Mi Emperatriz
En este papel he plasmado mi historia, o diré nuestra historia, como sea, lo que son estas
cartas dirigidas a tu mi amado emperador, ojala me hubieras amado como yo te ame, nuestra
historia hubiera sido un poco diferente no crees, tal vez no nos hubieramos hecho tanto daño,
bueno aunque tu no sabias lo que estaba pasando en mi casa, como estabas tan ocupado con
tu concubina favorita, una mujer hermosa, cabellera rosa, su piel blanca y aterciopelada, con
unos ojos de en sueño, que más te gusto de ella, que viste en ella que no viste en mí, sé que no
es de mi importancia como me lo decias amado mío, ahora entiendo porque a los hombres
dejan tener muchas concubinas y a nosotras debemos pasarnos la vida venerando a un
hombre tan impúdico, egocéntrico, degenerado, si el pecado y el deseo de lo prohibido es tan
satisfactorio, hemos demostrado que la fidelidad es solo en apariencias, si tan solo me
hubieras visitado lo habrías sabido, pero al terminar esta carta mi querido amado, dejare mis
aposentos, huiré, no te preguntes como ni donde he ido aunque es por seguro que nunca la
vas a leer, pero confio en tu buen juicio cuando la llegue a leer mi amado señor que nunca me
busques que nunca nos volveremos a ver.
Siempre tuya Hinata.
2 años Antes.
"Hinata, confió la tarea más importante para esta familia, te convertirás en emperatriz de
Konoha, te casaras con el segundo hijo del Emperador, Sasuke Uchiha, la celebraremos lo más
antes posible, la salud del actual emperador es crítica, y despues de la deserción del primer hijo
es nuestra oportunidad de formar aliados importantes". - palabras que resonaban en su cabeza
-Sii…- mientras Sasuke le entregaba una taza de té y le colocaba sus zapatos.
Ambos dieron una reverencia a sus familias, volvieron a sus aposentos, a consumar esta
alianza o "Matrimonio".
-Quiero decirte, que no me interesas para nada, no queria casarme, no puedo creer que accedí
a lo que ordeno mi padre antes que falleciera, no quiero tocarte me pareces repugnante.
Sus palabras eran dagas en su corazón, pense que al momento de casarme podría ser feliz con
él, al hombre que amo desde niña, pero que podrá hacer era su Amado señor, el dueño de
todo su ser.
-Yo estare lista, cuando tú me aceptes. –
-Eso no va a pasar. - lárgate vivirás en la casa secundaria, tu sirvienta se llama Ino te está
esperando.
Al salir de la casa principal, sabía que el matrimonio no es facil, pero daría su mejor esfuerzo
para que mi Señor me ame como yo lo amo.
-Mi señora Hinata, soy Ino y seré su acompañante, por favor sígame. –
Camino a su lado observando cada detalle de la casa donde ella viviría, era una casa más
pequeña que la mansión principal, pero era su destino y lo iba cumplir, desde ese día decidió
escribirle cartas a su señor, hasta que el accediera a verla o visitarla.
-Ino puedes traer papel, pluma y tinta, la necesito ahora.
-Si mi señora. -
Mi querido Señor
Este día, no hemos tenido un buen comienzo, pero con el tiempo las relaciones van tomando
fuerza, he decidido escribiste para que me conozcas mejor, y que seré una buena esposa,
amante, madre y emperatriz como tu mi señor te lo mereces, me gustan los paseos, he iré a
visitarte cuando tú me lo permitas, soy muy buena cocinera si tú me permitieses cocinaría solo
para ti, lo que falte para ti lo aprenderé, quiero que te sientas orgulloso de mi, y prometo no
decepcionarte.
Siempre tuya, Hinata
-Ino Ino ¿dónde estás?
-Si mi señora. -
- Entrega esta carta al emperador, es muy importante. -
Y así fue la primera de mil cartas que te he escrito, al parecer estas ocupado en otras cosas
como para leerla, pero no me arrepiento de haberlas escrito fueron mi refugio emocional, fue
mi diario personal, de todo lo que habia visto de ti, y día con día, mes con mes, me daba
cuenta la escoria que eras
