¡Hola! No es un crossover, necesariamente, pero tuve problemas para elegir qué etiqueta usar. Es solo un pequeño disparo y esto salió principalmente basado en 1x04 Crimen organizado. No soy dueño de los personajes y gracia por leer .

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Estaremos bien

Aunque nunca estuvo cien por ciento segura de que ella tenía que estar en esta intervención, no pudo decirle que no a la súplica desesperada de Kathleen, y aquí estaba, pero las cosa no iban bien, nada bien…

-Elliot, dinos qué necesitas- dijo ella finalmente.

-Te amo- fue todo lo que él dijo.

Olivia se quedó parada, perpleja, en su lugar, como si una fuerza la mantuviera fija al suelo, inmóvil y en shock. Mirándolo fijo a sus ojos, con su respiración casi detenida, queriendo poder responderle, pero sus palabras no salían… Y no estaban solos.

Los hijos de su ex socio, de la persona que había sabido ser lo más importante en su vida, y al que le permitió saber cosas que incluso hoy nadie más sabe, parecían haberse convertido en meros espectadores de un secreto a voces que, de alguna forma, la mayoría de esa sala sabía, y ninguno tuvo el valor suficiente para tomar parte en el asunto. Así el silencio reinaba entre ellos, mientras los protagonistas principales continuaban mirándose como si el tiempo se hubiera detenido entre los dos.

Elliot seguía sin procesar lo que había pasado. Todos sus sentimientos estaban hirviendo y quemando dentro de él, estaban listos para explotar, y fue lo que finalmente sucedió. Tantos años ocultando esas dos palabras en lo más profundo de su ser y ahora, en un momento de debilidad, las había dejado escapar inconscientemente. Un sentimiento tan privado y personal que ahora todos conocían, en especial ella.

Su cerebro no reaccionaba, no era capaz de formular algo que arregle, en cierto modo, su reciente confesión. Después de unos desesperantes segundos sin poder emitir una palabra, su mente optó por la opción más cercana y verídica:

-Los amo a todos- y era precisamente ésa la razón por la que no los quería involucrados en esto. No merecían hundirse en el mismo agujero negro en el que él estaba cayendo lentamente.

-Lo se… no creo poder hacer esto- dijo finalmente, dándose la vuelta, agarrando torpemente las llaves de su auto de sobre la mesa, para salir de ahí.

-Elliot, escúchame, escucha - pidió Olivia frustrando su huida. No podía negarse ante su voz. Era más fuerte que él, por lo que comenzó a alejarse de la puerta, guardó las llaves en el bolsillo de su saco, y retrocedió hasta sostenerse de las barras de madera que lo ocultaban inútilmente del resto de los espectadores.

-Todos aquí en esta sala reconocen que algo no está bien... todos menos tú- dijo mientras se acercaba a él con verdadera preocupación en sus ojos, sus manos intentando enfatizar el punto.

-¿Qué quieres decir? Me estoy ahogando... ¿Qué te parece eso como reconocimiento?- cuestionó él volviendo su mirada a Olivia, admitiendo algo que sabía que no ayudaría a que ella se alejara, pero necesitaba terminar con esto.

-Entonces toma nuestra mano... agárrate a nosotros- suplicó ella tomando su mano.

-Lo sé, sé que estás intentando ayudar- respondió él, quitando su mano de la de ella, rompiendo el tacto y el calor que tanto necesitaba- Sé que todos están tratando de ayudar- dijo a su familia, dejando atrás las barras de las que se estaba sosteniendo, haciéndolos partícipes nuevamente- pero lo que hacen me empuja aún más abajo de lo que estoy- explicó, intentando no sonar hiriente o desagradecido.

Olivia volvió a pararse frente a él, como una especie de arma debilitante y escudo protector al mismo tiempo, mirándolo fijamente, intentando desesperadamente que entrara en razón. Los ojos de Elliot se posaron en cada miembro de su familia para terminar en los de ella.

-Es como... como un peso que me arrastra hacia abajo- pronunció con dolor en su voz, con la intención de que ella finalmente entendiera- No puedo hacerlo. Liv, lo siento- le susurro.

Ya no podía seguir resistiendo su mirada, y ciertamente no quería seguir con esa intervención, por lo que se apresuró a salir de la habitación. Odiaba sentirse frío y distante. Estaba realmente agradecido, si no fuera por ellos se habría ahogado hace tiempo, pero la imagen de sus seres queridos sufriendo, padeciendo o incluso muertos, amenazaba su mente cada vez que alguno de ellos intentaba acercarse, y él no podía, por nada en el mundo, permitírselo. Ellos nunca lo entenderían, o al menos eso creía él.

Así que los dejó a todos allí en la sala, en silencio, aturdidos hasta que Eli habló...

-Papá- gritó, cuando él estaba casi al final del pasillo de entrada.

-No déjalo- dijo Lizzie mientras tomaba a Eli de su brazo.

-No. No puedo perderlo, ¿y si ahora hace algo estúpido por lo que nosotros hicimos?- dijo asustado.

Olivia miró a los jóvenes delante de ella, a los que en algún momento supieron ser parte de su vida, varias veces, hasta que finalmente habló- Yo voy- sentía que si, tal vez, ella no hubiera intervenido el resultado pudo ser diferente, él le había pedido que se alejara, y ella había conspirado con sus hijos.

-Gracias Olivia- dijo Eli, que tal vez de todos allí era el que menos conocía la historia entre los dos, el que menos sabía de ella, solo la había visto un par de veces en estas semanas en Nueva York, pero sus hermanas y hermano confiaban plenamente en ella, y sentía una conexión con ella que no podía explicar, pero que tal vez tenía que ver con lo único que sabía, que fue Olivia quien lo ayudó a venir al mundo, y de alguna forma había comprendido lo que todos sus hermanos de una forma u otra sabían, que ella era, es y siempre será quien le dé estabilidad, quien le dé rumbo y traiga a tierra firme a su papá, porque ella podía enfrentarse a él, aun cuando hubo un "silencio de radio" por diez años y temas que ambos tenían que resolver para poder avanzar, ella podía ganarle a sus demonios y salvarlo.

Ella lo encontró justo cuando estaba por subirse al auto.

-Elliot- gritó.

Él se detuvo, y giró para verla acercándose.

-Olivia- dijo cuando finalmente estuvieron frente a frente- Déjame solo, por favor.

-Lo siento, pero no estás en condiciones de conducir, solo dame las llaves y te dejaré solo- pidió ella.

-Sí puedo.

-Elliot, no hagas esto, por favor, lo sabes- ella estaba suplicándole nuevamente.

-Por favor, déjame- volvió a repetir él, aun cuando sabía que eso posiblemente estaba lastimando a la mujer delante de él, y estaba cansado de solo provocar eso.

-Mira, lamento que sientas que lo que sucedió allí adentro solo te empuja más abajo. Nosotros no quisimos ahogarte, asfixiarte, solo-

-Lo sé- él la interrumpió, ya se sentía bastante mal por haberlo dicho, si bien había mejorado, aún no era tan bueno expresándose- Gracias por estar aquí, pero estoy bien, solo necesito tiempo.

Ella no pudo evitarlo, y sus labios se torcieron hacia arriba, lo que hizo que Elliot preguntara.

-¿Qué?

-Esa es mi línea Stabler, y no, no estás bien.

-Liv...- y el silencio cayó entre ellos nuevamente.

-Está bien- dijo mientras giraba para irse, lo había intentado, pero antes de que lograra completar su vuelta, su mano en su brazo la detuvo.

-Liv, juro que lo sé, sé que no todo está bien, pero no puedo, simplemente no puedo arrastrarte a esto, no lo mereces- dijo mientras dejaba caer las llave del auto en la palma de su mano.

Los ojos de ella bajaron de su rostro a su mano y volvieron a mirarlo- No tienes que ser fuerte aquí, no para mí, no para ellos.-

-Liv- dijo en un tono que no sabía si realmente ella lo había escuchado.

-El, sabemos quién eres. Aceptar que tienes un problema y que necesitas ayuda, no hará que seas menos, deja de luchar contra eso, no estás solo, nos tienes.

Elliot sonrió y ella preguntó esta vez.

-¿Qué?

-Me llamaste "El", y es la primera vez que lo haces desde que nos volvimos a ver.

Ella no lo había planeado pero su subconsciente parece haberle jugado una mala pasada y su nombre se había deslizado de sus labios tan fácil como en los viejos tiempos.

-Oh, ¿escuchaste lo que dije después de eso?- dijo para alivianar el clima.

-Sí- su tono fue firme- Pero no es fácil, Liv.

-Lo sé, pero al menos haz el intento, no lo sabrás hasta que lo hagas. Ellos tienen miedo, no pueden perderte a ti también, y de alguna forma sienten que lo están haciendo, por favor, déjanos ayudarte.

-No te merezco, todo lo que hice, la forma en que yo me fui, Dios- pero él no pudo seguir hablando porque ella puso su dedo pulgar sobre sus labios mientras sus mano acarició su rostro- Shh, está bien, sé que tenemos mucho que resolver, mucho que hablar, pero déjame ayudarte, yo tampoco puedo perderte a ti tambien, estaremos bien.

-¿En verdad lo crees?- preguntó Elliot, mientras la profundidad de sus sentimientos parecían verse reflejados en los iris marrones que tanto había extrañado pero que le eran tan familiares...

La mirada de ella se fijó en un punto no determinado y se hundió en la profundidad de los ojos azules que estaban frente de ella, y parecía que se había quedado largos minutos perdida allí pensándolo bien, pero en realidad solo habían pasados unos segundos cuando ella dijo- Nuestra relación siempre ha sido complicada pero al final del día, siempre estamos bien, El- y por primera vez ella le dejó saber que había esperanza para ellos dos.

Que el futuro estaba hecho de esperanza.