Hola! esta vez vengo con una historia un poco más larga de lo que he subido antes.

Contexto de la historia: los protagonistas tienen 17 años, han pasado un par de años desde que comenzaron a ser heroes. La historia transcurre durante la temporada 3 de la serie real, aunque hay un par de capitulos que no transcurrieron, ya se darán cuenta cuales son a medida que avance la historia.

Disclaimer:

Miraculous: las aventuras de Ladybug y Chat Noir no es de mi autoría ni propiedad, es de la empresa ZAG Heroes y de su creado Thomas Astruc.

No sé quien es el autor de la hermosa imagen de portada, si lo sabes dimelo así le doy los créditos correspondientes 3

PRECAUCIÓN: Spoiler de la temporada 3.


Capítulo 1: revelación inesperada

-entonces, ¿qué hicieron en sus vacaciones chicos? -pregunto Marinette.

Alya y Nino estaban regresado de su viaje tras varias semanas, y los cuatro amigos habían organizado un picnic en el parque para hacer su reencuentro.

-paseamos y estuvimos mucho tiempo en la playa -respondió resumidamente Alya mientras reía- Marsella es un lugar hermoso, Mari, tendríamos que ir todos cuando terminemos el instituto -siguió emocionada- saque muchas fotos, creo que haré un artículo en mi blog contando todo.

- ¿y tú que dices Nino? -preguntó el rubio.

-no conocía Marsella, y fue muy agradable de parte de los padres de Alya el haberme invitado a sus vacaciones -contestó en DJ- ¿ustedes que hicieron en el tiempo que no estuvimos?

-yo pase mucho tiempo ayudando a mis padres en la panadería, y el resto del tiempo paseando con Adrien -dijo alegre la azabache.

-yo tuve muchas sesiones de fotos -respondió el rubio un poco triste- pero mi padre dejo que salga en mi tiempo libre, así que pase mucho tiempo con Mari conociendo museos y partes de la ciudad a las que todavía no había ido! Incluso aprendí a hacer galletas -dijo con una alegría similar a la de un niño, a lo que sus amigos rieron.

A medida que los años pasaron Marinette y Adrien se habían vuelto más unidos. La chica se había rendido en su misión de conquistarlo y, aunque todavía estaba enamorada de él, ahora se comportaba mucho más relajada con el rubio, lo que hacía que pudieran pasar más tiempo juntos y se conozcan mejor.

La tarde transcurrió tranquila para los cuatro chicos, entre risas y anécdotas de las vacaciones, hasta que a lo lejos de escucharon gritos y explosiones.

-bueno, supongo que ahora tendrás otro artículo que escribir, Alya -dijo Marinette un tanto desanimada, mientras veía la emoción en los ojos de su amiga.

- ¡Vamos Nino! -exclamó la castaña- ¡tenemos que ir allá! -decía mientras separaba y tiraba de la mano de su novio, al tiempo que éste solo giraba los ojos con una media sonrisa.

-Te acompaño a tu casa, Mari -dijo Adrien caballerosamente.

-No hace falta, mi casa está a unas cuadras, ¿tú iras a tu casa?

-sí, ya sabes que a mi padre no le gusta que esté afuera durante los ataques de Akumas -dijo encogiendo sus hombros. Al haber pasado tanto tiempo juntos, ambos héroes habían inventado excusas que servían siempre con el otro, ya que ninguno intentaba analizar muy a fondo las excusas que se daban, solo las creían sin más- escríbeme cuando llegues a tu casa, ¿sí?

-claro, tu igual! -respondió mientras que salía corriendo del lugar para ir a transformarse.

~O~

Unos minutos más tarde, y después de haber mandado sus respectivos mensajes de "llegada", ambos héroes se encontraron en los techos de Paris. La heroína de manchas había llegado primero, por lo que estaba viendo los movimientos del enemigo de turno.

-buenas tardes, M'Lady -saludo coqueto el héroe gato- tan hermosa como siempre.

-hola Chat -saludo sin prestar mucha atención- no logro entender del todo lo que hace es Akuma.

- ¿a qué te refieres? -pregunto Chat Noir.

-no lo sé -dijo pensativa- tiene una pistola que lanza rayos y hace explosiones, pero no creo que ese sea su fin, hacer explosiones sin más.

Tras unos años peleando contra Akumas, ambos sabían que todo Akuma tenía un fin, perseguir a alguien, hipnotizar personas, conseguir un fin determinado, pero este solo estaba haciendo explotar cosas al azar.

- ¿quién crees que pueda ser? -preguntó el rubio- tiene cierta similitud a la Cazadora de Kwamis, ¿no crees?

- ¡claro! -exclamó Ladybug- hoy volvía a presentarse al programa de ciencia, nunca dejo de investigar la existencia de los Kwamis.

- ¿y cuál es el plan, Ma Lady?

-por ahora, esquivarla e intentar que nos de pistas de donde puede estar el Akuma -respondió con simpleza, seguida de su salto a la acción en el parque donde la villana se encontraba, al cual el chico siguió.

Tras un rato de escuchar su discurso y pelea, o más bien, esquivar a su enemiga, se dieron cuenta que esta vez no sería como la anterior, la señora Mendeléiev estaba más enojada que la última vez, o parecía querer "cazar" a sus Kwamis, sino destruirlos.

-Chat! ¡cuidado! -exclamó la heroína de coletas, pero fue muy tarde, tras una maniobra del chico, recibió finalmente el disparo y éste fue seguido por un grito desgarrador de parte del rubio, junto con una risa de la villana.

La chica corrió hasta donde se encontraba su compañero, y se agacho a su altura para ver cómo se encontraba, y vio lo que nunca pensó que vería: el miraculous del chico estaba dañado.

- Chat, sé que estas herido, pero tienes que levantarte y salir rápido de aquí, yo distraeré al Akuma.

- pero… Ladybug… -discutir decir Chat, pero casi sin voz por el dolor.

- pero nada, no sabemos qué tan dañado puede estar Plagg -dijo la chica con urgencia- escóndete, y en cuanto estés bien vuelve.

Luego de las palabras de la heroína no hubo lugar a más discusión por parte del chico, ya que la villana se acercaba rápido a ellos, y él no podía pelear en esas condiciones. Ladybug empezó a girar su yoyo como un escudo para que él se aleje, y se impulsó con su bastón y las pocas fuerzas que tenía para irse lo más lejos que pudo.

~O~

Tras llegar casi a rastras, llego a su destino: un pequeño y viejo local de masajes. Toco un par de veces la puerta, sin tener la certeza de estar en el lugar correcto. Después de unos momentos un anciano de baja estatura abrió la puerta y lo miro sorprendido por la visita inesperada que había recibido.

-entra, rápido -dijo el anciano tomándolo del brazo para que entre a la casa.

Una vez que el chico estuvo adentro, él cerró la puerta y lo condujo hacia la sala principal, donde había una pequeña mesa, un mueble y un gramógrafo.

-lo siento Maestro -se disculpó Adrien- un Akuma nos atacó, lastimó a Plagg y creo que daño el anillo -levanto su mano para que el anciano vea el anillo- él me dijo que venga aquí, que usted nos ayudaría.

-no pasa nada, Chat Noir -dijo con tranquilidad- toma asiento por favor, en uno momentos volveré.

- ¡Maestro! -llamó al ver que el hombre se alejaba de allí- Ladybug está sola, necesito ir rápido a ayudarla.

Fu solo lo vio con una sonrisa, y se alejó hacía la cocina, de donde apareció después de unos minutos con una tetera y un par de tazas. El rubio lo miró extrañado por la acción, pero no cuestiono su conducta, claramente sabía más que él.

Sirvió té en la taza para el chico, y luego se la extendió, e hizo lo mismo para el kwami de la destrucción, quien se encontraba descansando en la mano de su portador, y se lo veía muy mal.

-el té los ayudará a sanar -dijo el Maestro Fu- necesito que lo tomen y se relajen, tendrían que empezar a sentirse mejor en un rato -y con esas palabras el kwami y su portador tomaron el té y empezaron a respirar hondo para comenzar a relajarse.

Mientras tanto, el anciano se preparaba para la inminente revelación, la cual se presentaría pronto, y no en las mejores condiciones para los implicados.

~O~

Al cabo de una hora ya se sentían mucho mejor, a tal punto que el descarado dios de la destrucción ya estaba pidiendo su preciado camembert, pero la discusión que estaban teniendo sobre obsesión con el queso quedó silenciada por el sonido de la puerta.

El guardián se levantó y pidió al joven que lo acompañe. Al abrir pudo notar los ojos azules sin brillo su amiga muy herida, arrastrándose y a penas consciente.

-Ma…maestro -dijo la Marinette con un hilo de voz- p… perdón por venir hasta aquí…

-no hay de que disculparse -tranquilizó el anciano, y giró su cabeza en dirección al rubio- por favor, tráela conmigo.

Adrien no entendía nada de la situación. ¿qué hacía Marinette allí? ¿quién la había lastimado de esa manera? No lo entendía. Intento buscar una explicación por unos segundos, mientras que se agachaba a levantarla, hasta que la verdad le pego con fuerza. En las manos de su amiga azabache encontró algo que nunca esperaría ver, una bolita roja: el kwami de la creación.

Quedó paralizado por unos momentos, pero su lady lo necesitaba, no era momento para quedarse en blanco. Rápidamente la cargo en estilo nupcial y siguió al maestro. La chica lo miro perpleja, sin estar enterada de todo lo que estaba pasando, pero no necesito mucho tiempo para entender quien la estaba llevando.

-no lo puedo creer -dijo en un susurro casi inaudible, antes de quedarse en silencio.

El chico siguió al anciano hasta una habitación, depositó a la chica con suma delicadeza sobre una cama, y se alejó hacia un costado para dejar lugar al guardián.

-necesito que me digas que pasó -dijo el maestro sentándose en una silla junto a la cama.

-me disparó tres veces -dijo sin fuerzas, mirando al anciano- por favor, primero sane a Tikki, ella resultó más lastimada que yo -suplicó.

-las dos mejoraran, no te preocupes, ahora debes descansar -tras tranquilizar a la chica, se giró para salir de la habitación y en el camino hizo una seña al rubio para que lo siguiera.

~O~

-no creo que ella esté muy feliz -dijo el maestro una vez que se encontraban afuera de la habitación- ella quiso cumplir siempre la norma de que no conocer las identidades del otro, conoce muy bien los inconvenientes que podría ocasionar el conocerse en la vida real.

- ¿por qué me dice esto, Maestro? -pregunto Adrien, extrañado por la declaración del hombre a su lado.

-porque necesito que, sin importar lo que ella sienta en estos momentos, la acompañes -declaró con serenidad- esto va a tardar más tiempo que contigo, habla con ella para que puedan comunicarse con sus padres, tendrá que pasar la noche y probablemente todo el día de mañana aquí hasta recuperarse, y me gustaría que puedas ayudarla a encubrir la verdadera causa de su estadía fuera de casa.

-pero eso no es algo que tenga que pedirme, maestro -argumentó el rubio- ¿hay alguna cosa que no me esté diciendo?

-ella necesitará toda la compañía posible hasta mejorar -dijo finalmente- acompáñala en los momentos que yo tenga que salir y, aunque no te pediré que te quedes de noche, porque no sería prudente, si me gustaría que puedas volver mañana a ayudar en su recuperación, por ahora solo hazle compañía hasta que vuelva con sus medicinas.

Adrien solo asintió y volvió a entrar a la habitación mientras que el anciano se dirigía a la cocina de la pequeña casa. Al entrar a la habitación noto que la chica se encontraba con los ojos cerrados, por lo que se movió con delicadeza hasta la silla que se encontraba al lado de la cama, intentando no hacer ningún ruido para no despertar a su compañera, pero se dio cuenta que fue en vano al escuchar su voz.

-estoy despierta -dijo la azabache sin abrir los ojos.

- ¿cómo te sientes? -pregunto el chico después de unos momentos sin saber que decir.

-no creo que éste en condiciones de contestar -está vez abrió un poco los ojos y giro su cabeza para dirigirle una mirada de pocos amigos al rubio- ¿tú te encuentras mejor? ¿y Plagg? -preguntó al tiempo que volvía a su posición inicial, cerrando los ojos nuevamente.

-estamos bien, con un poco de dolor, pero mucho mejor que hace un rato -tomó los movimientos de su compañera como una invitación a hablar- el maestro dijo que mañana ya estaremos bien al cien por ciento, pero que sería mejor que no me transforme por un par de días.

La chica solo asintió -aún con los ojos cerrados- a la explicación del rubio. Él no podía leerla, no sabía si a ella le interesaba sus palabras o solo quería su silencio. En ese momento se dio cuenta que no la conocía en absoluto, ni como Ladybug ni como Marinette.

-Fu dijo que probablemente tendrás que quedarte hasta mañana en la tarde aquí -empezó a hablar el rubio después de unos minutos de silencio, que no era incomodo, pero de todas formas no lo hacía sentir bien- ¿quieres que le diga algo a tus padres?

- ¿puedes decirles que me quedaré en tu casa a hacer pijamada?

-claro, no hay problema.

-toma mi teléfono -dijo la chica moviéndose lentamente hasta llegar a su bolso y sacar de él su teléfono- diles también que en la tarde iremos a recorrer algún lugar, algo que tarde mucho para que sirva de excusa en caso que deba tarde mucho.

El chico asintió y tomo el teléfono para cumplir con la tarea que le habían encomendado. Una vez hecho, dejo el teléfono sobre una mesita de luz que se encontraba al lado de la cama y la observo un rato, notando como simplemente se quedaba callada.

- ¿estás enojada conmigo? -preguntó el rubio, recordando lo que había dicho antes el maestro Fu.

Marinette quedo sorprendida con la pregunta, y en ese momento se dio cuenta que se encontraba tensa y con el ceño fruncido desde que había llegado a aquella habitación. Tras un par de minutos pensando relajo su rostro y encontró una respuesta para el chico.

-no puedo mentirte, Adrien -comenzó a explicar- no estoy feliz de que conozcamos nuestras identidades, pero no estoy enojada contigo, porque no es tu culpa que hayamos tenido una revelación anticipada.

- ¿hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor? -preguntó el chico, quien se encontraba muy sorprendido por la declaración de su compañera.

-tendremos que hablar sobre cómo será todo de ahora en adelante, pero lo haremos en otro momento, por ahora creo que ambos necesitamos descansar.

Los dos chicos se quedaron callados un rato, Adrien se recostó sobre el respaldo de la silla en la que se encontraba y Marinette se encontraba acostada y pensando en todo lo que estaba pasando, cuando notó un movimiento, era Plagg saliendo de la camisa de su portador, y acercándose a Tikki, la cual no se despertaba desde el momento en que habían llegado.

La pequeña Kwami se encontraba recostada al lado de su portadora, sobre la almohada para poder sentir de cerca su tenue respiración. Vio como el dios de la destrucción de acercaba y tocaba la cabeza de su contraparte con cuidado de no lastimarla, y con una expresión de tristeza extrema al verla en ese estado.

-ella estará bien, Plagg -habló la azabache con una voz dulce, la cual llamo la atención del rubio al tiempo que empezaba a prestar atención a la escena.

Adrien nunca había visto a Plagg en ese estado. Se lo notaba deprimido, estaba teniendo suma delicadeza con Tikki, y él nunca había visto al dios tener delicadeza con algo que no sea camembert. También notó que se encontraba callado y muy pensativo.

Por su lado Marinette vio la preocupación que estaba sintiendo Plagg por Tikki, y entendió que, aunque le quería dar su espacio, Adrien estaba sintiendo la misma preocupación hacia ella.

Vio como el rubio se levanta y estira su mano para acariciar a su Kwami, pero ella toma su mano y le hace una suave seña de que no es una buena idea molestarlos en ese momento. El chico respiro profundo, entendiendo el mensaje y listo para volver a su lugar, pero se sorprendió nuevamente al ver como la chica no había soltado su mano, y por la forma en la que se estaba acomodando no parecía que vaya a soltarlo.

Cada segundo que pasaba se daba cuenta que no conocía realmente a ninguna de las "dos chicas", era difícil saber cómo iba a actuar, hasta el momento estaba teniendo la actitud dura de Ladybug, pero en los últimos momentos se parecía mucho más a la dulce Marinette.

Comprendió entonces lo difícil que sería para ella separar sus dos personalidades. Ladybug tenía una personalidad dura y madura, pero también tenía una pizca de la dulzura de Marinette. Por otro lado, Marinette era dulce y amorosa con todas las personas que quería, pero también tenía un poco de la madurez de Ladybug cuando la necesitaba, en general era cuando se enfrentaba a Lila o Chloe. Se preguntaba cómo era que la chica no mezclaba más su personalidad ya que, a su parecer, eran muy distintas.

La única respuesta que encontró en el momento era que la dulce chica era también la madura heroína, pero que no mostraba la unión de sus personalidades a nadie, y su meta de ahora en más sería que esa chica confíe en él como para mostrarle sus dos facetas.


Espero que les haya gustado este primer capitulo, por ahora tengo pensado que sean 15 capítulos, de los cuales ya tengo escrito varios, pero podría agregar alguno más mientras vaya escribiendo los últimos.

Cualquier crítica o sugerencia dejenla en los comentarios.

Gracias por leer.

Naatii3333