CAPITULO 1: EL INICIO
Una gran soledad y tristeza es lo que sentía Naruto Namikaze, un niño rubio de 5 años, todo eso era debido a qué prácticamente desde su nacimiento era olvidado y abandonado por su familia, sus padres solo le brindaban atención y amor a sus hermanas, quedando el pequeño Naruto mas y más en el olvido, el siempre soñaba que sus padres le dieran el mismo cariño que sus hermanas.
La razón del porque sus padres no mostraban interés en el niño era debido a que hace 5 años, en el mismo día que Kushina Uzumaki dio vida a trillizos, 2 niñas y un niño, siendo el chico rubio el mayor de los 3, apareció un sujeto enmascarado, el sujeto aprovecho el estado débil en el que se encontraba la madre debido al parto y le extrajo el Kyubi de su interior, normalmente este significaría la muerte de la pelirroja pero gracias a sus genes Uzumaki pudo sobrevivir a la extracción.
El enmascarado utilizo sus poderes para poner al zorro de las nueves colas bajo su control y así atacar a la aldea de la hoja, el biju causo mucha destrucción, mato a decenas de shinobis y civiles, pero gracias al accionar del Hokage, Minato Namikaze, pudieron detener el ataque.
El Yondaime sabía que sería imposible matar al zorro, ya que si lo destruía, este inmediatamente se regeneraría para seguir causando destrucción, entonces tomo la decisión de tomar a sus trillizos para poder realizar una técnica de sellado para encerrar al biju dentro de sus hijos, el utilizar esa técnica le hubiera costado la vida al joven Namikaze pero Hiruzen Sarutobi el Sandaime Hokage decidió realizar la técnica el mismo pensando que ya había tenido una vida larga y prospera y que Minato aún tenía mucho porque vivir, pero como el poder del Kyubi era enorme se decidió separar el chakra del zorro, para posteriormente separarlo a la mitad y poner cada mitad de ese poder en cada una de las hijas del cuarto Hokage y finalmente encerrar el alma de la criatura en su hijo varón.
Ese día quedo marcado como el día en que el tercer Hokage se sacrificó para proteger a su aldea y no solo eso, también el nacimiento de las heroínas de Konoha que ahora albergaban el gran poder del zorro dentro de ellas y debido a eso se auguraba un prometedor futuro para la aldea, se esperaban grandes cosas de las hijas del Yondaime.
Sin embargo no todo era felicidad, para el hijo del cuarto Hokage fue el inicio de una vida de infierno, porque al poseer el alma del Kyubi en su interior fue empezado a ser visto como la misma reencarnación del demonio por los aldeanos.
Al principio todo parecía ir con normalidad con la familia del Yondaime pero cuando los trillizos cumplieron 4 años, las hijas del cuarto, Mito Namikaze que era una pelirroja de cabello cortó que le llegaba hasta la nuca, pero con ojos azules como su padre, y Naruko Namikaze era rubia de cabello largo amarrado en dos coletas y con los ojos morados como su madre, ellas empezaron a dar señales de que el chakra del zorro empezaba a emerger de ellas.
Entonces sus padres decidieron comenzar con su entrenamiento para que pudieran controlar el poder del Kyubi y así no hirieran accidentalmente a nadie o a sí mismas, y empezaron a dejar su hijo de lado ya que él solo tenía la conciencia del biju y tenían que concentrase en las niñas para que estas se convirtieran en Kunoichis poderosas y sean protectoras de la aldea.
Naruto trato en muchas ocasiones de convencer a sus padres para que también lo entrenaran junto a sus hermanas pero todo fue en vano, siempre le daban la misma respuesta, que su entrenamiento comenzaría después de que ingresara a la academia ninja de Konoha, eso entristecía mucho al niño y todo empeoro cuando su padrino, el Sannin Jiraiya apareció para decirle a sus padres que el gran anciano Sapo le fue revelado una profecía que decía que un niño nacido de dos poderosos guerreros y que albergaba una enorme dentro de él se convertiría en el gran salvador del mundo, ya que solo el sería capaz de enfrentar y vencer a un gran mal que se avecinaba.
En seguida tanto Minato como Kushina pensaron que la profecía hablaba de una de sus dos hijas, ya que ellas eran hijas de ellos, dos de los más poderosos ninjas del mundo y sobre todo porque poseían dentro de ellas el gran poder del Kyubi, por lo que decidieron intensificar más el entrenamiento de ellas para que estuvieran lo mejor preparadas para poder enfrentar al mal que se acercaba y una de ellas se convirtiera en la salvadora del mundo.
Todo hizo que los padres Namikaze fueran más negligentes con Naruto, un día cuando el chico nuevamente les pidió que lo entrenaran ellos se enfadaron tanto que Kushina abofeteo al niño y el Yondaime lo mando castigado a su habitación, y todo esto ante la mirada burlona de sus hermanas que consideraban al rubio un estorbo.
Desde entonces el niño jamás les volvió a pedir nada, ahora se mantenía totalmente apartado de la familia Namikaze, su madre cuando cocinaba solo hacía raciones para cuatro personas e incluso cuando cumplió 5 años sus padres se olvidaron completamente de él, solo festejaron a sus hermanas, y lo peor fue que en plena fiesta, el Yondaime anuncio que su hija Mito se convertiría en su sucesora y que su hija Naruko en el futuro sería la líder del clan Namikaze, cosa que destrozó al pequeño rubio, ya que él era el mayor de los tres hermanos Namikaze y por lo cual era su derecho ser el futuro líder de su clan y también uno de sus grandes sueños era convertirse en Hokage y simplemente todo en un día le fue arrebatado.
Pero eso no era todo, los mismos aldeanos al ver como los Namikaze dejaban de lado al pequeño rubio, totalmente indefenso, sin tentarse el corazón fueron tras el para golpearlo y torturarlo, culpándolo de la muerte de sus seres queridos durante el ataque del zorro, el chico sufrió muchos ataques con el paso del tiempo, y lo extraño era que siempre después de cada golpiza el despertaba en el hospital sin ninguna herida, es como si sanara mágicamente.
Naruto le dijo a sus padres lo que los aldeanos le hacían, pero ellos jamás le creyeron, sobre todo al siempre verlo sin ninguna herida, por lo cual los ataques en contra del pequeño continuaron, convirtiendo al niño en la válvula de escape de todo el dolor y las frustraciones de la aldea.
Actualmente el chico se encontraba acostado en su cama llorando silenciosamente, sus padres no lo querían, sus hermanas se burlaban de él, los aldeanos lo odiaban, sin que nadie le apoyará no veía ningún futuro para él, estaba condenado a la muerte, con esos pensamientos el rubio empezó a quedarse dormido.
De repente el chico se encontró a si mismo dentro de una cloaca, oscura y fría, y delante él solo había un sendero cubierto de agua, por lo cual empezó a caminar por la única vía disponible, mientras más caminaba la cloaca se volvía más siniestra, hasta que llegó a lo más profundo del lugar encontrándose con una gigantesca reja, su interior se encontraba totalmente oscuro, él no tenía idea del lugar en donde se encontraba por la cual se puso a pensar en buscar una manera de cómo salir de ahí, de repente fue sacado de sus pensamientos al escuchar una respiración proveniente de la enorme jaula frente a él.
El chico se acercó un poco más para tratar de ver lo que se encontraba dentro de la jaula – Hasta que por fin nos conocemos chico – Se escuchó repentinamente una gran voz asustando al niño - ¿Quién está ahí? – Pregunto un poco temeroso el niño para luego distinguir entra la oscuridad de la jaula un par de enorme ojos rojos – No temas niño, no te hare daño, la verdad es que quería conocerte desde hace tiempo – Respondió el ser dentro de la jaula para luego caminar hasta el borde los barrotes dejando que la poca luz del lugar lo iluminara mostrando a un zorro gigantesco de color naranja rojizo, además de que poseía 9 colas.
- Tu eres el Kyubi - El pequeño rubio estaba asombrado al estar ante el temido zorro – Así es chico, recuerda que tu padre me encerró dentro de ti – El zorro respondió viendo fijamente al niño como si lo estuviera analizando – Si tu estas aquí y si esto es real, quiere decir que nos encontramos dentro de mi mente – El biju sonrió ante la rápida deducción del chico viendo que era muy inteligente.
- Estas en lo cierto chico, este es tu espacio mental, y te traje aquí porque quiero hablar contigo de algo muy importante – De repente el semblante del zorro cambió a uno de culpabilidad – Primero que nada, quiero disculparme contigo, ya que por mi culpa tu vida ha sido un infierno, sé que no merezco tu perdón, pero quiero que sepas que yo nunca quise que esto pasará – El niño estaba sorprendido al ver a semejante ser ofreciéndole una disculpa.
El niño había sufrido mucho debido al zorro pero también él sabía que realmente nada de eso era su culpa, él sabía que el biju fue obligado a atacar a la aldea por un enmascarado, que si el destruyo y mato gente fue en contra de su voluntad, además el Kyubi no obligo a sus padres a abandonarlo, el no hizo que sus hermanas se volvieran presumidas y soberbias, el no hizo que los aldeanos fueran tan idiotas como para no saber diferenciar entre un pergamino y un kunai.
- No te preocupes, no fue tu culpa – La respuesta sorprendió enormemente al zorro, el esperaba que el chico le gritará enfadado, reclamándole que por su culpa había sufrido mucho, esto era inesperado, sin duda ese chico era distinto al resto de su especie – Además supongo que has sido tu quien me ha sanado cada vez que los aldeanos me golpeaban, te doy las gracias por eso – Naruto debía reconocer que si no fuera por el Kyubi probablemente ya estuviera muerto.
- Es lo menos que podía hacer por ti, además quiero proponerte algo chico – Dijo el zorro mirando al rubio que tenía una expresión de confusión – A diferencia de los demás yo que un gran destino te aguarda, es por eso que quiero proponerte que me dejes entrenarte – Esa palabras llenaron de calidez al rubio al ver que alguien mostraba interés en él - ¿En verdad quieres entrenarme? ¿No es ninguna broma? - Pregunto con emoción el pequeño.
- Yo jamás te mentiría, te juro que con mi entrenamiento te convertirás en una de las personas más poderosas de este mundo – El rubio salto de alegría ante la aseveración del zorro – Gracias Kyubi, te prometo que no te decepcionaré, me esforzaré al máximo – El chico desbordaba de alegría – Así me gusta, pero por favor, llámame Kurama, Kyubi solo es un título que dieron los humanos – El chico asintió sin dejar de sonreír – Muy bien, mañana a primera hora empezaremos con tu entrenamiento, debemos ir a un sitio en donde no llamemos la atención, recuerdo un lugar llamado el bosque de la muerte, sé que ahí suelen hacer los exámenes chunin, ahí no nos molestarán, ahora regresa a dormir, ya que te quiero con todas las energías – Dijo el zorro para luego explicarle como salir de su espacio mental, indicándole que solo tenía que pensar estar de nuevo en el lugar en el que estaba, en este caso, en su habitación.
- Antes de que te vayas chico quiero que unas tu puño con el mío – Dijo el zorro para luego extender su puño hacía el niño, con algo de confusión el chico obedeció y unió su puño con el biju – Con esto crearemos un lazo para poder comunicarnos sin necesidad de que vengas aquí – Naruto al unir su puño con el Kyubi sintió una gran conexión con él, y entendió que formó un vínculo de amistad con él, el chico sonrió viendo que Kurama no era para nada como se lo habían descrito.
- Sabes Kurama, ahora eres mi amigo, uno de mis seres preciados, y por eso te prometo que algún día borrare el odio que la gente tiene hacía ti, les demostraré que estaban totalmente equivocados contigo – El zorro se había quedado sin habla ante las palabras del niño, jamás había conocido a un humano como el, hasta ahora todos los humanos lo habían buscado solamente para usar su poder, para utilizarlo como un arma, y este chico ahora lo consideraba su amigo para luego prometerle liberarlo del odio de la gente, el pequeño le sonría genuinamente para luego desparecer del lugar y volver a dormir.
- A pesar de todo lo que has pasado, de todo lo que has sufrido, aun mantienes una alma bondadosa, no hay duda que eres especial chico – Se dijo así mismo el zorro viendo con alegría lo bueno que era ese chico, para luego cerrar los ojos y cambiar su semblante a uno enojado – Les juro que se arrepentirán, Kushina y tu maldito Yondaime, verán que cuando se den cuenta del terrible error que cometieron, ya será demasiado tarde – Sin duda Kurama se encontraba muy enfado con los padres del pequeño Uzumaki.
- Pero sobre todo quiero que llegue el día en que se den cuenta de que se equivocaron de niño elegido, ya me imagino sus caras cuando vean que sus malditas mocosas no son tan especiales como ellos creen – Se dijo Kurama para luego formar una sonrisa burlesca.
Al día siguiente Naruto se levantó y se preparó para dirigirse hacia el lugar en donde empezaría su entrenamiento, tomo una mochila, llenándola de varias cosas que pudieran servirle para su entrenamiento como pergaminos vacíos, kunais, shurikens, etc., el niño estaba muy emocionado para luego salir corriendo hacia la cocina.
En el comedor se encontró a sus padres y hermanas preparándose para desayunar, el solo se detuvo en la alacena de la cocina para tomar par de panes, para luego dirigirse a hacia la salida de su casa – Naruto ¿A dónde vas? – Le pregunto su madre al ver que se iba y no se quedaba a desayunar con ellos – A pasear un rato – Mintió el chico sin tapujos - ¿Por qué no desayunas primero con nosotros antes de irte? – El chico negó para luego apuntar hacia el comedor.
- No tiene caso, ya que no hay comida para mí – Toda la familia dirigió su vista al comedor para ver solo 4 platos con comida y no había nada extra para servir más – Bueno si es todo me retiro Kushina-Sama, Yondaime-Sama – Dijo el pequeño rubio haciendo una pequeña reverencia y posteriormente salir corriendo del lugar.
La Sra. Namikaze estaba sin habla al darse cuenta que no había hecho desayuno para su hijo, y ahora que lo pensaba, desde hace tiempo que solo cocinaba para cuatro personas, y por más que intentaba no podía recordar la última vez que su hijo convivio con ellos, solo recordaba salidas, reuniones y demás con sus dos hijas y su esposa pero con hijo nada.
- Minato tenemos que hablar a solas – Le dijo la pelirroja a su esposa para luego los dos subir a la habitación que ambos compartían – Minato nuestro hijo se está aislando mucho de la familia, ni siquiera puedo recordar la última vez que hicimos algo juntos – Confeso Kushina con mucha preocupación – Lo sé Kushina-Chan, sé que lo hemos estado dejando de lado, pero todo ha sido por el bien mayor, sabes que nuestras hijas tienen una gran responsabilidad – Minato sabía que su indiferencia lastimaba a su hijo pero él pensaba que cuando el creciera y madurara lo entendería.
- Solo espero que el realmente comprenda, que todo lo que hemos hecho solo ha sido para proteger al mundo, incluido a el – Se dijo Kushina con pesar comprendiendo que como madre le estaba fallando a su hijo, pero como decía su esposo, todo era por el bien mayor.
Más tarde el niño rubio ya se encontraba en el bosque de la muerte, eligió un lugar totalmente rodeado de árboles para no ser visto – Muy bien chico, aquí comienza tu nuevo camino, tu camino hacia la grandeza – Naruto se encontraba totalmente emocionado porque fin se entrenaría para hacerse fuerte para proteger a sus seres preciados, aunque en este momento solo tuviera pocos, pero para él aunque solo tuviera una persona preciada, el sacrificio valdría la pena.
- Te enseñare todo lo que se, te convertirás en poderoso guerrero, pero antes debes aprender una técnica especial que te ayudara acelerar tu entrenamiento – Dijo el Zorro llamando la atención del rubio - ¿En serio? ¿Qué técnica es? – El niño no podía esperar para empezar aprender – La técnica es el Kage Bunshin no Jutsu, una versión mucho más avanzada del Bunshin no Jutsu que enseñan en la academia – El chico asintió recordando al haber leído la curricular de la academia.
- Con esta técnica podrás crear clones solidos que podrás utilizar para que te ayuden a combatir pero eso no es todo, la mayor ventaja de estos clones es que al disiparse ellos te transmitirán todo el conocimiento adquirido durante su existencia – Ahora el pequeño comprendía la gran utilidad de esa técnica, con ella podría aprender muchas cosas rápidamente, con ello podría recuperar todo el tiempo perdido debido a la negligencia de sus padres.
- Muy bien chico comencemos, primero que nada debes aprender a utilizar tu chakra y debo decir que tus reservas son gigantescas debido a tus genes Uzumaki y sobre todo a que cuentas con mi Chakra, actualmente el logrado regenerar el chakra de 3 de mis colas, pero descuida con el tiempo lograré volver a tener mi chakra por completo - El niño asintió preparándose para comenzar, el seguiría a la letra todas las instrucciones de su nuevo maestro.
- Muy prepárate, porque tu entrenamiento no será fácil, pero sé que podrás hacerlo – chico asintió con convicción ante las palabras del zorro – Claro que lo haré o dejo de llamarme Naruto Nami… -
El niño no termino su oración al ponerse a pensar que el jamás había formado parte de la familia Namikaze, siempre fue dejado de lado e incluso le quitaron su derecho de ser el próximo líder del clan, entonces él no tenía que seguir usando ese apellido, si iba a comenzar un nuevo camino tenía que hacerlo bien - ¡Kurama! ¡Te juro que lo haré o dejo de llamarme Naruto Uzumaki! – El Kyubi solo sonrió ante la determinación del chico.
Pasaron los días, fiel a su palabra el pequeño rubio siguió todas las instrucciones de su maestro zorro, sin jamás mostrar señal de echarse para atrás, el chico demostró ser un prodigio en las artes ninjas, porque justamente desde el primer día logro aprender y dominar el Kage Bunshin no Jutsu, una técnica denominada prohibida debido a la gran exigencia de chakra que el Jutsu demandaba, incluso podría matar al usuario si este abusaba mucho de ella, pero era algo que ha Naruto no le preocupaba debido sus grandes reservas de chakra.
Ahora el chico Uzumaki utilizaba sus clones creando diferentes grupos de ellos y cada grupo se dedicaba a entrenar un área, control de chakra, ninjutsu, taijutsu, kenjutsu, genjutsu, bukijutsu y fuinjutsu todo siguiendo las instrucciones del zorro, además de algunos pergaminos que pudo conseguir de la biblioteca familiar y de la aldea, el chico avanzaba a pasos agigantados.
También durante el entrenamiento Kurama pudo detectar que su aprendiz heredo varias cosas del clan Uzumaki, el chico era sensor, podía sentir la presencia de las personas dentro de un gran rango, además de tener una capacidad de sanación acelerada y sumando el poder del Kyubi esa habilidad se amplificaba más, pero lo mejor es que el zorro se dio cuenta que el niño heredo la capacidad de utilizar las legendarias Kongo Fusa, es decir, unas poderosas cadenas hechas de chakra que tenían diferentes habilidades, como atacar, crear poderosas barreras, etc.
El zorro sabía que el chico sería alguien excepcional, y algo le decía que el Uzumaki aún tenía habilidades latentes aun por despertar, pero eso lo dejaría para después, ya tenían mucho en que trabajar con lo que tenían disponible – Bien chico, ahora que sabemos que tienes afinidad con el viento y el agua, también debemos a empezar a trabajar en ninjutsu elemental – Le dijo Kurama al Naruto original que se encontraba realizando ejercicios físicos, ya que eso era lo único que los clones no podrían trasmitirles.
- Además creo que es hora de agregarle más peso a los sellos que te colocaste – El chico mostró tener un gran habilidad en el área del fuinjutsu como todo buen Uzumaki, tanto que los sellos de gravedad eran una gran rareza, ya que son pocos en el mundo con la capacidad de crearlos, pero al niño le basto con leer acerca de ellos y por sí mismo pudo formular la creación de sus propios sellos de gravedad.
- Tienes razón Kurama, ya me acostumbre a este peso, y ahora mismo lo su… - El chico cayo al sentir una presencia ajena en el lugar – Sé que estás ahí ¡Muéstrate! – Exclamo el rubio dirigiendo su mirada hacía un árbol cercano – Vaya eres bueno niño, lograste detectarme – Respondió una jovencita de unos 13 años que dejo de ocultarse detrás del árbol.
El chico la miro detenidamente encontrándose con una joven de tez blanco, cabello color violeta amarrado en una cola y con ojos castaños claros, además de que vestía ropas algo sugerentes – Dime ¿Qué hace un niño pequeño como tú en este lugar tan peligroso? – Pregunto la chica extrañada por encontrarse al rubio en el bosque de la muerte – Este es el lugar más tranquilo para entrenar – Dijo con simpleza el Uzumaki – Debo admitir que tienes valentía, no cualquiera se mete a este lugar y por lo que veo se ve que sabes lo que haces – La joven empezó a ver los grupos de clones que continuaban entrenando intensamente.
- Es impresionante que puedas realizar esa cantidad de clones – Sin duda alguna la Kunoichi estaba muy sorprendida por las habilidades del niño – Ventajas de tener enormes reservas de chakra – Y por lo que veo sabes muy el efecto del Kage Bunshin para obtener información de ellos, eres muy listo, dime chico quisieras tener un duelo amistoso contigo, tengo curiosidad de ver lo que eres capaz – Reto con una sonrisa divertida la joven.
Para Naruto esta podría ser una buena oportunidad para medir sus avances, se veía que la chica era una Kunoichi muy capaz – De acuerdo, pero antes quiero saber ¿Contra quién tendré el gusto de combatir? – Pregunto el niño emocionado por la pelea – Yo soy la única y sexy Anko Mitarashi – Se presentó la joven con una mirada provocativa – Mucho gusto, yo soy Naruto Uzumaki – Respondió el rubio con una sonrisa para luego ponerse en posición de combate.
- Muy bien niño, muéstrame lo que eres capaz – Enseguida Anko también se puso en posición de combate, ambos empezaron a observarse fijante, se estaban analizando para ver la mejor manera de atacar – Bien, si no atacas tú lo hare yo – La joven se lanzó al ataque a gran velocidad sorprendiendo al rubio, ella enseguida lo tomo por el pecho para luego levantarlo y estrellarlo al suelo, pero para su sorpresa el chico se deshizo en una nube de humo.
- Un Kage Bunshin, chico listo – Se dijo empezado a buscar con la mirada al chico para tratar de encontrar su ubicación, de repente detrás de ella aparece el rubio con un kunai tratando de darle pero ágilmente la chica lo detiene con su propio kunai – Así no me darás jamás chico – Aplicando más fuerza lo joven logro rechazar al niño que luego procedió hacer una sello con sus manos – ¡Kage Bunshin no Jutsu! – Exclamo para crear 4 clones.
- ¡Al ataque! – Dijo el original para luego lanzarse junto con los clones hacia la joven - ¡Muéstrame lo que tienes! – Anko empezó a bloquear los ataques de clones, uno trato de darle un puñetazo en la cara pero ella detuvo el golpe son su mano para luego arrojar ese clon en contra de otro haciendo que los dos se deshicieran, el siguiente clon trato de asestar una patada pero ella lo esquivo para luego enterrarle su kunai acabando con un clon más, pero en eso ve como una lluvia de shurikens se dirige hacia ella lanzados por ultimo clon junto con el Uzumaki original, parecía que el ataque había dado en el blanco pero en eso aparece una pantalla de humo en donde estaba la chica para luego mostrar un tronco con los shurikens enterrados en él.
- ¡Oh no, Kawarimi no Jutsu! – Exclamaron los rubios para luego con la mirada intentando localizar a la joven - ¡Te tengo! – Exclamo la chica apareciendo detrás de ellos, ella enterró su kunai al clon para deshacerse de él, enseguida pateo con gran fuerza al rubio arrojándolo algunos metros - ¡Kuso! – Se dijo a sí mismo el niño al haber sido sorprendido por la pelivioleta – No eres rival para la gran Anko – Comento con emoción la chica esperando el siguiente movimiento del Uzumaki.
- Ahora veras ¡Fuin Juryoku Shiru Kai! – Anko empezó a ver como el chico empezó a expulsar un ligero vapor de su cuerpo y como sus músculos empezaban perder tensión – ¿Qué rayos es esa técnica? – Se preguntó la joven pero en eso el niño a una gran velocidad se lanzó al ataque, la pelivioleta apenas pudo reaccionar bloqueando un puñetazo que iba a su rostro, pero el rubio rápidamente volvió atacar, lanzo una patada baja a las piernas de la chica haciéndola caer.
- ¡No sé qué hiciste pero no te será suficiente para vencerme! – La chica para evitar la caída utilizo su mano izquierda soportando su peso para enseguida lanzar una patada al niño arrojándolo contra un árbol, Anko pensó que la pelea había terminado para luego ver como el chico se deshacía en una nube de humo - ¡Te tengo! – Apareció el niño detrás de ella para aprovechar que la joven no tenía libertad de movimiento.
- En serio eres muy bueno niño, sobre todo para alguien de tu edad, pero es hora de terminar con esto – Sonrió Anko confiadamente, repentinamente salieron unas serpientes de entre sus ropas que se lanzaron contra el niño enrollándolo evitando que pudiera moverse, la joven se dirigió al chico colocando un kunai en su cuello – Esto se acabó niño – Naruto solo pudo suspirar con pesar al verse derrotado – Esta bien, tu ganas, me rindo – Enseguida las serpientes liberaron al niño y la joven guardo su kunai – Eres mucho mejor de lo que esperaba, eres demasiado fuerte para tu edad – Reconoció Anko, sorprendida por las habilidades del Uzumaki.
- Maldición no pude asestarle ningún golpe – Pensó el chico frustrado por haber sido derrotado - ¿Y qué esperabas? Recuerda que apenas llevas algunos días entrenando, y por lo que pude ver ella es una chunin, esta es una pelea que no podías ganar, pero descuida con el tiempo te harás más poderoso, y aun así estoy orgulloso de ti, le diste buena pelea a esa chica – Animo el zorro a su aprendiz que volvió a recuperar su sonrisa.
- Sabes niño ahora que te veo bien ¿No eres hijo del Hokage? – Pregunto Anko viendo el parecido del chico con el Yondaime – Se podría decir – Contesto molesto debido a que realmente Minato nunca se ha comportado con el - ¿Y por qué entrenas por tu cuenta? ¿No sería mejor que tus padres te entrenaran? – La chica pudo ver como el semblante del rubio cambiaba a uno triste, la pelivioleta supo que toco una fibra sensible de él.
- Perdona chico, creo que no debí preguntar eso – Trato de disculparse la joven con un poco de pena – No te preocupes Anko-Chan, lo que pasa es no tengo la mejor de las relaciones con mis padres – Naruto procedió a contarle sus pesares a su nueva amiga, el sentía que podía confiar plenamente en ella.
Anko al escuchar la historia del pequeño y enterarse como había sido dejado de lado por su familia, como los aldeanos lo habían estado utilizando para liberar sus frustraciones solo por ser el carcelero del Kyubi, eso le hizo hervir la sangre, tenía unas tremendas ganas de matar a varios de ellos o mejor aún, llevarlos a su base para una larga sesión de tortura, de repente sintió que le tomaron la mano viendo que era el Uzumaki sonriéndole de manera gentil – No te preocupes por ellos Anko-Chan, yo algún día les demostraré lo equivocados que estaban conmigo – La joven no podía creer como ese niño podía sonreír de esa manera, él era especial, ahora que él se había sincerado con ella, era su turno, por alguna razón no tuvo en reparos en contarle su historia.
Naruto se dio cuenta que esta chica era como él, alguien que sufría de manera injusta, pagando por cosas que estaban fuera de su control, se enteró que Anko era odiada y marginada por la mayoría de la aldea por haber sido la alumna del Sannin Orochimaru, uno de los mayores traidores de la aldea, como este la había engañado fingiendo que le importaba, solo para experimentar con ella y lo peor colocarle su sello de maldición.
Ahora ambos se miraban mutuamente con profunda comprensión – Sabes niño, tus padres son unos completos idiotas, si ellos no quieren estar contigo que se vayan al diablo, ellos se lo pierden, ahora en adelante te ayudare en tu entrenamiento – Naruto se emocionó ante las palabras de la joven, pero antes de que pudiera agradecerle repentinamente vio como la chica cayó sobre sus rodillas, llevando su mano a su cuello mientras que gemía de dolor.
- ¡Anko-Chan! – Exclamo preocupado corriendo hacia ella - ¿Qué es lo que te pasa? – El niño sentía impotente al no poder hacer nada para ayudarla, se veía que la chica estaba sufriendo mucho – Es ese sello asqueroso, la está lastimando, tratando de corromperla – Comento el zorro dándose cuenta del origen del dolor de la pelivioleta.
- ¿Puedes hacer algo Kurama? – Pregunto de manera suplicante el niño, no le gustaba ver a su amiga retorcerse de dolor – Pon tu mano sobre su sello que está en su cuello, le transmitiremos algo de mi chakra, con eso detendremos los efectos de ese sello temporalmente – Naruto enseguida aparto la mano de su amiga de cuello para luego poner la suya sobre el sello, de repente un chakra rojizo emergió del cuerpo de rubio, para luego empezar a penetrar en el sello.
Pasado unos segundo Anko empezó a sentir como el dolor comenzaba a desaparecer y para luego ver que todo era obra del niño que acababa de conocer, observaba como un charka rojo salía de el para luego dirigirse a su cuello, unos momentos después el niño se detuvo para luego el chakra rojizo desaparecer.
- ¿Te encuentras bien Anko-Chan? – Pregunto el niño con preocupación – Si estoy bien ¿Pero cómo hiciste eso? – Naruto le confeso que tuvo la ayuda del zorro y no solo eso, sino que también eran amigos, Anko no lo creía, el zorro de las nueve colas amigo de un humano, pero no podía ser mentira, porque hace unos momentos la ayudaron haciendo desaparecer el dolor que le generaba el sello maldito.
- Sí que estas lleno de sorpresas chico, te lo agradezco y también dale las gracias de mi parte al zorro - Naruto sonrío al ver que su amiga también le agradecía a su compañero para luego acercarse a ella, estirar su mano y volver a tocar su cuello en donde tenía colocado el sello maldito – ¿Sabes Anko-Chan? En serio me asuste al verte sufrir por esta maldita cosa, te prometo algún día que te lo quitare – Anko se enterneció por la promesa que le hizo el niño, y verlo sonreír no pudo evitar abrazarlo.
- Eres realmente adorable, eres muy lindo para tu salud pequeño – Naruto se sonrojo ante esas palabras – Bien creo que es suficiente por hoy, mañana continuaremos con el entrenamiento ¿Qué te parece si vamos a comer algo? – El niño asintió con alegría - ¡Sí! ¡Ramen! – Exclamo – Eso sí que no, iremos por unos dangos – Ambos empezaron a discutir cual comida era mejor, ninguno de los dos estaba dispuesto a torcer su brazo en ese tema.
Tiempo más tarde el Uzumaki estaba de regreso en la casa de los Namikaze, por un ventanal pudo verlos en el patio conviviendo, los padres tenían en sus brazos a una de las niñas cada uno – Bien hecho queridas, se han esforzado mucho, estoy orgulloso de ustedes – Dijo Minato con una sonrisa mimando a Naruko – Es cierto, son las mejores niñas, las amamos mucho – Dijo Kushina dándole un dulce beso Mito.
Naruto veía todo eso tristeza, pero a esas alturas ya sabía que por más que lo pidiera nunca iba a recibir el afecto de sus padres, y no solo eso, siempre que trataba de pedirle algo a ellos se metía en problemas, terminaba castigado, por eso solo dio un suspiro de derrota y decidió dejar de observar para empezar a dirigirse a su habitación.
Mito mientras estaba siendo mimada por su madre, de reojo pudo ver que su hermano mayor los estaba observando desde el interior de la casa, pudo ver que tenía un semblante de tristeza cosa que la preocupo, a pesar de que ella solía divertirse a costa de él junto con su hermana, ella no lo odiaba, ella pensó en gritarle que viniera unirse a ellos pero solo pudo ver como el rubio empezó a irse antes de que pudiera invitarlo.
- Muy bien niñas, dentro de un año ingresaran a la academia, gracias a su entrenamiento estarán más que listas para ello, sé que lo harán muy bien – Dijo el Hokage con una mirada llena de orgullo – Oto-San ¿Qué hay de Oni-Chan? ¿El estará también listo? Nunca ha entrenado con nosotros – Pregunto la pequeña pelirroja – Me temo que tu hermano tendrá que esperar otro año más para entrar a la academia, por ahora ustedes son prioridad – Respondió el rubio esperando que algún día Naruto lo comprendiera, hace poco el Hokage había cambiado algunas metodologías de la academia, el más importante ahora no solo bastaba el inscribirse para entrar a la academia, ahora los candidatos tenían que aprobar un examen de aptitudes, y Minato sabía que sin nada de entrenamiento Naruto no lo aprobaría junto con sus hermanas, por eso él tendría que esperar otro año más, con las niñas en la academia ya tendrían algo de tiempo para prepararlo.
Una año más tarde, la familia Namikaze llevaban a sus hijas para su primer día en la academia - ¿Están emocionadas por su primer día? – Pregunto alegre Kushina – Claro que Ka-San, este es nuestro primer paso para convertirnos en grandes Kunoichis – Respondió Naruko impaciente por llegar a la academia.
Caminaron un poco más hasta llegar a las afueras de la academia, pudieron ver que había muchos padres acompañando a sus hijos para su primer día, se podía ver la emoción en todos ellos, de repente algo llamo la atención de Mito – Miren, Ka-San, Oto-San, es Oni-Chan – Apunto hacia su hermano que estaba acompañado de una jovencita de cabellos morados, cosa que sorprendió a los adultos Namikaze al ver a su hijo ahí por lo cual decidieron acercarse a él.
- ¿Naruto? ¿Pero qué haces aquí? – Pregunto el Yondaime al estar frente a su hijo – Hola Hokage-Sama, estoy aquí para mi primer día en la academia - Respondió el chico con una mirada de indiferencia hacia los Namikaze extrañándolos al ver como se dirigía a su padre - ¿Cómo es eso posible? ¿Pudiste aprobar el examen de ingreso? – Se preguntó sorprendido el Hokage – Seguro hizo trampa Oto-San – Comento Naruko mirando enojada a su hermano.
- Hokage-Sama usted sabe que es imposible hacer trampa en ese examen, usted mismo lo puede ir a colaborar, ahora si me disculpan se me hace tarde – Dijo el Uzumaki con la misma indiferencia para luego dirigirse hacia su amiga – Nos vemos después Anko-Chan – Se despidió el rubio con una enorme sonrisa – Buena suerte Naruto-Kun, demuéstrale a todos que eres el mejor – Animo la pelivioleta a su amigo para luego desaparecer en una nube de humo.
Los Namikaze estaban sin habla ante lo acontecido – Niñas ya entren a la academia - Ordeno el Hokage cosa que sus hijas enseguida obedecieron – Es extraño, no recuerdo haber visto el nombre de Naruto en la lista de los admitidos, debo ir a asegurarme, nos vemos después cariño – Se despidió el Yondaime de su esposa para luego desaparecer en un rayo dorado.
Momentos más tarde Minato se encontraba en su oficina viendo los perfiles de los niños aceptados en la academia, vio que en los expedientes con los apellidos que empezaban en con "N" aparecían sus hijas pero Naruto no, eso lo extraño, pero también su hijo no parecía mentir, por lo que pensó que tal vez acomodaron mal su expediente y se puso a buscar en los otros apellidos hasta que por fin encontró el de su hijo, y se sorprendió al ver que se encontraba registrado con el apellido Uzumaki, eso le daba una muy mala espina, solo esperaba que se tratara de un error, hablaría con su hijo más tarde.
Continuara...
