Darse tiempo
Sev entró en casa de Lily con ella en brazos. La familia al completo ya estaba a la mesa, llegaron tarde a cenar con Petunia, Violet y Peter, Violet les contó que Lily había recibido dos llamadas mientras estaban fuera.
-Ya tenéis profesores de español a la espera, ahora deberéis elegir – les dijo Violet.
-¿Te han explicado quiénes eran? – le preguntó Lily.
-Sí, uno es un señor chileno que trabaja como limpiador en el mercado, no tiene mucho tiempo durante el día más que el fin de semana.
-Buf… entonces no nos interesa mucho.
-La otra ha sido una chica hija de inmigrantes españoles, que ha terminado justo este verano los estudios secundarios y quiere trabajar para ahorrar y quizá ir a la universidad.
-Vaya… ésa, ésa.
-Claro, además lleva aquí sólo dos años, así que ha tenido formación en su tierra y lleva aquí el tiempo suficiente para haber aprendido inglés bastante bien.
-Estupendo, ¿cómo se llama?
-Amparo. Te he apuntado su teléfono, está junto al aparato.
-Entonces la llamo en cuanto terminemos de cenar.
-Si quedas con ella llama también al otro señor para decirle que no te interesa, que no se quede esperando.
-De acuerdo, mamá, así lo haré.
Cuando terminaron de cenar Lily se dedicó a las llamadas, Sev recogió la mesa con Petunia y fregó. Mientras terminaba, vino Lily a darle noticias.
-Ya he quedado, está a nuestra entera disposición, pues no le interesa coger un trabajo de más horas ni más comprometido para poder acudir a la universidad a partir de septiembre, y nosotras le ofrecemos al menos seis horas semanales, tres sesiones de dos horas. Ahora me falta quedar con Alice, quizá si duerme aquí mañana podamos quedar con ella el sábado por la mañana después de desayunar.
-Vaya… si es así también voy a clase con vosotras.
-Claro...
-¿Qué tal habla inglés?
-Perfectamente, sin ningún acento.
-Wow… estupendo.
-Una persona con la mente muy bien amueblada y las ideas muy claras, hemos charlado un buen rato.
-¿Y qué carrera estudiaría en la universidad?
-Filología inglesa, como quiero hacer yo, pero ella quiere ser intérprete, no traductora.
-Vaya… estupendo. ¿Y eso qué es?
-Los que traducen al instante las conversaciones de personas en otro idioma para que los demás las comprendan. Ya sabes, un trabajo que le permita estar cara al público y viajar.
-Vaya… entonces va a ser perfecta como maestra.
-Pues sí, porque ha continuado estudiando español por su cuenta al margen de los estudios del instituto con ese fin.
-Claro…
-Y también controla francés, porque ya lo estudiaba en España y ha continuado haciéndolo aquí. Quizá podamos engancharla para que también les dé clases a Remus y Cecile, ya se lo he dicho.
-Claro, claro.
-Encantada conmigo, quizá con lo que gane con nosotros y una pequeña ayuda de sus padres pueda pagarse la matrícula este mismo año, eso me ha dicho.
-Vaya… estupendo.
-Pienso que Petunia debe conocerla de vista, porque iba al mismo instituto que ella, un curso por debajo.
-Claro…
-Nosotros ya sabes, en el internado.
-Desde luego. ¿Y si quedamos mañana mismo?
-Pero tú no sabes a qué hora vas a volver.
-¿Y después de cenar?
-Claro… después de cenar… Aunque mi madre tenga que llevarla de vuelta a Cokeworth en coche.
-Vuelve a llamarla a ver si puede.
-Así ya podemos hacer dos sesiones, viernes y sábado. Va a estar encantada.
-Propónselo, anda.
-El sábado, ¿a qué hora?
-A las diez, por ejemplo, para poder quedarnos en cama mucho tiempo dándonos mimos.
-Estupendo.
Lily salió a llamar de nuevo. Mientras tanto, Sev terminó de fregar y salió a la sala de estar, donde ya lo esperaba su hermano con Peter y Violet viendo el noticiario en la televisión. Se abrazaron.
-Sev… siempre me abandonas… - se quejó Ariel.
-No es eso, cariño, ya sabes que tengo muchas cosas que hacer y mucha gente con la que estar.
-Claro, claro…
-De hecho, si no te importa, voy a tocar un ratito el piano hasta que llegue Hipólita, me apetece relajarme así.
-Claro que sí, Sev, sabes que me encanta escucharte.
-¿Os molestaré? – les preguntó a Peter y Violet.
-En absoluto, Sev, lo primero es lo primero, y si nos molestas cerramos la puerta y le damos más volumen, no hay problema alguno – dijo Peter.
-Lo más probable es que acabemos apagándola para escucharte. ¿Qué vas a tocar? – dijo Violet.
-Voy a repasar las que aprendí ayer con Sophie y quizá algo más, pero no sé qué.
-Yo tenía una propuesta para ti desde el domingo – le dijo Peter - ¿Recuerdas la que escuchamos en la radio, de 'The Velvet Underground'?
-Desde luego.
-Esa canción apenas debe tener tres o cuatro acordes. ¿Por qué no intentas sacarla de oído? Y lo que no consigas que te ayude Sophie la próxima vez que os veáis.
-Entonces voy a hacer eso. Voy a ponerme ya mismo a la faena, seguro que me da tiempo de hacerlo antes de que llegue Hipólita.
-Dale, dale, y deja la puerta abierta, la tele se va a ir a tomar viento fresco.
Sev salió de la sala con su hermano, que se sentó a la mesa de comedor.
-Siéntate conmigo si quieres, cariño.
-No, que se siente Lily contigo, es vuestra canción.
Lily ya había terminado con la llamada y le contó:
-He quedado en que volveré a llamarla mañana durante la tarde cuando sepamos si Alice puede. Ella va a dedicar el día a conseguir material y preparar las clases de viernes y sábado, dice que necesita hacerlo, pues nunca ha dado clase a personas que se inician en el castellano.
-Maravilloso, una persona muy responsable.
-Ya le he dicho que nos gustaría aprender cuanto antes con poesía en castellano y me ha dicho que nos buscará cosas fáciles de traducir en la biblioteca.
-Wow… fantástico.
-Conoce a Antonio Machado.
-Maravilloso. Anda, ven y siéntate conmigo, vamos a vincularnos con Ariel.
Se vincularon los tres.
-¿Qué vas a tocar? – le preguntó Lily.
-Voy a intentar sacar nuestra canción, la que escuchamos el domingo en la radio cuando fuimos a la excursión.
-Wow… sí…
-Voy con la melodía.
Sev buscó la melodía de la introducción y de la letra de 'I'll be your mirror' al piano por lo que recordaba fidedignamente gracias al ritual de la cueva, cantando y buscando cada nota. Cuando la tuvo, supo en qué tonalidad se encontraba, y al tiempo que cantaba fue probando los acordes principales de la misma, tónica, dominante y subdominante, sobre la letra. Los encontró todos menos uno que no era ninguno de esos tres y se le escapaba.
-Me falta sólo un acorde para un trozo muy pequeño de letra.
-¿No puedes construir más acordes con las mismas notas de esa escala? – le preguntó Lily.
-Sí, desde luego. Puedo construir otros cuatro partiendo de cada nota.
-Entonces prueba los cuatro, a ver si alguno le va bien.
Lo hizo, los probó.
-¡Es éste!
-¡Estupendo!
-Voy por ella entera, con introducción, puente, final y todo.
La tocó y cantó completa. Todos le aplaudieron, también desde la sala.
-¡He sacado mi primera canción! – de viva voz - ¡Precisamente ésta! ¡Nuestra canción, Lily!
La abrazaba y se la comía a besos, Peter salió de la sala y le dijo:
-Mañana mismo, que salgo más temprano de trabajar, voy a pasar por la tienda de discos para que me consigan el álbum. Estoy seguro de que debe haber más temas que te gusten y puedas sacar también, así no tocáis sólo bossa-nova y jazz con Hipólita y tenéis un repertorio más variado.
-Estupendo.
-Y no sólo eso, ella no puede pasar tanto tiempo como dura un concierto cantando, ha de descansar y ser tú quien cante.
-Claro, claro…
-De hecho, pienso que le convendría también un profesor de canto. A los dos os convendría, para que aprendáis a no forzar la voz y no os dé problemas.
-Cierto.
-Que os dé clase a los dos a la vez, llama a Sophie y propónselo.
-Claro…
-Llama, llama.
Sev llamó a Sophie, que le dijo:
-Lo buscaré, en la academia donde doy clases también hay profesores de canto.
-Estupendo.
-¿Ya sabes cuándo os irá bien a ambos?
-No, he de preguntarle hoy a Hipólita. ¿Qué tal le ha ido la clase de oboe?
-Fatal, no le gusta, ha decidido dejarlo, le parece una pérdida de tiempo teniendo ya la flauta y tantos proyectos para cantar.
-Vaya…
-Y más ahora si tiene que dar también clases de canto y quiere aprender guitarra además con Andrew.
-Claro, claro…
-Ya le llega por el momento, el oboe es muy duro.
-Estupendo. ¿Cómo lo lleva Douglas?
-Setenta por cien antes de cenar.
-Wow… maravilloso. ¿Jack está con él?
-Está.
-Debería haberme llamado y lo ha olvidado, ¿puedes decirle que se ponga un momento?
-Desde luego, no cuelgues.
Esperó a que se pusiera Jack.
-¡Hola, hermano! – la voz de Jack.
-He de hablarte del concierto de mañana, no voy a ir.
-¿Y eso?
-No me apetece meterme en ese ambiente. De hecho, voy a volverme mañana mismo por la tarde a Cokeworth desde Camden, no me quedo a dormir en el hotel con Lauren.
-Buf… vaya disgusto le vas a dar...
-Ya no quiero estar más con ella, Jack.
-Buf, Prince… vaya líos te haces. ¿Estás seguro?
-Sí, Jack, al cien por cien.
-Piénsalo muy bien antes de darle una noticia así, vas a destrozarla.
-Ya lo sé.
-Iré a buscarla a Camden para que venga al concierto con nosotros, que no vaya sola, va a estar hecha polvo.
-Claro, Jack, claro. Sirius también quería ir, queda con él.
-Y ya que voy hasta Camden te llevo a ti a Cokeworth para que no tengas que ir en tren.
-No, Jack, no es necesario.
-¿Como que no? – un tanto exasperado - A mí me cuesta minutos, te llevo directamente a casa desde allí.
-De acuerdo, Jack. Lo que no sé es si aguantaré en Camden hasta que lleguéis vosotros.
-Prince… no hagas eso, no la dejes sola…
-Buf… Jack… Si me la monta no voy a soportarlo, ¿eh?
-Cierto, cierto. Bueno, estamos comunicados llamándoos al hotel. ¿Vas a soltárselo allí?
-No, en la cafetería de Euston.
-Buf… Prince… haz bien las cosas, anda… En privado.
-No, Jack, en público para que no me la monte.
-No va a montártela, Prince… te quiere demasiado.
-No sería la primera vez.
-Bueno, haz como veas, voy a buscar en la guía de Cecile los teléfonos de ambos lugares, por si no estuvierais en uno llamaros al otro.
-El teléfono del hotel puedo dártelo yo.
-Entonces dámelo, anda.
Sev se lo dijo.
-La habitación es la setecientos tres. Jack, lo siento mucho, no me eches la bronca por esto.
-Cierto, cierto, Prince, es normal que estés hecho un lío con todo lo que te está pasando. ¿La cosa ha tenido que ver con Lily?
-Sí, con Lily e Hipólita.
-Entonces lo entiendo. Mejor así que hubiera sido más prolongado. Estás haciendo las cosas lo mejor que te salen, no le des más vueltas, cuidaremos de ella.
-Muchas gracias, Jack. Hablad con ella de invertir, yo ya no voy a poder hacerlo con mi dinero.
-Ya, ya he hablado de ello con la familia de Cecile en la cena. No te apures, invertiremos por ti y si tuvieras que huir nunca te faltaría de nada, hermano.
-Gracias, Jack.
-Deja de dar las gracias, anda. Pena que no vamos a vernos mañana en el concierto.
-Ya estaremos el sábado en tu casa.
-Quiero pasar un buen rato contigo, ¿eh? El domingo pasado apenas estuvimos.
-Claro, claro que sí.
-¿Ya has decidido si vas a hablar con tu madre?
-Buf… no he tenido tiempo de pensar en ello.
-Pues tómate un rato, Prince.
-Claro, claro…
-Bueno, me vas contando.
-¿Cómo lo lleva Douglas?
-Viento en popa, setenta y cinco por cien. Quizá lo consiga antes de que me marche a casa y pueda ir mañana al Ministerio. De lo contrario, va a tener que acudir a San Mungo a que un medimago le justifique la baja.
-Buf, Jack… vaya paliza vas a pegarte.
-Peor lo tiene Douglas, que tendrá que acudir al Ministerio habiendo dormido apenas.
-Pasa por aquí un momento y llévate poción Reparadora para él.
-Cierto, no lo había pensado, cuando cortemos voy.
-¿Has sabido algo de Valerie?
-Seguimos hablando cuando vaya, que no gastéis más en teléfono.
-De acuerdo, Jack.
-En medio minuto estoy ahí. ¿Está despejado el jardín de atrás?
-Sí, lo está.
-Pues allá voy.
Colgaron.
-Va a venir Jack un momento por un frasco de Reparadora – le dijo a Lily.
-Ya voy yo por ella – dijo ella.
-Baja también uno de Estimulante, he olvidado dárselo a Deborah esta tarde.
-Pero ella lo ha recordado y se lo he dado yo.
-Estupendo.
A los pocos segundos llegó Jack desde el jardín de atrás. Se vincularon sentándose a la mesa de comedor.
-¿Qué sabes de Valerie? – le preguntó Sev.
-Que ya terminó con Andrea. Lo que te digo, viento en popa, podríamos haber prescindido del tercer pensadero.
-No, Jack, no podíamos.
-Cierto, no, ya era sospechoso que Andrea no hubiera pasado por Diagon en tanto tiempo. Mañana ya podrá ir.
-¿Sin haberse vinculado con Hipólita?
-Ya lo han hecho, Prince, como Familia, esta tarde cuando ha llegado Philip de trabajar, por eso Valerie se ha quedado con ellos hasta última hora.
-Claro…
-Quienes hemos leído a Andrea hemos estado estudiando la parte de la Magia Roja relativa a eso y Valerie las ha instruido. Ellas estarán contándoselo a Philip en este momento.
-Claro, claro…
-Es una pasada, Prince, puede formar el escudo un solo progenitor.
-Wow…
-Claro, claro, es la parte más potente de la Magia Roja, la Familia.
-Estupendo.
-Y no sólo eso, el Vínculo nunca se rompe a pesar de no haber hecho la Unión.
-Maravilloso.
-Y además, no tiene por qué haber vínculo de sangre entre progenitor y niño, basta con que exista esa relación de protección. Puede hacerse también entre tíos y sobrinos, abuelos y nietos, padrinos y ahijados o cualquier adulto con un menor que en cierto modo esté a su cargo.
-Vaya… estupendo.
-Lo que te digo, la parte más potente, la primera que deberíamos haber estudiado. Todos nuestros hijos estarán protegidos incluso aunque faltemos, quizá no tengamos que esperar a que acabe la guerra para tenerlos.
-Yo esperaré, Jack.
-Claro, por si tuvieras que huir.
-Eso.
-Yo tampoco tengo esa idea en los próximos años, ni siquiera tengo candidata, ya sabes.
-Cierto. Quizá Lauren quiera volver a estar contigo.
-Pero yo con ella no, Prince, ya le hemos dado demasiadas vueltas al asunto. Y que para ti también sea ésta la última, ¿eh? Ya vale de hacernos daño.
-Claro, claro, tienes toda la razón.
-Por eso te digo que lo pienses muy bien.
-Desde luego, Jack. Si no hubiera quedado ya con ella me tomaría unos días para estar seguro.
-Desde luego, lo entiendo. Entonces dile eso, que lo estás pensando, que te dé tiempo como tú se lo diste y se lo di yo también. Lo entenderá, suele ser su táctica.
-Claro… Pero prefiero que no se haga ilusiones y haga su vida desde mañana mismo.
-Bueno, Prince, no hay tanto apremio, ¿eh? Y se ofenderá menos que si cortas por lo sano con ella sin más.
-Cierto.
Lily ya había bajado con la poción Reparadora y se la dio a Jack.
-Muchas gracias, Lily – le dijo él de viva voz – Ya veo que os habéis arreglado.
-Pues sí, estamos mejor que nunca.
-Espero que os dure.
-Nos va a durar seguro, todo ha sido un pequeño bache nada más como los tienen tantas parejas.
-Cierto, tienes toda la razón.
-¿Vas a saber darle la dosis a Douglas? – le preguntó Sev.
-Pienso que pesa más o menos como yo, Prince. Algo aproximado le valdrá, de lo contrario se lo habría ido preguntado.
-Cierto.
-¿Tienes algo más urgente que hablar conmigo?
-No se me ocurre nada más por el momento.
-Me marcho entonces, he dejado a Douglas colgado.
-De acuerdo, Jack, vete.
-Nos vemos mañana por la tarde.
-Estupendo, Jack.
Jack salió de nuevo al jardín de atrás. Lily se vinculó con Sev y se sentó a su lado, le acarició la nuca.
-Buf… no descansas nunca, ¿eh, Sev?
-Ya te digo que no. Estoy un poco harto, la verdad, no sé cómo hacer para quitarme tantas preocupaciones de la cabeza.
-Intenta dejar de tenerlo todo bajo control, ya puedes ver que los demás también funcionan bien sin ti, que Deborah no te ha llamado para comunicarte los resultados.
-Cierto.
-Pues ahora relájate un rato hasta que llegue Hipólita, sigue tocando si quieres.
-No, voy a ducharme y a afeitarme para no tener que hacerlo mañana por la mañana.
-Sev, no necesitas ducharte todos los días.
-Lily, hoy durante el paseo he sudado mucho, me siento sucio.
-Vale… entonces dúchate.
-¿Puedo pedirte un favor para cuando vayas mañana a Cokeworth?
-Claro que sí.
-Cómprame una esponja de baño natural, dura.
-Claro… nosotros no usamos.
-Y yo tampoco lo he hecho nunca, pero Hipólita sí que lo hace y te sientes mucho más limpio frotándote con ella. Te recomiendo que lo hagas tú también, podemos compartirla si quieres.
-Estupendo. ¿Te duchaste con Hipólita?
-Lo hicimos, preocupando a su madre además, ya te contaré. Voy a la ducha.
Fue a ducharse y afeitarse, aprovechó ese rato de soledad para pensar en cómo le plantearía a Lauren su nueva decisión al día siguiente. "Aunque le diga que me lo estoy pensando va a adivinar que ya no quiero nada con ella, me sonsacará y tendré que ser sincero, no voy a mentirle. Mejor así, que haga su vida desde mañana mismo, quizá ya pueda estar con Sirius aunque se lo robe a Valerie, de cualquier modo Valerie estará con Andrew, va a verlo también el sábado y a Sirius ya le llega de Valerie una vez por semana."
Se vistió con pijama y bata, llevó la ropa sucia a lavar y la metió en la lavadora. Mientras tanto, Hipólita ya había llegado, los saludó a todos y le dijo a Lily:
-Quiero hablar contigo a solas, Lily, mientras Prince sale de la ducha.
-De acuerdo, vamos a mi dormitorio.
Subieron ambas y se sentaron al escritorio.
-¿Probamos a vincularnos? – preguntó Lily.
-Vale, yo creo que podremos.
Probaron, lo consiguieron.
-¿Qué tal con Prince, Lily? – preguntó la chica.
-Anoche dormimos juntos, hemos pasado todo el tiempo que hemos podido vinculados y nos queremos más que nunca.
-¿Te ha contado todo ese rollo de la inocencia?
-Él no, pero me lo contó Alice.
-¿Y qué te parece?
-Que lo quiero así y él también a mí. No vamos a tener nada más durante una larga temporada, ni siquiera darnos besos.
-Me parece muy bien. ¿Dormisteis sin pijama?
-Sí, sí.
-¿Te lo propuso él o se lo propusiste tú?
-Se lo propuse yo.
-Estupendo, así debes hacer. Podéis daros picos y besos si queréis, ¿eh?
-No, todavía no. ¿No te ha hablado de la parte de la Pareja de la Magia Roja?
-Pues no, sé lo de la Familia porque nos lo ha contado Valerie esta tarde.
-Pues dejo que sea él quien te lo cuente, pero para que entiendas que hay que esperar, te digo que los primeros besos hay que dárselos en luna nueva.
-Claro… Por eso me hizo esperar hasta el día siguiente para darme el primer pico… lo hizo en luna nueva.
-Eso, cariño.
-Vaya, vaya… Pues qué casualidad que justo se lo pedí la noche anterior.
-Pues sí, estáis predestinados.
-Increíble… Ahora entiendo también que no se dejara llevar el martes por la noche. Me contó que quiso besarme mientras dábamos un paseo por Godric's Hollow y no lo hizo.
-Claro, cariño, fue por eso.
-Pues es una pena, ¿no? Que no puedas hacerlo cuando te salga sin más, que haya que planearlo todo.
-Puedes hacerlo, claro que sí, pero las relaciones serán menos propicias.
-Vaya… mucho de superstición, ¿no crees?
-Sí y no. Claro que existe superstición, es una magia muy antigua, pero debe tener su parte de verdad. Nosotros nos dimos nuestro primer beso bajo el eclipse de luna de noviembre, una luna de sangre, y eso es propicio pero vaticina muchas dificultades, como de hecho las hemos tenido.
-Claro…
-Y el resto de relaciones que ha comenzado no le han llevado a ninguna parte porque no las inició en el momento oportuno, se dejó llevar, no pensó las cosas bien. Lo de los plazos es precisamente para eso, para que pienses bien las cosas antes de hacerlas.
-Cierto, cierto.
-Entonces, por si las moscas, es mejor cumplirlo a rajatabla.
-Tienes razón. ¿Importa también cuándo te vinculas?
-No, eso no, no todo está tan supeditado a la luna, pero sí, por ejemplo, cuando haces el amor por primera vez.
-Claro… eso también hay que planearlo…
-Y va con la luna precisamente porque se basa en los ciclos femeninos.
-Claro, claro…
-Deberéis estudiarlo juntos, él tiene sus apuntes que Paul hizo para todos.
-Buf… una cosa más que hacer…
-Tomáoslo con tiempo, no tenéis ninguna prisa, conmigo tampoco la tenemos.
-Estupendo. Cuando sea el momento nos lo tendremos que repartir.
-Ya lo estamos haciendo, cariño, aprenderemos a llevarlo.
-Yo desde luego que sí, soy muy independiente, me gusta estar sola y tengo muchas de cosas que hacer por mi cuenta y con otras personas que no son él. ¿Tú sabrás, Lily? Él está y va a estar muy, muy ocupado.
-Claro que sabré, mi amor, yo también tengo muchos proyectos que él mismo me ha ayudado a encontrar.
-Siempre arreglándole la vida a todo el mundo.
-Pues sí.
-Ya me contó que vas a ser profesora de Pociones en Hogwarts. Enhorabuena.
-Gracias.
-¿Qué otros proyectos tienes?
-Buscaros y traduciros letras de canciones, ya tengo casi la de 'Águas de março'.
-Vaya… Un proyecto en común con los dos, qué bonito. Va a ser estupendo que tú también compartas la música con nosotros.
-Claro.
-Cuéntame, cuéntame más.
-Aprender español con Alice para hacerlo, ya tenemos profesora.
-Wow… estupendo. Si no estuviera tan ocupada me apuntaría.
-Apúntate si quieres, tenemos la primera clase mañana por la noche seguramente y la segunda el sábado por la mañana.
-Lo pensaré porque ya he descartado el oboe, he de hacerme un calendario con todo lo que tengo que hacer. Me parece que voy a dejar de ir a la playa dos veces por semana, me conformaré con una, ya vamos a pasar una semana entera en Cornualles.
-Claro, cariño, organízate porque vas a tener que dar clases de canto también, Prince ya lo ha hablado con Sophie. Ahora podéis dedicar un rato a cuadrar vuestros calendarios para que os coincidan las horas a las que estéis ocupados y libres. Si queréis os dejo mi escritorio para hacerlo.
-Vaya, Lily, genial.
-Y no sólo voy a aprender español por eso, también por si las cosas se pusieran feas y tuviéramos que huir, él por ser quien es y yo por ser hija de muggles.
-Claro…
-Nos iríamos juntos, ¿eh? Ya lo hemos estado hablando, no se quedaría solo.
-Buf… Yo no sé si podría ir, me quedan cuatro años todavía para ser mayor de edad muggle.
-Claro, tú deberías quedarte.
-También por el Quidditch.
-Claro, también por el Quidditch.
-Buf… no sé qué haría lejos de él.
-Nos visitaríamos con un translador.
-Claro, claro… Y hablando de eso también, de vivir juntos en un futuro. Cuando seáis los dos profesores en Hogwarts viviréis juntos en el castillo.
-Eso no lo hemos hablado.
-Pero es seguro que sí.
-Pueden pasar muchas cosas de aquí a entonces, no te preocupes por eso ahora. Y en todo caso podríamos vivir juntos los tres.
-Bueno, a mí todavía me quedarían dos años para graduarme.
-Pero podrías vivir con él igualmente, ya te digo que no debes preocuparte por eso todavía.
-¿Y vosotros cómo vais a hacer hasta que os graduéis? No podéis seguir separados como habéis estado hasta ahora.
-Tampoco hemos hablado de ello, nos queda todo el verano por delante para planearlo. No sé si sabes que queda un aspirante a Mortífago en Hogwarts.
-Sí, eso ya me lo contó. Soy de la opinión de que deberíais pasar de él y estar juntos sin más, no podéis vivir siempre con miedo, y ahora que vamos a poder sentarnos mezclados en el Comedor, en clases y todo, sería una pena que siguierais separados. Si sospecha de algo ya lo Obliviareis como habéis hecho ahora.
-Tienes razón, hablaré de ello con él.
-Claro, Lily, tú eres Gryff, valerosa, debes darle valor a él, que no tema por ti. ¿Sabes que en el horóscopo celta mi característica principal es la valentía?
-Vaya…
-El único día del año que la tiene, el veintiuno de marzo, el roble, el árbol más sagrado para los celtas.
-Wow…
-Caí en Sly de milagro, porque mis padres lo son. El Sombrero tardó mucho en decidirse, quería mandarme a Gryff.
-Claro…
-Eres la primera a quien se lo cuento, ¿eh? Siempre me avergonzaba, hasta que lo entendí por el horóscopo celta.
-Claro…
-Pero ahora me alegro de que no haya sido así, de lo contrario no habría conocido a Prince desde primer año y no habría hecho migas con él en casa.
-Claro…
-Cuéntame más proyectos.
-Examinarme del TIMO de Aritmancia el próximo año para cursar Medimagia en lugar de Pociones.
-Vaya, ¿y eso? – extrañada.
-Para ayudar a Damocles y su ayudante en el Análisis de Pociones, que es una rama que no se da en Hogwarts y salva vidas de gente que ingiere pociones peligrosas sin saber lo que son.
-Wow… qué chulo.
-Lo haría con Prince también, él ya ha comenzado a aprender hoy.
-Estupendo. ¿Algún proyecto más?
-Sí, cuidar de él mientras viva aquí, atenderle en todo lo que necesite.
-Genial, ya que yo no puedo hacerlo como quisiera. Que sepas que ya tiene pantuflas y cepillo de dientes en mi casa también y le he vaciado un cajón para que guarde allí lo que quiera, para que no tenga que llevar y traer siempre todo.
-Estupendo, cariño.
-¿Más proyectos?
-Nada más por el momento, ¿te parece poco?
-No, no, en absoluto, ya veo que es cierto que vas a estar muy ocupada, me alegro por ti. Pues vamos a salir ya, porque estoy segura de que ya ha terminado y está esperando a que salgamos para no molestarnos.
-Cierto. Quédate aquí si quieres y ya lo aviso yo de que venga a hacer el calendario contigo. Tenéis de todo, folios en el cajón y bolígrafos y rotuladores en los botes, ya lo veis.
-Voy a comprarme de todo eso para tener en casa, es mucho menos engorroso que el pergamino y la pluma.
-No compres nada, ya te lo consigo yo, mañana tengo que ir a Cokeworth. ¿Te compro una libreta para las clases de español o prefieres una carpeta con folios? ¿Cómo te gusta más escribir? ¿Con rayas o sin ellas?
-Estoy acostumbrada a escribir sin rayas en el pergamino, pero una libreta es más práctica porque no se te pierden las hojas. ¿No hay libretas sin rayas?
-Que yo sepa no, cariño, preguntaré por ella y si no la tienen te compro una con rayas. También puedes escribir en folios, numerarlos y guardarlos en una carpeta como hace mi hermana.
-¿Qué sale más barato?
-Los folios y las carpetas, desde luego. Puedes tener una para cada cosa.
-Entonces quiero folios y carpetas, pero sí querría una libreta grande para las canciones, como tiene Sophie.
-¿Cuántas carpetas necesitas?
-Una para español y otra para Aritmancia.
-Y también para aprender a redactar, ¿no?
-Sí, también, también.
-Voy a comprar muchas libretas grandes y pequeñas, un paquete de quinientos folios y carpetas para todos, lo que no queramos se lo quedarán mi hermana y sus amigas. Prince está usando libretas pequeñas de pergamino en el laboratorio y le toca escribir con pluma, es otra cosa que deberíamos cambiar en Hogwarts, poder escribir en folios y libretas muggles y con lápiz y bolígrafo.
-Pues sí, tienes razón. Que se lo diga al viejo y nos lo manden en la carta de material escolar de este año.
-Cierto, todavía estamos a tiempo de hacerlo.
-Ya se lo digo yo.
-Acabaréis antes de las doce, ¿verdad?
-Sí, sí, claro, él tiene que dormir.
-Lo digo porque tengo que mandar una carta para Albus precisamente.
-¿Y eso?
-Han surgido emergencias. Ya te lo contará cuando tengáis tiempo, ahora no lo preocupes con eso, cariño, ya está solucionado.
-Vale, vale.
-Es imposible que todos nos enteremos de todo.
-Claro, claro…
-Por eso somos un gran equipo.
-Desde luego.
-Quédate aquí entonces, ya te lo mando.
-Vale, voy a comenzar dibujando el calendario.
-¿Quieres que te traiga la regla de su cuarto para hacer las rayas? La tiene allí.
-¿Dónde? Ya voy yo por ella, tú ve a llamarlo.
-En el cajón de arriba del armario, ahí tiene todo lo de escribir. Cuando se haga de noche encendéis la lamparita de escritorio.
-Gracias, Lily.
Se desvincularon y ambas salieron del dormitorio.
