Hola ¿Cómo están?

Hace un par de semanas recupere archivos que creía perdidos, entre ellos, estaban algunos borradores de hace años ¿Pueden creerlo?

¡AÑOS!

Debido al acontecimiento decidí regresar un par de días y subirlos poco a poco sí es que les gustan, probablemente las temáticas y la narrativa sea como de antes sin embargo me parece que es parte de lo bonito de esta situación.

Esperando que estén bien de salud ustedes y su familia, les dejo con esta historia, déjenme sus comentarios sobre ¿qué piensan?

Weeks

Lunes 8:00 am

Una semana antes de vacaciones de invierno, los días pasaban particularmente lentos ante el viento helado y la luz cálida de cada mañana, por lo menos eso pensaba Mimi Tachikawa mientras caminaba a su instituto, acomodaba su castaño cabello en una coleta para así colocar su bufanda adecuadamente, levanto la mirada para toparse con más estudiantes, bufó por la esperanza de llevar ese camino acompañada, sin embargo doblando la esquina pudo observar una melena rubia en un traje azul, era él, corrió sin deparo para enroscarse en los hombros de su amigo

-¡Ya-ma-to!- dijo con el tono de voz más agudo que encontró - ¿No te parece sospechoso que cada mañana nos encontremos sin ir al mismo instituto? - una sonrisa asomo en el rostro de la castaña sin soltarse de su amigo.

-Puede ser un castigo, uno terrible- dijo el rubio moviendo sus hombros para que Mimi se colocara de su lado al caminar, miró de reojo a la castaña, cada día desde ese ciclo escolar se topaban en la entrada y salida, eso era porque Mimi había seleccionado las clases extracurriculares, a diferencia de él, la chica que caminaba a su lado cursaba su preparatoria en la escuela privada de Oidaba la cual se encontraba justo enfrente de la pública que era donde asistía con sus demás amigos, aunque la relación de todos era cercana podía casi asegurar que la relación que había forjado desde hace un par de meses con ella era "especial" por así decirlo, jamás eran tiernos, no se alentaban en momentos difíciles, no se daban regalos, pero ahí estaban pelando la mitad del tiempo en el que estaban juntos.

-Hoy iré con las chicas por un helado, nos vemos mañana- comento la castaña guiñando un ojo y adentrándose a su instituto, Yamato entró al suyo con el mismo tedio de siempre, al menos era su último año, después de eso la universidad estaba a media hora en autobús, seguro seria mejor, de no ser por sus camaradas de toda la vida, la escuela sería una mierda.

- ¡Vaya cara! - dijo un castaño volviéndose a aferrar a los hombros del rubio -Pronto serán vacaciones ¿Qué vamos a hacer? ¿Trabajaras en el bar de tu padre? ¿Saldrás con una hermosa chica? ¿Saldrás con tu muy apuesto amigo y su novia? - Yamato cerro los ojos ¿Todos los castaños eran tan elocuentes? Un pequeño pinchazo llego a su corazón, cierto, la amiga de ambos Sora Takenouchi llevaba saliendo con Taichi ya seis meses, entendía que ella había escogido al castaño desde hace mucho tiempo, sin embargo, el saber que nunca tuvo oportunidad le desolaba un poco, aun así, no se dejo vencer por el sentimiento y salía con chicas regularmente.

- ¡Carajo! Trabajaré con mi papá, iré con mi madre y Takeru para navidad y año nuevo, estaré ensayando en la banda, y probablemente, si no tengo nada que hacer entonces saldré contigo- contesto Yamato con una media sonrisa, evidentemente se daría tiempo para ellos, miró a la ventana y vestigios de nieven empezaron a caer, un vago recuerdo de hace un año con Mimi fuera de su departamento con una tarta le hicieron preguntarse ¿Este año habrá tarta?

16:00 pm

Un sorbo de té, dos sorbos, tres…

-Si, Taichi y yo ya… hicimos eso- dijo una peli naranja complemente avergonzada mientras intentaba ocultarse en su bebida, esta era la última reunión de chicas antes de vacaciones y tenia que contarles lo que había pasado.

-Estoy casi segura que no debería saber esto… ¿Fue en la casa? ¿En la tuya? No, espera, no quiero saber- dijo una castaña de cabello hasta la barbilla -Saber que mi hermano es capaz de tanta barbarie me espanta- giro los ojos para después reír, le siguió una peli morada con aires de grandeza -Vamos, aquí casi todas hemos experimentado algunas cosas-

Mimi Tachikawa estaba como espectadora, ella era la "casi" y es que a sus 17 años no había dado siquiera su primer beso, no es que lo considerara algo especial pero no quería que fuera con un imbécil y de esos abundaban, aunque empezaba a sentir un poco de presión social, en especial en su instituto, ahí esos temas eran de mucha más importancia que con sus amigas. - Hikari ¿Cómo fue tu primer beso? - preguntó.

La castaña de cabello corto dudó -Fue… húmedo, no lo sé, fue un momento tierno, supongo, Davis lo ha intentado hacer mejor desde entonces- contestó, solo ellas sabían que llevaba saliendo con él, si su hermano se enterase seguro querría darle una plática de planificación familiar y no estaba lista para eso. - ¿Saldrás con el superior Kazuko? –

Mimi miró a la nada -Sí, bueno ¿qué es lo que podría salir mal? Es guapo- justifico más para ellas que para sus amigas, aunque realmente le parecía atractivo, la realidad es que saldría con él para terminar con la situación del beso de una vez por todas, Kazuko tenía fama de coqueto sin embargo era agradable, tierno y buena opción, cerro los ojos, sí eso haría.

Martes 11: am

El silbatazo anunciaba que terminaba la clase de deportes, Yamato y Taichi chocaron los puños en señar de victoria, los vestidores se llenaron al instante para ducharse y cambiarse - ¿Ya sabes que le regalarás a Sora? – preguntó el rubio realmente preocupado por su amigo, no era el más astuto para los detalles.

-Pensaba en unos aretes, unos bellos aretes que combinen con su bonito cabello naranja- comento el castaño realmente emocionado sin ver la cara de pocos amigos de Yamato – Sabes, me han llegado rumores de que Hikari sale con el chico que es capitán del equipo de soccer de la secundaría, Davis-

Yamato lo observo detalladamente, Taichi podría ser muy distraído, torpe e ingenuo pero su hermana era por mucho lo más preciado que tenía, podía ver a un hombre enfrentándose ante el inminente crecimiento personal y físico de su hermana, tenía miedo y quería sobreprotegerla y aun así se mantenía firme a ser un gran ejemplo - ¿Le vas a preguntar?

-No, ella me lo dirá cuando esté lista, tampoco debe ser fácil para ella, siempre pensé que saldría con Takeru, ya sabes, mejores amigos siempre, pero desde hace un tiempo ya no están tan unidos como antes- contesto el castaño -De alguna manera me hacia sentir seguro, él la cuidaba cuando yo no estaba-

Yamato bufó -Están creciendo, deben vivir a su manera, no creo que tiren a la borda todo el tiempo vivido, pero necesitan espacio- Sabía que las cosas no se podían mantener igual y de alguna forma él como todos sentían que esos dos estarían juntos a futuro.

El castaño se rascó la nuca -Tienes razón, tal vez como Mimi y tú ¿No? – Yamato lo vio son sorpresa y duda, si bien habían tenido una relación extraña desde que se conocieron el saber que podría ser como el hermano mayor de la castaña le causo escalofríos ¿Tendría que ser su protector?

Los vestidores poco a poco se empezaron a vaciar, Taichi haba decidido ir por una hamburguesa antes de clase para reponer energía, a lo lejos Yamato escuchaba los murmullos de los demás, uno particularmente le llamo la atención -Como te digo, la mismísima Tachikawa, vaya chica, estas oportunidades no se dan siempre, debo aprovechar- Yamato cerro los ojos, era Kazuko, del mismo grado, una voz interna le decía que saliera que no era su incumbencia, las piernas no le respondían, necesitaba saber. -Si, el mismo viernes salimos, si tengo suerte la llevo a la cama- No pudo más se levantó y salió de ahí, maldijo en voz alta, ¿A la cama? Las cuentas le fallaban, Mimi no había tenido novios y ahora se la quieren follar… Sí, eso quieren, porque Mimi es guapa e inteligente pero ingenua y manipulable, suele ceder a la presión y es que ahora entendía que le había pasado como a su hermano con Hikari, cerro los ojos ¡Que joda!

Miercoles 17:00 pm

Mimi Tachikawa corría por los pasillos, la junta estudiantil había tardado más de lo esperado, Yamato le había dicho que la esperaría, pero llevaba treinta minutos de retraso, se detuvo en seco cuando vio al rubio sentado en las bancas del patio principal, veía a la nada y movía sus dedos como si tocara un instrumeto. -Aquí estas, pensé que te habías ido- dijo aliviada la castaña, le gustaba regresar a casa con el rubio, él casi no hablaba, pero sabia escuchar de maravilla, aunque discutían regularmente de cualquier tema, el regresar juntos la hacía sentir segura - ¿nos vamos? –

El camino a casa se podría reducir a diez minutos en carro, sin embargo, les gustaba tomar la ruta de 30 minutos caminando, la tarde los había sorprendido y ahora un tono naranja invadía el ambiente, el parque estaba más solo que de costumbre y se escuchaba solo el viento -Yamato ¿a que edad diste tu primer beso- pregunto la castaña sin mirarle

-A los 14- respondió fríamente, maldijo por debajo, llevaba todo el día intentando no pensar en las estupideces de Kazuko y ahora Mimi hacia este tipo de preguntas - ¿Y tú? – volvió a maldecir, solo él podía caer en sus propias trampas

Mimi dudo, miro al cielo y después al suelo -Aun no lo doy, no he tenido oportunidad- el día de hoy varias de sus compañeras en el almuerzo habían platicado sus experiencias, aunque no la rechazaron, el no poder contar nada la hacia frustrarse -Siento que me quedo atrás en experiencias-

Yamato la miro de reojo -No es la gran cosa- se mordió la lengua, sí lo era, vaya que lo era.

-Para ti es fácil, tú ya… ya sabes- dijo Mimi sonrojada, Yamato observo la escena divertido - ¿Yo que? No te entiendo si solo balbuceas-

La castaña paro en seco -Tu ya… tuviste…- cruzo los brazos y volteo indignada -Para empezar, no es un tema que quiera tocar contigo-

Yamato soltó una carcajada -Sexo, si ya tuve sexo, más de una vez ¿Qué quieres saber? - observó las mejillas de la castaña pintarse del mismo tono del cielo y volvió a reír, sintió una punzada al volver a recordar la conversación de Kazuko -Puedes preguntarme lo que quieras-

La castaña no sentía la cara ¿Podían caminar más rápido? ¿En qué momento parecía una buena idea? ¿Quería saber algo?, llevo sus manos a su cara y empezó a alejarse del rubio, tal vez sí quería saber algunas cosas, sintió los brazos de Yamato rodearla sin presionarla, volteo a su cara para toparse con la sonrisa de medio lado de su amigo - ¿Te gusta alguien Tachikawa? ¿Vas a tener una cita? - Mimi negó con su cara y corrió hasta la esquina de su hogar, extendió su mano en señar de despedida y entro a su portón, Yamato observo la escena divertido, dudo un poco ¿Debería protegerla?

Jueves 19:00

Taichi escupió un poco de jugo mientras Sora le daba unas palmadas en la espalda -Maldita sea Yamato, tienes que decirle a Mimi las intenciones de Kazuko, ese hijo de perra, presumiendo como si fuera un trofeo- Yamato alzo los hombros -Realmente la decisión de Mimi está tomada-

Sora empezó a evaluar la situación -Tiene razón Yamato, Taichi, no podemos decirle que hacer o no, aunque podrías decirle lo que escuchaste Yamato, solo para que pueda prevenir alguna situación- Yamato miro al techo, sabía que no pasaría nada bueno de eso. -Venga, iré, pero cuando este grupo se desmorone por esta situación quiero que sepan que es su culpa- Yamato tomo sus cosas y se encamino a casa de Mimi, no era bueno expresando ideas más que en canciones y tenia mala espina de toda la situación, si algo sabia era que su amiga era la persona más necia que alguna vez conoció, al llegar a la casa tocó el pórtico para dar su nombre, no pasaron mas de dos minutos cuando Mimi abrió la puerta en pijama, su cabello estaba sujeto con una liga y algunos mechones llegaban a su cara.

-Yamato ¿Estas bien? - preguntó asustada la castaña, pocas veces Yamato aparecía sin avisar y eso era bastante peculiar, el rubio la miraba con cautela ¿Siempre había sido tan guapa? Porque sabia que lo era, mucho más que las chicas promedio, pero mierda ¿Por qué el cabello se le ve tan bien? -Yo- contestó él- solo quería decirte que Kazuko quiere llevarte a la cama en su cita, no lo tomes a mal pero no parece ser un buen prospecto-

Mimi lo miró -Eso ya lo suponía- y era verdad, había escuchado los rumores, pero ahora solo quería pasar esa etapa de su vida fácil, ese estúpido circulo social la estaba jodiendo más de lo quería aceptar -Solo, no me importa, mis amigas…-

Yamato interrumpió de golpe -A la mierda tus amigas ¿Cómo puedes preferir lo que digan de ti a tu integridad? Carajo, no es tan importante-

-Por ahora lo es para mí- contesto Mimi un poco molesta - ¡Tú estás con nuestros amigos! ¡Yo no! ¡Yo no puedo esperar al almuerzo para verlos o no preocuparme por hacer nuevas amistades! Simplemente es horrible que hagan sentir que no estas bien, no me gusta esa gente, pero tampoco sé cómo evitarlos-

Yamato se contuvo -Sabes, es tu decisión, yo solo vine a decirte lo que escuché, si quieres terminar en la cama de un patán por mí y los demás bien- contesto dispuesto a marcharse, no sin antes volver a ver esos mechones de cabello que estaba seguro no vería en un tiempo, la mano de Mimi le empujó suavemente por la frente -Hoy no te estas portando mejor que todos los demás hombres- dijo antes de cerrar la puerta.

Un mensaje de texto llegaría a su amigo unos minutos después…

"Te lo dije"

Viernes 18:00

Oficialmente eran vacaciones de invierno, y como primer día el bar del padre de Yamato estaría a reventar al anochecer, el rubio limpiaba las últimas copas, estaba de mal humor y no con la castaña, al consultarlo con la almohada se sintió como un verdadero imbécil, realmente ¿Quién era el para juzgar las decisiones de su amiga? ¿No era más fácil confiar en ella y apoyarla como lo hace la mayoría de la gente? ¡Mierda!

-Iré por un poco de carne, aunque hoy lo que mas se vende es licor, creo que debemos tener reservas, recuerda poner el letrero que abrimos a las siete- dijo el padre de Yamato colocándose una chaqueta y saliendo por la puerta del almacén, el rubio volvió a divagar ¿Ya estará en su cita? ¿O en su cama? Movió la cabeza negándose esa opción ¿Habrá sujetado su cabello como la noche anterior? Cada pensamiento lo hacia sentir peor - ¡Mierda! - gritó cerrando los ojos.

- Maldices demasiado ¿No crees? - Yamato volteo rápidamente a la puerta, ahí estaba Mimi, su cabello estaba suelto por toda su espalda, un vestido y abrigo la acompañaban - ¿Qué haces aquí? - pregunto rápidamente, seguramente su padre la había dejado entrar, la castaña solo alzo los hombros.

10 segundos sin decir nada…

-Lo lamento, fui una necia- dijo Mimi finalmente, sus ojos no parecían tristes, pero si decepcionados, Yamato negó con la cabeza -No, yo no fui el mejor para expresarme, ¿No resulto? -

Una risa contagiosa salió de Mimi – Solo aguante estar con él treinta minutos, resulta que es bastante egocentrista, gracias por preocuparte por mí-

Yamato tomó una copa y la lleno de jugo de arándanos para extenderla a su amiga -Tenga señorita, para curar el corazón roto- Mimi salto de emoción, amaba los juegos de roles.

-Gracias- dijo tomando la copa, al parecer lo único que se puede conseguir aquí es buen licor-

Yamato empezó a reír -Quizá esta buscando en el lugar equivocado, me han dicho que los de Oidaba son los mejores amantes-

Mimi alzo una ceja – Bastante pretensioso su cometario ¿Usted se considera buen amante? -

-Tengo mi reputación, solo le diré eso- contesto el rubio recargándose de la barra, Mimi empezó a sentir las mejillas calientes cuando observo de cerca los azules ojos de Yamato, su playera negra y la sonrisa que venia de él era particularmente atractiva en ese momento… ¿Atractiva?

-Yo… ¿Cuánto le debo de la copa? -

- Cortesía de la casa-

- ¿Me está coqueteando o es amabilidad? –

- ¿Puede adivinar? -

Mimi dejo de hablar, había ciertas situaciones en las que no podía ganar y esa era una de ellas, no tenia argumentos o más diálogos, solo podía arriesgarse y perder con dignidad para después reír del momento porque … Reirían después, siempre lo hacían.

-El coqueteo no suena mal-

-Entonces es adivina ¿Hasta dónde quiere llegar? - Yamato quería reír a carcajadas, bastaba con ver la cara roja de la castaña, su mirada que lo evitaba y sus labios entreabiertos, sus labios ¿Hasta dónde quiere llegar? Su cuerpo empezó a abrigarse con un extraño calor, una voz mental decía ¡Para el juego Yamato! Y otra, con mas fuerza le obligo a tocar la mejilla de su amiga con suavidad.

- ¿Hasta donde quiere llegar? – volvió a preguntar

Mimi lo sabía, quería llegar hasta las ultimas consecuencias, esa tensión que había en ese momento, ese calor, era lo que imaginaba, así te dicen que debe ser…

- ¿Puedo? - interrumpió Yamato sus pensamientos, la castaña solo afirmo con la cabeza para después ver el cuerpo del rubio acercarse, sus labios chocaron contra los de ella y un dulce movimiento la invito a unirse, se despegó de ella suavemente en un gesto de seguridad para volver a acercarse unos segundos después, una barra de madera separaba sus cuerpos sin embargo sus labios y manos se encontraban unidos, Mimi podía sentir una calidez emanando de su cuerpo, las manos de Yamato se mantenían en sus mejillas y su lengua había empezado a recorrer suavemente su boca chocando contra la de ella de manera mas salvaje.

Un fuerte ruido proveniente del almacén hizo que terminara la escena, se separaron bruscamente viéndose sin entender muy bien lo que pasaba, el padre de Yamato entro casi enseguida con un par de cajas.

-Mimi ¿Te quedas a beber algo, jugo o soda? – dijo el señor Ishida sin percatarse de nada.

-No, yo, me tengo que ir, un placer como siempre y gracias por la hospitalidad- dijo colocándose su gorro y saliendo por el almacén, unas manos la sujetaron con gentileza por lo hombros.

-Mimi yo… -

-No, hay problema-

-Es que no debería haber sido así … tú-

-Era justo como esperaba que fuera- contesto la castaña -Ahora puedo decir que mi primer beso fue en un bar con un extraño de Oidaba- soltó una carcajada

Yamato sonrío - Eres todo un caso-

-Lo sé Ya-ma-to, debo regresar a casa o mis padres se preocuparán, nos vemos- terminó por decir antes de salir por la puerta sonriendo.

La nieve empezaba a caer lentamente, esas serían unas largas vacaciones de invierno.

¡Muy bien!

Antes que decidan ejecutarme por algunas situaciones déjenme explicarles:

-Quizá la narrativa no es la mejor sin embargo decidí no modificar gran parte del texto porque así se planeo hace un par de años atrás, sin embargo, espero que les haya entretenido.

-Esta historia no era principalmente Mimato cuando la pensé años atrás, era Taiora, sin embargo, esté era el borrador de uno de los capítulos que tenia contemplados, es por eso que parece que no tiene pies y cabeza.

-Segundo, algunas parejas no estaban establecidas como la de Takeru y Hikari ya que quería darles otro contexto.

-Agradezco infinitamente que lo hayan leído ¡Mil gracias!