados por la suegra y la hija de Yusuke.

-Son como niños, sus peleas son infantiles- dijo la niña.

-No son como niño, ¡Son unos niños!- contestó la mujer- me dan ganas de castigarlos y mandarlos a la cama sin cenar- y al final eso hizo.

A pesar de esas peleas, los dos jóvenes a las pocas horas se hablaban con normalidad, como si no se hubiesen peleado, para asombro de las otras dos ocupantes de la casa.

-¡Estos adultos están loco!- dijo la niña.

-¡Muy, muy locos!- contestó su abuela. Pero sonrió, a esa locura se llamaba amor, y ese par de inmaduros la mayoría de las veces no sabían como expresarlo.

Y un día, Yusuke se llevó a toda la familia a comer.

-¿Qué celebramos hoy?- preguntó la niña.

-Que le pedí hace dos días a Keiko que se casara conmigo, me pidió tiempo para pensarlo y ayer aceptó.

Las niñas se lanzó en brazos de su padre y después de Keiko.

-¡Serás mi mamá!, hace varios día vi una estrella fugaz y le pedí que fueras mi mamá, y me ha concedido el deseo.

- Esperaba que esto pasara- contestó la suegra de Yusuke- ¿Cuándo será la boda?

- Hoy, por la tarde.

-Pero no vamos vestidos adecuadamente- se quejó la mujer mayor.

- Queremos una boda discreta, algo que no llame la atención. Cuando esté todo resuelto haremos una ceremonia mejor.

Y esa tarde la pareja unió sus vidas de forma legal. El sueño que tuvieron de pequeños se cumplió al fin.

Y una tarde, varios días después. Un coche aparcó delante del dojo Tendo. Bajaron tres personas. Los dos más jóvenes miraron a ese sitio con añoranza , se criaron allí, pero también con rabia. Las personas que estaban allí los habían separado, por esas personas tuvieron que huir y vivir muy malos momentos. Hoy ellos se vengarían.

-Entremos- dijo la mujer mayor- es hora de que recuperemos los que nos han quitado.

Dentro del dojo la familia Tendo- Saotome estaba al completo.

-Hoy nos quedaremos con los dujos Inokuma- dijo Soun- ya nadie nos hará sombra. Los Inokuma son orgullosos y no se han doblegado y eso que le hemos hecho perder muchos alumnos. Se doblegan o a acabaran desapareciendo.- miró a Nabiki- ¿Se sabe algo de Ranma y Akane? Debemos encontrarlos u traerlos de vuelta. Cumplirán con nuestros deseos quieran o no.

-No. Hace tiempo que parece que desaparecieron del mundo, pero tarde o temprano lo encontraremos. La última vez que supe de Akane fue cuándo enviamos a esos yakuzas de tercera por ella. No salieron bien de ese encuentro. Alguien la ayudó, no sabemos quien fue. Nadie ha vuelto a verla.

-Puede que ese alguien la ayudó a esconderse-comentó Kasumi- podía ser un policía y la oculten. Si fuese así ahora estaríamos en problemas.

-No lo creo- contestó Tatewaki- tengo a varios policías sobornados. Si ocultasen a Akane yo lo sabría.

-Debemos encontrarla- dijo Soun- Akane se llevó el testamento de mi mujer, en él le dejaba este dojo. Debemos recuperar ese documento- miró a los allí reunidos- a cualquier coste, incluso si le cuesta la vida a Akane. En cuanto a Ranma debe ser nuestro sucesor y dirigir nuestros dojos, en apariencia. Pero seremos nosotros lo que dirijamos todo. Y con él como dueño, podemos seguir utilizando los torneos para introducir droga y venderla. Si nos pillan Ranma será el cabeza de turco y pagará por nosotros. Nadie sabe que utilizamos el interior de los trofeos que ganamos para meter la droga.

-Bien- dijo Genma- no se pondrán oponer durante mucho tiempo a nosotros, ni escapar eternamente, tarde o temprano volverán por gusto o por la fuerza.

Soun miró a Ryoga.

-Debes vencer a ese Yusuke.

-Si, es un débil. No podrá conmigo.

-¿Cómo es?- le preguntó Nabiki- dices que es débil, pero nunca nos has dicho como es.

-Algo más bajo que yo. Y menos fornido. Tiene el pelo de color negro, y los ojos de color gris… no azul… -se calló un rato. No sabia que su rival llevaba lentillas que le cambiaban el color de los ojos

- No te acuerdas como es- le gritó Kasumi furiosa- no sólo no tienes sentido de la orientación, si no que no tienes memoria, ¡eres un completo inútil!- la chica no era la callada y sonriente de antaño. Desde que su padre le prohibió seguir de novia de ese doctor de nombre Tofu. Había pegado un cambio de 180 grados. Se había vuelto violenta y malhablada. No se callaba nada y tenía un pésimo mal humor.

Todos la miraron asustados, esa chica había pasado de ser una amable ama de casa a ser una de la jefas de la organización criminal que se ocultaba bajo la tapadera de los dojos Tendo. Junto a su hermana Nabiki eran las que organizaban los planes. Las compras y chantajes de otros dojos, los sobornos, tanto a policías como a jueces. Los amaños en los torneos internacionales. Las compra y distribución de droga eran frutos de la colaboración de las hermanas mayores de la familia Tendo. Nodoka se dedicaba a que nada en la casa pareciera sospechoso, y los patriarcas eran los cabecillas de la organización. Tatewaki Kuno era el único socio, rico y con influencias, a salvo de todo. Y Ryoga unos de los peones alguien necesario, pero en cualquier momento podían deshacerse de él. Por eso necesitaban a Ranma, un panolis que no se enteraría de la verdadera actividad de la familia, alguien a quien manejar como un títere sin inteligencia. Y a Akane… sólo querían de ella el documento que le dejó su madre como dueña del dojo Tendo, después de conseguir ese documento, si querían la podían hacer desaparecer.

-No me acuerdo como es, sólo que el viejo Inokuma lo encontró luchando en un torneo ilegal y lo acogió, en pocos meses se volvió se favorito- Ryoga hablaba con rabia- consiguió el puesto de maestro principal- el chico cerro los puños con rabia- ¡ese puesto era mío!. ¡Luché por él durante años!, me enamoré de la señorita Atsuko Inokuma y ese degenerado trepador me la quitó. Ahora yo podía ser el dueño de los dojos Inokuma.-

- Y estar asociado con nosotros. Aunque creo haber oído que fue el señor Inokuma el que tuvo la idea de casar a su hija con ese tal Yusuke.- dijo Nabiki burlándose del chico.

-Tarde o temprano mataré a ese impostor- miró a su jefes- cuando nos quedemos con los dojos Inokuma quiero ser el jefe de su dojo principal- pidió el joven, y añadió con rabia- ¡ Será mi triunfo definitivo sobre ese imbécil de Yusuke!.

-Eso esperamos de ti, si vences a ese Yusuke te daremos su dojo principal, que es una bagatela comparado con cualquier de los nuestros- dijo Nabiki, Ryoga sonrió- Pero si no cumples con ese objetivo- la chica se puso seria- nos desharemos de ti, y buscaremos a alguien que ocupe tu lugar. No es necesario ser inteligente para estar en tu lugar. Cualquiera sirve- la chica se rió

El joven bajó la cara, esa mujer se había reído de él, y no podía contestarle, no quería a acabar en un hoyo. No sería la primera persona que esa mujer hacía desaparecer.

-¡Contesta!- gritó enfurecida Kasumi-¿Te vez capaz de vencer a ese Inokuma?, ¿Si o no?. Si no eres capaz buscaremos a otro. Sólo eres un peón en nuestra familia. Haz tu trabajo y serás recompensado bien… fallarnos y nadie te volverá a ver.

Ryoga levantó su cabeza, y miró a esa mujer.

-¡Sin duda! ¡ganaré a Yusuke Inokuma!,

Kasumi miró a su hermana.

-¡Debiste investigar a ese joven!, ¡Es bastante famoso!, ¿Por qué no lo investigaste?- preguntó la hermana mayor- sale en revista y en la televisión. Debíamos saber como es.

-¿Para que?, sólo participa en torneos menores sin importancia. Puede ser el campeón mundial, pero es de un campeonato de segunda o tercera división. No se puede comparar con nuestros campeones. Le di la importancia que se merecía, ¡ ninguna!, y vosotros debéis hacer lo mismo. No penséis en él, realmente no vale para nada. – Nabiki había ninguneado a Yusuke, y la familia allí reunida pensó lo mismo- Yusuke no es nadie en las artes marciales y esa chica que le ayuda menos. No tenemos que gastar ni dinero ni tiempo en investigarlos.

Todos le dieron la razón. No sabían que habían cometido un gran error al no investigar a esos jóvenes.

-¡Buenos días!- dijo una voz. Todos se volvieron y vieron entrar a Genkai Inokuma. No sabían lo que había oído, podía haber escuchado todo. Daba igual, después de asociarse con ella, esa mujer tendría un accidente, o mejor Nodoka le ofrecería algo de comer. Ese veneno no sería jamás detectado, la muerte de esa mujer sería tomada por un ataque de corazón, ese era el efecto del veneno secreto del clan Saotome.

La recién llegada los miró y su sonrisa se transformó en una muesca de deprecio.

-Buenos días, si a gente como ustedes se le puede dar los buenos días.

-Es educado cuando se llega a una casa ajena se educado con los dueños- dijo con una sonrisa Kasumi, haría ver que era la amable y sonriente Kasumi.

-Eso también le vale a tu familia. No es educado mandar a secuestrar a nadie. Si alguien entra en casa ajena con fines perversos puede que no salga… como diría yo… ¿vivo?.

La familia Tendo- Saotome se calló y miraron a esa mujer con odio. Hacia unos meses habían mandado a secuestrar a la nieta de esa mujer. Ninguno de los secuestradores salió vivo de la casa de Genkai.

-Nos quisimos secuestrar a su nieta, sólo invitarla a ver a nuestros dojos.

- Y para invitarla era necesario ir armado, dispararme y coger a mi nieta y apuntarla con una pistola. Y yo invité a sus enviados a visitar el cementerio de forma perpetua.

-Nuestros enviados entendieron mal su cometido- dijo Nodoka- para reparar esa ofrenda ¿le gustaría tomar algo?

-He venido por negocios no a comer- contestó Genkai, esa mujer sabia que Nodoka no era de fiar- Mejor dicho hemos, porque no he venido sola. Conmigo han venido mi yerno y su mujer.

-Creo que su hija murió- dijo Kasumi haciendo el papel de buena.

-Si, mi hija murió, pero mi yerno se reencontró con una amiga, una buena mujer, que consiguió que Yusuke se volviera a ilusionar. Se casaron hace pocos días. Esa mujer es una excelente esposa para mi yerno y una gran amiga de mi nieta y mía.

-¿Y se puede saber como que no han entrado con usted?

-Por que nos estamos divirtiendo con vuestros matones- dijo con sarcasmo una voz de hombre que todos reconocieron- Que bajo ha caído el nivel de este dojo, que vigilantes más pésimos. No nos han durado ni un minuto, que aburrimiento. Este dojo se ha vuelto de un nivel superbajo, ni sé como es tan famoso.

- Si, esos tipejos no son gran cosa y como los alumnos sean igual de torpes, no puedo a llegar a imaginarme como ganan tantos campeonatos- era una voz de mujer, el tono de esa voz era de burla. También la reconocieron todos.

Y entraron Yusuke y Keiko, y miraron a la que consideraban su ex-familia. El desprecio de los dos jóvenes en contra de los que les había hecho tanto daño era enorme.

-¡Ranma!, ¡Akane!- dijeron todos menos Genkai.

-Permítanme presentarles a mi yerno Yusuke Inokuma, el campeón mundial, y su mujer, antiguamente conocida como Keiko Matsuda, y ahora como Keiko Inokuma. Los dos jefes del dojo central de la cadena Inokuma. A su vez Yusuke es el padre de mi nieta, y no está nada contento con su intento de secuestro.

-¡Tengo una nieta!, ¡ Mi heredera!-dijo contento Genma.

Yusuke lo miró mal.

-Creo que se equivoca, usted no tiene nieta, por que no tiene ni hijo. Su hijo dejó de existir cuando lo separaron de Akane. Él fue cambiando de identidad para que ustedes no lo encontrasen. Al final decidió llamarse Yusuke Yamada, y después cuando se casó eligió el apellido de su difunta mujer. Desde la primera vez que se cambió Ranma dejó de su hijo, denunció a esta familia.- el chico lo miró sonriente- no soy su hijo, para ustedes Ranma murió y resucité como Yusuke. No tengo padre ni madre. Sólo suegra, una esposa-señaló a Keiko-, una hija. Y un suegro y esposa difuntos. Y si vuelve a intentar secuestrar a mi hija lo mataré poco a poco- miró a todo- y no será el único. Por que he prometido no hacer nada hoy, si no ya estarían muertos.

Keiko miró al que había sido su padre.

-Lo mismo digo yo. No tengo ni padre ni hermanas. No soy Akane Tendo. Pero si tuve una madre, que murió.- miró a Soun y Genma- envenenada por las familia Tendo y Saotome- mi madre me dejó un documento explicándome como entre su marido, su hija mayor y la familia Saotome la estaban envenenando. A su vez me dejó en testamento esta casa y este dojo.- La chica miró a la que fue su familia- Yusuke y yo hemos estado huyendo de vosotros durante años, hoy hemos venido a recuperar lo que nos pertenece.

-¡Habéis vuelto a la familia!- dijo Soun- tu Akane te casarás con Kuno y Ranma con Nabiki.

-¿Por qué con ella?- preguntó furiosa Kasumi- estoy harta siempre lo mejor para Nabiki, ¡pues esta vez no!. ¡Yo me quedo con Ranma!

-¡Ni hablar Ranma es mío! – se le encaró Nabiki- así fue pactado.

Ninguna de las dos hermanas quería dar su brazo a torcer.

Hasta que intervino Keiko.

-Me parece que las dos estáis sordas. Él es mi esposo, si queréis saberlo, si hemos consumado el matrimonio por lo que no nos divorciaremos cuando pase un mes, y lo consumamos antes de casarnos. Bueno, ya han pasado dos meses- Keiko sonrió- si queréis un novio, tú- se dirigió a Nabiki- te puedes casar con ese tío con cara de tonto- y señaló a Kuno.

-Y tú – dijo Yusuke hablándole a Kasumi- te puede casar con ese imbécil de Ryoga- y miró a este- no es tonto, es tonto elevado a tres. Tendrás tres tonto en uno.

Ryoga se enfureció.

-Oye tú Yusuke… o Ranma- Ryoga se llevó las manos a la cabeza- ¡no se como llamarte!

-Pues quédate callado y no me hables. Esto es entre la familias Tendo-Saotome y nosotros los Inokuma. Los idiotas como tú o Kuno no tienen nada que decir.

-¿Me estás insultando?, ¿a mí!? , ¡Al gran Tatewaki Kuno!- exclamó Kuno con elocuencia- ¡ Yo siempre fui un gran guerrero! Y tú desde pequeño me humillaste con trampas y trucos. Usando en tu ataques a Akane. Ella siempre me quiso, y tú… con tus malas artes no le dejaba acercarse a mi y declarar que me quería.

Yusuke y Keiko bufaron con pesar, los idiotas lo son hasta que la guiñan, ese Kuno, era un idiota, siempre lo sería, incluso después de muerto.

-Kuno, Akane nunca te quiso- Keiko hablaba de su antiguo yo en tercera persona, como para decir que esa chica y ella no eran la misma persona- Ranma no te separó de ella.¡ Fueron ellos lo que no te querían cerca. Ahora la que conociste como Akane soy yo, mi nombre es Keiko. Akane dejó de existir cuando huyó de esta casa. No encontrarás a Akane en mi, ¡ ni tú ni nadie de aquí!, Tampoco encontrareis a Ranma en Yusuke. Ya no somos ellos. ¡Vosotros los matatateís!

- ¡Eres mi hija!, ¡ Harás lo que yo te digas!, ¡ Te divorciarás de Ranma y te casarás con Kuno!- bramó Soun.

-¡ Y tú harás lo mismo, ¡Mañana mismo haremos los trámites para vuestro divorcio.

-¡No!- dijo Yusuke furioso, no volverían a huir, ya no, era hora de luchar por su libertad- para empezar somos mayores de edad. Legalmente no debemos haceros caso. Hemos cambiado nuestros nombres y apellidos, también legalmente. También hemos denunciado a la herencia y deudas de nuestros padres biológicos, es decir vosotros- el chico les estaba diciendo que no querían saber nada de ellos- no somos vuestros herederos, no tenéis ningún derecho sobre nosotros.

-Pero yo si que he reclamado la herencia de mi madre, ¡este dojo!, no tenéis ningún derecho sobre él. Debéis abandonarlo antes de las cuatro de la tarde, o llamaré a la policía y haré que os eche.

-¡No puedes hacer eso- dijo Kasumi-este dojo es nuestra vida. Si lo haces no nos dejarás nada, nos destrozarás la vida.

Keiko miró a la que ya consideraba su ex hermana, para ella eta una desconocida. Y por primera habló como Akane.

-Tenéis sitio donde ir. No os encontraréis en la calle como… Ranma y Akane, que se quedaron sin nada. No nos dedicaremos a destrozaros la vida como hicisteis vosotros- la chica los miró- cuando os larguéis os llevareis todo. Todo lo que os dejéis ira a la basura o lo quemaremos. No queremos veros nunca más.

-¡Este dojo es el principal de los dojos Tendo!. No podéis quitárnoslo- gritó Nabiki. No podían cederlo, allí en el almacén secreto tenían guardada la droga.

- Es mío, me lo dejó mi madre, que por cierto- miró a las hermanas Tendo- os desheredó y denunció legalmente a vosotras como hijas.

Las dos jóvenes la miraron.

-¡No es cierto!- grito Kasumi- ¡mi madre me quería!

-¡Y tú a ella!- contestó Keiko con ironía- tanto como para envenenarla. ¡Tú ayudaste a Soun y los señores Saotome a envenenarla.- miró a Nabiki- y entre tú y ese idiota de Kuno conseguisteis el veneno.

Todos la miraron asustados. Los planes habían cambiado esos tres no podían salir vivos del dojo.

-Os deshicisteis de la señora Tendo por que os descubrió. Descubrió que usabais los torneos para traer droga. Antes de morir la señora Tendo dejó un documento, explicando todo- comentó Yusuke.- está en manos de nuestros abogados, y lo hemos subido a internet, si dentro de cuatro horas no se introduce un código se hará público y todo el mundo sabrá la verdad.

-Es un código en tres partes- dijo Genkai- cada uno de nosotros sabemos una parte. Si no volvemos y cada uno de nosotros introduce su parte del código- los miró y sonrió siniestra- ya os podéis imaginar lo que pasará.

Los residentes en el dojo se miraron, y después miraron a Nabiki, esa chica era especialista en saber descubrir las menhires, ella negó.

-No es mentira, dicen la verdad. No detecto que mientan.

-Podemos olvidar todo, pero con una condición- dijo Keiko con una rosa siniestra.

-¡Di!, ¡ilumínanos!- gritó Kasumi.

- Os iréis del dojo como hemos dicho- respondió Keiko- no dejaréis nada vuestro. Ni siquiera los productos y utensilios de cocina. Sólo nos quedaremos las cosas que fueron de Akane y de su madre.

- Podéis ir donde queráis. Una vez fuera os olvidaréis de nosotros y nos dejaréis en paz. Seremos desconocidos por que para nosotros no existís.

-¡Nos negamos!- gritaron la familia Tendo-Saotome.

Los dos jóvenes se miraron y sonrieron.

-Esperáramos esa respuesta- contestó Yusuke- entonces haremos otra cosa.- dejó pasar unos segundos para dar emoción. Keiko lo miró y suspiró, a veces Yusuke era tan…tan infantil- haremos una pelea, yo contra los dos idiotas- y señaló a Kuno y Ryoga, que se levantaron enfadados, dispuestos a destrizar a ese impertinente.

Pero Keiko habló antes.

-Y yo lucharé contra la que fueron hermanas de Akane- las dos Tendo se asustaron, no sabían luchar, perderían seguro- si ganamos, os largáis y olvidamos la existencia de vosotros, y vosotros de nosotros.

-¿Y si ganamos nosotros?- dijo un muy seguro Ryoga, Yusuke no le ganaría, eso era seguro.

-Haremos lo que vosotros querías- dijo Yusuke- volveremos a ser Ranma y Akane y os obedeceremos, salvo en una cosa.

- ¿Cuál?- preguntó Soun, estaba desesperado, quería que esos dos lo obedecieran, esa conversación se alargaba mucho.

-No nos divorciaremos, y Keiko será la dueña de este dojo, lo que ella aquí diga será obedecido sin pensar.

La familia se miró, en los dos tratos perdían.

-¡De acuerdo!- dijeron Soun y Genma para sorpresa de todos, los dos cabeza de familia querían recuperar a sus hijos para cumplir con sus planes.

-Pero si hacéis trampa por mínima, consideraremos que habéis perdido. No valen trucos sucios. ni venenos, ni armas- Siguió Yusuke- sólo participaremos los más jóvenes, si alguien que no debe participar se mete por medio…- el joven que en un pasado se había llamado Ranma miró a quien en un pasado fueron sus padres y su tío Soun- … habéis perdido.

-Nada de trampas- advirtió Keiko- nada de ayudar a nadie. La lucha continuara hasta el K.O. o que el contrario se rinda.

Todos estuvieron de acuerdo, la familia Tendo-Saotome se consideraba ganador. Ryoga y Kuno eran muy fuertes, en cuanto vencieran a ese chico que se hacía llamar ahora Yusuke, irían a por Keiko, ¡no a por Akane!, ya que para ellos, desde que los dos jóvenes entraron en el dojo habían recuperado sus verdaderos nombres.

Empezó la pelea.

Yusuke se defendía bien contra los energúmenos contra los que luchaba. Kuno nunca fue un rival a su altura. El kendoista era bueno, un campeón en su especialidad. Había aprendido nuevas técnicas, pero seguía sin estar a su altura. Ryoga era otro cantar, antiguamente era bueno, al juntarse a los Saotome había mejorado. Soun y Genma le habían enseñado bien, pero no había desarrollado una técnica propia. Yusuke había utilizado la escuela Inokuma para desarrollar su propia escuela.

Primero se deshizo de Kuno, fue fácil, este chico le atacó con la espada y Yusuke esquivo. Aprovechó que Kuno no recuperó la defensa enseguida y le dio una sucesión de golpes a una gran velocidad.

Ryoga aprovechó que su rival estaba atacando a Kuno para atascarlo. Se lanzó sobre ese que se hacía llamar Yusuke y cuando le iba a dar este se apartó. Ryoga no pudo frenar su golpe que le dio a Kuno.

-¡Oye imbécil!- le gritó Kuno enfadando.

-¿A quien llamas imbécil? Idiota- le contestó Ryoga.

-¡A ti!,¿ves a otro imbécil por aquí cerca?- le respondió el practicante de kendo.

-¿A parte de ti? A nadie.

-¡Ei chicos! Dejad la pelea de enamorados y seguir luchando conmigo. Es aburrido ganar una pelea por que mis rivales se pelen entre ellos por una pelea de novios- dojo Yusuke riendo.

Los dos rivales lo miraron con odio, lo que había insinuado Yusuke era una terrible ofenda que hería su orgullo de hombres.

-El gran Tatewaki Kuno te hará pagar por esta ofrenda.

-Aquí la única niña era tú Yusuke, siempre llorando por tu amor perdido y escondiéndote detrás de las faldas de la señorita Atsuko Inokuma- Ryoga se enfadó- la conocía desde que era niño, ella debía ser mi esposa. Y llegas tú y me la quitas, nunca te perdonaré esa ofrenda. Te ganaré y me quedaré con tu mujer.

Kuno lo miró furioso.

-¡Akane es mía! No te quedarás con ella- y empezó otra pelea entre los rivales de Yusuke que bufó fastidiado.

-¡ Otra pelea de novios!- dijo irónico-¡Estoy aquí!, acabemos el combate y después podéis tener una cita. Ir al parque cogidos de las manos, o seguir con vuestra absurda pelea.- Yusuke conocía a esos dos, se creían ser unos hombres perfectos, insinuarles que eran gais sería enfadarlos y mucho. Enfadados atacarían sin pensar, y cometerían fallos que jamás hubieran cometidos. Era una trampa idiota, pero esos dos estaban cayendo en sus provocaciones como dos principiantes.

-¡Esto lo pagarás con tu vida!- dijeron los dos chicos—yo soy muy macho.

-¡¡SI, mucho!- contestó el otro chico con ironía- y os atraéis como los polos norte y sur de un imán- se rió Yusuke- salta a la vista que entre los vosotros hay algo.

Las burlas del chico siguieron enfureciendo a los dos jóvenes. Que atacaron sin piedad, pero cegados por la irá eran unos blancos seguros para Yusuke

Mientras Keiko atacaba a las que fueron sus hermanas. Lo tenía más fácil que Yusuke.

-No nos ganarás- dijo Kasumi. Y de la nada sacó un cuchillo en la mano derecha, y una sartén en la mano izquierda- llevo mucho años practicando con estos utensilios, los puedo utilizar tanto para hacer de comer, como arma.

Keiko miró a la que fue su hermana, de la dulce Kasumi que ella conoció no quedaba ni el recuerdo. Ya no sonreía con dulzura, ahora su cara era una mascara con una sonrisa siniestra.

-Oí que te dejó- Tofu- debió descubrir la verdad bajo esa sonrisa tuya. Debió ver como eras en realidad.

-¡No me dejo!- gritó Kasumi- me obligaron a dejarlo. Yo no quería que de se fuera, y lo seguí viendo- miró a su padre y Genma- un día alguien lo hizo desaparecer. No volvió nunca. De allí no se vuelve. Comprendí la vedad, había sido una idiota.

-Nuestra familia no está hecha para tener relaciones sentimentales. Sólo nos unimos por negocios. Todos formamos parte de ese negocio. Nuestros padres, nuestros aliados… y dentro de poco vosotros.

-¡Habéis enloquecido!- dijo Keiko- hice bien en irme de aquí. No seré parte de vuestro negocio. Ni yo ni Yusuke.

Las dos hermanas atacaron a Keiko, esa chica las respetaría, habían sido sus hermanas. Pero se equivocaron en algo, la chica que tenían delante, no era la Akane que conocieron. Ahora era Keiko, su hermana ya no existía, entre todos la hicieron desaparecer.

-Hemos quedado que no valían armas- dijo Keiko.

-Para mi una sartén no es un arma, ni este cuchillo. Son utensilios de cocina.- contestó Kasumi.

- ¡Me debes mucho dinero!- gritó Nabiki. Keiko la miró como si no la entendiera- si, me debes dinero. Has estado muchos años fuera de casa. Yo vendía fotos tuyas, al irte se me acabó el negocio. ¡Quiero una compensación por toda esa perdida y quiero intereses.

-¡El cuchillo y la sartén no son armas. Y debo pagar a alguien por no ser blanco de sus estafas- dijo Keiko y de golpe chilló- ¡Lo que sois unas…!- lo siguiente que soltó por su boca provocó el sonrojo de todos. Fue un insulto tan grande que está censurado y con multa.

Keiko enfadada atacó a Kasumi y le quitó la sartén.

-Utilizaré esto como escudo- dijo la chica- Seré una especie de Capitán América, en mujer y a lo japonesa.

Mientras la pelea de Yusuke, con los dos chicos seguía. Los seguía punchando dudando de su sexualidad. En realidad una venganza, ellos le habían hecho lo mismo años antes. Kuno lo llamó niña por ir siempre con Akane y Ryoga nenita por estar siempre protegido por Atsuko Inokuma.

Pero Yusuke era más cruel. No los iba a dejar salir enteros después de lo que tuvo que soportar de esos dos en el pasado.

Los rivales del joven se lanzaron sobre él, y en el último momento Yusuke se apartó. El resultado que Kuno y Ryoga chocaron y para no caer se abrazaron.

-Como dice esa canción española. "BAILAR PEGADOS ES BAILAR …"- Canturreó Yusuke y se ríó a carcajada- ¡vaya pareja! Desde que los conocí me llamaron niña por ir con Akane y después con Atsuko, y ahora ellos parecen una pareja de novios,- se volvió a reír- Sois tontos y no tenéis elección. Los dos rivales se enfurecieron, miraron a ese joven con rabia. Realmente lo envidiaban, habían deseado a las dos chicas que se enamoraron de ese idiota. Ellos no lo consideraban lo bastante bueno para esa chicas. Yusuke sabia eso, ellos mismos se lo echaron en cara, para él era la hora de la venganza y para realizarla no solamente utilizaría los puños, los golpearía en el ego.- Akane, ahora llamada Keiko, y Atsuko me quisieron porque yo les di confianza y protección. Conmigo se sentían protegidas y queridas. Con vosotros se sentían acosadas, no le inspirabais confianza. Akane y Ranma se quisieron desde que tuvieron uso de razón, incluso cuando eran bebe de pocos días. Atsuko y yo nos quisimos, no fue un amor como el que tuve a Akane, fue distinto. Fue una amistad, aunque eso impidió que nos casáramos y tuviéramos una hija. También sentí que ella muriese. Me destrozó más mi ya destrozado corazón. Estuve años en la oscuridad hasta que mi amor de infancia reapareció y me salvó, y yo a ella. Nunca obtendréis el amor de Keiko, ni me quitaréis mi vivencias con Atsuko. Las dos fueron mías, y yo de ellas, siempre juntos.

-¡Eres un patán Ranma!- contestó Kuno-nunca querrás a Akane como yo. Debía ser mía. Luché por ella. Conmigo tendría todo.

- Todo menos amor- contestó Yusuke- ¡la quisiste comprar!, ¡ Sobornaste a Genma y Soun para obtenerla. Por tu culpa Ranma y Akane huyeron. Por tu culpa tuvieron una vida desgraciada. Arruinaste todo lo que ellos hicieron. Hasta que cambiaron de nombre y desaparecieron de tu vista. No te lo perdonaré nunca. Ni yo ni la mujer que se llamó Akane. Te volveré todo el daño que nos hiciste vivir, te mandaré al infierno donde caímos Keiko y yo.

Los tres chicos se miraron con odio y de nuevo los rivales de Yusuke se abalanzaron sobre él, este los esquivó, y de nuevo los dos chocaron pero cayeron al suelo. Ryoga encima, y Kuno debajo de él. Fue entonces cuando en el dojo se hizo el silencio, los labios de los dos jóvenes estaban unidos y por el impulso de la caída se abrazaron.

-¡Que asco!- dijeron los dos jóvenes- me ha besado un chico,- y lo dos vomitaron.

-¡Somos novios!- volvió a cantar Yusuke, esa canción era muy antigua- como este combate continue mucho si acabaréis siendo novios.- se rió Yusuke- esto puede ser el principio de una gran amistad, entre vosotros.

La ira cegó a los dos rivales que atacaron sin pensar. Yusuke los esperó confiado. El primero en llegar fue Kuno, Yusuke lo esquivó, lo cogió por un brazo y giró, girando a su vez a Kuno. El chico de la trenza lanzó a su rival contra su otro atacante. El choque fue tremendo, sus cabezas chocaron y los dos jóvenes cayeron al suelo desmayados. Uno. Encima del otro y abrazados.

-¡Que bonita imagen!- dijo Yusuke-¡ Hacen una buena pareja!, el cerdo y el acosador. Siempre os he vencido , siempre lo haré. Y pensar que estos dos son campeones mundiales cada uno en su especialidad, sólo me produce escalofríos.

Se giró y miró el combate de su mujer con las hermanas Tendo, se apoyó en la pared. No sólo por comodidad, sino porque no se fiaba de tres habitantes mayores de ese dojo y temía ser atacado a traición.

Mientras Yusuke luchaba contra sus rivales, Keiko luchaba contra las que fueron sus hermanas. Kasumi blandía el cuchillo con destreza, años en la cocina le habían dado practica con esa arma.

-Te descuartizaré- decía Kasumi- con una risa siniestra- y haré albóndigas contigo.

Keiko la miró y sintió un poco de pena por ella. Kasumi siempre había sido dulce y agradable. La prohibición que entre Soun y Genma de que siguiera saliendo con Tofu y que hubieran encontrado el cuerpo del médico en un rio, asesinado, la transformó en la loca que tenía delante.

-¡Estás loca Kasumi!- dijo Keiko- relájate. Te prometo que te curaremos y serás la misma de siempre. Sé lo que le pasó a Tofu lo leí en los periódicos.

-¡No sabes nada!- gritó enloquecida Kasumi-¡Me obligaron a cortar con él!, quedé con él, en un parque. Nos abrazamos… nos besamos- los ojos de la chicas se volvieron de loca- y mientras nos besábamos le clavé este cuchillo… una… y otra… otra. Cincuenta veces lo apuñalé. Lloraba mientras lo hacía- señaló a su padre y Genma y lloró- ellos me obligaron. Tuve que matarlo por eso. Como me obligaron a matar a mama. Y ahora te mataré a ti, nadie me obliga, lo haré porque yo quiero- se llevó el cuchillo a los labios y lo lamió- mi cuchillo quiere beber tu sangre y lo complaceré.

Keiko miró a su ex hermana con terror, esa no era la Kasumi que ella conocía. Estaba loca, la habían hecho enloquecer.

-Tofu no era sólo nuestro médico. Era quien procesaba la droga- le dijo Nabiki- nos quiso abandonar, volver a las montañas a cuidar de su vieja mama. No podíamos permitir que se fuera, sabia demasiado y utilizamos a Kasumi, ya medio enloquecida por matar a mama y le hicimos matar a Tofu. Kasumi es la asesina de la familia, cuando alguien nos molesta ella va con su cuchillo… y ese alguien muere y desaparece. Papá y tío Genma saben como hacerlos desaparecer. Tú te unirás al clan, y contigo tu esposo, recuperaréis vuestros verdaderos nombres, si os negáis moriréclanes-¡Estáis locas!, ¡No nos uniremos nunca a vosotros! Vosotros y nosotros dos no somos nada. Ni familia ni nada. Y os venceré.

Kasumi se lanzó sobre la que fue su hermana, esta la esquivó y con la sartén le dio en el culo. Kasumi enrojeció de vergüenza, que atrevimiento él de esa chica. Se llevó la mano a su trasero y se lo tocó. Le dolía, estaría días sin poder sentarse.

-¡Eso duele!- dijo Kasumi poniendo voz de pena, ofendida y muy infantil - en esa parte no se puede tocar. Esta prohibido tocar el culo a una chica sin su permiso.

Keiko la miró, recordó a la antigua Kasumi, tan dulce y agradable, y miró al monstruo que tenía delante, no se podría creer que eran la misma persona.

-Has cambiado. Yo te detendré. Te haré todos los sartenazos en el culo que quieras, te mereces un buen castigo, te daré muchos azotes en el culo.- y con un movimiento le quitó a su rival el cuchillo, y la hizo caer encima suyo. Keiko asentada y con Kasumi encima e inmovilizada.

-¡Déjame!, ¡Mira que somos hermanas!, ¿ Que me vas hacer?- preguntó Kasumi asustada. Keiko levantó el vestido de la que fue su hermana, hasta que dejó ver las braguitas blancas y transparentes de Kasumi-¿ Que pretendes hacerme?, ¡ Pervertida!

- Lo que te he dicho. Pegarte una zurra en el culo. Por cierto estás más gordita. Por lo menos diez kilos, como mínimo. Tienes el culo mucho más gordo.- y levantando la mano, Keiko empezó a azotar el trasero de la que fue su hermana- " Sufre mamona"- canturreó una canción, bueno hizo su adaptación.

Kasumi gritaba en cada golpe y al final se desmayó. Keiko bajó un poco las braguitas de Kasumi, el culo de esta estaba muy rojo y palpitaba. Después volvió a poner en su sitio esas braguitas, tapando el muy rojo culo.

-Tú te lo has buscado, es el castigo que se merece una sádica como tú. Ahora le toca su castigo a la mercenaria.- y miró a Nabiki con una sonrisa siniestra. Empujó el cuerpo de Kasumi, que cayó en el suelo y quedó sin sentido, enseñando sus braguitas.

- No podrás conmigo- contestó la hermana mediana- Si haces algo venderé fotos tuya y de Ranma cuando os bañabais juntos.

-Esas fotos eran de cuando éramos niños.- Keiko sonrió- estas desfasada unos años. Yusuke, o Ranma como tú lo llamas y yo llevamos meses viviendo juntos, desde que me salvó de un grupo de Yakuzas. Seguro que fueron contratados por ti y con lo tacaña que eres ni siquiera eran auténticos Yakuza, sólo una mediocre banda callejera.

Nabiki miró a esa chica, lo que dijo era verdad, había contratado a un grupo de matones. Y por poco dinero, ese grupo intentaron hacer su trabajo.

-Pues hablaré con asesinos de verdad. No tenía que hacer caso a mi padre y a Kasumi, y contratar a los asesinos que dije, ahora estarías finiquitada- Nabiki bufó- con tal de ahorrarse unos yens, tuve que utilizar a unos pandilleros.

- Pues yo sé como acabar contigo sin tocarte.- Keiko le enseñó unos billetes. A Nabiki al ver esos billetes se le hizo la boca agua. A una amante del dinero como era ella, enseñarle un billete por pequeño que fuera su valor, era como enseñarle a un hambriento un manjar. Nabiki quería esos billetes, haría cualquier cosa por ellos. Pero Keiko tenía otros planes para ese dinero.

Keiko les enseñó ese fajo de dinero, realmente eran de juguete, sacó una cerrilla y los quemó. Para Nabiki ver arder ese dinero, aunque eran papeles sin valor, fue un shock, se quedó paralizada, su cara se puso pálida. Estaba viendo la imagen más terrible del mundo, ¡ver arder dinero! Su mente no pudo asimilar eso, esa imagen la perseguiría siempre. Tuvo un cortocircuito en su cerebro y se desmayó.

Keiko había vencido a sus dos rivales, las dos yacían en el suelo desmayadas. Se giró preocupada hacía su esposo, preguntándose como le iba la lucha para descubrir que Yusuke la miraba riendo, como pensaba ese joven se había deshecho de sus rivales.

Se lanzaron uno a los brazos del otro y se besaron.

-¡Has ganado!- dijo ella mirándolo con orgullo.

-¿Lo dudabas?- respondió él con soberbia-tú también has ganado, estoy orgulloso de ti.

- ¿ Dudabas que lo hiciera?- contestando en el mismo tono que él.

-¡Que creída te has vuelto? Como te ha subido el ego- dijo Yusuke riéndose.

-He tenido un buen maestro- respondió ella mirándolo con ojos brillantes.

-¡Pues no sé de quien me hablas!- contestó él, simulando ignorancia.

Los dos jóvenes se rieron, se volvieron a besar, y recordaron que faltaba por resolver un problema, los jefes de ese clan criminal. Pero al girarse descubrieron que el resto de la familia Tendo-Saotome estaban atados y esposados. Genkai había hecho bien su faena, por algo erla comisaria de policía de un grupo de operaciones especiales. Ese grupo iba detrás de esa banda desde hacía año. Le sentaba mal haber involucrado a los dos jóvenes en ese asunto.

-Ya estamos involucrados. Tarde o tempranos nos descubrirán y vendrán por nosotros. Es faena nuestra detener a la que fue nuestra familia.- le habían dicho los jóvenes, cuando les pidió ayuda- ha llegado el momento de enfrentarnos a ellos, se acabo el huir.

Esa tarde toda la familia Tendo-Saotome fue detenida y llevada a prisión, pasarían allí muchos años. Los dos jóvenes que habían ayudado a detenerlos, sólo lo volvieron a ver en el juicio. Después de eso no volverían a verlos, pero si se mantuvieron informados de los que hacían.

Pasado unos meses.

El dojo Tendo había sido revisado y limpiado por la policía, todo lo que resultó sospechoso fue incautado. Una vez que acabo toda la faena policial el edificio fue entregado a su verdadera dueña, es decir a Akane. Los dos jóvenes una vez a salvo recuperaron sus auténticos nombres, volvían a ser Ranma y Akane, pero continuaron con el apellido Inokuma.

El resto de dojo de la familia Tendo- Saotome fue vendido por los dos jóvenes, y donaron el dinero a albergues para personas sin techo, el tiempo que estuvieron vagando pasaron mucho tiempo en sitios así y conocían las carencias de esos sitios.

Acondicionaron el dojo Tendo, se deshicieron de todo el mobiliario de su ex familia y pusieron nuevo, cambiaron el nombre al dojo. No querían nada que le recordarse a su ex familia. Sólo salvaron las fotos donde aparecía la señora Tendo, incluso cambiaron el altar recordatorio de la difunta madre de Akane. Quemaron todo lo demás. Pintaron de otros colores todo el edificio, repararon el dojo, y fue como si todo fuese nuevo, e iniciaron una nueva vida allí.

Ranma y Akane una vez recuperados su nombres comenzaron a participar en torneo grandes, ya como ellos mismos, sin disfraces, ya eran libres.

Parte de los antiguos organizadores de estos torneos había caído por pertenecer al clan Tendo-Saotome, ellos hacían trampas en los campeonatos y suministraban la droga a esos delincuentes ya presos.

Pronto los dos jóvenes se hicieron más famosos, y el apellido Inokuma se volvió popular. Abrió más dojos, todos querían aprender de los famosos Ranma y Akane Inokuma.

Un año después de que los dos jóvenes recuperasen sus nombres.

Estaban acostados en el tejado del dojo mirando las estrellas, como hacían cuando eran niños. Acostado el uno al lado comentaban de como había cambiado su vida en un año. De como de golpe Akane se encontró siendo madre sin haberse quedado embarazada. Botan adoraba tanto a su padre como a su madrastra, se sentía querida y mimada.

Los dos jóvenes hablaron de su próximo futuro, era un torneo internacional. Los organizadores de ese enveto debían recuperar el prestigio que se perdió cuando los antiguos organizadores se dejaban comprar por la familia Tendo.

Pensaban ganar ese torneo, les daría fama a nivel mundial, y así conseguirían más alumnos, que era lo único que querían.

No pudieron evitar recordar sus aventuras de cuando eran niños.

-¿Recuerdas cuando le metimos un sapo al profesor de historia?- preguntó el chico.

-¿Le metimos?, ¡Fuiste tú!- le acusó riendo la mujer.

-Tú me diste la idea. Es más fuiste tú quien atrapó a esa rana. Mientras yo metía la rana, eras tú quien vigilaba desde la puerta.- se defendió el chico- Estuvo a punto de pillarnos.

Los dos jóvenes se rieron.

-Lo vi venir, saltamos por la ventana. Y corrimos hasta la puerta y entramos.

-En medio de su clase, la rana empezó a croar. Que alboroto se montó cuando ese profesor abrió el cajón y salió del el pobre bicho. Que susto se dio la rana cuando vio a ese hombre.

- Con razón, era un bruto, me había pegado unos azotes en el culo por equivocarme en un solo decimal. Por eso me vengué con lo de la rana, se me ocurrió viendo un anime- la chica rió- y tú me ayudaste a vengarme.

- No iba a dejar que ese bruto te pegara y salirse vivo.- dijo el hombre.

-Pero él se vengó. Amenazó a toda la clase con castigarnos. Hasta que tú y yo confesamos.

- Nos abofeteó. Y llamó a tu madre- contestó su marido- Ella le revolvió los dos bofetones y tus azotes. Y lo amenazó.- los dos rieron- ese profesor pidió ese día el cambio de escuela. Menudo genio que tenía tu madre- el joven miró a su mujer- recuerdo que era muy buena y bella, pero siempre nos reñía.

- Si, íbamos al parque y volvíamos a casa sucios. Ella decía que no sabia quien era Akane y quien era Ranma- los dos volvieron a reír- no sé como nos ensuciábamos tanto.

-Recuerdo que algún día dijo que metería nuestra ropa en la lavadora… con nosotros dentro.

De nuevo estallaron en carcajadas.

-Era una buena cocinera. Recuerdo sus pasteles. – entonces el joven- ¿ Recuerdas aquella pastelería que nos llevaba.

-Si, la que había delante del parque, ¿ Aun estará allí?, ¿ y el parque?

El joven la miró y sonrió.

-Eso se puede saber pronto.

-¿No pensarás en ir a estás horas?- preguntó ella.

Ranma se levantó de un salto.

-Abría hasta las doce de la noche. Mi idea te gusta tanto como a mi, estás deseando ir.

Ella se levantó, lo cogió por el cuello y lo besó

-¡Vamos Ranma! Y después al parque a ensuciarnos como cuando éramos niños. Y si el parque esta cerrado. Saltemos la valla, no será la primera vez que lo hacemos.

El joven matrimonio salió del dojo, sin saber que fue visto por dos personas desde el jardín.

-¿Dónde van abuela? – dijo Botan- es muy tarde.

Genkai rió.

-Van a encontrarse con algo que dejaron aquí cuando se tuvieron que ir.

-¿Él que?- preguntó la niña.

-Sus recuerdos de infancia-la mujer miró a su nieta- Entremos, tus padres volverán muy tarde.

-¿Y no podemos ir con ellos?

-No, nadie puede acompañarlos. Nadie puede acompañarte al recordar tu pasado, sólo la persona que comparte esos recuerdos contigo.

-¿Recuerdas el abuelo y a mamá?- preguntó la niña.

-Mucho, cada día- dijo Genkai con pena.

-Pero me tienes a mi, a mi padre y a Akane- dijo la niña.

- Y soy feliz por tener a tanta gente alegre que me hacen reír.- miró a la niña- vamos a dormir

-¡Si! – dijo la niña, alegre-¿Me puede cantar esa canción que le cantabas a mi mamá? Me gusta mucho, la cantas un poco mejor que mama Akane y mucho mejor que papá.

-De acuerdo- dijo la mujer. Y las dos entraron a la casa.

Fin

Epilogo.

El destino del clan Tendo-Saotome y sus ayudantes no fue muy malo, aunque cometieron graves hechos, la justicia fue benévolos con ellos, y no fueron condenados a muerte, como pidieron las familias de sus victimas.

Kasumi libre al fin de la maléfica influencia de su familia fue recuperando su carácter. A parte los azotes dados por Akane le dejaron un trauma, cada vez que pensaba algo delictivo volvía a sentir esos azotes. Al final salió de la cárcel y montó un restaurante que le ayudó a olvidar su odiado pasado. Se arrepintió siempre de todos sus delitos.

Para Nabiki todo fue muy diferente. Al despertar Nabiki no volvió a ser la misma, para protegerse de ese terrorífico recuerdo, de ver quemar dinero, su mente borró todo, no recordó nada. Fue internada en una clínica mental. Allí se dedicaba a vender todo lo que encontraba por el suelo a los demás enfermos. Estos le daban papeles sin valor, que ella en su locura creía dinero de verdad. Pasado un tiempo se sentó en un lugar del patio de ese centro psiquiátrico y dijo que estaba en la ribera francesa, viviendo de su fortuna. Paso el resto de su estancia en el manicomio pensando que estaba viviendo una vida de lujo.

Ryoga y Kuno… Ranma tuvo buen ojo. Se dio cuenta enseguida que eran pareja. Una vez salieron de la cárcel. Declararon que se casarían y eso hicieron. Adoptaron unos niños. No volvieron a tener problemas con la justicia.

De Nodoka se descubrió que siempre estuvo dominada por Genma, esta la tenía en una especie de hipnosis con drogas, así logró casarse con ella, realmente Nodoka despreciaba a Genma. Al salir de ese estado de hipnosis y supo lo que había hecho por culpa de esas drogas se arrepintió, pidió el divorcio de un matrimonio que se realizó en contra de su verdadera voluntad. Al salir de la cárcel se refugió en un templo donde se dedicó a la meditación, y así pagar por sus crímenes.

Genma y Soun, como cabecillas de la banda cumplieron cadena perpetua, la estancia en la cárcel fue… como un estancia en un hotel. Comida y vivienda a costa del estado. Se pasaban el día jugando al shogui, al ajedrez, o haciendo las apuestas más idiotas . Eran temidos por el resto de reclusos. Nunca volvieron a salir fuera de la prisión, a ellos no les importó, allí dentro vivían tranquilos, gratis y sin trabajar.

FIN


.

Notas del autor:

Los nombres que adoptan Ranma y Akane, la hija y la suegra de Ranma lo he sacado de " Yu Yu Hakusho". Y los apellidos de estos personajes de "Yawara!" emitida en España en sus canales autonómicos bajo el nombre de "Cinturón negro". En cada cabal en el idioma de su región. Yo la ví en catalán. También cambiaron el nombre a la protagonista, pasó de llamarse Yawara a llamarse Ginger. Y destrozaron el opening original como a tantos animes en España.

"yuyu Hakusho" también la vi en catalán. como "Ranma:", y "Dragón ball".

La relación entre Ryoga y Kuno:

En muchos fics se une a Ryoga con Akari, yo los he unido en mis historias con su novia del manga. Lo han unido con Ukyo, incluso con Ranma. Yo en un fic lo uní a Nabiki. Pero esta vez he querido ser diferente, y lo unido a Kuno, al quien siempre juntan con Nabiki. En principio sólo era una broma de Yusuke, pero me gustó esa idea y los junte.

Kasumi:

En ese mundo alterno tiene diferente personalidad. No es un ser puro como en la serie, es malvada y perversa, aunque no pude dejarla para siempre en el lado oscuro. En varías historias la he vuelto pervertida, enamorada de Ranma, y casada con Mousse. Pero en esta historia la he querido volver mala persona.

Nodoka:

¿Cómo se pudo casar con un sinvergüenza como Genma?. Aquí he querido encontrar una posible respuesta. La drogó y con eso la puso bajo su control.

Nabiki:

La locura que adquiere Nabiki al ver arder dinero es comprensible. Ella que tiene por dios y amante el dinero, ver arder dinero la lleva a la locura.

Soun y Genma:

Son unos vividores, estar en la cárcel sin hacer nada y tener comida y alojamiento gratis es para ellos un paraíso.

Las tres acosadoras de Ranma

Se habla de ellas, no tienen importancia en esta historia. Su importancia es nula.

Canciones:

La primera canción que canturrea Yusuke:Ranma: Es "Bailar pegados" de Sergio Dalma. La segunda es "Somos novios" de Amando Manzanero, de la cual Luis Miguel hizo una versión.

La canción de la que hace Keiko/ Akane su propia versión es "Sufre mamón" de Hombres G. Y lo siento para quien le guste este grupo, pero para mi este grupo no esta entre mi top cinco mil millones los preferidos .