Las peores épocas para Equestria sin duda fueron el reinado de Discord y la noche eterna de Nightmare Moon, luchas que parecía que nunca terminarían, pero sin duda la gota que derramó el vaso fue la rebelión y traición de Soldier.
Un hecho tan lamentable y oscuro, que fue literalmente borrado de la historia Equestre, todo lo que se había recopilado y toda evidencia de aquel suceso fue quemado por ordenes de la mismísima Princesa Celestia, todo... Excepto aquella estatua.
Para explicar mejor debería empezar narrando lo sucedido, mi nombre es Wind Fury, fui parte de la élite de la Guardia Real y este escrito es el único testimonio de lo que en realidad pasó.
Después de la caída de Discord y el destierro de Luna, fue un momento muy difícil para Celestia y para Equestria en general, pero no había tiempo que perder. Nosotros, Restart, Sophie, Soldier y yo fuimos asignados para... Ayudar.
Pero en un descuido dos de las magias más poderosas e inestables cayó en los cascos equivocados.
La magia del tiempo y la realidad… cualquier unicornio puede manejarlas, desde volver a unas horas en el pasado o convertir un fruto en otro alimento, sin embargo los más expertos apenas llegaban a un nivel básico, por otra parte Soldier logró un nivel superior.
Supongo que nunca sabré lo que sucedió realmente con el, algunos teorizaban que se corrompió al estar en contacto con aquel poder, mientras otros decían que había enloquecido por completo.
Recuerdo muy bien esa noche, Sophie, Restart y yo fuimos enviados a detenerlo… el recitaba un ritual aparentemente de vida eterna, algo que quizás también me afectó.
Luchamos con una gran tenacidad, mas sin embargo el era muy poderoso, el novato Restart fue el primero en caer, vi como era pulverizado frente mío, Sophie era muy fuerte y en un sacrificio se abalanzó sobre él cortando el vínculo que tenía con el ritual. Con Soldier neutralizado lo lleve ante Celestia.
Muchos esperaban que el pagará con su vida, pero Celestia harta de tanta muerte y con un último esfuerzo le condenó al mismo castigo que al Dios de la discordia, en aquella prisión de piedra que actualmente se encuentra sepultada en la profundidades del antiguo Castillo de las Princesas.
Restart y Sophie los dieron como perdidos en batalla, ya que en verdad nadie sabía que había hecho con ellos. Como parte de mi retiro me dieron unas pequeñas tierras en un pueblo alejado, donde resido actualmente.
Aún sigo preguntándome que fue lo que le sucedió, fue un gran militar, más que un compañero era nuestro hermano, no puedo dejar de pensar que algún día se cumpla lo que decía y el sea liberado.
Han pasado varios años desde que esto sucedió, pero parece que todo a mejorado, he visto como floreció este pequeño pueblo, tan pacifico como hermoso, donde soy reconocido como un viejo sabio, solo espero que siga siendo así.
No sé el porque, pero he tenido sueños lucidos desde hace años, donde simplemente no tenia control sobre ellos. Lo que mas recordaba de ellos, era un árbol donde la mitad gozaba de unas hermosas hojas y frutos, mientras la otra parte estaba seco con sus ramas añejas.
Al principio creí que era mi subconsciente tratando de decirme algo, mas sin embargo había algo mas, una presencia, que no podía ver, al intentarlo me despertaba instantáneamente, aunque podía sentir un aurora maternal emanando de aquella presencia, escuchaba todo lo que decía, ayudándome, aconsejándome o hasta el punto de consolarme cuando todo iba demasiado mal. No soy muy religioso de hecho podría decir que soy ateo, pero a veces sentía que era una clase de ángel guardián.
Nunca se lo mencione a nadie, era mi secreto, no quería llamar la atención con ello, ni que se difundieran rumores sobre eso, si estaba loco o algo mas, ese era mi problema y a decir verdad eso nunca afecto en mi vida diaria.
Casi olvido presentarme, mi nombre es David o también pueden llamarme JD, un pequeño apodo que mis amigos me pusieron, mido 1.78, mi cabello es castaño un poco largo, tengo 18 años de edad, actualmente cursando el ultimo año de preparatoria… aunque dudo que les interese eso.
Un día mas, otra noche mas, preparado para lo que se podía venir, me dispuse a dormir, me quite la ropa y zapatos para recostarme en mi cama, no tarde mucho en quedarme totalmente dormido.
Como si fuese rutina, me senté debajo del árbol esperando a que apareciera en cualquier momento, realmente no tardo mucho.
-has venido mas temprano esta vez-le escuche detrás del árbol, ni me moleste en voltear a verla, sencillamente me acomode.
-fue un día largo, quería hablar contigo-
-¿sobre que?-
- no lo sé, tenia la esperanza que tu empezaras -
-¿Qué tal una propuesta?-
-lo lamento, pero no me interesan las voces que están dentro de mi cabeza-
-muy gracioso, pero me refería a otro tipo de propuesta-
-¿y es?-
-una gran aventura, el conocer nuevas tierras, en pocas palabras, una nueva vida-
-tentador, aunque no es algo que pueda decidir a la ligera, ¿empezar mi vida de cero? Es una locura... ¿y como planeas hacerlo? ¿acaso me inducirás en un coma, y así quedarme en un sueño eterno donde viviré grandes aventuras solo para despertar y descubrir que perdí mis piernas?-
-¿Por qué no lo piensas? Después podrás responderme-
-me parece una gran idea-
-bien, entonces esperare tu respuesta-
poco a poco me desperté, un nuevo día, me levante y me aliste para ir a la preparatoria, realmente no quería ir, pero era la única responsabilidad que tenia.
Vestí con un pantalón de mezclilla y una playera azul con el logo de la Nasa, se podría decir que soy un poco friki, soy fanático de la ciencia ficción me encanta el tema de las paradojas, los viajes a otros mundos o viajes en el tiempo, sin duda alguna la oferta me es muy tentadora, pero si realmente no es como yo pienso...
Al llegar a clase me senté en medio del salón, retome algunos apuntes que tenía.
Las horas pasaron rápidamente, siento que el día no me había rendido, más por los idiotas que molestaban al maestro... odio a los tipos así, el solo intenta hacer su trabajo.
-y por último… ¿Alguien podría decirme que es un ciclo? ¿Qué tal tu David?-
-bien… un ciclo es un hecho periódico que se repite una y otra vez-respondí con cierto desinterés, me gusta el tema pero odio cuando me preguntan.
-correcto, los ciclos son procesos que siempre siguen las mismas fases en el mismo orden…-el profesor siguió con el tema.
La clase termino y regrese a mi casa, no tenía nada que hacer, por lo que me recosté mientras perdía el tiempo en el celular.
Pero mi tranquilidad no duró mucho, un olor a quemado llegó a mi recámara, salí a investigar para encontrar la sala llena de humo, me tape la nariz con mi camiseta mientras caminaba para ver que era lo que estaba pasando.
Un paso en falso y caí junto con un gran pedazo de suelo, esto estaba fuera de control, aturdido trate de arrastrarme lejos de ahí, pero como si fuera obra del destino justo cayó un pedazo de techo sobre mi cabeza.
Sonido en blanco y la oscuridad se apoderaba de mí.
Al abrir nuevamente los ojos vi que ya no estaba en medio de las llamas… si no que estaba en el mismo árbol de siempre… ¿Acaso ella tuvo algo que ver?... No, ella solo era producto de mi cabeza, debe de haber una razón mas razonable para lo que estaba pasando.
-parece que estas en problemas…-
-Por favor intenta no decir lo obvió-me levanté, mi respiración era acelerada, realmente siento que podría morir en cualquier momento-¿Qué hago aquí?-
-te golpeó un trozo de techo, no fue lo suficientemente fuerte para matarte, pero si para noquearte, aunque aun sigues en peligro de asfixiarte con el humo-
-tengo que despertar rápido y salir de ahí-
-puedo ayudarte, te aseguro que saldrás vivo de esto… solo tienes que aceptar mi propuesta-
-eso no era parte del trato… se suponía que podía elegir-
-lo sé, pero las cosas cambian… no puedo hacer nada si no aceptas-
-bien… supongo que no tengo nada que perder-
-de acuerdo, esto será agitado pero todo saldrá bien, lo prometo-
Una vez más al abrir los ojos noté que estaba en un lugar completamente diferente, un oscuro bosque para ser mas exactos. Me levanté y sacudí mi playera con las manos, supongo que tendré que buscar un lugar donde refugiarme y provisiones… espero encontrar un poblado cerca o algo que me pueda ayudar.
Al revisar mis bolsillos encontré algunas cosas, una cajetilla de cigarros y mi navaja estilo de supervivencia, tenía desde un pedernal para hacer una fogata hasta una pequeña linterna, nunca pensé que llegaría a usarla realmente.
-con suerte y no pasará nada-mire al cielo, aún faltaba para que anocheciera, pero tenía que moverme rápido-empecé a hablar sólo-me dispuse a empezar a caminar, al adentrarme mas en el bosque podía sentir un ambiente mas que pesado, hasta cierto punto hostil.
Al pasar lo que parecía ser una hora… hora y media de recorrido, me sentí acorralado, sin dudarlo empuñe la navaja. Aquel silencio incómodo no servía de nada, me quedé en guardia unos momentos más, hasta que de entré los árboles pude ver como un ser se acercaba, parecía un lobo mas sin embargo estaba hecho de madera y ramas ¿Acaso era posible algo así? Al parecer si, mas si tengo en cuenta el como llegué a este lugar.
Noté como mas de estos lobos de madera se estaban acercando, al menos eran cinco contra mí.
Muerto de miedo, sujetaba tembloroso la navaja, algo que notaron rápidamente ya que uno se abalanzó sobre de mí intentando morderme la cara.
Intentaba quitármelo de encima, pero el simplemente no cedía, me mordió en el hombro, sentía un dolor descomunal, pero logré que me dejará al tirarle tierra a los ojos.
Me puse de pié, no sabía que hacer y no había nadie que supiera que estaba aquí, nadie vendrá a ayudarme y moriré solo aquí…
Entonces solo vi como una densa nube de humo de color verde invadió la zona, algo que durmió a aquellos lobos.
No paraba de toser, fuera lo que fuera no podía respirarlo, solo caí rendido junto a los lobos.
Al despertar noté que estaba dentro de una cabaña, decorada con distintos frascos de colores y mascaras tribales, mi brazo estaba vendado, manchado con la sangre y lo que parecía ser un ungüento.
Barrí el lugar con la mirada, parecía que no había nadie hasta que escuche unos pasos acercándose hacia mí, intenté tomar mi navaja pero una voz me detuvo.
-necesario eso no debe ser-era la voz de una mujer, me tranquilice y volví a recostarme-afortunado sin duda eres, de los lobos de madera muy pocos escapar logran-
¿Qué pasó ahí fuera? Todo era tan confuso, se acercó mas a donde estaba acostado mostrando su verdadera apariencia… era una cebra con unos grandes aretes, collares que cubrían la gran mayoría de su cuello, brazaletes que cubrían una parte de su pata.
-¿Qué demoni…?-
-Igual de sorprendida estoy-ella simplemente continúo con lo suyo, revisando la herida-hablar sabes, contéstame una pregunta entonces-
-¿Cuál es?-
-¿En realidad que eres? Mucho tiempo que he vivido aquí y la primera vez que veo algo como tú-
Esto no es bueno… ¿me esta diciendo que no existen los humanos aquí?... ¿En que problema me he metido?-soy un humano… no soy de por aquí-
-eso sin duda-
-¿Qué fue lo que pasó afuera? ¿Cómo fue que llegue?-
-un poderoso tranquilizante use, al caer los lobos te saqué para tus heridas curar-
-parece que te debo una… que descuido de mi parte, aun no se tu nombre-
-Zecora, puedes llamarme-
-David, mi nombre es David-me senté en la cama mientras observaba con mas detalle el lugar, había cientos de botellas de diferentes colores-¿Qué es lo que haces? ¿Remedios naturales, pociones y hechizos?-
-si, de cierta forma-ella observó la venda que tenía, supongo que ya necesitaban un cambio-tu brazo ¿Cómo se siente?-
-¿Eh? Realmente se siente algo entumecida, pero no me duele ni nada-
-normal eso es, tiempo para retirar los vendajes viejos-
-adelante-no estaba listo para ver cómo había terminado mi brazo después de la mordida, esperaba algo peor pero no… es más, pareciera que no había pasado nada, estaba intacta quitando el entumecimiento-¿Pero que…?-
-listo está, el entumecimiento desaparecerá en breve-
-pero… ¿Cómo lo hiciste? Era una herida grande y parece que no paso nada, ni siquiera una cicatriz-
-difícil reto fue, mas esforzarte deberías dejar-ella gentilmente reposó mi cabeza en la almohada, y me cubría con unas sábanas-te recuperarás más rápido si descansas-
-bien… lamento mucho la molestia-me relaje mientras cerraba los ojos, tengo la esperanza de al dormir pudiera ver al ente de mis sueños, conseguir respuestas.
-preocuparte no deberías-
Me dormí casi al instante, estaba agotado, pero por primera vez en mucho tiempo no tuve un sueño lucido, solamente desperté al sentir pequeños empujones.
-¿Bien estás?... Levanta-era Zecora quien me estaba sacudiendo, no sabía que pasaba.
-¿Qué sucede, Zecora?-
-eso debería preguntar yo… escalofríos y sudor inundaron tu ser-
-¿Eh?-me pasé la mano por la frente, era verdad, estaba sudando y mi mano… podía notar un pequeño temblor.
-¿Una pesadilla acaso?-
-podría ser… yo… no lo recuerdo…-realmente no podía recordar nada, trate de tranquilizarme respirando hondo, nunca me había sucedido esto, era tan extraño.
-¿Necesitas algo?-
-no, gracias Zecora-me limpié el sudor-no tienes que preocuparte, todo esta bien-ya era momento de irse, no quería ser una molestia para Zecora.
-creo que es tiempo de irme, no quisiera aprovecharme de tu hospitalidad y mucho menos ser una carga para ti-tome mis cosas mientras me levantaba.
-molestia ninguna, mas ¿seguro que quieres irte? Sin rumbo parece que vas y compañía no me vendría mal-
-¿Tienes algo en menté?-
-ayudarnos mutuamente, ingredientes necesito y tu un guía-
-buen punto… supongo que me quedaré-
Los días pasaron, poco a poco Zecora y yo nos íbamos conociendo, llegando al punto de admirarla y surgiendo un cierto lazo entre los dos en el que la consideraba como mi madre adoptiva, era tan sabía a la vez que protectora, aprendí tanto de ella.
Explorando el bosque encontré un antiguo castillo abandonado, no fue fácil, tuve que atravesar desde un puente de cuerdas como un pequeño río.
No parecía que había algo importante ahí, por lo que recuerdo…. Zecora me habló sobre este lugar, era de las hermanas soberanas de este país… Celestia y Luna, incluso escuché que son consideradas diosas… puede que ellas puedan ayudarme a regresar a mi hogar… pero ¿Cómo podré hablar con ellas?.
Al regresar con Zecora la encontré preparando un nuevo hechizo, no quería distraerla así que solo deje los ingredientes que me pidió y me senté sobre el piso.
Al terminar de preparar aquel extraño elixir, me invitó a probarlo, no era la primera vez que sería su conejillo de indias, pero esta vez era diferente.
-¿Qué es lo que hará?-sacudí un poco el recipiente mientras veía el líquido que estaba dentro.
-lo descubrirás al beberlo-
-"no pienses y traga"-al tomarlo sentí mis intestinos revoloteando de un lado a otro-ooh, creo que se me murió la lengua-
-funciono-dijo mientras me acercaba a un pequeño charco-mira-
Al mirar mi reflejo en el charco note que ya no era yo, si no un pegaso color turquesa y cabello guinda.
-¿Qué fue lo que hiciste?-
-vagar por el pueblo sin problemas, ahora puedes-
Ahora que lo decía era cierto, ya nada me detenía visitar un pequeño pueblo cercano donde habitan varias especies de ponys, desde normales pasando por pegasos y por último unicornios.
-esto es perfecto, ahora puedo pasar desapercibido y posiblemente pueda hablar con las princesas-
-¿Para?-
-creo que ellas pueden ayudarme a regresar a mi hogar-
-podría ser… pero, ¿Por qué te ayudarían? Solo eres un plebeyo mas a sus ojos-
-ya pensare en algo, solo necesito tiempo…-trate de caminar, pero tropecé con el frasco donde venia el elixir-y acostumbrarme a este nuevo cuerpo-
-mucho por aprender aún tienes-me ayudó a levantarme, se sentía extraño, como si mis patas fueran de spaghetti, pero no dejaré que nada se interponga en mi caminó.
-déjame ver si entendí, la marca en mi costado representa en lo que soy bueno-reflexione mientras miraba aquella marca, parecía alguien que caía y se levantaba de su tumba, ¿acaso tiene algo que ver el como llegué aquí? Resurgí de la nada aquí después de todo-¿Sabes lo que significa?-
-no realmente, primera vez que veo una similar-
Todo era tan raro, han pasado algunos días mas, hasta el momento aprendí a volar y caminar, si planeo adaptarme necesito saber al menos todo lo básico de aquí.
Pasadas las semanas había llegado el día, no tuve ningún tipo de problema para conseguir un boleto para ir a Canterlot, todavía no tenía idea de que hacer para que las Princesas me ayuden, supongo que improvisare.
Me senté a esperar el tren, había algunos habitantes mas, les escuchaba susurrar, pareciera que estaban comenzando a sospechar de mi… y no lo veo ilógico… al final de cuentas es un pequeño pueblo donde todos se conocen y que alguien que nunca han visto aparezca como si nada… parecían centrarse mas en mi marca que en otro sitio, ¿acaso es tan mala?.
El tren llegó momentos después, me levanté y adentré en el, me tocó sentarme junto a otros tres unicornios, una yegua, dos corceles.
La yegua tenía un pelaje azul marino fuerte y una melena blanca como la nieve, sus ojos eran de un hermoso color amarillo.
El corcel que se sentó a lado de la yegua era de un color rojo tan intenso como la sangre, aunque varias partes de su cuerpo eran de un color blanco, su melena era de un negro cenizo, y sus ojos eran verdes.
Y por último el que se sentó a un lado mío, eran de un color azul marino fuerte junto con unos detalles en azul un poco mas claro, su melena era un negro puro y sus ojos eran de igual forma celestes.
-eh, tranquilo chico, pareces nervioso… toma un poco de aire-me dijo aquel corcel carmesí, tenía razón estaba tenso.
-¿Acaso es tu primera vez viajando, niño?-pregunto el otro semental.
-a decir verdad, si, nunca había viajado en tren-
-ustedes dos, no lo molesten-dijo la yegua.
-no, no, no, nada de eso, simplemente es curiosidad… ¿Cuál es tu nombre, chico?-
-¿Mi nombre?-no lo podía creer, estuve aprendiendo todo lo básico pero olvidé inventar mi nombre…
-si… ¿Acaso lo olvidaste?-pregunto con cierta burla el semental a mi lado.
-…me llamo Afterlife-
-un gusto, yo soy Jigsaw, el grandulón a tu lado es Spectre y la bella dama es Star Sweet-
-un gusto-respondieron ambos ante la presentación.
-el gusto es mío-
-¿Y que te lleva a Canterlot? Nosotros tenemos unos cuantos negocios inconclusos-
-un poco de turismo, hace tiempo que he querido visitar Canterlot-
-¿Siempre eres así de serio?-
-Si… me lo dicen siempre-
-¿Qué les parece si cambiamos el tema?-sugirió Star-dime Afterlife, ¿ya tienes a alguien para mañana?-
-¿Mañana?-
-oh, ¿acaso no recuerdas que es mañana?-
-me temo que no, si me ayudará a refrescar mi memoria-
-es el día de los corazones y cascos- respondió algo emocionada.
Supongo que será el día del amor y la amistad para ellos, mire por la ventana con cierto desinterés-oh… no es algo que me preocupé-
-¿Cómo puedes decir eso?-pregunto sorprendida, parece ser un día muy importante para ellos, mas que en mi mundo.
-realmente solo voy a ver a las Princesas-no pensé en lo que dije, me cubrí la boca con los cascos, pero ya era tarde.
-suerte con eso niño-
-¿Para que quieres hablar con ellas?-
-este… yo…-trataba de inventarme cualquier excusa para tan solo librarme de esto-mi padre fue parte de la guardia real… y mi sueño es seguir sus pasos-
-¿y por qué no te nos unes?-Jigsaw me entregó una tarjeta de presentación-somos una organización libré, no solo operamos con equestria, si no que con cualquier reino o especie, mientras tengan el dinero suficiente, la paga es jugosa y a decir verdad nuestro entrenamiento es mejor que el de las fuerzas equestrianas-
-lo consideraré, gracias-metí la tarjeta en una pequeña bolsa.
-miren, llegamos-menciono Star mientras observaba la ventana, sin lugar a dudas era un asombroso lugar, se podía sentir un cierto aire de superioridad.
Al bajar del tren no pude evitar distraerme con Canterlot, pero necesito centrarme en mi objetivo… ¡Eso luce delicioso!
Me dirigí directamente hacia una panadería, pero me alejé al recordar que tenía los bits justos para regresar en caso de que no saliera como lo planeado, con cierta irritación saqué una zanahoria de mi morral, mi alimentación se basaba en verduras y frutas, algo a lo que no estoy acostumbrado… mas solo una vez que comí un pay de manzana, esa vez salvé a una pony de aquel pueblo, había sido atacada por unos lobos de madera, si no los hubiera ahuyentado no se que habría sido de aquella yegua.
Empecé a recorrer Canterlot buscando la entrada del Castillo, no tarde mucho en llegar, pero había una fila, parece que están reclutando… vaya coincidencia. Tras esperar varios minutos en la fila al fin había llegado al frente y me recibió una yegua de edad ya avanzada.
-buenas noches, hijo-
-buenas noches-
-mira, vas a llenar este formato con tus datos, serás convocado a un examen psicológico y luego físico, ¿tienes alguna duda?-
-¿Eh? No, pero yo…-
-que tengas suerte, nos vemos-hizo una seña para que pasara el siguiente.
-gracias… supongo-me fui de ahí, al menos tengo tiempo para pensar de lo que puede pasar.
Vagando por la ciudad, buscaba un lugar donde descansar sin llamar la atención, por el momento he encontrado tres callejones oscuros.
Me dispuse a descansar, me adentré en uno de esos callejones, no sin antes de que el elixir de Zecora perdiera efecto, era un inconveniente que no fuera algo permanente, pero no me preocupaba, aun tenía mas en mis reservas.
-¡ayuda, por favor!-escuche la voz de una chica, pareciera que no fue lejos de donde estaba… demonios, tenía que ser en este momento, la transformación por lo general te dejan débil por cierto tiempo… escaparé en caso de que se salga de control… carajo.
Sujete un pedazo de madera y salí de entre la oscuridad, ambos notaron mi presencia en ese momento, quedaron paralizados-corre-
Ella asintió mientras huía de ahí, solo éramos aquel degenerado y yo-¿Qué tramabas hacer?-
-…ah… aléjate de mi engendro-el empuño su cuchillo contra mí, no era tonto, me atacó a la distancia con su magia apuñalándome en el hombro el dolor era irritante, mas no me iba a derrumbar tan fácilmente, al retirarlo del hombro me abalance sobre de el
No se si por miedo o por la ansiedad pero no reaccionó a mi ataque, yo aproveche para noquearlo con aquel pedazo de madera.
Con la amenaza neutralizada, me separé de el mientras sostenía la herida, no tenía porque preocuparme, tenía un poco de todo en mis reservas, estaba por aplicarme el ungüento de Zecora hasta que escuché como unos casco se acercaban lentamente hacía mí.
-¿Tu…? ¿Estas bien, cosa?-era la misma pony de hace un momento, con un comprensible temor.
-descuida no es tan grave ¿Tu estas bien? ¿No te alcanzo a hacer algo este bastardo?-le solté una ligera patada para ver si aun todavía se movía.
-no… gracias a ti no-al notar la herida parecía preocuparse por mi-tu herida está sangrando bastante… déjame ayudarte-
-debería regresar a su hogar señorita, antes de que algo más suceda-aplique un poco de ungüento sobré la herida, pero aun debo vendarla.
-oh vamos, es lo menos que puedo hacer después de que me salvarás y realmente odio estar en deuda con alguien… algo…-hizo un pequeño puchero mientras miraba a otro lado, me pareció de cierta manera adorable.
Tras dar un gran suspiro accedí-esta bien…-
-aunque tienes razón, deberíamos refugiarnos antes de que algo mas suceda… sígueme-
Ella empezó a caminar, no tenía mas opción qué seguirla, por suerte ya era muy noche y no parecía haber ponys cerca. Tras unos momentos de caminar llegamos a lo que sería su casa.
-adelante, no hay nadie por lo que no debe haber problema-
-bien… con tu permiso-ella me invitó a acostarme en el sillón, para poder alcanzar la herida, se retiro pero regreso con una pequeña aguja hirviendo en un traste de metal y un par de vendas.
-tendré que coserte un poco… solo serán unos pocos puntos-
-¿Tan mal estuvo?-
-por suerte era un cuchillo corto y no atravesó mucho-ella comenzó a coser, era un dolor agudo pero no lo sentía del todo, parece que el ungüento ya estaba haciendo efecto, parecía muy centrada en lo que hacia, intentando no hacerme mas daño.
-parece que no es tu primera vez que haces ésto-
-no, hace tiempo que aprendí-corto el hilo y vendó mi hombro.
-Gracias, se siente mejor-
-espero no ofenderte o algo… pero ¿Qué eres?-
-yo soy un humano, al parecer soy el único de mi especie aquí-
-¿Tienes algún nombre? ¿Cuál es?-
-Me llamo David ¿Y tu?-
-yo soy Lightshine, un placer conocerte-era la primera vez que la veía con detalle, era una pegaso con pelaje grisáceo junto a unas hermosas alas tricolor, la base era de un rosa brilloso en el centro era de un color morado claro y las puntas era de un tono mas oscuro y su crin violeta, noté que tenía una pequeña herida en su ala derecha-el placer es mío, David-
Ella estiró su casco a forma de saludo, al acercar mi mano no pudo evitar examinarla y empezar a jugar con mis dedos-vaya que eres raro-susurro pero aun pude escucharla.
-es el mejor alago que me han dado-
-no lo tomes mal… lo que quiero decir es que…-ella estaba intentando encontrar una forma correcta para expresarse.
Reí al verla nerviosa-tranquila, solo estoy jugando contigo-tome mi morral mientras sacaba el elixir de transformación.
-bueno… dime la verdad, ¿tienes donde dormir?-ella intenta cambiar el tema, destape el frasco mientras lo sacudía ligeramente-puedes dormir aquí si quieres, tengo un cuarto extra y vivo con una amiga pero dudo que haya problemas-
-¿estas segura?-
-si, tu no te preocupes-
-de acuerdo, muchas gracias-me tomé el elixir.
-no es nada, siéntete como en casa-
Al terminar la transformación se me quedó mirando detalladamente-esto simplificara las cosas ¿no crees?-
-sin duda eres una caja llena de sorpresas-menciono, tomé un poco del ungüento mientras me acercaba lentamente hacía ella.
-tu ala esta herida, déjame curarte-
-e…estoy bien, no es necesario-
-no soporto ver tan bellas alas heridas-
-de a…acuerdo-ella extendió su ala mientras que la curaba tan despacio y delicadamente.
Había pasado una hora desdé que llegue a la casa de Lightshine, escuché como la puerta principal se abría, yo solamente me asomé, era Star Sweet quién había entrado-Lightshine ya regresé-ella noto mi presencia, me límite solo a saludarla-¿Afterlife?-
-hola Star… ¿Todo bien?-
-si pero… ¿Qué hace Afterlife aquí?-
-¿Afterlife?-tardo un poco en pillar a que ella se refería a mí-es un amigo de la infancia, vino de visita y le ofrecí dormir aquí ¿no hay problema, verdad?-
-oh no, claro que no, solamente me sorprendió-
-¿ustedes ya se conocían?-
-eh si, durante el viaje en el tren-
-¿Quieren cenar? Prepare unos cuantos panqueques-
-claro, si no es molestia-
-tu tranquilo, eres mi invitado-
-vamos ya, par de tortolitos-
Noté un ligero rubor en las mejillas de Lightshine tras el comentario de Star, parece que a malinterpretado las cosas. Nos sentamos todos a cenar, los panqueques estaban tan deliciosos que no pude evitar soltar una pequeña lágrima… también quisiera comer algo de carne pero sabía que eso era imposible aquí.
-vaya que te gustaron-
-si, hace tiempo que no comía algo así de delicioso-me apene y terminé de cenar.
-sígueme, voy a mostrarte tu habitación-la seguí hasta llegar a un cuarto que solo tenía una pequeña cama junto a un librero-aquí es… bueno descansa-ella se acercó y besó mi mejilla, con el mismo rubor de antes se retiro de ahí.
-si… tu también descansa-
Me encerré en la habitación, recostándome en la cama, a decir verdad a sido un día largo… ni siquiera se cuándo caí dormido.
A la mañana siguiente me desperté al escuchar que golpeaban la puerta.
-despierta, ya es hora de desayunar-
-ya voy… buenos días-
-¿descansaste?-
-sip-salí de la habitación, viendo que estábamos solo nosotros dos-¿Y Star?-
-salió temprano, aun tenía cosas que hacer-ella me sujeto del casco mientras me llevaba al comedor-ordene unos pastelillos para desayunar, te van a encantar-
-oh gracias-
Durante el desayuno estuvimos hablando de cosas interesantes, más para ella que me preguntaba sobre los humanos.
Al terminar, pude notar que Lightshine no me quitaba la mirada de encima, era algo incomodo, por lo que decidí empezar una conversación sobre como era el mundo que yo conocía.
Luego de conversar un rato, llegó Star junto con Jigsaw.
-hola Afterlife ¿Qué haces por acá?-estrechamos cascos.
-Lightshine me invitó a pasar la noche aquí-
-¿y ustedes… están saliendo?-
-no, solo es una amiga de la infancia-
-oh perdona, creí que estabas posponiendo las cosas para hoy-abrazo con su casco a Star-de hecho por eso venía por mi prometida-
-pues…-podio sentir que estaba detrás de mí escuchando de lo que estábamos conversando, me gire a observarla con ese sonrojo, aunque con una mirada triste-quisiera hablar contigo, de corcel a corcel-
-de acuerdo, ahora vuelvo cariño-ambos salimos de la casa, donde pudimos hablar con tranquilidad-mira, Lightshine es una buena chica sin olvidar que es muy linda, deberías darle una oportunidad-
-lo que sucede es que, cuando me encuentre con ella la salve de un degenerado, creo que solo está…-
-Crees que esta enamorada de tu acto heroico… disculpa la pregunta pero ¿desde cuándo no se veían?-
-eh… No lo sé, años por lo menos-
-lo suponía, parece que no la conoces tan bien como piensas-
-¿Eh?-
-mira muchacho, la conozco tan bien que sé que ella no es así, ¿en verdad piensas que se enamoraría por algo así?, si ella siente algo es porque vio algo especial en ti-
-aun no lo sé… todo es tan confuso, mejor regresemos, no quisiera quitarle tiempo a Star-
-claro, pero piensa en lo que dije-
Al entrar a la casa encontramos a las chicas conversando, sin embargo pareciera que Shine lloraría en cualquier momento-¿Qué paso?-
-nada…-
Era obvio que algo había sucedido, me acerque gentilmente hacia ella, sostuve su casco-¿Por qué lloras? Vamos dime, puedes confiar en mi… ustedes no se preocupen, vayan a disfrutar del día-
-claro, vamos cariño, aún tenemos mucho que hacer-
-esta bien, nos vemos Afterlife, suerte-
-gracias, si no entró a la guardia Real voy a tomar su invitación-
-¿Acaso tu intentas entrar en la guardia real?-
-Mira… soy un vagabundo y necesito dinero-mentira tras mentira, no sabía cuándo parar con todo esto.
-pero es algo muy peligroso, no me gustaría que algo te sucediera…-parecía alterada a la vez que preocupada-puedes quedarte aquí, no tendrás que preocuparte por el dinero… hasta que consigas un mejor trabajo te ayudaré-
¿Qué tan lejos planeaba llegar, por alguien que apenas conoce? Realmente no entiendo sus intenciones-lo lamento, pero es algo que ya decidí-bajo la mirada-por eso quiero pasar mi último día con una maravillosa pegaso-
-¿Eh? ¿en serio?-
-claro, ¿Quieres ir a dar un paseó?-
Ella se aclaró la garganta-si, me encantaría-
-entonces vamos-
-por supuesto-
Al salir fuimos directamente al centro de canterlot, felices parejas paseaban tranquilamente u otras simplemente estaban sentadas disfrutando el uno del otro, tímidamente le abracé con una de mis alas, esperaba algún tipo de queja pero al contrario, ella apoyo su cabeza sobre mí acercándose aún más.
Pude apreciar algunos negocios, la mayoría de regalos y joyería quienes estaban ofertando sus productos, de entre ellos logré ver que vendía un collar con forma de rayo de color negro.
-¿Podrías esperarme un poco? Ahorita regreso-
-claro-me dirigí al puesto, observando el collar mas de cerca, sin duda era muy su estiló.
-disculpe ¿Cuánto cuesta esté?-le pregunté al tipo que estaba atendiendo ahí.
-dame unos veinte bits por el, chico-
Lo observé un poco más, veinte bits era lo único que tenía para regresar en caso de que esto no funcionara, supongo que después podré conseguir más-me lo llevo-le di el dinero y regresé con Lightshine.
-¿Pasó algo?-pregunto al verme regresar, sonreí levemente.
-nada, solo quería darte un regalo-cuidadosamente le puse el collar-no será mucho pero te queda genial-
-es muy precioso, muchas gracias-ella lo observó por algunos momentos, luego me abrazó con emoción.
-no es nada-sonreí correspondiendo el abrazo.
Se separó brevemente, en un movimiento cerró los ojos y acercó sus labios a los míos, estaba intentando besarme… ¿Esto está bien? Apenas nos conocíamos sin mencionar lo más importante, somos de diferentes especies.
Me separé, ella reaccionó desviando la mirada a otro lado-perdóname, me dejé llevar-
-…-no sabía que hacer, en un instante todo se volvió tan incomodo.
-disculpe señor, pero tendrá que acompañarme-al escuchar esto dirigí mi atención a quien lo dijo.
Se trataba de un unicornio blanco, con melena azulada, portaba la armadura típica de la guardia real, a su lado le acompañaba un pegaso, quien sostenía una lanza.
-…claro-no opuse resistencia, me empezaron a escoltar hacía el castillo de las princesas.
-¿Eh, Qué está pasando?-Lightshine confundida intentaba evitar que me llevarán.
-tranquila, todo está bien-trate relajarla, pero uno de los guardias me empujó para que continuará caminando.
Tenía tantas preguntas ¿Acaso alguien vio lo que sucedió anoche? ¿Ellas sabrán que hay un criatura extraña vagando por sus territorios? ¿Me encerraran?
Al llegar nos recibió dos mucama-¿es el?-pregunto la primera, una unicornio de pelaje grisáceo y crin rosada.
-si, prepárenlo para que pueda ver a la princesa-ordeno el guardia.
-¿Eh?-me escoltaron a un cuarto de baño con una tina enorme-yo puedo hacerlo solo-
-lo lamento, pero es nuestro trabajo-menciono la segunda, una terrestre de pelaje amarillo y crin verde claro.
Me metieron a la fuerza a la tina, donde me empezaron a bañar, esto era humillante de varias formas.
Al terminar, los mismos guardias me escoltaron a la sala del trono, cabe decir que el castillo era espectacular, el diseño y la decoración le deban un aire único, perfecta.
Al adentrarnos a la sala del trono, ahí fue la primera vez que la vi, estaba cara a cara con la Princesa Celestia. Los guardias se inclinaron ante ella, algo torpe hice lo mismo.
-Levantarse-su hermosa voz llenó el cuarto, todos nos levantamos, al alzar la mirada noté que no estaba sola, una unicornio le acompañaba, su pelaje era de un color marfil y su crin era de un café mas oscuro, pero lo que mas resaltaba eran sus ojos, de un blanco casi puro ¿acaso era ciega?-necesito hablar en privado con el-
Los guardias se inclinaron levemente antes de salir de ahí, no estaba de más decir que estoy nervioso, no sabía como dirigirme hacía ella o que era lo que quería de mi.
