Declaimer: Jujutsu Kaisen pertenece a "Gege akutami", estudios mappa, crunchyroll, editorial sūeisha y a la revista shonen jump, entre otros.

Créditos del fanart a:いえも

Por tu atención, gracias.

Ya puedes leer.


Sabía que hoy tendría apenas despertó, el molesto tinnitus en su cabeza le aviso por horas.

Su cuerpo se fue tensando minuto a minuto y músculo por músculo a medida que la jaqueca llegaba a cada milímetro de su cabeza.

Maldijo a los mocosos que jugaban alegres en el parque frente al edificio, sus risas y gritos llenos de jovialidad eran pequeños y filosos alfileres que se clavaban en su cráneo como una agonica tortura medieval.

Intento llegar a la cocina o al baño en busca de mojar cuenta piel pudiera con el agua más helada que el grifo pudiera darle pero sus ojos ardían como si el peor picante en la Tierra hubiera entrado en ellos, además no podía equilibrarse con los continuos mareos que le daban y esas manchas luminosas que aparecían y desaparecían de su vista dejandolo casi ciego por segundos no ayudaban en lo absoluto.

Y cuando todo a su alrededor brilló como si el espíritu del enorme astro solar los estuviera poseyendo tuvo que volver a gatas a su oficina, con ayuda de su tacto encontró el diminuto apagador blanco y lo presionó con toda la rabia que su delgado cuerpo era capaz de obtener.

Siguió gateando pateticamente por la ahora oscura oficina donde tan solo minutos antes escribía el prólogo de un nuevo éxito literario, con los ojos cerrados tan fuerte que le dolían los párpados del esfuerzo y tratando de respirar lo más silencioso posible.

Tras ubicarse en su rincón del dolor y consuelo llevo sus manos hasta el nacimiento de las oscuras hebras de melanina que eran sus cabellos, con las yemas de sus ágiles dedos comenzó un pequeño masaje que duró tan solo un par de minutos antes de que el molesto ruido que hacía al tomar oxígeno o expulsar el dióxido de su cuerpo lo enloqueciera ante el silbante sonido que hacía sin desear, sus palmas cubrieron sus pequeñas y redondas orejas haciendo que todo se escuchará distorsionadamente amortiguado dándole valiosos segundos de un placentero alivio.

Pero fue entonces que un nuevo sonido hizo su debut, con un bum de graves notas retumbaba en no solo su cabeza si no, en todo su cuerpo. Ya no escuchaba nada del exterior pero todo el por dentro era una máquina de tantos y variables sonidos que no podía callar por mucho que lo deseará.

Dejo que las lágrimas se acumularán en sus lagrimales antes de que fueran expulsadas en translúcidas gotas que recorrieron sus mejillas en pocos segundos dejándolas húmedas y rojas por la sal que irritaba la pálida piel que tocaba.

Se abrazo aún más fuerte así mismo, buscando distraer su mente en cualquier banalidad que bloqueara los incesantes latidos que su órgano sanguíneo no paraba de emitir cuando una luz tan brillante cegó sus cerrados ojos e hizo punzar su adolorida cabeza con más fuerza ante el inesperado estímulo lumínico.

Algo frío, no helado le fue colocado sobre sus sollozantes ojos, algo pequeño también rozó sus finos labios indicando que se abrieran y cuando la redonda pastilla estuvo en su lengua sintió la punta de una pajilla chocar con sus dientes.

Aún con todo el paralizante dolor que sufría se levanto del rincón donde solía esconderse durante la crisis y acepto ser guiado por unas manos con la suavidad de la seda misma hecha carne hasta probablemente el sofá tinto de tres plazas que estaba en la sala, dejo que la chica se acomodara plácidamente antes de que él mismo tomará asiento a su lado buscando recargar su entumecida cabeza sobre los montoncitos de grasa que eran los perfectos senos de Nobara.

–¿Mejor? –. Pregunto con una voz sutil la chica, cuidando su tono y volúmen en todo momento.

–Aún no –. Respondió con la voz aún quebrada e igual de sutil que su acompañante.

–Nanami dijo que eso es lo más fuerte que te puede dar.

–Empiezo a sentir anestesiada la cabeza – Comentó Megumi desde su cómoda almohada, notando como debajo de su oído se escuchaba claramente un tranquilo latir que se opacaba por momentos cuando Kugisaki hablaba. Curioso, el sonido aún le parecía estridente pero aunque su cabeza explotará -incluso de forma literal- no retiraría su oreja de ese delicioso monte que fungía de almohada en esos instantes, ni por cien migrañas al mismo tiempo.

–Oh cierto, Itadori viene a visitarnos –. Las manos masculinas dejaron de acariciar la suave falda negra probablemente de algodón que Nobara solía usar en reuniones ejecutivas tras escuchar aquello. Genial, el no podía soportar ni su respiración y ahora tendría que aguantar el concierto de persona que era Yuuji.

–Dios, mátame.

La cantarina voz de la chica salió formando una melodía de risa que Megumi no tardó en secundar. Las manos de Kugisaki le regalaron efímeras y ligeras caricias en su negra melena mientras sus vellos se erizaban cada que la punta de sus lenguas se tocaba durante el largo beso que compartieron... Fushiguro comenzaba a sentirse mejor, la migraña había pasado.


Hi-Ni hao-Konnichiwa-Holi ¿Cómo estás?

Historia basada en mi propia experiencia con la migraña sip. Dios en serio es horrible, si un día alguien te dice que no hagas ruido porque tiene migraña te lo ruego hazle caso ;(

Aunque si es tu némesis aprovecha a ponerlo de rodillas lo hará a cambio que te calles 5 segundos.

En fin...

TINNITUS: Sonido agudo y estridente usualmente conocido como "un pitido en la oreja".

Lo frío que Nobara le puso a Megumi en los ojos es un antifaz térmico por si no quedo claro.

Sip Nobara y Megumi están casados y son pareja, Megumi es escritor de buen renombre y Kugisaki es dueña, jefa y patrona de una importante empresa ¿de qué? No sé no pensé tanto.

Sí la editorial a la que pertenece Megumi es patrocinada por los millones de Kugisaki.

¿Qué se me olvida? Mn creo que es todo (:

Nos leemos prontito, espero.

Muchas gracias por leer.