Disclaimer: Solo la idea es mía, el universo de Harry Potter pertenece a J. K. Rowling.

Este fic participa en el Reto #52: "Séptimo aniversario" del Foro "Hogwarts a través de los años".

Nivel fácil: Mejores amigos. (Remus y Lily principalmente, pero James y Sirius no podían faltar).


Todo está bien ahora

Abre los ojos con un sobresalto. Por un instante, no es consiente de nada más que el brillante cielo azul sobre su cabeza y la hierba que siente entre los dedos. Escucha murmullos lejanos, el chapoteo del agua y el crujido de las ramas de los árboles.

Después de un momento se incorpora, y lo sabe enseguida. Puede ver la cabaña de Hagrid y el Sauce Boxeador a lo lejos; está en los jardines del colegio. El intenso sol del verano lo golpea en la cara y el viento le alborota el cabello.

No entiende qué es lo que está pasando, ni recuerda cómo es que llegó ahí, pero de pronto, nada de eso importa.

La reconoce sin tener que mirarla. Es su risa. La recuerda tan claramente como la última vez que la escuchó, porque no ha pasado un día que no eche de menos ese sonido.

—Lily… —murmura, porque por un segundo está seguro de que ha visto el destello de su cabello rojo a lo lejos.

Se pregunta si quizá al fin está perdiendo la razón. Pero la escucha reírse de nuevo, tan fuerte y tan claro que siente que vuelve a tener diecisiete años.

Corre colina abajo, buscándola casi desesperado, sin saber a dónde va, aunque sus pies parecen saber a dónde llevarlo.

Se detiene en la orilla del lago, junto al arbusto de flores amarillas, ahí donde James y él solían escabullirse para practicar encantamientos, donde Sirius lo había besado por primera vez, y donde Lily y Marlene jugaban a pintarle las uñas de las manos. Lo recuerda todo tan claramente como no lo había hecho en años.

Y entonces la ve. De pie ahí, a solo un par de metros, mirándolo.

Debe haberse vuelto loco.

Y Lily le sonríe.

Es ella quien se acerca corriendo, porque él ha olvidado como moverse.

—¡Remus! —exclama su nombre entre risas, y Remus la recibe en sus brazos, su corazón latiendo tan aprisa que siente que va a explotarle.

La abraza tan fuerte que por un segundo se pregunta si podría hacerle daño, pero Lily lo abraza de vuelta con la misma emoción, levantándose sobre las puntas de los pies para poder alcanzarlo. Se está riendo, o está llorando, es imposible saberlo, pero Remus está haciendo exactamente lo mismo.

No quiere dejarla ir. No quiere abrir los ojos y darse cuenta de que nada es cierto, de que es otro sueño que al despertar se convertirá en pesadilla. Pero cuando abre los ojos Lily aún está ahí, sosteniendo su rostro entre sus manos, regalándole la sonrisa más grande y más bonita que Remus ha visto nunca.

—Todo está bien ahora —le dice ella y entonces, Remus puede ver la tristeza en sus ojos, a pesar de que aún está sonriendo.

La mira confundido.

—Te echamos tanto de menos…

Remus no entiende de que está hablando, pero no tiene tiempo de preguntar.

—Es bueno verte, Lunático.

Su corazón da un vuelco y es la emoción en el rostro de Lily lo único que le da valor para mirar sobre su hombro.

Sirius y James también están ahí, con esa misma sonrisa brillante que lo hace sentir de vuelta en casa.

Y entonces lo entiende. Recuerda el destello de luz verde, el miedo que le invadió el pecho por apenas un segundo y el silencio que vino después. Lo recuerda todo y el aire le falta por un segundo.

Pero ya no tiene miedo, porque de pronto, tiene diecisiete años otra vez y sus dos mejores amigos lo aprisionan en un abrazo que duele, y que al mismo tiempo le quita todo el dolor que ha sentido por tanto tiempo que no recuerda como se siente nada más.

—Estás aquí… —suspira Sirius, su mano en su nuca obligándolo a acercarse, como solía hacer cada vez que quería robarle un beso. Presiona su frente contra la suya y Remus sonríe tanto que le duelen las mejillas.

—Esto no lo echaba de menos —bromea James, escabulléndose entre los dos y separándolos. Les pone un brazo sobre los hombros y Sirius y él comienzan a discutir entre risas, como hacían siempre.

Lily está de pie a su lado otra vez, sonriéndole suavemente, de esa forma tan reconfortante que tiene de hacerlo.

—¿Estás bien? —le pregunta ella.

Remus lo recuerda todo. La noche del 31 de octubre, el vació que lo acompañó en el pecho desde entonces, a Harry con esos ojos verdes, y a Sirius cayendo por el velo. Toda una vida que dolía demasiado, pero ahora se da cuenta de que el miedo y el dolor se han ido.

Está muerto y todo ha terminado.

—Si… —responde, mirando a Sirius, tan joven y tan guapo como lo recordaba, y a James, tan parecido a su hijo que el corazón se le encoge en el pecho.

La sonrisa de Lily es más cálida que nunca.

—Todo está bien ahora —Remus suspira. Y no puede hacer más que sonreír, incapaz de entender como es posible que tanta felicidad le quepa en el pecho.


¿Review?

Esto iba a ser un wolfstar, luego iba a ser solo sobre Remus y Lily porque amo su amistad, y al final esto fue lo que salió. Yo solo quería escribir algo feliz sobre Remus reuniéndose con sus amigos en el más allá y me gustó mucho como quedó.

¡Gracias por leer!