Realmente no sé cómo empezar, ya que tampoco sé si tendré el valor para dártela, aún que el tiempo pase yo seguiré poniéndome nervioso con tu presencia, antes que nada yo quiero disculparme por la manera en cómo te trate cuando llegue a Japón, siempre he sido una persona solitaria así que no sabía cómo relacionarme con los demás, Daidôji y tu fueron las primeras personas que me trataron bien en Japón, además de Tsukishiro, ahora que me pongo a pensar era muy gracioso que ambos compitiéramos por él, claro que después me di cuenta de que me gustabas tú solo que al inicio no lo quise aceptar, luego llegó Hiragisawa si tengo que ser sincero tenía celos cuando se acercaba a ti, Daidôji al darse cuenta siempre me aconsejaba que te lo dijera, pero en más de una ocasión fui interrumpido, tome valor suficiente y te lo fije cuando terminamos de transformar la últimas dos cartas, estaba cansado y simplemente te confundí, aun así tu decidiste corresponderme es algo que me hizo muy feliz.
Ambos esperamos mucho tiempo para volver a vernos, aunque te haya dicho que iría a demorar, adelanté mi regreso cuando supe que estabas en peligro, tu esperabas pasar más tiempo conmigo, pero yo estaba ocupado tratando ayudarte con tus poderes, no voy negar que ya sabía quién hacía las nuevas cartas, pensé que ocultándote la verdad ibas a sufrir menos, sé que no fue así, me conoces bien y sabias que te ocultaba algo.
Lo siento, no quería hacerte sufrir tanto, era difícil para ti asimilar todo esto y yo solo lo complique más al no decirte nada.
Ahora por eso mismo pagamos las consecuencias, no puedo tener contacto contigo, quiero consolarte y abrazarte mientras te digo que todo va estar bien, pero no puedo, es algo que siempre me desespera, siento que no te estoy ayudando en nada.
Por eso quiero que sepas, yo siempre estaré apoyándote, aunque por ahora no pueda hacer nada por ti, yo te amo, siempre estaré cuando me necesites, por eso esperare y por ahora solo puedo conformarme y observarte desde tu ventana.
Porque pienso que la luna reflejando tu rostro, es la imagen más hermosa que se puede obtener.
