N/A: ¡Hola! Si leyeron la descripción del fic, se habrán dado cuenta de que ésta historia la adopté de una escritora en , quien por motivos propios ya no pudo seguir actualizando y decidió poner en adopción algunas de sus historias. Le mandé un mensaje ayer, ofreciéndome a adoptar su fic ya que amé demasiado la premisa que planteó, y tenía ganas de continuar su obra en español (ya que su obra está en inglés).
Bueno, voy a ponerles la información de cuál es la obra original:
En , sakuralovelight publicó su historia bajo el nombre de "Ozpin's little rose" el 07/12/16 y presentó un total de 24 capítulos (con cuatro especiales, pero respetaré su dinámica y no me meteré con ellos).
Me voy a encargar de subir esos 24 capítulos con algunas ediciones, ya que, pues es una adopción y quiero agregar algunas cosas, pero la esencia de los capítulos de sakuralovelight estará ahí (y muy fuerte).
Si quieren, pueden pasarse por su fic y checarlo.
Y bueno, a partir del capítulo 24 yo empezaré a hacer mi desastre, así que prepárense para una buena ruleta rusa de emociones :3 ¡Nos vemos en las próximas actualizaciones!
El silencio puede llegar a ser un buen amigo, te permite pensar y concentrarte, así que para el director Ozpin de la academia Beacon, resulta ser beneficioso el silencio que le rodea cuando trabaja.
Ozpin se encontraba ocupándose de sus propios asuntos en su oficina, cuando la profesora y colega, Glynda Goodwitch lo llamó.
—Sí, Glynda, ¿qué pasa? —pregunta el hombre, dejando de lado los documentos que revisaba para enfocarse en su colega.
Hay un breve silencio al otro lado de la línea, a la mujer le tomó un momento responder —Sí, lo siento por molestarte tan tarde, pero, ¿recuerdas el robo de polvo que me mandaste a detener hoy?
Ozpin meditó un segundo, pensó en su día por un momento tratando de recordar los hechos, y cuando finalmente los reorganizó, respondió: —Sí, lo recuerdo. ¿Por qué? ¿Torchwick se escapó de ti?
—Algo así —responde la mujer con seriedad —, verás, cuando los delincuentes empezaron a robar la tienda, había una joven en el lugar —informó —. También trataron de robarle, y bueno, ella se defendió.
Al escuchar esto, Ozpin comenzó a preocuparse, él no sabía la razón por la que Roman se escapó, ¿quizás la niña estaba herida? ¿quizás necesitaba atención médica?
—Oh mi... ¿Está bien la chica? —Ozpin preguntó mientras la preocupación comenzaba a reflejarse en su rostro envejecido.
—Ella está bien, está en la comisaría en este momento. La policía cree que se equivocó al contraatacar, a lo que estoy un poco de acuerdo, pero al mismo tiempo, ella estaba defendiéndose, bueno, al menos hasta que decidió perseguir a Torchwick.
—Oh, ¿ella de verdad lo hizo? —preguntó Ozpin, reflejando en su tono de voz la evidente curiosidad. Él hombre pronto tomó un sorbo de su café después de decirlo.
—Sí, y eso no es lo más extraño —agregó la mujer mientras Ozpin seguía bebiendo su café —. Lo extraño de todo es que ella pelea como Qrow, su arma es una guadaña mezclada con un rifle, ¿te suena familiar?
Al escuchar esto, Ozpin escupió su café y comenzó a toser por la sensación de que el café caliente le bajaba por los pulmones. "No puede ser". Él pensó, tomándose un minuto para recobrar la compostura y hablar de nuevo con su colega.
—Glynda, por casualidad, ¿conoces el nombre de la chica? —pregunta, sintiendo una ligera opresión en el pecho mientras los dedos de su mano derecha golpeteaban rítmicamente su escritorio.
—Su nombre es Ruby Rose —la profesora respondió enseguida.
Al escuchar el nombre, el corazón de Ozpin se detuvo. Había visto a la pequeña Ruby muchas veces, muchas visitas fueron durante las vacaciones de verano para ser específicos.
Desafortunadamente, dejó de visitar a Ruby por completo cuando murió su madre, Summer Rose. Si él hubiera continuado visitando a Ruby la habría puesto en peligro.
Salem, la asesina de Summer, quería venganza contra Ozpin y su organización, y ella haría todo lo posible para que Ozpin pagara, especialmente si eso significaba matar a la hija de Summer Rose. Debido a esto, Ozpin eligió estar alejado de la niña, Ruby habría sido perseguida por Salem si hubiera elegido lo contrario.
Esto lo llevo a él y a uno de sus asociados a mantener la distancia de la menor. Para ser más específicos, un viejo cuervo, a pesar de que la visitaba con frecuencia, el padre biológico de Ruby eligió un camino similar al de él.
Ozpin pensó en Qrow, no ver a su hija y a su sobrina tanto como solía hacerlo había lastimado al hombre. Bueno, al menos hasta que Ruby y Yang entraron a la academia Signal, y cuando la menor lo hizo, parecía que Qrow se encargó de entrenar a la pequeña Rose.
Al escuchar que Ruby usaba un híbrido de guadaña / rifle, Ozpin no tenía ninguna duda de que Qrow le había estado enseñando a Ruby como usar el arma.
Los pensamientos de Ozpin se alejaron lentamente. En ese momento, Salem no importaba, tenía que ir y asegurarse de que Ruby estuviera bien —. Glynda —finalmente habló, levantándose de su escritorio —, estoy de camino, y por favor, asegúrate de que la policía no la moleste —indicó.
Al escuchar esto, Glynda no se sorprendió en absoluto por la indicación de Ozpin, más bien, por eso ella había realizado la llamada en primer lugar. Muchas veces en el pasado, a Ozpin le gustaría hablar con jóvenes luchadores, y si creía que eran aptos para el papel, los invitaba a venir y unirse a la Academia Beacon como estudiantes.
—Entiendo, hablaré con ella personalmente —respondió la mujer con tranquilidad.
—Bien, estaré ahí pronto.
Una vez la llamada terminó, Ozpin abrió el cajón de su escritorio y sacó una pequeña caja, salió de su oficina y se dirigió a su auto con la caja de galletas que solía llevarle a Ruby cuando solía visitarla —. Espero que todavía le gusten —susurró para sí mismo con una pequeña sonrisa en sus labios.
Las galletas eran de chispas de chocolate, sus favoritas, o al menos eso fue así la última vez que la vio. Pero estas galletas no eran las de chispas de chocolate normales, llevaban trocitos de trufa, eran caras, pero valían la pena.
En el pasado, le encantaba mimar a Ruby cuando solía visitar a Summer y a la pequeña. Él todavía siguió mimándola, enviándole por correo regalos de navidad y cumpleaños. Nunca puso su nombre en ninguno de los regalos después de que su hija, Summer, murió.
El anciano no quería que Ruby supiera de su relación y el parentesco que compartían, pero todavía él compraba esas galletas y se las comía, a pesar de que odiaba las chispas de chocolate, simplemente no pudo evitar seguir comprándolas, los recuerdos que venían con ellas eran nostálgicos y fascinantes.
Ozpin medio lamentó no haberle enviada nunca una caja, aunque sería mejor que ella no lo recordara. En este punto de su vida, aunque esperaba que ella no tuviera ningún recuerdo sobre él, aún no sabía por qué traía las galletas con él, pero adivinaba que, dado que ella era más joven que otros estudiantes con los que hubiera hablado antes, tenía que hablar con ella y necesitaba algo para calmar los nervios de la chica.
[...]
Ozpin pronto llegó a la estación de policía, en cuanto entró, le envió un mensaje a Glynda para informarle que él había llegado.
—Lo que hiciste hoy te puso a ti y a los demás en grave peligro —dijo Glynda con voz severa a la joven de 15 años, Ozpin escuchó atentamente el diálogo desde el otro lado de la puerta, esperando a que su colega terminara de hablar con la chica.
—¡Ellos empezaron! —respondió la joven de manera exasperada mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia otro lado haciendo un puchero, provocando que el director sonriera un poco mientras la observaba por la ventanilla de la puerta, ciertamente era muy parecida a su hija, Summer.
—Si fuera por mí, te enviaría a casa con una palmada en la espalda... —Ruby sonrió ante eso, esperanzada de que ella iba a estar bien y no la enviarían a la cárcel, pero entonces, Glynda le lanzó una mirada mortal —. Y una palmada en la muñeca —agregó con severidad, golpeando la mesa con su fusta y provocando que la joven diera un pequeño brinco en su asiento y chillara por el repentino movimiento de la mujer. Un segundo después, Glynda suspiró, mirando de reojo hacia la puerta de la sala —, pero hay alguien que quiere verte —la mujer se hizo a un lado para dejar entrar a Ozpin a la habitación, ciertamente, se sorprendió cuando lo vio con un plato de galletas, ya que era extraño porque nunca (hasta donde sabía Goodwitch) daba alientos azucarados a futuros estudiantes.
—Ruby Rose, tienes... ojos plateados —dijo el hombre, quien después de un segundo se maldijo a sí mismo y realmente quería golpearse. "¿Por qué diría eso? Ella siempre tuvo los ojos plateados". Ruby parecía nerviosa, sin saber que responder a lo dicho por el director de Beacon, así que Ozpin empezó a hablar de nuevo —. Entonces, ¿dónde aprendiste a hacer esto? —preguntó con curiosidad mientras asentía la cabeza hacia la pantalla de la tableta de Goodwitch, donde la mujer comenzó a mostrar el vídeo de la pelea de Ruby contra Roman Torchwick.
—A-Academia Signal —respondió tímidamente la joven, encogiéndose un poco en su silla.
—¿Te enseñaron a usar una de las armas más peligrosas jamás diseñadas? —preguntó el anciano sin perder el tono de curiosidad hacia la chica.
—Bueno, un maestro en particular —respondió ella, atreviéndose a mantener el contacto visual con el adulto.
—Ya veo —tarareó en respuesta el director de manera reflexiva, después, Ozpin colocó el plato de galletas que había estado sosteniendo durante un tiempo sobre la mesa.
Ruby tomó una galleta cautelosamente, y milisegundos después de que su lengua probara la golosina azucarada, tomó otra. La galleta le resultaba lejanamente familiar, el sabor en sí no era nada que ella encontrara especial, pero las texturas le trajeron recuerdos de una década antes, recuerdos olvidados de su madre y... su abuelo. Después de su segunda galleta, Ruby comenzó a comerse las galletas lo más rápido que pudo.
—Es solo que solo he visto a otro portador de guadañas con esa habilidad antes, un cuervo viejo y polvoriento —Ozpin comentó, sentándose frente a la joven chica.
Con la boca llena de galletas, Ruby volvió a hablar, o al menos lo intentó, ya se todo lo que salió fue una oración inentendible.
Al ver a Ruby hablando con la boca llena, Ozpin arqueó una ceja. "¿Qué le había estado enseñando Taiyang a la niña?"
Tan pronto como Ruby se escuchó a sí misma y que había sido inentendible, se limpió las migas de la golosina en su rostro y volvió a intentarlo —. Lo siento —murmuró con una sonrisa nerviosa —, ese es mi tío Qrow, es profesor en Signal, yo era una completa basura antes de que me tomara bajo su protección, y ahora soy todo como ¡Hooowaaah! ¡Witchaaa! —mientras Ruby movía los brazos y hacia todos esos sonidos, reprimió una sonrisa, él recordó las veces que Ruby y Yang jugaban peleaban jugando. Fue injusto para Ruby, ya que la niña en ese momento no podía seguir el ritmo de su hermana mayor, y Yang iría demasiado lejos si Qrow o él no intervinieran.
Tan pronto como Ruby terminó de moverse cómicamente, Ozpin volvió a hablar —. Si, ya veo... Y dime, ¿qué está haciendo una chica adorable como tú en una escuela diseñada para entrenar guerreros? —preguntó con calma, estudiando pacientemente los gestos de la chica.
—Bueno... —susurró Ruby, ates de hacer una pausa por un segundo —. Quiero ser cazadora —respondió con una pequeña y dulce sonrisa.
Ozpin no pudo evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios mientras miraba a su nieta directamente a los ojos —¿Quieres matar monstruos?
—Sí, solo tengo dos años más de entrenamiento en Signal, y luego me postularé para Beacon —respondió Ruby sin titubeos —. Verá, mi hermana está comenzando allí este año, y ella está tratando de convertirse en cazadora, y yo estoy tratando de convertirme en cazadora porque quiero ayudar a la gente. Mis padres siempre nos enseñaron a ayudar a los demás, asé que pensé. "¡Oye, también podría hacer una carrera con eso!" —al terminar su perorata la joven soltó una pequeña risa.
Cuando Ozpin notó su divagación sobre ser cazadora, inmediatamente recordó a Summer —¿Sabes quién soy? —preguntó cuándo le pareció que Ruby había terminado.
—Usted es el profesor Ozpin, el director de Beacon —respondió ella sin perder su suave sonrisa.
—Hola —la saludó.
—Un placer conocerlo —respondió ella.
—Entonces, ¿quieres venir a mi escuela? —preguntó el anciano.
—Más que nada —aseguró Ruby sin dudas.
"Al igual que su madre". Pensó Ozpin sin apartar la mirada de sus ojos plateados llenos de determinación. "Está bien". Se dijo a sí mismo, volteando a ver a Glynda quien simplemente puso los ojos en blanco.
A pesar de que Ozpin conocía la opinión de su colega, se volvió hacia Ruby con una sonrisa —. Bueno, está bien.
Ruby mostró una amplia sonrisa ante sus palabras, y estaba a punto de saltar de alegría, pero Ozpin la interrumpió antes de que comenzara —. Ahora, señorita Rose, estoy seguro de que su familia estará preocupada por usted, entonces, ¿por qué no va a casa y les cuenta las buenas noticias? —le comenta, metiendo su mano en el interior de su saco, de dónde saca un sobre —. Ah, y le da a su padre esta carta por mí —indicó —. Se irá con su hermana para estar en Beacon pasado mañana.
—Oh, cierto, casi olvido que hora es —murmura Ruby con un poco de preocupación al retomar la noción del tiempo —¡Gracias, profesor Ozpin! —con eso, Ruby tomó la carta que le extendía el hombre y salió corriendo de la sala de interrogación.
—Todavía no entiendo por qué haces esto de vez en cuando, Ozpin —dijo Glynda después de unos segundos de silencio.
Él hombre apartó la mirada de la puerta abierta para mirar a su colega —. Glynda, puede que estemos en un momento de paz, pero sabes que Salem podría hace un movimiento en cualquier momento, y con la señorita Rose teniendo ojos plateados, será perseguida por sus seguidores o por la propia Salem —el hombre no pudo evitar suspirar, solo para después levantarse de su asiento y voltear a verla —. Además, Qrow le enseñó él mismo, y basándome en el video, ella está al nivel como para entrar a Beacon. Preferiría que ella viniera a la escuela temprano en lugar de que la retengan, después de todo, sabes que lo último que deseo ver en un estudiante, es un potencial desperdiciado.
Glynda asintió hacia Ozpin mientras él comenzaba a dirigirse hacia la puerta, pero luego, una última pregunta cruzó por la mente de la mujer —. Profesor Ozpin, espere, ¿por qué le trajo esas galletas cuando nunca lo hizo antes?
Ozpin se detuvo por un segundo considerando su respuesta —. Resulta que los tenía en mi oficina y pensé que la calmarían. Ya sabes, solo un pequeño regalo por todo el estrés que tú y la policía debieron haberle hecho pasar a la pobre chica.
Glynda arqueó una ceja —. Pero odias las galletas con chispas de chocolate, ¿por qué las tienes en tu oficina?
Al oí esto, Ozpin se detuvo y la miró —. Hago una excepción con esos tipos de chispas de chocolate, y por favor, no preguntes por qué.
Glynda asintió en silencio, y con eso, los dos se fueron de regreso a Beacon.
[...]
