Acaso es mucho pedirte una razón cuando sabes que eres tu la que tiene mi corazón.

Jean se encontraba observando a Mikasa mientras comían el almuerzo, ella se encontraba sentada con Eren y Armin. Jean no entendía por que ella había escuchado al tonto de Jeager y se había cortado su cabello, no entendía el por que estaba tan obsesionada con el tonto suicida bastardo de Eren. Jean cerraba el puno y Marco lo miro

"Vaya amigo, ¿estas bien?" pregunto Marco algo preocupado, después siguió la mirada de Jean y comprendió "Esta chica te trae mal amigo" rio el pecoso ganándose una mirada que pudiera matarlo departe del joven castaño claro. Marco le dio una palmada en la espalda antes de levantarse y le dijo "deberías decirle como te sientes"

Jean volteo y suspiro, "estoy muy seguro de que ella sabe que es la dueña de mi corazón Marco" después agacho la cabeza y se paro para irse al campo de entrenamiento junto con el pecoso.

Explícame porque no puedo ni hablar y me pones a temblar cada vez que estás cerca de mi.

En el campo de entrenamiento, Shadis los puso a entrenar combate uno a uno, y pidió que luchara hombres contra mujeres diciendo que, a la hora de estar en esta situación en la vida real, ningún chico respetaría que una chica fuera su contrario e igual aventarían golpes. Jean estaba casi seguro de que Mikasa trataría de luchar con Eren, pero noto que el ojiverde se encontraba combatiendo con Annie.

Después sintió como le tocaban el hombro y volteo, comenzó a sentir escalofríos y sus manos comenzaron a temblar. Mikasa se encontraba frente a el, lo observaba con sus ojos color gris de manera seria, como siempre lo hacia ella, "¿Puedo entrenar contigo?" pregunto la pelinegra, y Jean trago saliva, primero trato de decir si con palabras, pero las palabras no salían y una parte de eso era que lo aterraba pensar que tan entusiasmado soñaría, así que solo asintió y sintió como su cuerpo temblaba mientras se podía en posición de defensa, por que noto que la asiática se puso en posición de ataque.

No lo puedo resistir, mira lo que me haces escribir...

Mas tarde, después de ducharse, Jean se encontraba en el dormitorio de chicos, y por alguna extraña razón se encontraba solo, así que decidió sacar su diario, algo que nadie estaba enterado que el tenia, y si lo llegaban a atrapar con el cuaderno fuera, actuaba como si se encontrara dibujando. Jean comenzó a escribir sobre su día, sobre que había pasado, que había visto, pero, sobre todo, que había sentido. Jean escribía y escribía y la mayoría de sus oraciones se trataban o mencionaban a Mikasa. Jean escribió como pudo oler su dulce aroma mientras estaban entrenando y también como la chica le había puesto una paliza. Admiraba lo fuerte que era Mikasa, por que no solo es bella, también es fuerte. Después de escribir un rato mas, el joven leyó lo que escribió y empezó a reír, a veces era tan ridículo leer cuanto escribía y lo tonto que sonaba cuando leía en voz alta lo que estaba escribiendo. Marco tenia razón, esta chica lo traía mal, pero de verdad no podía resistirse a los encantos de la joven Ackerman, y valía la pena todas las cursilerías que escribía en su cuaderno. Jean le daba una ultima leída cuando que escucho que alguien se acercaba y puso su cuaderno bajo su almohada.

Y no se que decir y no se que hacer para que te puedas dar cuenta de que yo... estoy frente a ti.

Después de la cena, Jean se encontraba caminando con Marco, y Connie. Ellos platicaban sobre sus aldeas y que esperaban después de graduarse, Jean no estaba poniendo mucha atención solo miraba a su alrededor, cuando vio a la pelinegra sentada en unos escalones limpiando sus lagrimas con su manga.

"Ahora vuelvo chicos" dijo Jean dirigiéndose hacia donde estaba Mikasa mientras sus amigos se despedían de el. Jean llego donde Mikasa y la pelinegra lo volteo a ver.

"Que se te ofrece Jean" dijo Mikasa volteando hacia otro lado sin encontrarle la mirada a Jean. El suspiro, pero seguía parado ahí frente a ella, pensando si preguntarle si acaso Eren la había hecho llorar o la había lastimado.

Jean tomo aire "Te lastimo Jeager" dijo Jean, mas como una afirmación que como pregunta, Mikasa lo volteo a ver y el chico miro que sus ojos estaban cristalizados. Mikasa solo lo observaba y Jean podía notar que ella quería sostener sus lagrimas, pero ninguno decía nada. El joven solo decidió tomar asiento junto con la chica y estar ahí mientras ella ponía su cara entre sus piernas. Jean quisiera que ella supiera que no necesita a Jeager, quisiera que ella notara que el se encontraba ahí, frente a ella dispuesto a darlo todo por que ella fuera feliz.

Acaso es mucho escribirte esta canción, pues para mi no es tan común, estar en esta situación.

Jean escribía poesía en su diario sin darse cuenta, toda basada en lo que Mikasa lo hizo sentir durante días, si lo miro y sintió mariposas, si lo hizo enojar con su obsesión hacia Jeager, si lo hizo triste al llamarlo caballo. Jean no podía entender por que se sentía así, nunca en sus 15 anos, se había sentido, así como lo hacia ahora. Ninguna chica lo había hecho sentir tantas emociones a la vez, pero que podía esperar, si Mikasa era literal la chica de sus sueños, y ella estaba tan obsesionada con Jeager.

Jean noto que toda la poesía que escribía se podía convertir en música con el ritmo correcto y rio, que tan enamorado estaba que ahora hasta poemas escribía. No sabia que le había hecho esta chica, lo que si sabia es que nunca se había sentido así y que probablemente nunca se sentirá igual otra vez, por que esta chica era especial y el lo sabia. Quizás si le mostraba todo lo que había escrito sobre ella le haría caso, pero probablemente no, mas probable es que la asustara y la alejara mas. Jean cerro su cuaderno y suspiro, que demonios esta pasando, por que no puede dejar de pensar en Mikasa, y lo peor de todo, por que le tiene tanto miedo a confesar algo tan simple como el amor que siente hacia ella. Por dios son cadetes, debería tener el valor para confesar algo tan simple como un 'Mikasa, te amo'.

Si tan solo no fueras tan especial y yo no tan informal tal vez me acercaría a ti.

Jean caminaba solo por el campo, pensando y mirando al cielo. Lo que daría por que Mikasa caminara aquí con el y platicar y conocerse mejor, pero a quien engaña, ni siquiera son amigos. Ella es tan fuerte, linda, radiante, tan sexy, tan... WOW, y el es una persona común y corriente, solo un joven de 15 anos que salió de casa para ser parte de la Policía Militar, pero no tiene nada fuera de lo común, y no es especial de ninguna manera particular. Quizás eso es lo que a el le impedía ir hacia ella y decirle todo lo que siente, o en su defecto darle un beso en los labios. Quizás debería hacer eso, robarle un beso, así quizás no consiga estar con ella, pero por lo menos sabrá lo que es besar a Mikasa Ackerman. Jean lo medito un rato, pero sabe que no podría hacerlo, Mikasa esta demasiado enamorada de Jeager y el respeta lo que ella siente, y quiere que solo sea feliz. Durante su caminata a lo lejos miro que se encontraban Mikasa, Armin y Eren. Pudo ver lo feliz que Mikasa se miraba, pero también pudo notar como Jeager no se daba cuenta de los pequeños gestos que ella hacia, como poner su pelo tras su oreja o tapar su cara con su bufanda cuando algo le da risa. Jean suspiro, "enserio quisiera ser especial para que ella me notara" dijo a si mismo y decidió caminar de regreso a su dormitorio. Al llegar, se recostó un rato a seguir pensando.

Yo me siento tan cursi, mira lo que me haces escribir...
Jean escribió en su diario que hoy sería el día, pasara lo que pasara aun así que lo rechace, hoy es el día que Jean decidió decirle a Mikasa lo que siente. No le pedirá que le corresponda, ni mucho menos que sea su novia, pero si que cree que debe saberlo. Jean cerro el cuaderno, suspiro y pensó. Decidió llevar el cuaderno con el, quizás así el podría mostrarle lo que siente sin decirlo explícitamente, aparte, el cree que es justo que su musa lea lo que le hace sentir. Quizás sea cursi y quizás a ella no le interese, sin embargo, el podrá demostrarle todo lo que a escrito por ella y todo lo que lo hace sentir, lo bueno, lo malo, lo incomodo, bueno, en general, todo.

Y no se que decir y no se que hacer para que te puedas dar cuenta de que yo...estoy frente a ti.

Jean se dirigió a Mikasa en el comedor, la vio con Sasha, y decidió sentarse frente a ella. Sasha levanto una ceja al ver Jean y se fue de ahí, no sin antes tomar un pan de lado del plato de Mikasa. Jean trago saliva al quedarse solo con Mikasa, ella no lo volteo a ver y seguía comiendo. Jean rasco su garganta y la pelinegra lo volteo a ver.

"Mikasa, puedo mostrarte algo?" pregunto Jean tan rápido que no estaba seguro de que Mikasa le entendiera. La pelinegra levanto una ceja, y asintió. Jean miro hacia el techo y pensó 'es el momento de la verdad'. El joven saco su cuaderno de su chaqueta y se lo extendió Mikasa. "Lee cada hoja que tiene la esquina doblada" Mikasa frunció el ceno y tomo el cuaderno y comenzó a leer cada uno de los poemas y cada una de las veces que Jean había escrito sobre ella. El no sabia que saldría de esto, pero esperaba que tan siquiera sus oportunidades con ella subieran. Sus manos temblaban conforme Mikasa leía mas, hasta que ella llego a la ultima pagina en la que el hablaba de como decidió confesar lo que sentía por Mikasa. Mikasa cerro el cuaderno, y volteo a ver a Jean con una sonrisita, se paro y le dio un beso en la mejilla a Jean, para después salir de el comedor. Jean sonrió con la cara sonrojada, no sabia si el beso significaba algo, pero por lo menos ahora ella sabia lo que el sentía por ella, por mas cursi que fuera.