Hey, si se nota que estoy bien pinche aburrido jajaja, bueno como sea aquí esta algo para matar el rato, lean mis otras historias y también denles algo de amor.
Las pueden encontrar en mi perfil, no tengo un mapa, pero basta con picar mi nombre allá arriba.
Empecemos.
Sus llaves cayeron al piso…
Se agacho para levantarlas, apenas las tomo con dos dedos estas volvieron a caerse.
Un segundo intento, logro llevarlas a la cerradura y entro con un pésimo humor.
Nazuna miro la extensión de su departamento, era uno de esos días… no había tenido uno igual desde que estaba en casa.
Esos días donde se sentía demasiado consiente de que no había nadie en casa para darle la bienvenida.
Coloco su bolsa en el sillón, fue a la cocina con el fin de revisar el refrigerador, abrió la puerta y ojeo el interior buscando algo para una cena rápida y llamar a esto un día mas.
Un olor le llamo la atención, una caja de papel blanco que solían usar para empacar comida china, que de alguna manera había encontrado un escondite entre sus otros comestibles, tenia un olor espantoso.
La tomo para desecharla, una sensación asquerosa en su mano la hizo soltarla haciendo que esta llegara al suelo
"Yuck!" la cosa se había dado el tiempo suficiente para engendrar larvas, apreto los dientes y bufo, se fue a lavar las manos, había descuidado mucho la nevera, tendría que limpiarla cuando tuviera tiempo.
El aseo y el desechar la cosa en cuestión le habían arruinado el apetito.
Se fue a la cama sin cenar.
Llego a su habitación, estaba oscura, no se molesto en encender la luz, fue a su armario y tomo algunas prendas cómodas para dormir, camisón blanco y unos shorts.
Mientras se cambiaba pudo notar un agujero en su blusa favorita.
("Sabes coser, no será problema") intento convencerse de que no le molestaba… no lo logro.
Su día había sido… pésimo.
Lidiar con gente grosera que asistía a sus eventos, ser atacada en redes sociales y en persona, una de sus presentaciones canceladas…
Pero eso no era problema…
El verdadero problema era que después de tanto tiempo… estaba pasando por un evento muy familiar.
Llegar a casa del instituto, sin rastros de su madre, comer sola, irse a dormir… fin.
Estaba demasiado consiente del silencio en su departamento, el culto tal vez la había malcriado un poco…
No podía estar teniendo un maldito ataque de soledad, ya estaba grande para esto.
Su teléfono… lo tuvo al alcance… encendió la pantalla y fue directo a sus contactos…
Desde que había llegado a la ciudad su lista de contactos era igual… bueno, había una cara relativamente nueva.
Una idea paso por su mente.
("Ni lo pienses…")
No lo haría, cuando estaba por apagar la pantalla pudo notar una grieta en la misma… no sabia si era el protector o la pantalla, fue la gota que derramo el vaso.
Volvió a sus contactos…
Presiono llamar…
("Cuelga… ahora!")
Puso su dedo sobre "Cancelar" pero no se movió de ahí, no lo presionó.
Dejo que sonara el tono de llamada hasta que vio el contador que le decía que alguien había contestado.
"Ogami" La voz del otro lado de la línea…
Sus manos temblaron con su teléfono.
"H-hola… ¿no te desperté?" Pregunto sonando apenada…
("Dile que marcaste por error")
"No, solo terminaba con papeleo" Era cierto, era tarde… ya debía estar por irse a dormir.
("El tiene cosas mas importantes que hacer")
"¿Ocurre algo?" preguntó, Nazuna tardaba mucho en responder…
("Dile que solo querías saludar") Su boca se movió, pero no dijo lo que esperaba.
"¿P-puedes venir un rato? …" Su voz flanqueo un poco, apretó los dientes.
("Dile que solo bromeabas")
"¿Esta todo bien?" Sonaba preocupado, temió que si había alguien cerca del edificio que se viera sospechoso probablemente ella se sentiría en peligro.
("Lo estas preocupando por nada")
"Si… bueno, es solo…" Su voz sonaba demasiado alterada.
"Nazuna…" Sonó aun mas consternado al otro lado de la línea.
("Cuelga de una vez…") No pudo decir nada… hizo silencio hasta que se resolvió a hablar.
"… Me siento sola…" Soltó esa oración en un gimoteo lastimero, se encogió en la cama sosteniendo el teléfono.
Shirou estaba muy callado.
("Eres patética") Estuvo a punto de empezar a sollozar, pero Shirou hablo antes.
"Estaré ahí en diez… no… cinco minutos ¿puedes esperarme?"
"S-si…" Su voz seguía igual.
"Deja el balcón abierto" Le ordenó con una voz inusualmente suave, aun así, sonaba firme.
"Esta bien…" Dijo afirmativamente.
"Aguanta…" Shirou colgó, se sintió mal por ya no escuchar su voz.
Camino veloz a quitar el seguro del balcón.
Volvió a la cama y se sentó en el borde a abrazar sus rodillas.
("Soy patética")
Aterrizo en el balcón del edificio en cuestión, abrió la puerta sabiendo de antemano que estaba invitado…
En la penumbra encontró a quien buscaba, una chica vestida en pijamas, sentada en el borde de la cama, estaba abrazando sus piernas.
Cerro el balcón, camino hacia la cama y se sentó junto a ella.
"Hola…" Shirou no llevaba su abrigo, solo su polera negra y pantalones.
"Hola" Se saludaron, Nazuna estaba falta de movilidad, no se sentía con ánimos de charlas previas.
Shirou no preguntaría al respecto…
La tomo como si fuera algo frágil y precioso.
La coloco en su regazo, Nazuna se acoplo a el, se abrazo a su pecho, bajo la cabeza enterrando su cara en la tela negra de su polera, era tan suave y tan cómoda, ese olor pacificador de café oscuro la lleno de puro alivio, era un recordatorio de que el estaba ahí y que era real, se quedo ahí, inerte.
Finalmente se rompió.
"Sob~ Sniff~ Hic~" Shirou tomo su cabeza y la acarició, Nazuna cambio de forma, un pequeño zorro indefenso y frágil quedo en sus brazos.
"Ya, ya, tuviste un día duro ¿no es cierto?" Su voz aunque monótona era inusualmente suave, como una nube o una brisa fría pero gentil.
Nazuna asintió en su pecho, se sentía pequeña, no se sentía fuerte en absoluto, su armadura mental usual estaba en el suelo hecha pedazos.
Estaba completamente desnuda emocionalmente frente a el… odiaba que la vieran así… tan vulnerable.
No se atrevería a mostrarse así frente a Michiru.
El Lupino llevo su mano a sus orejas, acaricio una, todo su cuerpo se estremeció, era una sensación de alivio que se extendía desde su tacto a su cerebro y corazón.
Se sentía bien, cálida, querida.
"Ya estas en casa, todo esta bien, puedes desahogarte todo lo que quieras" Había pasado mucho tiempo desde que había tenido un lugar al que llamar hogar.
Esta habitación no se sintió como su hogar hasta que Shirou entro por su balcón.
Shirou no era ajeno al tratar con estos casos… había visto a Beastman romperse por diversas situaciones a lo largo del mundo y la historia.
A veces simplemente porque no estaban acostumbrados a vivir lejos de sus familias o hogares… como lo era con la mayoría de la gente en Animacity.
El no estaba acostumbrado a ser un apoyo moral, por lo cual estaba improvisando.
Sus caricias eran lentas y delicadas, estaba completamente drogada con su tacto, la parte de ella que era orgullosa y autosuficiente estaba sedada.
Los mimos de Shirou eran la mejor recompensa que podía obtener nunca, sus sollozos se convirtieron en respiraciones profundas, de vez en cuando se contraían.
"Si vuelves a sentirte así… ven directo a la cooperativa…" Le ordeno algo hosco, ella negó con la cabeza, no quería eso, ella lo quería a el, con ella, mimándola y consolándola como la niña caprichosa y mimada que era.
"¿No? Bueno… puedes llamarme entonces, vendré siempre que pueda" Su tono se volvió mas humoroso, no mentía, desde aquella vez, el sabia que ella odiaba estar sola.
Nazuna asintió enérgicamente, Shirou rio un poco.
"Si vas a mi oficina, puedo atenderte de igual manera, solo por si acaso, tengo bastante privacidad ahí" El sabia que ella odiaba que la vieran vulnerable, se aseguraría de que estuvieran solos.
"Bueno… si tu lo dices" Sonaba tan tierna e insegura.
"Tu cola se esta moviendo mucho" Señaló un tanto burlón.
En efecto, esta se movía de lado a lado rítmicamente, el lenguaje corporal de los beastman canidos era muy legible, estaba feliz de que ella lo encontrara como una compañía tan grata.
"No fastidies" Dijo casi en un gimoteo, su voz estaba amortiguada por el contacto con su polera.
De por si esto seria material para molestarla luego.
Siguió acicalándola, realmente no sabia que mas hacer, empezó a acicalar su cabello, estaba bien peinado y cuidado, la existencia de nudos era casi nula.
Su color de pelaje era llamativo y hermoso, además… su olor era exquisito, había estado cerca de ella lo suficiente como para notarlo, era lavanda.
Ella era tan femenina y aseada.
Nazuna levanto la mirada, probablemente notando lo mucho que estaba siendo observada.
Shirou evito el contacto visual algo apenado, esos ojos rojos tan exóticos como el resto de su apariencia.
"¿Que, que ocurre?" Se preocupo de que Shirou estuviera incomodo.
"Nada, es que… eres hermosa" Se puso rojo, no tenia idea de cuando obtuvo esa facilidad para ser un bocón, tal vez siempre lo había sido, pero orientado a ser cortante, grosero o sarcástico.
Nazuna por su parte ahora estaba roja por encima de su mascara de pelaje blanco y rosa, no estaba segura de si esto era real o una fantasía retorcida que había creado mientras intentaba dormir.
"¿Puedes repetir eso?" Le pidió en un tono bastante dulce, Shirou se vio dudoso pero la mirada de Nazuna y la probabilidad de ponerla triste al negarse era como un arma apuntando a su cien.
"Eres hermosa" Repitió aun apenado, el corazón de Nazuna estaba por romper su pecho y escapar por someterlo a tanto trabajo, una pregunta asalto su mente al mencionar el corazón, se acerco al pecho del Lupino y escucho con atención.
Estaba acelerado… tan acelerado como ella, debajo de ese porte frígido había tanta calidez, podía escuchar ese latido por horas y no se aburriría.
Subió de nuevo y se encontró con el, sus ojos eran tan hermosos, no creía que alguien pudiese tener ese color…
Se miraron por un buen rato… ella empezó a acercarse a el… enserio estaba enamorada sin remedio.
Shirou capto el mensaje y empezó a acercarla sujetando su cintura.
*Groaaaaaan*
"… "
"… "
("¡GHAAAAAAAAAHH!") Grito en sus adentros maldiciendo lo inoportuno que era su apetito en el peor momento posible.
Estaba por hablar cuando el cerro el espacio entre ambos, le dio un beso tierno y cálido, su mente se puso en blanco, todo se volvió tan mullido y suave.
Siguieron por valiosos segundos, Nazuna hubiese querido que eso durara para siempre, se sumió en ese mundo mullido y colorido que estaba en ese simple beso, pero todo lo bueno tiene un final, finalmente Shirou se separo de ella, por un momento ella sintió que le habían quitado algo vital cuando abandono sus labios.
"Sabes lo que opino de que hagas dietas experimentales…" le regaño en un tono algo rígido, se veía molesto en cierto sentido, estando en un momento tan intimo esa reprimenda tuvo un efecto real.
"No… dieta… es que… comida china… larvas… refrigerador… ughhhh" Se refugio de nuevo en su pecho buscando cerrar la boca, bajo las orejas angustiada.
Pudo ser un momento perfecto.
"No tienes remedio" La tomo como una princesa y la levanto de la cama.
"¿¡Eh!? ¿¡A donde vamos!?" Pregunto ante el repentino movimiento, se sujeto a su cuello.
"A alimentarte, estrella de Animacity, completamente independiente y responsable" Lo dijo con un obvio intento de burla.
"Hmmmp~" Hizo un puchero, pero enserio esto era mágico, quería que durara por siempre, pero se conformaría con tenerlo por la noche "¿Puedes quedarte hoy?" Preguntó apenada, no habría problema si no podía, solo quería tenerlo cerca para saturarse de él y poder sobrevivir la semana.
"Tendré que avisar a Michiru, espero que los Hornets no hagan preguntas" Era cierto, si la pareja mayor sabía en que andaban probablemente ellos dos tendrían problemas.
"Perdón" Se disculpo inocentemente.
"No hay problema, los vales" Juraría que su pelaje se volvería rojo si seguía así.
Lo tomo de la mejilla y la estiró.
"S-si no te callas, n-no dejare que te vayas nunca" Amenazo mientras sonreía con vergüenza y pura felicidad.
"Ok, pero suelta mi cara" Dijo con un gesto gracioso, la chica dejo ir su mejilla mientras soltaba una risita encantadora para Shirou.
"¿Que quieres cenar?" Pregunto recuperando algo de su porte, no estaba de mal humor, ella podía leerlo mucho mejor ahora.
"Lo que sea esta bien…" Si era hecho por él, para ella sería delicioso.
"Espero no estar muy oxidado en la cocina" Empezó a caminar al lugar en cuestión, la coloco delicadamente en el sofá de la sala.
Nazuna tuvo que forzarse a soltarlo.
Mantuvo su vista en el, podía sentir su cola detrás de ella moviéndose enérgicamente, estaba demasiado feliz para su gusto.
Se sentía demasiado afortunada, no se sentía sola en absoluto ahora.
Voy a vomitar arcoíris… pero me divertí bastante escribiendo esto, quería darle algo de intimidad al los tortolos, esto es después de "The migling" deberías ir a echarle un ojo.
Espero que fuese de su agrado, espero que le den todo su apoyo a este fragmento, toda critica o comentario es bienvenido, también denle upvote si están en Wattpad o fav si están en Fanfiction, de esa manera se que escribo para alguien, espero verlos pronto.
