—Estoy a punto—gimió Tony al otro lado del comunicador.
—Cuando estés tan desesperado que no puedas más, entonces y solo entonces te dejaré que te metas mi polla—dijo en un tono duro Steve.
—Mierda, cómo me pones cuando me hablas así.
—Pero primero me la vas a tener que chupar muy bien, ¿vas a hacerlo bien, Tony? ¿Vas a metértela entera hasta la garganta?
Al otro lado del intercomunicador Tony gemía sonoramente.
—Ojalá estuvieras aquí ahora.—La voz de Tony era una súplica, y Steve apretó su glande inflamado para evitar correrse en ese momento.
—Steve.—Conocía ese tono, ese tono justo de cuando Tony ya no podía más y gemía su nombre.
—Abre la boca, voy a correrme y quiero que te lo tragues todo.
Ese fue el punto de no retorno para ambos, y con la voz de Tony en su oído lo imaginaba desecho sobre su desmesurada cama, hecho un desastre.
—Capi, tienes una boca realmente sucia.
Steve sonrió tímidamente arreglando su propio desastre personal.
—Solo porque a mi pareja le gusta el lenguaje sucio.
—¿Cuántos días os queda?
Steve hizo una perfecta bola de papel que lanzó al contenedor de residuos de su habitáculo. Y se reclinó en la estrecha cama de su camarote en la nave espacial de SHIELD.
—Al menos una semana.—Aunque sabía que probablemente fuera más.
—Voy a cerrarle el grifo a Fury y a ti prohibirte los viajes a otros planetas, se acabó. FRIDAY, cancela la subvenciones para viajes que se lleven a Steve.
—Yo también te echo de menos.
Un silencio en el intercomunicador le dijo que Tony estaba pensando.
Su relación había tenido tantos altibajos que a veces se sentía en una montaña rusa, pero los momentos en los que estaban bien lo compensaban todo.
—Tony...
—Te llamo mañana, Pepper está en modo sargento, me he escondido aquí pero ya ha amenazado con hacerme dirigir de nuevo la empresa.
Un ruido de voces y casi ya había perdido a Tony de nuevo.
—Hablamos mañana.—Le dijo rápidamente el moreno, Steve no sabía bien si estaba subiendo o bajando de la montaña rusa de Tony Stark.
—Te quiero—dijo Steve.
—No te dejes matar, tienes que seguir diciéndome guarradas a la velocidad de la luz.
Steve sonrió, eso era lo más cercano que iba a estar de que Tony le expresara sus sentimientos.
El sonido del final de la conexión le dejó con un sabor amargo en la boca, tenía ganas de volver, con la cantidad de palabras que podía decir ese hombre en un minuto casi nunca eran las que Steve quería oír. Pero en el cuerpo a cuerpo había muchas cosas que no hacían falta ser dichas.
—Capitán—escuchó que le llamaban desde el puente de mando.
Steve se levantó, echó una ojeada a la minúscula habitación y salió.
Aquella misión se estaba alargando pero había sido elegido como representante humano para los acuerdos entre los tres planetas, y no se había podido negar.
—¿Todo bien en casa?—le azotó la espalda Thor cuando lo encontró en el pasillo haciendo el resto del camino juntos.
—Perfecto.
Thor miró hacia atrás, comprobando que no hubiera nadie.
—¿Usaste las frases que te di?—Gracias a Dios, Thor no le miró en ese momento.—Ya sabes, caliente, caliente.
—Sí, gracias.—No tenía edad para estar sonrojándose, y casi se arrepentía de haber hablado de ese problemilla con el dios del trueno.
Alcohol y gravedad cero eran una combinación desastrosa. Había hablado más de lo que le parecía decoroso, era la intimidad de Tony y de él. Pero llevaban semanas frustrados.
Steve, de nuevo, en el cuerpo a cuerpo lo llevaba bastante bien, pero se quedaba bloqueado cuando Tony le pedía hablar sucio. No sabía si aquello se podía llamar ciber sexo o sexo intergaláctico, pero la verdad era que los dos estaban empezando a frustrarse.
Boca abajo, o boca arriba, ya no lo sabría decir estaban flotando y cazando gotas de hidromiel asgardiano, fue cuando se lo confesó a Thor.
Y después de varias vueltas de campana por el efecto del ataque de risa del dios, le pasó un arsenal de frases que a pesar del alcohol le hizo sonrojarse.
—No puedo decir eso, es denigrante para Tony—se quejó.
—El sexo es sucio, asúmelo y él quiere que le digas esas cosas.
—¿Y si no quiere oír esas cosas?¿Y si es demasiado?
—Tendrás que arriesgarte.
Steve se fue con una lista de cosas que obviamente habían hecho, pero una cosa era hacerlas, otra muy diferente decirlas.
En la siguiente llamada con Tony, Steve estaba realmente nervioso.
—La junta me va a volver loco, en serio, ¿por qué no estoy en Bali?—se quejó Tony—De hecho, ¿por qué no estás tú conmigo en Bali? En la playa, con es bañador tan estrecho que usaste en Miami.
—Prefiero que estemos desnudos—se atrevió a decir, ganándose un "ohhh" de Tony.
—¡Qué atrevido, Capi!—Steve estaba rojo como un tomate casi escondido dentro de su cama, con el corazón a mil por horas por una cosa tan tonta. —¿Qué más te gustaría que hiciéramos?
Aquello había dado paso a una bochornosa pero caliente charla y a ellos dos acabando muy satisfactoriamente. Las llamadas de Tony se hicieron cada vez más frecuentes, y los mensajes, incluso las fotografías que Steve conservaba en una carpeta ultramegasecreta, palabras de Tony, donde guardaba todo el material.
—La verdad es que a mí con tenerlo entre los brazos y hacerlo me es más que suficiente—reconoció Thor aún caminando por los pasillos de la nave—Pero a Loki le gusta ese tipo de lenguaje, y por él, ya sabes, lo que sea.
Steve le miró de reojo, aún no llegaba a entender bien la relación de esos dos, quizás no fueran hermanos de sangre, pero sí habían sido criados como tal. Era raro, era realmente raro. Salvo que cuando los veías juntos era imposible imaginar que no estaban juntos y que así era como debía ser.
—Yo creo que tiene que ver con toda esa fachada de tipos sarcásticos y autosuficientes, pero que en el fondo quieren que los pongas bocabajo y...
El rubio se quedó callado llevándose las manos al costado. A su espalda una proyección de Loki le acababa de clavar un puñal en el torso.
—Demasiada charla, hermano.
Los ojos de Loki centelleaban a mitad de camino entre la diversión y el enojo.
—Mi amor, solo estaba ayudando a Steve.
Thor iba sangrando persiguiendo a Loki ante la mirada sorprendida de Steve. Dios, al menos Tony aún no le había apuñalado. Sí se habían hecho sangrar el uno al otro, pero de eso hacía ya mucho tiempo.
Un pitido le informó de un mensaje entrante en su buzón, golpeó suavemente en su oído derecho y se desplegó una pantalla transparente sobre sus ojos.
"Yo también te quiero. TS."
El día para Steve mejoró considerablemente.
Mi primer Stony, había amenazado con esto y aquí está.
Es solo un pequeño OneShot como resultado de llevar un mes de maratón de Marvel.
Entre el Stony, el Torki, el Johnlock y el Superbat, me gustaría probar cosas nuevas.
¿Os venís?
Besos
Shimi
