Historias en el mundo mamodo

Capítulo 1 Una reina para el rey

─La gran batalla de los cien mamodos estuvo repleta de pruebas imposibles, muchas de estas hicieron que cada uno de los niños participantes llegara al máximo potencial, algunos incluso estuvieron muy cerca de la muerte. Al final quien más tuvo que sufrir fue y siempre será el rey Zatch Bell, quien tuvo que vencer a varios prodigios, quien tuvo que vencer a su propio hermano y sufrir las pérdidas de los camaradas que hizo en el camino y sin embargo jamás estuvo listo para la prueba más difícil de todas; Una cita. Al cumplir quince años, los reyes mamodo deben buscar a alguien que puedan considerar una verdadera reina, es una tradición ancestral…

─ ¡Deja de narrar Arth! ─Grita un adolescente rubio con el rostro rojizo. Dirigiéndose a un caballero de rostro blanco y cuerpo dorado. ─¿No se supone que soy el rey? Entonces decreto que no necesito una reina.

─Rey Zatch, si bien un rey es quien forja las reglas también es el responsable de seguir las normas establecidas. Sería deshonroso qué deje atrás años de tradición. ─Explica Arth mostrándole un libro de historia. ─No solo eso, sino que tiene que mostrarla ante el mundo entero para que así los mamodo sepan con quien lidian. No olvide que la concepción de un príncipe es necesaria en algún momento y debe haber testigos, también debe organizar una boda ostentosa que cause alegría en el mundo y…

Entre más habla Arth, Zatch se arrepiente más de haberlo hecho su asesor político. ¿Si lo despidiera su compañera humana se enteraría por alguna razón? No puede hacer eso, no solo no tiene el corazón tan frío sino que él ha sido un amigo tan leal y es quien se ha tomado la molestia de ir a las reuniones diplomáticas que tanto le aburren… ¿Concepción con testigos?

─ ¿Pero qué porquerías de mal gusto hacían los reyes antiguos? ─Grita Zatch aún más sonrojado.

─Bueno… Quizá el detalle de la concepción pueda ser ignorado. ─Dice Arth igual de sonrojado, pensando en cómo Elly lo regañaría por decir algo tan obsceno. ─Rey Zatch, entiendo que esto le resulta incómodo. Si gusta puedo hacer un evento y elegir una concubina para usted.

─Pues me gustan las fiestas del palacio, pero si estoy obligado a esto prefiero ser quien elija a una chica. ─Responde Zatch rechazando la oferta de Arth.

─Pero ya hice las invitaciones. ─Señala un decepcionado Arth, mostrando un papel con el logotipo real.

─ ¡Pero apenas se te ocurrió la idea! ─Grita Zatch al tomar una de esas invitaciones. Suspira harto al devolverle esa invitación y fruncir el ceño. ─Cómo sea, haz tu baile. … ¿Cuándo estuviste con Elly, algún chico se le acerco?

─Elly era demasiado joven cómo para ese tipo de cosas, además pasábamos la mayoría del tiempo en el hospital. ─Responde el Arth al encogerse de hombros.

Zatch suspira, tiene razón en eso. Elly era mucho más joven que él al momento de conocerla y él era ignorante a esas tonterías románticas en ese tiempo. Tal vez necesite la perspectiva de alguien que tuvo una pareja crecida.

Al caminar por los pasillos de su escuela, aprecia por la ventana a los niños más jóvenes. Envidia que ellos no se preocuparan de pelear entre ellos durante su adultez, o se tendrán que interesar en el amor por unos cuantos años más.

─Zatch. ─Saluda una voz en el fondo.

El rey al voltear ve a una joven de cabello rojizo, usando un vestido rosado con chaleco rojo.

─Tia. ─Saluda el rey, dándole un abrazado.

La muchacha sonríe, aceptando el abrazo e incluso dándole unas palmadas en la espalda. Al separarse ve cómo él le sonríe, debe admitir que el paso de los años le ha dado un buen aspecto.

─ ¿Qué haces todavía estudiando? ¿Acaso fallaste años? Creo que eso le pasó a Kanchome. ─Cuestiona Gash al ver en un lugar donde solo los niños deberían estar.

─No subestimes mi inteligencia. ─Responde la pelirroja inflando sus mejillas. ─Para qué sepas, estoy tomando cursos para ser la siguiente maestra. Los mamodos van a necesitar a alguien que les enseñe de todo durante los siguientes mil años.

Eso le da una idea a Zatch, ahora que lo recuerda la compañera de Tía era muy linda, de seguro ella debió tener algunas experiencias referentes al romance.

─Oye Tía. ¿Cuándo estuviste con Megumi, la llegaron a invitar a salir? ─Pregunta Gash al tomarla de los hombros.

¿Invitarla a salir? ¿Para qué quiere saber ese tipo de detalles? Se sonroja al pensar tan solo en la idea de Zatch interesado en el romance, toma su cabello y juega con él, enrojecida por la mera idea de qué le pregunte eso.

─Quiero decir, tal vez se asustaban de ver a alguien tan linda cómo ella contigo pero debió haber algún valiente. ¿No es así?

─ ¿Qué pretendes decir con eso? ─Grita Tía al empezar a ahorcar a Zatch, ahora su rubor es un rojo furioso. No le importa si es el rey, nadie le dice esas cosas.

Tras unos minutos, Zatch es capaz de volver a poner su cuello en el lugar correcto. Le sorprende su capacidad natural de poder volver elástico el cuerpo de las personas que estrangula.

─En fin, Megumi era muy popular con todo el mundo pero nadie se le acercaba porqué era tan famosa que todos se sentían intimidados. ¿A qué se debe la pregunta?

─Es qué siento que ya estoy creciendo, tal vez pronto necesite una reina y no sé de esas cosas. ─Confiesa un apenado Zatch mientras se rasca la cabeza.

Tía ve que el rey de verdad se siente incómodo hablando del tema, es cierto que Zatch jamás ha sido el mamodo más romántico o el más listo, pero su corazón está donde debe estar. Suspira arrepintiéndose de lo que le hizo y también se apena de no poder ayudarle.

─Tal vez deberías preguntarle a alguien que tuvo un compañero masculino, eso si quieres saber lo que es armarse de valor para invitar a alguien a salir. ¿Kyomaro jamás intento eso?

─Kyomaro no era exactamente la persona más abierta de todas. ─Responde Zatch al recordar a su compañero. Aunque él si era una persona decidida a lograr sus objetivos, aún admira eso de él.

Tía tiene razón, debería encontrar a alguien que haya tenido a un hombre romántico cómo compañero.

─Tal vez Kanchome te pueda ayudar. ─Sugiere Tía al jugar con su cabello.

─Es cierto, Folgore era todo un romántico.

─Yo no lo llamaría así. ─Dice Tía recordando que Folgore era alguien que tenía una manera de hablar con una mujer bastante peculiar, no era un mal tipo pero era algo pervertido. Levanta la mirada para darle otro consejo a Zatch pero ve que él ya se está alejando, suspira y niega con la cabeza. ¿Alguien tan despistado es el rey?

Afuera de la escuela, una jovencita de cabellos azules es seguida por una rana y una enorme momia que usa una silla para moverse, ambos cargan sus pertenencias mientras ella come un pastel solo para ella.

─ ¿Patie, por qué compraste tanta ropa si siempre usas ese vestido azul? Geru. ─Cuestiona la rana al tratar de sostener las bolsas.

─¿Tú cómo sabes que no uso los vestidos que compró, Byonko? ─Se escusa esa chica al morder nuevamente su pastel.

─ ¡Porqué te seguimos todos los días y siempre llevas el vestido! ¡Geru! ─Grita Byonko al cruzarse de brazos.

─Ah cierto. No te metas en mis asuntos Byonko, se cómo Bellgium y solo sígueme la corriente. ─Ordena Patie tratando de eludir preguntas de su compañero rana. Ella camina hacia adelante sin siquiera fijarse en sus alrededores.

─A mí solo me gusta ser incluido. ─Dice la momia siguiéndolos.

─Patie, ten cuidado geru. ─Pide la rana al darse cuenta de que ella está a punto de chocar.

Patie voltea hacía Byonko, confundida por esa petición. Escucha unos pasos acercándosele y sin poder voltear termina derribada. Sintiendo cómo se crea una raspadura en su codo.

Abre los ojos molesta, queriendo estrangular al idiota que se le abalanzo sin importarle si fue un accidente o no. Al ver bien quien está por encima de ella se sonroja.

─ ¡Zatch! ─Grita Patie con su rostro rojo y una temblorosa sonrisa de oreja a oreja. El sudor se manifiesta en su frente mientras juega con sus dedos. ─Esto es tan repentino y estamos en público. ¿No preferirías comer algo primero?

─Lo lamento Patie, no te vi. ─Se disculpa Zatch al levantarse. Ve que la chica aparte de estar roja, tiene un raspón en su codo. ─Lo lamento mucho Patie, te lastime.

El rey toma un poco de su capa y la usa para limpiar la herida de la chica, ve que ella tiembla y gime, sintiéndose mal por lastimarla un poco. Al menos eso es lo que él piensa porqué la verdad es que el temblor de ella es por los nervios de estar siendo tocada por él.

De repente a la rana y la momia les llega un olor a pescado, los dos se fijan en cómo la peli azul tiembla. Ambos se sonrojan mientras tratan de mirar a otro lado.

─Con eso estarás bien. ─Dice Zatch al revolverle el cabello.

─Muchas gracias. ─Responde Patie al jugar con su cabello. ─ Si querías tocarme no tenías que derribarme.

─ No quería hacer eso, la verdad es que voy con prisa a la casa de kanchome. Quiero preguntarle sobre citas. ─Confiesa Zatch algo apenado por confesar su falta de experiencia.

La mente de Patie explota al pensar que Zatch ya se empieza a interesar en esos temas, sonríe al pensar que quizá podría tratarse de una oportunidad única en la vida. Puede imaginarse a él arrodillado en un campo de flores, con un enorme diamante solo para ella.

─Si quieres saber de citas quizá podríamos…

─Patie ya se fue, geru. ─Dice Byonko al sacar del trance a la chica.

Patie vuelve a la realidad y ve que Zatch ya se encuentra bastante lejos, suelta unas lágrimas al saber que perdió su oportunidad. Lo ahorcaría por no prestarle cómo cuando eran niños pero no cree que eso ayude a su imagen con él.

Se abraza a si misma mientras se siente orgullosa de que no sobre reacciono porqué él la ignoro, en otra época quizá lo hubiera intentado asesinar pero ahora puede decir que tuvo la reacción más madura.

Byonko ve los pies de la chica la cual inconscientemente está pisando la tierra hasta destrozarla. Por alguna razón siente que es lo mejor que pudo haber pasado en ese escenario.

Zatch llega a la casa de Kanchome, donde vive junto con su amigo Momon. Quizá sea porqué es el único que aceptaría a un pervertido como él viviendo en su casa.

─Kanchome. ¿Estás en casa? ─Pregunta Zatch entrando sin avisar.

─Kanchome salió, dijo algo de ayudar a su amigo Gorm. ─Responde un adolescente con orejas de conejo rosadas, el cual acomoda algunas cajas en un closet. ─ ¿Para qué lo buscabas?

─ Bueno, era para preguntarle si con Folgore aprendió algo sobre citas. ─Responde Zatch poniéndose rojo de nuevo.

─ ¿Citas? Debiste venir conmigo desde el principio, yo soy el indicado para hablar de mujeres. Sé cómo sonrojarlas. ─Presume Momon, inflando el pecho para verse más musculoso.

─… No estoy seguro de eso. ─Comenta Zatch al percatarse de que los sonrojos a los que se refiere fueron a base de levantar faldas.

─Vamos Zatch, la mente femenina es fácil de entender. Solo tienes que hacer algo que las haga sentir vivas y las tendrás tras de ti para siempre.

─Te perseguían para recuperar su ropa interior.

─Y aun así jamás las consiguieron. ─Presume el chico sacando un nuevo par de bragas.

Zatch mira esas bragas de cerca, dándose cuenta de que son las que Tía recién compro. ¿Cómo las consiguió? Tal vez sea un tonto inocente pero preferiría no arriesgarse con Momon.

─Gracias por la oferta, pero creo que esperare a Kanchome. ─Declina el rey tratando de sonar amable.

─ ¡Espera! ─Pide Momon al acercársele. ─Prometo no enseñarte algún tipo de obscenidad, pero por favor hazme caso. ─Súplica al abrazarlo y moverlo de un lado al otro. ─No quiero que me vean siempre cómo el pervertido que roba ropa interior, necesito que el rey diga que fui un buen consejero.

─… Bien, pero nada de robar bragas. ─Pide Zatch al apartarlo.

─Muy bien, dame cinco minutos en lo que busco un pizarrón. ─Indica Momon al correr hacía un garaje.

─ ¿Por qué siento que me arrepentiré de esto? ─Se pregunta Zatch cruzándose de brazos.

….

Tras varios minutos, Zatch nota a varios otros mamodo alrededor suyo. Quienes esperan ansiosos las lecciones de Momon, aunque no entiende porqué exactamente. Le sorprende ver a varios de sus conocidos allí, entre ellos a su amigo Ted quien según él, tenía una novia.

─Aguraruk. ─Conjura Momon al salir del suelo con un pizarrón en mano. ─Bienvenidos clase, hoy les hablare sobre invitar a las mujeres a salir y estamos de suerte porqué habrá un baile este fin de semana.

Zatch se muestra confundido al ver que ya todos tienen una invitación en mano, tiene que admirar a Arth por lo rápido y eficaz que es pero debió darle un poco más de tiempo para aprender sobre mujeres.

─Ted. ¿No se supone que tenías novia? ─Pregunta Zatch al mamodo de la chaqueta negra y copete rubio.

─Cherysh me envió aquí para golpear a Momon si dice algo obsceno o si confirma la teoría de sus bragas perdidas. ─Responde el mamodo al tronar sus dedos y hacer calistenia. ─¿Tú qué haces aquí?

Antes de que Zatch pueda responder, Momon golpea su pizarrón para que le pongan atención.

─A las mujeres les gusta alguien que pueda hacerlas sentir vivas, que pueda sonrojarlas, darles una razón para que se les salga la respiración. ─Explica Momon al dibujar a Tía en el pizarrón, incluso dibujando un corazón alrededor de ella.

─No me gusta a donde va esto. ─Dice Zatch encogiéndose de hombros. Sintiendo pena por los que están tomando notas.

─ Y para provocar esa reacción, solo se necesita una cosa. ─Indica Momon al poner una de sus manos en un bolsillo.

Zatch y Ted se preparan para lo peor, el mamodo de chaqueta ya está apunto de conjurar un hechizo para darle una lección.

─Lo que se necesita es… Preguntarles sobre su vida y escucharlas. ─Dice él al sacar una libreta.

─Ja… Eso de hecho es algo bastante sensato. ─Responde un asombrado Ted al relajar los músculos.

─ ¿Ese es el gran secreto? ─Interroga Zatch con decepción, esperaba algo más impactante o tan siquiera que diga algo pervertido para que Ted lo golpee. ─Pero yo no sé cómo hacer eso.

─Bueno, no es tan diferente a cuando teníamos compañeros humanos y aprendíamos con ellos. ─Explica el mamodo al pasarles diferentes notas. ─Estos son distintos temas de conversación que podrían utilizar.

Zatch recibe su nota y lee ´´¿Por qué crees que el agua moja?´´ arquea una ceja mientras ve a su amigo tranquilo.

─No todas las conversaciones deben ser interesantes.

El rey suspira al hundir la cabeza en sus brazos, esto solo hizo las cosas peores para él.

Desde la ventana, Byonko observa la clase desde la ventana. Asombrado por la sabiduría de ese mamodo con orejas rosadas.

─¿Así de fácil, geru? ─Se cuestiona Byonko al oír la clase. ─ ¿Oye Patie, cómo estás hoy?

─No funciona así. ─Responde la chica al retirarse de la escena. Dejando a su compañero algo triste.

La chica de pelo azul ve eso, suspira con cierto hartazgo mientras se le acerca a su amigo para animarlo.

─ Estoy bien. ¿Tú cómo estás? ─Pregunta ella para ser formal, provocando la sonrisa de su compañero.

….

Caminando por su pueblo natal, Zatch baja la mirada sin saber qué hacer. Los consejos son bien recibidos pero la verdad es que nadie le ha dado una respuesta clara de qué hacer con respecto al tema.

Afuera de una casa, se asoma una silueta de cabello rosado. Regando las plantas mientras otros mamodo juegan en su jardín. El rey se alegra pues sabe de quién se trata.

─ ¡Kolulu! ─Grita Zatch al correr para acercársele.

La joven de pelo rosa voltea y se alegra de ver a su amigo, también corre para acercársele. Los dos se dan un abrazo al momento de estar lo suficientemente cerca. Desde hace un mes que no lo ve, extraña divertirse a su lado cómo antes de haber participado en la pelea.

El rey extrañaba pasar tiempo con ella, sus responsabilidades solo le quitan más de sus libertades pero no hay nada que pueda hacer.

─ ¿Cómo estás, Zatch? ─Pregunta la adolescente al soltar el abrazo.

─Nada bien. ─Responde el Mamodo, sabe que no debería agobiar a su amiga con sus problemas pero la verdad es que ella es de las pocas con las que puede ser honesto.

─¿Es por eso del baile?

Zatch asiente sonrojado, el romance enserio le provoca incomodidad y nadie ha podido ayudarlo de la manera correcta. No quiere tener novia, al menos no por ahora y menos si se siente obligado.

─Kolulu. ¿Cómo me enamoro de alguien? ─Pregunta el rey con el rostro rojo.

Kolulu se calla un segundo, sonríe levemente y empieza a reír mientras le revuelve el cabello a su amigo. ¿Qué pregunta es esa?

─Zatch, el amor no funciona así. ─Responde Kolulu al pedirle que lo siga.

El rey la sigue, siendo guiado a su jardín para que vea las flores recién regadas. Son bastante lindas, cada una de un color diferente, variando la forma y tamaño pero juntas en armonía cómo los mamodo que habitan en este mundo.

─El amor es cómo estás flores Zatch, tú no puedes obligarlas a florecer o siquiera controlar que tanto crecerán. Solo tienes que ser paciente, cuidarlas y esperar al resultado. ─Cuenta Kolulu mientras le da más aguas a sus flores. ─Además, se supone que debes empezar a buscar una esposa, no que la consigas de la noche a la mañana. Tu padre tardo cien año en encontrar a tu madre.

─ ¿Enserio? ¿Cómo sabes sobre eso? ─Interroga Zatch asombrado por saber ese detalle.

─A cada rey se le dedica un libro de historia, ¿No leíste ese capítulo?

Zatch se queda callado, recordando que en ese tipo de lecciones se quedaba dormido. Juega con sus dedos nervioso y apartando la vista para que ella no lo vea humillado.

Ella por su parte suspira, debió suponer que no lo sabía considerando que no era el alumno más brillante. Quiere suponer que también podría ser un efecto secundario de haber perdido la memoria en el mundo humano.

Sabiendo que ya no está obligado a conseguir una esposa por lo pronto o más bien debe buscarla pero no necesariamente encontrarla, Zatch se siente aliviado. Aunque debe regañar a Arth por la manera tan ambigua en la que le dijo eso. ¿Qué otras cosas le habrá contado de manera confusa? Aun así, es un peso que se puede quitar de encima por el momento, es libre de estar en ese baile sin alguna responsabilidad emocional. Aunque, no le gustaría asistir a ese baile solo.

─Oye Kolulu. ¿Quieres ir al baile conmigo? Cómo amigos, claro. ─Ofrece el rey al extender su mano.

─Pues, la verdad es que alguien ya me invito. ─Responde una sonrojada Kolulu al mostrarle una carta. Se siente mal por rechazarlo, pero no quisiera hacerlo enojar al revelar en ese momento que tiene una cita.

─ ¿Enserio? Felicidades, quien sea que te haya invitado tiene buen gusto. ─Adula Zatch al darle un abrazo.

─Basta, no digas eso. ─Pide ella al sonrojarse los halagos.

─Pero es cierto. Cualquier mamodo sería feliz de estar contigo. ─Continua Zatch. Avergonzando aún más a la chica.

Desde la distancia, Patie ve a ambos abrazarse. Aprieta el puño y se muerde el labio, con los deseos de hacer una rabieta que todo el mundo mamodo pueda escuchar. Pero no vale la pena, ya no es una niña a la que todo se le pueda perdonar.

─Patie. ─Susurra Byonko al acercársele junto a Bellgium.

─Estaré bien Byonko, solo quiero ir a casa. ─Dice Patie al apartarse de él.

─Al menos dijo que estará bien. ─Comenta Bellgium ignorante a los sentimientos de su amiga.

Con la noche del baile allí, Byonko lleva a Patie en contra de su voluntad al castillo. Ella evita todo contacto visual, fijándose únicamente en el jardín del palacio donde ve que Zatch se encuentra.

─No necesitas una cita para disfrutar el baile, Geru. ─Asegura Byonko saltando de la emoción. ─Ya verás que nos divertiremos, Geru.

Patie lo escucha pero a la vez, sus palabras entran cómo si fuese aire en el ambiente. Solo se concentra en el mamodo solitario allí.

Dentro del palacio, Arth se encuentra frustrado porqué Zatch no se ha mostrado por ninguna parte. No solo queda cómo un irresponsable, sino que él queda cómo un tonto al hacer un baile para el rey sin el susodicho.

─No te enojes con Zatch, Arth. ─Pide alguien exactamente igual a Zatch, solo que con la piel y cabellos plateados.

─Príncipe Zeon. ─Comenta Arth asustado de la represalia que él podría darle.

─Sabes que ese tonto jamás haría algo para humillarte a propósito, que ese sea un don natural es otra cosa. ─Dice Zeon al bajar por las escaleras para ir a la pista. ─Si sirve de algo, al menos yo si conseguí una cita.

Arth se asombra al escuchar que alguien pudo haber penetrado el duro corazón del príncipe Zeon. ¿Qué clase de fiera dama pudo haber domado a ese corcel salvaje.

─Zeon, aquí estoy. ─Anuncia una voz que todos los presentes del salón escuchan.

Al voltear, Zeon sonríe al ver que se trata de Kolulu, usando un vestido con flores estampadas y una tiara con gemas rosadas. Se le acerca, ignorando el rostro de sorpresa de los mamodo al ver que ella en específico es la cita del príncipe.

─¿Ella es la cita del cruel príncipe Zeon, geru? ─Pregunta Byonko aún incrédulo por ver dos polos tan apuestos juntos. Ignora que Patie salió corriendo del salón.

En los jardines del palacio, Zatch ve mariposas volar mientras juega con el agua de la fuente. Algo desanimado por qué no viene acompañado, es decir no quería una gran cita pero tampoco le gusta estar solo, no quiere volver a su infancia; Aunque últimamente no ha tenido tiempo para sus amigos, al menos tiene a Arth y Zeon en el palacio, aunque los dos son demasiado formales para su gusto.

─Ganzu Akur. ─Conjura Patie, provocando que bolas de agua se eleven desde la fuente. Moviendolas con su dedo a voluntad para asombro de Zatch.

El rey ríe al ver la capacidad de Patie, siempre le ha dado envidia lo bien que ella puede manipular sus hechizos. La mayoría de los de él solo van en una dirección al salir disparados, además de ser muy destructivos.

─Eso fue lindo. ─Dice Zatch al ver esas gotas volver a la fuente.

─Gracias, es de mis hechizos favoritos. ─Comenta Patie al acercársele. ─¿Qué haces aquí? Deberías estar en el baile, después de todo lo organizaron para ti.

─No soy mucho de bailes, además no me gustaría ir solo. ─Responde Zatch al jugar con el agua. ─Hasta Tía accedió ir con Momon para que dejara de insistir.

Patie ríe al saber que ella tiene que lidiar con ese mono pervertido, de seguro en este momento él debe estar bailando de una manera en la que la avergonzará. Zatch también comparte esa risa, pensando que en este momento él debe estar intentando robar las pantaletas de todas las presentes, ya se imagina lo golpeado que va a resultar.

Patie se divierte al verlo reír, siempre ha tenido una risa adorable y una mirada amable la cual refleja quién es en verdad. Se sonroja levemente al animarse a sentarse a su lado para poder estar cerca.

─¿Sabes? Nunca pude agradecerte del todo. ─Confiesa ella al jugar con su cabello, llamando la atención de Zatch. ─Sé que me dijiste que estábamos bien, pero las cosas que te hice en el mundo humano, las que les hice a otros. ¿Por qué las perdonaste tan fácilmente?

Zatch inhala profundamente y suspira, recordando aquella dura batalla donde perdió a uno de sus mejores amigos. Las personas que se separaron de sus compañeros, los mamodo que fueron obligados a luchar por su libertad; En el medio de esa batalla, ella estuvo allí, causando todas esas tragedias, pero a la vez tratando de enmendarlas. Claro que hizo cosas horribles, pero en esa batalla todos las hicieron, no deja de pensar en los mamodos que él separo de sus compañeros humanos, deseando que pudiese haber hecho las cosas de manera diferente.

─Porqué me basto verte para saber que no eras una mala persona Patie, solo eras una niña cómo yo. ─Responde Zatch al darle una palmada en su espalda. La escucha sollozar mientras la acerca a él.

Era todo lo que ella quería oír, en especial viniendo de él. Aun así, esa validación no le bastara, tiene que vivir con el peso de sus acciones porqué con ellas también pudo hacerse amiga de Zatch nuevamente. Le sonríe para nuevamente ver su rostro amable.

─Muchas gracias. ─Responde Patie al tomar la mano de su amigo. ─Aun así, me gustaría compensártelo. ¿Quieres bailar conmigo?

No es que un baile arregle las cosas y sabe que no es exactamente lo que él quiere, pero cómo el dijo, no le gusta estar solo y sirve para hacerle compañía. Además es un sueño que siempre tuvo.

Zatch ve en el rostro de Patie intenciones honestas, ya no es que quiera obligarlo a salir con él en una cita, ahora realmente solo quiere bailar a su lado cómo muestra de su amistad. Le agrada esa idea, ella y él siendo amigos, pasando el rato sin alguna obligación. Gustoso acepta la invitación y se levanta, extendiendo su brazo hacía ella.

Patie se sonroja, no creyó que lo iba a convencer y sin embargo allí está, ofreciéndole su mano. Pone sus manos en su boca e inhala, con el rostro rojo y una sonrisa de oreja a oreja; Antes de que alguien la interrumpa, toma su mano y se levanta, uniéndose a él en un abrazo, deseando poder unir su cuerpo aún más. Acurruca su cara con la de él, mientras empiezan a bailar un vals sin siquiera entrar al palacio.

En lo único que ambos se sincronizan es en que les gusta estar a la luz de la luna, bailando en silencio mientras disfrutan el momento. El rey sonríe, pensando en lo mucho que Patie ha madurado, siendo que ya no le teme a sus acciones cómo cuando eran niños sino que de hecho se siente seguro y agradecido por su presencia.

Desde la ventana, Arth observa con orgullo el hecho de que de alguna manera su plan del baile funciono, pudo ser capaz de conseguir a una candidata ideal para reina mamodo. El mismo se da unas palmadas en el hombro para felicitarse.

─Oye Arth. ¿Por qué viniste solo al baile? ─Pregunta Tía al acercársele.

─Debiste haber ido a mi clase para conseguir pareja. ─Comenta Momon con los hombros encogidos.

Arth se sonroja al darse cuenta de que estuvo tan ocupado planeando un baile, que no consiguió pareja para este. Zeon tenía razón, Zatch no lo hizo ver cómo un tonto, él se hizo ver a si mismo cómo un tonto y solitario consejero.