Eso tenía que ser una puta broma.
Había hecho su rutina de todos los días, levantarse, ducha, tomar desayuno en compañía de su novia, ir juntos a la universidad, terminar clases, dar su respectiva tutoría, quedarse un rato más en el laboratorio y ir a su departamento para encontrarse nuevamente con linda e inocente novia.
¡Pero de inocente no tenía nada la situación en que la encontró ahora!
Cuando entro a su departamento y aviso por su llegada nadie lo recibió, así que supuso que Kohaku había salido con sus amigos a algún bar o algo por el estilo.
Nunca imagino que encontraría a su novia masturbándose en su habitación, mucho menos abrazando una camisa suya. Porque la verdad sea dicha, apenas llevaban unos tres meses de relación, habían comenzado a vivir juntos, pero eso de cuando eran amigos y él necesitaba ayuda para pagar la renta ¡Y qué mejor que hacerlo con la única chica que parecía no tener ningún interés en él!
La sorpresa fue grande para todos cuando él se declaró enamorado de la Leona, de su amiga de toda la vida. Ahora tenían tres meses desde que tenían una relación oficial, y él era un total virgen en esos temas a diferencia de Kohaku.
Y aunque la rubia había tratado de conseguir avanzar en su relación físicamente, él era un total idiota que cambiaba el tema o eran interrumpidos, dejando a la Leona con ganas y a él con una erección dolorosa.
¿Cuál era la razón para que él no diera el siguiente paso? Su nulo conocimiento para ese tipo de cosas. Sí sabía mucho de la teoría, pero llevarlo a la práctica era otra cosa, una totalmente distinta, y además estaba la inseguridad por saber si iba a lograr a llevar a su novia al placer que merecía recibir.
Así que ver a Kohaku masturbándose, gimiendo su nombre y con la mano dentro de sus bragas hacía mucho más que secarle la boca. Su cerebro estaba grabando esa imagen tentadora, parte de él quería ir y ponerse sobre ella para reemplazar su mano por la suya misma o incluso usar su boca, pero no. Se alejó de la puerta, cerrándola suavemente para irse al baño y tomar una ducha fría.
—Esto es ridículo. Diez billones por ciento seguro que estoy siendo ridículo .-se froto las sienes mientras suspiraba, solo para mirar hacia su bóxer el cual apresaba un bulto-. No. Una ducha fría y se bajará. No soy ningún puberto para masturbarme.
Gruño para por fin despojarse de su última prenda y abrir la llave de agua fría para meterse dentro. Dejando que el agua recorra todo su cuerpo, pero lamentablemente la imagen de su pareja seguía en su mente, sobre todo su voz gimiendo su nombre
—Estoy siendo más ilógico que la Leona .-recargo una mano en la pared soltando un nuevo suspiro llevando la otra mano a su miembro para poder masajearlo suavemente-. Maldita seas Kohaku.
Que bajo había caído y todo culpa de esa Leona que lo hacía pasar por una montaña rusa de emociones.
Comenzó acariciando todo lo que era el cuerpo de su miembro, presionando leve para mover lentamente su mano, todo esto con la imagen de su novia presente en su mente, en como ella estaba moviendo sus dedos debajo de sus bragas azules de encaje... ¡Demonios! ¡Hasta en ropa interior lucía sensual la mujer! Ese pensamiento solo lo llevo a mover la mano más rápido.
—Mierda .-gimió ronco ejerciendo un poco más de presión en su miembro, acariciando su glande con su pulgar-. Kohaku... .-cerro los ojos soltando un nuevo gemido echando la cabeza hacía atrás.
Si ella lo viera ahora mismo ¿Qué pensaría? Estaba noventa y nueve por ciento seguro que ella misma le ayudaría a terminar con el problema, pero el uno por ciento creía que quizás ella ignoraría el tema.
Su respuesta llegaría antes de lo esperado cuando escucho la voz de la rubia llamar a la puerta del baño.
—¿Senku? .-su nombre ahora era bastante normal, no como hace un par de minutos.
—Le-Leona .-mierda, no podía parar de mover su mano en ese momento.
—¿Te estás duchando? ¿Necesitas toallas?
—N-no. Mierda, digo sí .-gruño mordiéndose el labio inferior. ¡Una mierda esa situación!
—¿Estás bien? .-su voz sonaba preocupada esta vez. Prefería la que gemía su nombre.
—¡Sí! .-gruño aumentando la velocidad de mano ¿Por qué no se detenía? ¡Por el maldito morbo que le provocaba pensar en que su novia podía entrar en cualquier momento!-. ¡Mierda! .-gimió al sentir como se corría. Ahora sí estaba en problemas.
—¡¿Qué pasó?! .-pero Senku no podía responderle por lo agitado que estaba-. ¡Voy a entrar!
—¡N-no!
Demasiado tarde, porqué Kohaku ya estaba dentro del baño y había abierto la puerta corrediza de la ducha, viéndolo con las mejillas sonrojadas ante la vista de él con la mano sobre su miembro. Era bastante obvio lo que estaba haciendo.
—¡MALDITA SEA LEONA DIJE QUE N-... .-no pudo seguir reclamando por la Leona se había acercado a besarlo.
Los besos de Kohaku eran el cielo para él, sobre todo cuando usaba su lengua de esa manera, moviéndola con la suya misma para después alejarse dejando un pequeño hilo de baba.
—Hola .-Kohaku sonrió mientras bajaba su mano lentamente por su pecho hasta llegar a su miembro-. El agua está helada, Senku .-se acercó a besar su cuello suavemente haciendo un recorrido corto para poder morderle el hombro, a lo cual Senku respondió con un gruñido.
¿Qué hacer en una situación como esa? Su novia la cual tenía un cuerpo de infarto estaba acariciando su pene lentamente mientras mordía con suavidad tu cuello y hombros ¿Qué hacer? Lo lógico sería seguirle el juego, pero él no podía por la simple razón de que aún no sabía si iba a lograr estar a la altura de su novia.
—Leona, espera .-tomó la muñeca de Kohaku para poder verla a los ojos cuando ella levantó la mirada para verlo-. No creo que de-... .-otro beso más corto que el anterior lo interrumpió.
—No puedo esperar más .-en un rápido movimiento ella quitó su camiseta junto al sostén dejándola solo con las jodidas y sensuales bragas azules-. Yo... De verdad quiero estar contigo, en todo sentido .-se acercó más a él, presionando sus senos contra el pecho del científico-. ¿Tú no quieres estar conmigo?
¿En qué clase manga shoujo ecchi había visto esa situación? ¡Joder que sus tetas se sentían tan suaves! Tanto que lo estaba tentando a tocarlas. Su lógica se estaba yendo a la mierda mientras su cuerpo volvía a reaccionar cuando sintió una nueva erección crecer.
—El agua está helada, Senku .-otra vez esa frase, pero él no sentía del todo el agua helada, más bien sentía su cuerpo caliente junto a las tetas grandes y suaves de su novia.
A la mierda la inseguridad. Su novia tenía frío y había que calentarla de alguna manera.
—Eres una arpía a veces, Leona .-la tomó de las caderas para poder pegarla a su erección mientras que con su otra mano abría la llave del agua caliente para poder regular la temperatura del agua-. Acabemos con esto.
Se acercó a besarla de la misma manera en que ella cuando había entrado a la ducha, solo que esta vez era la lengua de él la que había iniciado la batalla de dominio mientras que con su mano acariciaba sus caderas suavemente, tratando de frotarla un poco en su miembro ya erecto.
Se separó cuando sintió como Kohaku acariciaba sus hombros, bajando sus manos nuevamente hacía su abdomen.
—¿Qué estabas pensando en la ducha? .-la rubia se había acercado a morder el lóbulo de su oreja al tiempo que abría un poco las piernas para meter su miembro entre sus muslos y así frotarlo a lo largo de su vagina cubierta aún por esas bragas azules de encaje.
—Es bastante obvio, Leona .-gruño cuando sintió como ella se frotaba aún más en él, todo eso mientras le dedicaba una sonrisa traviesa-. En ti...
—¿Por qué? .-tomó sus manos para dirigirlas hasta sus tetas. Allí pudo comprar que si eran suaves y blandas como pensó.
—Oy-oye... .-tragó saliva, eso era muy rápido para él y se sentía nervioso de que ella fuera la que tomará toda la iniciativa.
—Dime, Senku .-ella no borraba esa maldita sonrisa, menos cuando puso sus manos sobre las de él para hacer que presionará sus tetas-. ¿Por qué pensabas en mí?
Descarada. Estaba seguro a esas alturas que ella ya sabía que la había descubierto masturbándose.
—Te vi cuando llegué .-con un poco más de confianza presionó sus tetas moviéndolas en cortos círculos. Todo eso era irreal, quizás era uno de sus sueños húmedos y en cualquier momento despertaba.
—¿Qué viste? .-Kohaku gimió bajito al sentir la presión junto al movimiento, haciendo que moviera sus caderas mucho más rápido para frotarse en el miembro de su pareja-. Hazlo así, por favor... .-otro gemido salió de su boca cuando guío sus manos para que le jalara los pezones.
Sí, era un total virgen en ese momento porque creí que en cualquier minuto se iba a volver a correr y solo por estar tocando las tetas de su novia junto a esa magnífica sensación que era tener su pene entre sus piernas.
—Te estabas masturbando .-otro gemido ronco salió de su boca cuando ella tomó una de sus manos para llevarla a su trasero indicando cómo masajear su nalga.
—¿Quieres saber qué estaba pensando?
Sí, diez billones por ciento seguro que quería saber con qué estaba fantaseando. Así que solo asintió ante la mirada de deseo que le estaba dando su leona.
—En que se sentiría tenerte dentro de mí .-sonrió al ver como él aguantaba un poco la respiración-. Sobre todo, en que se sentiría hacerlo aquí en la ducha.
No, ya. Había terminado de convencerse que ese día dejaría de ser el virginal de su grupo de amigos. Y qué mejor manera que perderla en la ducha, eso sería emocionante.
Senku había vuelto a besarla de forma dominante. Demonios que había costado provocarlo, pero por fin podría cumplir su fantasía de sentirlo dentro de ella, como tanto había deseado los último cinco meses, porque, aunque llevaban una relación de hace tres meses en total, ella llevaba queriendo tenerlo sobre ella hace mucho tiempo.
Al parecer si había tomado total confianza porque no solo la estaba besándola de una forma que le encantaba, si no que sus manos no dejaban de recorrer su cuerpo, pero notó especial entusiasmo de su parte por querer quitarle las bragas.
—¿Ansioso, Senku? .-se separó de él sonriendo con las mejillas sonrojadas y no solo por la temperatura del agua.
—Bastante .-mordió su labio con las mejillas aún más rojas que las de ella-. Escucha, Kohaku... No sé si podré hacer todo lo que deseas, incluso no sé si podré llegar a satisfacer todas tus necesidades.
Cuando se ponía de ese modo casi le daba pena todo lo que ella planeaba enseñarle. Casi, porque su necesidad de que la tocara era mucho más grande. Así que simplemente le sonrió para alejarse y por fin quitar sus bragas, las cuales tiró a un lado de la ducha junto a su otra ropa.
Lo vio dudar un poco antes de volver a acercarse a ella y abrazarla por las caderas mientras comenzaba a besar su cuello suavemente, bajando hacia sus senos para poder meter uno de sus pezones en su boca chupando de manera exquisita, pero ella quería más que eso. Así que tomó una de sus manos nuevamente para llevarlas hacia su zona íntima, guiándolo a rozar sus dedos en su clítoris.
No hizo falta guiarlo aún más, puesto que él mismo había comenzado a mover los dedos en círculos lentos sobre su sensible botón de placer, dando pequeños toques a ratos. Eso era mejor que cualquiera de sus fantasías, tenía a su novio lamiendo uno de sus pezones mientras la masturbaba de manera deliciosa.
—Mete tus dedos .-gimió ante su petición, la cual sonó más como una orden si lo pensaba por un rato.
Gimió alto al sentir dos de los dedos de su novio acercarse a su entrada, metiéndolos lentamente casi con miedo de hacerle daño, pero no había dejado la tarea de estimular su clítoris ¡Bendito sea él por haberse informado tanto!
Sus gemidos eran opacados solo por el sonido del agua corriendo entre sus cuerpos, lo que le recordaba lo increíblemente atractivo que se veía el con el cabello húmedo, así que llevo sus manos hacia su cabello jalando leve.
—Senku .-gimió al sentir como este la pegaba a la pared, alejándose de su pecho para verla sonriente. Ya había entrado en confianza el desgraciado.
—Déjame intentar algo, Leona.
Kohaku entendió sus intenciones al ver como se arrodillaba, así que levantó una pierna para ponerla sobre el hombro del científico curioso.
Oh demonios, quizás no había sido tan buena idea satisfacer su curiosidad, porque cuando se acercó a lamer la vagina de su novia supo que se haría adicto a eso rápidamente.
Se centró en lamer su clítoris mientras que volvía a meter sus dedos en su interior ¡Estaba tan mojada! Y no solo por el agua, de eso estaba diez billones por ciento seguro. Comenzó a lamer de primeras lento, probando el sabor y también comprobando que, si eso era del gusto de su pareja, solo para escuchar su nombre entre sus gemidos, entre los gemidos que habían provocado esa particular situación.
Movió sus dedos un poco más rápido al momento que comenzaba a chupar levemente el clítoris de la rubia, lo cual al parecer no hizo más que excitarla porque sintió cómo sus dedos eran presionados por las paredes vaginales de ella... ¿Acaso estaba cerca del orgasmo? Un poco más por curioso, arqueó un poco más los dedos frotándolos mientras su lengua se unía al momento en que chupaba el pequeño botón.
Y sí, hizo que su novia alcanzará el orgasmo mientras gritaba su nombre. Diez billones de puntos para él.
Se alejo solo para ver la cara de Kohaku, ella respiraba agitada y su boca estaba abierta de manera que podía ver un poco su lengua.
—¿Estás bien?... .-bajo la pierna que tenía en su hombre acariciándola suavemente.
—Eso... Fue mejor de lo que esperaba .-le sonrió mientras se recargaba en la pared helada.
—Perfecto .-¿Y ahora que hacía? Ya había dejado que ella tomará toda la iniciativa de la situación, pero había un pequeño gran detalle en todo ese asunto.
No tenía condones. O sea, no allí en el baño... ¿Si salía de la ducha he iba por los condones que tenía en la mesita era mal visto? Quizás habría sido mejor haberse puesto sobre Kohaku cuando la encontró en la cama...
Su mente dejo de pensar lógicamente cuando ella, nuevamente tomando la iniciativa, se acercó a besarlo mientras que con su traviesa mano lo masturbaba. Jodida leona, quería ser racional y ella lo llevaba por otro camino, uno peligroso.
—Kohaku, no tengo condones aquí .-si tuvieran que dar un premio a alguien por romper momentos íntimos, estaba seguro de que él sería el ganador indiscutible.
Ella parpadeó antes de soltar una risa, quitando su mano de donde estaba dejándolo con un vacío extraño.
—Tomó pastillas. Desde que me mude contigo si te soy sincera .-ella le mordió el labio mientras levantaba una pierna para abrazar su cadera, provocando que sus sexos se rozaran-. Por favor, ya no aguanto Senku...
Ah, bueno, no tenía que hacer esperar a la señorita. Eso no era de caballeros, aunque él fuera un total bastardo como ella decía.
Ella se volvió a recargar sobre la pared, tomando su pierna para levantarla al momento que su novio se acercaba a ella para entrar lentamente en ella. Era mucho, muchísimo mejor de lo que había imaginado.
Cuando lo sintió entrar por completo soltó un gemido chillón y él por su parte gruño llevando su mano a la pierna de ella para alzarla por debajo de la rodilla.
—Mierda, Kohaku .-gimió ronco cuando ella movió la cadera hacia él. ¿Por qué había sido tan reacio a dar ese paso? Era jodidamente exquisito sentirlo en su interior y ahora planeaba demostrarle de lo que se había perdido.
—P-por favor .-gimió tomando los hombros de él para así tener un punto del cual sujetarse-. Te necesito, Senku.
Esas palabras habían bastado para que su novio comenzará a mover las caderas de una manera tortuosamente lenta. Ya había visto su pene como para saber lo grueso y grande que era, pero tenerlo allí era completamente distinto, demasiado.
El vaivén de sus cuerpos, sus caderas chocar y el agua caer sobre ellos lo hacía todo mucho más placentero, incluso escuchar los gemidos roncos de Senku o las maldiciones que soltaba a ratos por estar excitado lo hacía mucho más.
Y todo fue mejor cuando él se acercó a besarla y tomaba su otra pierna para poder levantarla, ayudándose de la pared para poder sujetarla del todo ¿De dónde había sacado fuerza? Seguramente era por la adrenalina, pero no pudo pensar tanto en eso poder él la besaba de manera demandante.
Ella no quería quedarse atrás de todo, así que otra vez usándolo como soporte movió las caderas, gimiendo entre besos su nombre, hablándole de cuanto había esperado por ese momento y otras cosas que ya no recordó cuando el orgasmo nuevamente se sintió cercano.
—¡Se-Senku! .-Joder, qué maravilloso se escucha su nombre cuando ella lo decía de esa manera.
Era el cielo, totalmente seguro que estar con el pene dentro de Kohaku era el verdadero cielo. Quien diría que eso era el sexo, uno bajo el agua que solo hacía la situación mucho más excitante.
Nuevamente sintió como las paredes vaginales de ella presionaban, pero esta vez era su pene quien sentía la sensación y con ello estaba seguro que acabaría corriéndose dentro de ella, pero no podía dejarse ir sin que ella alcanzará el orgasmo.
Así que con algo de esfuerzo la movió de manera que pudiera frotar el clítoris en sus embestidas, y eso ayudó a que su Leona comenzará a soltar más gemidos de placer con su nombre en ellos. Ah, como adoraba a esa Leona.
Ella alcanzó el orgasmo después de que él se acerca a chupar su cuello, dejando una pequeña marca, pero la presión por parte de ella había sido tal que terminó dejando que su semen fuera dentro de ella.
—Joder, Kohaku... .-suspiró agitado mientras sacaba su miembro para poder bajarla-. Eso... Mierda, te amo Leona .-y se acercó a besarla nuevamente, pero esta vez de manera más lenta y suave, tratando de transmitir sus sentimientos hacia ella.
Se separó luego de que cayera en cuenta de lo que dijo, ella lo veía bastante sorprendida... ¿Había dicho que podía ganar un premio? No, ahora se coronaba con el rey de los que mataban momentos íntimos.
Por un rato solo se escuchó el agua caer y chocar con sus cuerpos, nuevamente estaba nervioso.
—Te tardaste .-ella sonrió algo sonrojada mientras tomaba sus mejillas entre sus manos-. También te amo.
—Leona ilógica .-bufó abrazándola.
—¿Quién es el ilógico ahora? .-escuchó como ella reía abrazándose a él-. Oye Senku...
—¿Qué? .-¿Las parejas conversaban tanto después de hacerlo? Quizás solo era ella quien hacía eso.
—El agua está helada...
—Ah, podemos resolver eso ahora que encontré la manera.
Y nuevamente repitió la experiencia de tener sexo bajo la ducha.
El resfriado que tuvo después lo valió, tanto como el dolor de brazos al rato de salir de la ducha o la cuenta de agua.
Diez billones por ciento seguro que había valido la pena.
Ejem ejem .-se hace airecito con el abanico batiendo un banderín blanco-. He aquí la razón de porque no actualice Suika Life, estuve escribiendo esto para la actividad de fin de mes del grupo de Facebook Senku&Kohaku... Espero lo disfruten.
Gracias por leer, perdón las faltas de ortografía y la mala redacción.
XOXO
