Disclamer: Si lo conoces... es de J. K. Rowling.
"Este fic participa en la III Sesión del Club de Duelo de La Copa de la Casa 20/21 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Beta: Nea Poulain.
Duelo: Hurt/Comfort y Alphard Black.
Contrincante: Milenrrama.
Portada: gin-draws en Tumblr.
NdA: Es un WI donde Sirius y Alphard viven juntos después de que Sirius decide irse de Gimmauld Place; además, TW porque hay mención a sangre y cosas médicas.
Los gritos le taladraban los oídos. La sensación del bisturí cortando su piel. Las náuseas por la sangre tiñéndola. Se mantiene quieto para no empeorar la situación.
«¡Córtenme la maldita pierna de una vez!». Alphard temblaba. Sudaba copiosamente. Sentía sus pulmones colapsando por la falta de aire. Un roce en su brazo lo sobresaltó; era Sirius observándolo preocupado. Veía sus labios moverse pero su voz se oía demasiado distorsionada como para entender lo que decía.
—… mismo que Regulus… volvió de… misión…
—¿Qué? —Tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para hablar.
—Ok, vamos a respirar juntos, ¿sí? —Sirius lo tomó de la mano—. Inhala. Exhala.
No parecía ser completamente efectivo pero sí ayudaba a que disminuyera la opresión en su pecho. Sentía a su sobrino sobarle la espalda y el suave roce lo reconfortaba; le recordaba a cuando era pequeño y una sonrisa apareció involuntariamente en su rostro.
—Mírame, por favor. —Un suspiro escapó de su garganta al oírlo—. Ya nos sentimos mejor…, mira, está bien, mucho más sana que la mía.
Alphard sólo asintió a su pregunta. Intentó sostenerle la mirada mientras alejaba de su mente los recuerdos de aquella operación. Intentó mover los dedos del pie derecho y soltó un suspiro aliviado cuando vio que no había tenido más que otra pesadilla.
«Esta vez fue demasiado vívido».
—Tío… —Sirius le puso una mano en el hombro.
—Gracias —musitó, al dejar de sentir la mente nublada.
—Ya que estás despierto, —se levantó de la cama, tendiéndole una mano—, vámonos de una vez.
—¿Cuál montaña planeas explorar hoy? —Alphard se la aceptó y el rostro se le iluminó de felicidad.
—¡Whiteside! —dijeron al mismo tiempo.
«Este chiquillo me enorgullece…; no me arrepiento de haberle pedido que viva conmigo».
¡Esto es todo!
La verdad, llevo un par de meses que prácticamente todo lo que escribo es depresivo, doloroso (perfecto para el género que me tocó) pero ODIO el limite de palabras y bueno, así ha quedado...
Espero que les haya gustado aunque sea un poquito.
Los leo en la cajita de comentarios... No muerde, ¡lo prometo!
