Desafío que participa en la página de Gundam Wing Yaoi en Facebook.(Mayo 2021)
Lucky Day.
1- Encuentro.
Cierto joven hombre de unos 25 años aproximadamente y de cabellos largos y trenzados caminaba a prisa dentro del quinto piso de un enorme centro comercial situado en el centro de la ciudad, en busca del departamento de refacciones que más le gustaba visitar debido a la calidad y variedad del lugar. Se había convertido ya en su tienda de confianza y aunque su trabajo de fotógrafo profesional le generaba buenos ingresos, también tenía un apego especial por los automóviles, así que de vez en cuando actuaba de mecánico en su tiempo libre.
Dobló entonces hacia la derecha, pues estaba ya a unos pasos de llegar a su destino y 'saquear' la tienda en busca de las ofertas de la semana, así que estando de tan buen humor, avanzó a prisa hacia su destino.
De la nada, esquivó en el momento justo a dos pequeñuelos que corrían por ahí mientras escuchaba a quienes probablemente eran sus padres pidiendo a lo lejos que regresaran cuanto antes. ¡De verdad que era un día agitado en ese centro comercial! Había más gente de lo esperado, aunque atravesar por ese mar de gente no le sería un real problema si tenía al final su maravilloso premio.
Sin embargo, al estar al fin a unos cuantos pasos de distancia se percató de algo increíble:
¡El lugar estaba cerrado! Leyó entonces el enorme letrero frente a las puertas que se mantenían selladas, percatándose del mensaje que anunciaba que los horarios habían cambiado desde la semana pasada. ¡Aquello era absurdamente demoniaco! Revisó entonces en su móvil la página oficial de aquella tienda, revisando que en efecto, los fines de semana cerrarían más temprano. Suspiró derrotad, sintiéndose torpe puesto que habría evitado ese viaje innecesario de haber revisado las redes sociales del negocio.
Se alejó entonces mientras palmeaba su propia cabeza, decepcionado del todo, pues ya se había imaginado a si mismo haciendo las reparaciones y mejoras pendientes en su improvisado taller en ese fin de semana.
Regresó entonces por donde había llegado, pensando en que tal vez pasaría por un helado doble para que la vuelta que dio no fuese del todo en vano.
Recorrió el camino de vuelta silbando suavemente la canción animada de fondo que resonaba en las bocinas del lugar en un intento de animarse a sí mismo, mirando en los alrededores y las novedades del lugar, aunque por alguna razón y de repente giró la cabeza para mirar detrás sin ningún motivo en específico, solo porque le nació hacerlo.
No entendió de momento su propio comportamiento repentino, pero continuó con su pequeña travesía. Llegó sin mucha dilación hacia el tercer piso, el cual por suerte no estaba tan abarrotado de personas y salió campante de ahí, saludando con una gran sonrisa a las bonitas promotoras que entregaban volantes y que parecían felices enviando besos y saludos a todo el mundo.
Se fue caminando a su ritmo, usando las escaleras eléctricas luego de rodear la zona. Fue entonces que se percató de una extraña sensación, como si alguien estuviese observándole a lo lejos, volteando de una manera discreta para comprobar si es que estaba siendo un gran paranoico o de verdad tenía razón.
No vislumbró a nadie sospechoso especialmente interesado en mirarle, así que se auto convenció de que todo aquello era su imaginación. ¿Tal vez estaba desvariando debido a la sorpresa de antes con su tienda favorita? Solo eso explicaría el delirio de persecución que experimentaba.
Llegó al fin al primer piso alejándose de aquellas escaleras por las que había bajado y se distrajo unos instantes mirando algunos carteles para revisar si es que algo le interesaba, pero lo cierto era que tenía todas sus necesidades cubiertas y si compraba de más sería un despilfarro innecesario además de insatisfactorio para calmar el vacío de sus hermosas refacciones faltantes.
Fue entonces que sintió una vez más esa extraña sensación intensificándose y volteó a toda prisa, alcanzando a notar por el rabillo del ojo una figura dando vuelta en una esquina.
¿Qué clase de cosa había sido eso?... Bajo ese punto no podía ya olvidar ni mucho menos ignorar tal cosa, así que corrió lo más rápido que pudo para encarar a ese supuesto acosador salido de la nada. ¡Si creía que no se daría cuenta estaba muy equivocado!
Esquivó a varias personas al ir corriendo con mucha determinación y al girar a donde se suponía, había visto esa especie de sombra amorfa, se percató de que había perdido de vista a su perseguidor. ¡Pero que coraje! Miró hacia todas direcciones y fue entonces que logró vislumbrar más adelante a un hombre uniformado de azul y con chaleco, con las típicas insignias decorando sus ropas. ¡En hora buena! Seguro si hablaba con el policía, podría ayudarle a encontrar al malhechor.
Caminó entonces para alcanzarlo, agitando una de sus manos y alzando la voz para ser escuchado.
— ¡Hey, policía, détente! ¡Aquí, aquí! —
Por extraño que pareciera, el hombre ataviado con traje azul obscuro no parecía querer voltear, así que cuando llegó a su lado, le observó inclinando la cabeza y cubriendo su rostro al bajar su gorro para cubrir parte de su mirada. Eso naturalmente hizo enfadar a Duo de sobre manera, dejando sus manos en la cintura y elevando la voz para que ese desgraciado le escuchara bien fuerte y claro.
—¿Está sordo o qué? ¡Le estoy hablando! ¿Qué sucede con la seguridad de este lugar? ¡Es pésima! Y además, yo.. ¿Me está escuchando siquiera, señor Policía?. —
—Suboficial…— Aquel hombre a penas y susurró aquello.
—¿Disculpe? ¡Hable más fuerte! —
—Dije…que soy un Suboficial. Los guardias están patrullando por la seguridad de los visitantes en las entradas y salidas del edificio…—
Por un instante, Duo acercó el rostro hacia aquel misterioso hombre, puesto que esa manera de hablar y su tono de voz le parecieron conocidos. ¿Sería esa también su imaginación? Ya no estaba seguro de nada en ese día en específico…
—Vamos, ustedes trabajan para proteger a la ciudadanía. Haga su trabajo y escúcheme al menos, señor suboficial. No me importa el rango que tenga, tiene que darme una mano, ¡Había alguien persiguiéndome antes! — Hizo un ademán con las manos, señalando hacia atrás por donde había venido, totalmente inquieto aún por lo que se suscitó momentos atrás.
El hombre frente a si suspiró largamente, como resignado a que ese escandaloso no dejaría de generar revuelo a su alrededor con esos gritos, llamando la atención de medio mundo; así que decidió entonces retirar su elegante gorra bordada, mostrando así su rostro que permanecía escondidos momentos atrás. Duo solo atinó a abrir los ojos de una manera por demás exagerada, parpadear una seguida de veces y señalar entonces a ese desagradable y grosero policía.
—¡¿Heero?! ¡Eres tú! ¿El Heero de la preparatoria, cierto?! ¡No puedo creerlo, viejo amigo! — Palmeó animosamente al joven hombre en la espalda con toda la confianza del mundo y luego de sobreponerse un poco por la sorpresa es que regresó para mirarle con algo de desconfianza.
—¿Entonces…eras tú el que me seguía, no es verdad? — Arqueó una de sus cejas y esperó a que le respondiera y aclarara su duda, pero aquel hombre no pareció querer darle una explicación.
—¡Así que te convertiste en policía! Aunque al parecer, ni así te convertiste en alguien más expresivo… No iba a molestarme si es que te acercabas a mi de un modo más directo, ¿Lo sabes, verdad? —
—No quería molestar, es…todo. —
—Pues vaya que lo hiciste… No es gracioso ser perseguido de la nada, Yuy. Pensé que era un ladrón o algo peor. —
Heero dejó su gorra reposando sobre su propio pecho, pensando para sus adentros que esa manera de llamarle traía consigo muchos recuerdos de aquellos días de estudiante. Al parecer, Duo parecía recordarlo bastante bien, pues incluso le llamó usando su apellido como solía dirigirse a él cuando estaba enfadado con su comportamiento.
—Lamento eso… Intentaba acercarme, pero…—
Pero seguramente el serio hombre no encontró una forma natural para hacerlo. Duo podía intuir algo como eso muy fácilmente, pues en el tiempo que convivieron juntos en el pasado aprendió a tratar con ese problemático sujeto, a quien llegó a considerar un buen amigo a pesar de sus diferencias.
—De acuerdo, de acuerdo~ Haremos esto, te perdonaré si me invitas un helado. Pero que sea triple. ¡Tenemos mucho de que hablar, Heero Yuy! —
El chico de la trenza le guiñó de una forma por entero quitada de la pena, esperando a que el otro reaccionara, aunque de momento solo encontró que negaba lentamente con la cabeza, algo abochornado al parecer, pues definitivamente le había atrapado haciendo algo por demás vergonzoso. ¡Mira que perseguirlo de esa manera por todo el lugar! Era para no creerse.
—Tú jamás cambias…— Agregó Heero. Pero no negó que le invitaría ese helado.
Y de hecho, se adelantó a caminar rumbo a la heladería del supermercado mientras Duo le reclamaba ofendido que esperaba, aquello hubiese sido un cumplido.
Al parecer, ese día de verdad que no fue para nada un desperdicio a pesar de las pequeñas desventuras que atravesó…¡Y se aseguraría de que Heero lo compensara al triple ahí en más!
Fin.
Notas finales: Me dio risa escribir que Duo decía: "Pensé que era un ladrón" Cuando ya sabemos como sobrevivía de pequeño. En fin, la hipotenusa. De todas formas esto es un AU (Obvio xD ) Escribí esto lo más rápido que pude, así que no me hago responsable de las faltas de horrografía que pueda tener este coso extraño salido de la nada. Espero no quedara tan mal.
Saludos al amable público lector que se interesara en este pequeño aporte y pues nada, espero que disfrutaran la visión de un Heero vestido de policía. Sub oficial para que no se enoje el muchacho.
Bye. Actualizaciones en breve, creo. xD
PD: Más que un encuentro es un reencuentro, pero pues nada, eso se me ocurrió. LoL
