Ah-Uh es el confidente de Rin. Esa bestia de dos cabezas, quien en ese momento tomaba agua del lago, es el mismo que recibe cada uno de los secretos de Rin, los cuales no podía llevarse a la tumba, al no poder guardárselos, ya que sentía la necesidad de decirlo y dejar libres las palabras de su boca sin que nada las pudieran retener.
En vez de la criatura, ella le diría a Jaken sus secretos, pero eso se acabo cuando el sirviente que la ignoraba y no le prestaba la debida atención, divulgo unos de sus secretos a los gritos. Porque le había confesado que vio las nalgas del señor Sesshomaru cuando salió de las aguas termales.
En ese momento, su cara enrojeció y se calentó a temperaturas imaginables. Sus pequeñas manos se apretaron en puños a su costado como si esa acción disminuiría su sonrojo que le provoco que su señor la haya escuchado de decir que miro su culo.
¡Quería caer en un hoyo profundo por haber sido descubierta de tal forma!
Obviamente, tampoco podía contárselo a su señor porque la mayoría de los secretos tenían que ver con él. Y no era un secreto, como que ella pensara que era guapo o le gustara. Eran secretos -que no podía decirle- porque usualmente eran acciones que realizaba sin su consentimiento ni con su conocimiento.
Como la vez que le coloco una flor entre sus cabellos mientras dormía, quedándose como un secreto, ya que se la retiró sin que se diera cuenta.
Pero esta vez lo que había hecho, era peor que todas las otras cosas que realizo. Esta vez, si se enteraba Sesshomaru_sama... Oh, su cara volvió a tornarse carmesí con tan solo imaginarlo.
-Ayer hice algo muy malo, Ah-Un-el bebía agua tranquilamente, pero aun así, oía a la criatura con atención-Se que lo fue porque Jaken me diría que fue inapropiado y miles de cosas mas -hizo una pausa- Me alegro que aunque te lo diga, no me reproches.
Ah-Un terminó de beber y la miró fijamente. Rin acarició con cariño sus dos cabezas y contó su secreto.
-Bese a Sesshomaru_sama mientras dormía.
Si hubiera tenido agua en su boca, la bestia la hubiera lanzado en la cara de la susodicha, pero como no lo tenia, solo quedaba la mirada de sorpresa que le enviaba a Rin.
-No me mires así, Ah-Un -Su mirada era como un reproche mientras sus mejillas se ponían rojas por recordarlo-¡Fue en la frente, en la frente! ¡Quise desearle dulces sueños! -replicaba vehemente-No lo bese en la boca, pero...
Ah-Un la miraba no pudiendo creer que había mas.
-Quise hacerlo, pero como estaba mal, no lo hice, así que solo toque sus labios con las yemas de mis dedos-confesó-Umm, era suave y...
Después de minutos, relatándole sus acciones. Largó aire y sonrió enormemente.
-Uff, me siento mucho mejor-dijo-No sabia que tenia tantas cosas adentro, hasta que las deje salir -levanto sus dos brazos al aire y miró al cielo bien azul que había sobre ella-Como siempre, eres un gran confidente, Ah-Un dijo feliz, dedicándole una cariñosa mirada, antes de tomar su correa y llevándolo hacia donde se encontraba Sesshomaru, quien como las anteriores veces, había oído todo.
